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N. T.

Wright y la Justificación

Por Charles E. Hill


Profesor Asociado de Nuevo Testamento, Reformed Theological Seminary,
Orlando, FL
Hay mucho en este libro que es bueno y debería de hacer decir un “Amen” en
voz alta. Una reseña equilibrada de este libro se enfocaría en sus puntos
fuertes y en sus debilidades. Aquí, desgraciadamente, tendré que ser
desequilibrado. El problema esencial que tengo es que Wright, por alguna
razón, quiere redefinir la justificación por fe. Comenzaremos con unas citas:

“‘La Justificación’ en el primer siglo no tenía que ver con cómo establecer una
relación con Dios.’ Tenia que ver con la definición escatológica, tanto futura
como presente, que Dios hacia del que era miembro de su pueblo. Usando
palabras de Sanders, no tenía que ver tanto con ‘entrar’ o con ‘mantenerse’
sino con como saber quien estaba dentro’. Dicho en un lenguaje teológico
cristiano estándar, no tenía tanto que ver con soteriología, sino con
eclesiologia; no tanto con salvación, sino con la iglesia.” [1]

“A pesar de lo que muestra la tradición clásica, el problema que Pablo trata en


esta epístola no es la cuestión de cómo convertirse al cristianismo, o como
establecer una relación con Dios...para cualquier persona, pero en especial
para las del primer siglo, tiene mucho que ver con la cuestión de cómo definir
el pueblo de Dios: ¿son definidos por los distintivos de la raza Judía, o de
alguna otra manera?” [2]

1
“Así que debería quedar claro lo que Pablo quiere decir con ‘justificación’ es en
este contexto. No se trata de ‘cómo convertirse al cristianismo’, sino de ‘cómo
saber quien forma parte de la familia del pacto’”. [3]

Notable también es también su paráfrasis de Filipenses 3:9 en la cual


“justicia” es reemplazada por “membresía pactal.”

“Lo que esta diciendo es: yo, teniendo la membresía del pacto según la carne,
no estimé esa membresía como cosa a que aferrarme; me despoje a mi mismo,
compartiendo la muerte del Mesías; por lo cual Dios me ha dado la membresía
que realmente vale, en la que yo también compartiré la gloria de Cristo.” [4]

EL PROBLEMA DE DEFINICION

Wright está en lo correcto acerca de que justificación es una definición


escatológica, pero errado acerca del contenido de esa definición.

¿Cómo uno determina el significado de una palabra cuando ese mismo


significado es cuestionado? Esto pasa también con otras controversias.
Cuando nos encontramos con problemas de definición, ¿Cómo debemos de
tratar de resolverlos?

Una forma mecánica pero todavía indispensable es mirar los léxicos. Los
léxicos son editados por personas que han tratado de incluir todos los usos, o
categorías de usos, las fuentes de las palabras. Los lexicógrafos son humanos y
falibles; ellos algunas veces tienen predisposiciones y puntos débiles. Y los
léxicos no siempre nos dan el contexto particular. Pero de todos modos son
indispensables como intentos de evaluaciones exhaustivas del significado de
las palabras. Desafío: encuentra un léxico que defina la palabra Griega
dikaiosune (“justicia”) como “membresía dentro de un grupo” o dikaioo
(“justificar”) como “hacer o declarar el miembro de un grupo.”

Otro camino es mirar trabajos anteriores y contemporáneos, etc., tratar de


establecer el uso corriente. La reclamación de haber descubierto y restaurado
este amplio contexto judío es central a Wright en su intento de redefinir la
justificación. Esencialmente él argumenta que en el Judaísmo que crió a Pablo
y al cual Pablo se dirigió a través de su ministerio, la justificación trata
totalmente acerca de la membresía pactal en el Israel de Dios. Aquí pienso que

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el está radicalmente equivocado. Seguramente él no ha establecido esto en su
libro. La relación pactal puede ser el contexto en el cual los Judíos discutieron
la justificación, ¡pero ese era el contexto para todas sus discusiones!

Cuando los Judíos del primer siglo hablaban acerca de la justificación por
Dios, hasta donde yo puedo ver (a estas alturas), tenía que ver con el juicio
final, o con algo en el presente que anticiparía o aproximaría el juicio final, y
era con respecto a la posición de uno ante Dios con respecto al pecado. El
juicio, aun para los Judíos, era considerado como una cosa universal y por lo
tanto como una preocupación humana. Los Judíos tendrían toda clase de
ventajas en ese día porque eran Judíos y miembros del pacto. Pero el
problema real era: ¿Cómo te escaparás de la ira de Dios?

Pero el camino más claro al significado de una palabra en X autor es el


contexto en el cual ese autor te la da, asumiendo que él te la da en un contexto.
En la determinación de cómo el contexto apunta al significado de una palabra,
necesitamos preguntar algunas preguntas importantes: ¿Cual es el hilo de
pensamiento del autor y cómo este concepto queda dentro de él? ¿Qué
palabras, frases, o conceptos el equipara con esta palabra? ¿Con que la
compara? ¿Qué otra clase de palabras usa cuando él usa esta palabra? Esta
clase de información nos da los parámetros necesarios para definir una
palabra. Cuando hacemos esto para el uso de Pablo de justificación, no puedo
ver como podemos seguir a Wright.

EL PROBLEMA DE UN CONTEXTO MÁS AMPLIO

Consideremos el amplio contexto de Romanos 1-5 como un caso prueba para


la nueva definición de Wright de justificación. En su tratamiento de Romanos
3:21-31 Wright hace el gran tema de la membresía pactal. “El tema principal
de este pasaje es el pacto, la membresía que ahora se ofrece tanto a judíos
como a gentiles.” [5] Yo difiero. Wright concede que también tiene que ver con
el trato con el pecado, pero su exposición no hace justicia al asunto del pecado
en el texto.

Pablo comienza esta larga sección en Romanos declarando que el evangelio es


el poder de Dios para salvación a todos los que tienen fe, al Judío
primeramente como también al Griego (Rom. 1:16). El Evangelio es el poder

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de Dios para salvación. ¿Salvación de que? Romanos 1:18 nos dice: “Porque la
ira de Dios se revela.” El problema que Pablo presenta en su exposición de el
gran, poderoso evangelio en Romanos es la ira de Dios. Es la ira de Dios de la
cual necesitamos salvación a través del evangelio. No es una teodicea, en la
cual Dios y su fidelidad pactal están en juicio. Los que están en juicio son los
seres humanos expuestos a la ira de Dios por sus pecados.

Pablo entonces comienza en Romanos 1:18 a culpar porque por su gran


maldad, los Gentiles están listos para la ira de Dios. Esto, por lo visto, no
conseguirá ningún argumento de lectores judíos. Entonces en el capitulo 2 [6]
trae a nuestra atención el próximo juicio de Dios, escribiendo, “el día de la
ira... la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme
a sus obras” (Rom. 2:5-6). Trayendo a nuestra atención a “en el día en que
Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi
evangelio” en Romanos 2:16, cambia su atención en Romanos 2:17 al Judío
que se afianza en la Ley y se jacta en Dios. Pablo tira abajo la confianza de los
Judíos jactanciosos mostrando que, aunque tienen la ley, son también
quebrantadores de la ley.

En Romanos 2:25 Pablo comienza a poner al Judío y al Gentil en el mismo


nivel. Circuncisión y ser un Judío son cosas espirituales. Ser un judío literal
tenía ventajas mientras las ventajas fuesen usadas correctamente. Pero los
Judíos no eran fieles. (Tampoco podían acusar a Dios, el cual su santa
prerrogativa es juzgar a la humanidad.) Pablo entonces en Romanos 3:9-20
demuestra poderosamente con las Escrituras que “pues ya hemos acusado a
judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado....para que toda boca se cierre
y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley
ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley
es el conocimiento del pecado.” (Rom. 3:9, 19-20).

Nótese como el hilo de pensamiento es controlado por la gran amenaza de la


ira de Dios sobre el pecado. La pregunta que resalta de Romanos 1:18 en
adelante es la posición que uno estará en el juicio de Dios. Pablo ha
exarcebado el problema mostrando que el mundo entero esta bajo el pecado.
La pregunta aquí no es la pregunta de quienes son los que se les llama el
pueblo de Dios o quien es parte del pacto. El pecado, o la ira de Dios en contra
del pecado, es el problema inmediato - y este problema es afrontado por los
Judíos quienes están en el pacto como también por los Griegos quienes no lo

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están. Justificación es lo que todos los hombres necesitan; pecado es lo que
todos los hombres tienen. Donde hay pecado no hay justicia” “No hay justo, ni
aun uno” (Rom 3:10).

Pablo no menciona el pacto como un vehículo hipotético para escapar de la ira


de Dios. Pero el sí menciona la hipótesis de que las obras de la Ley podría
justificar a alguien (declararlo justo) delante de él (Rom. 3:20). Pero esta
hipótesis, si es mantenida por alguno, es totalmente falsa y peligrosa. Aquí en
Romanos 3:20, “justificado” puede muy difícilmente dar a entender “que
aquellos que creen en Jesucristo son declarados miembros de la verdadera
familia de Dios.” Wright piensa que el punto de vista tradicional Protestante
de la justificación por fe es una “doctrina abstracta.” [7] ¡Solo puede ser
abstracta si se piensa que el juicio de Dios que viene es abstracto!

“Pero ahora” (Rom. 3:21) señala el punto crucial en el argumento de Pablo


hasta este nivel de la conversación - y este punto crucial es: “Pero ahora,
aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios.” Esto es, hay una
manera a una posición justa ante Dios que no depende sobre el falso camino
de guardar la ley. Si “la justicia de Dios” aquí significa “la fidelidad pactal de
Dios,”, el argumento de Pablo no parece tener sentido: no es Dios quien está
en juicio aquí. Es por eso que la “justicia de Dios” aquí y anteriormente en
Romanos 1:17 ha sido tradicionalmente vista como la justicia que Dios nos
otorga a nosotros como un regalo: “la justicia de Dios por medio de la fe en
Jesucristo, para todos los que creen en él” (Rom. 3:22). Esto es una justicia
externa (cf. Rom. 10:3-4; Fil. 3:9).

Pablo entonces pasa a colocar una vez más a todos los hombres, judíos y
Gentiles semejantes bajo el pecado:

“por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, y son


justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en
Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su
sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su
paciencia, los pecados pasados,” (Rom. 3:23-25).

Esto continúa su énfasis en el pecado como el problema universal de toda la


humanidad (de aquellos en el pacto como también aquellos fuera del pacto), y
en la justificación gratuita como la única solución al pecado. El lenguaje de
propiciación reafirma y enfatiza que el problema no es de membresía en el
pacto per se sino el pecado, el cual resulta en la ira de Dios, ira que debe de ser
propiciada y es propiciada por la sangre de Cristo.

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En otras palabras, el contexto en el cual se podría validar el punto de vista de
Wright simplemente no existe. El dice, “En un contexto así, ‘justificación’,
como hemos visto en 3:24-26, quiere decir que aquellos que creen en
Jesucristo son declarados miembros de la verdadera familia del pacto; lo que
obviamente conlleva que sus pecados les son perdonados, dado que ese era el
propósito del pacto.” [8] En la construcción de Wright, el perdón del pecado
tiene el carácter de un subproducto, un bonus que viene con la membresía del
pacto. La eliminación de los pecados de uno no esta conectada directamente a
la justificación. Justificación para Wright simplemente confirma un ya
poseído estatus como miembros del pacto de Dios.

Pero en Pablo, justificación es la declaración de justicia, y justicia tiene que


ver con el pecado y la ira de Dios. ¿Cómo puede Dios pronunciar al impíos ser
justo? El pone a Jesucristo como una propiciación por su sangre, para ser
recibida por fe. La muerte de Jesús como una propiciación es la base de
justificación, para tratar con el pecado y con la ira de Dios. La membresía en el
nuevo pueblo pactal es seguramente un resultado de esto, pero Pablo
claramente describe la justificación como la respuesta de Dios al problema
universal del pecado, el problema que de otra manera previene a todas las
personas, personas que estaban en el pacto y personas que no, a estar “bien
con Dios” cuando estén delante de su trono de juicio (Romanos 2:2-16).

EL PROBLEMA CON EL CONTEXTO MÁS ESTRECHO

Definiciones Contextuales

Es importante notar que en Romanos 4 Pablo esencialmente define el


concepto de justicia atribuida. En los versículos 6-8 Pablo demuestra que la
justicia atribuida es de la Escritura: “Por eso también David habla de la
bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, diciendo:
«Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos
pecados son cubiertos. Bienaventurado el hombre a quien el Señor no culpa de
pecado»” como el perdón de iniquidades y el encubrimiento de pecados, como
el no atribuir de pecados, y Pablo adopta esa definición como propia. No es
“estar dentro o fuera del pacto” sino “teniendo perdonados los propios
pecados.” El énfasis es en quitarse de encima el problema del pecado, no en

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quien está dentro y quien está fuera del pacto. De hecho, Pablo sigue haciendo
el punto que la bendición de la fe considerada como justicia fue dada a
Abraham antes de que él recibiese la circuncisión y antes, casualmente, él
formaba parte del pueblo del pacto (cf. Gen. 15:6).

Contrastes Contextuales

En Romanos 8:33-34 lo opuesto a “justificar” (theos ho dikaion) es


“condenar” (tis ho katakrinon). En Romanos 5:18 Pablo usa la palabra
dikaiosis, que significa “justificación” o “absolución.”[ix] En este verso, lo
opuesto de dikaiosis es katakrimia, que significa “condenación.” Lo opuesto de
“justificación” no es “exclusión de el pueblo pactal”; lo opuesto de “justificar”
no es “declarar no-membresía en el pueblo del pactal.” Los problemas cuales
la justificación confronta son el pecado, condenación, y la ira de Dios.

Idealmente, nosotros querríamos que todos, los tres, enfoques - lexicografía,


contexto amplio, y contexto estrecho - se unieran para fortalecerse
mutuamente. Creo que el entendimiento tradicional Protestante de la noción
de Pablo sobre la justificación como la hemos delineado se mantiene
extremadamente bien aquí, pero que la definición de Wright fracasa en las 3
categorías.

ATRIBUCIÓN COMO JUSTICIA

Un problema especial con la presentación de Wright en este admisiblemente


corto libro es su falta de tratamiento de la noción de justicia siendo
“atribuida.” En algunos lugares Wright polemiza en contra de la idea de
imputación al menos en contra de la idea de que la justicia de Dios o de Cristo
ha sido imputada a nosotros. [9] Él debe de tratar con alguna clase de justicia
imputada o atribuida, no obstante, porque Pablo explícitamente usa la
terminología de “justicia atribuida” en Romanos 4. Aquí tenemos como
Wright resume a Pablo:

“Cuando Pablo dice que la fe de Abraham ‘se le cuenta por justicia’ (4:5), se
refiere a que la fe en Jesucristo...-es la etiqueta o el distintivo de los miembros
del pacto. El énfasis del capitulo es que la membresía del pacto no esta

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determinada por la circuncisión (4:9-12), ni por la procedencia racial, sino por
la fe.” [10]

Hay al menos 2 problemas significativos con la comprensión de Wright de


Romanos 4. Primero, “membresía del pacto” no es el problema del capítulo; es
ser considerado justo delante de Dios, y eso es por el problema del pecado.
Pablo comienza el capitulo continuando su discusión del capitulo 3 acerca de
ser justificado delante de Dios, y hace a Abraham su ejemplo especial para su
asumida audiencia Judía en este punto.

Segundo, Wright confunde la noción de tener en cuenta la noción de un


distintivo. Esto es otro intento de “redefinición.” Fe, conforme a Wright, es el
verdadero distintivo de la membresía del pacto.

Pablo fe es considerado como justicia


Wright fe es un distintivo del pacto
Estos son dos conceptos enteramente diferentes. Ahora, Pablo dice que hay un
“distintivo” de membresía del pacto, pero el distintivo es la circuncisión.
Oigamos a lo que Pablo dice: ““Y recibió la circuncisión como señal, como
sello de la justicia de la fe que tuvo cuando aún no había sido
circuncidado;” (Rom. 4:11). Esto es, antes de que Abraham recibiera su
“distintivo” del pacto (i.e. circuncisión), ya había sido justificado por Dios a
través de su fe. En el pensamiento de Pablo, la fe es atribuida como justicia, el
distintivo del cual es la circuncisión (bautismo).

La idea del “distintivo” es expresada por Pablo con palabras como “como
señal, como sello” (Rom. 4:11). La fe no se dice que sea la señal o sello de
justicia, o de alguna otra cosa en ese caso. Más bien, la fe es atribuida como
justicia, es contada como si fuera justicia. En Romanos 2:26 Pablo había dicho
que cuando un hombre no circuncidado mantiene los preceptos de la ley, su
incircuncisión será “atribuida” como circuncisión. No tiene sentido decir que
su incircuncisión sería el “distintivo” de su circuncisión. Esto simplemente no
es lo que “atribuir” significa. Déjenme ilustrar la diferencia: El dinero (pagado
como deuda) es atribuido como membresía en Costco. Mi tarjeta de Costco es
el distintivo de membresía. La atribución de dinero como membresía inicia y
sostiene la relación como un miembro. La tarjeta tipifica la membresía ya
poseída.

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¿Que hace esta redefinición para Wright? Mantiene a la justificación (justicia
atribuida) en el punto de "eclesiologia” en vez de “soteriología.” La
justificación es para él la presentación de su tarjeta en Costco: ¿Es usted un
miembro? Aquí está mi tarjeta. Yo lo pronuncio justificado, entre. Esto pasa
cada vez que usted va a Costco.

Pero para Pablo la justificación no es un examen de una membresía ya


poseída, un examen el cual puede ser repetido cada vez que su “justicia” cae en
duda. Es la declaración escatológica de que Dios, de una vez por todas, que
todos aquellos que creen en Cristo están ante el como completamente
perdonados, completamente justos, en la base de la propiciación de Cristo por
ellos. Esta justicia atribuida no es una cosa abstracta. En otros lugares Pablo
dice que nuestra justicia no es de nosotros, no está basada en la ley o en obras,
sino que es el regalo de Dios (e.g. Rom. 3:24; 4:4; 10:3-4; Fil. 3:9).

¿Que hace la redefinición de Wright a la justificación? Creo que arriesga con


minimizar la importancia del pecado y del significado redentor de la muerte
de Cristo. No estoy diciendo que el niegue el significado de la muerte
redentora de Cristo. Pero cuando se minimiza la importancia central del
pecado, necesariamente se llama a cuestionar la centralidad de la muerte
redentora de Cristo.

El concepto de membresía puede eclipsar el problema si este reemplaza el


tribunal. Talvez quisiera ser miembro del Costco, o del Country Club. Pero
como yo lo veo, Pablo dice que tiene un problema antecedente el cual precede
a todos los otros. Ha sido atrapado y traído frente al juez y no tiene dinero
para la fianza. El único club del cual puede pensar hacerse miembro se reúne
detrás de las barras. Su única esperanza está en el abogado puesto por la corte,
el único que puede obtener un aplazamiento de la sentencia del juez. El
abogado es Jesús, quien toma el castigo en si mismo.

La coherencia entera de la justificación como lo que satisface el problema de la


ira de Dios en contra del pecado, y por lo tanto está absolutamente fundada en
la redención substitutoría de Cristo la cual desvía la ira de nosotros, se pierde
u oscurece en la interpretación de membresía. Estas cosas no son negadas por
Wright, pero no hay una conexión intrínseca entre ellas y la justificación,
como yo lo veo, en el punto de vista de Wright.

9
P.S.

Traducido por Luis A. Jovel (2ª revisión mayo 2010)

Reproducido y traducido con permiso del autor.

© Charles E. Hill © (de la versión en Español) luisjovel.com 2006

Footnotes :

[1] Writght, N.T., El Verdadero Pensamiento de Pablo (Terrassa: CLIE, 2002), pp. 127-128.
[2] Wright, p. 129.
[3] Wright, p. 130.
[4] Wright, p. 132.
[5] Wright, p. 137.
[6] Ver el artículo de Wright “The Law in Romans 2,” en J. D. G. Dunn, ed. Paul and the Mosaic Law. The
Third Durham Tübingen Research Symposium on Earliest Christinianity and Judaism (Durham,
September, 1994)(Tübingen: Mohr, 1996), 131-150. Este es un buen articulo en si, pero Wright explica
Rom. 2 en casi exclusivamente términos colectivos, cuando para Pablo hay también una preocupación
inevitable del individuo a través del capítulo. Esto aparta a Wright de encontrar algún énfasis sobre
justificación que tenga que ver con cómo el individuo esta delante de Dios.
[7] Wright, p. 137.
[8] Wright, p. 137.
[9] Wright, p. 133. Para nuestros pecados siendo imputados a Cristo, cf. e.g. 2 Cor. 5:21.
[10] Dikaiosis es usada solamente otra vez en el Nuevo Testamento: Romanos 4:25.

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