Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Creer
Creer
CREER
—Ven —dijo Jesús. Pedro bajó de la barca y caminó sobre el
agua en dirección a Jesús. Pero, al sentir el viento fuerte,
tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó:
—¡Señor, sálvame! En seguida Jesús le tendió la mano y,
sujetándolo, lo reprendió: —¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
Mateo 14:29-31
Un discípulo de Jesús tiene la ambición de ser como Jesús. Jesús prometió que haría de cada
uno de sus discípulos alguien como él. Entonces, nada más natural que Pedro desease
también caminar sobre las aguas. Pedro le dijo a Jesús: “Bien, si tu puedes caminar sobre las
aguas, yo también puedo. Entonces solo tienes que mandar, y yo voy”. Muy natural Jesús dijo:
“¡Entonces ven!” Y ¡Pedro fue!.
Además de Jesús, Pedro tal vez ha sido el único ser humano en caminar sobre las aguas. Él
caminó sobre las aguas. Pero cuando vio el viento, comenzó a hundirse, tuvo miedo y gritó:
“¡Señor, sálvame!”. Jesús escucho su pedido, pero criticó a Pedro de una manera
contundente: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?”. Impresionante. El único ser humano
además de Jesús en caminar sobre las aguas debería ser considerado un hombre
extraordinario. Pero Jesús dice que es un hombre de poca fe y le amonesta por haber dudado.
¿De qué dudo Pedro? – No fue de Jesús, no fue del poder de Jesús, no fue de la autoridad de
Jesús. Pedro dudó de sí mismo. Pedro dudo de que fuese capaz de caminar sobre las aguas.
Eso significa que creer o tener fe en Jesús no es solo creer que el es poderoso y que puede
hacer milagros. Lo que diferencia a un discípulo de Jesús de cualquier otra persona es que el
discípulo de Jesús no solo cree en Jesús y en su poder, sino cree que Jesús es capaz de
transformarlo y hacer de el alguien igualmente extraordinario.
La ambición del discípulo es ser como su maestro. Lo que Jesús está diciendo a Pedro es:
“Pedro, dudaste, dudaste de ti mismo. Sí, dudaste, con certeza, dudaste también de mí,
dudaste de que yo fuera capaz de hacer de ti alguien como yo”. La fe, por tanto, tiene que ver
con estas dos dimensiones. Fe es confiar en Jesús, fe es creer en Jesús. Pero fe también es
creer que Jesús puede y quiere transformarnos en personas como él. Fe es creer en Dios. Fe
es creer que Dios cree en ti.
AMEN.