Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PDF Lecciones de Etica de Ernst Tugendhat - Compress
PDF Lecciones de Etica de Ernst Tugendhat - Compress
El texto comienza con unas preguntas que orientan nuestra discusión: ¿por qué éca?, ¿qué es la
éca?, y agregaría: ¿para qué la éca? Nuestro autor expone que tanto en el e l ámbito intersubjevo
como
com o en el políc
polícoo est
estamo
amoss connu
connuame
amente
nte hacien
haciendodo juicio
juicioss mor
morale
ales,
s, así,
así, términ
términos
os com
comoo
democracia y derechos humanos adquieren caracteres écos, lo que lleva a la siguiente pregunta:
¿es realmente lo éco lo decisivo en la vida social o lo son más bien las relaciones de poder?, a la
que se le ancipa su respuesta y es que, si bien las relaciones de poder son decisivas, llama la
atención que éstas necesiten una “envoltura moral” para su legimación. ¿Cuáles serán entonces
esas maneras de legimar lo que consideramos éco? Debemos remontarnos casi históricamente
a las formas en las que se legimaron la mayoría de las écas anteriores, donde pareciera que sólo
se tuviera en cuenta normas que juegan un papel en la vida intersubjeva de adultos que se
encuentran espacial y temporalmente próximos, veamos:
En el texto guía se expone que la primera forma de legimar una postura éca fue con el empleo
de la rel
religi
igión,
ón, de tal manera
manera,, las cueso
cuesones
nes morale
moraless se afe
aferra
rraban
ban a respue
respuesta
stass religi
religiosa
osas.
s.
Claramente, hoy en día no podemos hablar de esa manera, pues aferrarse a respuestas de este
po sólo
sólo por
porque
que permit
permiten
en soluci
solucione
oness fácile
fáciless ser
sería
ía intele
intelectu
ctualm
alment
ente
e des
deshon
honest
esto.
o. Se señala
señala
entonces la imposibilidad de fundamentar normas morales en la fe porque el cumplimiento de
estas es algo que le exigimos a todos, y para poder hacerlo también debemos esperar que sean
aceptadas por todos.
Existe entonces una cuesón: evaluemos ahora los juicios que normalmente realizamos; el valor
de verdad de estos puede corroborarse mediante la experiencia, sin embargo, un juicio sobre si
determinado modo de actuar es bueno o malo, y en ese sendo, permido o prohibido, no es algo
que pod
podamo
amoss jus
jusca
carr empíri
empíricam
cament
ente.
e. Sí que pod
podemo
emoss jusc
juscar
ar de man
manera
era empíri
empírica
ca la
consideración (opinión) cultural o de determinada clase social sobre si una acción es mala o
repudiable, pero de ello no se sigue que la acción en sí sea mala o repudiable. En consecuencia con
lo anterior, Kant generó una respuesta a aquella cuesón alegando que los juicios que no tenían
juscación empírica serían los denominados juicios aprioris. Kant, al igual que Platón, realizan
fundamentaciones aprioríscas, donde tomaban como recurso la metasica, lo que la convera en
una legimación pseudoreligiosa y que hacía que sin ella nuestros juicios morales perdieran su
sendo.
Intentando formular una alternava a la dada por Kant, Horkheimer y Adorno formulan lo que se
denomina como “teoría críca de la sociedad”, que se diferencia de la empírica porque pone en
cuesón la sociedad en sus aspectos normavos e interroga el trasfondo ideológico, es decir, las
condiciones socioeconómicas de los juicios morales en los miembros de la sociedad, no obstante,
ello genera una confusión conceptual en torno a dos puntos:
1. El cues
cuesonam
onamiento
iento de lo
loss aspecto
aspectoss normavos
normavos (morales
(morales)) de un siste
sistema
ma socio
socioeconó
económico
mico
presu
pre supon
pone
e que
que se mid
midee dic
dicho
ho sistema
sistema según cierto
ciertoss jui
juicio
cioss mor
morale
aless que se deb
deben
en
considerar en sí mismos correctos.
2. Nunca
Nunca se puede
puede pone
ponerr en cuesón
cuesón de manera
manera norm
normav
ava a un juici
juicio
o mora
morall por la mera
constatación de sus condiciones socioeconómicas, lo que quiere decir que el señalamiento
de una con
conexi
exión
ón empíri
empírica
ca entre
entre un jui
juicio
cio moral
moral det
determ
ermina
inado
do y cie
ciertas
rtas con
condic
dicion
iones
es
socioeconómicas apunta a una críca normava y un juicio moral sólo puede ser cricado
de manera normava por otro juicio moral.
Otra alternava es la que se da producto de la mezcla del análisis empírico con la críca normava
y que se remonta hasta Marx, quien consideró a todas las opiniones según las cuales algo es justo
o injust
injusto
o como
como “su
“supere
perestr
struct
uctura
ura”” lo qu
que
e conlle
conllevó
vó a que,
que, primer
primero,o, se procedi
procediera
era de manera
manera
únicamente empírica y segundo, a que se tuvieran determinadas ideas de juscia que ya no se
somean a reexión. Como consecuencia, se puede decir que es erróneo armar que la sociedad a
la que se pertenece puede ser cricada en sus aspectos normavos por medio de un análisis
social, pues una teoría críca de la sociedad no puede ocupar el lugar de la éca, sino que ella
Lle
Llegam
gamos
os ent
entonc
onces
es a un aspect
aspectoo que es fundam
fundament
ental
al par
para
a con
connu
nuar
ar en el est
estudi
udioo y es la
diferencia
diferenciación
ción entre afectos y senm
senmiento
ientoss morales. Por lo general, el primero se reere a la
indignación y el resenmiento, contrastado con los senmientos de culpa y vergüenza. Aristóteles
señalaba que lo que se llama afectos siempre son senmientos posivos o negavos que se
construyen sobre un juicio de valor y los valores se reeren a la persona individual y su bienestar.
Por su parte, los senmientos morales se reeren al displacer que se construye sobre el juicio
acerca de un desvalor o valor moralmente negavo. Estos senmientos quedarían suprimidos si
dejáramos de juzgar de manera moral, pero ¿qué sucedería si obráramos de tal forma? Peter
Strawson señalaba que estos senmientos presuponen que nos vemos a nosotros mismos y a
nuestr
nue stros
os prójim
prójimos
os como
como lib
libres
res (i
(impu
mputab
tables
les),
), ahora,
ahora, tanto
tanto el hac
hacer
er jui
juicio
cioss mor
morale
aless sob
sobre
re las
acciones propias y las de los demás como la suposición de nuestra imputabilidad son presupuestos
para los senmientos morales, por lo que, para el autor reseñado, el hecho de que contemos con
senmientos morales es un aspecto posivo en cuanto manera de protección de los demás y de
nosotros mismos, en contraposición, Tugendhat señala dos crícas:
1. No dese
deseamo
amoss realizar
realizar los juic
juicios
ios mor
morale
ales,
s, ya que el no emi
emirl
rlos
os constan
constantem
tement
entee nos
generaría paz, por ende, si dejáramos de hacerlos nuestras relaciones intersubjevas
variarían.
2. De
Debe
be agreg
agregar
arse
se una cond
condic
ició
ión:
n: ¿y si no qu
quere
eremo
moss enga
engaña
ñarn
rnos
os en la vagu
vagued
edad
ad de la
posibilidad de fundamentar nuestros juicios morales?, la respuesta que se da aquí alude a
lo que el autor señala como honestdad inelecual , que se encuentra relacionada con el
hecho de ser consiente en todo el sendo de la palabra (querer encontrar siempre la
respuesta a lo que hacemos)
De tal manera, Tugendhat plantea que el punto de parda para su trabajo será la consideración
ahistórica
ahistórica rerién
reriéndose
dose a que: o bien quedamos
quedamos atrapados
atrapados en el relavismo de las convicciones
convicciones
morales, o bien debemos buscar una comprensión no trascendente de la juscación de los juicios
morales. En lo que sigue del trabajo, Tugendhat intentará juscar los juicios morales de otra
manera a la juscación tradicionalista, esto es, a la manera en que se juscó en la ilustración
griega del siglo IV a.C. y a la de la ilustración moderna que abarca los siglos XVII y XVIII d.C. No
obstante, la consideración ahistórica conene un dilema que surge de no juscar los juicios
morales a través del empirismo y de la alusión a la autoridad: si no se jusca desde arriba
(autoridad) o desde abajo (empirismo y teorías crícas de la sociedad), igual se debe tener una
premisa presupuesta en la que hay que creer y que señalará que el sendo de juscación, como
quiera que se emplee, no ofrece lo que se necesita; pero la idea de una juscación ya no
condicionada desde arriba, así como la idea de un deber moral con un sendo incondicionado, es
un contrasendo.
Para nuestro autor, la éca actual se encuentra en un estado peculiar que se recoge en dos
posturas:
Lo anterior lleva a dos errores en el estudio actual de la éca: el primero es suponer que existe
una juscación simple (absoluta), o bien ninguna (juscación hipotéca), pues la juscación de
la moral podría ser más complic
complicada.
ada. El segundo es que se aborda
aborda el problema
problema moral de manera
manera
directa, como si exisera un código moral ya asegurado, excluyendo el hecho de que hay una
variedad de principios que se solapan parcialmente, pero que, en cuanto tales, compiten entre sí.
Siendo de esta manera, ¿qué debe entenderse como moral? Juscar una concepción moral
quiere decir juscarla frente a las demás concepciones morales, así, existen dos niveles de moral
juscada
1. Niv
Nivel
el inferior.
inferior. Se reere al contractu
contractualis
alismo
mo moral y estudia
estudia no lo
loss juicio
juicioss sino los m
movos
ovos..
2. Niv
Nivel
el superior.
superior. Sigu
Sigue
e estrecha
estrechamente
mente el concepto
concepto contrac
contractuali
tualista
sta en cuan
cuantoto al cont
contenido
enido,,
diferenciándose de él solo en las reglas. Se obene un concepto moral que coincide con el
kanan
kan ano
o (de
(debes
bes respet
respetar
ar a tod
todos
os igualm
igualment
ente
e y no ins
instru
trumen
mental
taliza
izarr a nad
nadie)
ie) que se
diferenciará en que ya no se pretende una juscación absoluta. Hay una conciencia moral
existente y lo que hace la losoa no es más que hacer comprensible esta conciencia
moral habitual y sus presupuestos.
Las diversas concepciones morales se caracterizan por diversas concepciones del bien, lo que
permite a su vez concebir algo como bueno o malo. La pregunta por lo movos para que algo
pertenezca (o no) a una comunidad moral se realiza antes y después, así, debemos preguntarnos
inicialmen
inicialmente
te ¿tenemos
¿tenemos buenos movos
movos para pertenecer a la comunidad
comunidad moral determ
determinad
inada
a
precisamente por esa concepción y su contenido? Y después, ¿tenemos buenos movos para
obrar moralmente conforme a esta concepción? La pregunta por los movos exige una inclusión
de la moral en la pregunta por el bienestar o “la buena vida”.