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Las adicciones

Actividad 1: Observen las tarjetas con imágenes, clasifiquen cuáles consideran que son drogas y cuáles no. Luego,
compartan con el resto de los/las compañeros/as cómo clasificaron cada una de las tarjetas, y argumenten por
qué. Debatan entre ustedes en caso de que exista algún desacuerdo.
Actividad 2: Respondan la siguiente encuesta en forma individual. Luego, en subgrupos, debatan las respuestas y,
por último, compartan lo debatido con el grupo total: 1. ¿Qué es una droga? 2. Nombra tres drogas. 3. ¿El tabaco
es una droga? 4. ¿Qué diferencia hay entre las drogas legales y las ilegales? 5. ¿Conoces a alguien que tenga
problemas con el consumo de alguna droga? 6. ¿Por qué crees que ha aumentado el consumo de drogas? 7. ¿Qué
propondrías para solucionar estas problemáticas?

Actividad 3:

a. Divididos en pequeños grupos analicen cada una de las situaciones expresadas en las tarjetas con situaciones
concretas, y respondan: ¿Qué opinión les merece cada una? ¿Cómo intervendrían en cada caso?

 María tomó demasiado y en ningún momento aceptó agua; ahora está tirada en el piso y no reacciona.
 José dice que cree que tomó de más, que está mareado y necesita que lo ayuden a caminar porque se
desestabiliza.
 Luisa está inconsciente y no se mueve. Tomó pastillas y mezcló con alcohol.
 Hoy Miguel vino con la moto a la fiesta y dice que, si toma, no pasa nada.
 Vanina se cayó al piso y comenzó a sacudirse; parecen convulsiones.
 Si todos toman, tomo yo también, no importa qué pase.
 Sergio salió con una compañera, pero tomó tanto, que ya no la aguantaba; decía pavadas, se caía al
caminar. La dejó sola para poder hacer la suya.
 En la salida tomamos demasiado alcohol y sacamos fotos que pueden comprometer a compañeros/as.
 A Jonatán le gusta beber cuando está solo.
 Pablo se excedió con el alcohol, tuvo sexo y ahora no logra recordar si usó, o no, preservativo; cree que
no.
 Mario dice que, cuando sale con amigos, si no toma, no hay diversión.
 Alguien del grupo se pasó y tomó demasiado, no paraba de vomitar, lo pusieron de costado para que no
se ahogara con su vómito y lo dejaron ahí durmiendo. Alguien dijo de llevarlo a un hospital, pero tuvieron
miedo de que tuviera problemas en la casa, entonces no lo hicieron.
 Había muchas bebidas diferentes, y Dana quiso probarlas todas; después no se acordaba de nada. Los
compañeros y las compañeras la llevaron a la casa.
 Mariano tomó por primera vez alcohol en una salida, se desmayó y terminó internado en un hospital.
 Margarita dijo que, entre trago y trago, tenemos que tomar agua así no nos pega tan fuerte. Además,
aclaró que es mejor no tomar con el estómago vacío.
 Pedro, en un momento, dijo “no tomo más, llegué a mi límite”, muchos se burlaron de él, pero esa vez no
hubo que llevarlo cargando hasta su casa ya que no se descompuso.
 Las pastillas que dan en la fiesta no sé bien lo que son, pero no pasa nada, yo las tomo.
 Juan finalmente dejó el colegio; está dado vuelta todo el día. En la escuela citaron a la familia para
ofrecerle que inicie un tratamiento.
 El barrio no te deja alternativa, tenés que consumir sí o sí.
 José me vino a buscar con su moto y se lo veía alcoholizado, me subí igual porque creo que no pasa nada.

b. Busquen en el listado de recomendaciones cuál o cuáles serían útiles en cada caso. Uno/a de ustedes será el/la
encargado/a del grupo y tomará nota de las conclusiones a las que arriben. Luego, al final en la puesta en común,
se leerán las situaciones que les tocaron y las conclusiones a las que llegaron. Intercambien respuestas.

Actividad 3: Leer el siguiente artículo periodístico


Alcoholismo. Señales de alerta y los peligros para la salud

La Nación 30 de junio de 2022


Aunque está instalado en el imaginario colectivo como el invitado que no puede faltar en la mesa
de los argentinos, el alcohol integra la nómina de sustancias adictivas que ponen en jaque
nuestra salud física y psíquica. Su consumo en exceso no solo genera adicción, sino que también
provoca daños graves e irreversibles en el organismo. Conocé cómo detectar las señales de alerta
y por qué es tan importante no naturalizar ni minimizar sus consecuencias.

Detectar cuál es el tipo de consumo

 Uso: consiste en una toma consciente y episódica, por ejemplo, para reuniones o


cumpleaños.
 Abuso: se da cuando las tomas se vuelven frecuentes y excesivas.
 Consumo problemático: el alcohol se vuelve un bastón de la subjetividad, se lo necesita en
determinadas circunstancias.
 Adicción: la vida cotidiana se resume en dos acciones: comprar y tomar alcohol. "Cuando
el día a día gira en torno de comprar y tomar".

A qué otras cosas prestar atención

 La ingesta de alcohol, incluso en casos de excesos, cuenta con cierta tolerancia social. Esto
dificulta la toma de conciencia acerca de sus efectos nocivos, lo que lo vuelve especialmente
dañino en el caso de los adolescentes. "El consumo de alcohol entre adolescentes no debería
existir porque está prohibido para menores de 18 años. Ha ido bajando el promedio de edad de los
intoxicados. Hace 15 años era de 21 o 22 años y llegaban con 3,5 gramos de alcohol en promedio.
Ahora la media es de 16 con 5 grados de alcohol o más. Es decir que bajó la edad de intoxicación
y aumentó la cantidad de alcohol con que se intoxican", explica Carlos Damin, jefe del servicio de
Toxicología del Hospital Fernández y presidente de la Fundación Niños sin Tóxicos (Fundartox).
 No es de un día para el otro que se llega a un consumo problemático. Es, al igual que la adicción,
síntoma de problemas más complejos, que hay que desarmar y trabajar. Por eso es importante
hablar de estos temas, registrar lo que se consume y su efecto en el cuerpo.
 Las primeras alertas deben encenderse cuando se incurre en una ingesta excesiva. "Cuando hay un
abuso de la sustancia y el organismo empieza a generar tolerancia", explica Gabriela Torres,
secretaria de Políticas integrales sobre Drogas de la Nación.

EFECTOS DEL ALCOHOL EN EL ORGANISMO


EL CONSUMO EN EXCESO GENERA TODO TIPO DE DAÑOS
Desarmando mitos

El Ministerio de Salud de la Nación señala una serie de prejuicios en relación al consumo de


alcohol que son necesarios erradicar:

 Mito 1. Las bebidas suaves como el vino y la cerveza emborrachan menos. Los efectos del
alcohol son los mismos con todas las bebidas. El impacto en el cuerpo depende siempre de la
graduación alcohólica, de la cantidad y de la velocidad en que se ingiera. También dependen del
sexo, del contexto donde se consume, de las expectativas, del estado de ánimo y de las
características psicológicas y corporales de quien lo hace.
 Mito 2. Hay gente que sabe beber y no se emborracha, aún después de varias copas. De ser
así, significa que se ha desarrollado lo que se conoce como tolerancia, lo cual es más grave ya que
el cuerpo deja de dar avisos sobre los efectos perjudiciales de la ingesta de alcohol en la salud
integral de la persona. Sin embargo, estos efectos se siguen produciendo.
 Mito 3. Beber solo los fines de semana no hace daño. El daño que provoca el alcohol no
depende del día en el que se ingiere, sino principalmente del vínculo que se establece con la
sustancia, es decir, la manera en la que cada uno incluye al alcohol en sus actividades, por
ejemplo, las que realiza los fines de semana. Lo más importante es la cantidad que se ingiere, la
frecuencia y la velocidad.
 Mito 4. Si no tomo mucho, puedo manejar sin riesgos. Aún en pequeñas cantidades el consumo
de alcohol puede producir alteraciones que afectan la capacidad de respuesta de los reflejos y la
percepción del tiempo-espacio, lo cual aumenta la posibilidad de lesiones y accidentes domésticos
y automovilísticos.
 Mito 5. Todo el alcohol ingerido se elimina a través de la orina y el sudor. Solo un porcentaje
muy pequeño (10%) se elimina de esta manera. El resto se metaboliza por el hígado.
 Mito 6. Con café cargado o un baño, se baja la borrachera. Ni el café ni un baño aceleran el
proceso de eliminación del alcohol consumido. Este se elimina de la sangre a razón de un vaso de
vino por hora, teniendo como referencia el organismo de un hombre de aproximadamente 80
kilos. Las mujeres, al tener menor contextura física, agua y grasa corporal, tardan más en procesar
cada trago o vaso de alcohol.
 Mito 7. El alcohol facilita el diálogo. Las personas pueden sentirse relajadas con algo de alcohol.
Sin embargo, en la medida que aumenta la cantidad de alcohol ingerido, disminuyen las
posibilidades de comunicación y de vinculación.
 Mito 8. La bebida alegra, estimula. Es posible que la persona se desinhiba, pero no es un
estimulante. Esta idea se basa en la creencia errónea de la relación entre beber alcohol y diversión,
culturalmente arraigada.
 Mito 9. El alcohol facilita las relaciones sexuales. Las personas pueden sentirse desinhibidas con
algo de alcohol, pero por ser un depresor del Sistema Nervioso Central, su consumo puede inhibir
la respuesta sexual. Además, favorece prácticas sexuales de riesgo, embarazos no planificados,
enfermedades de transmisión sexual y violencia.

Algunas recomendaciones

 Antes de tomar alcohol, comer algo y tomar mucha agua.


 Establecer horarios: si tomamos en el almuerzo y en la cena, es muy difícil que podamos realizar
otras actividades. Por eso es muy importante sostener rutinas y actividades durante el día.
 Llevar un registro de lo que se consume
 Pedir ayuda en caso de sentir que la necesidad de tomar alcohol escapa de nuestro control
 Los padres y adultos responsables no deben ser "cómplices" del consumo de alcohol de los
jóvenes en las "previas". Por ejemplo, los adultos pueden estar presentes en ese momento
aportando comida, hablando con los jóvenes y no dejándolos solos. Además, es fundamental el
compromiso de los comerciantes a no vender alcohol a menores de edad.
 Promover la figura del conductor responsable y el uso de transporte público, o medios
alternativos, si se va a tomar alcohol.

Dónde pedir ayuda

 Línea 141: la Sedronar tiene una línea gratuita y anónima de primera escucha, que brinda
información, atención y acompañamiento para situaciones de consumo problemático de alcohol y
otras sustancias, funciona durante las 24 horas, los 365 días del año, en todo el país.
 División de Toxicología del Hospital Fernández: brindan atención telefónica y personal las 24
horas. Tels.: (011) 4808-2655 o 4801-7767.
 Fundación Manantiales: la fundación se dedica a la investigación, prevención y asistencia
integral de diferentes adicciones, desde drogadicción y alcoholismo, hasta tecnoadicción. Tel.:
(011) 4382-8500.
 Fundartox: se dedica a la promoción, prevención, diagnóstico, asistencia, docencia e
investigación, vinculadas a la toxicología. WhatsApp: 11-4404-8004;
 Alcohólicos Anónimos: brindan escucha y asistencia con un programa de recuperación del
alcoholismo de 12 pasos, funcionan en todo el país; los lugares pueden conocerse
en https://aa.org.ar; tienen actualmente reuniones virtuales. Consultas por WhatsApp 11 2292
6686 de lunes a viernes de 11:00 a 18:00 hs.
 Al-Anon: es un recurso comunitario que provee ayuda a aquellos afectados por el beber
compulsivo de un familiar o amigo. Hasta que se levante la cuarentena están realizando reuniones
online. Tels.: 0800-333-0784 y WhatsApp: 11-3256-4729; Más información
en www.alanon.org.ar o escribir a alanon@alanon.org.ar

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