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El conflicto como oportunidad para el cambio y el crecimiento del centro

escolar

Para abordar este tema es importe partir de la definición de conflicto, así considerando la
siguiente definición: “El conflicto supone que las partes se enfrentan entre sí para alcanzar
objetivos percibidos como incompatibles y actividades incompatibles. El conflicto es una
situación en la cual algunos actores (individuos, grupos, organizaciones, naciones) o bien
persiguen objetivos o defienden valores opuestos, o bien persiguen simultánea y
competitivamente el mismo objetivo.” (Boada I Grau, J. 2009).

En un centro escolar podemos encontrar de manera cotidiana una diversidad de conflictos,


principalmente los que involucran las relaciones profesor-profesor, profesor-alumno,
alumno-alumno, profesor-padre de familia, entre algunos otros. Sin embargo, aunque esta
situación parezca que no estamos haciendo lo correcto, es normal que existan los conflictos,
ya que esto implica que estamos en un ambiente cambiante en el que conviven diferentes
personalidades, ideales, costumbres, etc.; además todos trabajando de manera conjunta
hacia el logro de un mismo objetivo, siempre en toda buena relación aparecerán los
conflictos y lo primordial es aprender a lidiar con ellos y no a tratar de evitarlos o evadirlos,
ya que al enfrentarlos hacemos que las relaciones interpersonales crezcan y maduren para
así alcanzar las metas y objetivos planeados.

Así también, es importante manejar correctamente cada conflicto, haciéndolo siempre de


manera respetuosa y propositiva, viéndolo como una oportunidad en la que busquemos
ganar-ganar, enriqueciendo las relaciones entre el o los involucrados, por lo cual es
fundamental que los directivos aprendan a desarrollar habilidades que les permitan
afrontar la resolución de conflictos.

Para poder abordar cada conflicto es menester tomar en consideración las diferencias que lo
originaron, así como los valores, percepciones, ideas, deseos, etc., de los involucrados,
respetando y considerando las necesidades de ambas partes; recordando que la intolerancia
a la diversidad puede provocar rupturas en las relaciones personales que pueden ser
duraderas o permanentes y esta situación si pueda afectar al centro educativo.
Es aquí donde el “negociador” juega un papel importante, ya que cuando lograr persuadir
debidamente a los involucrados, se crea un abanico de oportunidades de solución y sobre
todo de mejora en la relaciones interpersonales de los involucrados y por consiguiente una
excelente oportunidad de crecimiento del centro escolar.

Recordemos que siempre que alguien sale de su zona de confort, generalmente le ocasiona
un conflicto, por lo que, debemos siempre ver los conflictos como una oportunidad de
crecimiento personal y profesional, respetando la diversidad. Cuando aprendemos a resolver
los conflictos vamos adquiriendo experiencia día a día que nos brinda mayor seguridad,
confianza y nos fortalece para abordar cualquier desacuerdo que pueda aparecer en nuestro
centro escolar. En mi experiencia profesional he puesto en práctica la siguiente frase: “Ponte
en el lugar del otro y busca el compromiso para que el haga lo mismo contigo”.

Referencia Bibliográfica:

Universidad Internacional de la Rioja. (2018). Tema 4: La gestión de conflictos. Material no


publicado. Recuperado el 22 de julio de 2018, de: https://unir-
mexico.s3.amazonaws.com/Maestr%C3%ADaDGCE/ARCHIVOS_COMUNES/versiones_
para_imprimir/mexdygc01/tema4.pdf

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