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CEREBRO Y COMPORTAMIENTO

ALCOHOL
1.ORIGEN E HISTORIA

Se dice que los primates, de los que descienden los humanos, comenzaron a ingerir alcohol
hace unos 10 millones de años casi sin ser conscientes de ello. Debido a que los homínidos
que se alimentaban de frutos comenzaron a bajar paulatinamente de los árboles y al arrastrar
sus brazos colgantes por el suelo, probablemente se toparon con frutas caídas en proceso de
fermentación.
Ya que las frutas depositadas en el suelo de la selva están generalmente más maduras y más
fermentadas que las que están en el árbol (las frutas con etanol, se decir, fermentadas,
pudieron ser un elemento importante en la dieta de nuestros ancestros cuando empezaron a
caminar)

Una teoría llega a afirmar que nuestros ancestros han disfrutado del efecto embriagador de
consumir fruta en estado de fermentación y, por esta razón los humanos desarrollaron
millones de años más tarde las herramientas para recrear este proceso de forma artificial.

El consumo de alcohol se remonta a hace unos 9.000 años, junto al surgimiento de la


agricultura.
En ese momento, se dan cuenta de que el producto de sus cosechas se podía conservar
mediante la fermentación, transformándolo en bebidas alcohólicas. Entre otras cosas, el
consumo de alcohol contribuyó también a la interacción social, ya que se complicó mucho
cuando los grupos de asentamientos aumentaron y en la desinfección, debido a que ofreció a
aquellos primeros asentamientos humanos técnicas para esterilizar líquidos.
Estudios dicen que la primera cerveza fue creada en Mesopotamia, para estos, la cerveza era
un elemento fundamental en los ritos funerarios y religiosos, tanto masculinos como
femeninos, y era tan popular que se utilizaba como moneda de pago a los funcionarios.
Paralelamente a esto, todas las regiones tenían sus bebidas fermentadas como en China con el
sake de arroz, en África con la cerveza de banana…

En la Edad Media, apareció la destilación en Europa gracias a los árabes, lo que supuso una
posibilidad para tener bebidas alcohólicas de mayor concentración y de efectos tóxicos muy
rápidos. Los alquimistas de esa época supusieron que el alcohol era el tan buscado elixir de la
vida. Por tanto, se le consideró un remedio para prácticamente todas las enfermedades.

A lo largo del siglo XIX, muchos científicos se dedicaron a estudiar los posibles efectos del
alcohol, por lo que más tarde descubrieron que el alcoholismo se podía llegar a reconocer
como una enfermedad crónica y una amenaza para la vida, por lo que se llegaron a plantear
prohibirlo.

En la época industrial,debido a la masificación de las ciudades, se produce una demanda


generalizada de alcohol, dando lugar a la tercera oleada de alcoholización debido a la
existencia del alcoholismo como problema social al poder adquirirlo de forma sencilla y
convertirse en un factor, en muchos casos, para la integración social.

Finalmente, durante el siglo XX se ha vuelto a diferenciar una cuarta oleada de


alcoholización de la que las causas pueden ser los movimientos migratorios, los medios de
comunicación de masas, el "estrés"...

En la actualidad se reconoce que el valor terapéutico del etanol es limitado y que su ingesta
crónica en cantidades excesivas puede llegar a ser un problema social y médico de primera
orden.

2.DESCRIPCIÓN Y UTILIZACIÓN
El alcohol, también conocido como alcohol etílico o etanol, es un compuesto orgánico que
contiene un grupo hidroxilo unido a un radical alifático. Al tratarse de un compuesto, existen
diversos tipos de alcoholes y estos se producen gracias a la fermentación (proceso anaeróbico
realizado por las levaduras y algunas clases de bacterias, en la que los microorganismos
transforman el azúcar en alcohol etílico y dióxido de carbono) o destilación (proceso de
separar los componentes o sustancias de una mezcla líquida mediante el uso de la ebullición
selectiva y la condensación)

3.USOS
3.1.USOS QUE SE LE HA DADO
Los usos del alcohol han ido variando a lo largo de los años.
Durante siglos atrás, ha tenido un puesto en la historia farmacéutica, junto a las pastillas,
pociones y hierbas medicinales. Se llegó a aconsejar para evitar las plagas con unas gotas de
ginebra, el vino para "defender el cuerpo de la corrupción", absenta para curar las
lombrices…
El posible uso más importante y gracias al cual se solía consumir era la facilidad para
entablar amistades debido a que el alcohol nos hace estar mucho más eufóricos y sociables
(también depende de la persona)
3.2.USOS QUE SE LE DAN ACTUALMENTE
Hoy en día el alcohol se comercializa para facilitar muchas acciones en la sociedad.
-Fines industriales, ya que muchos de los materiales que usan los artistas para darle forma a
sus obras contienen alcoholes o mezclas.
-Uso en la limpieza, ya que nos ayudan a desinfectar nuestros lugares de trabajo u hogares.

-Fines en zonas de la industria, como la mecánica y la electrónica.

-Usos en el mundo de la perfumería y la cosmética, ya que son el principal elemento para


crear elementos relacionados con este mundo.

-Fines médicos, ya que es uno de los elementos de desinfección más usado en el sector
médico al ser el encargado de mantener las zonas esterilizadas y libres de bacterias (Si el
sector de la salud no pudiera contar con el alcohol sería catastrófico pues el éxito de un
procedimiento se vería fácilmente perjudicado por una infección)

-Consumo, es uno de los sectores más reconocidos donde se distribuyen grandes cantidades
de alcohol a nivel mundial. Ya sea para grandes fiestas, celebraciones o conmemoraciones
importantes o simplemente para pasar un buen momento de soledad o en una reunión con
amigos.

4.ÓRGANOS QUE AFECTA SU CONSUMO

El alcohol afecta directamente al cerebro, debido a que cambia la materia blanca de este
órgano modificando las fibras que comunican distintas partes del cerebro.
Afecta al hipocampo, un pequeño órgano del cerebro que se asocia con la memoria y lo que
produce una atrofia en él.
Los deterioros de este se pueden detectar o bien, después de haber ingerido solamente uno o
dos tragos o bien, cuando se beben grandes cantidades durante un largo período de tiempo.
Cuando es así, el individuo podría llegar a tener alguna deficiencia persistente mucho tiempo
después de conseguir sobriedad.
Esto puede acarrearnos desde simples “lagunas” en la memoria hasta condiciones
permanentes y debilitantes que requieren una vida entera bajo tutela.
Una cantidad de factores influencian cómo y hasta dónde el alcohol afecta el cerebro,
incluyendo:
-Cuánto y con qué frecuencia una persona bebe.
- La edad en que comenzó a beber, y cuánto tiempo ha estado bebiendo.
-La edad de la persona, el nivel de educación, el género, antecedentes genéticos e historia
familiar de alcoholismo.
-Si corre algún riesgo como resultado de una exposición prenatal.
-Su estado de salud general.
Aquellos individuos que han estado bebiendo grandes cantidades de alcohol durante largos
períodos de tiempo corren el riesgo de desarrollar cambios serios y persistentes en el cerebro.
El daño puede resultar de los efectos directos del alcohol en el cerebro o pueden resultar
indirectamente, de un mal estado de salud general o de una enfermedad grave del hígado. Por
ejemplo, la deficiencia de tiamina es una ocurrencia común entre las personas que sufren de
alcoholismo y es el resultado de una nutrición general deficiente.
En conclusión, no todas las personas que sufren de alcoholismo son iguales. Experimentan
diferentes grados de deterioro, y la enfermedad tiene orígenes diferentes en diferentes
personas.
La buena noticia es que casi todos los casos de alcoholismo llegan a ser tratados.

5.ALTERACIONES Y EFECTOS
El consumo de alcohol produce una sensación de alegría que, al tiempo, puede ocasionar
problemas de coordinación y visión en el individuo. Si se consume de forma excesiva, es
posible que se llegue a alcanzar un estado de inconsciencia y, en un nivel extremo, puede
conllevar a la muerte por envenenamiento.
Estas consecuencias negativas hacen que en la mayoría de los países prohíban el consumo de
bebidas alcohólicas a los menores de cierta edad (por lo general, 18 años).
Este tipo de bebidas suele provocar, a medio o largo plazo, procesos de anemia y puede llegar
a conllevar manchas en la piel y alteraciones digestivas derivadas de una enfermedad llamada
pelagra (muy relacionada con el consumo de alcohol ya que es causada por la falta de algunas
vitaminas derivadas de su ingesta excesiva, rutinaria y prolongada en el tiempo)

6.CONSECUENCIAS
El alcohol etílico, aunque parezca de lo más inofensivo, es una droga psicoactiva para los
seres humanos que puede llegar a acarrear graves problemas.
Entre otros muchos está el problema que provoca en el núcleo familiar, sobre todo en los
hijos debido a que la influencia de los progenitores en la infancia adquiere el sentido de
seguridad y autoestima y, de acuerdo a cómo construya ambos, desarrollará una capacidad
más o menos directa para enfrentar los complejos problemas que le tocan; es a partir de su
relación con sus padres o tutores como construye la confianza en sí mismo y en los que le
rodean.
Si los niños crecen en un ambiente donde el alcohol está presente, el nido en el que se eduque
estará reinado por la ansiedad, el dolor y el remordimiento; de este modo, los niños
adquirirán conductas de adultos inestables.

Al llegar a la edad adulta, los hijos de padres alcohólicos, si no han trabajado sobre el foco
del problema llegarán a tener actitudes nocivas contra ellos mismos. Dado que han tenido una
infancia impregnada de actitudes críticas y de culpabilidad, su adultez suele llevar dos
caminos opuestos: o bien hacer lo mismo que sus padres o bien entregarse a una vida de
negación.

7.ADICCIÓN, DEPENDENCIA Y TRATAMIENTO


7.1.ADICCIÓN
La adicción al alcohol o la dependencia a la bebida alcohólica, también es conocida como
alcoholismo. Es la forma más grave del consumo problemático del alcohol. Además de sufrir
los signos típicos producidos por el abuso del alcohol, un alcohólico tiene también una
dependencia física al mismo. Esto significa que ya no puede controlar su consumo de alcohol
y experimenta síntomas de abstinencia si intenta dejar de beber.

El alcoholismo es una enfermedad que acaba siendo crónica e implica que, una vez que
alguien ha desarrollado una adicción, será un adicto para el resto de su vida.

Por ejemplo, alguien que tiene dependencia, cuando sufre desgaste físico, seguirá siendo un
alcohólico, incluso después de que se haya tratado con éxito su adicción. Aunque dicha
adicción al alcohol no se puede curar, sí se puede controlar.

Además, el alcoholismo se considera una enfermedad progresiva y degenerativa con graves


consecuencias para la salud y la vida social de la persona. Numerosos estudios apuntan que,
el alcohol puede generar dependencia a personas de cualquier edad, aunque, se considera que
su consumo en la adolescencia genera mayor adicción y daños fisiológicos.

Estudios afirman que los factores genéticos juegan un papel importante en la adicción al
alcohol ya que si tu padre o hermanos han padecido alcoholismo, es de tres a cuatro veces
más probable que tú puedas sufrir alcoholismo y convertirse en un alcohólico.

Los factores de riesgo pueden ser cualquier combinación de una variedad de factores
genéticos, psicológicos (rasgos de personalidad tales como baja autoestima, estrés y ansiedad
y problemas de salud mental como la depresión), ambientales o sociales (educación adversa,
fácil disponibilidad de bebidas alcohólicas, aceptación cultural…)

7.2.DEPENDENCIA
Los alcohólicos suelen llegar a pensar que su adicción se debe a una razón en concreto y que,
una vez que el problema subyace se resuelve rápidamente. Lamentablemente, esto no es así,
aunque hacer frente a cualquier problema subyacente sí ayudará al adicto a mantenerse sobrio
a largo plazo.

No es necesario entender la razón por la cual un alcohólico sufre dependencia al alcohol antes
de tratar la condición (un incendio se tiene que apagar aunque la causa sea desconocida) De
la misma manera, las posibles razones del alcoholismo no deberían ser utilizadas como una
excusa para seguir abusando del alcohol.

7.3.TRATAMIENTO

El tratamiento para el trastorno por consumo de alcohol varía en función de las necesidades
del paciente. El tratamiento puede incluir o bien, una intervención breve, asesoramiento
individual o grupal, un programa ambulatorio o bien una estancia en una residencia como
paciente hospitalizado. La meta principal del tratamiento es trabajar para detener el consumo
de alcohol y así mejorar la calidad de vida. Hay numerosos tratamientos, algunos son:

-Desintoxicación y abstinencia. El tratamiento puede comenzar con un programa de


abstinencia controlada por un médico (que suele durar de dos a siete días)

(Es posible que el paciente deba de tomar sedantes para prevenir los síntomas de la
abstinencia)

-Aprendizaje de habilidades y establecimiento de un plan de tratamiento. Esto suele incluir la


participación de especialistas en el tratamiento contra el consumo de alcohol. Puede
comprender el establecimiento de metas, técnicas para el cambio de comportamiento, el uso
de manuales de autoayuda…

-Asesoramiento psicológico. El asesoramiento y la terapia grupal e individual ayudan a


comprender mejor el problema con el alcohol y apoyan la recuperación desde los aspectos
psicológicos del consumo de alcohol.

-Medicamentos orales.

-Medicamentos inyectables (Vivitrol, una versión del medicamento naltrexona, es inyectado


una vez al mes por un profesional de la salud)

-Apoyo continuo (los programas posteriores al tratamiento y los grupos de apoyo ayudan a
las personas que se están recuperando del trastorno por consumo de alcohol a dejar de beber,
controlar las recaídas y enfrentar los cambios necesarios en el estilo de vida)

-Tratamiento de problemas psicológicos. Si el paciente tiene depresión, ansiedad u otra


enfermedad mental, es posible que necesite terapia del habla (psicoterapia), medicamentos u
otro tratamiento.

-Tratamiento médico para trastornos de salud. Muchos problemas de salud relacionados con
el alcohol mejoran de forma significativa una vez que suspendes el consumo.
En caso de que un trastorno por consumo sea grave, es posible que se necesite una estancia en
un centro de tratamiento residencial. La mayoría de los programas de tratamiento residencial
comprende terapia individual y grupal, grupos de apoyo, conferencias educativas,
participación familiar y terapia de actividad (por lo general, los programas de tratamiento
residencial incluyen asesores autorizados en alcohol y drogas, trabajadores sociales, personal
de enfermería, médicos…)

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