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Las alianzas están adquiriendo gran importancia en el mundo de los negocios, ya

que la competencia global se intensifica en relación al accesos a mercados,


nuevos productos, tecnología, recursos financieros, costos de fabricación o
restricciones ecológicas. Unir tu empresa con otra puede ser una gran idea para
sortear ciertos obstáculos que por tu cuenta no podrías manejar.

Una alianza estratégica es un acuerdo entre dos o más empresas que se unen


para alcanzar ventajas competitivas que, de lo contrario, no lograrían por sí
mismas en un corto plazo, sin realizar un gran esfuerzo. Por ello, es una
modalidad a la que recurren cada vez más empresas para compartir recursos
desarrollados y abundantes en una entidad y escasos en otra.
Si bien las alianzas estratégicas parecen algo que hacen solamente las empresas
grandes, las sociedades pequeñas y medianas también pueden realizarlas y
obtener buenos resultados. Veamos algunas de las razones que podrían
indicarnos la necesidad de buscar una alianza:

 Para actualizar o mejorar la tecnología que se emplea en los procesos de


producción.
 Cuando queremos hacer socios a inventores.
 Si deseamos acceder a un nuevo mercado. Una alianza puede servirnos
para aprovechar el conocimiento que puede tener el socio en terrenos que
nuestra empresa no posee.
 Cuando buscamos minimizar los riesgos de una inversión, ya sea en
nuevos productos o servicios o en investigación y desarrollo.

Existen diferentes tipos de alianzas estratégicas y se basan en diferentes


aspectos. Sin embargo, todas tienen el mismo objetivo: fortalecer empresas y
crear nuevas oportunidades de negocio.

 Alianzas de mercadotecnia: su propósito básico es incrementar las ventas


sin hacer nuevas inversiones o incurrir en costos indirectos, utilizando el
sistema de distribución de una compañía o ingresando a otros mercados.
Por ejemplo, cuando se ingresa a otro país a través de una cadena al
detalle.
 Alianzas sobre productos: este tipo de alianza enlaza a compradores con
sus proveedores, para obtener entregas oportunas, mejorar calidad y
reducir costos. Muchas veces pueden ser asociaciones que se junten
donde no es posible que la demanda de una sola compañía pueda absorber
la capacidad productiva total.
 Alianzas para el desarrollo de tecnología o de desarrollo de producto: estas
alianzas reducen el riesgo de desarrollar nueva tecnología y aplicarla al
desarrollo de productos o procesos. Para el caso de una alianza de
desarrollo de producto, es usual tener dos o tres compañías que compartan
los derechos de vender el producto.
 Alianzas no lucrativas: a veces las empresas no se unen con un fin
económico, sino que su alianza puede, por ejemplo, repercutir de manera
positiva en la identidad corporativa de la empresa.

Conclusión: Las alianzas estratégicas crecen en número y en importancia día a


día. La razón de su crecimiento es que es mejor tener socios que competir. Ya se
acabaron los tiempos en los que las empresas operaban y crecían con sus propios
recursos financieros, humanos, tecnológicos y de mercado. Ahora las empresas
se abren a nuevas posibilidades.

Hoy en día, una alianza estratégica es más que recomendable, ya que nos permite
la posibilidad de enfrentar malos momentos con socios más fuertes o mejor
preparados que nosotros.

Referencia bibliográfica: Agulló, F. (2000). Las alianzas estratégicas, una


respuesta a la demanda global [Versión electrónica]. Economía industrial (331),
11-15. Consultado el 15 de octubre de 2019 de
https://www.mincotur.gob.es/Publicaciones/Publicacionesperiodicas/
EconomiaIndustrial/RevistaEconomiaIndustrial/331/05.FERNANDO
%20AGULLO.pdf

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