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El documento discute cómo la pandemia de COVID-19 ha llevado a una disminución de la contaminación ambiental y ha planteado preguntas sobre la relación entre el daño al medio ambiente y las enfermedades. Argumenta que la Tierra puede estar enviando señales de advertencia a través de desastres naturales recientes y que los gobiernos y sociedades deben encontrar formas prácticas de proteger el medio ambiente y los ecosistemas de manera responsable.
El documento discute cómo la pandemia de COVID-19 ha llevado a una disminución de la contaminación ambiental y ha planteado preguntas sobre la relación entre el daño al medio ambiente y las enfermedades. Argumenta que la Tierra puede estar enviando señales de advertencia a través de desastres naturales recientes y que los gobiernos y sociedades deben encontrar formas prácticas de proteger el medio ambiente y los ecosistemas de manera responsable.
El documento discute cómo la pandemia de COVID-19 ha llevado a una disminución de la contaminación ambiental y ha planteado preguntas sobre la relación entre el daño al medio ambiente y las enfermedades. Argumenta que la Tierra puede estar enviando señales de advertencia a través de desastres naturales recientes y que los gobiernos y sociedades deben encontrar formas prácticas de proteger el medio ambiente y los ecosistemas de manera responsable.
EL MEDIO AMBIENTE: UNA REFLEXION EN MEDIO DE LA PANDEMIA.
El cambio climático, la explotación desmedida de recursos ambientales y el
fracking, eran las mayores problemáticas ambientales que se venían desarrollando en este siglo, pero con la llegada de un virus respiratorio a finales del año 2019, mas exactamente el 17 de noviembre de 2019, este virus puso en duda varias cosas; la economía mundial, las políticas sociales, las políticas de salud, y las protecciones ambientales que se brindan por parte de cada una de las naciones. El virus avanza y se vuelve una pandemia, por definición; una enfermedad nueva que se propaga a nivel mundial, sin importar su indice de mortalidad. Para el día 19 de marzo de 2020, los niveles de NO2 (dióxido de nitrógeno), dióxido de azufre, metano, monóxido de carbono y aerosoles disminuyeron de forma llamativa, generando un aumento de 21,5% en el “aire de buena calidad”, este nuevo virus también genero un declive en la producción petrolera, la explotación ambiental y el progreso económico desmedido a costa de ecosistemas, como se evidenciaba en zonas como brasil, mas exactamente el amazonas, donde grandes terrenos eran incinerados para generar espacios para la ganadería. Esto ha llevado a algunas conclusiones a las personas, ¿Es el virus el primer golpe del planeta hacia la humanidad? ¿Es una muestra de lo que puede llegar a hacernos la naturaleza si la presionamos y destruimos? Estas respuestas no pueden obtener una respuesta objetiva, no por el momento al menos, pero lo verdaderamente importante es que la tierra directa o indirectamente esta enviado señales, el día 11 de abril del año, uno de los volcanes mas grandes a nivel mundial entro en erupción el volcán Krakatoa, quien a su vez genero la activación volcánica de 14 más, lo que también se relaciona con los constantes terremotos ocurridos en este indicio del año, como el ocurrido y esto nos da a entender que la tierra si nos quiere mandar un mensaje. La mayoría de científicos afirman a que esto se debe al fracking y la exportación petrolera, esto deja en claro que la economía actual se basa en un sistema que no tiene en cuenta la ética ambiental. La responsabilidad social y ética, que tenemos con las nuevas generaciones y con el medio ambiente van de la mano, y los organismos internacionales deberían actuar sobre el hecho de la deformación de los ecosistemas a mano del hombre y la poca responsabilidad social que le imponen los gobiernos a los planes de explotación natural, la aprobación de licencias para construir o explotar en zonas ecológicas que son fundamentales para ecosistemas, como lo seria en Colombia; el proyecto minero del Paramo de Santurban, mismo que podría acabar con la vida del ecosistema y generar daños irreparables en años venidero. La sociedad y los organismos legislativos, deben encontrar soluciones practicas a las problemáticas ambientales, mecanismos de información y protección de las zonas y ecosistemas que están siendo vulnerados y explotados sin la responsabilidad ambiental correspondiente a cada caso. Estos cambios, ya no hacen parte de una opción que debería ser acatada, ahora deben ser realidades y obligaciones, no podemos seguir abusando del planeta, dado que tal vez, esta nueva enfermedad, sea el comienzo del golpe final de la tierra en contra de la humanidad. La ética con la que nos regimos en nuestras acciones, debe ser equivalente a la necesidad de desarrollo de todos los campos humanos, no podemos dejar de lado conceptos básicos de la responsabilidad social, por aspectos económicos y productivos. Sería un idea descabellada pensar que no necesitamos un medianamente sano, aún cuando cada día aumenta mas el indice de enfermedades respiratorias en relación con la calidad del aire respirado, este problema no solo es ambiental, se esta convirtiendo en un problema social, económico y político. Al punto tal, de que pronto las guerras podrían darse por recursos naturales y no por adquisición de terrenos estratégicos o por la unificación basada en ideales similares. En el año 2019, la ONU afirmo que al planeta tierra le quedan 30 años, ¿Podremos cambiar el destino de la humanidad? ¿Tendremos tiempo suficiente?¿La tierra enviara señales cada vez mas evidente y las seguiremos ignorando?