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Sofía Luna – Ciencia Política y Filosofía

Palabras: 4765

Construcción de masculinidades y orden de género en los panfletos amenazantes

Pregunta de investigación
Diferentes investigaciones señalan patrones de asesinatos extrajudiciales conocidos como
“limpieza social” por parte de distintos actores armados que participaron en el conflicto
armado colombiano (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2015; Amnistía Internacional,
2004; Serrano-Amaya, 2013; Gallego-Montés; 2020). De los distintos actores, los
paramilitares son los que más se han involucrado en estos asesinatos. Frecuentemente, ellos
amenazaron con tales actos de violencia a través de panfletos, que distribuyeron en sus zonas
de dominio. En ellos se perseguía a personas marginalizadas, que según el informe Limpieza
Social (CNMH, 2015), se pueden agrupar como: delincuentes, consumidores de drogas,
improductivos, y trasgresores de la sexualidad (personas LGBT y trabajadoras sexuales). En
estos panfletos los paramilitares construyen a estos grupos como peligrosos e indeseables
para la sociedad. Estas amenazas parecen suponer que dichas personas incumplen con ciertas
normas morales y de convivencia. Los paramilitares, entonces, se asignan la tarea de restaurar
el orden que imponen esas normas al emprender un proyecto de aniquilación contra dichos
grupos. Ante esto, me pregunto: ¿Qué orden de género construyen las narrativas que se
manifiestan en los panfletos? ¿Qué lugar ocupan los paramilitares en ese orden de género?

Ahora bien, consideremos la pertinencia académica de estas interrogantes. Connell


(1995) afirma que la masculinidad es una posición dentro de un sistema de relaciones de
género, que se mantiene mediante unas prácticas que comprometen a hombres y mujeres con
dicha posición. Las investigaciones de Theidon (2009) y de Neira y Castillo (2021) hacen
eco de esto al afirmar que las masculinidades de los paramilitares se construyen a partir de
unas relaciones de poder con otros hombres y mujeres. Ambas investigaciones muestran
cómo las mujeres son “testigos” de la masculinidad de los paramilitares, en tanto que otorgan
veracidad y legitimidad al proyecto identitario masculino. Tales investigaciones también
proponen que la masculinidad de este grupo armado se cimienta en el rechazo y la

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aniquilación de los sujetos que son percibidos como diferentes, a quienes los paramilitares
aspiran a “corregir moralmente” mediante la violencia. Ahora bien, a pesar de que ambas
investigaciones reconocen que la masculinidad de los paramilitares se construye en relación
con otros, dejan inexplorada la cuestión que nos ocupa en este proyecto sobre cómo la
configuración de masculinidad paramilitar se construye en relación con otras masculinidades
y, en general, con otras subjetividades que no sean únicamente las de las mujeres. Por otro
lado, respecto a la pertinencia social del proyecto, creo que un análisis sobre la configuración
de masculinidad de los paramilitares puede dar luces sobre por qué catalogan a unos grupos
de personas como indeseables y por qué emprendieron un proyecto de aniquilación en su
contra. A partir de este conocimiento, quizá sea posible formular algunas acciones que
prevengan estas violencias.

Objetivos
• General:
Comprender la construcción de la masculinidad paramilitar en el marco del
conflicto armado, en relación con un proyecto de aniquilamiento de unos grupos
definidos como conflictivos por este actor.

• Específicos:

1) Identificar las narrativas de los paramilitares y relacionarlas con sus imaginarios


acerca de la masculinidad.
2) Analizar qué reparto de poder producen tales narrativas, mediante el recurso que
ellas hacen a ordenamientos del género y la sexualidad.
3) Relacionar esas narrativas con el contexto más amplio de la participación de los
paramilitares en la guerra, así como con los proyectos políticos y económicos que la
guerra implica.

Revisión de literatura

Partí de la definición de Connell (1995) de la masculinidad como una posición en una red de
relaciones de género, con la que los hombres se comprometen mediante unas prácticas. En el

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caso de los paramilitares, Theidon (2009) y Neira y Cruz (2021) afirman que su configuración
de masculinidad les asigna las tareas de dar seguridad a las mujeres y a su familia, proteger
la propiedad privada, ser los proveedores del hogar, y sacrificarse por un proyecto nacional.
Esto supone la encarnación de ciertas características, como ser trabajador, racional,
emocionalmente controlado, dominante y heterosexual activo. Estos rasgos permiten
subordinar a otras masculinidades y, en general, a subjetividades que no los personifican
(como las mujeres). Los paramilitares dominan a estas subjetividades en tanto que se
conciben a sí mismos como guardianes de las “buenas costumbres” y consideran que estos
sujetos deben ser corregidos moralmente.

Todas estas prácticas descritas por las autoras suponen una división sexual del trabajo,
que señala que la masculinidad se configura a partir de unas relaciones con otras
subjetividades presentes en el ordenamiento de género. Sin embargo, la relación de la
configuración de masculinidad de los paramilitares con otras masculinidades y, en general,
subjetividades que no sean las mujeres no es examinada en sus investigaciones. Este es un
vacío teórico que esta investigación contribuye a llenar.

Así pues, a partir de esta información sobre las prácticas de las masculinidades
paramilitares, hay que preguntarse por el lugar que ellas ocupan en un orden de género donde
hay un reparto desigual del poder y se dan relaciones de dominación y marginación. Esto
remite a preguntarse si estos hombres ejercen una masculinidad hegemónica, definida por
Connell (1995) como una configuración de prácticas que garantizan el lugar de dominación
en una red de relaciones de género, que supone una dimensión de coerción y violencia, pero
también de consenso (Szurmuk, 2009). La violencia, según Connell (1995), permite
mantener esa posición, pero, y es algo que quiero resaltar, también crea esa posición. El
terror, como ya lo sugieren Theidon (2009) y Neira y Cruz (2021), permite exigir y afirmar
formas de masculinidad que establecen fronteras que excluyen al otro. Algo similar proponen
Núñez y Espinosa (2016) cuando afirman que la dominación y violencia de género por parte
de los narcotraficantes no es un efecto de su poder dentro de la sociedad, sino que es un
mecanismo para obtener el poder. En este sentido, las prácticas violentas de la masculinidad
paramilitar permiten reclamar una posición hegemónica de poder que siempre está en disputa.

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Ahora bien, la hegemonía también implica una dimensión de consenso que en este
caso está presente. Este consenso se dio por parte de las comunidades que veían con buenos
ojos los crímenes de limpieza social (CNMH, 2015), pero también por parte de una élite
política que se alió con estos combatientes en lo que se denominó “parapolítica” (Álvaro,
2007). En este sentido, los paramilitares llevaron a cabo una disputa por la hegemonía que se
dio en el plano de la fuerza, con su administración de violencia, pero también en el del
discurso, con la construcción de legitimidad de su accionar entre la población. Recalco en
este punto la palabra disputa, pues la hegemonía no es un rol o papel que se tiene, sino una
posición que se actualiza y sostiene constantemente a partir de unas prácticas de coerción y
consenso.

Por último, hay que señalar que la hegemonía en el orden de género es funcional a
unos intereses y proyectos políticos y económicos del actor armado. El CNMH (2015) afirma
que los crímenes de limpieza social perpetrados por los paramilitares en el barrio Ciudad
Bolívar (Bogotá) permitieron que tomaran control del lugar y, así, pudieran tener el control
de las redes de tráfico de drogas en la zona y reclutar jóvenes para los enfrentamientos
armados. Amistía Internacional (2004) reporta que las normas de conducta que los
paramilitares impusieron mediante la violencia en sus zonas de control les posibilitaron
controlar a la población y, así, avanzar en su lucha por el control del territorio. Gallego-
Montés (2020) señala que la violencia hacia trabajadoras sexuales en el departamento de
Caldas se dio por la sospecha de que estas fueran informantes de la guerrilla. Entonces, se
puede señalar que los discursos y prácticas de las masculinidades surgen en unas condiciones
materiales específicas de lucha con otros actores por el territorio y el dominio de la población.

Metodología

Decidí hacer un análisis de narrativas de los panfletos distribuidos por los paramilitares, en
repuesta a un vacío metodológico identificado por Georgakopoulou (2006), que señala que
la literatura del análisis de narrativas se ha enfocado principalmente en entrevistas. Este tipo
de narrativas tienen características comunicativas excepcionales que no necesariamente se
aplican a otras. Estas suelen tener un orden temporal y causal cerrado porque suelen ser

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interpretaciones sobre un pasado al cual ya se le ha dado sentido. Además, presentan una
información muy completa, pues cuando hay vacíos en el relato el entrevistador suele pedirle
al entrevistado que elabore. Los panfletos, en cambio, son narrativas menos conscientes,
completas y cerradas, ya que son fuentes producidas en el momento mismo que se está
estudiando y no interpretaciones de un pasado por parte de quien narra. Además, son fuentes
que, a diferencia de las entrevistas, presentan poca información y asumen que el interlocutor
entiende el contexto del mensaje que expresan. Analizar los panfletos permite contribuir a
llenar ese vacío, así como el vacío de información de la relación de la masculinidad de los
paramilitares con otras subjetividades.

Los panfletos que analizaré en este proyecto pertenecen a la revista Noche y Niebla,
que desde 1996 hasta la actualidad ha denunciado casos de violencia sociopolítica.
Seleccioné panfletos entre el 2002 y el 2010 que circularon en distintos lugares, en aras de
poder cubrir una diversidad de contextos espacio-temporales y examinar, si se presentan, las
diferencias entre estos. Definí este marco temporal guiada por lo presentado por Serrano-
Amaya (2013) de que estos fueron años donde circularon muchas amenazas, especialmente
entre 2009 y 2010. Hice una tabla con los datos primarios de cada panfleto (anexo 1).

Para la selección, hice una búsqueda de palabras clave en cada número de esta revista,
como “prostituta”, “indigente”, “panfleto”, y “travesti”. A partir de esta búsqueda, hice una
primera selección de las entradas que eran de mi interés. Terminé con aproximadamente 70
panfletos. Luego, filtré de ese gran número los que tuviesen más información, para tener más
datos y así facilitar mi labor de análisis. Por esto, debí ser cautelosa al formular mis
conclusiones sobre la forma de narración que se da en los panfletos, pues la muestra que
estoy analizando sobrerrepresenta a los que tienen más información. Después de esta segunda
selección, quedé con una lista de aproximadamente 25 panfletos. Hice la selección final de
mi muestra de 6 panfletos teniendo en cuenta que quería una muestra diversa, que cubriera
varios años y regiones, y en la que aparecieran distintos sujetos victimizados.

Ahora bien, es necesario señalar que el registro que Noche y Niebla hace de los
panfletos no es una transcripción exacta del texto, sino reportes de su contenido por parte de
quienes los recibieron. Este reporte supone, en muchas ocasiones, la traducción de unas

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categorías locales a otras más generales. En este proceso se pierden algunos sentidos de las
palabras usadas por los paramilitares e, incluso, puede pasar que se trasladen a grupos que
no son quienes el panfleto realmente señala.

Consideraciones éticas
Esta investigación tiene como punto de partida el reconocimiento de la injusticia de las
violencias hacia las personas mencionadas en los panfletos y los daños que estas produjeron
en sus vidas. En este sentido, no es una investigación neutral de lo sucedido, que busca
simplemente registrar unas prácticas violentas de los paramilitares hacia unas subjetividades
particulares, sino que es un trabajo que tiene una intención de denuncia y visibilización de
esas violencias. Al señalar los modos en los que operaron estas narrativas y las maneras en
las que fueron reproducidas por algunos actores de su contexto, quiero hacer una
interpelación ética a la sociedad que permitió que esto sucediera. Esta interpelación no la
formulo meramente como un reproche a los actores armados que perpetraron estas violencias,
sino como una crítica más amplia al orden de género de la sociedad que puso las condiciones
para que se dieran estas violencias.

Quiero considerar, así mismo, el riesgo de reificar o reproducir las categorías y


denominaciones que quiero cuestionar. Cuando se investiga sobre grupos estigmatizados y
marginalizados, se debe tener la precaución de no representarlos de una forma que pueda
contribuir a la reproducción de su opresión. El lenguaje que se utiliza en los panfletos no
solamente es profundamente violento, sino que también es, hasta cierto punto, socialmente
aceptado o legítimo. Las narraciones de los paramilitares no habrían podido tener el impacto
descrito en este texto si no fuera porque no eran del todo ajenos y extraños a la población en
la que circularon. Referirme a estos lenguajes de una forma que no deje manifiesto que no
me adhiero a estos lugares comunes puede tener el peligro de dar la idea de que este es un
lenguaje legítimo para hablar de tema. Por esto, evité tanto como pude usar el vocabulario de
los grupos armados (por ejemplo, términos como “limpieza social” o “malandro”), pues este
supone un sentido común que, como se verá en el análisis, aprueba y normaliza la violencia
hacia estas personas.

Resultados del análisis

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Comunicabilidad

Para empezar, consideré la forma en que los panfletos se comunican a un interlocutor, ya


que, según Jimeno (2017), en las narrativas hay tanto un narrador como una audiencia. Para
identificar la audiencia, hay que considerar, en primer lugar, el formato en el que se trasmite
la narración. Las narrativas presentes aquí se expresan en seis panfletos, que fueron
distribuidos por los municipios y barrios en los que los paramilitares lanzaron amenazas. Los
panfletos suelen ser formas de comunicar masivamente un mensaje, ya que se puede imprimir
de manera sencilla muchas copias, lo que facilita su difusión. Además, a diferencia de formas
más privadas de comunicación como la correspondencia, los panfletos no son entregados a
destinatarios específicos, sino que circulan libremente en el espacio público. Hay que notar
que las amenazas a personas específicas que se presentan en estos textos no son entregadas
directamente a ellas, sino que se produce todo un proceso de transmisión de un mensaje que
se comunica a través de la comunidad. Si los paramilitares quisieran mantener en privado sus
amenazas, sería mucho más adecuado enviar cartas directamente a sus víctimas. En este
orden de ideas, podemos afirmar que los panfletos son un tipo de formato de comunicación
pública y masiva.

En segundo lugar, respecto al contenido de los panfletos, todos lanzan amenazas de


muerte a grupos particulares. En varios casos, además, se refieren directamente a la
comunidad (2.“advertimos a la comunidad”, 6.“Comunidad plateña, (…)”). En otros, se
imponen toques de queda que se extienden a toda la comunidad o se usan dichos en los que
se hace alusión a sus miembros (2. y 3.“Si su hijo es sano, acuéstelo temprano y si es ladrón,
cómprele un cajón”, 4. y 5.“Acuesten a los niños buenos que a los malos los acostamos
nosotros”). En este sentido, de igual forma que el formato, el contenido de los panfletos no
solo va dirigido a los sujetos amenazados, sino también a la comunidad en general. Esto se
podría explicar porque, como será expuesto más adelante, los panfletos son dispositivos de
control no solo de las personas que amenazan, sino también de la población en general.

Sujetos perseguidos: el otro abyecto

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La gran diversidad en los grupos de sujetos perseguidos por los paramilitares frecuentemente
se ha explicado apelando a las distintas identidades que tienen estos grupos (CNMH, 2015;
Gallego, 2020; AI, 2004). No obstante, esto introduce algunos problemas. En primer lugar,
no es claro que todos los grupos presentes en los panfletos sean colectivos con identidades
definidas. Las identidades suponen cierto grado de articulación y politización que podría no
estar presente en grupos amenazados como los habitantes de calle o las personas infieles. En
segundo lugar, como afirma Serrano (2013), “las lógicas que aplica un actor violento para
victimizar a diferentes colectivos no son las mismas que las sustentadas en las políticas de la
identidad” (p. 56). De igual forma, no operan las mismas separaciones y clasificaciones, por
ejemplo, la diferencia entre identidad de género y orientación sexual. Por esto, para entender
los motivos por los cuales los paramilitares persiguen a estas personas, decidí enfocarme en
los comportamientos de cada grupo que infiero que son rechazados por este actor. Esto
permite alejarme del esencialismo y de la manera abstracta en que la categoría de identidad
suele presentar al sujeto y, de esta manera, ver las relaciones y situaciones específicas de
vulnerabilidad que llevan a que los paramilitares persigan a estas personas.

Teniendo esto en cuenta, en el anexo 3 agrupé los términos que se usan para referirse
a diferentes grupos de personas en los distintos panfletos según la similitud en sus
significados. Estos suelen ser términos y calificativos despectivos, algunos incluso son
usados como insultos en otros contextos, como “puta” o “malandro”. Las connotaciones
negativas de estos términos contribuyen a la fuerza expresiva de las amenazas y, así, hacen
que estas intimiden aun más a la población. Caractericé por separado el comportamiento
rechazado por los paramilitares para cada grupo y, así, encontré unas similitudes en los
motivos que permiten clasificarlos por grupos. Además de las similitudes, las agrupaciones
se ven respaldadas por el orden en que los paramilitares introducen los términos en sus
panfletos (anexo 2). Las palabras que denotan a los delincuentes y a los consumidores y
expendedores de drogas solían estar juntas. De igual manera, suelen ir en conjunto las que
denotan a población LGBT y a las trabajadoras sexuales.

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En primer lugar, hay personas, como los delincuentes, los consumidores y
expendedores de drogas y los habitantes de calle, cuyo comportamiento es percibido por los
habitantes como un peligro. Los paramilitares, entonces, capitalizan esa amenaza percibida
por la población para vender seguridad. En este primer grupo, se podría hacer una subdivisión
entre las personas que les disputan el monopolio de la fuerza y de los negocios ilícitos
(delincuentes y expendedores de drogas, respectivamente) y las que, bajo los términos de los
paramilitares, no son productivas para la sociedad (consumidores de drogas y habitantes de
calle). El CNMH (2015) ya ha reportado que los asesinatos a expendedores eran una vía para
obtener el monopolio del negocio, y los asesinatos a los delincuentes, consumidores y
habitantes de calle eran una forma de proveer “seguridad” a los pobladores y, a cambio,
cobrarles una “vacuna”. Vemos, entonces, que los asesinatos a estas personas sirven a los
intereses económicos de los paramilitares.

Un segundo grupo serían aquellas personas que socializan de manera que incumplen
los toques de queda y las regulaciones impuestas sobre el espacio público. Los paramilitares
imponen restricciones sobre los horarios de las personas y sobre los espacios que pueden
transitar. Así, imponen pautas respecto a cómo se puede interactuar con otros y, en este
sentido, cambian y moldean el tejido social de su zona de dominio. Es interesante, además,
que estas restricciones son también limitaciones al tiempo de ocio de las personas, pues para
el momento en que acaba su jornada laboral, la forma en que pueden disponer de su tiempo
libre se ve limitada.

Finalmente, el tercer grupo se compone por personas que tienen unos


comportamientos sexuales y unas formas de habitar el cuerpo que no son aprobadas por los
paramilitares. Este consta de personas LGBT, trabajadoras sexuales, personas infieles, y
personas que se visten o expresan de determinadas maneras, por ejemplo, quienes tienen
tatuajes. Vemos que los paramilitares prohíben e imponen sobre estos sujetos unas formas de
habitar el cuerpo. No obstante, el control del cuerpo no se limita a este grupo, pues en todos
los casos, los paramilitares amenazan a personas cuyos comportamientos reprueban y, en este
sentido, para otros grupos también se imponen normas sobre qué se puede hacer con el
cuerpo. Lo que es común a estos tres grupos es que son personas estigmatizadas que se ubican

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en un espacio marginal de la sociedad (similar a lo reportado por el CNMH, 2015). Además,
son personas que, para el actor armado, son disfuncionales y problemáticas para la sociedad,
y tienen conductas que están por fuera del límite de lo considerado como aceptable. Así
mismo, son personas que viven en municipios o barrios con niveles de pobreza significativos
(ver anexo 5). Adicionalmente, son personas que viven en departamentos en los que, según
Viáfara (2001) , hay una presencia significativa de personas racializadas.

Topos y tropos

Según Ducrot (1998), en todo discurso el enunciador intenta, mediante la persuasión,


movilizar a las personas en una dirección. En este sentido, en los discursos se emplean topos,
que para este autor son lugares comunes que operan como principios o esquemas
argumentativos. Estos son comunes, en tanto que se presentan como aceptados por una
comunidad, y son generales, en cuanto que se usan como si fuesen válidos no solo para la
situación en cuestión, sino también para una infinidad de situaciones análogas (Ducrot,
1998). Los tropos, por su lado, son estrategias o figuras retóricas que, según Pollaroli (2012),
no solo condensan los esquemas argumentativos del topos, sino que también aumentan la
fuerza expresiva y argumentativa de la comunicación de dicho topos. Por esto, el análisis que
hice de cada panfleto individual (anexo 4), que es el insumo base de esta sección, procuró
definir qué relación hay entre los tropos y los topoi de cada panfleto. Para esclarecer el
significado de los tropos, me basé en el método propuesto por Salinas et. al. (2019), en el que
se da una descripción detallada de cada término del tropo mediante listas de palabras o
expresiones claves que hacen manifiesto su significado en el ámbito en el que se produjo.

Los topoi presentes en los panfletos presentan algunas lógicas comunes que se pueden
clasificar en grupos. Para cada uno de estos grupos hay tropos que condensan lo que los topoi
quieren expresar. El primer grupo está compuesto por los siguientes:

1. Tropos de la “mala imagen”: expresa el topos de que se debe asesinar a las personas
que dañan la reputación de la región

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2. Tropos de la “limpieza social”: su topos es que es necesario exterminar a las personas
que son consideradas como despreciables, como una mancha en la sociedad.
3. Tropos de la “peste”: comunica el topos de que las personas que son vistas como una
desviación son dañinas para la sociedad y, por tanto, hay que aniquilarlas.
Estos tropos expresan un topos según el cual hay grupos de personas que están generando
malestar en la sociedad y, por tanto, deben ser asesinadas.

El segundo grupo identificado se compone de:


1. El “ajusticiamiento”: manifiesta el topos de que las personas amenazadas en los
panfletos han cometido un agravio que debe ser enmendado a partir de un castigo, a
saber, el asesinato.
2. Las “cuentas por saldar”: expresa que violar los toques de queda es un agravio que
debe ser castigado con el asesinato.
Esta pareja de tropos expresa un topos que afirma que determinados agravios cometidos por
las personas amenazadas deben ser subsanados mediante su aniquilación.

Finalmente, un tercer grupo de topoi se manifiestan en los dichos:

1. “Si su hijo es sano, acuéstelo temprano y si es ladrón, cómprele un cajón”: implica


el topos “para evitar la muerte, hay que evitar consumir drogas o delinquir, así como
cumplir con los toques de queda”.
2. “Juicio o muerte, usted decide”: expresa el topos de que las personas pueden decidir
si viven o si mueren al elegir acogerse o no a las normas impuestas por los
paramilitares”.
Estos tropos comunican el topos de que cada quien decide si vive o muere al elegir atenerse
o no a las normas impuestas por los paramilitares.

Así pues, un tema común presente en los tres grupos de topoi son los dictámenes,
justificaciones y principios que dan los paramilitares sobre quién tiene derecho a vivir y quién
debe morir. Por esto, se puede afirmar que la forma en que los panfletos lanzan amenazas
tiene una dimensión de coerción pero también de persuasión. En ellos, los paramilitares

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imponen órdenes y amenazas a la población, pero también presentan, usualmente de manera
implícita, algunas justificaciones para su actuar. Estas justificaciones muestran no solamente
que la acción del actor armado no fue arbitraria, sino también que se inserta en una red de
creencias y conocimientos o, si se quiere, en el sentido común. Las amenazas de los panfletos
son inteligibles en la medida en que hacen uso del sentido común de la población, es decir,
usan un lenguaje que no es extraño para los pobladores. Las dinámicas de coerción y
persuasión de los panfletos están relacionadas con el hecho de que los actores armados están
presionados a ganar simpatía entre la población que quieren dominar (CNMH). Las
justificaciones implícitas, al hacer uso del sentido común de la población, permiten que el
actor armado gane legitimidad ante los habitantes de una zona, pues muestran a los habitantes
que su accionar es razonable y deseable. Se podría decir, entonces, que la distribución de
panfletos es una estrategia del actor armado para luchar por la hegemonía (que, según
Szurmuk et. al 2009 supone tanto coerción como consenso) en sus zonas de control o de
disputa territorial.

Discusión: órdenes de género

Mediante los panfletos, los paramilitares despliegan su poder sobre los cuerpos de las
personas que habitan sus zonas de control o disputa y, de esta forma, contribuyen a su lucha
territorial, pues cuando imponen efectivamente unas normas sobre la vida cotidiana de los
habitantes de un territorio, demuestran o manifiestan que ellos son quienes dominan la zona.
En este sentido, los panfletos actúan como un dispositivo de poder que les permite avanzar
en su lucha por el territorio contra otros actores armados. En esta lucha, el campo de batalla
son los cuerpos de los habitantes de los territorios, que se intentan disciplinar para ganar el
control efectivo de la zona (similar a lo sugerido por Segato, 2014, respecto al cuerpo de la
mujer como campo de batalla). En el contexto de esa lucha se da un disciplinamiento
cotidiano y constante de los cuerpos, los espacios, los tiempos y las prácticas sociales, así
como una vigilancia constante a partir de la cual se castiga a quienes retan esa disciplina.
Así, se domina a la población mediante toques de queda y castigos para quienes los
incumplan. La presencia constante de este control en la vida cotidiana produce en las
personas un miedo generalizado que rompe el tejido social, pues el temor de que cualquiera
podría ser un delator frente a los paramilitares mina la confianza entre cohabitantes. Esto

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evita que se den procesos organizativos de las comunidades (que podrían ser adversos a sus
intereses) y, por tanto, es funcional a sus intereses.

Los panfletos como dispositivos de poder recurren a ordenamientos del género y la


sexualidad que permiten construir relaciones de dominación-subordinación y marginación.
Tales relaciones son producidas, además, a partir de estructuras de poder como la clase y la
raza que producen marginación y exponen a las personas a situaciones específicas de
vulnerabilidad social. En este sentido, es conflictivo querer explicar estas violencias a través
de una sola estructura de dominación (por ejemplo, la heteronormatividad) pues estas son
producto de opresiones no aisladas que actúan en interacción.

En los panfletos se crea una relación de subordinación de los hombres que delinquen
y que venden o consumen drogas frente a los paramilitares. Los panfletos construyen a los
primeros como peligro y desviación moral, y postulan a los segundos como los defensores
frente a esa amenaza. Esto está relacionado con el oficio de seguridad que los paramilitares
se asignan a sí mismo en tanto hombres, que los identifica como protectores de las mujeres
y la comunidad, así como guardianes de las “buenas costumbres” (Theidon, 2009; Neira y
Cruz, 2021). La subordinación y subsecuente aniquilación de estos hombres contribuye a los
objetivos económicos de los paramilitares, pues les deja el terreno libre para obtener el
monopolio del comercio de la droga y del crimen organizado (como ya lo ha reportado el
CNMH).

Así mismo, mediante los panfletos se generan relaciones de dominación contra


hombres y mujeres que tienen formas de habitar su cuerpo y vivir su sexualidad rechazadas
por el actor armado. Esta dominación también está relacionada con la comprensión que los
paramilitares tienen de sí mismos en tanto hombres, que asume que la heterosexualidad y el
cisgenerismo son naturales y, por tanto, pone al hombre paramilitar heterocis como norma a
partir de la cual se define quiénes son las desviaciones. En tanto guardianes de las “buenas
costumbres”, los paramilitares aniquilan a esas desviaciones. La dominación hacia estos
sujetos no se relaciona únicamente con los ordenamientos del género y la sexualidad que
imponen los paramilitares, sino que está estrechamente relacionada con la raza y la clase. Las
personas perseguidas en los panfletos no solo están subordinadas en un ordenamiento de

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género, sino que, como se señala en el anexo 5, también viven en contextos donde hay niveles
de pobreza significativos y donde hay una presencia importante de personas racializadas.

Referencias

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Pollaroli, C. 2014. Tropos y topoi: los esquemas argumentativos en los anuncios publicitarios. In
Goes, J., Mangiante, J., Olmo, F., & Pineira-Tresmontant, C. (Eds.), Le langage
manipulateur: Pourquoi et comment argumenter ? Artois Presses Université.
doi:10.4000/books.apu.14058
Serrano-Amaya, J. F. (2013). Contribución a la historia de las violencias por orientación sexual e
identidad de género en la violencia sociopolítica de Colombia. Revista Controversia, Núm.
201, 61-97.
Vega Naranjo, J. (2015). Análisis de la pobreza monetaria en la ciudad de Cali según las
características del hogar y el jefe de hogar (2012-2013).

15
ANEXO 1

Muestra de panfletos

Panfleto 1

Autor Héroes de los Montes de María


Fecha Julio 17 de 2002
Lugar Ovejas, Sucre
Grupos amenazados Ladrones, atracadores, expendedores de
drogas, consumidores de drogas, hombres
homosexuales, trabajadoras sexuales.
¿Amenazas individuales? 15 pobladores de ovejas fueron
amenazados
Mensaje del panfleto Se les da esas 15 personas un plazo de tres
días de salir del municipio. Amenazan con
que si no salen, serán asesinados.
Distribución No hay información específica al respecto,
solo se sabe que fue distribuido en Ovejas.

Panfleto 2

Autor AUC (no se identifica un bloque


específico)
Fecha Marzo 24 de 2003
Lugar Soledad, Atlántico
Grupos amenazados Consumidores de drogas, ladrones,
personas sin documentos, personas

16
tatuadas, personas con gorras nocturnas,
personas con cabellos pintados y
“extraños”, miembros de pandillas,
personas que estén por fuera de su casa
más allá de las 10:00 pm.
¿Amenazas individuales? Paramilitares afirman que tienen un listado
de personas a quienes asesinarán, pero no
se publica esa lista.
Mensaje del panfleto Los paramilitares amenazan con
exterminar a personas pertenecientes a esos
grupos y con asesinar a personas que
ronden el espacio público después de las
10:00 pm.
Distribución Solo se sabe que el panfleto circuló en el
municipio.

Panfleto 3

Autor Bloque 40 de las Águilas Negras


Fecha Agosto 23 de 2008
Lugar Barranquilla, Atlántico. Barrios 7 de abril,
Carrizal, Las Américas, Santo Domingo de
Guzmán y Santuario.
Grupos amenazados Delincuentes, jugadores de dominó,
“parches de esquina”, ladrones,
consumidores de drogas, trabajadoras
sexuales, mujeres chismosas.
¿Amenazas individuales? No
Mensaje del panfleto Se amenaza de muerte a personas
pertenecientes a estos grupos. Se obliga a

17
los habitantes de estos barrios a llegar
temprano a sus casas, pues se amenaza con
asesinar a quien llegue tarde.
Distribución Solo se sabe que el panfleto circuló en el
municipio.

Panfleto 4

Autor Frente 40 de las Águilas Negras


Fecha Septiembre 8 de 2008
Lugar Población venezolana de rubio, en la
frontera con Cúcuta
Grupos amenazados Expendedores de droga, consumidores de
droga, trabajadoras sexuales, hombres
homosexuales, mujeres lesbianas, grupos
que se reúnan en el espacio público a
consumir licor después de las 10:00 pm,
cónyuges infieles, personas que mantengan
relaciones sexoafectivas con personas
casadas, delincuentes, personas corruptas,
personas en condición de calle.
¿Amenazas individuales? No
Mensaje del panfleto Se amenaza de muerte a estas personas y se
pone un toque de queda a las 10:00 p.m.
Distribución Circula alrededor del pueblo.

Panfleto 5

Autor AUC (no se identifica un bloque


específico)
Fecha Marzo 1 de 2009

18
Lugar Valle del Cauca: municipios de Jamundí,
Yumbo, Buenaventura, Zarzal, Florida,
comunas 12, 14 y 18 de Cali
Cauca: Puerto Tejada
Grupos amenazados Trabajadoras sexuales que consumen
drogas y viven con VIH, expendedores de
droga, consumidores de droga, ladrones,
secuestradores, personas que se encuentren
en bares después de las 10:00 p.m.,
personas que transiten el espacio público
después de la franja horaria 8-10:00 p.m.
¿Amenazas individuales? Sí
Mensaje del panfleto Se amenaza de muerte a estas personas y
se pone un toque de queda entre las 8:00 y
las 10:00 p.m.
Distribución Panfletos y listas de personas amenazadas
se reparten en las calles, se pegan en los
postes, se deslizan debajo de las puertas y
se envían por internet.

Panfleto 6

Autor Paramilitares (no se especifica un bloque)


Fecha Abril 20 de 2010
Lugar Plato, Magdalena
Grupos amenazados Jóvenes menores de 25 que estén fuera de
sus casas más allá de las 10:00 p.m.,
hombres homosexuales, mujeres lesbianas,
trabajadoras sexuales, consumidores de
droga, personas que tengan negocios como

19
cantinas, prostíbulos o centros de
distribución de drogas.
¿Amenazas individuales? El panfleto afirma que tiene una larga lista
de personas a quienes van a asesinar, pero
no muestra la lista.
Mensaje del panfleto Se amenaza de muerte a las personas de los
grupos mencionados arriba.
Distribución Panfletos distribuidos en todo el municipio

20
ANEXO 2

Etiquetas y asociaciones presentes en cada panfleto

En orden de aparición, las personas amenazadas son:

*Se identificó con los colores morado (delincuentes y expendedores y consumidores de


drogas) y rosado (población LGBT y trabajadoras sexuales) unas relaciones comunes entre
grupos de personas.

• Panfleto 1
1. Ladrones
2. Atracadores
3. Vendedores de vicio
4. Drogadictos
5. Homosexuales
6. Prostitutas
• Asociaciones: personas que delinquen, expendedores y consumidores de drogas,
personas con prácticas sexuales distintas

• Panfleto 2
1. Personas fumando marihuana
2. Personas saltando paredillas
3. Personas atracando
4. Personas realizando actos delictivos de vandalismo
5. Personas indocumentadas
6. Personas tatuadas
7. Gente con gorras nocturnas, el cabello pintado, cortes de cabello extraños
8. Pandilleros

21
9. Marihuaneros
10. Atracadores
11. Menores de edad capturados a altas horas de la noche
• Asociaciones: personas que delinquen, consumidores de drogas, personas
indocumentadas, personas con expresiones de personalidad diferentes, personas
que no cumplen con el toque de queda.

• Panfleto 3
1. Delincuentes
2. Jugadores de dominó
3. Parches de esquina
4. Rateros del sector
5. Marihuaneros
6. Prostitutas
7. Viejas chismosas
• Asociaciones: personas que delinquen, consumidores de drogas, personas que no
cumplen con los toques de queda, personas que viven su sexualidad de forma
distinta

• Panfleto 4
1. Jíbaros
2. Fumones
3. Prostitutas
4. Gays
5. Lesbianas
6. Grupos reunidos en la calle tomando después de las 10:00 p.m.
7. Cachonas
8. Cachones
9. Roba hombres
10. Roba mujeres
11. Malandros

22
12. Corruptos
13. Pordioseros
- Asociaciones: expendedores y consumidores de droga, personas que viven su
sexualidad de forma distinta, personas que socializan incumpliendo el toque de
queda, habitantes de calle

• Panfleto 5
1. Malparidas putas bazuqueras y sidosas
2. Vendedores de droga
3. Ladrones callejeros
4. Apartamenteros
5. Jaladores de carros
6. Secuestradores
7. Jóvenes consumidores
8. Personas que se encuentren en los bares después de las 10:00 p.m.
9. Ladronzuelos
- Asociaciones: trabajadoras sexuales, personas que delinquen, consumidores de
droga, personas que incumplen con el toque de queda.

• Panfleto 6
1. Jóvenes menores de 25 años que estén después de las 10:00 p.m. en la calle,
en las esquinas o en la puerta de su casa
2. Maricas
3. Lesbianas
4. Prepagos
5. Periqueros
6. Familias que tengan casas que funcionan como cantinas, prostíbulos o
centros de distribución de drogas

23
- Asociaciones: personas que incumplen el toque de queda, personas que viven su
sexualidad de una forma diferente, consumidores de droga, expendedores de
sustancias psicoactivas, facilitadores del trabajo sexual.

ANEXO 3

Grupos de personas amenazadas según sus comportamiento y posiciones en el sistema


de relaciones sociales

Grupo Subgrupo
Ladrones, atracadores (x2), personas
saltando paredillas, personas
atracando, personas realizando actos
delictivos de vandalismo, pandilleros,
delincuentes, rateros, malandros,
corruptos, ladrones callejeros,
apartamenteros, jaladores de carros,
Términos secuestradores, ladronzuelos
Grupos que, en tanto cometen
Personas crímenes (lo que supone usar la
que les fuerza), les disputan el monopolio de
Personas disputan el Comportamientos la fuerza a los paramilitares.
sobre cuya monopolio
amenaza los de la fuerza Vendedores de vicio, expendedores,
paramilitares y de jíbaros, vendedores de droga, familias
pueden negocios que tengan casas que funcionan como
vender ilícitos cantinas, prostíbulos o centros de
seguridad Términos distribución de drogas

24
Grupos que son un obstáculo para el
monopolio de los paramilitares del
Comportamientos negocio de la droga
Drogadictos (x2), personas fumando
Personas marihuana, marihuaneros (x2),
que no son fumones, jóvenes consumidores,
productivas Términos periqueros
para la Comportamientos Consumen sustancias psicoactivas.
sociedad Términos Pordioseros
Comportamientos No trabajan.
Homosexuales, gays, lesbianas (x2),
Términos maricas

Comportamientos comportamientos sexuales diferentes.


Cachonas, Cachones, Roba hombres,
Roba mujeres
Términos
Comportamientos sexuales reprobados
por los paramilitares

Personas que Comportamientos


viven su Prostitutas (x3), malparidas putas
sexualidad y bazuqueras y sidosas, prepagos,
habitan su familias que tengan casas que
cuerpo de funcionan como cantinas, prostíbulos o
forma Términos centros de distribución de drogas
distinta, que Formas de usar el cuerpo reprobadas
incumple Comportamientos por los paramilitares
reglas de los Personas tatuadas, gente con gorras
paramilitares: nocturnas, cabellos pintados y cortes
N/A Términos de cabello extraños

25
Formas de vestir y adornar el cuerpo
que se salen de las formas de expresión
Comportamientos permitidas por los paramilitares
Jugadores de dominó, Parches de
esquina, Grupos reunidos en la calle
tomando después de las 10:00 pm,
Personas que se encuentren en los
bares después de las 10:00 p.m.,
Jóvenes menores de 25 años que estén
después de las 10:00 p.m. en la calle,
en las esquinas o en la puerta de su
casa, Familias que tengan casas que
funcionan como cantinas, Personas que
se encuentren en los bares después de
Personas que las 10:00 p.m., Menores de edad
socializan en Términos capturados a altas horas de la noche
formas que Socializan en el espacio público a
no son horas o de formas que no son
permitidas Comportamientos permitidas.
por el actor Términos Viejas chismosas
armado: Socializan de una manera no aprobada
Comportamientos por los paramilitares.

Sin grupo:
“Personas indocumentadas”
Comportamiento: probablemente son perseguidas porque, como no tienen documentos, es
más difícil controlarlas.

26
ANEXO 4

Topos y tropos en cada panfleto

Panfleto 1

Julio 17/2002

DEPARTAMENTO: SUCRE MUNICIPIO: OVEJAS

Paramilitares de las AUC amenazaron de muerte a 15 pobladores de Ovejas median-


te un panfleto, en el cual les dan un plazo de tres días para que abandonen la región. En el
mencionado panfleto, se anuncia la llegada de un grupo denominado “Héroes de los
Montes de María” y que según la fuente su misión será: “Darle muerte a los ladrones,
atracadores, vendedores de vicio, drogadictos, homosexuales y prostitutas que le dan una
mala imagen a tan importante región”.

En este panfleto, a pesar de que no se afirma de manera explícita mediante, por ejemplo, un
conector de causalidad, se puede distinguir como justificación de la amenaza el que estos
grupos de personas le den una mala imagen a la región del municipio de Ovejas. Entonces,
está presente un topos “se debe asesinar a las personas que dan mala imagen a la región”.
Examinemos qué quiere decir “mala imagen”, usado de manera figurativa en este contexto.

Propiedades proyectadas de “mala” Negativo, dañino, deficiente, deslucido


Propiedades proyectadas de “imagen” Percepción que tienen las personas sobre
algo, reputación, prestigio

27
Podemos inferir, entonces, que el que estas personas den una “mala imagen” a la región
significa que están haciéndole un daño a su reputación o prestigio. Entonces, si conectamos
el tropos con el topo, podemos decir que los paramilitares amenazan estos grupos de personas
porque creen que tienen unos comportamientos o cualidades que le hacen un descrédito a la
región.

Panfleto 2

Marzo 09/2004

DEPARTAMENTO: ATLANTICO MUNICIPIO: SOLEDAD

Grupos paramilitares de las AUC, hicieron circular un comunicado en donde amenazaron


de muerte a los pobladores de éste municipio. En este “panfleto” se lee lo siguiente:
“Advertimos a la comunidad a resguardarse a más tardar a las 10:00 p.m y hacemos saber
a las personas que sean sorprendidas fumando marihuana, saltando paredillas, atracando
y demás actos delictivos de vandalismo, que serán ajusticiados en el mismo sitio. De igual
manera capturaremos a los indocumentados, personas tatuadas, gente con gorras
nocturnas, cabellos pintados y cortes de cabellos extraños. Tenemos en nuestro poder un
listado completo y detallado de nombres de pandilleros, marihuaneros, atracadores que
pronto serán exterminados en la limpieza social del municipio de soledad. No se
responderá por menores de edad capturados a altas horas de la noche o hallados en el
monte. Si su hijo es sano acuéstelo temprano...y si es ladrón...cómprele un cajón.
Recuerde: La varilla más dura se ablanda a fuego lento, AUC”.

En este panfleto hay múltiples tropos que refuerzan la comunicabilidad y expresividad del
topos que se argumenta (de manera implícita). Empecemos por examinarlos para poder
identificar los topoi.

28
Propiedades proyectadas de “limpieza” Borrar una mancha, sanitizar, eliminar
virus y bacterias, higienizar, eliminar la
suciedad
Propiedades proyectadas de “social” Lo que se da en sociedad, lo colectivo, lo
que se comparte, lo que compete a todos

El término “limpieza social” es una metáfora que supone que existe en la sociedad una
mancha o una suciedad que debe ser eliminada. En el contexto en el que se da la frase, la
mancha son los que pertenecen a pandillas, los que consumen sustancias psicoactivas y los
que delinquen. Entonces, se puede inferir que se presenta el topos “Es necesario exterminar
(“limpiar”) a las personas pertenecientes a pandillas, consumidores de droga y delincuentes
(la “suciedad”)”.

Propiedades proyectadas de “ajusticiar” Repartir justicia, dar un merecido, saldar


una deuda, dar un castigo a quien ha
causado un agravio

El panfleto amenaza a las personas que consumen marihuana o cometen actos delictivos
con “ajusticiarlos” o darles un “castigo”. De esto se podría seguir el topos “consumir
marihuana o cometer actos delictivos es un agravio que debe ser enmendado a partir de un
castigo, a saber, el asesinato”.

Propiedades proyectadas de “si su hijo es No delinque, no consume sustancias


sano” psicoactivas
Propiedades proyectadas de “acuéstelo Hacer que el hijo cumpla con el toque de
temprano” queda
Propiedades proyectadas de “si su hijo es Un delincuente o un consumidor de
un ladrón” sustancias psicoactivas
Propiedades proyectadas de “cómprele un Asuma que será asesinado
cajón”

29
En este dicho se presenta un contraste entre los “hijos sanos” y los “hijos ladrones”. Se
puede inferir que en los primeros están incluidas las personas que no solo no delinquen,
sino que tampoco consumen sustancias psicoactivas porque el panfleto ya ha caracterizado
a ambos grupos de personas como desviaciones de la sociedad y merecedores de castigo.
Los segundos se definen por oposición a los primeros, entonces se puede inferir que son
aquellas personas que sí cometen los actos descritos. De hecho, se observa que en el orden
en que se presentan los sujetos amenazados en los panfletos suelen estar los consumidores
de drogas seguidos de los delincuentes, se percibe una asociación entre ambos grupos
(anexo 2). El topos que expone este dicho sería, entonces, el siguiente: “para evitar la
muerte, hay que evitar consumir drogas o delinquir”.

Propiedades proyectadas de “varilla más Algo inflexible, algo que opone resistencia
dura” a ser moldeado, algo que no es maleable,
algo que es indomable, algo rebelde, algo
que es difícil de someter
Propiedades proyectadas de “se ablanda” Se vuelve dócil, se vuelve maleable, se
domestica, se domina, se somete
Propiedades proyectadas de “a fuego lento” Dolor prolongado, castigo sostenido,
tortura

El decir “la varilla más dura se ablanda a fuego lento” se relaciona con otros tropos
utilizados en el panfleto, como el de “limpieza social” y “ajusticiar”. En este contexto, tal
decir puede tener como significado el dominar o volver dócil algo que previamente era
rebelde e indómito a partir de un castigo que se aplica de manera sostenida. De acuerdo con
los otros tropos presentes, el “rebelde” o “indómito” serían los miembros de pandillas,
consumidores de drogas y delincuentes.

Panfleto 3

30
Agosto 23/2008

DEPARTAMENTO: ATLANTICO MUNICIPIO: BARRANQUILLA

Paramilitares autodenominados Bloque 40 de las Águilas Negras, al mando de alias


“Negro Candy” siguen violando los derechos humanos de los pobladores de los barrios
del sur de Barranquilla. Según la denuncia: “En un panfleto amenazaron de muerte a
delincuentes, jugadores de dominó, parches de esquina, rateros del sector, marihuaneros,
prostitutas y viejas chismosas y conminaron a las familias a acostar a los hijos temprano
con la frase: “si su hijo es sano acuéstelo temprano, si es un ladrón cómprele un cajón”.
En el texto amenazante afirmaron que el incumplimiento de la norma ocasionará la muerte
de cualquier miembro de la familia (hombres, mujeres, niños, ancianos)”. Continúa la
denuncia: “Estos hechos son evidencia del control y terror que siguen ejerciendo las
estructuras paramilitares en los barrios del sur de Barranquilla”.

Propiedades proyectadas de “si su hijo es Si no es delincuente o consumidor de


sano” sustancias psicoactivas, si cumple con el
toque de queda, si no es trabajadora sexual
Propiedades proyectadas de “acuéstelo Hacerlo cumplir el toque de queda
temprano”
Propiedades proyectadas de “si su hijo es Un delincuente, un consumidor de drogas,
un ladrón” alguien que incumple el toque de queda,
una trabajadora sexual
Propiedades proyectadas de “cómprele un Asuma que su hijo será asesinado.
cajón”

El dicho es un tropo que genera una diferencia o binario entre los “sanos” y los “ladrones”.
Se puede inferir que los sanos son quienes no solo no delinquen, sino que tampoco
consumen sustancias psicoactivas, ni son trabajadoras sexuales, ni incumplen los toques de
queda. No se incluye a las “viejas chismosas” en este grupo, pues dado que el dicho habla
sobre “hijos”, el imaginario al que apela es a personas jóvenes. Las “viejas chismosas”, en

31
cambio, parecen ser mujeres de mayor edad. Los “ladrones” serían quienes sí tienen estas
conductas, pues este binario se construye en una relación de negación del otro término
(“sanos”). Entonces, se puede inferir el siguiente topos: “Todo aquel que sea delincuente,
consumidor de drogas, trabajadora sexual, irrespetuoso del toque de queda, será asesinado.
Si no se pertenece a estos grupos, igualmente hay que acogerse a un toque de queda”.

Panfleto 4

Septiembre 08/2008

DEPARTAMENTO: EXTERIOR MUNICIPIO: VENEZUELA

Paramilitares de las AUC del Frente 40, de las autodenominadas Águilas Negras,
amenazaron mediante un panfleto a varios habitantes de la población venezolana de
Rubio, en la frontera con la ciudad de Cúcuta . Según la fuente en dicho comunicado en el
cual advierten el inicio de una «limpieza social», se lee: «Si quiere a su hijo, guárdelo
temprano y si no lo quiere, cómprele un ataúd (...) no queremos jíbaros, fumones,
prostitutas, gays, lesbianas, grupos reunidos en la calle tomando después de las 10:00 de
la noche, cachonas y cachones, roba hombres, roba mujeres, malandros, corruptos,
pordioseros (...) Haremos cumplir esto, en pocos días verán los resultados. Grupo AUC.
Águilas Negras-Frente Urbano 40».

Propiedades proyectadas de “limpieza” Borrar una mancha, sanitizar, eliminar


virus y bacterias, higienizar, eliminar la
suciedad
Propiedades proyectadas de “social” Lo que se da en sociedad, lo colectivo, lo
que se comparte, lo que compete a todos

32
El tropos “limpieza social” es una metáfora que supone que existe en la sociedad una
mancha o una suciedad que debe ser eliminada. Entonces, sugiere un topos según el cual
“Es necesario exterminar (“limpiar”) a las personas que son la “suciedad” de la sociedad”.

Propiedades proyectadas de “si quiere a su Si desea que su hijo siga vivo


hijo”
Propiedades proyectadas de “guárdelo Ordénele que cumpla el toque de queda
temprano”
Propiedades proyectadas de “si no lo Si le es indiferente el que viva o muera y,
quiere” por tanto, no lo hace cumplir el toque de
queda
Propiedades proyectadas de “cómprele un Asuma que será asesinado
ataud”

El dicho “Si quiere a su hijo, guárdelo temprano y si no lo quiere, cómprele un ataúd” es un


tropos que sugiere que la vida de los jóvenes depende de si cumplen o no el toque de queda.
El topos que expresaría podría ser “para evitar morir, es necesario cumplir con el toque de
queda”.

Panfleto 5

Marzo 01/2009

DEPARTAMENTO: VALLE MUNICIPIO: CALI

Desde las primeras semanas del mes de marzo, miembros de un grupo paramilitar
amenazaron de muerte a través de panfletos y listados, a habitantes de los municipios de
Jamundí, Yumbo, Buenaventura, Zarzal, Florida, así como a los habitantes de las comunas
12, 14 y 18 de la ciudad de Cali, en el departamento del Valle del Cauca y en el municipio

33
de Puerto Tejada al Norte del Cauca, los panfletos repartidos en las calles, dejados por
debajo de las puertas o pegados en algunos postes o enviados por Internet, tienen el mismo
contenido, sumiendo a la población en un estado de miedo y ejerciendo control
obligándola a permanecer a sus casas después de una hora indicada, afectando el derecho
a la libre movilidad, los horarios varían desde las 8 hasta las 10 de la noche, causando así
una gran dificultad a quienes trabajan hasta altas horas de la noche. Algunos apartes de la
amenaza son: "Llego la hora para la limpieza social ahora le toca el turno a las
malparidas putas bazuqueras y sidosas, vendedores de droga, ladrones callejeros y
apartamenteros, jaladores de carros, secuestradores y jóvenes consumidores, ya los
tenemos identificados (...)
Todo malparido que se encuentre en estos bares después de las 10:00 p.m. no respondemos
si caen inocente, no más ladronzuelos dejen trabajar a la sociedad, pilas que están
pillados… juicio o muerte, usted lo decide…,” en uno de los listados donde escriben el
nombre y el alias de los jóvenes que posteriormente asesinaran dice "acuesten a los niños
buenos, que a los niños malos los acostamos nosotros".

Propiedades proyectadas de “limpieza” Borrar una mancha, sanitizar, eliminar


virus y bacterias, higienizar, eliminar la
suciedad
Propiedades proyectadas de “social” Lo que se da en sociedad, lo colectivo, lo
que se comparte, lo que compete a todos

El término “limpieza social” es una metáfora que supone que existe en la sociedad una
mancha o una suciedad que debe ser eliminada. En el contexto en el que se da la frase, la
mancha serían las trabajadoras sexuales, los consumidores y vendedores de droga, y los
delincuentes. Entonces, se puede inferir que se presenta el topos “Es necesario exterminar
(“limpiar”) a las personas pertenecientes a los grupos mencionados (la “suciedad”)”.

Propiedades proyectadas de “juicio” Conformarse a unas normas


Propiedades proyectadas de “muerte” Asesinato, aniquilación

34
El contexto del tropos muestra que este está relacionado con quienes incumplen los toques
de queda con quienes no trabajan y no “dejan trabajar”. El tropos está seguido de la
expresión “usted decide”, lo que implica que los paramilitares consideran que las víctimas
de sus panfletos tienen un margen de decisión sobre lo que les acontece, es decir, que
pueden elegir evitar su muerte. El “juicio” se refiere a respetar unas normas que, en este
contexto, se puede inferir que son el toque de queda y el cumplir con el trabajo. Entonces,
el topos que expresa este topos podría ser “Las personas pueden decidir si viven o si
mueren al elegir acogerse o no a las normas impuestas por los paramilitares”.

Panfleto 6

Abril 20/2010

DEPARTAMENTO: MAGDALENA MUNICIPIO: PLATO

Paramilitares amenazaron mediante panfletos a varios pobladores de este municipio. En


dicho escrito que muestra la cabeza de un águila y que fue distribuido por todo el
municipio, se lee: “Comunidad plateña, sabes que se encuentran perturbados por las
múltiples muertes ocurridas en los días, los cuales se relacionan con una limpieza social
que venimos realizando con el fin de librar a este hermoso pueblo plateño de la peste que
lo invade y lo corrompe. Solo deben de temer aquellos que tienen cuentas por saldar con
nosotros y nos referimos a los siguientes: todo joven menor de 25 años que esté después de
las 10:00 de la noche en la calle o ya sea en las esquinas o en las puertas de sus casas,
estará expuesto a salir lesionado o muerto”. Agrega la fuente que: “De la misma forma
anuncia el documento amenazante que los maricas, lesbianas, prepagos y periqueros
tienen tres días para dejar el pueblo, hay una larga lista con sus nombres y direcciones, así
que si te consideras una de estas personas ya saben a que atenerse. Toda casa de familia
que funcione como cantina, prostíbulo o centro de distribución de drogas, lo más
aconsejable es que clausuren porque el día menos pensado estaremos visitando”.

35
Propiedades proyectadas de “peste” Enfermedad presente en una sociedad,
infección, epidemia, desviación,
corrupción

Propiedades proyectadas de “cuentas” Deudas, agravios, daños


Propiedades proyectadas de “por saldar” Por pagar, por arreglar, por liquidar, por
finiquitar

Cuando el panfleto introduce el tropo de la “peste”, lo hace en contraste con la comunidad,


que pareciera ser el cuerpo en el que se aloja la enfermedad a la que se alude. Entonces, se
hace una diferencia entre la comunidad plateña, a quien se caracteriza como un “hermoso
pueblo”, y las personas que son una “infección” en esa sociedad. En el contexto del
panfleto, esas personas son quienes incumplen el toque de queda impuesto, así como los
homosexuales y lesbianas, trabajadoras sexuales y consumidores de droga. En este orden de
ideas, el topos que el tropo condensa sería “si alguien pertenece a estos grupos
mencionados, esa persona es dañina para la sociedad y, por tanto, hay que aniquilarla”.

Cuando se refiere a “cuentas por saldar” lo hace en relación con jóvenes que estén por fuera
de sus casas durante el toque de queda impuesto. El “agravio” que implica este tropos sería
irrespetar el toque de queda y el “pago” o “saldo” sería una lesión o la muerte. Entonces, se
puede identificar el topos “Incumplir el toque de queda es un agravio que debe ser
castigado con daños corporales o el asesinato”.

36
ANEXO 5

Pobreza en las zonas en donde fueron distribuidos los panfletos

Para los municipios, se registró el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM),


suministrados por el DANE.

Para las comunas y barrios, los porcentajes de personas viviendo en la pobreza (y en la


pobreza extrema cuando se tenía este dato adicional), suministrados por Vega (2015) para
Cali y Cepeda (2011) para Barranquilla.

Panfleto 1

Municipio: Ovejas
Departamento: Sucre

IPM: 51,5

Panfleto 2

Municipio: Soledad
Departamento: Atlántico

IPM: 18,6

Panfleto 3

Barrios:
Siete de abril – Personas viviendo en la pobreza: 38,1% - 55,0%
Las américas – Personas viviendo en la pobreza: 38,1% - 55,0%
Santo Domingo de Guzman – Personas viviendo en la pobreza: 38,1% - 55,0%
Santuario – Personas viviendo en la pobreza: 38,1% - 55,0%
Carrizal – Personas viviendo en la pobreza: 38,1% - 55,0%
Municipio: Barranquilla
Departamento: Atlántico

Panfleto 5

Municipios:

37
Jamundí – IPM: 14,9
Yumbo – IPM: 15,6
Buenaventura – IPM: 41,0
Florida – IPM: 18,9
Puerto Tejada: IPM: 16,6

Barrios: (en Cali)


Comuna 12 – Pobreza: 3,0% - Pobreza extrema: 2,4%
Comuna 14 – Pobreza: 11,1% - Pobreza extrema: 11,3%
Comuna 18 – Pobreza: 4,0% - Pobreza extrema: 4,6%

Departamentos: Valle del Cauca y Cauca

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