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3.

1 Sistema Nacional de Protección Integral


de niñas, niños y adolescentes
Creación del Sistema Nacional de Protección Integral de NNA
Has revisado en las unidades anteriores, México debe dar cumplimiento a
los compromisos internacionales en materia de derechos de la niñez y la
adolescencia; es por ello que se crea y aprueba la Ley General de
Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, la cual a su vez mandata la
creación de un Sistema de Protección Integral, mismo que se abordará a
lo largo de esta unidad.
La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes
(LGDNNA) representó un hito para garantizar que niñas, niños y
adolescentes sean reconocidos como titulares de derechos. De esta Ley
se deriva la creación del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas,
Niños y Adolescentes (SIPINNA) el cual se instaló el 2 de diciembre de
2015 y distribuye competencias y bases de coordinación entre la
federación, entidades y municipios, así como con los poderes legislativo,
judicial y órganos autónomos nacionales y locales.
El SIPINNA es la instancia encargada de establecer instrumentos,
políticas, procedimientos, servicios y acciones de protección de los
derechos de niñas, niños y adolescentes.
Conformación e integración del SIPINNA
Conforme al artículo 127 de la LGDNNA, el SIPINNA está integrado por:
Ilustración 13. Conformación del SIPINNA.
Diseño: Conapred - Ucol

*Poder Ejecutivo Federal


SEGOB: Secretaría de Gobierno
SRE: Secretaría de Relaciones Exteriores.
SHCP: Secretaría de Hacienda y Crédito Público
SEDESOL: Secretaría de Desarrollo Social
SEP: Secretaría de Educación Pública
SALUD: Secretaría de Salud
STPS: Secretaría del Trabajo y Previsión Social
SNDIF: Sistema Nacional DIF
PGR: Procuraduría General de la República
Organismos Públicos Autónomos
CNDH: Comisión Nacional de los Derechos Humanos
IFT: Instituto Federal de Telecomunicaciones
El SIPINNA se complementa con la figura de invitados permanentes, entre
los que se encuentran el Congreso de la Unión, el Poder Judicial de la
Federación, representantes de la Comisión Nacional de Tribunales
Superiores de Justicia, las asociaciones de municipios, y la Secretaría de
Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano y el Instituto Nacional de las
Mujeres, estos dos incorporados en agosto 2016.
Cabe destacar que el artículo 145 de la LGDNNA indica que el SIPINNA
integrará un órgano de consulta y apoyo, denominado Consejo Consultivo,
en el que participarán representantes de los sectores público, social y
privado para la implementación y aplicación de los programas.
Funciones del SIPINNA
Para cumplir con sus funciones, el SIPINNA tiene como atribuciones:

 La definición de la política pública con enfoque de derechos de la niñez


y la adolescencia,
 La armonización legislativa,
 Integrar la participación de los sectores público, privado y social y,
 Generar mecanismos para garantizar la participación directa y efectiva
de niñas, niños y adolescentes en la elaboración de políticas públicas
y en los temas que les afecten o sean de su interés para la garantía de
sus derechos. Para ello, se aprobó el 18 de agosto de 2016, el
Programa Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes
(PRONAPINNA).

Para ejercer la coordinación operativa, el SIPINNA contará con una


Secretaría Ejecutiva que propone la generación de políticas, programas,
acciones, lineamientos, disposiciones, convenios, acuerdos y demás
instrumentos jurídicos; además de los mecanismos que deberá
implementar para la ejecución y seguimiento de los acuerdos, resoluciones
y recomendaciones emitidas por él mismo.
El PRONAPINNA es el primer instrumento de política pública en materia
de protección de niñas, niños y adolescentes, contiene los objetivos,
estrategias, líneas de acción e indicadores prioritarios en materia de
ejercicio, respeto, promoción y protección integral de NNA. Uno de sus
objetivos es establecer una ruta de acción para la articulación o
vinculación, coordinación de programas, estrategias y acciones que
guiarán el actuar del quehacer público.
También establece la necesidad del trabajo conjunto entre gobierno,
organizaciones de la sociedad civil, comunidad, familia y la sociedad en su
totalidad; de lograr esta unificación será posible garantizar los derechos
humanos de niñas, niños y adolescentes de manera integral.
Adicionalmente, al SIPINNA le corresponde:

 Difundir el marco legal de protección de derechos de niñas, niños y


adolescentes,
 Integrar la participación de los sectores público, social y privado y de la
sociedad civil en la definición e instrumentación de políticas públicas,
 Generar los mecanismos necesarios para garantizar la participación
directa y efectiva de niñas, niños y adolescentes,
 Promover, en los tres órdenes de gobierno, el establecimiento de
presupuestos destinados a la protección de los derechos de niñas,
niños y adolescentes.
 El impulso de la incorporación de la perspectiva de derechos de niñas,
niños y adolescentes en la planeación nacional de desarrollo,
 Asegurar la congruencia en objetivos y metas de las políticas de los tres
órdenes de gobierno para niñas, niños y adolescentes,
 Garantizar la participación de niñas, niños y adolescentes en el ejercicio
de sus derechos humanos y,
 El establecimiento de mecanismos de coordinación con otros sistemas
nacionales, así como realizar acciones de formación y capacitación de
manera sistémica y continua.

Para mayor información te invitamos a consultar la Ley General de los


Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes
En función de lo anterior, la LGDNNA también manifiesta en su artículo
136, que cada entidad federativa creará e instalará un Sistema Local de
Protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes, presididos por
la persona Titular del Poder Ejecutivo Estatal y de la Jefatura de Gobierno
de la Ciudad de México.
Dichos sistemas deberán organizarse y funcionar de manera similar al
SIPINNA y deben conformarse por las dependencias y entidades de las
administraciones locales vinculadas con la protección de estos derechos.
Las atribuciones que tienen estos sistemas locales, de acuerdo al artículo
137 de la LGDNNA, son muy importantes para cumplir con un enfoque
apegado a los derechos humanos e incluyen:

 La garantía de la transversalidad de la perspectiva de derechos de


niñas, niños y adolescentes en la elaboración de programas sectoriales
y políticas de sus dependencias en concordancia con la política
nacional.
 La difusión del marco jurídico local, nacional e internacional de
protección a los derechos de niñas, niños y adolescentes y la
integración de los sectores público, social y privado en la definición e
instrumentación de políticas para la protección de niñas, niños y
adolescentes.
 La generación de mecanismos para garantizar la participación directa
y efectiva de niñas, niños y adolescentes en los procesos de
elaboración de programas y políticas locales para la protección integral
de sus derechos.
 El establecimiento de presupuestos y el impulso de reformas para
cumplir los objetivos de la LGDNNA.

Por su parte, las leyes de las entidades federativas determinarán la forma


y términos en que los municipios o demarcaciones territoriales locales
participarán en el Sistema Local de Protección y de la Ciudad de México.
Los sistemas de protección municipales serán presididos por la persona a
cargo de la Presidencia Municipal o las Jefaturas Delegacionales, estarán
integrados por las dependencias e instituciones vinculadas con la
protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes.
Última modificación: Tuesday, 4 de February de 2020, 16:49

3.2 Medidas de protección especial


En el marco de la LGDNNA, le corresponde al Estado garantizar la
protección, prevención y restitución integral de los derechos de niñas,
niños y adolescentes que hayan sido vulnerados. (Art. 10 de la LGDNNA).
Es responsabilidad de toda persona hacer del conocimiento a las
autoridades competentes de los casos de niñas, niños y adolescentes que
vivan o hayan vivido, en cualquier forma, violación a sus derechos, para
que se realice una investigación y en su caso, instrumentar medidas
cautelares, de protección y restitución integrales procedentes en términos
de las disposiciones aplicables (Art.12 de la LGDNNA).
Algunas de las situaciones que se identifican, generan o son factores de
vulnerabilidad social de niñas, niños y adolescentes y que implican adoptar
medidas obligatorias y de protección especial a sus derechos son:

 Socioeconómica
 Alimentaria
 Psicológica
 Física
 Discapacidad
 Identidad cultural
 Origen étnico o nacional
 Situación migratoria, refugio o apátrida
 Género
 Preferencia sexual (orientación sexual)
 Creencias religiosas o prácticas culturales
 Estado civil o condición de sus madres, padres o tutores

INFOGRAFÍA PANORAMA DE VIOLENCIAS SIPINNA


Las medidas de protección especial se deben aplicar en aquellas
situaciones en las que exista una violación a los derechos de niñas, niños
y adolescentes, como lo es la trata de niños, niñas y adolescentes y otras
actividades con fines de explotación sexual y laboral, así como cualquier
situación que ponga en riesgo su dignidad y bienestar.
Estas medidas de protección especial deben brindarse de manera
integral. Es por eso que la Ley General establece la creación de una
institución denominada Procuraduría de Protección de niños, niñas y
adolescentes (a nivel federal, local y municipal); la cual será encargada de
establecer, coordinar y dar seguimiento a las medidas de protección
especial, a través de una red interinstitucional con diversas instituciones
del Estado y organizaciones de la sociedad civil, cada una desde sus
atribuciones y áreas de especialización; además de ser responsable de
representar, proteger y defender legalmente a niñas, niños y adolescentes.
La Procuraduría de Protección no ejecutará las medidas de protección,
sino que será la instancia de interlocución y coordinación entre las
dependencias de la “red” interinstitucional que van a aplicar las medidas
de protección.
Entre las diversas atribuciones de las Procuradurías de Protección (art.
122 de la LGDNNA) se destacan las siguientes:
 Actuar a favor de la protección integral de los derechos de niñas, niños
y adolescentes.
 Prestar asesoría jurídica y representación en suplencia o coadyuvante
en los procedimientos administrativos y judiciales.
 Coordinar la ejecución y dar seguimiento a las medidas de protección
para la restitución integral de los derechos de niñas, niños y
adolescentes.
 Promover la participación de los sectores público, social y privado en la
planificación y ejecución de acciones a favor de la atención, defensa y
protección de niñas, niños y adolescentes.

Considerando las atribuciones de las Procuradurías de Protección, las


medidas urgentes de protección especial en relación con niñas, niños y
adolescentes, además de las establecidas en el Código Nacional de
Procedimientos Penales, son:
a) El ingreso de una niña, niño o adolescente a un centro de asistencia
social, y
b) La atención médica inmediata por parte de alguna institución del
Sistema Nacional de Salud.
El procedimiento que deberán seguir las Procuradurías de Protección para
alcanzar la restitución integral de los derechos (garantizar mediante
diversas acciones que la persona a la que le fueron violados sus derechos
vuelva a contar con los mismos), a través de la emisión de medidas de
protección especial y urgente, se detallan en el artículo 123 de la LGDNNA.
Para la protección y restitución integral de los derechos de niñas, niños y
adolescentes, las Procuradurías de Protección deben llevar a cabo los
siguientes puntos:

 Detectar o recibir los casos de restricción y vulneración de derechos.


 Acercarse a la familia o espacios donde se encuentren niñas, niños y
adolescentes para diagnosticar la situación de sus derechos.
 Determinar en cada uno de los casos los derechos que se encuentran
restringidos o vulnerados.
 Elaborar, bajo el principio del Interés Superior de la Niñez y
Adolescencia, un diagnóstico y plan de restitución que incluya las
propuestas de medidas para su protección.
 Acordar y coordinar con las instituciones que correspondan el
cumplimiento del plan de restitución de derechos.
 Dar seguimiento a cada una de las acciones del plan de restitución de
derechos.
En relación a las medidas especiales de protección que las autoridades
deberán adoptar para garantizar los derechos de niñas, niños y
adolescentes migrantes, acompañados, no acompañados, separados,
nacionales, extranjeros y repatriados en el contexto de movilidad humana,
el artículo 89 de la LGDNNA estipula que las autoridades de todos los
órdenes de gobierno deberán proporcionar los servicios correspondientes
a niñas, niños y adolescentes en situación de migración,
independientemente de su nacionalidad o su situación migratoria, así
como adoptar las medidas correspondientes para la protección de sus
derechos.
En consecuencia, buscarán resolver todas sus necesidades de
protección, teniendo en cuenta sus opiniones y privilegiando la
reunificación familiar, excepto que sea contrario a su Interés Superior o
voluntad.
En este caso, cualquier decisión sobre la devolución de una niña, niño o
adolescente al país de origen o a un tercer país seguro, sólo podrá basarse
en los requerimientos de su Interés Superior.
Última modificación: Tuesday, 4 de February de 2020, 16:50

3.3 Desafíos frente a la discriminación


estructural en la niñez y adolescencia
La discriminación coloca en condiciones desfavorables a niñas, niños y
adolescentes y se puede entender como el reflejo de una estructura de
exclusión social, en la que diversos factores están presentes para
mantener la desigualdad y negación de oportunidades de desarrollo a
diversos grupos poblacionales. Uno de estos factores es la asimetría de
poder que se concentra en grupos reducidos con condiciones
privilegiadas.
Esta perspectiva permite observar que quienes más recurrentemente
viven la discriminación, ya sea por una o más condiciones de identidad
(origen étnico, color de piel, sexo, identidad de género, discapacidad,
preferencia sexual o cualquier otra), la han padecido y construido de
generación en generación, y en momentos históricos determinados y
heredados a la vez.
Las bases estructurales de la discriminación están invisibilizadas, y se
basan en que la sociedad normaliza y naturaliza prácticas que niegan,
restringen e impiden el goce de los derechos humanos. Cuando se refiere
a la discriminación como algo estructural, se habla de qué al estar tan
enraizada, no se cuestionan las razones, por las que al paso del tiempo y
a pesar de que existan modificaciones jurídicas y acciones públicas a favor
de los grupos discriminados, la base de esta exclusión permanece
esencialmente igual.
El enfoque estructural contempla que la discriminación se articula por
factores como: asimetría de poder, sistemas de creencias entre una
generación y otra, normalización, entre otras. Mismos que se acentúan y
perpetúan con la pobreza, la desigualdad social y la frágil cultura
democrática, así como con los procesos sociales e históricos de exclusión
social que son el resultado de un conjunto de acumulación de barreras que
impiden la participación plena de las personas y comunidades en todos los
aspectos de la vida, particularmente de NNA.
Los datos reflejan que para el 2014 existían 46 millones de personas en
situación de pobreza [1] (CONEVAL-UNICEF, 2014: 78 Anexo IV), esta cifra
suma a la población que presenta pobreza extrema, que es el 9.5 por
ciento, y pobreza moderada, el 36.6 por ciento. Haciendo un análisis muy
concreto te podrás dar cuenta de que esta misma población es la que vive
esas condiciones estructurales de discriminación, es decir, son personas
indígenas, cuya lengua materna no es el español, mujeres y por supuesto,
niñas, niños y adolescentes, entre otros.
De acuerdo con el Coneval, una persona se considera pobre si no dispone
de los recursos monetarios suficientes para adquirir los bienes y servicios
que requieren todos los integrantes de su hogar y si presenta una o más
carencias como:

1. Rezago educativo.

La población de 3 a 15 años no asiste a un centro de educación formal.

2. Acceso a los servicios de salud.

Los integrantes de la familia no cuentan con Seguro Popular, ni tampoco


están adscritos a servicios médicos en instituciones de salud.

3. Calidad de espacios en la vivienda.

Cuando la calidad de los materiales de construcción inadecuados (techo,


piso o muros), o con un número de personas por cuarto mayor o igual a
2.5.
4. Acceso a los servicios básicos en la vivienda.

Que las personas no cuenten con el acceso al servicio de agua de la red


pública, drenaje o electricidad.

5. Acceso a la alimentación.

Restricciones para acceder a comida suficiente, balanceada y nutritiva


para llevar una vida activa y sana.
Ante estos datos puedes dimensionar el reto que implica para México,
particularmente, la protección de los derechos de los 40 millones de niños
y adolescentes que habitan en el país, de los cuales 21.2 millones se
encuentran en situación de pobreza y 4.7 millones en pobreza extrema, de
acuerdo con un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
(Unicef) y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo
Social (Coneval) de 2012.
Por todo esto, surge la Estrategia 25 al 25 que es el primer instrumento
nacional de política pública para garantizar el cumplimiento de los
derechos que México ha reconocido integralmente a sus niñas, niños y
adolescentes. Es un mecanismo de coordinación política de las acciones
de las instituciones del Estado mexicano en los diferentes órdenes y
poderes públicos, y una base para los Programas de Protección Integral
de derechos de niñas, niños y adolescentes mandatados en la Ley General
de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (LGDNNA) y para los futuros
Planes de Desarrollo Nacional, Estatales o Municipales, para lograr
continuidad y el cumplimiento de las metas definidas.
Este instrumento es el principal desafío nacional en la materia, que
pretende agrupar en 25 objetivos un horizonte de lo que debe buscar lograr
el Estado mexicano a fin de garantizar los derechos reconocidos
legalmente, y mejorar con ello condiciones, posibilidades y
oportunidades [2]. Esta estrategia se basa en cuatro principios
rectores: Supervivencia y Desarrollo, No Discriminación, Participación e
Interés Superior de la Niñez y Adolescencia; lo que quiere decir que deben
estar presentes de manera trasversal en cualquiera de las acciones,
políticas y proyectos que se relacionen a los objetivos nacionales.
Pobreza y derechos sociales de niñas, niños y adolescentes en
México, 2010-2012
Ilustración 14. Estrategia que se basa en cuatro principios rectores
Estrategia 25 al 25
Fuente: SIPINNA

A su vez, estos objetivos están agrupados según 4 dimensiones utilizadas


a nivel internacional por UNICEF (supervivencia, desarrollo, protección y
participación).
SUPERVIVENCIA
Las niñas, niños y adolescentes al ser sujetos de derecho, tienen derecho
a la vida plena, por lo que el Estado debe garantizarles el acceso a los
recursos que les permita conservarla, atendiendo las necesidades bio-
psico- sociales de conformidad a las etapas del desarrollo.
DESARROLLO
Se refiere a que disfruten una vida plena en condiciones dignas que
garanticen su formación integral y que posibiliten el progreso de la
personalidad, aptitudes, capacidad mental y física de este sector
poblacional hasta el máximo de sus posibilidades a través de recursos y
medios adecuados en el país para el pleno ejercicio de derechos.
PROTECCIÓN
Apunta a la importancia de garantizarles recursos, condiciones y
contribuciones, vinculados a asegurar que dicho grupo de la población viva
en entornos libres de todo tipo de maltratos, discriminación, abandono,
explotación, crueldad y tortura. También se refiere a garantizarles su
identidad, integridad, libertad, intimidad y protegerlos en contextos de
violencia.
PARTICIPACIÓN
Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la libertad de expresión
y a manifestar su opinión sobre cuestiones que afecten todos los ámbitos
de su vida. En la siguiente unidad se amplía este importante tema.
Ilustración 15. Los 25 Objetivos nacionales.
Fuente: SIPINNA

Ya habrás dimensionado la importancia que tiene el reto de enfrentar


articuladamente y dentro de un marco de derechos humanos de niñas,
niños y adolescentes, el complicado problema de pobreza y discriminación
estructural; es por ello que los 25 objetivos señalados en el cuadro anterior
buscan marcar esa ruta de atención ordenada y categorizada de manera
integral, lo cual implica responder a corto, mediano y largo plazo a través
de indicadores que den cuenta de su cumplimiento.
[1] Es un conjunto de carencias económicas y sociales que limitan el
desarrollo de las personas para vivir en un estado de bienestar, es una de
las condiciones donde se expresa la mayor desigualdad, rezago y
abandono en el que un ser humano sobrevive (Coneval, 2009)
[2] Los objetivos propuestos responden a los derechos reconocidos en la
LGDNNA y tienen una perspectiva de integralidad, es decir, buscan que la
acción conjunta del Estado tome en cuenta la interdependencia de los
derechos. 

Última modificación: Tuesday, 4 de February de 2020, 16:52

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