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Compendio Del Estudio Del Conflicto Colombiano
Compendio Del Estudio Del Conflicto Colombiano
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………1
1. MARCO CONCEPTUAL………………………………………………………….9
1.1. CONFLICTOS EMERGENTES Y SELECCIÓN DE
ESTRATEGIAS……………………………………………………..............10
1.2. VIOLENCIA, VIOLENCIA INDISCRIMINDA Y VIOLENCIA
SELECTIVA………………………………………………………………….14
1.3. INTERSECCIÓN ENTRE NECESIDAD, CREDO Y CODICIA (NEED,
CREED, GREED)……………………………………………………………20
1
Énfasis del autor.
redefinición de estas causas y un esfuerzo dirigido por lecturas que se aparten
del simplismo metodológico y explicativo2.
…la unión del carácter violento de las guerras civiles, lo que implica una interacción
entre actores en un nivel central y local, y entre combatientes y no combatientes. Esta
interacción es informada por las demandas de la guerra irregular, la lógica de la
asimetría de información y las dinámicas locales de rivalidad entre actores. (Kalyvas,
2010, 6)
Por tanto, se parte del hecho de que el tema minero no es un acontecimiento
nuevo para Colombia, de hecho diversos estudios muestran cómo la práctica
minera se ha desarrollado desde épocas anteriores llegando hasta el periodo
de la Colonia y prueban el arraigo tradicional que se remite a las poblaciones
que ejercen esta labor como un modo de vida sirviéndose de sustento básico
(Güisa, 2010). Sin embargo, nuevas dinámicas de violencia han encontrado en
torno a la explotación de recursos naturales a pesar de haber estado ajeno al
desarrollo propio de la contienda, lo que da paso a escenarios en donde la
sociedad civil se ve comprometida de manera conjunta. Lo anterior llama la
atención sobre un contexto en el que se configuran nuevas y distintas
problemáticas sociales, haciendo pertinente más que una respuesta, una
pregunta o preguntas desde el espacio académico que lleven a la reflexión y el
diálogo y que además permitan pensar el país que hoy se nos muestra. Desde
la Ciencia Política, enriquecer el debate que hoy más que siempre se posa
sobre el día a día de la sociedad colombiana en su conjunto, arrojado
ansiosamente a la busqueda de una salida a uno de los tantos problemas que
acaecen en nuestro entorno.
1. Marco Conceptual
4
El estudio realizado por Chernick (2005) muestra que la causalidad atribuida al conflicto armado
colombiano pasa por el reconocimiento de factores económicos que contribuyen al desarrollo de este. Sin
embargo, el análisis no puede estar sesgado por esto y su comprensión debe ser más amplia Al respecto
se desarrollará posteriormente en este trabajo esa relación.
La selección de estrategias para el desarrollo del conflicto puede ser de dos
tipos: coercitivas o no coercitivas. El cálculo previo a la selección de una de
estas estrategias tiene que ver con las alternativas y costos inmersos en la
decisión. La decisión también se ve afectada por le tipo de “meta” que el actor
desee y no como una simple expresión de su comportamiento (Kriesberg,
2012, 100). Adicionalmente, es importante determinar los tipos de incentivos o
estímulos inscritos en la decisión así como los modos o estrategias de lucha.
Para este análisis se tienen en cuenta principalmente los siguientes:
Inicialmente los estímulos que hacen referencia a la confrontación armada son
entendidos desde lo coercitivo; en estos el herir al adversario mediante el uso
de la fuerza es claro, ya sea desde acciones simbólicas que sirvan al objetivo
de amenaza o hacia uno más actual (Kriesberg, 2012, 101). Es posible
identificar en estos estímulos el uso de la violencia lo cual será conceptualizado
posteriormente desde Kalyvas (2010).
5
Para mayor ilustración consultar, Kriesberg: Strategies Combinig Inducements. Fig. 4.1 (2012,
111)
Adicionalmente, para que la estrategia seleccionada en el conflicto se lleva a
cabo, las relaciones entre los actores se encuentran atravesadas por
características propias de cada grupo y la percepción de recursos disponibles
para llevar a cabo la lucha. Específicamente en cuanto la obtención de
recursos mineros de oro, como un factor entre los que trascienden el desarrollo
de la confrontación. También es necesario tener en cuenta los tipos de
relación establecidos entre los adversarios haciendo énfasis en el balance
entre los recursos de los que cada uno dispone (Kriesberg, 2012).
La decisión por el uso de la violencia como un medio por el cual los objetivos
de la guerra deban ser conseguidos implica la selección previa de estrategias
coercitivas que permiten establecer dinámicas destructivas en el proceso del
conflicto. En esta línea, Salamanca (2009) entiende los conflictos armados
como sistemas destructivos de violencia en los que se da un intercambio de
traumas y destrucción. Entender las posturas tomadas por los actores para
llevar a cabo una guerra pueden ser ilustradas de la siguiente manera:
civil
Con base en las categorías expuestas por Kalyvas, éste anºálisis opta por la
categoría de Violencia de guerra civil, que a diferencia de la represión por parte
del Estado o el genocidio no se da de forma unilateral. Es necesaria la
participación de al menos dos actores políticos que disputan el control por el
monopolio de la violencia. La decisión por establecer objetivos de control sobre
la población determina a su vez implicaciones estratégicas que serán luego
percibidas en la relación y transformación con el territorio por parte de los
actores.
Los medios por los cuales los actores interactúan con el contexto de disputa,
tiene como condición previa el uso de la violencia que puede ser de cuatro
tipos (discriminada, selectiva, limitada y masiva), dependiendo de la relación
que se establezca con la población y el territorio en que se tiene presencia. Sin
embargo es preciso acotar el uso de únicamente dos de estas categorías para
el análisis propuesto: selectiva e indiscriminada.
Sin embargo, no todos los conflictos pueden estar atravesados por esta nueva
lógica. Incluso debe llegar a pensarse que a través del tiempo han
evolucionado incluyendo nuevas dinámicas de violencia correspondientes a
cambios estructurales, además de la introducción de nuevas variables de
contexto de manera influyente en los actores de la confrontación.
6
He decidido tomar solamente estas variables de la tabla pues ilustra lo que se quiere mostrar en
este punto, la importancia de los recursos momentos específicos del conflicto y su transformación a lo
largo del tiempo. En su versión original contiene otras variables que incluyen: principales actores
armados, muertes políticas, homicidios y contexto internacional.
la inclusión de la guerrilla en el mercado ilegal de droga le permitió establecer
nuevas relaciones de control en los territorios en donde se encontraba
establecido el grupo (2005, 199). Esto porporciona además, la posibilidad de
aumentar su capacidad de combate y se ve representado en el paso de 4.000 a
18.000 combatientes en el periodo de 1984 a 2002. Pero si bien la ventaja que
le otorga la inclusión en este mercado se ve reflejada en una mayor capacidad
de ingerencia violenta, también es posible ver cómo la guerrilla de las FARC en
este tiempo siguió reclamando por la defensa de intereses de los campesinos y
la negociación de un mejor precio de sus cultivos en tiempos de crisis
económica en el país. (Cano, 1999, citado en Chernick, 2005, 199). En esta
misma línea, Guáqueta argumenta que el conflicto colombiano se encuentra
invariable en su núcleo y las causas políticas e ideológicas permanecen a
pesar de que factores económicos hayan alterado y prolongado la dinámica
inicial del mismo (2003, 74).
Para lograr una comprensión clara de la idea que se dibuja detrás del conflicto
armado en Colombia, es necesario tener en cuenta cómo actuan diferentes
factores en realidades que se ven inmersas en lo político, lo económico y lo
social, y reconociendo en la intersección de éstas la presencia de agravios aún
presentes. Permitendo una continua configuración de escenarios violentos
como resultado de políticas de corto alcance -por parte del Estado- a
realidades complejas inscritas en el caso colombiano. La opción teórica y
explicativa tomada en este punto pretende mostrar las diferentes posturas,
percepciones, ideas, etc. Adoptadas por los actores armados, con el objetivo
de otorgar una mirada ámplia al interior de las causas del conflicto, situando la
discusión en el debate por las Agendas Económicas de la Guerra.
Por tanto, es necesario definir las bases del debate y actualizar las
motivaciones. La lectura de las interpretaciones que se dan respecto a los
manifestaciones de la violencia en Colombia siguen vigentes, por tanto es
necesario pasar por una reinterpretación y reubicación de las “causas
obejtivas” en conjunto con motivaciones de tipo económico no como una
explicación simple al conflcito sino teniendo en cuenta que existen espacios en
donde la intersección de estas variables puede llevar a una aporximación
causal más responsable y ámplia del conflicto en Colombia. De esta forma
“...los análisis sobre las causas de un fenómeno no pueden ignorar los efectos
resultantes de la interacción entre variables, ni diferentes combinaciones de
variables independientes o secuencias causales, en las que ninguna es
condición necesaria o suficiente, que pueden producir el mismo resultado”
(Bennett , 1999, citado en: Valenzuela, 2001, 9).
7
Dentro de los trabajos que ilustran la discusión al respecto se encuentran Bejarano (1997),
Sarmiento (1999) y Rubio (2000).
población civil o el poder territorial se da de manera consensuada y muchas
veces pasa por la utilzación de practicas violentas de coacción.
Determinar de forma clara los objetivos políticos y económicos por parte de los
combatientes puede ser problemático. A nivel interno los grupos pueden
mostrar serios indicios por hacerse con recursos sin ningún fín de tipo político.
Esto se debe a relaciones que tienen lugar en las estructuras más íntimas de
los grupos y muchas veces caen en motivaciones individuales por obtener
beneficios por fuera de lo establecido como una meta de tipo común. Al interior
de cada grupo es posible identificar características propias. Algunas veces
pueden los medios de la guerra pueden ser inapropiados en relación con los
objetivos buscados; de acuerdo con Kriesberg, es posible determinar la
escognecia de una u otra estrategia basandose en el análisis de las siguientes
variables: predisposiciones frente al otro (adversario en la guerra), ideología,
organización social y recursos disponibles para la lucha (2012, 130).
En colombia,
8
Énfasis añadido por el autor.
que configura realidades diferenciadas con respecto a las que se venían
tejiendo alrededor del vínculo que los grupos tuvieron con las cultivos de droga
(cocaína y amapola). Este nuevo paisaje se encuentra en medio de realidades
dinámicas de violencia que satisfacen los intereses legales, ilegales y grises
(Garay, 2013, 58). El mercado minero en Colombia contiene altos grados de
informalidad dispuestos desde su funcionamiento interior ya sea por la falta de
una legislación clara que no deja espacio alguno a la regualción de esta
actividad o por vacios institucionales formales que garanticen el buen
funcionamiento en armonía con interes económicos macro y micro. Las
consecuencias ecuentran relación en “la capacidad del Estado para garantizar
el ejercicio de los derechos por parte de las comunidades mediante la pérdida
del monopolio de las armas”. (Garay, 2013, 58).
9
Véase numeral 2.1
Como resultado de la disputa por el control territorial en manos de las facciones
rebeldes en contra del Estado, la mirada se torna más compleja de lo que se
cree. El control deseado por parte de los grupos, encuentra en el uso de la
violencia un recurso para librar la guerra. En escenarios violentos la población
civil sirve a los grupos como un medio para cumplir con éxito el uso de
estrategias ya que por medio de éstas se logran redes de información vitales a
la hora de una confrontación. En este sentido, se hace posible pensar que la
relación no es exclusiva hacia fines que permitan un mayor grado de
información. Si en el contexto se identifica la presencia de recursos naturales
que sirvan a la continuación de la guerra, la importancia de los grupos por
establecer niveles de control en estas zonas encuentra una estrecha relación
por la cooptación del mercado en cuestión en manos de los civíles. Lo anterior
se presenta como un supuesto de este análsis.
[…] las FA son una institución del Estado colombiano que no participa, a través de su
actividad, en la obtención de los recursos que le permiten existir. Es decir…su
remuneración hace parte del presupuesto general del Estado. Por el contrario, la
remuneración económica de la guerrilla depende de su propia actividad ilegal (Salazar
y Castillo, 2001, citados en: Salamanca, 2004, 110).
La capacidad y legitimidad por parte del Estado son puestas en duda, pues el
control territorial ya ha sido cooptado. La guerra encuentra su engranaje en las
formas de distribución y atribución del territorio pasando por dinámicas micro
en sectores específicos del país. Lo local y regional cobran una gran
importancia a la hora de dinamizar porcesos sociales en los que la obtención y
aprovechamiento de recursos dados sea una variable que se cruce con
estrategias destructivas del conflicto a largo y corto plazo.
No puede ser dejada a un lado una lectura que permita entender que la posible
expansión del conflicto recae en condiciones donde la disputa por el poder se
hace posible, es decir, un contexto en el cual, la capacidad del Estado por dar
respuesta a todo tipo de demandas sociales no encuentra una articulación
posible entre niveles de institucionalidad mínimos y una regulación de la vida
civil. Esto permitiría la erosión de estructuras políticas en la sociedad, dando
paso al uso de la violencia como garante de control y supervivencia en un
ambiente de disputa inconcluso debido a actores políticamente débiles que no
son capaces de asir por completo el monopolio de la fuerza (Kalyvas, 2010,
247).
La violencia entra en la borrosa nube que se dibuja entre lo legal e ilegal, los
objetivos dispuestos por los grupos armados ilegales así como los legales se
ven inmersos en un contexto en donde la falta de regulación y presencia del
Estado en conjunto con la presencia de sectores privados y civíles, compiten
por el establecimiento de estructuras de control.
10
Ver anexo mapa de la zona
11
Ver anexo (perfil OCHA para los cinco municipios).
4.1. Diagnóstico de la situación minera en Bajo Cauca
En promedio, la producción de oro en los cinco municipios para los diez años
seleccionados se encuentra alrededor de 2’009.003 Gr. Adicionalmente la
selección de los municipios cumple con una característica sobre los niveles de
informalidad en relación a la explotación minera como puede ser observado en
Ramírez y Muñoz, 2012, en donde es posible observar una correlación entre la
concentración de la tierra y la informalidad en la actividad minera. Lo cual
indica que en municipios productores de oro también existen altos índices de
informalidad de la tierra e índices más bajos de concentración de la misma
(Ramírez y Muñoz, 2012,69). En municipios como Remedios y Zaragoza, la
informalidad supera el 50 % y la producción de oro es mayor a los 300 kg para
2010. Lo cual corresponde al incremento mostrado en la gráfica 1.
Nechí
10000000
Remedios
5000000
Segovia
0
Zaragoza
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2
12
Datos tomados del informe sobre minería de la Contraloría (2013) Cuadro 1, pp. 97.
13
Anexo mapa de titulación miera en el país.
Gráfica 1: Producción de oro en Bajo Cauca14
1
Serie1
0.5 Serie2
Serie3
0
El
Bagre
Nechí
Remedios
Segovia
Zaragoza
14
Fuente: Ingeominas 2012 (elaboración propia)
15
El IRSH proporciona a los analistas en el ámbito humanitario, una herramienta de uso general
que muestre un resultado a nivel municipal entendido como la probabilidad de que exista una situación de
crisis humanitaria enmarcado por las variables asociadas a los factores sociales, económicos, oferta
institucional y el conflicto. Amenaza es definida según OCHA como la probabilidad de ocurrencia de un
suceso potencialmente desastroso durante cierto periodo de tiempo en un sitio dado; pueden ser de orden
natural o humano. Vulnerabilidad se encuentra definida como la función inversa de la capacidad de los
individuos, grupos, hogares y comunidades de prever, resistir, enfrentar y recuperarse del impacto o
efecto de eventos adversos que implican una perdida de activos materiales e inmateriales. Las anteriores
variables componen el IRSH.
16
Ver anexo mapas IRSH.
17
Fuente: Elaboración propia basada en OCHA 2012.
Lo anterior no responde a una reducción en las tasas de homicidios en la zona,
pues para 2011 municipios como Zaragoza y El Bagre presentan tasas de
359.24 y 76.75 por cada 100.000 habitantes respectivamente (Ver Gráfica 3).
Así mismo en municipios como Nechí, Remedios y Segovia en las tasas de
homicidios muestran variaciones entre la disminución y el aumento de estas no
haciendo posible establecer relaciones causales; lo que también permite
observar que la zona seleccionada muestra comportamientos diferentes en
cada municipio.
600
Segovia
400
Remedios
200
Nechí
0
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
El
Bagre
18
Fuente: Elaboración propia basada en FORENSIS 2011.
Pero también se hace necesario observar que los niveles de desplazamiento
han mostrado un comportamiento de reducción a partir de 2003 con un leve
pico en 2005 (ver gráfica 4), sin embargo la tendencia muestra que éstos han
logrado establecerse en un promedio de 2810 número de personas
expulsadas, lo cual no deja de ser preocupante pero en realidad municipios
como El Bagre presentan una reducción del 90% en 2011, pasando de 3.633 a
316 en 2001. Si bien lo anterior podría significar una reducción significativa en
los niveles de expulsión ya sea por planes de consolidación o la ausencia de
actores armados ilegales, esto puede ser interpretado como el establecimiento
de relaciones de control por vía armada por parte de grupos ilegales en
municipios como El Bagre, pasando de una violencia indiscriminada a una de
carácter más selectivo. Adicionalmente y en palabras de Garay, el
desplazamiento puede ser ahora referido a las concesiones de territorio masivo
a grandes empresas por parte del Estado central, llevando a un “grave
detrimento del tejido social y el patrimonio de propietarios campesinos, de
minorías étnicas y de desplazados con derechos sobre predios abandonados y
despojados de manera forzada en amplios territorios del país, entre otros
(Garay, 2013, 18). La contradicción ahora se hace clara, pues ante la ausencia
de reglas claras de explotación en el sector minero, sumado a políticas públicas
arrojadas al beneficio de los intereses de producción de capital extranjero o
doméstico de gran escala lleva “a procesos de captura y reconfiguración
cooptada de instituciones del Estado por parte de empresas transnacionales
y/o domésticas, legales, grises (que actúan entre la legalidad y la ilegalidad) y
abiertamente ilegales como en el caso de minería criminal en países como
Colombia y México” (Garay, 2013, 19).
Desplazamiento
(expulsión)
8000
Número
de
desplazados
6000 El Bagre
Nechí
4000
Remedios
2000
Segovia
0
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Zaragoza
Para entender mejor lo que se vive en zonas com esta es necesario tener en
cuenta la presencia de actores armados ilegales y agentes estatales
presentados en la gráfica 5. Para la elaboración de esta gráfica fue necesario el
uso de dos fuentes (CERAC y OCHA) ya que para los años de 2009 y 2011
CERAC no presentaba presencia de los grupos armados pero la corroboración
tampoco dio muestra de alguno de los grupos. Lo anterior se debe a la
imposibilidad por el control de la zona por vía armada ya sea entre fuerzas de
FARC, neo-paramilitares o ELN. En los municipios de Segovia y Remedios se
hace constante la presencia de Guerrilla y Paramilitares siendo estos
acreedores de los mayores niveles de producción de oro y además distribución
en los giros de Regalías por parte de la Nación. En razón a lo mencionado
anteriormente como bien lo ha documentado el CTIpax en su informe de 2012
sobre actores armados en el sector minero, una de las preocupaciones
respecto a las actividades ilícitas por parte de estos grupos tiene que ver con la
captación en los giros de regalías ya sea por medio de tácticas de extorsión o
debido niveles de institucionalidad débiles en municipios donde los gobiernos
locales muestran rasgos de corrupción en manos de líderes políticos siendo
esto un incentivo para los grupos a penetrar el tejido institucional.
Presencia
de
GAML
1
1
1
1
El
b0
agre
Nechí
Remedios
Segovia
Zaragoa
1
1
1
1
1
1
0
0
0
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
0
0
0
0
0
0
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
0
0
0
0
0
0
0
0
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
(…) con el agravante de que la búsqueda por el acaparamiento del suelo y el subsuelo
se puede convertir en uno de los principales factores, si no en el más importante, en la
generación y profundización de conflictos y violencias […] se ha reproducido una
incesante lucha por el dominio territorial con miras al ejercicio del poder político y
económico, a través de múltiples modalidades ilegales e ilegítimas, pero no
excluyentes de otras de índole aparentemente legal, y que está expresado actualmente
por la existencia de cerca de un 40% de la tierra sin derecho formal de propiedad
(específicamente en el caso de población campesina con carácter de poseedor,
tenedor, etc.) y de más de 7 millones de has. dejadas en abandono forzado o
despojadas por la acción de grupos armados ilegales y la
participación/apoyo/financiación de algunos agentes legales y grises durante los
últimos 25 años en el país, y por la presencia de casi 22 millones de has. del territorio
19
Fuente: Elaboración propia basada en CERAC 2012
continental de Colombia sujetas a solicitud y aprobación de licencias mineras. (Garay,
2013, 19).
5. Conclusiones
Por esta razón el análisis propuesto estuvo enfocado en dar cuenta de los
procesos violentos que se inscriben actualmente en la obtención de recursos
de tipo minero. La caracterización del recurso otorga una mejor comprensión
en la manera como los actores perciben el proceso de obtención del mismo,
pues de acuerdo a la distinción hecha por Ross y de la cual aquí se hizo uso, si
un recurso tiene facilidad para ser saqueable o no esto va contribuir
directamente en el desarrollo de la guerra. Por tanto, el recurso minero (oro) se
presenta en ambientes informales que permiten a los actores una facilidad para
su obtención. Es clave entender que este proceso de obtención se presenta en
un cambio en las fases del conflicto en Colombia; complementando y tomando
gran parte de los elaborado por Chernick, el conflicto colombiano ha estado
marcado por distintas “fases” en relación con la obtención de recursos. El
aporte viene dado por la entrada de una nueva fase en la que se reconoce la
importancia del mal llamado “Boom” minero que hoy acaece en nuestro país.
Sin embargo no es posible alejarse de otras maneras de financiamiento a las
guerra actual, pues este nuevo escenario se muestra como una alternativa de
transición entre el tráfico de cultivos ilícitos y demás formas de acción por parte
de los grupos: extorción, secuestro, bandidaje, etc.
Es por eso que otro de los aporte que el trabajo buscó se dirigió a establecer la
manera de cómo la violencia entra a hacer parte de procesos sociales,
específicamente en relación con la explotación de recursos en la zona del Bajo
Cauca como una aproximación a la realidad en una escala micro.
En relación con lo obtenido del análisis del caso fue posible reconocer la
importancia productiva de la zona para el mineral en cuestión. Así mismo se
encontró una asociación en la presencia de algunos grupos armados pero una
disminución en las tasas de homicidio y desplazamiento; esto puede ser
interpretado como resultado de acciones militares en busca del control
territorial. Pero es posible que la reducción en ataque violentos responda a un
proceso de transición violento que ahora se encuentra en un estado selectivo y
la lucha se dio en la mitad de la década pasada. En esta línea también surge
una preocupación por determinar la fuente de los niveles de asesinatos en la
región. El aumento significativo par 2011 se encuentra atravesado por el
proceso de desmovilización los antiguos Paramilitares y la fragmentación en
células criminales que hoy se han hecho presentes en la región.
Sin embargo la característica principal que arroja el análisis sobre la zona tiene
que ver más que todo con la diferencia enmarcada en cada municipio
seleccionado en la forma cómo se comporta respecto a los niveles de violencia
y la manera en que los actores armados hacen uso de esta para establecer
niveles de control en la población dirigidos a captar la renta proveniente del
recurso. Lo anterior no permite arrojar relaciones de causalidad sobre las
variables seleccionadas en el caso por la misma heterogeneidad que contienen
los municipios en su interior; entender la complejidad inscrita en los procesos
sociales sobre la obtención de recursos desde este análisis permite entender
que la realidad local del país se comporta según las condiciones y relaciones
propias de los actores y sus intereses en juego van tejiendo mundos sociales
exclusivos y más cuando la presencia estatal se hace casi nula y en caso de
existir se ve desdibujada por la vinculación a procesos de corrupción asociados
a la captación de rentas producto de la explotación de minerales como el oro.
En cuanto recomendaciones sobre la metodología seleccionada para un
análisis que dé cuenta de las relaciones exactas entre la explotación minera y
al mismo tiempo logre mostrar la presencia de los diferentes actores, sería
necesario disponer de recursos propios para llevar a cabo tal empresa, en
relación con el tiempo, sin olvidar las condiciones propias de seguridad para el
grupo investigativo que lleve a cabo este análisis.
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línea], disponible en: http://www.semana.com/nacion/articulo/que-viene-tras-
caida-del-codigo-minero/342120-3 , recuperado: 5 de mayo de 2013
Anexo 2. Mapa índice de vulnerabilidad
Anexo 3. Mapa IRSH
Fuente: Programa Presidencial para los DDHH y DIH. Vicepresidencia de la República (2011)