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Crónicas de fuego

Hay una pantalla de video en el fondo del escenario.

Escena 1
001 ambientación en pantalla: Bosque, árboles frondosos. Noche de luna llena.
Entra el coro de Pobladores, con diversas ofrendas para los árboles (frutos, agua, tierra, flores,
guirnaldas, etc.). Empiezan cantando, a modo de ritual, fuera de escena, siguen cantando mientras
se ubican y hasta que están ubicados para empezar el ritual.
CORO: Kye kieká (árbol, ramas)
Kye chuhuzhá (el árbol brota)
Kye kieká
Kye obazh agá (el árbol da frutos) 1

Kye kieká
Kye chuhuzhá
Kye kieká
Kye obazh agá

Kye kieká
Kye chuhuzhá
Kye kieká
Kye obazh agá

Me presento ante ustedes


Hoy, en la luna de los primeros frutos
Oh, cuidadores de la vida
Para celebrar su existencia

Oh, seres de verde vestimenta


Fuente de mi respiración y mi ser
Que solo puedo alimentar
con lágrimas de gratitud

Los Pobladores colocan una serie de ofrendas en las raíces de los árboles.
Su postura estoica
confundida con existencia sin vida
Su inmensa presencia
podría escapar al sentido humano

Compartimos con alegría el común aliento


Ustedes, residentes permanentes
Yo, vagabundo errante
Pero jamás podré romper este vínculo de aliento

1
Tomado de: Manco Parra, José Ismael. Diccionario muisca-español, español-muisca. Consultado en
https://www.zaquenzipa.org/ewExternalFiles/diccionariomuisca.pdf el 9 de agosto de 2022.

1
Los Pobladores colocan otra serie de ofrendas en las raíces de los árboles.
Cuando termine con mis actos
Me acostaré en sus raíces
Para nutrirlos con el jugo de mi cuerpo
Para convertirme en la savia de su savia

Para volver a poner


Todo lo que es de ustedes en su regazo
Solos, nosotros dos
En íntimo abrazo

Los Pobladores van a colocar otra serie de ofrendas en las raíces de los árboles,
002 cuando cae un rayo y se enciende un fuego en medio de los árboles.
Los Pobladores se asustan y se escabullen a varios sitios del escenario.

Escena 2
Entra el dragón Carmín, haciendo una danza de fuego. A medida que danza, se ve cómo se
queman árboles y árboles en la pantalla.
Los Pobladores observan hipnotizados y admirados al fuego y al dragón.
003 Cuando ya no hay más árboles, Carmín se detiene.
CORO: Ser que relumbras como el sol cuando se oculta,
Y que así consumes a los cuidadores de la vida,
¿Quién eres y qué haces aquí?

CARMÍN: Mi nombre es Carmín, El Voraz, y soy el poderoso dragón del fuego antiguo. Vengo
desde muy lejos y no he comido nada. Cuando vi estos suculentos árboles aterricé para
saciar mi hambre.

MUJER 1: Pero, del modo como comes, ¡no dejarás ni uno sin chamuscar! Nosotros necesitamos
la sombra y los frutos que nos dan los árboles. Ellos son los cuidadores de la vida.

CARMÍN: Yo les voy a enseñar para qué sirven los árboles. ¡Miren!

004 En pantalla aparece un montón de leña seca. Carmín sopla y, en la pantalla, sale fuego que
enciende la leña, la cual sigue ardiendo como una fogata.
Los Pobladores exclaman entre asombrados y asustados.
Luego, se acercan entre curiosos y prevenidos.
CORO: Se siente tibio, como cuando el sol llama a los venados,
Incluso ahora en medio de la noche.
E ilumina todo a su paso, como cuando el Padre Sol
Vuelve de su estancia al otro lado del mundo.

Los Pobladores se van a acercar más a la fogata, pero Carmín se interpone.

2
CARMÍN: ¡Alto! Mi llama es buena, pero no cuando se acercan demasiado. Entonces, puede
hacer daño y destruir.

MUJER 1: ¡Nos destruirá a nosotros como lo ha hecho con los árboles!

Los Pobladores se alejan asustados.


CARMÍN: ¡No! Qué pereza… ustedes salen corriendo y no siempre logro alcanzarlos. En cambio,
los árboles están siempre quietitos ahí. Pero, si tengo mucha hambre…

Exclamación de los Pobladores que se alejan más.


CORO: Ser que traes el calor del centro de la Tierra en tu hocico,
Agradecemos tu visita, nos has enseñado a ver en la noche
A abrigarnos en medio del frío.
Pero hemos vivido sin ti hasta ahora,
Podemos seguir sin ti en adelante.
Deseamos que continúes tu viaje
Y llegues pronto a tu hogar,
Llevado en las alas del viento que te trajo.

CARMÍN: Mi hogar ya no existe… ¡Me lo comí todo! Y me gusta aquí, hay muchos árboles. Les
propongo un trato: Les enseñaré a usar mi fuego para cocinar y calentarse, si, a cambio,
me dan leña para comer.

Los Pobladores se miran entre sí.


HOMBRE 1: ¡Asamblea!

Los Pobladores se congregan en semicírculo y debaten entre ellos.


HOMBRE 1: ¿Qué opinan?

MUJER 1: ¡No me gusta ese trato ni me gusta ese dragón!

POBLADOR/A: Pero su flama se siente tibiecita.

POBLADOR/A: Y podemos ver en la noche.

MUJER 1: Usaremos nuestros abrigos y seguiremos viendo con la luna.

POBLADOR/A: ¿Y a dónde se va a ir? Perdió su hogar.

POBLADOR/A: Sí, pobrecito.

MUJER 1: No lo perdió, ¡se lo comió!

POBLADOR/A: No lo creo, miren cómo está de flaco.

POBLADOR/A: Sí, seguro que no ha de comer mucho.

POBLADOR/A: Y, si come de más, se muere de indigestión.

MUJER 1: ¡Pero se comerá a nuestros cuidadores!

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POBLADOR/A: Oh, tenemos muchos.

POBLADOR/A: A ellos no les molestará que sacrifiquemos uno o dos.

POBLADOR/A: Y yo quiero saber a qué sabe la comida hecha con fuego.

POBLADORES: (Indistintamente). ¡Huy, sí! ¡Yo también quiero comer comida al fuego! Fruta todos
los días me tiene aburrido.

MUJER 1: Solo piensan en su barriga. (Le da un sopapo a una persona diferente con cada
pregunta). ¿Y la sombra? ¿Y los habitantes del bosque? ¿Y el aire que nos dan? ¿Y los
nutrientes para el suelo del que sacamos nuestra comida? ¿Y el agua para nuestros
ríos?

POBLADOR/A: ¡Podemos sembrar nuevos cuidadores!

CORO: (Menos Mujer 1). ¡Sí!

POBLADOR/A: Alcen la mano los que están de acuerdo con el trato.

Todos levantan la mano, menos Mujer 1.


MUJER 1: Que conste, que no me gusta ese trato ni me gusta ese dragón.

Los Pobladores se organizan y se dirigen a Carmín.


CORO: Oh, gran Carmín, dragón del fuego antiguo.
Te alimentaremos con cuidadores
Y tú nos darás luz, abrigo y fuego para cocinar.

CARMÍN: ¡Sí!

CORO: Ahora nos llamaremos…


La Tribu del Fuego Antiguo.

POBLADORES: (Indistintamente). ¡Sí! ¡Eeh! ¡Viva el fuego antiguo! ¡Viva!

Carmín le da una antorcha a cada uno y salen en procesión.


CORO: Gata gata aïán (fuego, chispa)
Gata ïeká (acercarse al fuego)
Gata gata aïán
Gata ïená (estar al fuego)

Gata gata aïán


Gata ïeká
Gata gata aïán
Gata ïená

Gata gata aïán


Gata ïeká
Gata gata aïán
Gata ïená

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Escena 3
005 En la pantalla, se ve un paisaje desolado, sin árboles.
Entran la Abuela y Hugo.
ABUELA: ¡Hugo! Apúrele, mijo, que ya va a ser mediodía y nada que conseguimos leña.

HUGO: Ay, nonita. Estoy muy cansado. Cada día hay que ir más lejos para recoger leña, ya no
quedan árboles cerca del pueblo.

ABUELA: Sí, mijito; estoy preocupada. O nos gastamos el poco dinero que tenemos en comprar
leña o nos tardamos mucho tiempo en ir a buscarla. Me acuerdo cuando yo era niña…

En la pantalla se ilustra la escena que describe la Abuela a modo de sueño.


ABUELA: ¡Qué bonito era este bosque! Veníamos a disfrutar de la sombra de los árboles, había
tantos que sus frutos alcanzaban para alimentar a la gente del pueblo.

HUGO: ¿De verdad, nonita? Ahora ya casi ni fruta conseguimos.

ABUELA: Y también había muchos animales… ranas, coyotes, loros, conejos, lagartijas,
camaleones…

HUGO: ¡Guao! Solo he visto esos animales en los libros del colegio.

ABUELA: Como faltan los árboles, ya no hay casi animales silvestres; solo tenemos cabras y
marranos y vacas…

HUGO: Sí, que andan por todas partes y llenan el pueblo de caca (entre chistoso y con asco).

ABUELA: La finca cada año es menos fértil, porque no hay árboles que nutran el suelo y tenemos
que usar químicos para fertilizar los cultivos; eso debilita la tierra y ensucia el agua.

HUGO: Pero, nonita; ¿por qué dejaron acabar el bosque?

ABUELA: ¡Para alimentar al dragón Carmín! Cuando los primeros habitantes hicieron el trato de
fuego, había pocas personas y sembraban árboles que reponían los que se comía el
dragón. Pero la población creció y ya los árboles sembrados no alcanzaban a reponer
los sacrificados. Y, ahora, ni siquiera sembramos nuevos árboles, el pueblo está lleno de
basura, excremento de animales, moscas y olores pestilentes. Con el daño que le
estamos haciendo a la naturaleza la gente cada vez está más triste y enferma.

HUGO: Ay, abuelita, ¿y qué podemos hacer? Necesitamos el fuego del dragón Carmín y él nos
pide cada vez más y más leña. No podemos dejar de cortar árboles.

ABUELA: Tenemos que encontrar una solución Hugo, o pronto la tribu acabará con los
cuidadores… No tendremos más leña, los animales silvestres desaparecerán, y el agua y
la tierra estarán muy enfermas para darnos alimento…

HUGO: Si tan solo hubiera una manera de tener el fuego sin alimentar al dragón… pero ¿cómo?

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ABUELA: (Rápidamente toma a Hugo, lo abraza protegiéndolo y le tapa la boca). ¡Shh! El dragón
Carmín es poderoso… (Mira a todos lados y se va con Hugo para otro lugar de la
escena). Solo otro espíritu de la naturaleza puede controlarlo; pero, sin naturaleza, los
espíritus se han ido muy lejos de nosotros.

HUGO: ¿Y si voy a buscar un espíritu, nonita?

ABUELA: (Lo mira). Aún no es tu tiempo de exploración, pero nuestra situación es grave. Sí, ve a
buscar uno…

HUGO: ¡Listo, nonita! ¡Ya mismo voy a buscarlo! (Emprende la salida, pero no sabe a dónde ir).
Y… ¿por dónde lo busco?

ABUELA: (Se burla tiernamente). Sigue al viento, guíate por el vuelo de las aves, escucha a la
naturaleza, ella te guiará.

HUGO: Bueno, nonita; no regresaré hasta encontrarlo. (Mira atentamente arriba, mira
alrededor, percibe el aire, olfatea, pone la oreja en el suelo y, luego, sale por un lado
del escenario).

ABUELA: Ojalá lo encuentres, Huguito. Y ojalá que aún haya tiempo. (Sale por el otro lado del
escenario).

Escena 4
006 Ambientación en la pantalla: Bosque de árboles frondosos donde brota un manantial. En la
pantalla, entra una mariposa azul y se posa en un árbol.
Entra Hugo, quien viene persiguiendo a la mariposa.
HUGO: Espera, mariposita azul; no vayas tan rápido, que llevo muchos días caminando, y casi
sin comer, y no puedo volar tan rápido como tú.

Llega jadeando y un poco débil. Y, cuando se acerca a la mariposa, esta sale volando fuera de
pantalla.
HUGO: ¡No te vayas! ¡Nooo! (Intenta perseguirla, pero cae desfallecido).

ABUELA: (Voz en off). Tenemos que encontrar una solución Hugo, o pronto la tribu acabará con
los cuidadores… No tendremos más leña, los animales silvestres desaparecerán, y el
agua y la tierra estarán muy enfermas para darnos alimento…

HUGO: (Se medio incorpora con mucho esfuerzo). Perdóname, nonita; he fracasado. Esa
mariposa era mi última esperanza. Me trajo a este bonito lugar, pero no he encontrado
ningún espíritu que pueda ayudar a la tribu… Ya no sé dónde más buscar… (Cae
desfallecido y llorando).

007 En ese momento, el agua del manantial comenzó a agitarse y surge una luz azul brillante que
ocupa toda la pantalla.
Entra Zafiro, el dragón del fuego nuevo. Hace una danza alrededor de Hugo.

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Hugo finalmente nota la presencia de Zafiro y se incorpora con esperanza.
ZAFIRO: (Se detiene y se dirige a Hugo). ¿Me llamabas?

HUGO: ¿Eres un espíritu de la naturaleza?

ZAFIRO: Así es.

HUGO: ¿Y puedes ayudar a nuestra tribu?

ZAFIRO: Depende… ¿qué le pasa a tu tribu?

HUGO: Hay un dragón rojo que se ha comido todos nuestros árboles y por eso tenemos
contaminación, enfermedad y hambre.

ZAFIRO: Encontraste al espíritu indicado. Mi nombre es Zafiro, El Brillante, y soy un dragón del
Fuego Nuevo; sé cómo ayudar a tu tribu...

HUGO: ¡Gracias, mariposita! ¡Gracias, nonita! ¡Gracias, espíritu! Con tu ayuda, acabaremos con
ese malvado dragón Carmín.

ZAFIRO: Oh, no… todas las fuerzas de la naturaleza tienen un propósito. Carmín es un buen
espíritu, pero es un viejo testarudo con un hambre voraz; si no se controla, puede
devorar todo a su paso. Vamos a tu pueblo, tengo algo que enseñarles. Sube a mi lomo,
llegaremos más rápido.

HUGO: ¡Graciaaasss! Me cae de perlas, porque no creo que pueda dar un paso más.

Hugo se sube sobre Zafiro y salen de regreso al pueblo.

Escena 5
008 Ambientación en pantalla: Nuevamente, el pueblo desolado.
De ser posible, que se vea en pantalla al dragón volando (una caricatura o ilustración en
concordancia con el estilo general de las ambientaciones), acercándose y dando algunas vueltas.
Los Pobladores, incluida la Abuela, se congregan a mirar con admiración al dragón.
Entran Hugo y Zafiro a escena.
HUGO: ¡Nonita! ¡Encontré al espíritu!

ABUELA: ¡Qué hermoso es!

CORO: Hola, amigo volador


Qué te trae por aquí hoy
Me asombras con tu color
Y quiero que volemos los dos

ZAFIRO: ¡Hola! Soy Zafiro, el dragón del Fuego Nuevo.

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CORO: ¿Otro dragón? ¡No no no!
La cara no nos verás
Hace mucho tiempo ya
Conocimos otro igual
Y ahora no podemos más

HUGO: ¡Él es un dragón diferente! Sabe cómo hacer que Carmín no siga acabando con los
cuidadores, ¿cierto, Zafiro?

ZAFIRO: Cierto.

CORO: ¡Imposible!

ZAFIRO: Pero cierto.

CORO: ¿Y cómo lo harás?

ZAFIRO: Habrá fuego, pero no sacrificando a los cuidadores.

Escena 6
009 Se oye un rugido, sale fuego rojo en la pantalla.
Entra Carmín.
CARMÍN: ¿Quién osa invadir mis dominios?

ZAFIRO: Carmín, viejo amigo. Soy yo, Zafiro.

CARMÍN: Tú no eres mi amigo. ¡Vete de aquí!

ZAFIRO: Pero qué grande y gordo estás. Con esa barriga, ¿si puedes volar?

CARMÍN: (Ruge furiosamente). ¡Puedo volar y te puedo incinerar en un segundo! Me envidias,


porque la tribu del Fuego Antiguo me alimenta bien, mientras tú… (Señala lo flaco que
es Zafiro y se burla de él). Vete, antes de que se acabe mi compasión.

ZAFIRO: Vine porque la tribu me llamó, quieren que te vayas. Tu forma de comer está acabando
con los cuidadores de la naturaleza.

CARMÍN: ¿Qué? (Mira furioso a los Pobladores. Ruge, sale fuego rojo y los Pobladores a duras
penas esquivan el fuego). ¡Desagradecidos! ¡Con todo lo que les he dado!

CORO: Te solíamos venerar


Pero tu hambre no puedes controlar
Sin cuidadores, la vida acabando está
Ni tú ni yo nos podremos alimentar

CARMÍN: ¡Insolentes! ¡Egoístas! ¿Qué les cuesta compartir un arbolito conmigo?

CORO: ¿Uno? ¡Já!

ZAFIRO: ¿No te das cuenta? Tu voracidad está dañando a la naturaleza, a los animales silvestres,
a la tierra, al agua, a la gente… Te estás dañando a ti mismo.

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CARMÍN: ¿A mí? (Se ríe con gana). ¿Pero no ves lo bien que estoy?

ZAFIRO: Si te comes todos los árboles no dejarás que crezcan nuevos cuidadores ni que el
bosque se renueve. ¿Con qué van a alimentar tu fuego mañana?

CARMÍN: ¡Ellos me conseguirán más!

CORO: ¿Pero, en dónde, dragón tragón?


¿No ves toda esta desolación?
Acabaste nuestro bosque de un quemón
Y no hay leña ni pa’un tostón.

CARMÍN: Pues sepan que no pienso dejar de comer. Si no me traen cuidadores, ¡seguiré con
ustedes!

Los pobladores exclaman aterrados en coro.


ZAFIRO: ¡Se acabó! Carmín, no me obligues…

CARMÍN: ¡Huy, no; qué miedo! ¿Me vas a golpear con una de tus maripositas?

ZAFIRO: Si no entiendes por las buenas, no me queda más remedio que ¡convencerte con
fuego!

CARMÍN: ¡Convénceme, si puedes!

ZAFIRO: ¡Rápido, Hugo! Tráeme lo que te dije.

HUGO: ¡Aquí está! (Señala una gran montaña de caca y de restos vegetales).

Zafiro come una buena cantidad de caca.


POBLADORES: ¡Ugg, está comiendo caca! ¡Y basura! ¡Guácala! ¿Por qué te comes esa caca
apestosa? ¡Y los desperdicios de la trillada del café! ¡Las cáscaras de la cocina! ¡Buag!

Música de duelo del Oeste.


010 Zafiro se pone en un lado del escenario y Carmín en el otro.
Ambos empiezan a soplar y, en la pantalla, sale llama azul del lado de Zafiro y roja del lado de
Carmín.
Juego en que los dragones soplan y parece que el uno le va ganando al otro.
011 Luego, la llama azul empieza a hacer retroceder a la llama roja.
ZAFIRO: ¡Pronto, Hugo! ¡No dejes de traer material orgánico!

HUGO: ¿Te refieres a la caca y a la basura? ¡Tenemos mucha! No te preocupes.

CARMÍN: Pobladores, tráiganme más leña, ¡apúrenle!

CORO: ¡Ya te comiste toda la que había, no hay más!

CARMÍN: ¿Qué? ¡No es posible! ¡Nooo!

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012 La llama azul hace salir por completo a la llama roja.
En la pantalla queda ardiendo una fogata de llama azul.
Carmín cae al suelo, agotado y sin aliento.
Los pobladores festejan.
POBLADOR/A: (Señala la fogata azul). ¿Ya vieron lo que el dragón Zafiro puede hacer?

ABUELA: ¿O sea que podemos hacer este fuego nuevo con los desechos de los animales y de la
finca? ¡Qué maravilla!

ZAFIRO: Así es. En la naturaleza, todo sirve. A ustedes les huele mal, pero esta caca y estos
residuos del café, de la panela, de la cocina, son el alimento con el que los dragones
azules producimos gas, que también sirve para cocinar. Además, los excrementos no
estarán regados por todo el pueblo, oliendo feo y atrayendo moscas y enfermedades.
Los restos vegetales no se vuelven basura. Y, cuando termino de digerir, lo que queda
es un fertilizante natural bueno para los campos.

CORO: Qué alegría nos das


Cocinar sin los árboles agotar
Cultivar sin el agua contaminar
Ni con químicos fertilizar
¿Será verdad tanta felicidad?

HUGO: ¡Es verdad! ¡Ya no tendremos que alimentar al dragón Carmín!

CORO: ¡Eeh!

CARMÍN: Ay, sí; ay, sí. Todos muy contentos y ni se acuerdan de mí. Ya nadie va a usar el fuego
antiguo, ni a alimentarme… (Llora como un dragón).

ZAFIRO: No te preocupes, la gente siempre te amará y se reunirá a tu alrededor para celebrar


sus fiestas; pero no te alimentarán todos los días, así que tendrás que ponerte a dieta.

CARMÍN: Bueno… si no hay más, tocará…

POBLADORES: ¡Eeh!

CORO: Todos en equilibro viviremos


Pues muchos árboles sembraremos
Y la tribu del Nuevo fuego seremos.

Todos salen animadamente, cantando, incluso los dragones.


Kye kieká
Kye chuhuzhá
Gata gata aïán
Gata ïeká

10
Kye kieká
Kye obazh agá
Gata gata aïán
Gata ïená

FIN

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