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El documento presenta dos conclusiones sobre la tutela. La primera conclusión define la tutela como una institución que asigna responsabilidad a una persona (el tutor) para proteger y cuidar a un pupilo que no puede cuidarse a sí mismo. El tutor debe administrar los bienes y representar legalmente al pupilo, y su corrección debe respetar la dignidad y derechos del pupilo. La segunda conclusión explica que desde el derecho romano existen tres tipos de tutela y que aunque las realidades han cambiado, las legislaciones modernas siguen esta división en cuanto a los
El documento presenta dos conclusiones sobre la tutela. La primera conclusión define la tutela como una institución que asigna responsabilidad a una persona (el tutor) para proteger y cuidar a un pupilo que no puede cuidarse a sí mismo. El tutor debe administrar los bienes y representar legalmente al pupilo, y su corrección debe respetar la dignidad y derechos del pupilo. La segunda conclusión explica que desde el derecho romano existen tres tipos de tutela y que aunque las realidades han cambiado, las legislaciones modernas siguen esta división en cuanto a los
El documento presenta dos conclusiones sobre la tutela. La primera conclusión define la tutela como una institución que asigna responsabilidad a una persona (el tutor) para proteger y cuidar a un pupilo que no puede cuidarse a sí mismo. El tutor debe administrar los bienes y representar legalmente al pupilo, y su corrección debe respetar la dignidad y derechos del pupilo. La segunda conclusión explica que desde el derecho romano existen tres tipos de tutela y que aunque las realidades han cambiado, las legislaciones modernas siguen esta división en cuanto a los
I. Desde que se reconoció y se reguló en diferentes Legislaciones la
institución de la tutela, se emitieron disposiciones para detallar: las clases de tutela, la incapacidad para ser tutor, las excusas de dicho desempeño, el ejercicio del mismo y, en consecuencia, la responsabilidad del tutor en su ejercicio tutelar, la remoción del tutor por las razones expuestas en la ley, así como la extinción de la misma. La tutela puede concebirse como la institución que confiere responsabilidad a una persona para que vele y proteja a un pupilo, que se le ha entregado por no tener capacidad para cuidarse él mismo y adolece de personas que puedan ejercer la patria potestad. La persona a la cual se le asigna la tutela se denomina tutor. Éste debe proteger y cuidar al menor, tiene facultad para corregirlo y debe administrar sus bienes y es quien lo representa de manera legítima. Esta corrección que puede hacer el tutor no debe en ningún momento vulnerar su dignidad, derechos y su desarrollo integral.
II. Desde el antiguo y fundamental Derecho Romano se regularon tres
clases de tutela: testamentaria, legítima y dativa, división que ha venido atravesando los siglos y aún se conserva en la universalidad de los Códigos, que han preferido seguir la pureza de la tradición. Las nuevas realidades, y experiencias acumuladas en el transcurso de los años de vigencia del Código de Familia aconsejan el perfeccionamiento de la institución de la tutela, en las Legislaciones modernas, se sigue la línea establecida en los cuerpos jurídicos de la antigüedad, en cuanto a los sujetos a tutela, pues, aunque la tendencia moderna sea concebir la tutela como defensa y protección de los menores de edad y de los mayores incapacitados, declarados así judicialmente.