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LOS MANDAMIENTOS DEL ABOGADO

Los mandamientos del abogado son testimonios que prestan declaración, no para
imponer conceptos sino para provocarlos positivamente en la profesión. La abogacía
y sus formas de aplicarlo o su ejercicio son resultados de la experiencia histórica ya
que las necesidades de las personas o sus ideales van cambiando con el transcurrir
del tiempo y nacen nuevos requerimientos, todo esto es propio del espíritu
evolucionista del hombre.

La abogacía es arte porque es la manifestación de lo escrito previamente, al igual


que el arte tiene sus reglas pero estas reglas no son de carácter absoluto ya que
quedan libradas a la inagotable aptitud creadora del hombre.

La abogacía es político porque es una disciplina dentro del orden.

Es ético porque es un constante ejercicio de la virtud y la virtud es la capacidad que


tiene una cosa de producir un determinado efecto positivo.

Y la abogacía como acción es un constante servicio a los valores superiores que


rigen y guían la conducta humana.

1° ESTUDIA: Este mandamiento hace referencia al estudio constante de las Leyes


que siempre van cambiando debido a su dinamismo, las leyes son dinámicas porque
van cambiando según las necesidades de los hombres. Es casi imposible asegurar
que un abogado puede conocer todas las disposiciones emitidas por su Estado. Las
normas nacen, cambian y mueren constantemente. Se menciono que es derecho es
arte y como toda arte se profundiza con sacrificio para no quedarnos
desactualizados.

2° PIENSA: Se refiere que tenemos que razonar lo aprendido, aplicar la Ley a casos
concretos usando el raciocinio, inteligencia, intuición sensibilidad y acción. El
abogado recibe la confidencia profesional de un caso de la angustia humana y este
lo transforma en una exposición lucida, mientras su pensamiento sea más amplio
podrá hacer una exposición mas eficaz, transforma la angustia en lógica aplicando la
norma en un caso determinado y el juez transforma esa lógica planteada en justicia.

3° TRABAJA: Siempre al servicio de la justicia. En el texto nos da una cantidad


ficticia acerca de los diferentes tipos de trabajos que se ejercen en la profesión de la
abogacía, nos indica que de cada cien asuntos que pasan por la oficina de un
abogado, cincuenta no son judiciales, son consejos, orientaciones e ideas en asuntos
de negocios, familia o prevención de conflictos futuros. De los cincuenta restantes,
treinta son de rutina que tratan de gestiones, tramitaciones, obtención de
documentos, asuntos de jurisdicción voluntaria, defensas sin dificultad o juicios sin
oposición de parte. De los veinte restantes, quince tienen dificultad y requiere de un
trabajo intenso, pero estando al pendiente de lo vivido y aplicando la razón es posible
analizar y resolver el caso. Y los cinco casos restantes es la esencia misma de la
abogacía, son los grandes casos referidos a la magnitud de esfuerzo físico y mental
que realiza la profesión, son situaciones graves que se deben trabajar por meses o
incluso años. Este trabajo demanda un sagacidad, aplomo, visión lejana y autoridad
moral.

4° LUCHA: Es deber luchar por el derecho cuya finalidad es la justicia. Desde


tiempos inmemoriales se atribuye a la abogacía una significación guerrera, se debe
luchar por la justicia cuyo medio es el derecho, ya que el derecho no aparece en la
escala de valores pero si aparece la justicia a la cual se llega por medio del derecho.

5° SE LEAL: Este mandamiento se refiere a la lealtad que debemos a nuestro


cliente, lealtad que perdura mientras creamos que nuestro cliente es digno de
nosotros, ser leal con la parte adversaria aun por mas equivocada que esté, esta
lealtad se sustenta en que en una contienda legal tiene que haber mínimamente un
hombre honrado contra uno que no lo es, caso contrario estaríamos en una disputa
sin tanto sentido de los “pillines”. Ser leal con el juez porque este desconoce los
hechos acontecidos y creen de buena fe lo planteado por los abogados. No es de
mas mencionar que una rara afiliación etimológica vincula las palabras Ley y lealtad.
6° TOLERA: Debemos tolerar la verdad ajena, dar el respeto que también merece
nuestra verdad expuesta. Tiene que estar presente el respeto mutuo, la cortesía
entre las partes.

7° TEN PACIENCIA: Muchas veces la impaciencia pone en peligro la misión del


abogado, uno tiene que saber tener paciencia, escuchar atentamente, la otra parte
podría estar fundamentando de manera errónea y por impaciencia nos
desesperamos a responder lo antes posible sin prestar atención a lo expuesto por la
parte contraria, lo mejor es escuchar atentamente, analizar y exponer. Paciencia para
escuchar a cada cliente y sus diversas pretensiones, bajo la presión que nuestros
clientes piensan que sus asuntos son los mas importantes del mundo. Paciencia para
hallar solución ya que no siempre aparecen al primer análisis, algunos llevan de
tiempo de razón. Paciencia para soportar al adversario porque le debemos lealtad y
tolerancia.

8° TEN FE: La fe en el derecho es importante porque el derecho positivo es el mejor


instrumento para la convivencia pacifica del humano ya que el derecho a través de
larga historia es instrumento para una mejor convivencia. También es de importante
tener fe en la libertad porque por la libertad existe el derecho, la justicia y la paz.

9° OLVIDA: La abogacía es una lucha de pasiones pero si dejamos que en cada


batalla se nos cargue rencor un día la vida será imposible. Concluida la batalla lo
ético es olvidar tan pronto tu victoria como la derrota. No es profesional ni ético
seguir metidos en casos pasados, alzando la voz como si aun fuese el adversario. El
precepto dice que los pleitos se defienden como propios y se pierden como ajenos
pero aquí añado que también se ganan como ajenos ya que no tiene caso objetivo
seguir recordando pleitos pasados y discutiendo sobre ello como si pudiéramos
cambiar el resultado. El abogado que sigue discutiendo luego de la cosa juzgada, en
nada difiere o nada puede cambiar.

10° AMA A TU PROFESIÓN: El amor al oficio eleva la jerarquía del arte. Esto quiere
decir que si amamos, tenemos una pasión por nuestra labor entonces podremos
profundizarla más y tratar de lograr la experiencia mas amplia posible, un amor tal
que si algún día mi hijo me pide un consejo acerca de su futuro, sea un honor
recomendarle la bella profesión de la abogacía que repara problemas de la sociedad,
buscándolo en el derecho con finalidad de justicia.

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