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DECALOGO DEL ABOGADO 
EDUARDO J COUTURE 
 
TEORIA POLITICA 

GUILLERMINA PATRICIA VENTA REYES 
LICENCIATURA EN DERECHO SABATINA 50+ 
MATRICULA 5361192 

UNIVERSIDAD MULTICULTURAL CUDEC 
EL DECÁLOGO DEL ABOGADO
(EDUARDO J. COUTURE)
El Decálogo del Abogado escrito por Eduardo J. Couture (1904 – 1956), Jurista y docente, profesor titular de
Derecho Procesal en la Universidad de la República. Dirigió la “Revista de Derecho, Jurisprudencia y
Administración”, fue Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y presidente del Colegio de
Abogados. Sobre los temas de su especialización (procedimientos jurídicos y organización de tribunales)
dictó cursos universitarios y conferencias en varios países y también dio a conocer diversos trabajos, entre
otros un frecuentado “Vocabulario jurídico”.

El Decálogo del Abogado indica los mandamientos que debe seguir quien ejerce la profesión de abogado,
satisfaciendo tanto las exigencias de la libertad humana, como las de la justicia social, adaptadas a las
necesidades actuales. Flores (2002), manifiesta que este es un documento que contiene un mandamiento de
conducta y ética que la doctrina y los reglamentos profesionales o corporaciones imponen a los abogados en
el ejercicio de su profesión.

Así las cosas, la abogacía, debe ser moldeada de acuerdo al caso, al abogado y diversas circunstancias que
rodean a ambos sin olvidar las reglas y leyes que se han impuesto en la sociedad; por lo que se puede
convertir en algo muy justo, siempre y cuando se ejerza como una virtud y no se vea simplemente como un
negocio, lo cual es parte de los valores y principios que rigen a cada uno de estos seres humanos llamados
abogados. El Decálogo del Abogado establece diez postulados importantes frente a la conducta y formación
del abogado, así como su desempeño y manejo adecuado del derecho y la justicia dentro de su ejercicio
profesional.

En el primer postulado (estudia), Couture nos habla de que se debe estudiar, ya que el derecho se
transforma constantemente y si no se siguen los pasos, uno será cada día un poco menos abogado. Frente
a este postulado vale la pena destacar que el derecho es cambiante, así como lo es la vida cotidiana, y por
ello se debe estar actualizado con el acontecer social y jurídico para estar siempre a la vanguardia
normativa. De esta forma el abogado encontrara nuevas opciones y tendrá plena seguridad en sus acciones
con un estudio y tendrá la certeza de estar al día y tener el conocimiento para cualquier situación que se le
presente.

En el segundo postulado (piensa), el autor nos habla de que el derecho se aprende estudiando, pero se
ejerce pensando; El abogado por más conocimiento y experiencia que tenga no debe dejarse llevar por la
primera convicción que se le venga a la mente, sino hacer un profundo análisis de los factores jurídicos y de
posibles alternativas que pueden dar lugar a una mejor solución. Se debe tener un pensamiento muy amplio
en base al trabajo ya que, si bien es necesario estudiar, también se debe ser hábil a la hora de razonar para
expresar los pensamientos ya que esta es la base del éxito. Para ejercer la carrera de derecho, es necesario
conocer una serie compleja de disposiciones jurídicas, mas no implica que se deba aprender de memoria su
contenido, es importante comprender y entender cuándo y por qué se aplican, así como las obligaciones y
derechos que conceden, y en consecuencia por el ejercicio diario y su utilización respectiva se aprendan de
memoria, hay aprender a pensar y analizar la ley, comprender su sentido, no solamente su contenido en
sentido estricto.

Refiriéndonos al tercer postulado (trabaja), nos damos cuenta de que el autor hace referencia a que la
abogacía es de ardua fatiga que es puesta al servicio de la justicia; es así como la justicia se necesita aplicar
en todo momento y en el momento en el que el cliente llame o alguien lo solicite se debe estar ahí. El
abogado no debe tener tiempo para el cansancio ya que la justicia nunca se detiene. Para lograr el éxito
solamente el trabajo y la constancia permite un desarrollo en el abogado de forma exitosa. De esta forma,
para lograr ser un buen abogado será el trabajo diario lo que hará la diferencia entre los demás.

 
Continuando con el cuarto postulado (lucha), el autor menciona que se debe luchar por el Derecho,
pero el día que exista un conflicto entre el derecho con la justicia, se deberá luchar siempre por la justicia.
De acuerdo a ello, coincidimos en que el fin del derecho es que la justicia abra conflictos y dificultades, pero
siempre se deberá luchar por que haya justicia y de esta manera que cada persona reciba lo que merece de
acuerdo a sus acciones. Así, la justicia debe primar sobre el derecho el cual es una herramienta para que la
justicia funcione de la mejor manera.

En el quinto postulado (se leal), el autor nos habla de que debemos ser leales con nuestros clientes, a
quienes no se deben abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti. También se debe ser leal para
con el adversario, aun cuando él sea desleal. Leal para con el juez, que ignora los hechos y debe confiar en
lo que se le dice; y que, en cuanto al derecho, alguna que otra vez, debe confiar en el que se le invoca. Es
así que se debe intentar ser leal con todo el mundo para que todo el mundo intente ser leal con uno.

La lealtad es muy fundamental en el abogado con el cliente, no hay que abandonarlo por más que se
complique el caso decirle la verdad en todo momento, decir la verdad con el juez ya que él no ha visto los
hechos el abogado es quien se lo hace saber y el confía en él. La lealtad obliga al abogado a decir la verdad,
hacer conocer el alcance del problema mantener informado sobre el avance del proceso, demostrar interés
por la causa, actuar con agilidad, instruir al cliente sobre lo que debe hacer o decir, presentar toda la prueba
posible, no tolerar ni renunciar derechos sin el expreso consentimiento del cliente, estos deberes son
fundamentales para ser un buen abogado.

El sexto postulado (tolera), el autor hace referencia a la tolerancia frente a la verdad ajena en la misma
medida en que el abogado quiera que sea tolerada su propia verdad.

Es así como no hay que juzgar, hay que ser tolerante y dejar hablar a la contraparte ya que si se quiere
respeto se debe ofrecerlo, si escuchamos seremos escuchados, aunque no se esté de acuerdo y sean
diferentes nuestros datos, por lo tanto, debemos ser tolerantes en todo momento.

El séptimo postulado (ten paciencia) se refiere según las palabras del autor a que el tiempo se venga
de las cosas que se hacen sin su colaboración; es decir que se debe ejercer de manera tal de no presionar
nuestras acciones y ejercer de forma tal que sigamos todos los protocolos, plazos, etc. y que, conforme al
tiempo, sus resultados van llegando poco a poco en justa medida y al tiempo que es.

Refiriéndonos al octavo postulado (ten fe), podemos observar que el autor nos enfoca hacia la fe en el
Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la Justicia, como destino normal del
Derecho, en la Paz como substitutivo bondadoso de la Justicia; y, sobre todo, fe en la Libertad, sin la cual no
hay Derecho, ni Justicia, ni Paz. De esta forma la fe es la esperanza que tiene el abogado en el ejercicio de su
profesión buscando siempre servir en beneficio del bienestar de la comunidad y el perfecto orden social que
debe funcionar en total libertad sin presiones de ningún tipo.

Con respecto al noveno postulado (olvida) nos refiere el autor que la abogacía es una lucha de pasiones,
a lo cual a medida que se avance en cada batalla jurídica dentro de nuestro ejercicio, se podrán presentar
momentos difíciles y tensos que no pueden llenar el alma del abogado de odio ni rencor, sino por el contrario
ser visto como experiencias propias del oficio y por ende se debe olvidar dichas tensiones producto ya sea de
victorias o de fracasos.

Finalmente, Couture nos indica el ultimo postulado (ama tu profesión), el cual sin desmeritar ninguno
de los anteriores es quizá el más importante desde nuestra concepción, a tal punto de que la abogacía debe
ser no solo nuestra profesión sino ser parte de nuestras vidas como lo es nuestra familia y de acuerdo a ello


 
saber que gracias al derecho seremos personas integras, correctas, llenas de valores, conocimientos y
principios que nos ayudaran a orientar no solo nuestras vidas sino la vida de quienes amamos y como el
mismo autor lo manifiesta, ser un honor proponer ser abogado a nuestros hijos el día en que ellos nos pidan un
consejo para su vida y para su destino.

En suma, el catálogo del abogado permite que, como estudiantes de Derecho, seamos conscientes de lo
que realmente significa esta profesión, de la gran responsabilidad que comprende dentro de la sociedad y de
las repercusiones que trae consigo cuando no se ejerce correctamente. Igualmente, busca proteger y
salvaguardar la moral y la integridad física de un abogado, imponiendo con ello un conjunto de valores que
consagran la ética profesional del individuo. Consiguiendo con ello que la aplicación de los derechos
humanos sobrepase la rigidez de las leyes en la actualidad, “ya que todo derecho es una ley, pero no toda la
ley consagra un derecho” (Bautista, 2002).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 https://www.gestiopolis.com/analisis-del-decalogo-del-abogado-couture/
 Chanamé Orbe, Raúl. Diccionario jurídico moderno. Lima, Ed. San Marcos, 1995.
 Couture, Eduardo J. Los mandamientos del abogado. Comentados. México, IURE editores, 2002.
 Flores Polo, Pedro. Diccionario jurídico fundamental. 2° ed. Lima, Grijley, 2002.
 J. Eduardo, «Los Mandamientos del Abogado,» Revista de la Escuela Nacional de Jurisprudencia,
vol. LII, nº 238, 2002.


 

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