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PRINCIPIOS BIBLICOS PARA LA PROSPERIDAD FAMILIAR

Los sistemas económicos del mundo condicionan a las familias a vivir toda la vida
endeudados por préstamos bancarios que consumen las finanzas e incluso ahorros de las
familias, las tarjetas de crédito, las compras a pagos que ofrecen las empresas de ventas
(con dice que) “facilidades de pago sin recargo”.
El tema de la buena administración en el hogar, no pasa más que; el enfoque en planear
gastos, enfrentar imprevistos, cumplir con objetivos financieros y un uso adecuado de un
presupuesto.
Desde el punto de vista bíblico, podemos aprender y poner por obra un sistema diferente
que Dios ha establecido para la familia en su Santa Palabra, para lo cual proscribe
principios válidos para la prosperidad y bienestar de la familia.

1. Comenzamos con la enseñanza de no endeudarnos, pagar lo que


debemos y evitar ser fiador de préstamos ajenos.
Romanos 13:7,8. “Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto,
impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra” “…No debáis a nadie nada”.
“¡Hay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo
de balde, y no dándole el salario de su trabajo.” Jeremías 22:13.
“El impío toma prestado, y no paga; Más el justo tiene misericordia, y da.” Salmo 37:21.
“…Y el que toma prestado, es siervo del que presta” Proverbios 22:7.
“Con ansiedad será afligido el que sale fiador de un extraño; Mas el que aborrece las
fianzas vivirá seguro.” Proverbios 11.15.

2. Practiquemos el principio de diezmar todo lo que ganamos y recibimos .


Génesis 14:18-20.
“Y le dio Abram los diezmos de todo.” Abraham no estaba bajo la ley, como algunas
personas piensan que el diezmo es de la ley de Moisés, el diezmo es por gratitud y
obediencia.
Del Señor es todo pero nos permite quedarnos con el noventa por ciento de los ingresos
con bendición y el diez por ciento que lo demos para su casa. Malaquías 3:10.
No hay pobres que no puedan dar, aun los más pobres de los pobres pueden dar los
diezmos, en el país de la India los más pobres de los pobres diezman, arroz, leña, aceite y
sal.
Así muchos de ellos han dejado de ser pobres porque Dios les ha prosperado hoy son
productores agrícolas, ganaderos, empresarios y tienen familias prosperas.
3. El principio de sembrar la semilla, las ofrendas. 2ª Corintios 9:6-11.
Se siembra lo que se quiere cosechar, si siembra maíz, cosechará maíz, si siembra
hortalizas cosechará hortalizas, si siembra dinero cosechará dinero, las ofrendas son
semillas que producirán cosecha, por lo mismo debemos dar la mejor semilla, lo mejor
del dinero no monedas que ya no tienen valor los billetes en nuestra economía de más
valor son de 200, 100, 50, 20, 10 y 5 quetzales. Si sembremos semillas generosamente
vamos a cosechar abundantemente.
Dios le da semilla al que siembra, al hacerlo Dios le llena su depósito con más y más
semilla pero el que no siembra la semilla se pierde la oportunidad de cosechar y de recibir
semilla.
Las iglesias de Macedonia es un ejemplo de que, cuando se siembra en tiempos de
escasez, Dios dará una cosecha abundante. Ellos dieron más de lo que podían dar, en
medio de su pobreza abundaron en riqueza de su generosidad. 2ª Corintios 8:1-3.

4. El principio de dar a Dios lo primero, lo que se llama primicias . Ezequiel


44:30.
Las primicias de todos los primeros frutos, el primer ingreso del año, del mes o el primer
sueldo, las primeras ganancias de un negocio, los primeros frutos del campo y los
primogénitos de los ganados. “Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y
toda ofrenda de todo lo que se presenta de todas vuestras ofrendas, será de los
sacerdotes; asimismo daréis al sacerdote las primicias de todas vuestras masas, Para
que repose la bendición en vuestras casas.” Amén.

5. Practiquemos el principio de ayudar al necesitado, de la familia física y de la


familia de la fe. Deuteronomio 15:7-8,10.
Juan Wesley dijo: “Gana todo lo que puedas, ahorra todo lo que puedas y da todo lo que
puedas”

6. El principio de la buena administración.


Saber administrar, desarrollar la cultura del ahorro, la técnica del 50/50 quetzal ganado
mitad comido y mitad guardado, “Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; Mas el
hombre insensato todo lo disipa” Proverbios 21:20.
No es lo que tenemos, sino como lo administramos, ocho de cada diez personas que se
ganan la lotería, después de ocho años no tienen nada.
No hay duda que Dios quiere prosperar a las familias en todo, y que los principios que ha
establecido en su Palabra son efectivos para la abundancia y bendición de la familia.
Conclusiones
Ministración

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