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DEFINICIÓN DEL CONCEPTO CORRUPCIÓN

El nombre "corrupto" proviene de la palabra latina "corrupción", que para los clásicos


romanos significa algún tipo de cambio. Este cambio se interpreta como algo negativo. Lo más
importante es que el uso más antiguo de la palabra es la muerte de los seres vivos. La corrupción
es la antítesis de la generación de vida. Corruptio proviene del verbo lammpere que
significa destruir, destruir // destruir // desviar. La raíz de la palabra rumpere se deriva de
onomatopeya, es decir, intenta imitar el sonido de algo para ser entendido. Rambir quería imitar
el sonido de algo rompiéndose de cualquier forma. Los romanos mencionaron en esta palabra el
hecho de que algo se rompe, no la forma en que algo se puede romper (romper, caer, reventar,
explotar, etc.). Coromber se suma a la caracterización del cambio, señalando que el acto de
romper es indicativo de deterioro. La corrupción, entonces, es un cambio que
se separa por refracción. La corrupción es un proceso de distorsión. Con su desarrollo, las cosas
ya no son las mismas.

Habiendo establecido la base etimológica de la palabra 'corrupción',


ahora proponemos desarrollar el concepto de corrupción operativa para la encuesta. Para ello,
utilizamos el estudio de las mismas fórmulas tradicionales y modernas: la definición tradicional
de “corrupción” es “la prestación de relaciones entre un hombre y una mujer”. Esta
definición hace un aporte importante para aclarar nuestro concepto: La corrupción es un mal
que corrompe una relación por redundancia o imperfección. Sin embargo, la definición completa
no cumple con los requisitos de nuestro trabajo, ya que amplía aún más el concepto al
generalizar su comprensión de 'sobre hombres o cosas'. Ninguna entidad física puede
justificar este tipo de corrupción. Pero estamos decididos a limitarnos a los humanos. Lo que
necesitamos entonces es una comprensión específica de las cosas humanas para que la extensión
del concepto a los humanos pueda reducirse.

El significado moderno de 'corrupción' es 'la confusión de lo público y lo privado' que se utiliza


para beneficio privado. Esta nueva definición nos da otra nota importante en nuestra búsqueda
de fenómenos. La corrupción se refiere a las personas desde dos ángulos diferentes, uno de los
cuales puede llamarse interno (adentro) y el otro externo (adentro). Sin embargo, la definición
moderna tiene algunos problemas de extensión. ¿Hay corrupción en una sociedad patriarcal
donde todo es propiedad privada del patriarca? ¿Qué tal una empresa privada
donde el empleado utiliza sus posiciones para obtener ingresos personales? ¿Dónde está la línea
clara entre los roles públicos y privados? estado y sociedad; gobierno y estado; ¿Intereses
políticos y administrativos, derechos y deberes de individuos y grupos?

Para Galli (1996: 214): “La corrupción es un fenómeno que cambia u oscurece la forma de una


cosa, pero puede referirse a una realidad física o moral, por lo que existen varias acepciones del
término que nos ayudan a aclarar nuestro tema. Hay formas de
corrupción material y otras formas de corrupción moral. En esta definición, notamos el reflejo
moral y material del fenómeno. En nuestro caso, no nos vamos a centrar en los temas materiales,
porque creemos que la corrupción nace del accionar de los actores.

Malem Seña (2000: 28), al intentar definir el fenómeno, presta especial atención a “el


cargo del actor”, por lo que existirá corrupción en: “Actos que constituyan violación real o pasiva
de los deberes de un cargo o violación de cualquier función particular realizada bajo una
autoridad preciosa para la obtención de una ventaja externa, independientemente de
su naturaleza.” En este sentido, somos conscientes de las preocupaciones de los actores y las
violaciones de un marco normativo particular.

Por su parte, Mauro (1997: 1) entiende la corrupción como: “actos ilícitos que afectan


la eficacia del gobierno”. Aquí vemos una definición clásica de la economía, centrándose en
la esfera pública y la idea de eficiencia. Pero se excluyen las acciones tomadas por actores
privados contra funcionarios públicos para obtener ventajas industriales o individuales.

Para Seligson (2002:1), corrupción es: “el maltrato de funcionarios públicos para beneficio
personal”. Esta definición parece exonerar a los agentes especiales involucrados en
una relación corrupta.
En el caso de Andvig y Odd-Helge (2000) la pregunta será: “El comportamiento
del representante del estado y del poder público en la dirección de la ganancia privada”. En la
misma línea, la corrupción para Pretzel (2000) es: “El uso indebido del cargo público
para beneficio personal”.

Para Heindenheimer (1990: 6) “La corrupción es un trato entre partes de los sectores público y


privado en el que ciertos bienes colectivos se convierten ilegalmente en recompensas privadas”.
Pero estas definiciones encontramos que dejan fuera de su alcance algunos aspectos que
no pueden ser ignorados, a saber, las relaciones que se establecen entre los estados (lo
público), incluyendo los aspectos relativos de las dos partes; o en una economía globalizada, la
relación entre dos personas con diferentes recursos y capacidades; O una cuestión
de dirección, no todos los actos de corrupción siempre surgen en el sector público, donde hay
actores tanto activos como pasivos.

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