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Resumen de lectura

BUAP/ICSyH – Maestría en Sociología


Libro: El oficio de sociólogo: presupuestos epistemológicos.
Autores: Pierre Bordieu; Jean-Claude Chamboredon; Jean-Claude Passeron.
Año: 2018 (cuarta reimpresión, Siglo XXI Editores)
Sección: Tercera parte. El racionalismo aplicado.

Estudiantes: Rubén Chacón; Gwendolyn Jiménez; Pablo Jiménez; Ambrosio Linares;


Jorge Muñoz de Jesús; Emir Zárate Acevedo.

La premisa básica del racionalismo aplicado es que el hecho científico se conquista, se construye
y se comprueba; de lo cual se deriva a su vez una jerarquía de los actos epistemológicos. Ello no
implica la configuración de un método universal aplicable para todos los objetos. Muy por el
contrario, es precisamente, debido a que la construcción del objeto científico requiere una
metodología propia adecuada a la naturaleza del conocimiento de tal objeto, que se vuelve
indispensable la vigilancia epistémica aplicada a la construcción científica del objeto según una
jerarquía de actos epistemológicos que no existe con independencia del proceso mismo de
investigación del objeto.

El error de empiristas, formalistas e intuicionistas radica en la desvinculación de los actos


epistemológicos; de lo que se deriva una representación fragmentada y reduccionista del proceso
de construcción científica del objeto. Tal concepción es necesariamente ficticia, porque se
fundamenta en la autonomización de operaciones que, en realidad, constituyen un proceso
unitario. A contrapelo de esa concepción que falsamente se considera científica, la
experimentación obtiene su valor de la construcción teórica de objeto que pone a prueba, esto es,
de la posibilidad de que tal experimentación compruebe el grado en que la construcción teórica
rompe con las apariencias y, rompiéndolas, las puede reconocer como tales. Por consiguiente, la
construcción de objeto presupone la ruptura epistemológica con las prenociones. Esto requiere
también romper con la manía metodológica que, con frecuencia, oscurece y oculta la posibilidad
de un conocimiento auténticamente científico. De este modo, la intuición ─que apunta hacia la
totalidad─ puede tener un valor científico dentro de la construcción de objeto; pero tal valor
solamente existe en la medida en que sugiere hipótesis y contribuye al control epistemológico de
las demás operaciones.

Por lo tanto, el racionalismo aplicado rompe con la epistemología propia de la sociología


espontánea cuando invierte la relación entre la experiencia y la teoría. El dato por sí mismo no
constituye la verdadera fuente de conocimiento. Esta es la ideología de un procedimiento que,
pensándose a sí mismo como científico, termina por someterse acríticamente a lo ya dado como
un hecho natural. De modo opuesto, con frecuencia la historia de la ciencia nos demuestra que
una ruptura teórica ─con la tradición epistemológica anterior─ permite la aparición de nuevos
objetos científicos ─v. g. el descubrimiento del principio de la inercia por Galileo Galilei─. En tal
sentido, no existe experimentación científica que no implique presupuestos o principios teóricos;
debido a que, antes de realizar el proceso empírico, se tiene ya en mente el proceso en cuestión.
Con otras palabras, para realizar la experiencia científica debe antes pensársela. De allí que toda
hipótesis constituya una síntesis teórica en la cual está siempre involucrada una dialéctica entre
teoría y verificación.

En este orden de ideas, la verdadera experimentación puede ser calificada como


experimentación teórica; en la cual una teoría sistemática de lo real encuentra su prueba en la
coherencia integra del sistema total de hechos creados, por y no para las hipótesis teóricas que se
tratan de convalidar. De modo opuesto, el positivismo sociológico y la sociología espontánea no
pueden sino estar condenados a la tautología metodológica; en la cual un procedimiento
profundamente irracional cree encontrar su verificación en la repetición de sus propios
presupuestos metafísicos no cuestionados.

Referencias bibliográficas

Bourdieu, P., Chamboredon, J. C. y Passeron, J. C., 2018. El oficio de sociólogo: presupuestos


epistemológicos. Ciudad de México: Siglo XXI Editores.

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