Introducción

En este trabajo se hablará del éxodo 3:1-15, donde Dios se aparece a Moisés en la zarza
ardiente y llama a Moisés a librar a Israel de la servidumbre. Dios se identifica a Sí mismo como
el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, y como el Gran YO SOY. Dios promete herir a Egipto y
sacar a Su pueblo con gran riqueza. La finalidad de este trabajo es comentar cada versículo
con el objetivo de confirmar y brindar un nuevo punto de vista a los lectores.

(Éxodo 3:6-10)

(Éxodo 3:6) Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios
de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.

Comentario: Dios le dijo a Moisés que hiciera lo que era apropiado para una criatura frente a
su Creador y Moisés respondió como un hombre que sabía que no sólo era una criatura, sino
una criatura pecadora.

(Éxodo 3:7) Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en
Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus
angustias,

Comentario: Dios pronto mostraría su cuidado y compasión por Moisés y el pueblo de Israel.

(Éxodo 3:8) y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de

aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares
del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.

Comentario: Dios no decidió en ese momento darle a Israel la tierra de Canaán. Era la misma
tierra que Él prometió a los patriarcas hace unos 400 años antes de estos eventos.

(Éxodo 3:9) El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también
he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.

Comentario: Dios quería que Moisés e Israel supieran que a pesar de que él está separado se
preocupa y se conecta a sí mismo con nuestras necesidades.

(Éxodo 3:10) Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto
a mi pueblo, los hijos de Israel.

Comentario: Esto muestra que Dios a menudo elige confiar en determinados humanos. Dios
lo podría hacer todo Él mismo, pero la mayoría de las veces el plan de Dios es trabajar con las
personas y a través de ellas, ya que somos colaboradores juntamente con Él.