Transcurridos dos años de pandemia en los cuales se han establecido nuevos modos de

relacionarnos, consideramos importante plantearnos algunas preguntas, sobre todo si

contemplamos los efectos que ha tenido (y sigue teniendo) hasta la actualidad.
¿Cómo se han reestructurado las relaciones humanas? ¿Cómo concebimos el tiempo histórico
en medio de una época de incertidumbre respecto al futuro? ¿Cuál es el rol que deben cumplir
las Ciencias Sociales en una sociedad tan cambiante? En un mundo donde abunda la
información ¿Cómo logramos que nuestros estudiantes la seleccionen y la comprendan?
Por otro lado, ¿Cómo han retornado a las aulas los y las estudiantes después de un inédito y
largo período de distanciamiento social? Evidentemente han progresado en el uso de la
tecnología. La han convertido en una herramienta cotidiana que les permite acceder a la
información de manera instantánea. Sin embargo, las cuarentenas han dejado huellas cuya
profundidad estamos descubriendo de a poco: temores, ansiedades, cuestionamientos, pena,
y un largo etcétera que confirman diversos estudios en el plano nacional e internacional.
Entonces ¿Cuál es nuestro rol como Departamento de Ciencias Sociales? ¿Cómo abordamos
estos desafíos?
En el ámbito socioemocional estamos desarrollando diversas actividades que han permitido
que las y los estudiantes se expresen, que dialoguen en el aula, que comuniquen sus
inquietudes e intereses y generando instancias para que validen sus propias emociones, como
por ejemplo debate en aula, jornadas de autoconocimiento y autoafirmación de la imagen
propia e intervenciones en el ámbito de la buena convivencia en la comunidad educativa.
En el ámbito académico ajustamos nuestro trabajo a los objetivos priorizados que el MINEDUC
ha establecido para este año. Hemos enfatizado en el desarrollo de habilidades que nuestras
asignaturas desarrollan y que parecen hoy cada vez más indispensables: Pensamiento
temporal, análisis de fuentes de información, pensamiento crítico y comunicación. En este
aspecto, ha sido fundamental el trabajo de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), cuya
metodología permite que las y los estudiantes trabajen en equipos de forma colaborativa, se
planteen una pregunta inicial con el objetivo de encontrar una respuesta, por lo tanto deben
organizarse, trabajar de manera autónoma y tomar una serie de decisiones, y mientras todo
eso ocurre, se van restableciendo las relaciones sociales tan severamente interrumpidas por la
pandemia.
Asimismo, en medio de las dificultades que se presentan en un mundo cambiante y lleno de
interrogantes, donde se tienden a polarizar las posturas frente a diversos temas, estimamos
necesario aplicar un enfoque valórico que ponga en ejercicio los principios del humanismo y el
laicismo, con énfasis en la tolerancia, el respeto y la fraternidad, entre otros.
Finalmente, como Departamento, y en congruencia con el Proyecto Educativo Institucional
debemos contribuir a la formación de personas integrales que ejerzan una ciudadanía
reflexiva, responsable y participativa ante los desafíos del futuro.