Está en la página 1de 8

FUNDAMENTOS Y TENDENCIAS DEL CURRÍCULO

ACTIVIDAD II

ENSAYO SOBRE EL CURRICULO

Autores: Argemiro José Estrella Zabala


Robín José Ojeda Luna
Yomaira del Socorro Ortega Guzmán

DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN CON ENFASIS EN


ADMINISTRACION EDUCATIVA

UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE EDUCACIÓN, CIENCIA Y


TECNOLOGÍA “UMECIT”
Aprobada para su funcionamiento en la República de Panamá

Mediante Decreto Ejecutivo N° 575 de 21 de julio de 2004.

Acreditada mediante Resolución No. 15 del 31 de octubre de 2012

Colombia, Agosto 2022


2

EL CURRICULO
Si bien el currículo ha permitido la consecución de actividades particularmente
asertivas para la educación y la formación seglar de los estudiantes a lo largo de los años,
no en vano vale la pena recordar su conceptualización como punto de partida para la
comprensión de su funcionamiento e implicaciones en el ámbito organizacional; de la
misma educación desde sus bases más significativas.
Primeramente, se define al currículo desde su composición epistemológica latina
derivada de “curru, cursus o curre” el cual tiene como significado, correr, recorrer, ir
ágilmente, y se usaba en la antigua Roma haciendo mención como “cursos honorum”
para referirse al recorrido que hacía un ciudadano a lo largo de su vida, o bien sean sus
logros alcanzados y acumulados para ocupar los cargos de importancia relevante y
profesional.
En pocas palabras, el currículo educativo se configuró como el territorio
circundado, planeado y diseñado para el esparcimiento del conocimiento en donde se
representan los contenidos que el profesorado y las Instituciones educativas poseerán
para propiciar el acto educativo. Establece el encuentro entre lo que ha de enseñarse y lo
que se ha de aprender, y por supuesto se reúnen los actores principales, los docentes y
los educandos. Bien oportuno es la conceptualización: curriculum es la selección regulada
de los contenidos a enseñar y aprender que, a su vez, regulará la práctica didáctica que
se desarrolla durante la escolaridad.
Esta estructuración de los contenidos implicó a su vez la clasificación de los
contenidos a enseñar y aprender específicamente, por edad, que se catalogó
pertinentemente por grados, como mecanismo de respuesta a la pregunta sobre qué
ensenar y en qué momento; tal contenido, que se configuró para entonces como
unidades. Entre tanto, el uso del currículo implicó además que las unidades, conocidas
actualmente conocidas como cursos estuvieran delimitadas y ordenadas por contenidos y
tiempos con un principio y final, ejerciendo una temporalidad en el cumplimiento de
contenidos durante la época de estudio por cada curso, lo que se convertía en una
obligatoriedad de ejecución tanto para el docente como para el educando.
El currículo educativo por su parte se denomina así por las implicaciones que
atañe el quehacer formativo desde la percepción de lo que ha de saber o estar equipado
en conocimientos básicos para la educación seglar de un ciudadano. En este sentido
entonces, el currículo forma parte del conjunto de criterios, planes de estudio,
metodologías, técnicas y procesos de formación que están presentes en la formación
3

integral de un estudiante, encajado todo dentro de lo que se conoce hoy como el Proyecto
Educativo Institucional, o PEI de una Institución educativa.
Según afirma Blanco (2010) argumenta que desde el primer uso del currículo
como también suele conocerse generalmente, representa la expresión y la propuesta de
la organización de los segmentos y fragmentos de contenidos de los que se compone;
una especie de ordenación o de partícula que articula los episodios aislados de las
acciones, sin la cual se generaría un desorden o desorganización, para lo que se afectaría
principalmente el aprendizaje, o se fragmentaria en su totalidad.
El curriculum tomó el fundamental papel de poner orden sobre los contenidos de
aprendizaje en la acción de enseñanza, sentando las bases de una estructura educativa.
Y de acuerdo con Dávalos (2005) tiene como propósito primordial asegurar la transmisión
de la cultura universalmente acumulada a las generaciones nuevas. Se concibe además
como un conjunto de experiencias, mismas experiencias que viven los educandos en el
medio en el que se desempeñas diariamente.
Muchos son los autores que a lo largo del tiempo han querido dar un postulado
claro y conciso sobre lo que en realidad es un currículo, y desde la intención se denota y
contempla lo amplia que es su significación por cuanto, este término genera una polisemia
de significados, y no redirige a un solo vocablo o palabra inmediata en la mente de quien
la necesita. Más bien, genera connotaciones que conllevan a que sea un término de
amplio uso y abarca amplitud de necesidades.
Y es que gran parte del uso del currículo requiere de la necesidad de creación de
un diseño aplicado a éste. Es por ello que se habla del diseño curricular, en el que se
tienen en cuenta las costumbres culturales y la interrelación social por la que interactúan
los educandos. Este diseño requiere de la ya en sobremanera utilizada, organización de
todos los elementos que intervienen en la ocupación del currículo. En este sentido, por
tanto, se entenderá al diseño curricular como el modelo, esquema o estructura de
organización utilizado para la planificación de las experiencias de aprendizaje en el
proceso de enseñanza.
Para todo lo anteriormente expuesto es requisito fundamental, la apertura de los
espacios de reflexión, crítica, opinión, aporte, en donde se agreguen nuevas experiencias
diseñadas, se mejoren las ya existentes, se modifique otras, por tanto, y de ser necesario;
se eliminen aquellas que no hayan superado las expectativas del diseño previo. En
consecuencia, se estructura al diseño curricular bajo el cuestionamiento sobre qué ha de
4

enseñarse, y para dar respuesta a ello, se conjuntan los diversos elementos que la
conforman.
Eisner E. (1967) citando a Franklin Bobbit (1998), en su libro “The curriculum”
plantea la necesidad de centrar la discusión del proceso enseñanza-aprendizaje en ¿Qué
se va a enseñar?, estableciendo que es un problema que debe abordarse desde el
aspecto curricular, dando origen a este nuevo estudio, por lo que se le considera el padre
del currículo educativo.
En consecuencia con lo anterior, se concibe bajo el discurso de implementación
del currículo que, éste se ha convertido en un instrumento de inclusión, que no se vuelve
ciego ante la demanda de incursión de elementos educativos, tales como técnicas,
estrategias, experiencias basadas en la realidad del contexto social, que se convierte en
un espacio de cambio constante, en donde los estudiantes sean los principalmente
beneficiados en el proceso de enseñanza-aprendizaje, que cobra cada día mayor
importancia en la sociedad del conocimiento.
Entrando en la parte de la autonomía de la creación de uno de los elementos
fundamentales de la escuela y su formación, es el PEI, en donde cada una de las
instituciones posee unas características propias y unas necesidades que responder
específicamente. Es la cultura extendida en el contexto social en donde se ubica la
institución, lo que debe y ha de tenerse en cuenta a la hora de la creación, modificación e
innovación del PEI, y sus contenidos. En tal modo, la estructuración de los contenidos por
supuesto se basa en el moldeamiento del conglomerado de costumbres culturales que
emergen de la sociedad, para luego ser refinados, promovidos y expuestos de manera
educativa, dentro de las aulas de clase (Várela et al., 2006)
De acuerdo a lo anterior es oportuno la apreciación que se tiene y el aporte que
agregado que se da, en lo que concierne por tanto que, vislumbrar el acto educativo
cuando se educa para la sociedad, independientemente de cada uno de los campos en
que se desenvuelve el ser humano, que éste desempeño se haga de manera autónoma,
útil en uso de las facultades críticas y humanas, en donde se valore las capacidades
laborales, y se genere un resorte de beneficios entre el individuo que se educa en la
institución, pero que pertenece y hace parte de la construcción de procesos comunitarios
en la sociedad en donde convive con otros semejantes, es el claro reflejo de la respuesta
efectiva del buen proceso de reflexión, sentado en bases académicas, que hacen que se
mejoren los procesos educativos, y se permitan las innovaciones o patentes pertinentes a
los que, la institución educativa debe reunir para estar a la vanguardia social.
5

El hecho de que el currículo tenga tanta redundancia hace pensar mucho en el


objeto de intervención específico, cual si fuera un elemento tangible. Pero se vuelve a la
parte principal del postulado inicial que expresa que, cuando hablamos de currículo hay
muchos sinónimos a los cuales mencionar, no se redirige al significante a uno en especial.
En tal caso, el currículo se percibirá desde el aula que no posee paredes, y exige por
tanto una visión y perspectiva neutra, no tanto crítica inicialmente, sino contempladora, y
se adjudica tal propiedad porque tales resultados van más allá de lo que se pueda
observar en el aula, cuál sería el primer laboratorio de observación al que todos correrían.
El currículo por consiguiente será efectivo en la medida en que los educandos, se
apropien de las experiencias de aprendizaje y relacionen tales experiencias con el
contexto del cual son miembros activos, en donde interactúen con competencias de
productividad y proactividad en la presentación de cotidianidad de la vida.
¿Cómo se comprueba que una persona está equipa competentemente del
currículo? ¿dónde se observa esto? A tales cuestionamientos es la cultura quien los reúne
para responder, por las tantas veces en las que se ha expresado: “para qué sirve
aprender logaritmos, ecuaciones, literatura e historia en la vida, si no he de utilizarlo”. Por
ende, se busca el moldeamiento de las capacidades para convertirlas en potenciales
competencias humanas para la convivencia en el nuevamente mencionado, contexto
social, del que nadie puede desligarse si apelamos a la idea de que todo ser humano vive
en constante interacción y pertenece a complejos sociales, mismos complejos que exigen
determinados comportamientos encajados en sistema de participación, ya sea laboral,
político, cultural y social, pero del que de una u otra manera todos sin excepción
intervienen en la medida de sus posibilidades.
Y es que son minuciosas las etapas a las que se debe enfrentar el diseño
curricular. La primera de ellas es la de la fundamentación de la carrera profesional,
elaboración del perfil profesional, luego la organización y estructuración curricular, y por
último la evaluación continua del currículo.
En la etapa de la fundamentación de la carrera profesional, han de tomarse
decisiones en las que previamente se establezcan los fundamentos de la carrera que se
desea formar o diseñar. Dicha fundamentación se llevará a cabo gracias o mediante la
observación y lectura del contexto laboral que prime en la sociedad en la que interactúa el
educando.
En la elaboración del perfil profesional, se propenden los objetivos y metas que se
desean alcanzar con relación al tipo de profesional que se desea formar. En tal sentido,
6

se fundamentarán las habilidades con las que se dotará al educando cuando salga al
mercado laboral.
En el siguiente estadio, se organizan y estructuran los contenidos y diferentes
alternativas curriculares en los que se hallan los planes lineales, por módulos,
asignaturas, y planes mixtos, que dependerá del horizonte institucional de cada institución
educativa.
Finalmente, en la evaluación continua del currículo se centran las necesidades
que, así como surgen los cambios en las sociedades con la inmersión de nuevas
tendencias, ha de actualizarse, para ofrecer avances disciplinarios que posteriormente
acarrearán innovaciones en la organización del currículo.
Bobbi, una vez más plantea que la educación debe tener una finalidad utilitarista,
facilitando la adopción de hábitos eficientes para el desempeño en los requerimientos que
los nuevos tiempos de la industrialización les estaba imponiendo a la sociedad, plantea la
necesidad de establecer: ¿qué es lo que la escuela debe enseñar? Y, ¿cómo se debe dar
esa enseñanza? Para lo cual organiza los postulados entre los que clasifica la finalidad
del currículo como una acción formativa para la enseñanza, en donde centra su acción al
contenido y engranaje que genera la utilidad de este.
La consecuente función del currículo concibe otro punto necesario de tratar
cuando de observación de resultados eficientes se trata. En la clasificación de los tipos de
currículo se permite la visualización de tales experiencias tipificando al currículo, partiendo
de las características particulares que cada una posee.
Entre ellas surgen el currículo oficial que se establece a partir de las normativas
legales, objetivos educacionales, los diversos planes, programas, orientaciones, guías
curriculares, y recursos institucionales. El currículo Pertinente u Operacional en donde el
aprendizaje se evidencia en la práctica debe evidenciar los resultados que se
programaron y desarrollaron.
Currículo Oculto aprendizaje que son incorporados por los estudiantes, aunque
estos no estaban programados en el currículo oficial. Muchas veces lo que se asimila en
el currículo oculto impacta más en el estudiante que todo lo planeado y programado para
su nivel académico. Currículo Nulo: corresponde a todos los temas de estudio que no son
abordados en la planeación curricular, las sesiones de aula o que no representan utilidad
aplicativa en el proceso enseñanza-aprendizaje. Extra-Currículo: son todas aquellas
actividades que realiza el estudiante de forma voluntaria, fuera del entorno de aula, estas
actividades refuerzan el ingenio, la creatividad del estudiante, rompen con la cotidianidad
7

escolar y refuerzan de forma práctica su aprendizaje y la construcción de su identidad


cultural.
En conclusión, a esto se vislumbra una pedagogía ejecutada dentro de la
influencia de contenidos y experiencias claras, previamente preparadas que, dependiendo
la visión que se tenga de la formación curricular, permitirá la dotación de seres humanos
con códigos de conocimiento para lo cual, le permitirá dar solución a los distintos
requerimientos de la sociedad que se desea construir, el mundo que se quiere contemplar
y del que, siendo parte se desea disfrutar. Vale la pena entonces reflexionar que el
discurso del currículo como medio de propiciamiento y discusión sobre la enseñanza se
precisa el espacio para la reflexión sobre la necesidad de apertura de nuevos lenguajes
basados en la reconfiguración de una nueva realidad, apoyada hacia lo holístico y
estimulante, pensando en el ser, como ya sucede. En este orden, Gimeno (1998)
reflexiona sobre el currículo como construcción social y considera que se debe ver el
papel del docente como mediadores pedagógicos en tales procesos de construcción, sin
dejar de lado que la mediación es un proceso profesional dentro de las funciones
profesionales a desarrollar compartido y de participación.
Como conclusión a tal seguimiento de los procesos legítimos para la consecución
del currículo educativo, se potenciará al acto educativo desde lo formativo fundamento en
lo verdaderamente importante y consecuente con el logro de los objetivos de aprendizaje
y en miras al alcance del horizonte institucional que se concibe previamente de la
discusión concertada a la tendencia de satisfacción de las necesidades sociales y
culturales de la comunidad.
8

Referencias bibliográficas

Blanco García, N. (2010). La investigación en el ámbito del curriculum y como método


para su desarrollo. La investigación en el ámbito del currículum y como método
para su desarrollo.
Brovelli, M. (2001). Evaluación curricular. Fundamentos en humanidades, (4), 101-122.
Dávalos Gamboa, M. R. (2005). Implicaciones epistemológicas del curriculum
transdisciplinario. Revista Gaceta Médica Boliviana, 28(2), 81-92.
Eisner E, W. (1967). Franklin Bobbitt and the" science" of curriculum making.
Gimeno Sacristán, J. (1998). El currículum: una reflexión sobre la práctica.
Sacristán, J. G. (2010). Fundamentos de una psicología La función abierta de la obra y su
contenido. Saberes e incertidumbres sobre el currículum, 11.
Várela , A., Gramacho, A., & Melo, C. (2006). Programa de Enriquecimiento Instrumental
(PEI): alternativa pedagógica que responde al desafío de calidad en educación.
2(2), 297-310.

También podría gustarte