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EL TÉCNICO CASTILLO
onsuelo quien se encargaba de mecanografiar toda la corres-
nnana C ' .. E
118'''' . de Infolima principalmente presupuestos y cotizaciones. ncar-
cla
pon den el , libro de planillas de sueldos como la tenencia. d e Ios lib
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96 tantotabilidad a la empresa especia. l'Iza d a C'oinsa.
de con
El objetivo más importante que la gerencia se había trazado era mante-
alto el prestigio de la empresa basado en:
ner en .
_ Estricto cumplimiento de las fechas de entrega de las obras.
_ Utilización de materiales de reconocida calidad.
_ Tratamiento al cliente bajo el lema "el cliente siempre tiene la razón".
_ Honestidad de todo su personal.

Hacia fines de 1984, la empresa había prosperado y crecido de tal

manera que contaba con 16 técnicos, incluidos los cuatro. "fundador~s".
(J)
En los últimos años se sumaron a Infolima: Dante Castro y Guillermo Castillo,
o quienes ingresaron a comienzos del año 1982; Tadeo Herrera: hermano
o de Pedro; Lucio Trelles, César Pérez y Bernardo Sosa, que Ingresaron

I
~ nfolima es una pequeña empresa de servicios a mediados de 1983; y Gregario Pachas, Eleazar Rodríguez, Armando
(J)e: cons tituida en 1980. Se dedica principalmente a Fernández, Lucas Castro -primo de Dante-, Ramón Enríquez y Ricardo
00)
e:.c la asesoría en sistemas de cómputo y equipos Cruzado, que ingresaron a comienzos de 1984. El número de ingenieros
«S O) de procesamiento de datos, y a la contratación y también se había incrementado a tres con Walter Runcie, quien ingresó
E"O ejecución de obras de habilitación de centros de en marzo de 1982, y Francisco Zevallos, que lo hizo en agosto de 1983.
:le:
J: 'O cómputo en la especialidad de instalaciones eléc-
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- tricas y redes de teleproceso.

La gerencia y dirección de la empresa están a

cargo del ingeniero Luis Carpio, el principal accionista
Por un acuerdo entre los trabajadores y la gerencia, se había determi-
nado el mes de enero como el mes de vacaciones anuales de todo el
personal pues, si bien durante los meses de noviembre y diciembre había
una gran carga de trabajo, en el mes de enero ésta se reducía osten-
a:: E de la sociedad, entre cuyas responsabilidades están siblemente. Algunos empleados gozaban sus treinta días completos de
,. "O las labores pertinentes a la venta de los servicios,
t:« vacaciones, mientras que otros decidían tomar solamente quince días y
'O las compras de las herramientas y de los materiales, ·vender" los quince días restantes a Infolima.
'O <ü así como todo lo relacionado con el manejo económi-
«S-
O e co-financiero de la empresa.
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«S~ Para la ejecución de las obras de habilitación de El 16 de enero de 1990 regresaron de sus vacaciones los técnicos Jaime
O) O) centros de cómputo, Carpio conformó inicialmente un
"O\- Chávez, Eleazar Rodríguez, César Pérez, Pedro Herrera, Sergio Benaven-
«S «S grupo de cuatro técnicos: Jaime Chávez, Pedro Herrera te -que había reemplazado a Marcial Torres, quien renunció en junio de
O) E
,< t! y los hermanos Marcial y Jacinto Torres. Como sU
asistente y supervisor de grupo contrató al ingenierO
1~88-, Félix Mora -quien reemplazó al renunciante Tadeo Herrera en no-
Viembre de 1988- y Roberto Durán, nuevo técnico que ingresó en julio
Esteban Koch. Contaba además con el apoyo de sU de 1989. Todos ellos reiniciaron sus actividades, dirigidos personalmente

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56 Enrique A. Valdez Flóre~

por el ingeniero Carpio, ya que los tres ingenieros habían tomado treinta
días de vacaciones.

Esa misma tarde, Jaime Chávez comunicó al ingeniero Carpio Su

intención de retirarse de la empresa a fines del mes de enero ya que tenía
problemas con sus tres hijas adolescentes, de las cuales estaba alejado
durante todo el día. Por haber enviudado en noviembre de 1989, había
decidido establecer un negocio de comida muy cerca de su casa, en el
pueblo joven donde residía. La gerencia comprendió la situación de Chávez
y aceptó su renuncia, muy a su pesar.

El 12 de febrero el técnico Guillermo Castillo se apersonó a la oficina

del ingeniero Carpio y le mostró una carta en la que le hacían saber que
su suegro, residente en Viraco, Arequipa -lugar en donde había pasado
las vacaciones recientes con su familia-, había sufrido un ataque al cora-
zón y se temía un desenlace fatal en cualquier momento. Castillo solicitó
una semana de permiso y un adelanto de sueldo para poder viajar de
inmediato. El ingeniero Carpio negó el permiso a Castillo argumentando
que había un compromiso de entrega de obra para el día 19 de ese mes,
que acababa de regresar de vacaciones de ese lugar y que, en todo caso,
quien debería viajar era su esposa, para lo cual estaba dispuesto a ayu-
darlo económicamente. El técnico Castillo no ocultó su malestar por la
incomprensión del ingeniero Carpio y contó a los demás técnicos su de-
sesperada situación.

El día 16, sorpresivamente, no se presentaron a trabajar todos los

técnicos antiguos. Solamente lo hicieron Mora, Durán y los tres ingenieros
jefes. Al siguiente día sucedió lo mismo, y a las 11 de la mañana el técnico
Lucio Trelles se presentó y entregó al ingeniero Carpio un comunicado
en el cual los técnicos antiguos manifestaban que la causa de la parali-
zación de sus labores era el resultado del maltrato e incomprensión de
la gerencia para resolver el problema de su compañero Castillo.