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El Comité Científico de la obra Energía, Gobernanza y Sostenibilidad está

integrado por profesores investigadores de Instituciones de Educación


Superior de España, Dinamarca y México quienes dictaminaron un total
de 10 sesiones – 3 preliminares y 7 plenarias – entre agosto del 2014 y
marzo del 2015. Basándose en un plan de trabajo que integró etapas de:
convocatoria, recepción, evaluación pares académicos y dictaminación,
aceptación o rechazo, asentado en una bitácora de control. Finalmente
después de un intenso proceso de selección, la integración de la obra
Energía, Gobernanza y Sostenibilidad quedo compuesta por 14 capítulos.

El Comité Científico de la obra Energía, Gobernanza y Sostenibilidad se


integra por:

Carlos Berzosa Alonso-Martínez, Universidad Complutense de Madrid


(España)
Daniel Díaz Fuentes, Universidad de Cantabria (España)
Miguel Ángel Díaz Mier, Universidad Alcalá de Henares (España)
Birgitte Gregersen, Aalborg University (Dinamarca)
Alfredo Islas Colín, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (México)
Humberto Ríos Bolívar, Instituto Politécnico Nacional (México)
Clemente Ruiz Durán, Universidad Nacional Autónoma de México
(México)
Julio Sequeiros Tizón, Universidad de Coruña (España)
Erasmo Adolfo Sáenz Carrete, Universidad Autónoma Metropolitana
(México)
Xavier Vence Deza, Universidad de Santiago de Compostela (España)
Francisco Venegas-Martínez, Instituto Politécnico Nacional (México)
A Erasmo Sáenz Carrete,
Por su apoyo incondicional
ENERGÍA, GOBERNANZA Y
SOSTENIBILIDAD

JULIETA EVANGELINA SÁNCHEZ CANO


COORDINADORA

AUTORES
Ávila Barrios, Delia.
Fernández Fernández, Yolanda; Olmedillas Blanco, Blanca; Fernández López, Mª
Ángeles.
Ruiz Chico, José; Peña Sánchez, Antonio Rafael; Jiménez García, Mercedes.
Moreano Alvarado, Milton; Figueroa Soledispa, Enrique Aníbal; García Quilachamin,
Washington; Acebo Arcentales, Aleph.
Cordeiro, José Luis.
Guzmán Puente, María Alicia de los Ángeles; Hare, Matt; Peña del Valle, Ana Elisa.
Ramos Escamilla, María; Olives, Juan Carlos; García Espinoza, Lupe.
Meléndez Guerrero, Miguel Ángel.
Mejía Rodríguez, Jorge Antonio.
Marroquín Arreola, Juan; Martínez Sánchez, José Francisco.
Sánchez Cano, Julieta Evangelina; Vera Pincay, Jessyn David.
Juan Delfino Salcedo Badillo, Juan Delfino; Mata Mata, Leovardo.
Fernández Varela, María José; Sánchez Carreira, María del Carmen.
Ponce Jara, Marcos A.; Moreano Alvarado, Milton; Cano Gordillo, Carlo Alonso.
UNIVERSIDAD JUÁREZ DEL ESTADO DE DURANGO

Óscar Erasmo Návar García


Rector
José Vicente Reyes Espino
Secretario General
Manuel Gutiérrez Corral
Dir. General de Administración
Martha Ofelia Núñez Álvarez
Abogada General
Alfonso Gutiérrez Rocha
Dir. de Servicios Escolares
Jacinto Toca Ramírez
Dir. de Planeación y Desarrollo Académico

EDITORIAL DE LA UNIVERSIDAD JUÁREZ DEL ESTADO DE DURANGO


Título: Energía, Gobernanza y Sostenibilidad.

Primera Edición: 2015.


Diseño de Libro Digital: Carlos Martínez Torres.
Diseño de portada: Víctor Manuel Rodríguez Guerrero, Carlos Martínez Torres.
Diseño de interiores y Libro Digital: Carlos Martínez Torres.

© D.R.: Ávila Barrios, Delia.


© D.R.: Fernández Fdez, Yolanda; Olmedillas Blanco, Blanca; Fernández López, Mª Ángeles.
© D.R.: Ruiz Chico, José; Peña Sánchez, Antonio Rafael; Jiménez García, Mercedes.
© D.R.: Moreano Alvarado, Milton; Figueroa Soledispa, Enrique Aníbal; García Quilachamin,
Washington; Acebo Arcentales, Aleph.
© D.R.: Cordeiro, José Luis.
© D.R.: Guzmán Puente, María Alicia de los Ángeles; Hare, Matt; Peña del Valle, Ana Elisa.
© D.R.: Ramos Escamilla, María; Olives, Juan Carlos; García Espinoza, Lupe.
© D.R.: Meléndez Guerrero, Miguel Ángel.
© D.R.: Mejía Rodríguez, Jorge Antonio.
© D.R.: Marroquín Arreola, Juan; Martínez Sánchez, José Francisco.
© D.R.: Sánchez Cano, Julieta Evangelina; Vera Pincay, Jessyn David.
© D.R.: Juan Delfino Salcedo Badillo, Juan Delfino; Mata Mata, Leovardo.
© D.R.: Fernández Varela, María José; Sánchez Carreira, María del Carmen.
© D.R.: Ponce Jara, Marcos A.; Moreano Alvarado, Milton; Cano Gordillo, Carlo Alonso.

© D.R.: De esta Edición, Editorial de la Universidad


Juárez del Estado de Durango.
Constitución 404 sur. Zona Centro; C.P. 34000.
Durango, Dgo. 2015.

ISBN Ecuador: 978-9942-959-29-4


ISBN México: 978-607-503-177-4
editorialujed@ujed.mx
Índice

PRESENTACIÓN. ( 13 )

CAPÍTULO 1
ALTERNATIVAS DE USO DE ENERGÍAS SOSTENIBLES DESDE UNA PERS-
PECTIVA PARA EL DESARROLLO ECONÓMICO. ( 15 )

CAPÍTULO 2
COMPORTAMIENTO ENERGÉTICO Y EMISOR: VARIABLES CLAVE PARA UN
MODELO ECONÓMICO SOSTENIBLE. ( 47 )

CAPÍTULO 3
EFECTO INVERNADERO Y SECTOR AGRARIO. UN ANÁLISIS ECONÓMICO
REGIONAL COMPARATIVO DE LOS INPUTS Y LOS OUTPUTS EN ESTE SEC-
TOR. ( 67 )

CAPÍTULO 4
EL USO RACIONAL DE LA ENERGÍA Y SU RELACIÓN CON LA CALIDAD DEL
SUMINISTRO ELÉCTRICO. ( 93 )

CAPÍTULO 5
ENERGY IN PERU: SCENARIOS FOR 2030. ( 115 )

CAPÍTULO 6
“ESTRATEGIAS LOCALES DE APROVECHAMIENTO ENERGÉTICO EN EL
REUSO DEL AGUA”. ( 133 )

CAPÍTULO 7
FINANCIAL RETURNS ON SAVINGS IN THE PROVINCE OF SANTA ELENA: A
COINTEGRATION APPROACH AND SUSTAINABILITY. ( 161 )
CAPÍTULO 8
“GOBERNANZA Y SOSTENIBILIDAD DE LOS SISTEMAS SOCIO-
ECOLÓGICOS”. ( 181 )

CAPÍTULO 9
“¿HACIA LA TRANSICIÓN PARADIGMAS? DE LA SEGURIDAD DE SUMINIS-
TRO A DE LA AUTONOMÍA ENERGÉTICA EN ENTORNOS URBANOS Y RE-
GIONALES EN MÉXICO”. ( 205 )

CAPÍTULO 10
INSUMO ENERGÉTICO ALTERNATIVO PARA LA PRODUCCIÓN DE BIOCOM-
BUSTIBLE. ( 231 )

CAPÍTULO 11
LA ENERGÍA EÓLICA, EN LA DIVERSIFICACIÓN DE LA MATRIZ ENERGÉTI-
CA DEL ECUADOR. ( 247 )

CAPÍTULO 12
LOS PRECIOS DE LA MEZCLA MEXICANA DE PETRÓLEO Y SU EFECTO EN
EL BALANCE PRIMARIO. ( 263 )

CAPÍTULO 13
UNA APROXIMACIÓN AL ECO-INNOVACIÓN DESDE LA PERSPECTIVA EM-
PRESARIAL. ( 287 )

CAPÍTULO 14
VEHÍCULOS PROPULSADOS POR HIDRÓGENO: BARRERAS TÉCNICAS Y NO
TÉCNICAS. ( 331 )
Presentación

HACIA UN MEDIO AMBIENTE SANO,


SUSTENTABLE Y GOBERNABLE

Esta obra llega en un buen momento: estamos a unos días de la


Conferencia de París de donde saldrán decisiones importantes en
materia ambiental y su gestión. La reciente Carta Encíclica del
papa Francisco (LAUDATO SI’ sobre el cuidado de la casa común, 24
de mayo de 2015 fecha de su elaboración, va en la misma direc-
ción. Por ello los análisis que se desprenden de las catorce investi-
gaciones de gran calidad que conforman este libro son más que
pertinentes, aportan análisis de energías viables que son ya un fac-
tor determinante en la reducción de gases de tipo invernadero,
descarbonización, disminución de insecticidas, fungicidas que
crean políticas y una cultura de preservación y reparación del me-
dio ambiente.
Además, reúne a treinta y un autores de distintas latitudes,
América Latina, España y Rusia. Provienen de varias universida-
des como la Universidad Laica Alfaro Manabí (Ecuador), Moscow
Institute of Physics and Technology in Russia, Universidad de
Santiago de Compostela (España), Universidad de Guadalajara
(México), Universidad de Cádiz (España), Universidad Tecnológi-
ca del Suroeste de Guanajuato (México), Universidad Católica de
Guayaquil (Ecuador), Universidad Nacional Autónoma de México
(México), Universidad Nacional de San Marco de Lima (Perú),
Universidad Juárez del Estado de Durango (México), Universidad
Camilo José Cela (España), Universidad Nacional de Educación a
Distancia (España), Instituto Tecnológico Autónomo de México
13
(México), Universidad Estatal Península de Santa Elena (Ecua-
dor), Instituto Politécnico Nacional (México), Universidad Autó-
noma de Madrid (España), Universidad Autónoma del Estado de
Hidalgo (México), Universidad de Zaragoza (España), Universi-
dad Autónoma del Estado de México (México), entre otras.
En esta dirección hay propuestas para la utilización de
energías renovables o limpias como la eólica, la utilización del hi-
drógeno, la energía fotovoltaica, las ventajas de los biocombusti-
bles, la generación autónoma de energía por parte de varias em-
presas e industrias, la reutilización del agua por parte de comuni-
dades, la parte de la agricultura en el calentamiento global, la co-
generación de energías limpias, por citar algunas.
Todo eso plantea la utilización de varios diseños y métodos
que incidan en un medio ambiente de mayor calidad.
En este entramado, el Estado está llamado a tener una fun-
ción fundamental: facilitador, regulador y promotor. Asimismo,
las empresas no tan sólo las verdes contribuyen con su investiga-
ción e innovación en la puesta en marcha de tecnologías que dis-
minuyan el calentamiento global.

Erasmo Sáenz Carrete

14
CAPÍTULO 1
Alternativas De Uso De Energías
Sostenibles Desde Una Perspectiva
Para El Desarrollo Económico
Ávila Barrios, Delia. 1

Sumario: 1, Introducción, 2. Análisis del impacto ambiental, 3. Cambio climá-


tico, un desafío para las empresas, 4. Industria y medio ambiente, 5. Reco-
mendaciones de política, 6. Conclusiones, 7. Bibliografía.

Resumen

Hace tiempo que es urgente un cambio hacia un sistema energético


sostenible, ya sea por causas ambientales y sociales, o porque, desde
el punto de vista económico, es una alternativa más barata que la que
nos hace depender de los combustibles fósiles. Un desarrollo soste-
nible debe considerar como prioritario el tema de la generación de
energía capaz de satisfacer las necesidades presentes sin comprome-
ter los recursos y capacidades de las futuras generaciones, lo que
debe ser la búsqueda permanente tanto de la academia y la industria,
así como de las sociedades y los gobiernos, por ser considerado un
problema de dimensiones globales.

Palabras clave: alternativas, energía sostenible, desarrollo económico,


desarrollo sustentable.

1
Profesora-investigadora en la Sección de Estudios de Posgrado e Investigación
de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional. Dirección
postal: Plan de Agua Prieta # 66, col. Plutarco Elías Calles, Del. Miguel Hidalgo,
México D.F.
15
Capítulo 1

Abstract

It has long been pressing a shift towards a sustainable energy system,


either by environmental and social causes, or because, from an eco-
nomic point of view, it is cheaper than making us dependent on fossil
fuel alternative. In the sustainable development should be considered
as a priority the issue of power generation capable of meeting present
needs without compromising the resources and capabilities of future
generations, what should be the permanent search both academia and
industry, as well as the societies and governments, because this is
considered a problem of global dimensions.

Keywords: alternative, sustainable energy, economic development,


sustainable development.

16
Capítulo 1

1. INTRODUCCIÓN

En el mundo de hoy, continuamente se están presentando nuevos


paradigmas que influyen de manera importante en nuestro modo de
vivir. Existen dos eventos que van a cambiar de manera permanente
la forma en que generamos y utilizamos la energía; estos eventos son
el cambio climático y el agotamiento del petróleo. Como consecuen-
cia de esto, el ahorro de energía y la producción de energía renovable
tomarán gran importancia.
De gran interés para México es la energía solar en sus moda-
lidades fotovoltaica y termosolar por el gran potencial que existe en
nuestro país de esta fuente de energía. Además, se deben explorar
otras tecnologías de generación de energía eléctrica como la eólica, y
las celdas de combustible, entre otras.
Una parte importante de las energías renovables son los bio-
combustibles, estos permitirán bajar las emisiones de CO 2, además
de bajar otras emisiones contaminantes.
La evaluación del impacto ambiental es uno de los instrumentos
de la política ambiental con aplicación específica e incidencia directa en
las actividades productivas, que permite plantear opciones de desarrollo
que sean compatibles con la preservación del medio ambiente y la con-
servación de los recursos naturales. A lo largo de las dos últimas déca-
das ha logrado constituirse en una de las herramientas esenciales para
prevenir, mitigar y restaurar los daños al medio ambiente y a los recur-
sos renovables del país y ha evolucionado con el propósito de garantizar
un enfoque preventivo que ofrezca certeza pública acerca de la viabili-
dad ambiental de diversos proyectos de desarrollo.
La evaluación del impacto ambiental tiene sus bases jurídicas en
las disposiciones que al respecto establece la Ley General del Equilibrio
Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), la cual considera
como instrumentos de la política ambiental a los siguientes:

 Planeación ambiental.
 Ordenamiento ecológico del territorio.
17
Capítulo 1
 Instrumentos económicos.
 Regulación ambiental de los asentamientos humanos.
 Evaluación del impacto ambiental.
 Normas oficiales mexicanas en materia ambiental.
 Autorregulación y auditorías ambientales.
 Investigación y educación ecológicas.

El presente documento se ocupa en específico de la evalua-


ción del impacto ambiental, instrumento de la política ambiental des-
tinado a regular la ejecución de obras o actividades para evitar o re-
ducir sus efectos negativos en el ambiente y en la salud humana.

2. ANÁLISIS DEL IMPACTO AMBIENTAL


Para tomar la decisión de invertir en un proyecto, es necesario anali-
zar las posibles modificaciones que puede causar al ambiente. Las
actividades realizadas durante la instalación y funcionamiento de una
empresa pueden ocasionar efectos negativos en el ambiente y causar
desequilibrios ecológicos al emitir contaminantes o materiales peli-
grosos. De acuerdo a lo anterior, la Tabla 1 nos muestra los atributos
para caracterizar los impactos ambientales:
Tabla 1. Atributos para caracterizar los impactos ambientales.

ATRIBUTO DEFINICIÓN
Determina el efecto ambiental de un proyecto es negati-
Carácter
vo o positivo; es decir, si es benéfico o perjudicial.
Indica la extensión, gravedad o intensidad del efecto
Magnitud producido (por ejemplo, superficie y número de especies
afectadas).
Se relaciona con el valor ecológico o socioeconómico
Importancia
que tiene una región en su estado actual.
Define la forma como se produce el impacto; es decir, si
Tipo de acción
es directo, indirecto o sinérgico.
Se refiere a las medidas de atenuación aplicables al
Mitigación
impacto potencial de un proyecto.

18
Capítulo 1
Define el tiempo de acción del impacto; es decir, si el
Duración y frecuencia efecto es a corto, mediano o largo plazo, o si es intermi-
tente.
Se relaciona con la posibilidad de que un área recupere o
Reversibilidad no su estado original (antes del impacto) o no; es decir,
si el impacto es reversible o irreversible.
Se relaciona con la probabilidad de que ocurra un im-
Riesgo
pacto ambiental grave.
Se refiere al efecto producido por la combinación o
Sinergismo
acumulación de dos o más impactos.

Fuente: Santiago, G. A., M. Aguilo y A. Ramos, Directrices y técnicas para la


estimación de impactos. Implicaciones ecológicas y paisajísticas de las implantaciones indus-
triales. Criterios para el establecimiento de una normativa. Trabajos de la cátedra de
planificación, ETSIM, Madrid, Universidad Politécnica, 1987.

Con el propósito de identificar los impactos potenciales que el


proyecto causará y diseñar las medidas para preservar el equilibrio
ecológico, a través de:

1. Hacer una lista de las actividades de las etapas que conforman el


proyecto.- Es necesario revisar todo lo planeado para la instala-
ción de la empresa, como para su operación. Por ejemplo, en la
instalación de la empresa, actividades como: la ejecución de cons-
trucciones, instalaciones hidráulicas, sanitarias, establecimiento de
cultivos, preparación de terreno, etc., en la operación de la em-
presa: las actividades relacionadas con el abasto, la producción y
la comercialización, así como las actividades de mantenimiento y
manejo de desechos.
2. Identificar y anotar los impactos potenciales que se esperan en
cada etapa. Se debe preguntar ¿qué elementos del ambiente pue-
den modificarse cuando se realicen las obras y actividades del
proyecto? Con ello, determinar las actividades que impactarán de
manera negativa o positiva sobre los atributos ambientales como
el aire, el suelo, agua, vegetación o fauna.
3. Identificar las actividades que impactan a los atributos ambienta-
les y describan su magnitud con base a:

 Carácter. Hace referencia a su condición benéfica o perjudi-


cial;
19
Capítulo 1
 Direccionalidad. Describe el modo de producirse el efecto, si
será directo o indirecto;
 Duración. Características temporales, si éste será temporal,
intermitente o permanente;
 Intensidad. Informa sobre la dilución de la intensidad del im-
pacto en el mosaico espacial y puede ser puntual o extensivo;
 Reversibilidad. Considera la imposibilidad o dificultad de re-
tornar a las características ambientales previas a efectuarse de-
terminada acción, indicando la
 reversibilidad o no del impacto esperado, y
 Probabilidad de ocurrencia. Hace referencia a que el evento
ocurra, denotando si la posibilidad será alta, media o baja.

4. Clasificar los impactos ambientales de acuerdo al nivel de reper-


cusión en: alta, media o baja, utilizando los siguientes parámetros:

Impacto altamente significativo:


 Permanente, extensivo, directo o indirecto; de alta y media
probabilidad de ocurrencia, existan o no medidas para miti-
garlo.
 Permanente, puntual, indirecto con alta probabilidad de ocu-
rrencia.

Impacto moderadamente significativo:


 Permanente, directo, puntual con alta probabilidad de ocu-
rrencia.
 Permanente, directo o indirecto, puntual, con media y baja
probabilidad de ocurrencia.
 Impacto indirecto de carácter temporal, puntual con alta
probabilidad de
 ocurrencia.
 Temporal, extensivo, directo o indirecto con media y al-
ta probabilidad de ocurrencia.

Impacto poco significativo:


 Temporal, directo, puntual, con alta, media o baja probabili-
dad de ocurrencia.
20
Capítulo 1
 Temporal, directo o indirecto, extensivo con baja probabili-
dad de ocurrencia.
 Temporal, indirecto, puntual con baja y media probabilidad
de ocurrencia.

5. Una vez que clasifiquen los impactos al ambiente, se deben iden-


tificar las medidas a aplicar para contrarrestar, disminuir o elimi-
nar los impactos ambientales, es decir, acciones de:

 Prevención,
 Mitigación,
 Protección,
 Preservación, y
 Restauración.

Por su parte, el fenómeno de la globalización de los mercados


se basa principalmente en la concurrencia de un conjunto de cambios
entre los que se destacan:

 El rápido desarrollo tecnológico, en particular en el campo de las


telecomunicaciones y de las tecnologías de la información, como
consecuencia del cual se ha producido un crecimiento exponen-
cial tanto en la variedad como en el número de nuevos bienes y
servicios, la aparición de procesos altamente eficientes para la
producción y la gestión de la organización.
 La progresiva tendencia a la homogenización de los gustos y pau-
tas de comportamiento de los consumidores a través del impacto
de la televisión y otros medios de comunicación transmisores de
valores culturales. Ello conlleva al incremento de los productos
estándar o globales que permiten a la empresa vender los mismos
productos en diferentes y distantes mercados.
 Un rápido crecimiento de los mercados financieros a nivel mun-
dial y un fuerte incremento de la circulación del dinero.
 Un fuerte proceso de concentración empresarial mediante el
desarrollo de fusiones y adquisiciones que ha alterado la estructu-
ra industrial tradicional y por tanto de la competencia.

21
Capítulo 1
Si la organización posee una estrategia autentica global, se
puede decir que está en condiciones de competir tanto local como
regionalmente, y en cualquier mercado en el que se interese y ponga
al servicio sus productos. Lo que debe realmente poseer la empresa
para lograr introducirse a este mercado es:

 Poseer un producto.
 Adquisición de nuevos activos y no solo de insumos básicos para
su producción.
 Condiciones óptimas para penetrar el mercado. y poder financiar
la infraestructura.
 Poseer la capacidad para competir tanto en activos como en pro-
ductos.
 Dotar a las funciones de orientación global aunque su alcance sea
local.

Tal y como demuestran los pocos estudios empíricos disponibles


y otros realizados en los Estados Unidos y Europa sobre las relaciones
entre empresa, legislación, medio ambiente y tecnología, las raíces del
crecimiento están estrechamente ligadas a los avances en la innovación
y la eficiencia, lo cual se logra en muchos casos por aproximaciones
sucesivas de conocimientos, pero en la mayor parte mediante la poten-
ciación del capital humano. Lo que sí es innegable es el papel que jue-
gan la tecnología, la innovación y el Estado. El protagonismo del Estado
es fundamental en la medida en que es quien propicia —o debería pro-
piciar— el entorno necesario para la competencia y la conservación, y
su actividad no debería limitarse a ejercer medidas de ordenamiento y
control; también debe fomentar la investigación y el desarrollo nacional.
Además, provee las instituciones y aplica los instrumentos para lograr
una mayor eficiencia de los mercados y una correcta instrumentación de
las políticas, piezas clave en la consecución del desarrollo sostenible.
Así, a manera de resumen del presente apartado, en la gráfica 1
se presentan visualmente los tres elementos que determinan la degrada-
ción ambiental, a saber: la población, la degradación ambiental de la
producción y el PIB por habitante. Asimismo, se presentan las tres di-
mensiones del desarrollo sostenible en su relación con la empresa: eco-
nómica, social y ecológica. Dado el manejo de instrumentos y políticas,
22
Capítulo 1
se presenta al cambio tecnológico como pivote del desarrollo sostenible
y como el factor de cambio de la degradación ambiental y de la empresa
misma a través de procesos dirigidos de innovación y difusión para pro-
ducir dicho cambio tecnológico.
La importancia de la ilustración consiste en sugerir que tanto en
México como en Centroamérica se necesita trabajar en la conformación
de un Sistema de Innovación Tecnológica Ambiental (SITA) que incor-
pore precisamente la interacción de las autoridades ambientales, tecno-
lógicas y de fomento industrial, centros de investigación, desarrollo
tecnológico y empresas industriales, a fin de enfrentar y responder de
una mejor forma al reto de la sustentabilidad ambiental.

Gráfica 1. Elementos que determinan la degradación ambiental.

Fuente: Unidad de Desarrollo Industrial de la Sede Subregional de la CEPAL


en México.
23
Capítulo 1

3. CAMBIO CLIMÁTICO, UN DESAFÍO PARA LAS EMPRESAS

La Unión Europea está inmersa en un ambicioso plan para con-


cretar una revolución industrial verde. El Parlamento Europeo pro-
mulgó en 2008 un plan de medidas de protección ambiental, clima y
energía. Se convirtió en la primera región en comprometerse legal-
mente con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Aunque las iniciativas medioambientales europeas parecen leja-
nas a la realidad latinoamericana, probablemente marquen pauta a
nivel mundial y, tarde o temprano, sean parte del horizonte empresa-
rial local.
Las políticas energéticas y de cambio climático abordadas por la
UE tienen como principal objetivo limitar el aumento de temperatura
media mundial, a no más de 2°C, por encima de los niveles preindus-
triales. Lo que se traduce en metas puntuales para el año 2020:

 Reducción del 20% de las emisiones de gases de efecto inverna-


dero.
 Contar con un 20% de energía procedente de fuentes renovables
 Lograr una reducción del 20% en el consumo de energía a través
de mayor eficiencia energética.
 Obtener una cuota mínima de 10% de biocombustibles, del con-
sumo total de gasolina de transporte.

La Unión Europea apuesta porque la mayor reducción de emi-


siones debe concretarse a través de mejoras en los índices de eficiencia
energética y debe ser financiada por cada entidad en particular.
Por lo mismo, la lucha contra los gases invernadero puso pre-
cio al aire. El Esquema de Comercio de Emisiones (ETS), concede
derechos de emisión de CO2 a las empresas, entregados por el Go-
bierno y autorizados por la UE y ya pueden ser considerados verda-
deros refugios de capitales. Las empresas cumplen un protocolo de
compraventa, si se superan las emisiones de derechos asignados pue-
24
Capítulo 1
den comprar los faltantes, como así también vender si sobran cupos
de emisión. A partir del 2013, los permisos de emisión serán subas-
tados y parte de los ingresos generados se reinvertirán en tecnologías
de baja emisión de carbono. De esta forma, la compraventa se puede
realizar de forma bilateral, entre empresas; a través de un intermedia-
rio o acudir directamente a la bolsa de CO2, que contiene más opcio-
nes, seguridad y riesgos. Los resultados de esta iniciativa parecen
reducir las emisiones de gases, ya que los gobiernos disminuyen la
cantidad de derechos asignados, con lo que la compra y venta se ne-
gocia en contexto de escasez.
En la actualidad, las empresas asociadas al ETS deben com-
prar el 20% de sus emisiones en sus permisos, pero que la tasa se
elevará al 70% en 2020 con el objetivo final de 100% en 2027. Por lo
menos la mitad de los ingresos generados por las subastas serán utili-
zados para invertir en tecnologías limpias.
Por otra parte, el Plan Europeo de Recuperación Económica
que tuvo un costo de 300 mil mdd., también contempló el fomento de
inversiones relacionadas con la energía en áreas específicas como la
eólica marina, la captura y almacenamiento de carbono y la interco-
nexión eléctrica. La piedra angular consiste en fomentar la innova-
ción en sectores de manufactura, construcción y automotriz. Ade-
más, demostró el deseo de inversiones estratégicas e inteligentes al
elaborar un plan para asociaciones público-privadas para cada uno de
estos sectores. Éste fomenta el desarrollo de sistemas de eficiencia
energética y materiales en los edificios para reducir el consumo de
energía y emisiones de efecto invernadero.
El gasto energético producido en casas y edificios de la Unión
Europea, teniendo en cuenta el ciclo de vida, es responsable del 40% del
consumo total de energía del bloque. Como resultado de ello, algunas
políticas se centran en tecnologías limpias en las industrias de mayor
interés para el público en general como lo es la construcción, y edificios
energéticamente eficientes, el mercado automotriz, incentivado la fabri-
cación de vehículos “verdes”. Vehículos híbridos, electrificación del
transporte por carretera y reducción de impuestos para autos de baja
emisión parecen ser otras iniciativas de consideración.
25
Capítulo 1
Por el momento, el sector empresarial es tentado a ser parte
de las medidas y aprovechar los recursos puestos sobre la mesa para
el fomento de eficiencia energética y reducción de emisiones nocivas
para el ambiente. Sin embargo, la tendencia expone que este tipo de
iniciativas irá en aumento, y cada vez se volverán más estrictas hasta
decantar en legislaciones exigentes para toda empresa.
En este contexto el horizonte parece llegar a un concepto:
desarrollo sostenible, el cual tiene relación con el manejo y utiliza-
ción racional de los recursos naturales, con el objetivo de preservar-
los para el beneficio propio y de futuras generaciones. Aunque pueda
sonar difuso, las implicaciones prácticas de una empresa sostenible
pueden tener tres ejes:

 Eficiencia energética, mediante el control de gasto y la utilización


de maquinaria y artefactos de bajo consumo.
 Utilización de energías renovables. No es necesario abarcar el
100% de la demanda de una empresa. Opciones como la energía
eólica o solar en sus distintas modalidades, son alternativas que
pueden complementar fuentes energéticas tradicionales.
 Desarrollo de productos y servicios amigables con el medio am-
biente, como por ejemplos, construcciones con sistemas de aisla-
ción que eviten en parte el uso de calefacción y aire acondiciona-
do.

La limitación de materias primas y recursos naturales, al ago-


tamiento del modelo energético vigente, al llegar a su cenit de pro-
ducción de energías fósiles, hace prever el comienzo de una nueva
revolución industrial, esta vez “verde”. El impacto económico, social
y cultural, de las nuevas tecnologías irá de la mano de nuevas de-
mandas y exigencias por modelos limpios de negocios. Ya no basta
con tener procesos productivos exitosos, productos atractivos y ren-
tables. El gran desafío del futuro es hacer coincidir estos factores con
altos índices de sustentabilidad ambiental y bajas emociones de car-
bono. Hoy se debe ser verde.

26
Capítulo 1

4. INDUSTRIA Y MEDIO AMBIENTE

Para analizar y profundizar en las relaciones entre la industria y el


desarrollo sostenible, es necesario responder primero a una pregunta
fundamental: ¿es el desarrollo sostenible y el nuevo contexto interna-
cional una moda, una obligación, una necesidad o simplemente una
reacción natural de conveniencia?
La evidencia empírica y los diversos estudios realizados ofre-
cen respuestas que, si bien no son concluyentes para todos los casos,
al menos orientan la discusión al respecto. Pareciera innegable que la
capacidad de respuesta que desarrollan las empresas para enfrentar el
reto de la sostenibilidad ambiental influye en sus posibilidades de
supervivencia, crecimiento y aumento de competitividad. Esta capa-
cidad de respuesta puede variar dependiendo de la relación y el im-
pacto específico de los acuerdos internacionales, cambios de tecno-
logía y de patrones de consumo, directrices y políticas de las empre-
sas transnacionales, alcance del marco normativo y regulador, priori-
dades de la cooperación internacional e iniciativas e intereses del
sector privado, de los gobiernos locales y de la sociedad civil.
Por otra parte, es claro que la incorporación de la innovación
tecnológica es una condición necesaria pero no suficiente para el
desarrollo sostenible que, si bien puede considerarse una moda mun-
dial, a partir del Informe Bruntland, se ha convertido en una exigen-
cia de competitividad para mejorar la inserción en los mercados in-
ternacionales, y en una necesidad para evitar barreras de entrada a
dichos mercados. A fin de cuentas, no sólo es necesidad y exigencia,
también es conveniencia en la medida en que permite transformar
altas inversiones y elevados costos en actividades redituables y de
ahorro mediante el fomento de la producción limpia.
La innovación tecnológica, el desarrollo de nuevas tecnolo-
gías, la adaptación de las ya existentes, la transferencia de tecnología
y las evaluaciones de tecnologías son fundamentales en todo proceso
de cambio y de modernización. Sin embargo, es innegable que el
27
Capítulo 1
cambio tecnológico per se es necesario pero no suficiente para alcan-
zar la nueva tabla de estándares de eficiencia y productividad que
presupone el desarrollo sostenible. Esto quiere decir que el cambio y
el progreso técnico deben complementarse con las actividades de los
propios gobiernos, de las empresas, de la cooperación internacional y
en general de la sociedad civil. Muy a menudo, una de las principales
barreras existentes para la adopción de nuevas tecnologías —como
las tecnologías limpias— es la falta de información y la dificultad
para obtener la que ya existe. En resumen, se plantea que los esfuer-
zos sean integrales e integradores, de tal manera que las “buenas
prácticas” se desarrollen mediante el establecimiento de alianzas y
asociaciones entre el gobierno, la empresa y la sociedad civil.
Un aspecto importante de este debate consiste en esclarecer la
distinción fundamental entre la tecnología y la ciencia. Así, puede
afirmarse que el cambio tecnológico como tal consiste, por una parte,
en la innovación —es decir, la introducción de un nuevo producto,
proceso o sistema— y, por otra, en la difusión, o sea, la aplicación de
las innovaciones en nuevos contextos. El cambio tecnológico provie-
ne así de incrementos modestos o pequeñas mejoras realizadas por
las empresas, los trabajadores y los consumidores con el objeto de
mejorar la eficiencia y el desempeño. La innovación profunda impli-
ca cambios de mayor trascendencia en el statu quo de la tecnología.
Diversos estudios empíricos y teóricos apoyan la idea de que
el cambio tecnológico surge generalmente por el lado de la demanda
y no por el de la oferta. Asimismo, diversos autores —dentro de los
cuales sobresalen sin duda alguna Freeman y Soete (1997)— sostie-
nen que la orientación del cambio tecnológico recibe influencias de
actores tales como el mismo gobierno, las empresas privadas y los
grupos de consumidores, con controles descentralizados y difusión
de los resultados, con énfasis en el desarrollo de innovaciones incre-
mentales y profundas —también llamadas radicales— que permiten
la participación de un gran número de empresas y que actúan en fun-
ción de complementariedad de políticas.
Adicionalmente, toda empresa funciona dentro de un contexto
de posibilidades tecnológicas y de mercados provenientes del creci-
28
Capítulo 1
miento de la ciencia y la tecnología en el mundo así como del merca-
do mundial. Su supervivencia y crecimiento dependen esencialmente
de la capacidad para adaptarse a un medio externo cada vez más di-
námico. En Freeman y Soete (1997) y Malerba (1992) se encuentran
interesantes análisis teóricos al respecto.
En suma, puede argumentarse que los objetivos económicos y
ambientales requieren que las tecnologías cumplan un doble criterio:
primero, que sean capaces de transformar la industria y los sistemas
de transporte, con uso intensivo de materiales en procesos y sistemas
eficientes en la utilización de los mismos, con bajos costos ambienta-
les, con residuos reciclables, con desechos mínimos o sin desechos y
con efluentes benignos; y, segundo, que permitan que las empresas y
las sociedades en general vivan de las ganancias más que del consu-
mo del capital natural.
Los elementos anteriores llevan a interpretar implícitamente
que el daño ambiental en el tiempo es en esencia una función del
consumo de insumos de procesos ambientalmente insostenibles, así
como lo es de la generación de contaminación, desechos postconsu-
mo y otros. Esto quiere decir que la transformación tecnológica para
la sostenibilidad ambiental no es más que el proceso que permite
reducir el daño ambiental por unidad de producto (o valor agregado),
de forma tal que sea posible compensar los incrementos en la pro-
ducción, y es fundamentalmente en este sentido que el cambio y la
transformación tecnológica se constituyen efectivamente en pivotes
del desarrollo sostenible.

5. RECOMENDACIONES DE POLÍTICA

Desde la Conferencia de Estocolmo en 1972, el Informe Brundtland


en 1987 y la Cumbre de las Naciones Unidas para el Medio Ambien-
te y Desarrollo en Río de Janeiro en 1992, el concepto de desarrollo
sostenible cuenta actualmente con más de 100 definiciones. Adop-
tando la definición del Informe Brundtland puede ser entendido co-
mo “aquel tipo de desarrollo que satisface las necesidades presentes
29
Capítulo 1
sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satis-
facer las propias”. Este principio se ha convertido en los últimos años
en el eje de políticas y programas en muchos países, así como en la
fuerza direccional de la cooperación internacional y de muchas em-
presas de todo el mundo. Sus objetivos de triple alcance (triple bot-
tom line) buscan de manera simultánea la prosperidad económica, la
calidad ambiental y la equidad social.
El reto del cambio tecnológico se constituye, por su parte, en
el eje principal de transformación en la industria y depende tanto de
la innovación como de la difusión y aplicación de las innovaciones a
nuevos escenarios. Las transformaciones tecnológicas son esenciales
para lograr la sostenibilidad ambiental y, en ese sentido, son procesos
que tienden no sólo a reducir la degradación ambiental por unidad de
producto o valor agregado, sino que además deben hacerlo a un ritmo
mayor que el incremento de la producción para provocar cambios
reales en la calidad ambiental.
Pese al rápido deterioro ambiental de la región centroamericana
experimentado en los últimos años, los esfuerzos gubernamentales y del
sector privado no han sido suficientes ni constantes para producir o ge-
nerar cambios importantes ni en los procesos de producción ni en los
patrones de consumo, a fin de revertir la tendencia actual de degrada-
ción del medio natural. La respuesta centroamericana al desarrollo sos-
tenible se puede encapsular en la Alianza para el Desarrollo Económico
y Social (ALIDES), que se ha planteado como la estrategia regional
orientada a mejorar la calidad de vida de los centroamericanos en un
esquema amplio de sostenibilidad política, económica, social y ambien-
tal. Si bien en cada país se han creado o se están creando los Consejos
Nacionales de Desarrollo Sostenible (CONADES), los recursos para su
funcionamiento son escasos y las actividades y consensos alcanzados
mínimos y todavía sin impacto notable.
El escenario internacional, regido por cumbres de mandata-
rios, protocolos, acuerdos y convenios, ha propiciado la formación de
diversos mecanismos e iniciativas orientados a velar por el cuidado y
la calidad ambiental con impactos muchas veces directos sobre los
planes y programas nacionales. Para Centroamérica, la mayor in-
fluencia se ha dado a través de los programas y proyectos de coope-
30
Capítulo 1
ración y asistencia técnica y financiera de las principales Institucio-
nes Financieras Internacionales (IFI). Estos programas se han formu-
lado y ejecutado con una notable desarticulación con los sectores
productivos y empresariales, con un énfasis claro en sus primeras
etapas en la preservación y protección de los recursos naturales. Sin
embargo, ya han comenzado a materializarse nuevas propuestas de
trabajo conjunto con los sectores productivos.
La incorporación del tema ambiental en la agenda internacio-
nal ha generado cambios en la lógica, orientación y funcionamiento
de la cooperación técnica y financiera internacional. A medida que
aumenta la conciencia ecológica y ambiental, la comunidad interna-
cional orienta su cooperación hacia iniciativas que favorecen el desa-
rrollo sostenible. Mediante la cooperación internacional se puede
reducir o aumentar los obstáculos al comercio, facilitar la coopera-
ción internacional se pueden reducir o aumentar los obstáculos al
comercio, facilitar la transferencia de tecnología y el acceso a los
mercados, e incrementar los recursos técnicos y financieros.
La cooperación internacional de los países desarrollados a los
países en desarrollo en áreas vinculadas al medio ambiente se define
—en gran medida ante los contribuyentes de los países desarrolla-
dos— como una inversión en apoyo a las exportaciones de tecnolo-
gías y servicios ambientales. La operación y el mantenimiento de
tecnologías ambientales requieren una alta capacitación. Esto explica
por qué los productores de tecnologías limpias tienen cada vez más
interés en que la asistencia técnica propicie cambios en las regulacio-
nes ambientales y en la utilización de tecnologías limpias.
Del debate sobre la relación entre comercio internacional y
medio ambiente existen diferencias no resueltas relacionadas con el
comercio con fines ambientales, a pesar de una presencia mínima de
las normas ambientales en el sistema multilateral de comercio, en las
que, bajo ciertas circunstancias, se autoriza a hacer prevalecer legíti-
mamente sus objetivos de salud y seguridad pública y sus fines na-
cionales de carácter ambiental sobre la obligación general de no esta-
blecer medidas comerciales restrictivas. El Convenio de Basilea y el
Protocolo de Montreal son los mejores ejemplos de restricción al
comercio con fines ambientales.
31
Capítulo 1
En el desarrollo reciente de las negociaciones de acuerdos in-
ternacionales se observan diferencias antagónicas entre los intereses
de los países industrializados y los países en desarrollo. Los primeros
se empeñan en prevenir el dumping ecológico y los segundos el pro-
teccionismo disfrazado. En ambos casos el objetivo de preservar el
medio ambiente parece ser secundario. El libre comercio de los paí-
ses industrializados está asociado a la adopción de normas comercia-
les de calidad como las ISO 9000 y 14000 que, pese a su carácter
voluntario, funcionan en la práctica como obligatorias, puesto que
facilitan el acceso a nuevos mercados o la ampliación de los existen-
tes. En ese sentido, operan con características bastante similares a las
barreras no arancelarias.
La firma del TLCAN subrayó la sobresaliente importancia de
las condiciones ambientales en las relaciones comerciales, cuando se
integran economías con marcadas diferencias en reglamentación am-
biental y fiscalización. Fue el primer tratado de libre comercio que
permite restringir el comercio para asegurar el cumplimiento de los
objetivos ambientales. El logro de la incorporación de la dimensión
ambiental en el TLCAN es atribuible en gran parte a la presión de los
grupos ambientalistas en alianza con los sindicatos laborales y el
sector privado interesado en mantener niveles de protección. Los
principales efectos ambientales del TLCAN en México han sido la
creación de nuevos organismos ambientales, el fortalecimiento de los
que ya existían, y la identificación de un mercado ambiental comer-
cialmente atractivo para las inversiones estadounidenses y canadien-
ses en tecnologías ambientales.
Es claro que la normativa ambiental está siendo estandariza-
da, en gran medida, por los grupos económicos que dominan los
mercados internacionales, cada vez más abiertos y competitivos. El
sector público y los grupos económicos locales de los países en desa-
rrollo están reaccionando, en cierto modo, a la presión que ejerce la
comunidad internacional a través de normas de calidad y la coopera-
ción internacional para el desarrollo.
La presión derivada de la comunidad internacional hacia la
estandarización de normas ambientales incide indirectamente en el
sector productivo local, y directamente en la creación y fortaleci-
32
Capítulo 1
miento de instituciones de protección ambiental. En este nuevo esce-
nario resulta irrelevante que los países en desarrollo se empecinen en
denunciar las formas de protección comercial encubierta utilizadas
por los países desarrollados. Posiblemente sería más eficaz orientar
la respuesta a las señales del escenario internacional hacia la búsque-
da de espacios que el nuevo sistema de comercio multilateral permite
para subvencionar tecnologías que beneficien al medio ambiente. El
peor escenario para México y Centroamérica sería la adopción de una
actitud pasiva, ya que de esta manera se estaría aceptando la imposi-
ción de decisiones externas sin control alguno. En cambio, con la
adopción de una actitud cooperativa y responsable, además de velar
por los intereses nacionales, se aumentaría la posibilidad de movili-
zar inversiones de los países industrializados.
Las relaciones entre la industria y el medio ambiente resultan
bastante evidentes cuando se piensa en las emisiones y descargas
específicas de la primera a medios bien identificados como el aire, el
agua y la tierra. Ante tal situación, el papel de los gobiernos consiste
en integrar una política y un marco regulador con objetivos ambien-
tales lo suficientemente claros tanto para las empresas como para las
industrias y responder de esa forma a las fallas existentes en políticas
y mercados. Asimismo, adquieren un papel importante las labores de
supervisión y seguimiento, que permitirían conocer los niveles de
cumplimiento. Esto ha llevado a que muchos países estén elaborando
e implementando Planes Nacionales de Políticas Ambientales
(PNPA) con el propósito de destacar las prioridades nacionales y el
ciclo básico de políticas ambientales: planeación (establecimiento de
objetivos y metas ambientales), implementación (regulaciones 18 y
mecanismos de mercado); seguimiento (de la implementación de los
planes, calidad ambiental y desempeño ambiental de la industria).
La acción gubernamental, y específicamente la regulación
ambiental de los países, sugiere que si bien existe un conjunto impor-
tante de legislación reciente —en muchos casos sin reglamenta-
ción— en materia ambiental, una buena parte está asociada a los
efectos del ambiente en la salud humana, por lo que el ámbito de
acción, regulación y ejecución ha recaído y continúa recayendo en la
actividad desarrollada por los Ministerios de Salud Pública, los cua-
33
Capítulo 1
les se han preocupado por controlar y establecer la norma para evitar
o reducir la contaminación del agua, aire, suelos y alimentos.
No obstante, la existencia de una legislación en materia de re-
cursos naturales y medio ambiente no implica necesariamente que
existan políticas públicas coherentes que busquen la sosteniblidad
ambiental y económica. En el marco regulatorio de la región se en-
cuentra, por una parte, un grupo de leyes que controla el acceso y uso
de los recursos por medio de las políticas fiscales y financieras y, por
otra, leyes que regulan los controles de las actividades productivas,
las cuales pueden ser laborales, de seguridad o ambientales. El obje-
tivo del primer grupo de leyes promulgadas en la región consiste en
ordenar el uso, acceso y protección de los recursos naturales, sin bus-
car realmente la vinculación con la actividad productiva o con los
sectores empresariales, ni mucho menos con la sosteniblidad de los
mismos. En este sentido, las externalidades de la producción no se
reconocen y se ignora tanto el impacto sobre el medio ambiente co-
mo sus costos reales.
El marco regulatorio vigente se caracteriza por su perfil de
ordenamiento y control, por la carencia del aparato institucional con
capacidad de velar por su cumplimiento, vigilancia, control y sanción
y, en muchos casos, por la falta de participación de los sectores in-
teresados o afectados por dichas disposiciones. Así, su instrumenta-
ción efectiva se ve frustrada por la falta de recursos humanos califi-
cados, de adecuados sistemas de capacitación, de financiamiento, de
laboratorios especializados, de tecnología, de parámetros específicos
y bien definidos y en general de un Sistema de Innovación Tecnoló-
gico Ambiental (SITA) capaz de integrar los esfuerzos interinstitu-
cionales e intersectoriales.
Desde el punto de vista microeconómico, y como denomina-
dor común en los países centroamericanos, las Evaluaciones de im-
pacto Ambiental (EIA) han adquirido una enorme importancia y ac-
tualmente forman parte de las legislaciones y leyes ambientales como
requisito indispensable para realizar nuevas inversiones o proyectos
de urbanización y expansión. Sin embargo, los estudios de impacto
ambiental no siempre se utilizan de manera efectiva por la ausencia
de mejores bases de información, falta de articulación con otros estu-
34
Capítulo 1
dios, evaluaciones de riesgo y planificación contingencial y, princi-
palmente, por la ausencia de instrumentos adecuados de supervisión
y seguimiento.
En la mayoría de los países se han diseñado esquemas o mar-
cos de regulación basados en el establecimiento de estándares de
emisiones y residuos industriales considerados como peligrosos, 190
para el control de las operaciones industriales. Solamente en México,
la generación de residuos peligrosos alcanza la cifra de 8 millones de
toneladas al año, de las cuales se calcula que sólo 26% se gestiona
adecuadamente. Para Centroamérica no existen cifras confiables so-
bre este fenómeno, pero se estima que la magnitud del problema es
aún más aguda que en el caso mexicano.
El esquema basado en estándares, si bien exitoso en casos es-
pecíficos, revela al mismo tiempo la necesidad de mejorarlo y com-
plementarlo mediante la utilización de mecanismos de regulación e
incentivos, con el fin de que éstos últimos faciliten la innovación
tecnológica y la aplicación de políticas económicas. Por ejemplo, las
medidas clásicas de control de emisiones responden a objetivos de
corto plazo, propiciando medidas de control “al final del tubo” como
la construcción de plantas de tratamiento y la utilización de filtros y
purificadores, los cuales no hacen más que elevar los costos de la
empresa con el agravante de no generar ningún tipo de retribución o
beneficio económico. Los enfoques más integrales, empero, respon-
den a objetivos de mediano y largo plazo, que se apoyan en tecnolo-
gías limpias y utilizan medidas preventivas que minimizan el desper-
dicio, elevan la eficiencia, reducen costos y elevan la rentabilidad y
competitividad de las empresas.
En cuanto a los precios, es importante que algunos instrumen-
tos económicos como los impuestos y otras medidas fiscales reflejen
mejor el principio de “el que contamina paga”. Las externalidades
ambientales, por ejemplo, deberían ser asumidas de tal forma que los
productores, transportistas y consumidores absorban los costos am-
bientales totales y acaben por modificar sus patrones de consumo. Es
fundamental que los países utilicen incentivos económicos orientados
a inducir transformaciones tecnológicas en las industrias y a la vez
difundir la aplicación de tecnologías limpias.
35
Capítulo 1
A pesar de que la dimensión ambiental ha sido incorporada en
varios países de la región, la mayor parte de los recursos e iniciativas
están destinados a las áreas de biodiversidad, deforestación y degra-
dación del suelo. Además de contar con recursos limitados, la mayor
parte de los proyectos de investigación ambiental financiados por los
Consejos de Costa Rica, Guatemala y México están enfocados a la
agroindustria y el mejoramiento de especies animales.
La actividad científica y tecnológica en torno al desarrollo de
nuevos procesos y productos en México y los países centroamerica-
nos es insuficiente, situación que se acentúa cuando se analiza la di-
mensión ambiental. Es necesario que los gobiernos de los países
pongan más énfasis no sólo en crear un marco jurídico que obligue e
incentive a las empresas a realizar actividades de investigación y
desarrollo en tecnologías más limpias, sino también en desarrollar
instituciones y mecanismos de apoyo y fiscalización de manera que
la normatividad se refleje en acciones concretas del sector privado.
La investigación científica y tecnológica en los países de la
región tiende a concentrarse en problemas forestales, agrícolas y de
biodiversidad. Los fondos y programas creados en países como Mé-
xico, Costa Rica y Guatemala deberían dar mayor énfasis a los pro-
blemas ambientales relacionados con la industria manufacturera. Esto
justifica, por ende, un mayor apoyo a las universidades, centros de
investigación y laboratorios concentrados en la investigación cientí-
fica básica y aplicada. Además del financiamiento de la investigación
en medio ambiente, es de suma importancia promover y fomentar el
incremento del acervo de capital humano. Las políticas aplicables al
respecto son el impulso de mejores programas académicos en las
universidades e institutos nacionales y el apoyo financiero a estu-
diantes que realicen estudios de posgrado en universidades en el ex-
tranjero.
La gran mayoría de las pequeñas y medianas empresas care-
cen de recursos físicos y humanos para emprender una estrategia de
innovación. Sin duda, los fondos creados por los consejos nacionales
de ciencia y tecnología, como el FIDETEC y el FONACYT, repre-
sentan un gran apoyo para las empresas que tienen acceso a ellos.
También es importante crear mecanismos e instituciones que brinden
36
Capítulo 1
asistencia científica y tecnológica a las empresas que estén interesa-
das en realizar actividades de investigación y desarrollo ambiental. El
gobierno y los medios de comunicación deben jugar un papel más
activo en la creación de nexos sociales. Sería conveniente desarrollar
de manera conjunta programas que ayuden a crear conciencia del
problema ambiental. Asimismo, con apoyo de las cámaras empresa-
riales, se podrían desarrollar proyectos de capacitación y conciencia-
ción que incentiven la innovación ambiental entre gerentes e ingenie-
ros. Así, con el apoyo del sector privado organizado, sería aconseja-
ble que el gobierno iniciara proyectos masivos de demostración de
tecnologías más limpias, en la misma línea de los Centros Nacionales
de Producción Más Limpia.
En el sector privado todavía no se encuentran iniciativas agre-
sivas, armonizadas con políticas nacionales y sectoriales de desarro-
llo, que busquen la sostenibilidad y eficiencia ambiental de la indus-
tria manufacturera. De hecho, prevalece en el medio empresarial una
actitud reactiva ante la aparición de regulaciones y controles ambien-
tales más estrictos. Si bien el número de experiencias exitosas en la
región no permite llegar a resultados concluyentes, aún predomina en
el debate actual de los empresarios el enfoque convencional que sos-
tiene que la regulación ambiental provoca no solamente mayores
costos para los sectores productivos, sino que además desvía recursos
de inversión que podrían destinarse a mejorar la productividad de la
empresa. Por ende, se considera que frena el crecimiento industrial.
La postura opuesta define la regulación ambiental como un medio
para promover la ventaja competitiva, y coloca al cambio tecnológico
en el núcleo la transformación.
Es bastante claro que para el sector industrial los objetivos de
crecimiento y rentabilidad parecen contradecirse con la sostenibili-
dad ambiental. Sólo las grandes corporaciones internacionales cuen-
tan con los recursos y el acceso a la información y a la tecnología
para impulsar los cambios tecnológicos necesarios y desarrollar las
innovaciones pertinentes. También es notable que el sector privado
está cambiando, posiblemente por la competencia, por las presiones
de grupos organizados, por imagen o simplemente por presiones de
mercado y de supervivencia. La experiencia actual en sectores y em-
37
Capítulo 1
presas seleccionadas permite inferir que sí es posible compatibilizar
los objetivos de rentabilidad con el cuidado y la eficiencia ambiental.
Es claro también que la tecnología juega un papel primordial, y que
es necesario encauzar la integración e interacción de esfuerzos a tra-
vés de un Sistema de Innovación Tecnológico Ambiental.

Es preciso que, sobre la base de las condiciones propias de cada


país, se busque reducir y finalmente eliminar las fallas de mercado, por
ejemplo a través de intervenciones específicas del gobierno o mediante
procesos progresivos de absorción de los costos sociales y ambientales.
Esto es posible si se fortalece y moderniza la institucionalidad y capaci-
dad nacionales. Únicamente de esta forma se pueden compatibilizar los
objetivos de crecimiento económico, conservación y protección de los
recursos naturales con las exigencias de rentabilidad que busca la em-
presa. Las experiencias documentadas de muchos países desarrollados y
en desarrollo sugieren que es posible hacerlo si se acompaña de la co-
rrecta dosis de voluntad política. También es necesario explorar nuevas
alternativas para gestionar eficazmente los permisos de contaminación,
que no funcionan en forma generalizada en ninguna parte, ya que sus
mecanismos de aplicación no se encuentran del todo perfeccionado.
Aun así, ciertos países pueden considerar interesante experimentar con
algunas de sus variantes.

Tal y como demuestran los pocos estudios empíricos disponi-


bles y otros realizados en los Estados Unidos y Europa sobre las re-
laciones entre empresa, legislación, medio ambiente y tecnología, las
raíces del crecimiento están estrechamente ligadas a los avances en la
innovación y la eficiencia, lo cual se logra en muchos casos por
aproximaciones sucesivas de conocimientos, pero en la mayor parte
mediante la potenciación del capital humano. Lo que sí es innegable
es el papel que juegan la tecnología, la innovación y el Estado. El
protagonismo del Estado es fundamental en la medida en que es
quien propicia —o debería propiciar— el entorno necesario para la
competencia y la conservación, y su actividad no debería limitarse a
ejercer medidas de ordenamiento y control; también debe fomentar la
investigación y el desarrollo nacional. Además, provee las institucio-
nes y aplica los instrumentos para lograr una mayor eficiencia de los
38
Capítulo 1
mercados y una correcta instrumentación de las políticas, piezas cla-
ve en la consecución del desarrollo sostenible.
En este entorno, el proceso de EAE que se podría proponer y
generalizar se organiza en siete fases que constituyen un programa
autónomo, con actividades y productos específicos, pero plenamente
integrado en el proceso de formulación del plan, fases de la EAE y su
relación con la planificación que se ilustran en la Gráfica 2.
La EAE interactúa de forma abierta con el proceso de planifi-
cación sobre la base de sus competencias planificadoras. En este mo-
delo de procedimiento y metodología de EAE el equipo responsable
de la EAE juega varios papeles durante su trabajo.
La EAE es un instrumento con una dimensión política, insti-
tucional y, naturalmente, social. No se trata pues de una mera herra-
mienta técnica, cuya correcta utilización pueda depender de habilida-
des exclusivamente técnicas. La dimensión de la EAE está implícita
en el propio carácter institucional, político, y social de los instrumen-
tos evaluados, que son políticas, planes y programas. La magnitud de
las consecuencias y las características intrínsecas de la planificación
sobre la aplicación práctica de la EAE ha sido reiteradamente desta-
cada en la literatura especializada.
A la complejidad derivada de la dimensión política, institucional
y social de los instrumentos evaluados, se añade la complejidad propia
de su proceso técnico de elaboración, incrementada además por la nece-
sidad de coordinación y consenso entre agentes que frecuentemente
representan intereses diferentes y, en ocasiones, contrapuestos.
La complejidad del proceso de EAE —y de la propia planifi-
cación— es también, en gran medida, un problema de participación,
búsqueda de consenso y transparencia entre todos los implicados en
su elaboración. El éxito del proceso de EAE requiere por lo tanto,
además de un procedimiento y una metodología técnica apropiados,
una capacidad de gestión y coordinación que incorpore de manera
efectiva otros criterios adicionales, difíciles de preestablecer en for-
ma de guía práctica.

39
Capítulo 1

Gráfica 2. Fases de la EAE y su relación con la planificación.

Fuente: TAU Consultora Ambiental.


40
Capítulo 1

6. CONCLUSIONES

A partir de lo expuesto, se deducen suficientes razones que justifican


la realización de experiencias concretas en el campo de la evaluación
ambiental estratégica. Si bien resulta evidente la necesidad de abor-
dar tales actuaciones, se requiere desarrollar un modelo de evalua-
ción ambiental estratégica, de manera que se disponga de un marco
común que haga consistente y coherente cada una de estas actuacio-
nes particulares.
Es posible anticipar que difícilmente se podrá diseñar un único
modelo de Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), sino que proba-
blemente se requiera idearlos según se trate de una política, un plan o un
programa. De igual manera, cada sector (energía, vivienda, agricultura,
etcétera) demandará un tratamiento específico, de acuerdo con su parti-
cular marco legislativo e institucional. Asimismo, dicho modelo deberá
ajustarse a variables tales como el grado de sensibilización ambiental
existente en el nivel de toma de decisiones y las particulares prioridades
y contingencias a que están sometidos los distintos sectores, y que en
definitiva influirán facilitando u obstruyendo la EAE.
Al mismo tiempo, en la construcción del mencionado modelo
habrá que considerar que se trata de una materia expuesta al cambio
permanente y por lo tanto la flexibilidad debe ser un atributo de di-
cho modelo. Tal característica se desprende básicamente del estado
fundacional de esta materia en el país y por- que además la evalua-
ción ambiental estratégica se involucra con los procesos de toma de
decisiones, los que en sí mismos son dinámicos.
Aun considerando la complejidad que representa el diseño de
uno a más modelos de EAE, se estima indispensable avanzar en este
campo. En la medida en que la sociedad y los tomadores de decisio-
nes cuenten con más y mejor información podrán implementar medi-
das que contribuyan no sólo a detener y revertir el deterioro ecológi-
co del país, sino también a promover un manejo sustentable de los
recursos naturales y fomentar una cultura ambiental que contribuya a
la conservación de la naturaleza.
41
Capítulo 1

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46
CAPÍTULO 2
Comportamiento Energético y Emisor:
Variables Clave Para Un Modelo
Económico Sostenible

Yolanda Fernández Fernández 1


Blanca Olmedillas Blanco2
Mª Ángeles Fernández López3

Sumario: 1. De economía, desarrollo y desarrollo sostenible, 2. Ámbito de


análisis y marco teórico, 3. Análisis de la intensidad emisora y sus factores
explicativos en la UE, Estados Unidos y China, 4. Conclusiones, 5. Bibliogra-
fía.

Resumen

El propósito de este trabajo es analizar si la actividad económica y el


consumo de energía son los determinantes principales de las emisio-
nes de CO2. El estudio se realizará para diferentes áreas económicas,
independientemente de sus compromisos medioambientales (refleja-
dos en la adhesión o no al Protocolo de Kioto). La intención última
es doble: por un lado, observar si los países han tomado medidas
energéticas y medioambientales que redunden en un crecimiento sos-
tenible. Por otro, estudiar si los países que públicamente han mostra-
do su compromiso con el medio ambiente a través de la firma del
1
Email: yolanda.fernandez@uam.es
2
Dpto. Análisis Económico: Teoría Económica e Historia Económica, Facultad de
Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad Autónoma de Madrid, España.
Email: blanca.olmedillas@uam.es
3
Dpto. ADE y Economía, Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas, Universi-
dad Camilo José Cela, España. Email: mafernandez@ucjc.edu
47
Capítulo 2
Protocolo de Kyoto están alcanzando modelos económicos más efi-
cientes y menos consumidores de energía que los que no han decidi-
do adherirse a ese compromiso medioambiental.

Palabras clave: emisiones de CO2, PIB real, consumo de energía, in-


tensidad emisora.

Abstract

The aim of this paper is to analyze if economic activity and energy


consumption are the main determinants of CO2 emissions. The study
was carried out to different economic areas, regardless of its envi-
ronmental commitments (reflected in the adherence or no to the Kyo-
to Protocol). The ultimate aim is twofold: first, to confirm whether
countries have taken energy and environmental measures that result
in sustainable growth. Furthermore, to study whether countries that
have publicly shown their commitment to protect the environment by
signing the Kyoto Protocol, are achieving more efficient and less
energy consuming models than those who have not decided to join
this environmental commitment.

Keywords: CO2 emissions, GDP, energy consumption, emission inten-


sity.

Clasificación JEL: Q51, Q43

48
Capítulo 2

1. DE ECONOMÍA, DESARROLLO Y DESARROLLO SOSTENI-


BLE.

La ciencia económica trata de la forma en que los individuos asignan


unos recursos escasos entre fines alternativos y que compiten entre
sí. El origen está en la palabra griega οἰκονομία (oikonomia), la cual
hace referencia al estudio de la administración del hogar. Con el
tiempo, ese concepto se fue generalizando a ámbitos más amplios
que el propio hogar, hasta llegar a la concepción actual4 anteriormen-
te señalada. La economía es producto de la acción humana: no hay
ciencia económica sin la intervención del hombre. Es por tanto, una
rama de conocimiento social, cuya evolución ha estado influida por
el momento histórico, personal y social en el que se ha ido desarro-
llando. Los problemas tratados por la economía han ido cambiando,
así como las herramientas de análisis y los enfoques.
De esta forma, con el paso de los siglos, la preocupación de
los pensadores económicos fue evolucionando, aunque si ha existido
un tema recurrente en la preocupación de los economistas ese ha sido
la búsqueda de explicaciones para el crecimiento económico; que en
una etapa más reciente ha virado hacia el desarrollo sostenible.
En relación al crecimiento económico, quizás fueron los mer-
cantilistas en el siglo XVII los primeros preocupados por dar una
respuesta al origen del crecimiento de las naciones, entendido como
acumulación de riquezas, y que se basaba según estos autores fun-
damentalmente en los superávits comerciales. Los economistas clási-
cos, con Adam Smith como principal autor, sostienen que la riqueza
descansa en la acumulación de factores de producción, cuya disponi-
bilidad supone a su vez un límite al crecimiento. La aportación de
estos autores clásicos está a medio camino entre la filosofía, la políti-
4
Según la primera acepción de la Real Academia de la lengua Española (RAE) es
la “administración eficaz y razonable de los bienes”, mientras que la tercera habla
de la “Ciencia que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades
humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos”.

49
Capítulo 2
ca y la economía, pues ninguno de ellos realiza un análisis económi-
co propiamente dicho y sus reflexiones van más orientadas hacia la
organización de la sociedad. Ya en el siglo XX es cuando aparecen
los primeros modelos formales que explican el crecimiento económi-
co, modelos tanto de carácter clásico 5 como keynesiano 6.
El salto cualitativo hacia el contexto de desarrollo sostenible
se produjo en un momento mucho más cercano en el tiempo, a la vez
que se trataba el tema desde una perspectiva mucho más interdisci-
plinar (Aguado et al., 2009). Desde la perspectiva económica, el de-
bate gira hacia la cuestión de los límites del crecimiento, incluyendo
por primera vez en los modelos las variables ambientales. Y surgen
dos posturas contrapuestas, 1) la postura neoclásica que deriva en la
“economía ambiental” y cuyo objetivo es lograr la sustitución de los
recursos naturales por tecnología y 2) la “economía ecológica” que se
centra en la limitación del crecimiento dada la finitud del planeta.
En todo caso, cada vez es mayor la atención hacia las conse-
cuencias de la acción humana sobre las variables medioambientales. En
el análisis de la cuestión medioambiental, la primera dificultad a tener
en cuenta sería el tipo de bien del que se trata. El medio ambiente es un
bien público y como tal no se le pueden aplicar los principios de rivali-
dad y exclusión; es decir, su consumo no impide que otros individuos lo
consuman simultáneamente y no es posible evitar el consumo una vez
producido el bien (con la fijación de un precio, por ejemplo, como suce-
de con los bienes privados). Esta dificultad ha sido tratada ampliamente
en la literatura económica y el enfoque teórico aparece en los trabajos
de, entre otros, Pigou y Coase. De los muchos temas, parece que las
externalidades y los derechos de propiedad son los más relevantes en
relación a las cuestiones medio ambientales globales. Muchos econo-
mistas están de acuerdo en que Pigou y Coase, aunque no estaban in-
teresados en cuestiones ambientales, sientan las bases conceptuales para
la discusión sobre lo que más tarde se ha venido considerando como la
economía ambiental (Aguilera y Alcántara, 1994).

5
Los modelos iniciales serían los de Solow y Swan, ambos de 1956.
6
Para una revisión de los modelos de crecimiento económico ver, por ejemplo,
Galindo y Malgesini (1993).
50
Capítulo 2
Entre las actuales corrientes investigadoras relativas al desa-
rrollo sostenible destaca la que presta atención a la relación entre la
producción real, el consumo energético y la contaminación ambien-
tal. En este marco, este capítulo intenta aportar algo de luz y revisar
el comportamiento de dicha relación en tres áreas económicas bien
diferentes y con distintos planteamientos medioambientales como
son China, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
La base teórica de este trabajo es la identidad de Kaya, a partir
de la cual se tratará de observar si los resultados alcanzados en términos
de emisiones en las áreas económicas consideradas están condicionados
por: a) el modelo energético y b) el compromiso medioambiental. En
relación al modelo energético, las variables estudiadas son la intensidad
energética y el factor de carbonización y en relación al compromiso
medioambiental se considerará la adhesión o no al protocolo de Kioto y,
en particular, si las medidas que se han tomado en algunas regiones para
alcanzar su cumplimiento han podido implicar cambios en las variables
y relaciones a estudiar. Este último aspecto ya ha sido tratado en la lite-
ratura económica (Fernández et at. 2014, 2015) como un posible nuevo
factor explicativo, el factor regulación.

2. ÁMBITO DE ANÁLISIS Y MARCO TEÓRICO


La elección del ámbito geográfico: EE.UU., UE y China se basa fun-
damentalmente en su actitud ante la protección al medio ambiente así
como su nivel de desarrollo económico. De esta forma, Estados Uni-
dos y la Unión Europea entrarían en la categoría de países desarro-
llados, mientras que China sería clasificada como potencia en desa-
rrollo, con una tasa de crecimiento del PIB muy superior al de las
otras zonas de análisis, pero con un PIB per cápita muy inferior. En
relación a la postura respecto a la protección medioambiental, la
Unión Europea no sólo ha firmado el protocolo de Kyoto sino que se
ha erigido en firme defensor de políticas proteccionistas sobre el me-
dio ambiente, mientras que China y Estados Unidos han decidido no
firmar. En el caso de China, además, ha manifestado claramente su
prioridad de crecimiento aún a costa de la utilización de fuentes
energéticas fósiles, de ofertas limitadas y muy contaminantes.
51
Capítulo 2
La relevancia de los países elegidos se ve reflejada, no sólo
en su importancia política en el escenario global actual, sino también
por las cifras (tabla 1), que muestran como, por término medio, entre
las tres economías generan la mitad del PIB real mundial y explican
el 50% de la energía primaria consumida, superando ligeramente la
mitad de las emisiones de CO2 mundiales.

Tabla 1: PIB, Energía primaria y emisiones de CO2


(Periodo 1990-2012).
PIB usando paridad de poder adquisitivo
(miles de millones de dólares americanos de 2005)
Media Mediana Desviación Máximo Mínimo
Mundo 57.146,01 54.394,41 14.028,54 82.900,58 39.510,32
Estados Unidos 11.412,91 11.668,44 2.049,26 14.231,58 8.222,94
China 5.533,75 4.401,10 3.498,22 12.968,57 1.507,55
Unión Europea 12.096,73 12.289,39 1.692,15 14.342,77 9.707,32
Peso relativo
zona (%) 50,81 50,76 0,94 52,14 49,19

Oferta de energía primaria total (millones de toneladas de petróleo equivalente)


Mundo 10.607,59 10.160,82 1.520,21 13.371,03 8.780,25
Estados Unidos 2.165,63 2.191,15 126,73 2.337,00 1.915,05
China 1.516,14 1.186,80 644,39 2.894,28 847,95
Unión Europea 1.695,11 1.692,65 60,37 1.793,71 1.598,99
Peso relativo
zona (%) 50,72 50,78 0,49 51,61 49,95

Emisiones de CO2 (millones de toneladas de CO2)


Mundo 25.191,26 23.972,65 3.683,99 31.734,35 20.973,87
Estados Unidos 5.382,76 5.479,44 314,88 5.773,51 4.834,98
China 4.413,28 3.396,15 1.936,28 8.205,86 2.244,86
Unión Europea 3.867,74 3.899,22 156,09 4.067,76 3.504,88
Peso relativo
zona (%) 54,26 54,24 0,71 55,23 52,89
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de AIE (2014).

En lo que respecta al marco teórico y con el objeto de rela-


cionar variables ambientales y económicas, se realiza una descompo-
sición factorial de las emisiones de CO2. El punto de partida son los
modelos IPAT que se basan en la descomposición de una identidad
52
Capítulo 2
para expresar una variable de impacto medioambiental como produc-
to de otras variables. Según la formulación original, el impacto am-
biental (I) es resultado del producto de tres “elementos causales”: la
población (P), la actividad económica (A) y la tecnología (T)7.
Dentro del enfoque que son los modelos IPAT, es de general
aceptación la identidad de Kaya (1989) con el objeto de estudiar los
factores explicativos de las emisiones, así como su importancia rela-
tiva en la generación y reducción de las emisiones.
Siguiendo a Roca y Alcantara (2001) y Fernández et al.
(2013), la identidad con la que se trabaja es la siguiente:

Donde las emisiones (CO2) aparecen explicadas por tres factores:

- El índice o factor de carbonización ( ), que refleja que las emisio-


nes dependen de las emisiones por unidad de energía,
- La intensidad energética ( ), que muestra la eficacia en el uso de la
energía por unidad de producto.
- y el factor escala, que viene recogido por el PIB real8.

La expresión (1) se puede reordenar de la siguiente forma:

7
En Roca (2002) se presenta el modelo en detalle, así como sus limitaciones.
8
En este trabajo se agrupan los factores afluencia y población de una identidad de
Kaya tradicional [( ) ] en el factor escala del PIB real . Esto no im-
plica que la población no tenga efectos en la evolución de las emisiones de CO 2,
sino que no es objeto de este trabajo, que se centra en averiguar la relevancia de la
intensidad energética y el factor de carbonización en la evolución de la intensidad
emisora en cada una de las regiones estudiadas.
53
Capítulo 2

Esta identidad indica que la intensidad emisora ( ) es igual


a la intensidad energética ( ) por el factor de carbonización ( ).
Estos factores explicativos y cuál de ellos determina en mayor medi-
da la evolución de las emisiones y de la intensidad emisora, han sido
objeto de diversos estudios teóricos y empíricos 9.
En este trabajo se considera que el factor más significativo en
la evolución de la intensidad emisora es una cuestión puramente em-
pírica y no puede generalizarse. Lo más conveniente es analizar cada
país o región a lo largo del tiempo, ya que tanto el factor de carboni-
zación como la intensidad energética pueden contribuir a explicar la
evolución de las emisiones de forma significativa y también variable.
Para ello hay que tener en cuenta, respecto a la intensidad energética,
que se ve directamente influida, entre otros, por la estructura de la
demanda de bienes y servicios, por la eficiencia energética en la pro-
ducción y el consumo y por los modos de transporte. Así, regiones
con similares niveles de PIB per cápita pueden tener diferentes nive-
les de intensidad energética. En lo que respecta al factor carboniza-
ción, es conveniente considerar que son el mix energético y la tecno-
logía desarrollada los que determinan en mayor medida su valor (ver
Roca y Alcántara, 2001, y Ang y Choi, 2002).
Al igual que Roca y Alcántara (2001), consideramos que
existe una desvinculación en sentido fuerte entre emisiones y creci-
miento económico si las emisiones se reducen a lo largo del tiem-

9
Ejemplos de las diferentes versiones son, por una parte, Mielnik y Goldemberg
(1999), que argumentan que la evolución de la intensidad energética presenta una
trayectoria histórica bien definida y estable, por lo que el índice de carbonización,
mucho más variable, es más útil para explicar la evolución de las emisiones. Por el
contrario, para Ang (1999) la evolución de la intensidad emisora se explica funda-
mentalmente por la intensidad energética y no por el índice de carbonización. Una
conclusión similar es la obtenida por Sun (1999) quien considera que la hipótesis
de la curva de Kuznets ambiental no es más que una consecuencia de la evolución
de la intensidad energética.
54
Capítulo 2
10
po . Y existe una desvinculación en sentido débil cuando disminuye
la intensidad emisora debido al aumento de la renta11.
Los datos utilizados para aplicar esta metodología proceden de
la Agencia Internacional de la Energía (AIE), en su publicación “CO2
Emissions from fuel Combustion”, edición de 2014. Los datos utilizados
abarcan el periodo 1990-201212. Las emisiones de CO2 se expresan en
toneladas de CO2 equivalentes, el PIB se considera en términos reales,
para lo cual se utiliza paridad de poder adquisitivo y se formula en miles
de millones de dólares de 2005. Por último y en lo referente a la energía,
se considera la energía primaria expresada en millones de toneladas de
petróleo equivalente. En particular, la AIE realiza estimaciones de las
emisiones de CO2 e indicadores relevantes, como la intensidad energéti-
ca (E/PIB) y el factor de carbonización (CO2/E). La intensidad emisora
(CO2/PIB) ha sido elaborada a partir de los datos ofrecidos por la AIE.
Establecido el marco teórico y las fuentes estadísticas, a conti-
nuación se analiza la desvinculación entre emisiones y crecimiento eco-
nómico y los factores explicativos de la intensidad emisora en cada una
de las áreas económicas consideradas en el período 1990-2012. A su
vez, este periodo temporal se dividirá en dos subperíodos: 1990-2005 y
2005-2012. La razón para determinar los subperíodos se encuentra en el
intento de analizar la influencia del compromiso medioambiental, con-
siderando como tal la firma del Protocolo de Kyoto, en la evolución de
las emisiones. Puesto que en 2005 la UE puso en funcionamiento el
comercio de derechos de emisión de CO2 como principal instrumento de
mercado, con el objeto de alcanzar los compromisos de reducción de
emisiones firmados en el Protocolo, esta división en subperíodos nos
permitirá analizar por una parte, la repercusión que tales compromisos
han tenido en las variables analizadas a partir de 2005 y por otra parte, si
estos compromisos marcan una clara diferencia respecto a las áreas eco-
nómicas que no los han adoptado.

10
Matemáticamente la desvinculación fuerte implica: .
( )
11
La desvinculación débil implica:
12
El periodo considerado está condicionado por los datos existentes para la Unión
Europea.
55
Capítulo 2

3. ANÁLISIS DE LA INTENSIDAD EMISORA Y SUS FACTORES


EXPLICATIVOS EN LA UE, ESTADOS UNIDOS Y CHINA

La consecución de un modelo económico sostenible pasa necesaria-


mente por la reducción de las emisiones de CO2. El gráfico 1 muestra
la evolución de las emisiones de CO2 para las zonas geográficas con-
sideradas desde 1990 hasta 2012.
Hay que destacar, en primer lugar, el gran incremento de las
emisiones de CO2 en China con una tasa interanual media para el perío-
do considerado de 6,07% frente al 0,19% experimentado por Estados Uni-
dos y el -0,67% de la Unión Europea. En 1990 China emitía en torno a un
55% menos que EE.UU. y un 45% menos que la UE. Esta situación se
mantiene hasta 2003, año en que supera las emisiones de la UE. En 2006
se convierte en el primer emisor de CO2 superando a EE.UU. La evolu-
ción seguida por las emisiones chinas es tan significativa, que pasa de
ser el país que menos contaminaba en 1990 de los considerados a emitir
en 2012 casi tanto CO2 como EE.UU. y la UE juntas. Por tanto, China no
presenta desvinculación fuerte de las emisiones a lo largo del tiempo.

Gráfico 1: Emisiones de CO2 (millones de toneladas).

Fuente: Elaboración a partir de los datos de AIE (2014).


56
Capítulo 2
En el caso de la UE, la evolución de las emisiones de CO 2
muestra una desvinculación fuerte para todo el período considerado,
ya que presenta una caída de las emisiones a lo largo del período. A
partir de 2005, año en que se inició, en período de prueba, el comer-
cio de derechos de emisión esta tendencia reductora se consolidó, lo
que pondría de manifiesto la eficacia del citado comercio y en defini-
tiva los compromisos medioambientales adquiridos.
En lo que respecta a las emisiones en EE.UU., estas aumentan
de forma continuada hasta 2005 y a partir de dicho año comienzan a
disminuir. Esta reducción es más intensa los últimos años del período
considerado. Por tanto, la desvinculación fuerte entre emisiones y
crecimiento económico a partir de 2005 en EE.UU. pone de mani-
fiesto el creciente interés de EE.UU. por el medioambiente y el desa-
rrollo sostenible.
Considerando esta evolución de las emisiones de CO 2 en la
UE, EE.UU. y China, y puesto que las emisiones están íntimamente
relacionadas con la dinámica de la actividad económica y con el uso
de energía, analizaremos a continuación si además hay una desvincu-
lación débil entre la evolución de las emisiones y el crecimiento eco-
nómico. Para ello estudiaremos la evolución de la intensidad emisora
y en qué medida puede ser explicada teniendo en cuenta el uso de
energía por unidad de producto y las emisiones de carbono por uni-
dad de energía primaria. Esto permitirá determinar qué factor tiene
mayor relevancia en la evolución de las emisiones, la intensidad
energética o el factor carbonización. Además, se tendrá en cuenta que
los tres ámbitos geográficos considerados se han planteado la reduc-
ción de emisiones de forma muy diferente y con distinta intensidad
por lo que el período analizado se divide en dos, como se explicó
anteriormente.
La evolución de estas variables aparece en los gráficos 2, 3 y
4 para EE.UU., China y la UE respectivamente. En los todos los ca-
sos se toma 1990 como base 100.

57
Capítulo 2

Gráfico 2: Intensidad emisora, intensidad energética y


factor de carbonización (1990=100).

Fuente: Elaboración a partir de los datos de AIE (2014).

Gráfico 3: Intensidad emisora, intensidad energética y


factor de carbonización (1990=100).

Fuente: Elaboración a partir de los datos de AIE (2014).


58
Capítulo 2
Gráfico 4: Intensidad emisora, intensidad energética y
factor de carbonización (1990=100).

Fuente: Elaboración a partir de los datos de AIE (2014)

En términos generales, en las tres regiones estudiadas se ob-


serva que el mayor índice es el factor de carbonización (emisiones
por unidad de energía). También hay que destacar que tanto en la UE
como en EE.UU. la tendencia de este factor es decreciente, claramen-
te en la UE, lo que muestra que los compromisos ambientales adqui-
ridos tras la firma del Protocolo de Kyoto por parte de la UE van en
la dirección correcta, consiguiendo un cambio en el mix energético y
en la tecnología tendentes a la reducción de emisiones. Sin embargo,
en China la evolución es creciente apreciándose una ligera disminu-
ción los últimos años del período.
Se observa también que mientras en la UE y en EE.UU. la in-
tensidad energética (energía por unidad de producción) está por en-
cima de la intensidad emisora (emisiones por unidad de producción),
en China ocurre lo contrario: la intensidad emisora supera a la inten-
sidad energética, poniendo de manifiesto que el objetivo prioritario
de la economía china es el crecimiento del PIB.
Para analizar de forma detallada en qué medida la intensidad
energética y el factor de carbonización explican la intensidad emisora
y en última instancia las emisiones, se presentan en las tablas 2, 3 y
4, en tasas de variación interanuales medias, los resultados obtenidos
59
Capítulo 2
para las variables estudiadas en el período considerado 1990-2012 así
como para dos subperíodos analizados.
Tabla 2: Tasas de variación interanuales medias para Estados Unidos (%)
Estados CO2 E PIB CO2/PIB E/PIB CO2/E
Unidos (1)=(2) +(3) (2) (3)= (4) + (5) (4) (5)
1990-2005 1,13 1,25 2,92 -1,74 -1,62 -0,12
2005-2012 -1,60 -0,99 1,05 -2,62 -2,02 -0,61

1990-2012 0,19 0,51 2,52 -2,28 -1,96 -0,32


Fuente: Elaboración a partir de los datos de AIE (2014).

Tabla 3: Tasas de variación interanuales medias para China (%).


China CO2 E PIB CO2/PIB E/PIB CO2/E
(1)=(2) +(3) (2) (3)= (4) + (5) (4) (5)
1990-2005 5,25 4,31 9,42 -3,81 -4,67 0,90
2005-2012 5,36 6,30 9,08 -3,41 -2,55 -0,88

1990-2012 6,07 5,61 10,28 -3,82 -4,23 0,43


Fuente: Elaboración a partir de los datos de AIE (2014).

Tabla 4: Tasas de variación interanuales medias para la Unión Europea (%).


Unión CO2 E PIB CO2/PIB E/PIB CO2/E
Europea (1)=(2) +(3) (2) (3)= (4) + (5) (4) (5)
1990-2005 -0,10 0,54 1,97 -2,03 -1,41 -0,63
2005-2012 -1,60 -1,04 0,77 -2,35 -1,80 -0,57

1990-2012 -0,67 0,00 1,73 -2,36 -1,70 -0,67


Fuente: Elaboración a partir de los datos de AIE (2014).
En lo que respecta a la evolución de la intensidad emisora, en
ambos períodos y para las tres zonas consideradas, se observa que
disminuye ya que las tasas de variación interanuales medias son ne-
gativas, por tanto, existe una desvinculación débil entre emisiones y
crecimiento económico. Ahora bien, hay diferencias sustanciales en
la interpretación de los datos. Así, para la UE se constata además de
la desvinculación débil, una desvinculación fuerte entre emisiones y
60
Capítulo 2
producción para los dos subperíodos considerados, ya que disminu-
yen las emisiones a lo largo del tiempo. Para China, sin embargo, la
disminución de la intensidad emisora es debido a que la tasa de cre-
cimiento del PIB es muy superior al crecimiento de las emisiones de
CO2, que en ningún momento disminuyen. En EE.UU. para el primer
período, 1990-2005, hay una desvinculación débil mientras que para
el segundo, 2005-2012, también existe desvinculación fuerte.
En el caso de China es significativa la acusada reducción de
la intensidad emisora en ambos períodos: -3,81% para 1990-2005 y -
3,41% para 2005-2012 muy superiores a las registradas en la UE y
EE.UU. La razón es el importante crecimiento experimentado por el
PIB en este país, que alcanza una tasa de variación interanual media
para todo el período considerado (1990-2012) de 10,28% frente al
1,73% de la UE y el 2,52% de EE.UU.
Por tanto, y en cuanto a la intensidad emisora se refiere, los da-
tos muestran que la UE es la zona que mejores resultados ha conseguido
para todo el período analizado ya que la desvinculación fuerte pone de
manifiesto una producción más eficiente en términos medioambientales,
lo que es acorde a la prioridad que para la UE supone el medioambiente.
Este resultado también se observa en EE.UU. entre 2005-2012 consi-
guiendo invertir la tendencia registrada en el primer período considera-
do 1990-2005 donde tanto PIB como emisiones crecieron, si bien la
producción en mayor medida que las emisiones. Este resultado para
2005-2012 muestra que aunque EE.UU. no firmó el Protocolo de
Kyoto, sí está tomando medidas reductoras de la contaminación.
¿A qué causa obedece este comportamiento de la intensidad
emisora? El análisis de los datos muestra que es la intensidad energé-
tica la que en mayor medida determina la intensidad emisora en las
tres zonas consideradas, mostrando disminuciones de mayor cuantía
que el factor de carbonización en todos los períodos considerados.
De hecho, en la declaración de Sidney en 2007 sobre cambio climáti-
co, los países miembros del APEC 13, entre ellos China y EE.UU. se
13
APEC, es el Foro de Cooperación de países de Asia-Pacífico, integrado por
Australia, Brunei, Canadá, Chile, China, Core del Sur, Estados Unidos,, Filipinas,
Hong Kong, Indonesia, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papua Nueva
Guinea, Perú, Rusia, Singapur, Tailandia, Taiwan y Vietnam.
61
Capítulo 2
comprometieron, entre otras medidas, a reducir en un 25% la intensi-
dad energética para 2030.
Un análisis más detallado de este factor evidencia, sin embargo,
claras diferencias en los dos períodos analizados. En el primer período
1990-2005 en las tres zonas la disminución de la energía por unidad de
producción se debe al mayor crecimiento experimentado por el PIB
frente al aumento producido en el uso de energía. En el segundo período
considerado 2005-2012, la situación se invierte para la UE y EE.UU. ya
que la disminución de la intensidad energética se debe a claras disminu-
ciones en el uso de la energía mientras la producción aumenta, lo que
refleja una mayor eficiencia energética en la producción en ambas zo-
nas. A diferencia de lo ocurrido en la UE y en EE.UU., en China au-
mentos en el PIB van acompañados de aumentos en el consumo de
energía, es más, para seguir aumentando su producción en un 9% en el
segundo periodo, su consumo energético crece en 2 puntos respecto al
periodo anterior (de 4,3 a 6,3%), reflejando así una producción menos
eficiente en términos energéticos a partir de 2005.
En cuanto al factor de carbonización, para todo el período
considerado 1990-2012 disminuye en la UE y en EE.UU: -0,67% y -
0,32% respectivamente. Sin embargo, en China aumenta un 0,43%.
Puesto que este factor refleja el mix energético y la tecnología se
evidencia que mientras en la UE y EE.UU. se están haciendo esfuer-
zos encaminados al uso de una energía menos contaminante, en Chi-
na no se están tomando medidas en este sentido.
Un análisis más detallado muestra que para el subperíodo 1990-
2005, la disminución del factor de carbonización en la UE y en EE.UU
se debe en el primer caso a una caída en las emisiones de CO2 acompa-
ñadas de un aumento en el consumo de energía, mientras que en
EE.UU. se debe a un aumento en mayor proporción de la energía que de
las emisiones. Ambos casos, especialmente la UE, ponen de manifiesto
el uso de una energía menos contaminante. El caso contrario ocurre en
China, donde el aumento del factor de carbonización nos pone de mani-
fiesto el uso de una energía altamente contaminante.
Para el subperíodo 2005-2012, en la UE y EE.UU. tanto las
emisiones como la energía disminuyen, lo que unido a un aumento
en la producción, determina el comportamiento de la intensidad emi-
62
Capítulo 2
sora en estas zonas y refleja una producción más eficiente tanto a
nivel energético como medioambiental. En China, la disminución del
factor de carbonización en este período es el resultado de importantes
aumentos en la energía acompañados de aumentos, también signifi-
cativos pero de menor cuantía, en las emisiones, corroborando una
producción menos eficiente a nivel energético y medioambiental.
En definitiva, el análisis realizado muestra que tanto en la UE
como en EE.UU. las medidas adoptadas encaminadas a reducir las
emisiones de CO2 con el objetivo de conseguir un crecimiento soste-
nible están siendo eficaces, aunque todavía no sean suficientes. Sin
embargo, en China los datos muestran que su objetivo prioritario
sigue siendo el crecimiento económico, aunque con una preocupa-
ción menor por el medioambiente.

4. CONCLUSIONES

En la actualidad es incuestionable que el análisis económico a largo


plazo incluya, como uno de sus objetivos prioritarios, la consecución
de un crecimiento sostenible. Frenar las consecuencias de la acción
humana sobre el medio ambiente y, en última instancia, reducir las
emisiones de CO2 a la atmosfera implica, para las diferentes econo-
mías, cambios significativos tanto desde el punto de vista de la oferta
como de la demanda (tecnológicos, en el mix energético, en la es-
tructura de la demanda de bienes y servicios, en la eficiencia energé-
tica en la producción y el consumo…). Es por ello que las respuestas
ofrecidas por las diferentes economías han sido muy variadas.
Así, algunas economías (por ejemplo, la Unión Europea) han
optado por un compromiso medioambiental global, materializado en
la firma del Protocolo de Kyoto y cuya primera manifestación fue la
puesta en marcha, en 2005, del comercio de derechos de emisión.
Otras economías, (EE.UU.) sin embargo, se han decantado por la
toma de medidas medioambientales nacionales. Y otras, consideradas
emergentes o en vías de desarrollo, en las que los objetivos me-
dioambientales tienen, de momento, un carácter secundario.
En este contexto, el objetivo de este trabajo es, utilizando como
base teórica la identidad de Kaya, analizar y comparar la evolución de
63
Capítulo 2
las emisiones de CO2 y la intensidad emisora, así como de sus factores
explicativos: intensidad energética y factor de carbonización, en tres
áreas geográficas que representan los diferentes planteamientos me-
dioambientales: la UE, EE.UU. y China en el período 1990-2012. Del
análisis realizado destacan las siguientes conclusiones:
-China no presenta desvinculación fuerte pero sí débil entre
emisiones y producción. Esto significa que, aunque aumentan las
emisiones, lo hacen a una tasa inferior a la tasa de incremento de la
producción, lo que se traduce en una disminución de su intensidad
emisora. Sin embargo, esto no se puede interpretar como un gran
avance en el camino de la reducción de las emisiones. De hecho,
China se ha convertido en el mayor emisor, alcanzando un volumen
de emisiones de la misma cuantía que EE.UU. y la UE juntas, con
tasas de crecimiento muy elevadas que no se reducen a lo largo del
periodo (alrededor del 5%)
-EE.UU., de forma similar a China, no muestra desvincula-
ción fuerte entre emisiones y producción aunque sí débil disminu-
yendo su intensidad emisora. Pero, a diferencia de China, la tenden-
cia en sus emisiones es a disminuir alcanzando una tasa de creci-
miento de 0,19% para todo el período considerado.
-La UE es la única que muestra una desvinculación fuerte en-
tre emisiones y producción, ya que en todo el período considerado se
evidencia una reducción de las emisiones de CO2. Además, presenta
también una desvinculación débil, con reducción de la intensidad
emisora, más acusada en el segundo período considerado 2005-2012.
-Para las tres áreas económicas consideradas la disminución
experimentada por la intensidad emisora viene explicada, fundamen-
talmente, por la intensidad energética. En los casos de EE.UU. y la
UE también el factor de carbonización contribuye a la evolución de
la intensidad emisora ya que presenta tasas de crecimiento negativas.
En China, al contrario, este factor aumenta ligeramente atenuando la
caída de la intensidad emisora. Este análisis pone de manifiesto cla-
ramente un menor uso de energía por unidad de producción y en
EE.UU. y la UE una energía menos contaminante.
64
Capítulo 2
Para observar en qué medida los compromisos ambientales
adquiridos por cada zona han determinado los resultados alcanzados,
el período analizado se ha subdividido en dos: 1990-2005 y 2005-
2012. De los dos subperíodos adquiere especial relevancia el segun-
do, en el que entra en funcionamiento en la UE el comercio de dere-
chos de emisión. El análisis realizado evidencia la eficacia tanto del
comercio de derechos de emisión establecido por la UE como las
medidas adoptadas por EE.UU. De hecho, en este segundo subperio-
do los resultados obtenidos por EE.UU. no son especialmente dife-
rentes a los alcanzados por la UE, ambas zonas muestran una desvin-
culación fuerte, además de débil entre emisiones y crecimiento eco-
nómico y ambas presentan mejorías en su factor de carbonización.
Esto implica que en la lucha contra el cambio climático lo más im-
portante es que las medidas adoptadas sean eficientes y conduzcan a
la reducción de las emisiones de CO2 y no tan importante que éstas
sean tomadas a través de compromisos medioambientales globales.
Lo que es importante, por tanto, es que los países se involu-
cren, de una u otra forma, en la preocupación por el medioambiente,
que envíen señales claras al mundo, especialmente a las economías
emergentes, de la importancia del medioambiente y consigan su im-
plicación directa. En caso contrario, los esfuerzos reductores de al-
gunas zonas se van a ver mermados considerablemente por el creci-
miento de las emisiones de regiones no comprometidas.
Por último, del análisis realizado y a pesar de la eficacia mos-
trada por las medidas y compromisos adoptados, llama la atención la
poca influencia del factor de carbonización en la evolución de la in-
tensidad emisora, aunque sus tasas de crecimiento sean negativas.
Los resultados muestran que sería necesario incidir de forma más
decisiva sobre este factor. Para ello, se requiere aumentar la produc-
ción de energías alternativas que conduzcan a mejorar el mix energé-
tico y por supuesto desarrollar nuevas tecnologías que redunden en
menores emisiones y ahorros energéticos. Evidentemente, esto exige
grandes esfuerzos en I+D pero sin estos cambios la consecución de
un desarrollo sostenible no sería posible.

65
Capítulo 2

5. BIBLIOGRAFÍA
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nº 31, p. 203-209.

66
CAPÍTULO 3
Efecto Invernadero y Sector Agrario.
Un Análisis Económico Regional
Comparativo De Los Inputs y
Los Outputs En Este Sector

Dr. D. José Ruiz Chico1


Dr. D. Antonio Rafael Peña Sánchez2
Dra. Dª. Mercedes Jiménez García3

Sumario: 1. Introducción, 2. Metodología, 3. Resultados, 4. Conclusiones, 5.


Bibliografía.

Resumen

Los países adscritos al protocolo de Kioto se comprometieron a re-


ducir los gases de efecto invernadero para frenar el calentamiento
global y garantizar la sostenibilidad de nuestro planeta. En este do-
cumento estudiaremos estas emisiones en el sector agrario, utilizando
datos de la FAO, vinculando los outputs y los inputs de este sector.
Para ello, tras realizar diversos análisis, se puede comprobar la rela-
ción entre la evolución del peso de la agricultura y la emisión de es-
tos gases. De esta forma, se puede verificar un mayor compromiso de
los países desarrollados con la sostenibilidad del planeta.

1
Dpto. Economía General. Universidad de Cádiz (España). Email: jo-
se.ruizchico@uca.es
2
Dpto. Economía General. Universidad de Cádiz (España). Email: ra-
fael.pena@uca.es
3
Dpto. Economía General. Universidad de Cádiz (España). Email: merce-
des.jimenezgarcia@uca.es
67
Capítulo 3

Palabras clave: agricultura, desarrollo, CO2, sostenibilidad.

Abstract

Countries which holded on the Kyoto Protocol committed them-


selves to reduce greenhouse gases to stop global warming and ensure
the sustainability of our planet. In this paper we will study these is-
sues in agriculture, using FAO data, linking the outputs and inputs of
this sector. With such aims in mind, after performing various analyz-
es, the relationship between the evolution of the importance of agri-
culture and the emission of these gases can be proved. In this way,
we can verify a greater commitment from developed countries with
the sustainability of the planet.

Keywords: agriculture, development, CO2, sustainability.

68
Capítulo 3

1. INTRODUCCIÓN

El sistema climático de nuestro planeta viene determinado por un


conjunto de variables muy complejo, sobre todo por las emisiones
procedentes del consumo de combustibles fósiles, así como de otros
gases, provocando importantes consecuencias en la sostenibilidad de
nuestro planeta. Esto provoca un calentamiento global en la Tierra
que altera los ciclos naturales de energía, generando graves impactos
ambientales (De Lara (2007), Narbona Ruiz (2006)).
De todos los sectores económicos, quizás sea la agricultura el
sector más dependiente de las condiciones naturales, y por lo tanto
del clima. Las condiciones climáticas existentes en continentes como
Europa han sido muy positivas para este sector hasta este momento,
constituyendo un factor determinante para su desarrollo. Esto implica
que si cambian estas condiciones supondrá consecuencias importan-
tes para la agricultura, alterando sus estructuras regionales medioam-
bientales, económicas y sociales, derivadas del aumento de las tem-
peraturas y de la modificación de los ciclos anuales de precipitacio-
nes. El aumento de las sequías y de las desertificaciones imposibilita-
rá la producción agraria en algunas regiones, afectando a su sosteni-
bilidad. También tendrá grandes efectos en las plagas y enfermeda-
des, que reducirán significativamente los rendimientos agrarios.
Podemos citar a García et al (2006) como ejemplo de los múl-
tiples autores que argumentan que hay un consenso generalizado en
que el calentamiento global está provocado por el aumento de las
emisiones de Gases de Efecto Invernadero (En adelante, GEI), sobre
todo dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), hidrofluorocarbonos
(HFCs), óxido nitroso (N2O), perfluorocarbonos (PFCs) y hexafluo-
ruro de azufre (SF6). Estas emisiones se dispararon de forma drástica
en el siglo XIX con la Revolución Industrial y los cambios en el uso
de la tierra. No obstante nos encontramos con la paradoja de que ac-
tualmente muchas de esas actividades productoras de GEI son fun-
damentales para nuestra economía mundial.
69
Capítulo 3
Hemos de dejar patente que la agricultura no es únicamente
una víctima que sufre el cambio climático, ya que también emite ga-
ses de efecto invernadero (CO2, metano y óxido nitroso), producidos
por los cambios en la utilización del suelo y la propia producción
agraria. Por el contrario, la agricultura extensiva ayuda también a
reducir las emisiones con la eliminación de la quema de restos de
cultivos en el campo, una práctica agrícola tradicional que es total-
mente desaconsejable para la fertilidad de los suelos, agravando los
problemas de erosión y desertificación. Además, la agricultura con-
tribuye a la protección del clima, manteniendo las reservas de car-
bono del suelo, aumentándolas con la formación sistemática de hu-
mus, consumiendo menos energía (Cerdá Tena (2012)) y producien-
do biomasa ecológica y sostenible para usos energéticos (Pérez de las
Heras (2014)).
Bajo esta perspectiva, la agricultura puede contribuir de manera
importante a la mitigación de los efectos del cambio climático y las con-
secuencias derivadas de la contaminación atmosférica en la sostenibili-
dad mediante una utilización más eficiente de la energía y a través de la
producción de energías renovables (producción bioenergética). No de-
bemos olvidar que la agricultura también produce energía en forma de
biocombustibles y biomasa.
También se puede incidir positivamente en el cambio climático
mediante la implantación de nuevas técnicas de trabajo más modernas
que reduzcan las emisiones a la atmósfera (López (2013)) y contribuyan
así a su sostenibilidad. Un ejemplo de ello es la agricultura ecológica.
La ventaja general que tiene la agricultura es que la energía solar se
transforma directamente en energía, pero ésta disminuye cuanto más se
utilice en el proceso productivo la energía de combustibles fósiles, o
cuantos menos productos vegetales utilicen las personas de forma direc-
ta, sustituyéndose por productos animales. De esta manera, las explota-
ciones ecológicas renuncian al uso de fertilizantes minerales y de pro-
ductos fitosanitarios industriales solubles en el agua, su utilización per-
judica el balance de la agricultura tradicional.
García et al (2006) explican que, de esta manera, la agricultura
ecológica permite reducir notablemente las emisiones de CO2 por ser un
sistema de producción sostenible, por el ahorro energético que implica
70
Capítulo 3
el mantenimiento de la fertilidad del suelo a través de inputs internos
(abonos verdes, rotaciones, labranza de leguminosas, etc.), por la no
utilización de fitosanitarios y fertilizantes de síntesis y la baja externali-
zación en la alimentación del ganado.
Según la definición del IPCC (Panel Intergubernamental so-
bre el Cambio Climático), las emisiones relacionadas de manera di-
recta con la agricultura estarían entre el 10 % y el 12 % aproxima-
damente. Se calcula que la contribución agraria al total de emisiones
de efecto invernadero estaría entre 8 500 y 6 500 millones de tonela-
das de CO2 equivalente (En adelante CO2 eq). Europa tendría un por-
centaje de emisiones de gases de efecto invernadero inferior que a
escala mundial (Aproximadamente un 9%). Desde 1990 la agricultu-
ra redujo un 20 % las emisiones en la UE-27, y un 11 % en la UE-15
(Jiménez Beltrán y Nieto (2010), Cardona y Pérez de Ayala (2007)).
Sin embargo, en este cálculo no se consideran las emisiones deriva-
das de los cambios de la utilización del suelo ni de la energía que se
consume en la producción de fertilizantes y productos fitosanitarios o
para el combustible de los tractores. Se exige entonces un nuevo es-
cenario para el cambio que garantice nuestra sostenibilidad (Jiménez
Beltrán (2009), Narbona Ruiz (2006)).
En este contexto, Martínez González-Tablas et al (2011) de-
jan patente la toma de conciencia colectiva sobre los problemas rela-
tivos a la sostenibilidad energética, sobre todo en las últimas cuatro
décadas (Marquardt (2006)), presentando cinco puntos que definen
las corrientes actuales de filosofía económica sobre estas cuestiones:

 Hay una aceptación general del problema de la sostenibilidad, patente


en aspectos como los organismos internacionales, en los programas
de los gobiernos, en la estructura de las administraciones públicas, en
los planes de trabajo de las comunidades científicas y las universida-
des, en el tratamiento mediático, en la opinión pública, en los movi-
mientos sociales y en los comportamientos privados.
 Ha aumentado el conocimiento científico disponible, porque la co-
munidad científica se ha activado, estudiando los grandes problemas
medioambientales que afectan a la sostenibilidad de una forma muy
articulada.
71
Capítulo 3
 El origen de los problemas medioambientales actuales es social, a raíz
de la explosión demográfica, del modelo de producción y consumo
imperante y del descuido regulador.
 Las previsiones y los escenarios se formulan como probabilidades, in-
cluso bajo condiciones de incertidumbre difícilmente reducibles a
probabilidad, porque es el único medio de tratamiento que permite el
método científico ante estos problemas.
 El mercado es incapaz de procesar toda esta problemática, por la na-
turaleza de los bienes y por las alternativas que se manejan, difícilmen-
te medibles en dinero. No obstante, por otro lado, son importantes
los dilemas de la regulación pública, carente de instituciones asentadas
y dotada de instrumentos que generan a la vez riesgos potenciales.

Bajo este contexto, amparada baja la eficiencia energética y la


sostenibilidad, nos planteamos analizar en este capítulo la emisión de
gases de efecto invernadero por parte de la agricultura a nivel mun-
dial, a nivel de países, con la premisa principal de diferenciar distin-
tos perfiles de comportamiento entre los países desarrollados y los
que están en vías de desarrollo. Vincularemos entonces imputs y out-
puts del proceso productivo agrario.
Para ello, empezamos este documento con una breve descrip-
ción general de esta problemática. En el segundo epígrafe planteamos
la metodología que hemos seguido. Los resultados obtenidos en el
estudio aparecen expuestos en los tres epígrafes siguientes, donde se
presentan consecutivamente el análisis de las variables estudiadas, el
análisis econométrico y el análisis cluster según el algoritmo de Ho-
ward- Harris. El documento termina con la presentación de las con-
clusiones y la bibliografía utilizada.

2. METODOLOGÍA

Como acabamos de presentar, en este epígrafe presentaremos la me-


todología seguida en este estudio para conseguir los objetivos plan-
teados en esta investigación y conseguir la caracterización de los
países que conforman la muestra. En términos generales, desde una
perspectiva clásica, los países son diferentes según la dotación de los
72
Capítulo 3
tres insumos o factores productivos principales: trabajo, tierra y capi-
tal. Se puede deducir por lo tanto perfiles diferentes de los outputs
derivados de los mismos, que serían tanto la producción agraria ob-
tenida como la emisión de GEI.
La principal variable, objeto de estudio en este documento,
son las emisiones GEI de la agricultura, que se ha configurado en los
distintos análisis como variable más importante. Las emisiones tota-
les contienen todas las emisiones producidas en los diferentes sub-
dominios de emisiones agrícolas, generadas por los procesos de fa-
bricación y descomposición en la producción agrícola y ganadera, y
en las actividades de gestión. Todos estos gases están expresados en
sus equivalentes de CO2, incluyendo por lo tanto los obtenidos a tra-
vés de el cultivo del arroz (CH4), los fertilizantes sintéticos (N2O), el
estiércol destinado a los suelos (N2O) y a las pasturas (N2O), los re-
siduos agrícolas (N2O), el cultivo de suelos orgánicos (N2O), la utili-
zación de energía (CO2, CH4, N2O), la fermentación entérica (CH4),
la gestión del estiércol (CH4, N2O) así como la combustión de los
distintos residuos agrícolas (CH4, N2O) y de la sabana (CH4, N2O).
La FAO tiene una base de datos mundial de estas emisiones,
que son estimadas a nivel de países o regiones, según los datos de la
actividad de FAOSTAT y con cálculos del Nivel 1, todo ello bajo las
Directrices para los inventarios de GEI por países del Panel Intergu-
bernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) del 2006. Vienen
relativos desde 1961 hasta la actualidad, con actualizaciones anuales
y proyecciones futuras para 2030 y 2050. Estos datos se incluyen en
el Quinto Informe de Evaluación del III Grupo de trabajo del IPCC,
ampliando las tendencias de análisis de los datos de actividad y de
las emisiones de GEI hasta la actualidad, así como el interés de ga-
rantizar las posibles actualizaciones anuales automáticas en el futuro.
La FAO trabaja en estas cuestiones definiendo los indicadores
agroambientales como unos índices que son capaces de describir y eva-
luar el estado y las tendencias del comportamiento ambiental de la agri-
cultura, de manera que son útiles para proporcionar indicaciones útiles a
los científicos y a los responsables de las políticas de medio ambiente,
con respecto a los efectos de distintas políticas y a la eficiencia en el uso
de los presupuestos en cuestiones medioambientales. La FAO considera
73
Capítulo 3
que estos indicadores deben ser sólidos, sencillos, oportunos y pertinen-
tes para los distintos interesados en estas cuestiones.
El marco de indicadores más utilizado subdivide los indicadores
ambientales en cinco categorías dentro del modelo fuerza motriz-
presión-estado-impacto-respuesta (FPEIR), elaborado por la Agencia
Europea del Medio Ambiente (AEMA) en 1999 y según el modelo pre-
sión-estado-respuesta (PER) de la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos (OCDE, 1993). El conjunto de datos de indi-
cadores agroambientales disponible en FAOSTAT ha sido elaborado en
consonancia con los marcos de indicadores agroambientales elaborados
por la OCDE y EUROSTAT en los últimos 20 años.
Los datos de emisión que ofrece la FAO son estimados y no
coinciden con la información notificada por los países miembros a la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climáti-
co (CMNUCC). Estos datos se difunden al público para facilitar la
retroalimentación continua por parte de los países miembros, estando
concebida su base para ayudar a los países miembros para evaluar y
comunicar sus emisiones. De esta forma constituye un punto de refe-
rencia internacional muy útil para todos.
Por último, desde el punto de vista de los outputs, no debe-
mos olvidar tampoco la producción obtenida en el ciclo económico
aunque en nuestro estudio esté en un lugar secundario. Como medida
de esta magnitud hemos utilizado el Valor Bruto de la Producción
Agrícola que ofrece la FAO para todos los países del mundo. Este
indicador viene medido en dólares americanos y expresados en tér-
minos constantes del periodo 2004-2006.
Desde un punto de vista económico, otros datos muy interesan-
tes se encuentran en el contexto de los insumos agrícolas o factores de
producción. En este punto se cubren las variables principales de inputs:

Población activa de la agricultura: La FAO ofrece las series cronológi-


cas de los datos de población agrícola económicamente activa. Conocida
también como fuerza de trabajo agrícola, la FAO la define como la parte
de la población económicamente activa que trabaja o busca trabajo en la
agricultura, la caza, la pesca o la silvicultura. La serie consta de estimaciones
y proyecciones de las diferentes fuentes originales, estando los datos referi-
74
Capítulo 3
dos a la población económicamente activa de la OIT (Organización Mun-
dial del Trabajo) y cubriendo el periodo comprendido desde 1980 a 2020.
Superficie agrícola: La distribución de tierras en un país, distinguiendo
entre tierra arable, pasturas y otras tierras, al igual que la importancia del
factor “irrigación” son algunos de los grupos de datos más interesantes re-
cogidos por la FAO. Los datos de la variable principal se expresan en miles
de hectáreas. A diferencia de otros factores productivos, en el caso de la
tierra son especialmente difíciles de resumir en un único indicador, ya que
su productividad depende especialmente del agua y de las condiciones del
suelo.
Reserva de capital neto: La estimación de la reserva de capital agríco-
la viene referida al valor asignado al capital físico disponible en el sector
agrícola para la producción de otros bienes en un momento concreto.
La Dirección de Estadística de la FAO ha obtenido de manera indirecta
estimaciones de la inversión agraria utilizando datos físicos sobre trac-
tores, tierra de regadío y tierra dedicada a cultivos permanentes, ganado,
etc. bajo los precios medios de 1995. Partiendo de estos datos la FAO
estimó la reserva de capital agrícola, cuya variación anual se considera
que refleja la inversión en la agricultura. La variable original utilizada en
este estudio está medida en precios constantes de 2005.
Consumo de energía: Se mide a través del consumo de energía y emi-
sión de GEI por país, por gas emitido, tanto en gigagramos de GEI
emitido como de CO2 equivalente.
Plaguicidas, herbicidas, insecticidas y funguicidas: Estas variables re-
cogen su uso por superficie arable y de cultivos permanentes, medidos co-
mo toneladas/1000 ha. Esta variable incluye los insecticidas, herbicidas,
funguicidas, desinfectantes y cualquier otra sustancia cuya utilidad sea la
destrucción, prevención, atracción, control o rechazo de cualquier plaga,
incluidas las especies animales o vegetales no deseadas en los cultivos y que
se presenten durante el proceso productivo, el almacenamiento, el trans-
porte, la distribución y la fabricación de productos agrarios básicos o ali-
mentarios, o incluso piensos que pudieran ser administrados a los animales
para el control de insectos, arácnidos u otros ectoparásitos.

En este término se incluyen también las sustancias cuyo destino


es la utilización como reguladoras del crecimiento de las plantas,
desecantes, defoliantes, agentes para reducir la densidad de la fruta o
que permitan evitar su caída prematura, y las sustancias que se aplican a
los cultivos antes o después de su cosecha para proteger el producto del
75
Capítulo 3
posible deterioro durante el almacenamiento y transporte. Los datos se
presentan desagregados en insecticidas, herbicidas y funguicidas.
Con las variables que acabamos de presentar, se han llevado a
cabo análisis mono, bi y multivariantes con los datos recopilados en
este estudio. Entre los análisis mono y bivariantes, destaca la obten-
ción de estadísticas básicas y análisis de regresiones mediante míni-
mos cuadrados ordinarios. Como análisis multivariantes debemos
resaltar especialmente el análisis cluster o de conglomerados, con la
prueba F de Snedecor de diferencias de significación en las medias y
el análisis discriminante. De forma más detallada veremos en cómo
funcionan las metodologías de análisis más complejas que acabamos
de presentar, siguiendo a Santesmases Mestre (2005):
 El análisis cluster, también conocido en terminología castellana como
análisis de clases, grupos o conglomerados, busca clasificar una serie
de elementos en grupos que sean homogéneos internamente, pero di-
ferentes entre sí, utilizando para ello varias herramientas estadísticas.
Todo ello se realiza según la selección de ciertos criterios o bases de la
segmentación, efectuada previamente como bases de entrada en el
análisis. Los grupos se obtienen agregando unidades individuales (En
lo que se conoce como técnicas ascendentes o building up) o divi-
diendo el total de la muestra en cada vez más subgrupos (2, 3, 4…)
con un tamaño menor (Conocidas como técnicas descendentes o bui-
lding down). Los elementos se clasifican atendiendo a todas las varia-
bles, sin destacar a priori ninguna sobre el resto.
Entre las técnicas descendentes, podemos destacar el conocido algo-
ritmo de Howard-Harris, que es el que se ha utilizado en este docu-
mento, ya que tiene ventajas adicionales como que puede aplicarse a
grandes muestras a diferencia de los algoritmos de Johnson o de K-
Medias. En este algoritmo se busca minimizar la varianza intragrupos
en cada división y maximizar la intergrupos. Por ello utilizaremos el
algoritmo de Howard-Harris con una agrupación de 3 clusters, por ser
el resultado que nos ofrecía una mayor suma de cuadrados explicada
por la división en grupos, aparte de producir una mejor información
para el análisis que realizaremos a continuación.
Este análisis cluster presenta ciertos obstáculos en su desarrollo como
pudiera ser la determinación de la medida de similitud entre los ele-
mentos, la elección del número de clusters que vamos a buscar e in-
cluso el elevado número de operaciones que se deben realizar, exi-
giendo con cierta frecuencia variables métricas.
76
Capítulo 3
 Hemos utilizado también el análisis discriminante, una herramienta
multivariable que nos ayuda a explicar la pertenencia de los individuos
a unos grupos concretos. Este análisis puede ser visto como una va-
riante de análisis de dependencias entre una variable que muestra la
pertenencia a una categoría y una o varias explicativas, para predecir la
probabilidad de pertenencia de cada sujeto a un grupo determinado.
Para comparar la asignación a los grupos, que ha sido estimada a tra-
vés de funciones discriminantes, se utiliza la denominada “matriz de
confusión”, una tabla de doble entrada cuyas filas recogen la perte-
nencia real al grupo, y cuyas columnas muestran la pertenencia esti-
mada por el análisis discriminante. Los valores de la diagonal principal
nos ofrecerían los potenciales aciertos de las funciones discriminantes,
calculándolo como un porcentaje que divide la suma de los aciertos de
la diagonal principal entre el número total de casos.
 Hemos realizado también el análisis del lambda de Wilks, que nos mi-
de las diferencias entre grupos a través de la comparación de la dis-
persión intragrupo con la dispersión total para el total de la muestra.
El nivel de significación global se calcula mediante la F de Snedecor y
la X2 de Barlett, una prueba estadística de análisis factorial que con-
trasta la hipótesis de que la matriz de correlación es una matriz de
identidad (Todos los términos de su diagonal principal son 1 y el resto
0), de manera que si se rechaza esta hipótesis, se podría llevar a cabo
este análisis. Los valores de este estadístico estarían entre 0 y 1. Un
valor próximo a 0 indica que la variable estudiada separa los grupos de
forma correcta, mientras que la variabilidad intragrupo es muy reduci-
da, rechazándose por tanto la hipótesis nula de igualdad de medias en-
tre los grupos. Por el contrario, un valor cercano a 1 nos reflejaría que
la variación dentro de los grupos y la total son muy parecidas respecto
a la variable considerada, no siendo por lo tanto ésta una buena varia-
ble discriminante. El valor resultante se deberá a las diferencias dentro
de los grupos, por lo que éstos estarían poco separados, pudiéndose
confundir sus centros.
 Como último análisis hemos llevado a cabo unos análisis econométricos
mediantes mínimos cuadrados ordinarios entre la emisión de GEI, como
variable dependiente, y los distintos factores productivos empleados en la
agricultura como variables independientes en las regresiones. En los
mismos se ha corregido la heterocedasticidad y la autocorrelación cuando
ha sido necesario.
Con respecto a todos estos indicadores, los datos se han presen-
tado como una tasa de crecimiento entre los años 2000 y 2010. Hemos
77
Capítulo 3
empezado el análisis de la muestra con todos los datos mundiales a nivel
de países, prescindiendo de aquellos países en los que faltaba algún dato
en las variables objeto de estudio. Aún así, se ha reducido la muestra
final a 48 países de todo el mundo, en Europa, Asia, África y América.

3. RESULTADOS

Pasamos a exponer los principales resultados obtenidos.

 Resultados obtenidos: Panorama general de las distintas


variables estudiadas.

La tabla 1 muestra las estadísticas básicas de las principales va-


riables estudiadas. Como se puede comprobar, las emisiones de gases de
efecto invernadero han aumentado un 2,70% en el período objeto de
estudio, un aumento bastante homogéneo a nivel mundial en el contexto
de las variables estudiadas puesto que su desviación típica es la segunda
más baja. Este aumento es mucho menos que proporcional del creci-
miento del valor de la producción agraria (12,30 %).
Desde el punto de vista de los factores productivos, los dos
únicos que reducen su peso en este período son la población activa (-
17,71 %) y la superficie agrícola (-2,98 %), siendo esta última varia-
ción la que tiene menos dispersión a nivel mundial. Esto contrasta
tanto en signo como en intensidad, con el uso de insecticidas, herbi-
cidas y funguicidas, así como con el consumo de energía, variables
todas ellas que contrastan presentando notables crecimientos medios.
Incluso sus desviaciones típicas son las más altas de todas, destacan-
do los mayores aumentos experimentados por países en vías de desa-
rrollo (Etiopía, Lao, Bangladesh, Suriname).
Es notorio el caso de Etiopía (Así como de otros países de
perfil similar), donde la agricultura ha tenido un gran desarrollo en
esta década, fruto sin duda de sus características propias de economía
incipiente.

78
Capítulo 3
Tabla 1. Principales estadísticas básicas de las variables objeto de estudio.
Desv. Mayor Mayor
Variables Media País País
estándar Aumento Descenso
Var. Emisio-
nes CO2 de la +2,70 % 0,1764 +65,79 % Etiopía -28,97 % Mauricio
agricultura.
Var. Valor
bruto de la
+12,30 % 0,2737 +132,81% Etiopía -18,95 % Grecia
producción
agrícola.
Var. Población
activa de la -17,71 % 0,1925 +37,25 % Etiopía -63,16 % Eslovenia
agricultura.
Var. Superfi-
-2,98 % 0,0874 +28,58 % RDP Lao -20,69 % Polonia
cie agrícola.
Var. Reserva
+2,13 % 0,1759 +53,13 % Jordania -32,11 % México
de capital.
Var. Uso +1580,00
+81,18 % 2,5124 Etiopía -90,2 % Grecia
Insecticidas. %
Var. Uso
+92,91 % 1,7769 +723,18 % Bangladesh -70,23 % Kirguistán
Herbicidas.
Var. Uso +7687,50
+238,84 % 11,0501 RDP Lao -56,25 % Islandia
Funguicidas. %
Var. Consumo
+50,44 % 1,5479 +870,49 % Suriname -70,00 % Sri Lanka
de energía.

Fuente: Elaboración propia.

El gráfico 1 nos muestra los valores medios obtenidos por es-


tos indicadores según el continente donde se ubican. En él se com-
prueba cómo Europa es el único continente en el que las emisiones
de gases de efecto invernadero se han visto reducidas en el período
2000-2010. En África, Asia y América, estas emisiones aumentan en
torno a un 15-20%, aunque este crecimiento es inferior al del valor
de su producción agraria.
En este gráfico se aprecia cómo el peso de la agricultura es un
factor característico a la hora de diferenciar los países desarrollados y
los que están en vías de desarrollo, siendo en estos casos un sector
fuerte e importante de sus frágiles economías locales. Por ejemplo, la
media de la agricultura europea es indicativa de un sector en rece-
sión, presentando las menores variaciones en todos los casos. Ade-
79
Capítulo 3
más, todas son negativas salvo la reserva de capital y el uso de insec-
ticidas, que crecen 1 % y 38,26 % respectivamente.
Gráfico 1. Principales indicadores según continente.

Fuente: Elaboración propia.


En el extremo contrario, los países africanos presentan los ma-
yores crecimientos de los continentes analizados, llegando a duplicar el
valor presentado en la producción agraria y el uso de insecticidas con
80
Capítulo 3
respecto a América, el segundo continente en evolución en estas dos
variables. Además, es notorio el caso del valor de la población activa
agraria, al ser el único continente en la que ésta aumenta.
Obsérvese que todos los valores medios son representativos
al 1% según la prueba F de Snedecor, salvo en el caso de la variación
de la reserva de capital, que lo sería al 10%.
 Resultados obtenidos: Análisis econométrico de la influencia
de los distintos factores de producción agrarios sobre la emi-
sión de GEI.
Mediante la incorporación de las variables objeto de estudio
en diversos análisis econométricos, se ha tratado de establecer las
relaciones que a continuación se presentan en la tabla 2 a partir de
estimaciones de regresión por mínimos cuadrados ordinarios. De
todas las regresiones realizadas, se exponen las tres estimaciones más
significativas. Las regresiones han superado los test aplicados de
autocorrelación y multicolinealidad, y han sido corregidas de hetero-
cedasticidad mediante el procedimiento de White.
Tabla 2: efectos del crecimiento de distintas variables sobre la emisión
de GEI (modelos de regresión mco).

Fuente: Elaboración propia.

81
Capítulo 3
De los resultados obtenidos a partir de las estimaciones reali-
zadas se deduce que todas las variables analizadas, por lo general,
presentan una influencia positiva y significativa sobre el aumento de
la emisión de GEI. Destaca especialmente el uso de insecticidas co-
mo factor común a las tres regresiones planteadas por ser altamente
significativos (nivel de confianza del 99 %). El incremento del con-
sumo de energía sólo sería significativo en la regresión 2 a un nivel
de confianza del 10 % y en la regresión 3 a un nivel del 5%.
La evolución de la superficie agraria tendría un efecto positi-
vo y significativo al nivel del 1 % según su estadístico t, destacando
especialmente por presentar unos coeficientes particularmente altos
en las regresiones 2 y 3. Esto denotaría una gran influencia sobre la
emisión de GEI, constituyendo uno de los factores más importantes.
En la regresión 3 se aprecia también la significatividad al ni-
vel del 5% del incremento de la reserva de capital, con un coeficiente
muy notable de 0,1888. De esta forma los países que incrementan el
capital disponible agrario contribuirían de forma muy destacable a la
emisión de GEI.
No debemos olvidar tampoco que la variable “Funguicidas y
bactericidas”, recogida en la regresión 1, que tendría un efecto posi-
tivo y significativo al nivel del 1%. No obstante, su valor es el que
denota una influencia menor sobre la emisión de GEI de todas las
variables estudiadas.
Todo lo anterior pone de manifiesto que todos los elementos
señalados tienen una influencia positiva sobre la emisión de GEI.
 Resultados obtenidos: Caracterización de los países en perfiles
según el análisis cluster.
En este apartado, intentaremos analizar la agrupación o segmen-
tación de los países del mundo que han ofrecido la información más
completa a nivel de volumen de datos para las variables estudiadas, en
grupos homogéneos o clusters. De esta manera, se trata de analizar la
evolución de las emisiones GEI en un conjunto de países a nivel mun-
dial, para establecer una tipología de éstos con respecto a los imputs
invertidos y los outputs generados en el proceso productivo.
82
Capítulo 3
Previo al análisis cluster en sí, debemos destacar algunos in-
dicadores que definen y justifican el análisis realizado. En primer
lugar, la tabla 3 nos estima la suma de cuadrados explicada por la
partición en grupos de la muestra estudiada para el análisis que esta-
mos realizando. Esta estimación es superior al 50%, sabiendo que
además el incremento de la varianza explicada respecto al número
inmediatamente superior de cluster es inferior o igual al 5%, dato que
se ha configurado por defecto al realizar el análisis cluster.

Tabla 3. Análisis de la varianza para los análisis realizados.


Suma cuadrados Suma cuadrados intragrupos Suma de cuadrados explicada
total de la muestra (todos los grupos) por la partición en grupos
7,23 2,34 67,65%
Fuente: Elaboración propia.

Hemos realizado otras pruebas estadísticas que hemos llevado


a cabo tras el análisis discriminante a los clusters obtenidos, para
obtener por esta vía la “matriz de confusión”, una tabla 2x2 que tiene
por objetivo principal la validación de los mismos. Estas pruebas
pertenecen en mayor medida a las técnicas utilizadas en el ámbito del
análisis discriminante y se han llevado a cabo para verificar la exacti-
tud de la clasificación en grupos generada en el análisis cluster. De
esta manera, en la tabla 4 se puede observar el valor del indicador
Lambda de Wilks de los clusters obtenidos, donde se puede concluir
que las diferencias entre ellos son muy destacables por ser su valor
próximo a 0. De este modo, podemos afirmar que los centros de los
grupos claramente diferentes, diferenciándose a un nivel del 1% se-
gún el valor de su p.

Tabla 4. Determinación del lambda de Wilks.


Lambda de Wilks F de Snedecor Grados de libertad p
0,1721 14,8139 8 y 84 0,0000
Fuente: Elaboración propia.
Partiendo de los datos utilizados pasamos a exponer el análi-
sis cluster realizado, aplicando el ya explicado algoritmo de Howard-
Harris. Hemos seleccionado la variable que mide el diferencial de
83
Capítulo 3
precios agroalimentarios entre consumidores y productores y el ma-
yor número de variables sobre seguridad alimentaria que garantiza
una muestra de países lo más amplia posible. Todas están medidas en
términos de crecimiento en el período 2000-2010. El análisis de las
medias resultantes permite caracterizar los países de cada cluster,
como se puede apreciar en la tabla 5.
En la misma se comprueba que todos los tests F de Snedecor re-
chazan la hipótesis de igualdad de las medias a un nivel del 1% según el
valor de sus p, lo que implica que al menos un grupo tendrá media dife-
rente de la del resto de clusters generados. De esta forma, cada factor
tendría un comportamiento distinto con respecto a cada grupo.
Los grupos generados en este análisis se exponen a continua-
ción. Obsérvese que en todos los casos la relación entre la emisión de
CO2 y el valor de la producción agraria es positiva según nuestros
objetivos medioambientales, ya que estas emisiones aumentan menos
que proporcionalmente ante crecimientos del valor de la producción.
En cambio, cuando el valor de la producción disminuye, las emisio-
nes se reducen en mayor medida.

o Cluster número 1, con 6 países, que suponen una octava parte


de la muestra: Este cluster ofrece los mayores crecimientos medios
de los 3 clusters obtenidos. Al observar los datos se comprueba que,
de promedio, han visto aumentar las emisiones de CO2 de la agricul-
tura un 35%, ante un incremento medio del 65,59 % del valor bruto
de la producción agrícola. También ha crecido la población activa de
la agricultura (7,56 %) y la superficie agrícola (7,49 %). Este colectivo
se caracteriza por la ausencia de países europeos, formando parte del
grupo Brasil, República Democrática Popular de Lao, República
Dominicana, Etiopía, Perú y Jordania.

Tabla 5. Análisis Cluster de las variables objeto de estudio.


MEDIA C. 1. C. 2. C. 3.
Nº elem. 48 6 28 14

Suma ANOVA /
Variables 7,23 1,07 0,85 0,42 F Snede-
cuadrados cor

84
Capítulo 3
Var. Emisiones
F(2,45) =
CO2 de la agricul- Media: 1,03 1,35+ 0,92- 1,10
49,5568
tura.
Des.Est.: 0,18 0,17 0,07 0,11 p = 0,0000
Var. Valor bruto de
F(2,45) =
la producción agrí- Media: 1,12 1,66+ 0,95- 1,24
69,8639
cola.
Des.Est.: 0,27 0,31 0,08 0,09 p = 0,0000
Var. Población
F(2,45) =
activa de la agricul- Media: 0,82 1,08+ 0,70- 0,95
31,1040
tura.

Des.Est.: 0,27 0,21 0,12 0,08 p = 0,0000

Var. Superficie F(2,45) =


Media: 0,97 1,07+ 0,93- 1,00
agrícola. 10,2642
Des.Est.: 0,09 0,12 0,06 0,06 p = 0,0002

Fuente: Elaboración propia.

o Cluster número 2, con 28 países que abarcan un 53,33 % de


la muestra, siendo por lo tanto el grupo más numeroso ob-
tenido: Este colectivo presenta las menores valoraciones de los 3
grupos obtenidos, mostrando un descenso en los valores medios
de las variables analizadas. Sería el único cluster donde esto suce-
de. De esta forma, las emisiones de CO2 se han visto reducidas
en un 7,95 %, ante disminuciones del valor de la producción agra-
ria (4,9 %), la superficie (6,65 %) y, sobre todo, de la población
activa (29,73 %).
El 89,29 % de estos países son europeos, la gran mayoría de ellos
miembros de la Unión Europea. Fuera de este ámbito geográfico,
solamente se encuentran en este grupo Japón, República de Corea
y Mauricio.
o Cluster número 3, con 14 países, en lo que sería un 29,17 %
de la muestra: Este cluster ofrecería un perfil intermedio entre
los dos que acabamos de presentar, con variaciones no tan ex-
tremas como las suyas. Así, los países de este cluster han visto
crecer las emisiones de CO2 procedente de la agricultura un 10,08
%, ante un incremento de la producción del 23,86 %. En cambio,
85
Capítulo 3
la superficie agraria no experimenta variación notable (-0,13 %),
mientras que la población activa cae un 4,51 %.
América es el continente con más peso en este grupo (El 50% de
sus componentes: Costa Rica, Canadá, Ecuador, México, Nicara-
gua, Colombia y Suriname), seguido de Asia (Bangladesh, Kir-
guistán, Sri Lanka y Tailandia). De Europa sólo forman parte Le-
tonia y Islandia, aparte del país intercontinental Turquía.

Aunque estas variables no salieron representativas en el aná-


lisis cluster, en el gráfico 2 se muestra la tabulación de los valores
medios de estas cuatro magnitudes según los clusters obtenidos.

Gráfico 2. Indicadores derivados del análisis Cluster.

20% 400%
17.42%
345.94%

300%
10%
200%

1.42%
100%
0% 51.39%
-0.79% 39.35%

0%
Cl 1 Cl 2 Cl 3
-10% Cl 1 Cl 2 Cl 3

VARIACIÓN FACTOR CAPITAL VARIACIÓN USO INSECTICIDAS


F(2, 45) = 2,8101, p = 0,0708 F(2, 45) = 4,2565, p = 0,0203

200% 1600% 1547.08%


177.57%
154.18%
150% 1200%

100% 800%

50% 44.13% 400%


122.99%
16.42%
0% 0%
Cl 1 Cl 2 Cl 3 Cl 1 Cl 2 Cl 3

VARIACIÓN USO HERBICIDAS VARIACIÓN USO FUNGUICIDAS


F(2, 45) = 2,6967, p = 0,0783 F(2, 45) = 5,6971, p = 0,0062

Fuente: Elaboración propia.


86
Capítulo 3

Como se puede comprobar, son los países del cluster 1 los que
más han visto aumentar el uso del factor capital, insecticidas, herbicidas
y funguicidas. Por el contrario, los menores crecimientos se producen en
el caso del cluster 2, el cual incluso llega a disminuir mínimamente si se
analiza la variación del factor capital. El cluster 3 vuelve a ofrecer va-
riaciones intermedias situadas entre los dos extremos anteriores.
Obsérvese que en el caso de las variaciones de del uso de in-
secticidas y funguicidas, los valores medios serían representativos a
un nivel del 1% según la prueba de F de Snedecor, siéndolo al 10%
para el caso de la variación del factor capital y del uso de herbicidas.
El test X2 de Bartlett realizado, que aparece recogido en la ta-
bla 6, permite también rechazar la hipótesis nula de no correlación
significativa. Esto significa que la matriz de correlaciones de la po-
blación no será igual a la identidad, por lo que se podría aplicar el
análisis discriminante a las distintas variables y la obtención de la
matriz de confusión correspondiente. Para ello, se puede tomar como
variable dependiente o criterio una nueva variable categórica que
identifica el grupo en el que se sitúa cada país, y como independien-
te, las variables utilizadas en el análisis cluster.

Tabla 6. Test de Bartlett.


Grados de libertad X2 p
8 76,5580 0,0000
Fuente: Elaboración propia.

La matriz de confusión calculada con las funciones discriminan-


tes obtenidas, con probabilidades previas iguales para cada conglomera-
do, aparece recogida en la tabla 7. Como se puede apreciar, el porcenta-
je de asignaciones acertadas por las funciones discriminantes es total
(100 %), lo que implica una asignación casi perfecta que podría garanti-
zar la asignación de cualquier país a su grupo correspondiente cono-
ciendo solamente sus indicadores.

87
Capítulo 3

Tabla 7. Matriz de confusión de los clusters generados.


GRUPOS
Cluster 1 Cluster 2 Cluster 3 TOTAL
REALES
1 6 0 0 6
2 0 28 0 28
3 0 0 14 14
TOTAL 6 28 14 48
Fuente: Elaboración propia.

La tabla 8 nos muestra los valores de las funciones discrimi-


nantes generadas, según los centroides que hemos obtenido. El gráfi-
co 3 recoge la representación gráfica de cada centroide. Por último,
la tabla 9 recoge los coeficientes estandarizados de las distintas fun-
ciones discriminantes canónicas, así como las correlaciones entre las
variables y las funciones discriminantes.

Tabla 8. Funciones en los centroides de los grupos.


FUNCIÓN 1 FUNCIÓN 2
CLUSTER 1 4,2591 -0,5213
CLUSTER 2 -1,4789 -0,1337
CLUSTER 3 1,1325 0,4909
Fuente: Elaboración propia.

88
Capítulo 3
Gráfico 3. Representación gráfica de los centroides.

1.0

0.5 Cluster 3

0.0
-2.0 -1.0 0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0

Cluster 2
-0.5 Cluster 1
Función 2

-1.0
Función 1

Fuente: Elaboración propia.

Tabla 9. Indicadores relevantes de las variables objeto de estudio.


COEFICIENTES CORRELACIONES
ESTANDARIZADOS
FUNCIÓN FUNCIÓN FUNCIÓN FUNCIÓN
1 2 1 2
Var. Valor bruto de
la producción agrí- 0,5570 -0,5978 0,9665* -0,1554
cola.
Var. Población acti-
0,3192 1,0167 0,8236* 0,5490
va de la agricultura.
Var. Superficie
0,0266 -0,0514 0,6231* 0,0131
agrícola.
Var. Emisiones CO2
0,4600 -0,0504 0,9222* -0,1161
de la agricultura.
* Mayor correlación absoluta entre cada variable y las funciones discriminantes
Fuente: Elaboración propia.
89
Capítulo 3

4. CONCLUSIONES

Podemos concluir este estudio resaltando la influencia que tiene la


agricultura mundial en la sostenibilidad del planeta a través de la
emisión de los gases de efecto invernadero, derivados de su activi-
dad. Aunque obviamente este sector no sea el más relevante en estas
cuestiones a efectos de economía global, no debemos obviar el im-
portante papel que tiene desde el punto de vista de la viabilidad futu-
ra de nuestro entorno.
En el período 2000-2010, las emisiones de gases de efecto in-
vernadero han crecido un 2,70% de media, en los países analizados.
Aunque dato podría ser preocupante desde la perspectiva de la soste-
nibilidad, sería bastante positivo ya que en ese periodo de tiempo el
valor de la producción agraria ha aumentado en mayor medida (12,30
%). De esta forma, la agricultura se ha desarrollado a nivel mundial
pero lo ha hecho ganando calidad desde el punto de vista de creci-
miento medioambiental sostenible.
A nivel continental, es interesante resaltar que estas emisio-
nes se han reducido notablemente en los países europeos (Casi un 7
%), mientras que en el resto de continentes han aumentado un 15-18
% aproximadamente. Estas tendencias contrapuestas denotan un
compromiso bastante diferente con la sostenibilidad energética entre
Europa y el resto del mundo. Aún así se debe destacar que el perfil
de la agricultura es muy distinto en los países desarrollados (Un sec-
tor maduro y más estancado, tal y como sucede en Europa), mientras
que en los países en vías de desarrollo la contribución a su economía
es mucho más decisiva.
Esta dualidad entre Europa vs resto del mundo aparece tam-
bién plasmada en el análisis cluster, por ser el conglomerado en el
que predominan los países europeos el único en el que se ha reducido
la emisión de gases de efecto invernadero en la agricultura, pero
también el valor de la producción agraria y los recursos invertidos en
la misma. Este perfil es característico de un sector maduro en una
economía desarrollada.
90
Capítulo 3
Del resto de países se distinguen dos perfiles en los que au-
menta la emisión de GEI, ambos dominados por países en vías de
desarrollo. No obstante, el desarrollo de la agricultura es mucho ma-
yor en aquel colectivo en el que más han crecido estas emisiones,
estando más estancada en el otro.
Se puede concluir por lo tanto que hay un paralelismo entre la
emisión de GEI y la evolución del peso de la agricultura en el total
de la economía. En sentido, se dan dos perspectivas completamente
diferentes a nivel mundial según el rol que ocupa la agricultura en las
economías de los distintos países estudiados, según se deduce del
análisis de las regresiones efectuadas y del análisis cluster realizado:

 Los países en desarrollo suelen tener una agricultura importante


dentro de sus economías locales. Por eso, se comprueba cómo se
trata de un sector con producciones crecientes y con un aumento
importante del uso de sus factores productivos. En cambio, sus
emisiones de GEI agrario se están disparando en el periodo obje-
to de estudio. Obviamente, en muchos de estos países se dan
unas carencias alimentarias básicas para los cuales la sostenibili-
dad del planeta es una necesidad secundaria e incluso terciaria.
 Los países desarrollados, aquellos que tienen una agricultura es-
tancada y que comprueban incluso como ésta está reduciendo su
participación en el total de sus economías, son los que más están
reduciendo las emisiones de GEI agrario. Se muestran de esta
manera más comprometidos con la sostenibilidad medioambien-
tal, adoptando medidas y acuerdos con tal finalidad.

El sector agrario tendrá que adaptarse entonces de manera


eficiente al cambio climático, puesto que de su éxito o fracaso de-
penderá la continuidad de su actividad. Es necesario actuar para mi-
nimizar en lo posible la incidencia negativa mediante un programa
global de protección climática, acometiendo actuaciones para adaptar
la actividad agraria al cambio climático y garantizar su sostenibilidad
(Pérez de las Heras (2014)). La investigación y la innovación deben
ser agentes primordiales contra el cambio climático y la emisión de
GEI, debiendo ajustar el sector mediante el fomento de nuevas espe-
91
Capítulo 3
cies y variedades vegetales ante esta problemática, y potenciando la
mejora genética animal y vegetal.

5. BIBLIOGRAFÍA
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Santesmases Mestre, M. (2005): Dyane Versión 3. Diseño y análisis de encuestas en investigación social y
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92
CAPÍTULO 4
El Uso Racional De La Energía
y Su Relación Con La Calidad
Del Suministro Eléctrico

Moreano Alvarado, Milton1


Figueroa Soledispa, Enrique Aníbal
García Quilachamin, Washington2
Acebo Arcentales, Aleph3

Sumario: 1. Introducción, 2. Electrónica de potencia: Ahorro vs. Calidad de


Suministro Eléctrico, 3. Uso racional de la energía: tecnología disponible, 4.
Conclusiones, 5. Bibliografía.

Resumen

La necesidad de dispositivos que consuman una menor cantidad de


energía eléctrica ha permitido el desarrollo de equipamiento eléctrico de
considerable eficiencia gracias a las tecnologías basadas en semiconduc-
tores de potencia. Sin embargo, esta innovación trajo consigo una varie-
dad de problemas de calidad de energía eléctrica que afectan en distintas
formas a la red eléctrica y a los equipos conectados a la misma. En este
documento se realizará una revisión a la tecnología existente y los pro-
blemas de calidad de suministro eléctrico asociados a su uso.

1
Docente de la Carrera de Ingeniería Eléctrica de la ULEAM, Master en Energías Renova-
bles y Eficiencia Energética por la Universidad de Zaragoza – España.
2
Docente de la Carrera de Ingeniería Eléctrica de la ULEAM, Doctorante en Ingeniería
Informática y Sistemas en la Universidad Nacional San Marcos de Lima – Perú.
3
Docente de la Carrera de Mecánica Naval de la ULEAM, Maestrante en Energías Renova-
bles por el Tecnológico de Monterrey - México

93
Capítulo 4

Palabras clave: Calidad de la Energía Eléctrica, Ahorro de Energía, Electró-


nica de potencia, Armónicos.

Abstract

The need for devices that consume a smaller amount of power has
allowed the development of electrical equipment considerable effi-
ciency through technologies based on power semiconductors. How-
ever, this innovation brought a variety of quality problems affecting
electricity in various ways to the electrical network and equipment
connected thereto. This paper reviews the existing technology and
Power Quality problems associated with their use power is per-
formed.

Keywords: Power Quality, Energy Saving, Power Electronics, Harmonics.

94
Capítulo 4

1. INTRODUCCIÓN

Nuestra sociedad ha basado su modelo de desarrollo en el consumo


indiscriminado de energía. Las fuentes de combustibles fósiles se
están agotando y como consecuencia del consumo indiscriminado de
los mismos, se han incrementado los GEI4 que se emiten a la atmos-
fera terrestre, siendo esta la principal preocupación de organismos
internacionales tales como las Naciones Unidas, World Energy
Council, entre otros.
El embargo petrolero de 1973 motivó la búsqueda de tecnolo-
gías que permitieran conseguir eficiencia en el consumo eléctrico de
equipos y maquinarias. La electrónica de potencia apareció como
solución a la eficiencia energética (Muhammad H., 1993) y fue utili-
zado en muchos dispositivos industriales y domésticos.
Pero este nuevo adelanto trajo consigo dos problemas: algunos
equipos generaban problemas de calidad de suministro eléctrico y otros
se volvían vulnerables a los efectos de los mismos. En este trabajo revi-
saremos algunas de las tecnologías en equipos eficientes disponibles en
el mercado, los diferentes problemas de calidad de suministro eléctrico
que generan en la red y las medidas que se pueden tomar para minimi-
zar los efectos sobre la misma.

2. ELECTRÓNICA DE POTENCIA: AHORRO VS CALIDAD DE


SUMINISTRO ELÉCTRICO

Cuando adquirimos un electrodoméstico con alta certificación ener-


gética o una lámpara de bajo consumo, desconocemos el papel que
juega la electrónica de potencia en la reducción del consumo eléctri-
co de dicho equipo. La razón de esto es que, durante mucho tiempo,
la electrónica de potencia ha sido una tecnología posibilitadora, es

4
Gases de Efecto Invernadero

95
Capítulo 4

decir, juega solo un papel en el soporte al desarrollo de otras tecno-


logías (Sudria, Galceran, & Montesinos, 2005). Gracias a esto, el
mercado actual ha permitido que la electrónica de potencia forme
parte en una diversidad de equipos y aplicaciones, lo que le ha dado a
esta un carácter multidisciplinar (Figura 1).

Figura 1. Disciplinas relacionadas a la electrónica de potencia (Sudria,


Galceran, & Montesinos, 2005).

Para comprender la relación entre la electrónica de potencia y


el ahorro de energía, analizaremos dos conceptos sobre esta temática:

La electrónica de potencia es la técnica de las modificaciones de


la presentación de la energía eléctrica conducida mediante controlado-
res de la corriente actuantes sobre un flujo de electrones, que busca en
primer lugar rendimiento elevado y en segundo lugar, fidelidad a las
formas de onda buscadas (Martínez Garcia & Gualda Gil, 2006).
La electrónica de potencia se puede definir como la aplicación
de la electrónica en estado sólido para el control y conversión de la
energía eléctrica (Muhammad H., 1993)

96
Capítulo 4

Ambos conceptos nos plantean que la electrónica de potencia


es el paso intermedio para una conversión de energía eléctrica efi-
ciente mediante el uso de dispositivos electrónicos diseñados para
ese efecto. Esta conversión eficiente se da gracias a la conmutación
de dispositivos semiconductores de potencia, los mismos que van
desde los diodos de potencia y los tiristores, hasta los IGBT (Insula-
ted Gate Bipolar Transistor) e IGCT (Integrated Gate Commutated
Thyristor), estos últimos utilizados ampliamente en los procesos de
transporte de la energía (Linder, 2006).
Los componentes mencionados anteriormente forman el cir-
cuito de potencia, sin embargo, se hace necesario establecer un cir-
cuito de control que recoja la información de entrada y salida de di-
chos componentes, lo que permitirá controlar adecuadamente todo el
conjunto. Estos dos circuitos conforman un dispositivo basado en
electrónica de potencia (Figura 2).

Figura 2. Esquema básico de un equipo con electrónica de potencia


(Martínez Garcia & Gualda Gil, 2006).

97
Capítulo 4

El uso de dispositivos basados en electrónica de potencia pro-


duce ciertos beneficios en comparación con equipos de tecnologías
anteriores a esta. Entre las ventajas tenemos:

- Mayores tiempos de respuesta gracias al control integrado (circuito de


control).
- Ausencia de partes móviles: lo que se traduce en menores costos de
mantenimiento y mayor tiempo de vida útil del equipo y los compo-
nentes.
- Reducción de peligro de explosión: la ausencia de partes móviles evita
la producción del arco eléctrico.

A pesar de las ventajas antes mencionadas, la electrónica de


potencia ha traído como consecuencia una disminución en la calidad
del suministro eléctrico. Los problemas se relacionan principalmente
con la distorsión de la forma de onda (Figura 3) que generan sus
componentes en el proceso de conmutación del circuito de potencia.
Entre los problemas más comunes tenemos:

- Generación de corrientes y tensiones armónicas


- Interferencias o ruido de telecomunicaciones
- Distorsiones de voltaje de salida

Figura 3. Controlador para motor de corriente continua basado en electróni-


ca de potencia: a) Diagrama con tiristores de 6 pulsos. b) Forma de onda re-
sultante. (Dugan, McGranaghan, Surya, & Beaty, 2004).

98
Capítulo 4

En los últimos años se han hecho significativos avances en


cuanto a la mejora de los circuitos de control de estos dispositivos,
los que ayudarían a minimizar los problemas descritos anteriormente.

3. USO RACIONAL DE LA ENERGÍA: TECNOLOGÍA DISPONI-


BLE

Usar de forma racional la energía eléctrica, significa reducir el con-


sumo energético sin que esto signifique sacrificar comodidad
(Baggini, 2008). Para que un equipo pueda reducir la cantidad de
energía eléctrica que consume, necesita ser eficiente y esto se consi-
gue mejorando el diseño, materiales y su tecnología. La gran mayoría
de equipamiento eléctrico eficiente en la actualidad utiliza la electró-
nica de potencia para conseguir este objetivo, sin embargo, su uso
afecta en la calidad del suministro eléctrico como lo vimos anterior-
mente.
A continuación analizaremos algunas de las tecnologías efi-
cientes disponibles comercialmente y como estas afectan a la calidad
del suministro eléctrico.

3.1. Dispositivos de iluminación

3.1.1. Lámparas fluorescentes compactas (CFL)

Las lámparas fluorescentes compactas o CFL en inglés


(Compact Fluorescent Lamp) son la tecnología que reemplazó a los
tradicionales bombillos incandescentes. Estas lámparas son la ver-
sión compacta de los ya existentes tubos fluorescentes con el sistema
de balastro incorporado en su interior. Requieren de un 25% menos
de energía eléctrica y ofrecen un tiempo de vida útil de entre 8.000 y
12.000 horas, cinco veces más que su rival menos eficiente.
Una lámpara CFL consiste en un circuito compuesto por un rec-
tificador (AC/DC), un filtro (Capacitor) y un dispositivo inversor
(DC/AC) de alta frecuencia (Chico Hidalgo, 2015). Dicho circuito per-
mite el encendido material de mercurio del interior del tubo el cual pro-
99
Capítulo 4

duce la luz, así como también ayuda a disminuir el efecto parpadeo pro-
vocado por el arco eléctrico anulando el efecto estroboscópico de las
antiguas lámparas fluorescentes con balastros electromagnéticos.

En la Figura 4 se muestra el esquema de una lámpara CFL.

Figura 4. Configuración de una lámpara CFL (Chico Hidalgo, 2015).

El rectificador AC/DC tiene una configuración similar al de la


Figura 5, y consiste en un rectificador de onda completa con dos dio-
dos y dos capacitores. Algunos modelos disponen de inductancias
para que actúen como filtros.

Figura 5. Diferentes configuraciones del rectificador AC/DC de una


lámpara CFL (Chico Hidalgo, 2015).

100
Capítulo 4

Esta configuración de elementos produce picos de corriente y la


forma de onda resultante posee un contenido armónico considerable. En
un estudio realizado a varios tipos de lámparas CFL, se encontró que
estas producen armónicos de bajo orden pero con magnitudes conside-
rables, siendo el más importante el tercer armónico, en algunos casos
aparecieron armónicos de orden par con valores también importantes.
En la Tabla 1 se aprecian los resultados de dicho estudio.

Tabla 1. Nivel de distorsión armónica producida por distintos


tipos de lámparas CFL.

El flicker es un fenómeno de distorsión del voltaje en baja


frecuencia que puede afectar a los sistemas de iluminación, sin em-
bargo se considera que este tipo de lámparas es menos sensible en
comparación con lámparas incandescentes (Cai, Cobben, Myrzik,
Blom, & Kling, 2009). Sin embargo, un estudio demuestra que las
lámparas CFL son más sensibles a las variaciones de voltaje que las
lámparas incandescentes, lo que indica que el procedimiento estándar
IEC-6100-4-15 utilizado para evaluar el flicker, no debe ser aplicado
para lámparas de este tipo de tecnología (Azcarate, y otros, 2013).
101
Capítulo 4

Como mitigar los efectos sobre la calidad del suministro: la


conexión simultanea de varias lámparas en paralelo contribuye en la
reducción del THD5, debido a un fenómeno llamado dispersión el
cual consiste en la cancelación parcial de las corrientes armónicas
debido a la dispersión de los ángulos de fase de estas corrientes (El-
Saadany & A Salama, 1998). Sin embargo, esta cancelación tiene
mejores resultados cuando cargas idénticas operan simultáneamente,
es decir, si la potencia se ve reducida el efecto se minimiza.

3.1.2. Iluminación LED


La base de estos sistemas de iluminación es el diodo LED, que
traducido al inglés significa diodo emisor de luz (Light-Emitting Dio-
de). Funcionan de la misma manera que un diodo convencional dejando
pasar la corriente eléctrica por un solo sentido, pero con la diferencia de
que esta circulación de corriente genera luz de una forma mucha más
eficiente que las lámparas CFL analizadas anteriormente.
Para aplicaciones comerciales, se requiere de la unión de
varios LED para formar una lampara, por lo que se hace necesario el
uso de un balastro electronico que pueda proveer una corriente
constante a todo el conjunto. Estos balastros tienen una configura-
ción similar a los utilizados en lámparas fluorescentes; disponen de
un filtro (reactancia), un sistema rectificador con diodos, un capacitor
para controlar el rizado de la onda y finalmente un convertidor con-
trolado con pulsos para la conversión DC-DC (Figura 6).

Figura 6. Configuración básica de un balastro para luminaria LED


(Uddin, Shareef, & Mohamed, 2013).

5
Total Harmonic Distorsion: Distorsión Total de Armónicos.

102
Capítulo 4

Los problemas de calidad de suministro eléctrico asociados a


este tipo de dispositivos se relacionan con la inyección de corrientes
armónicas que estos producen. Por otra parte, estos equipos poseen
baja inmunidad a los huecos de tensión, lo que también podría oca-
sionar efecto flicker. Sin embargo, y gracias a los diferentes avances
en cuanto a electrónica de potencia en estos dispositivos, no existen
riesgos biológicos en la gran mayoría de lámparas led (Wilkins,
Veitch, & Lehman, 2010).
Un estudio realizado con diversos modelos de lámparas LED
concluyó que en todos los casos las lámparas generaban armónicos,
debido al convertidor electrónico que los controla. El valor de THD
varía desde un 30% a un 174%, comparado en base a la norma IEC
61000-3-2 (Tabla 2). Por otra parte, la sensibilidad a los huecos de
tensión depende de su profundidad, de la duración del evento y del
voltaje de operación del LED, que es dependiente de la configuración
del balastro (Uddin, Shareef, & Mohamed, 2013).
En ese mismo sentido, se demostró que a una profundidad de
hueco de entre el 32,5% y el 30% (Figura 7) se presenta una dismi-
nución en la cantidad de iluminación. A un 30% la lámpara se desco-
necta por completo.

Tabla 2. Nivel de armónicos para distintos modelos de lámparas LED


(Uddin, Shareef, & Mohamed, 2013).

103
Capítulo 4

Figura 7. Impacto de un hueco de tensión sobre una lámpara LED (Uddin,


Shareef, & Mohamed, 2013).

Como mitigar los efectos sobre la calidad del suministro: El


uso de reguladores de intensidad lumínica o dimers no adecuados
para las lámparas LED, podrían afectar al desempeño y provocar la
aparición de flickers de baja frecuencia en estos dispositivos
(Wilkins, Veitch, & Lehman, 2010). Los efectos de la corriente ar-
mónica producida por estos dispositivos se puede reducir usando
filtros activos, pasivos y circuitos de llenado de valle, sin embargo, el
uso de filtros activos puede mejorar el rendimiento de la lámpara al
inyectar únicamente del 30% al 35% del THD. Al igual que en el
caso de las lámparas CFL, el efecto dispersión se reduce cuando se
utilizan diferentes modelos de balastros de forma simultánea.

3.2. MÁQUINAS ROTATIVAS

3.2.1. Motores de alta eficiencia y dispositivos de control de


velocidad

Los motores eléctricos son dispositivos conversores de energía, ya que


transforman la energía eléctrica en energía mecánica. Durante esta con-
versión se producen perdidas debidas al efecto Joule (I2R) tanto en el
rotor como en el estator, perdidas en el núcleo por los materiales magné-
104
Capítulo 4

ticos utilizados en la construcción (perdidas por histéresis y efecto


Eddy), además de pérdidas por temperatura y fricción.
La mejora constante en los diseños y el uso de nuevos mate-
riales han permitido el desarrollo de los motores de alta eficiencia,
cuyo valor está dado en función de la potencia del motor. En general,
para potencias de entre 1 y 500 HP, las eficiencias van desde el 85%
al 96% para motores de 4 polos a 60 Hz y 600 Voltios de tensión de
operación (Ni, 2012), lo que representa un incremento de la eficien-
cia del 6%, en comparación con un motor tradicional.
En general todos los motores de inducción requieren de altas
corrientes de arranque para vencer la inercia mecánica del rotor. Es-
tas elevadas corrientes de arranque pueden ocasionar huecos de ten-
sión o DIPS, siendo mayor el efecto si existe una caída de tensión de
por medio por ejemplo al final de un circuito de alimentación. De la
misma manera, equipos más sensibles como lámparas o computado-
ras conectadas al mismo circuito pueden verse afectado por esta súbi-
ta caída de tensión.
Para mitigar los efectos antes mencionados, se utilizan dispositi-
vos de control de velocidad o también llamados VSD (Variable Speed
Drives). Un variador de velocidad consiste de un rectificador AC/DC,
un filtro (capacitor) y un inversor DC/AC, cuyo salida es regulable en
función de la aplicación requerida. En la Figura 8 se puede apreciar un
detalle de los componentes de un variador de velocidad.

Figura 8. Componentes de un variador de velocidad (Baggini, 2008).

Sin embargo, el uso de estos equipos provoca que se inyecten


corrientes armónicas a las redes en las cuales se encuentra conectado
dicho equipo. La forma de onda resultante del inversor trifásico con-
105
Capítulo 4

siste en dos picos por cada medio periodo (Figura 9) lo que anula el
tercer armónico siempre que la fuente de voltaje este balanceada. Si
no está balanceada, los dos picos tendrán magnitudes distintas y se
formará el tercer armónico (Baggini, 2008).

Figura 9. Corriente de una fase producida por un inversor trifásico


(Baggini, 2008).

La distorsión armónica producida por un VSD varía en fun-


ción de la velocidad y los niveles de torque a los que se estén ope-
rando. La distorsión producida por la corriente armónica del VSD es
inyectada a la red, creando problemas como: perdidas en los trans-
formadores, disparo de disyuntores, sobrecalentamiento en conducto-
res, pulsaciones de torque, etc. (Saidur, Mekhilef, Ali, Safari, &
Mohammed, 2011).
A estos equipos también se los hace responsable de ser una
fuente de interferencia electromagnética (EMI). Esta interferencia
puede afectar señales en circuitos de control, redes de comunicación
de autómatas programables, sistemas infrarrojos, sensores ultrasóni-
cos, de temperatura, etc.
Como mitigar los efectos sobre la calidad del suministro: en ca-
so de que el efecto de los armónicos sea considerable, se recomienda
reemplazar el sistema de 6 pulsos del inversor trifásico por uno de 12
106
Capítulo 4

pulsos, complementando además con el uso de filtros pasivos para los


armónicos más importantes como lo son el #5, #7 y #11.
Para reducir el impacto de la interferencia electromagnética
producida por los VSD se deben tomar medidas como por ejemplo:
el uso de cable blindado para la conexión de fuerza con el motor,
asegurarse de tener un adecuado sistema de puesta a tierra y conser-
var una separación apropiada entre los conductores de poder y con-
trol. Se aconseja el uso de cable blindado para las operaciones de
comunicación y control que se requieran.

3.2.2. Tecnología INVERTER

Los sistemas INVERTER forman parte de la tecnología más


reciente en equipos de aire acondicionado de alta eficiencia, y fun-
cionan mediante el cambio de la frecuencia del ciclo eléctrico a tra-
vés de un dispositivo de control de velocidad, similar al explicado
anteriormente. Los equipos de aire acondicionado tradicionales co-
nectan y desconectan constantemente el compresor de frio para lo-
grar que el área alcance la temperatura deseada en el espacio desea-
do. Sin embargo, esto podría traer como consecuencia caídas mo-
mentáneas de voltaje, picos de consumo innecesarios y reducción de
vida útil del equipo de aire acondicionado.
Los sistemas de aire acondicionado equipados con tecnología
INVERTER, regulan constantemente la velocidad del compresor
para de esta manera alcanzar la temperatura deseada, sin la necesidad
de conexiones y desconexiones repentinas (Figura 10) Lo que se
consigue finalmente son ahorros de hasta un 25% en el consumo de
energía eléctrica en comparación con la tecnología tradicional
(Empresa Electrica de Cordoba - EPEC), además de mantener la
temperatura estable sin cambios repentinos, reducción del ruido y
aumento de la vida útil del equipo.

107
Capítulo 4

Figura 10. Funcionamiento de la climatización tradicional y la climatización


INVERTER. (Boscoluz).

Si bien estos equipos utilizan electrónica de potencia similar a


la descrita para los controladores de velocidad en motores de induc-
ción, podría deducirse que los efectos de perturbación en la red se
verán reflejados siempre que existan varios equipos similares en fun-
cionamiento. Sin embargo, a pesar de esto último, no existen estudios
que demuestren efectos a gran escala en la calidad del suministro
eléctrico por el uso de esta tecnología.

3.3. TRANSMISIÓN DE ENERGÍA

3.3.1. Sistemas HVDC de transmisión de energía eléctrica.

Los sistemas de transmisión de energía de alto voltaje en co-


rriente alterna o HVAC son los encargados de conducir la electrici-
dad desde las plantas de generación hasta los centros de consumo.
Sin embargo en la actualidad se están convirtiendo en sistemas inefi-
108
Capítulo 4

cientes, ya que con el incremento en las distancias que las líneas de


transmisión tienen que cubrir, la potencia activa que se transmite es
cada vez menor debido al efecto inductivo producto de dicha distan-
cia, lo que obliga a la utilización de mecanismos de compensación de
energía reactiva (Bermejo Hernández, 2011).
Como solución a lo antes mencionado se está incentivando el
uso de la tecnología de transmisión de alto voltaje en corriente conti-
nua o HVDC6. La electrónica de potencia que utiliza esta tecnología
los provee de ciertas ventajas en relación a los sistemas HVAC tales
como:

- Reducción de pérdidas (Figura 11)


- Fácil control del flujo de potencia activa ya que al ser sistemas en co-
rriente continua, no se requiere el transporte de potencia reactiva.
- Menor corriente de cortocircuito.
- Mejoran la estabilidad del sistema eléctrico.

Figura 11. Relación del nivel de pérdidas en función de la distancia


entre sistemas HVAC y HVDC (Bermejo Hernández, 2011).

Una de las desventajas del uso de esta tecnología radica en


que los convertidores de estos equipos generan armónicos. En condi-
6
High Voltage Direct Current

109
Capítulo 4

ciones ideales, los sistemas de rectificación de 6 pulsos utilizados en


estos sistemas producen armónicos en el lado de AC a frecuencias de
(6K+/-1) f, donde K es cualquier valor entero positivo y f la frecuen-
cia fundamental (Seifossadat & Shoulaie, 2006). Un esquema de los
componentes de un sistema HVDC se muestra en la Figura 12.

Figura 12. Esquema de un sistema de transmisión en HVDC (Galarza


Sánchez & Tinoco Romero, 2012).

Existen diferentes tecnologías de convertidores utilizadas en sis-


temas HVDC, los más conocidos son los que utilizan rectificadores IGBT
o IGCT de 6 y 12 pulsos, y más recientemente la tecnología VSC (Vol-
tage Source Converter), que puede controlar la potencia activa mediante
la conexión y desconexión de los dispositivos del convertidor (Ignast
Frau & Gutiérrez, 2005). Los convertidores de 6 pulsos generan armóni-
cos tanto en el lado de AC como en el de DC y la distorsión total (THD)
es del orden del 25% al 40%. De la misma manera, los convertidores de
12 pulsos generan un THD del orden del 9% al 11%. En la Figura 13 se
puede apreciar el diseño de estos dos tipos de convertidores.

Figura 13. Convertidores utilizados en HVDC a) de 6 pulsos b) de 12 pul-


sos. (Bermejo Hernández, 2011).

110
Capítulo 4

Los sistemas VSC-HVDC de reciente tecnología han encon-


trado diversas aplicaciones, especialmente en algunas plantas de ge-
neración eólica, sin embargo, su uso también genera otros problemas
de calidad de suministro tales como: bajo factor de potencia, interfe-
rencias electromagnéticas y distorsiones de voltaje. En la Figura 14
se aprecia un esquema con la configuración VSC-HVDC.

Figura 14. Convertidor VSC- HVDC. (Bahrman, Johansson, & Nilsson).

Como mitigar los efectos sobre la calidad del suministro: los al-
tos niveles de armónicos y de distorsión en la onda producidos por estos
equipos obligan al uso de filtros y de otros dispositivos para mitigar los
efectos perjudiciales de los armónicos. Se recomienda el uso de filtros
pasivos en el lado de AC, los cuales se encargarán de absorber los ar-
mónicos generados por el convertidor y producir una parte de la energía
reactiva. Se recomienda el uso de filtros pasivos de entre 3 y 24 Hz,
complementados con filtros activos controlados electrónicamente, que
permiten eliminar hasta los armónicos de orden 50 (Ignast Frau &
Gutiérrez, 2005).
También es recomendable la utilización de condensadores en se-
rie y bobinas de choque, los primeros se utilizan para líneas de
transmisión largas para reducir el rizado y demanda de energía reac-
tiva. Por otra parte, los segundos se utilizan para evitar interferencias
en líneas telefónicas. En equipos VSC-HVDC se utilizan sistemas de
filtros activos shunt, para de esta manera reducir el orden del THD de
un 37 % en un sistema sin protección, a un 6 % aproximadamente
utilizando los filtros antes mencionados (Badkubi, Nazarpour,
Khazaie, Khalilian, & Mokhtari, 2012).
111
Capítulo 4

4. CONCLUSIONES

La infinidad de equipos existentes en el mercado que de alguna u otra


manera permiten un consumo más eficiente la energía eléctrica, re-
quieren de una electrónica compleja y de dispositivos que soporten
elevadas cantidades de corriente de carga, como el caso de los equi-
pos utilizados en el área industrial.
Los sistemas de iluminación como los CFL´s o LED tienen un
gran potencial de ahorro en el sector residencial y prácticamente han
desplazado a la bombilla incandescente. La diversidad de fabricantes de
luminarias requerirá de exhaustivos controles en cuanto a la calidad de
los componentes electrónicos utilizados en su fabricación, ya que esto
podría influir en una mayor o menor afectación sobre la calidad del su-
ministro eléctrico en los sistemas eléctricos residenciales y por lo tanto,
en los sistemas de distribución en baja tensión.
La mejor forma de conseguir un ahorro en el consumo ener-
gético en el sector industrial es dimensionando los motores y disposi-
tivos de control de los mismos de acuerdo a las necesidades del pro-
ceso productivo. En el mismo sentido, los equipos con tecnología
INVERTER están presentes cada vez más en el mercado de los elec-
trodomésticos, sin embargo, es necesario aplicar controles de calidad
similares a los que se sugieren para sistemas de iluminación, ya que
al sector de los electrodomésticos es un mercado internacional con
componentes provenientes de muchas partes del mundo.
Los altos costos han evitado el despegue comercial de la tec-
nología HVDC a pesar de las grandes ventajas que poseen estos
equipos sobre sus similares HVAC. Los recientes avances tecnológi-
cos permitirán que un futuro los fabricantes de equipos HVDC ga-
ranticen niveles de calidad de suministro eléctrico igual o mejor que
en sistemas tradicionales en AC.
Finalmente, los efectos del uso de rectificadores, inversores y
dispositivos de electrónica de potencia sobre la calidad de suministro no
112
Capítulo 4

se pueden discutir, pero de forma paralela, la rama de la electrónica de


potencia se encuentra desarrollando dispositivos para reducir y/o mitigar
estos efectos. Los desarrollos futuros en filtros pasivos, activos y demás
elementos, permitirán que la electrónica y la electrónica de potencia,
pueda ser utilizada a mayor escala, lo que conllevaría a una reducción
de precios y permitir un uso racional de la energía eléctrica.

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113
Capítulo 4

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114
CAPÍTULO 5
Energy in Peru: Scenarios for 2030

José Luis Cordeiro, PhD1

Summary: 1. Background, 2. Global Delphi Survey, 3. Scenario Matrix, 4.


Scenario I: National Paradise (Economy: Positive, Politics: Positive), 5. Sce-
nario II: Economic Limpness (Economy: Negative, Politics: Positive), 6. Sce-
nario III: National Hell (Economy: Negative, Politics: Negative), 7. Scenario
IV: Political Challenge (Economy: Positive, Politics: Negative), 8. Importance
of Scenarios for National Policy Goals, 9. Bibliography.

Executive Summary

This article gives a summary of four energy scenarios for Peru in 2030.
The development of new natural gas reservoirs inspired this study of
foresight methodologies to shape national public policy from environ-
mental to political issues. The study included a global Delphi survey,
with two sequential rounds, followed by the development and validation
of scenarios with local and international experts. Using a typical STEEP
(society-technology-economy-environment-politics) analysis, four sce-
narios were devised following a simple matrix approach with two or-
thogonal ¨Schwartz Axes¨. The final scenarios were called: (1) National

1
José Luis Cordeiro, PhD (www.cordeiro.org) is founding faculty at Singularity
University in NASA Research Park, Silicon Valley, California, USA, and adjunct
professor at the Moscow Institute of Physics and Technology (MIPT) in Russia. He
is also director of the Venezuela Node of the Millennium Project, founder of the
World Future Society’s Venezuela Chapter, and former faculty at Universidad
Central de Venezuela (UCV) in Caracas. Email: jose@millennium-project.org.
115
Capítulo 5
Paradise, (2) Economic Limpness, (3) National Hell, and (4) Political
Challenge.

Keywords: 2030, energy, scenarios, Peru.

Resumen Ejecutivo

Este artículo contiene un resumen de cuatro escenarios energéticos


para Perú en 2030. El desarrollo de nuevas reservas de gas natural
inspiró este estudio de metodologías de prospectiva para guiar políti-
cas públicas con consideraciones desde el ambiente hasta la política.
El estudio incluyó un cuestionario Delphi global, con dos rondas
consecutivas, seguido por el diseño y validación de escenarios con
expertos locales e internacionales. Utilizando un típico análisis
STEEP (sociedad-tecnología-economía-ecología-política), cuatro
escenarios fueron desarrollados siguiendo una simple matriz con dos
“ejes Schwartz” ortogonales. Los escenarios finales fueron llamados:
(1) Paraíso Nacional, (2) Cojera Económica, (3) Infierno Nacional, y
(4) Desafío Político.

Palabras clave: 2030, energía, escenarios, Perú.

116
Capítulo 5

1. BACKGROUND

During the end of the 20th century, several major hydrocarbon reser-
voirs were discovered in the Amazon rainforest of Peru. However,
the location of such reservoirs made their production very difficult
because of environmental and logistics challenges. First, ecological
considerations are essential in such fragile ecosystems and, second,
the transportation of the hydrocarbons through the jungle and then
across the Andes cordillera presents major engineering obstacles.
Additionally, the social and cultural characteristics of the local inhab-
itants have to be properly taken in consideration. Finally, the eco-
nomic and political conditions of the nation at large are very im-
portant in volatile countries like Peru.
Beginning the 21st century, the political decision to develop
the major gas fields in the interior of Peru was taken. The govern-
ment decided to also consider the long-term impact and consequenc-
es of such choices to celebrate the first 10 years of Camisea gas pro-
duction in 2014. The foresight analysis proposed was a combination
of Delphi survey with scenario analysis and was performed by the
ESAN (Escuela Superior de Administración de Negocios) business
school in Lima with the support of The Millennium Project and its
worldwide network of nodes.
The final result included four basic scenarios detailing por-
traits of plausible future situations and the path to those situations.
Such scenarios are sufficiently vivid that a planner can clearly see
and comprehend the problems, challenges, and opportunities that
such developments would present. Scenarios are descriptions of situ-
ations that evolve from the present to some future state; rather than
considering only snapshots of some future state, they usually de-
scribe chains of causality that move from present circumstances to
the future. In short, scenarios are narrative descriptions of the future
that focus attention on causal processes and decision points.

117
Capítulo 5

2. GLOBAL DELPHI SURVEY

The study began with a global Delphi survey, with two sequential
rounds, followed by the development and validation of scenarios
with local and international experts. A total of 345 experts (roughly
30% from Peru and 70% from other countries) participated in the
first round of the study that comprised 80 questions divided in two
sections: the first section with an international emphasis and the sec-
ond one with emphasis on Peru.
The first round of the Delphi survey also helped to design the
scenarios using a typical STEEP (society-technology-economy-
environment-politics) analysis, based on the answers given by the
experts. Within the time frame specified, the experts were asked to
prioritize the STEEP variables as possible axes for scenarios. The
international view emphasized the technology and economy varia-
bles, both with about 60% weight according to the first and second
priorities, as shown in Figure 1. The society variable was considered
as the least important under the given considerations.

Figure 1: International Views on Energy in 2030.

Source: Cordeiro based on Millennium Project (2014).


118
Capítulo 5
The national view emphasized the economy and politics vari-
ables for Peru in 2030. The economy variable had a weight of 72%
followed by the politics variable with 52%, including both the first
and second priorities indicated by the participants. Figure 2 shows
the results and also indicates that the society variable was considered
the least important, just like in the international view, under the same
conditions. The local and international similarities and differences
were then used to prepare a second round of the Delphi survey and
the design of the scenarios for Peru in 2030.

Figure 2: National (Peru) Views on Energy in 2030.

Source: Cordeiro based on Millennium Project (2014).

The second round had a much smaller number of 13 questions


divided in 3 sections. A total of 310 experts participated in this sec-
ond round and their answers served to define additional ideas and
validate the scenarios. Table 1 shows some of the questions asked in
the first section of the second round of the Delphi survey.

119
Capítulo 5
Table 1: Delphi Survey, Round 2, Section 1 (example questions)
Peru considerations for the 2030 energy scenarios.

National Economic National Political


Events
Paradise Limpness Hell Challenge

The oil price in The oil price in


1.1 The oil price in The oil price in
2030 is: 2030 is:
Oil 2030 is 2030 is
price in (in (in
(in constant US (in constant US
2030 constant US constant US
dollars) dollars)
dollars) dollars)

The gas price The gas price The gas price The gas price
1.2 in 2030 is: in 2030 is: in 2030 is: in 2030 is:
Gas
price in (in (in (in (in
2030 constant US constant US constant US constant US
dollars) dollars) dollars) dollars)

1.3 Conflicts Conflicts Conflicts Conflicts


Condi-
Coopera- Coopera- Coopera- Coopera-
tions in
tion tion tion tion
the
South Others Others Others Others
border (specify) (specify) (specify) (specify)
of Peru

Source: Cordeiro based on Millennium Project (2014).

Besides brief descriptions of the major scenarios, the study also


included additional considerations like wild-cards and weak signals. For
example, the rapid emergence of fully electric cars and the fast spread of
solar and wind energy should have an important impact in the electric
sector matrix of Peru, which was historically dependent on hydroelec-
tricity and more recently on natural gas plants as well.
120
Capítulo 5

3. SCENARIO MATRIX

For the case of Peru in 2030, according to the Delphi survey, the econ-
omy variable was chosen as the most important variable, both as first
and as second priority, and the politics variable was chosen as the sec-
ond most important variable, also as first and as second priority. On the
basis of these two variables – economy and politics –four scenarios
were created and validated in the second round of the Delphi.
In the international view, it is worth noting that the technology
variable was the most important variable, as first priority, which means
that the experts have high expectations with regard to possible techno-
logical changes. However, in Peru, the technology variable only appears
as the third variable, in order of priority, after the economy and politics
variables. This seems to confirm that Peru does not generate, but instead
receives, technology.
Considering the economy and politics variables as the two
main STEEP variables for the development of energy scenarios for
Peru in 2030, we can then develop four matrix scenarios based on an
economy axis and a politics axis. Figure 3 shows each of the four
possible scenarios, with their selected names, according to their loca-
tion in the economy and politics axes.
Figure 3: Matrix Energy Scenarios for Peru in 2030.

Source: Cordeiro based on Millennium Project (2014).


121
Capítulo 5
The main driving forces should be independent of one another,
to the extent possible, and form orthogonal “axes” (sometimes
known as “Schwartz Axes” since Peter Schwartz, formerly with
Shell and then with the Global Business Network, popularized this
approach) in the complete scenario space. Two driving forces define
a two-dimensional scenario space; if three such forces were defined,
then the space would be three dimensional.

4. SCENARIO I: NATIONAL PARADISE (ECONOMY: POSI-


TIVE, POLITICS: POSITIVE)

The heavens call to you, and circle around you, displaying to you their eternal
splendors, and your eye gazes only to Earth.
Dante Alighieri, Divine Comedy, 1321

The scenario corresponding to the positive quadrant both in the


economy axis as in the politics axis can be called "National Paradise".
Under this paradise-like scenario, the economic and political condi-
tions in Peru are continuously improving.
At the international level, the situation is also favorable both
in the world and in the region. Latin America progresses at a brisk
pace and follows the steps of China and India, with growth rates be-
tween 5% and 10% during almost two consecutive decades. Even
much poorer countries like Bolivia are moving forward rapidly
thanks to their abundant natural resources within a frame of econom-
ic and political stability. The regional electric interconnection is fi-
nally a reality, the gas sector is completing a complex network across
Latin America, and a new grid between the region and North Ameri-
ca has been developed.
Thanks to the continuous development of the Camisea gas
field and the new discoveries in the Amazon jungle as well as in the
marine platform, Peru strengthens its development of the natural gas
industry.
122
Capítulo 5
Since 2020, Peru positioned itself as a new petrochemical coun-
try, with a strong industry that combines a great complex of fertilizers,
an ethylene sector and a propylene chain. By 2030, the total petrochem-
ical production reached 20 million metric tons per year.
After having taken advantage of gas production within the
country, the existence of a supply greater than the internal demand
has allowed exports of gas to North America, and exports to Chile
also started in 2015.
Peru is additionally researching with artificial bacteria to pro-
duce fuel as well as mineral petrochemical products. Bioengineering
seems to be the new source of future energetic products.
The long-term government strategy has achieved the coordi-
nation of the productive sectors in the economy. Left and Right wing
parties support innovation as basic for economic growth. The income
per capita has grown to more than 30,000 dollars in 2030, and a new
knowledge economy is expanding.
The strength of the political system and the cautious manage-
ment of the economy within a prolonged prosperity period have created
investment conditions with many resources from the private sector.
The three main parties that are competing in the 2030 elections
are credible institutions with internal democracies and strong legitimacy.
They thus provide continuity to the policies with unprecedented results
in the history of Peru. The decentralization and institutional develop-
ments introduced by the democratic parties, especially in the southern
sierra, have created the conditions to increase social inclusion and ex-
clude the Andean fundamentalism that afflict other countries in the re-
gion. Agreement and consensus on complex issues was established as a
way of political coexistence, thanks to alternation in power. Therefore,
favorable conditions have been created to deal with long-term problems
through long term proposals and solutions.
Natural gas for household use has been extended in Lima and
other important cities in the country. Local expectations for access to
gas have been reconciled with the creation of new regional gas pipe-
lines. The exploitation of gas by physical pipelines and the use of
123
Capítulo 5
virtual pipelines have contributed to overcome the exclusion prob-
lems, resented by part of the population.
Due to the combination of different energy sources, new re-
newable technologies have been developed, including biofuels and
hydroelectricity. Thus, a negative result in gas production would be
easily compensated with other sources. The cautious use of the hy-
droelectricity has transformed the country into a net contributor to
the smart electric grid established with the neighboring countries.
Peru is going through a long period of harmony and coopera-
tion in energy matters, which has extended to the issues related with
the use of water resources as well.

5. SCENARIO II: ECONOMIC LIMPNESS (ECONOMY: NEG-


ATIVE, POLITICS: POSITIVE)

Politics influences other spheres by means of public policy through the State. A
problem which is common to the three countries (Colombia, Peru, and Vene-
zuela) is the instability of the State; both due to its vulnerability in the face of
external variables and its difficulty in designing and carrying out efficient poli-
cies that cover all the territory (and may thus fight against exclusion, as well as
extra systemic actors).
Martín Tanaka, Andean Commission of Jurists, 2009

The conjunction of old and new problems, the excessive social inequality, the
incapacity of the political systems to channel the social demands, the lack of
conscience of "what is public", the weight of drug trafficking and the frag-
mentation of power without proper democratic governance, explain why coex-
istence has been eroded until reaching the frontiers of our unfeasibility as a
society. The economic crisis also reveals common elements with other coun-
tries, models of economic management which reproduce instead of correcting
the excessive vulnerability in the face of the external financing cycles, and
insufficient adjustment in the face of the opening of the economy, related to
the crisis in the growth of the State.

José Antonio Ocampo, United Nations, 2009

124
Capítulo 5
The scenario that corresponds to the positive quadrant in the politics
axis and negative in the economy axis can be called "Economic
Limpness". Under this scenario, the economic conditions have dete-
riorated and Peru is sailing on pessimist waters.
As an effect of the worst world crisis since the 1930s, people
live with social turmoil and violent outbreaks from different sources
such as drugs trafficking. Law enforcement agents try to control vio-
lent groups, patrols of vigilant peasants, and gangs of unemployed
city youngsters. The population in the least favored socio-economic
levels is heavily affected and this polarizes the political debate.
A positive aspect is that Peru is facing the economic crisis with a
consolidated system of political parties. Despite many ups and downs,
Peru has managed to keep its democratic institutions and to renew the
presidency of the country every five years in transparent elections. The
two major parties that compete in the elections are consolidated institu-
tions, internally democratic and with legitimacy in the face of the elec-
torate. With the lessons learned in the last decades, the parties manage
the crisis without risking the system's viability. The political parties are
taking advantage of their decentralized structures and their flexibility to
manage the crisis based on the national agreement platform, which
avoids risking the stability of the system.
Peru has not been alone, and Chile and Colombia have also
managed to strengthen their democratic governments. Nevertheless,
despite the good political results, Peru has not managed to capitalize
its stability in order to boost its economy. For example, traditional
exports still dominate the economy.
The economic crisis has exposed old economic models that
amplify, instead of reducing, the excessive vulnerability in the face
of world economy cycles. On top of it, a great part of the natural gas
resources, and other fossil fuels, were consumed without having
found new additional reserves. Peru seems to be suffering a transition
similar to the one in the United Kingdom under Margaret Thatcher,
after abandoning a model of strong public presence in the productive
sector with heavy state intervention. In the 1980s, despite the British
political stability, the so-called "Iron Lady" found great difficulties to
125
Capítulo 5
reactivate the British economy (which came from a dormant period
of several years with an obsolete and over-dimensioned coal sector).
Without a clear policy to reactivate the economy, and without
enough public funds to finance new projects, not even in the mining
and energy areas, the economic future seems uncertain in Peru. The
Camisea and Aguaytia gas fields are only remembrances in the mind
of many Peruvians, and probably there will be no new foreign in-
vestments to search for more fossil fuels due to the loss of confi-
dence in the region.
There has not been an important drive to develop alternative
energies and the energy matrix has remained obsolete. It is a disap-
pointment that greater investments have not been materialized in
sectors that were so promising for the economy of Peru. The contin-
uous centralization of the economy has not allowed an inclusive de-
velopment of the different regions, nor the creation of a long-term
vision for the whole country.
It seems that the only hope is the development of biofuels,
which had been almost completely abandoned while the last hydro-
carbon fields continued producing. Thanks to the support from Brazil,
undisputed regional leader in bioenergy, Peru is just starting the pro-
duction of bioethanol and biodiesel. Perhaps in a few more years,
Peru may follow the path towards growth thanks to growing internal
consumption and possible exports of hydroelectricity to neighboring
countries and biofuels to the international market.

6. SCENARIO III: NATIONAL HELL (ECONOMY: NEGA-


TIVE, POLITICS: NEGATIVE)

In South America there is a serious problem where a new fundamentalism is


growing, the Andean fundamentalism, which enlists great ethnic crowds, and
in many cases is linked to, for example, the cultivation of coca leaves. That
Andean fundamentalism, which may have consequences as important as Is-
lamic fundamentalism, may be a stability danger in South America, which
must be fought also with free trade to facilitate the spread of profits and ad-
vances in the world economy. There is a tendency, promoted by misery and
126
Capítulo 5
also by a bad political leadership, which leads to jump backwards, towards the
1960s or 1970s. When you see how the world trade multiplies and how the
wealth of a few within the country grows, the tendency is to go back to models
of statism, nationalization of assets.
Alan García, President of Peru in Washington, DC, 2006.

The scenario corresponding to the negative quadrant both in the


economy axis as the politics axis can be called "National Hell". Un-
der this scenario, the economic and political conditions in Peru re-
mind older people of the worst years in the 20th century.
The world economy has become more interconnected, with
unavoidable benefits and risks for all the regions since globalization
is also associated with volatility. After a prolonged calm due to low
interest rates with a slow increase in the prices of commodities, the
2030 Asian crisis, announced by the collapse of the Shanghai Stock
Exchange, spread fast to other financial centers and had immediate
consequences in Latin America. This impact was worse for countries
exporting energy and raw materials.
The production system in Peru has not diversified. Productivi-
ty in sectors not related with commodities and agroindustry have not
improved their competitive position, in accordance with the 2025
recommendation by the World Economic Forum, in Davos, Switzer-
land. The social protection for the unemployed remained at low lev-
els and the economic effects of the new Asian crisis were quickly
translated into a considerable social malaise in Peru.
The economic crisis aggravated the country's politic fragility.
Plunged in complete economic and political volatility, Peru and some
of its neighbors suffered a long stagflation.
The previous words by Alan Garcia had become premonitory.
Peru became battered by a new fundamentalism, the Andean funda-
mentalism, which mobilized ethnic crowds across borders (with very
negative consequences like Islamic fundamentalism) and created
great instability in the country's southern frontier.
Political violence appeared again, but it was no longer a con-
flict between the ideologies of the 20th century. Violence had the face
127
Capítulo 5
of Andean fundamentalism, and it mobilized passions of ethnic na-
tionalism. Armed groups, peasant alliances, guerrilla armies, and
death squadrons linked with drug cartels to confront regular forces
like the national army, vigilant patrols and district communities.
When an important visitor was asked to give his suggestion,
he repeated the famous words of Portuguese Nobel Laureate José
Saramago to the Colombians: "You must give birth to your dead,
take them out of this land, and give birth to them from your con-
science. It will not be easy to give birth, but to carry them will be to
continue in the nightmare that has already lasted two generations and
caused 30 thousand disappeared and more that 3 thousand kidnapped.
It is something monstrous that has become usual, where the measure
of reality is lost".
Similar to the large declines of hydrocarbon production in
Venezuela, Ecuador and Bolivia due to the politization of the econ-
omy, it also happened in Peru. The Camisea gas field was no longer
managed following business criteria and the foreign partners were
expropriated. Like ExxonMobil and ConocoPhillips left Venezuela,
Occidental abandoned Ecuador, and Repsol and Petrobras stopped
operations in Bolivia during the early 2010s, the foreign operators
were "invited to abandon" their operations in Camisea from 2015.
This was only the beginning of a slow downturn phase in the gas
fields in Peru, which saw how their production fell due to lack of
technical capacity, investment and markets.
The international situation was not much better, unfortunately.
After the fall of the Al Saud family in Arabia, a theocracy was estab-
lished under the Al Mahmud clan and supported by the heirs of Al
Qaeda and Osama Bin Laden. The difficult international context,
together with the serious ecological problems during the 2020s,
boosted the ecologist NGO's, and caused many projects to lose their
financial viability. On top of that, several oil companies were prose-
cuted due to their direct implications in global warming. Cases such
as the Exxon Valdez in Alaska now brought with them an organized
reaction at several levels of society, for example, consumption boy-
cotts in the fuel stations, legal suits in the courts, and personnel re-
128
Capítulo 5
sponsibilities of corporate boards. Several international companies in
the energy sector were taken before court simultaneously in different
countries.
Successive governments in Peru had great difficulty to attract
the best professional talents and this weakened their operating capa-
bilities. The old good years were not used to reduce the country´s
dependence on hydrocarbons, which was in detriment of the hydroe-
lectric potential, and Peru never took advantage of the growing range
of emerging renewable technologies. This situation had aggravated
the economic and social crises, thus creating a very uncertain base
for future developments.
The energy integration with neighboring countries, that had
given such good results at the beginning of the century, was now a
source of friction and added risk to the traditional nationalist pres-
sures of access to resources. These local problems had turned the
southern frontier into a zone of uncertainty and potential conflict.
Indeed, a very bad time for Peru!

7. SCENARIO IV: POLITICAL CHALLENGE (ECONOMY:


POSITIVE, POLITICS: NEGATIVE)

The collapse of the Utopias had left a great void, not in the countries where
that ideology made its tests and failed, but in those countries where many peo-
ple embraced it with enthusiasm and hope. For the first time in history men
live in a sort of spiritual exposure to the elements and not, as before, in the
shadow of those religious and political systems that, simultaneously, oppressed
us and consoled us. Societies are historical but all of them have lived guided
and inspired by a group of beliefs and meta historical target ideas. Ours is the
first society that is ready to live without a meta historical doctrine; our abso-
lutes, whether religious or philosophical, ethic or esthetic, are not collective
but private. Experience is risky. It is impossible to know if the tensions and
conflicts in this privatization of ideas, practices and beliefs which traditionally
belonged to the public life will not end by destroying the social factory. Men
could again be possessed by the old religious furies and nationalist fanatisms.
Octavio Paz, Speech accepting the Nobel Prize, 1990

129
Capítulo 5
The scenario that corresponds to the negative quadrant in the politics
axis and positive in the economy axis can be called "Political Chal-
lenge". The transit from the end of the 20 th century to the beginning
of the 21st century developed in the void left by falling great ideolo-
gies. There consequences were worse not in the countries where such
ideologies had been tested and failed but in those countries where
many embraced them with enthusiasm and hope like possessed by
old religious furies or nationalist fanatisms.
In the transit to the 21st century, Peru overcame the grave threat
of political violence and terrorist groups like the Shining Path and
MRTA. The end of chaos and terror quickly benefited the economy, and
a market social economy was adopted with de-regulation and privatiza-
tion of most of the public enterprises at the end of the 20th century. Dur-
ing the first two decades of the 21st century, different governments in
Peru continued with stable macroeconomic policies in general terms.
Growth rates also benefited from the insertion of China in the world
economy and its high demand for raw materials.
Multinational investments also helped to diversify the energy
matrix of Peru, which after being heavily dependent on petroleum,
changed to natural gas, and then investment in biofuels and alterna-
tive energies. Technological innovations followed an exogenous dif-
fusion process, which materialized in more business opportunities for
foreign private investment. Research and development at local level
had shown several advances but without achieving a critical mass in
comparison with other neighbor countries.
The economy of Peru is undergoing strong growth and con-
solidation, with the energy sector as one of the leading areas since
the 2020s, and a cautious design of stable economic policy is main-
tained. Economic development continues despite a political sector
that does not achieve an equivalent maturity.
The political sector has not been able to overcome the frag-
mentation of parties, the weakening of institutions, the electoral vola-
tility, the irruption of outsiders, and the development of anti-systemic
tendencies. The incomplete inclusion and participation in the eco-
nomic and political process by those citizens still feeling excluded
130
Capítulo 5
has caused the proliferation of multiple actors with local or regional
interests that make democratic governance difficult.
Just like in Italy after World War II, Peru has unstable gov-
ernments that can’t plan too far ahead. This could perhaps be called
the "Italian model" to indicate the time when Italy functioned eco-
nomically and maintained good growth rates, but its political system
underwent severe difficulties.
Over time, not one of the traditional parties has managed to
maintain its legitimacy. The social exclusion feelings in the southern
zones and the regions in the jungle of Peru continue to exist and pro-
vide surprises in the political arena during the elections. It is a vola-
tile context in which the political premises are not perceived as last-
ing in the long-term, which makes it difficult for the government to
provide answers to complex problems. In the political arena, Peru
has not yet reached adulthood.

8. IMPORTANCE OF SCENARIOS FOR NATIONAL POLICY


GOALS

This simple but real example shows how foresight methodologies


can be used for national public policy decisions. Scenarios generally
are used to aid in decision making and planning. A decision maker
might use the scenarios to ask how his or her policy would fare in the
range of situations depicted by the scenarios. The decision maker
would obviously like to find a course of action that produces the de-
sired results with the fewest chances for failure or unintended conse-
quences in all of the situations depicted by the scenarios. Therefore it
is essential that the scenarios in the set cover the widest span of plau-
sible futures and that the content in each of them is detailed enough
to reveal potential impediments or synergistic opportunities for the
contemplated actions.
No scenario is taken as a forecast; rather each scenario indi-
cates what might be (or what ought to be, in the case of normative
scenarios). Scenarios are generally produced in sets of at least four to
131
Capítulo 5
capture a broad range of possibilities, and it is necessary to span a
wide range of possibilities.
No scenario is ever probable; the probability of any scenario
ever being realized in its totality is minute. Accuracy is not the
measure of a good scenario; rather, it is:

• Plausibility (a rational route from here to there),


• Internal consistency,
• Description of causal processes, and
• Usefulness in decision making.

9. BIBLIOGRAPHY
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http://www.bp.com/en/global/corporate/about-bp/energy-
economics/statistical-review-of-world-energy.html
Cordeiro, José Luis. (2011). “The Energularity” in Moving From Vision to Action.
Bethesda, MD: World Future Society.
Cordeiro, José Luis. (2007). El Desafío Latinoamericano. Bogotá, Colombia:
McGraw-Hill. http://www.cordeiro.org
Cordeiro, José Luis. (2006). “Energy 2020: A Vision of the Future” in Creating
Global Strategies for Humanity´s Future. Bethesda, MD: World Future
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Washington, DC: The Millennium Project. http://www.millennium-
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Schwartz, Peter. (1991). The Art of the Long View. New York, NY: Doubleday.
Shell. (2014). Shell Global Scenarios. London, UK: Shell:
http://www.shell.com/global/future-energy/scenarios.html

132
CAPÍTULO 6
“Estrategias Locales
De Aprovechamiento Energético
En El Reuso Del Agua”

María Alicia de los Ángeles Guzmán Puente 1


Matt Hare2
Ana Elisa Peña del Valle3

Sumario: 1. Introducción, 2. Justificación, 3. Sección uno, 4. Sección dos, 5.


Sección tres, 6. Fotografías del proyecto, 7. Sección cuatro: Tlaltenango, 8.
Conclusiones, 9. Bibliografía.

Resumen

Estrategia local para uso de sistemas que aprovechan energía en


abasto de servicios públicos, como el agua y su doble aprovecha-
miento, es el tema de este proceso. Se trata de reutilizar el agua ya
servida en casa4 que posterior al uso normal, se canaliza como micro-
riego de huertos familiares. Para esto se implementa un dispositivo
denominado FILAGREC, tecnología concebida con una visión parti-
cipativa y comunitaria para una transferencia tecnológica activa, esto
detona procesos comunitarios, que trabajan en espacios domésticos a

1
UAEM. Email: angelesg@uaem.mx
2
UNAM.
3
UNAM.
4
Por servida se entiende el agua otorgada por el servicio público, el costo corre por
parte del prestador de servicios, cobrada en los impuestos del ciudadano, el benefi-
cio entonces es que ese costo sirve también para tratar el agua, y convertirla en
riego de hortalizas o frutas.
133
Capítulo 6
través de grupos organizados en las comunidades. Como estudio de
caso se tiene el de Barranca Chalchihuapan, en Tlaltenango, Morelos.
Palabras clave: energía, agua, estrategia local, comunidades,
FILAGREC.

Abstract

Local strategy to save energy in supplying systems, such as water


and its doble using, supplied water with a doble proposal, after a
normal use is watering orchads and fruit trees. This is using device
called FILAGREC technology conceived with a participatory process
of implementation. Thus is triggering community processes in do-
mestic space, promoted through organazied groups within communi-
ties. This study case is in Barranca Chalchihuapan in Tlaltenango,
Morelos, and México.
Keywords: energy, water, local strategy, communities, FILAGREC.

134
Capítulo 6

1. INTRODUCCIÓN

Esta investigación es parte de un programa científico, teórico-


práctico, en el que se ha trabajado desde la coordinación de gestión
comunitaria del agua en la Universidad Autónoma del Estado de Mo-
relos en convenio con otras ONG en diversas comunidades morelen-
ses como San Agustín Amatlipac parte de los Altos de Morelos y
Tlaltenango, parte de la barranca de Chalchihuapan. Los resultados
han mostrado algunas pistas para comprender los procesos comunita-
rios participativos, en términos de servicios de agua potable y sa-
neamiento.
Para el uso de tecnologías que lleven como meta la sustenta-
bilidad, es importante trabajar en forma interdisciplinaria, con sus
consecutivos logros sociales, ambientales y económicos, los trabajos
empíricos que inspiran el escrito han promovido un sistema de reci-
claje de agua en un proceso denominado Saneamiento Participativo
que ofrece una procedimientos socioambientales para tratar el agua y
utilizarla en huertos familiares, riegos de jardines o producción de
biomasa vegetal. Además de su uso práctico como sistema de trata-
miento, se ocupa de involucrar a los sujetos que lo usan, de modo
que se responsabilicen en la adquisición del servicio de saneamiento,
asimismo se gestiona con las instituciones encargadas de operarlo y
mantenerlo. (Guzmán, 2013)
Articulando la gestión del saneamiento en un marco institu-
cional en el que intervienen diferentes actores como la sociedad civil,
el estado, el municipio, la academia y las empresas privadas. Redi-
mensionando el importante de papel de cada una de estas instancias y
organizaciones para alcanzar la meta del saneamiento en el poblado.
En el caso concreto de este escrito, se reflexiona a partir de La im-
portancia del trabajo empírico y coordinación con los servicios pú-
blicos para los temas concretos del saneamiento como alternativa
técnicas sencillas. Que nos ayudan a cuidar el gasto energético.
(Guzmán, 2013 y 2014) En esta primera etapa, en la barranca Chal-
135
Capítulo 6
chihuapan de Tlaltenango, existen algunos momentos importantes
que aportan ideas para enfocar la estrategia comunitaria ligada al uso
eficiente de energía, por aprovechar el agua como servicio público
dotado en los hogares, y darle un doble propósito en un círculo vir-
tuoso, regar plantas, principalmente alimentos. Esta reflexión conlle-
va a puntualizar las ventajas de un sistema en el uso eficiente de
energía, y en las buenas prácticas hacia un desarrollo sostenible.
Este capítulo consta de cuatro secciones en las que se plantea
la estrategia participativa para reutilizar el agua considerada de des-
perdicio, en el crecimiento de un huerto familiar, o el microriego de
plantas de todo tipo. Esta estrategia se propone como una respuesta
local en un mundo en crisis, donde las tecnologías alternativas son
bienvenidas para responder a la problemática, y sobre todo cuando su
transferencia tecnológica es cuidadosamente supervisada por profe-
sionistas comprometidos con las comunidades.
La sección uno plantea la importancia de la respuesta local a los
problemas energéticos del mundo, los variados ejemplos que existen
con sus fortalezas y debilidades encontradas en algunas experiencias. La
segunda sección nos plantea las ventajas de las tecnologías alternativas,
sobre todo en la temática del agua. En la sección tres presentamos la
metodología Filagrec (Filtro de Aguas Grises Recicladas) -filosofía
amigable generadora de reciclajes de agua- de la que somos creadores y
responsables, como un trabajo vinculado a la forma de participar con los
grupos de usuarios y la tecnología sencilla de reuso del agua, la cuarta
sección hace hincapié en la experiencia concreta de estos dos años en
una colonia de la comunidad de Tlaltenango Morelos el uso de este fil-
tro impartido con transferencia tecnológica asistida directamente ayuda
a que la vida útil del agua sea más larga. Con un enfoque de protección
ambiental a la barranca de Chalchihuapan, El consumo de esta agua en
el huerto ayuda a que el agua sea reutilizada con un enfoque de aprove-
chamiento energético. El filtro aprovecha la salida del agua de la lava-
dora, no consume energía eléctrica porque no cuenta con algún disposi-
tivo electromecánico especial, funciona principalmente con la gravedad.

136
Capítulo 6

2. JUSTIFICACIÓN

El consumo de agua necesario por persona para vivir se estima en 80


litros diarios. Sin embargo en nuestro ámbito de concesión se con-
sumen, en promedio, 300 litros diarios por persona en verano y los
días de calor aumentan la demanda de agua potable y, por tanto, la
necesidad de evitar su derroche. En esta época, además de ser utili-
zada para ingesta, preparación de alimentos, higiene y quehaceres
domiciliarios, comienza a ser usada con mayor frecuencia y en acti-
vidades recreativas, como el llenado de albercas y piletas. Lo que nos
lleva a reflexionar algo ya sabido el agua es un recurso agotable y
cada vez más escaso a escala mundial. (Aguas Bonaerenses, 2002)
Cabe destacar que al tratarse de un recurso limitado, su abuso por
parte de un usuario o un sector tienen consecuencias para el resto de
los consumidores, como menor presión o falta de agua. Así entonces
pensar el uso de agua como un bien común, cuidada en comunidad es
parte fundamental de la estrategia hacia el aprovechamiento energéti-
co adecuado en la distribución de la misma.
La generación de sistemas alternativos para el manejo de agua
donde el sujeto (actor social, beneficiario de la comunidad) sea el
principal responsable del uso de la tecnología amigable con el medio
ambiente ligada al uso energético adecuado, y pueda, con sus manos,
administrar y mantener dicho sistema, para ello la visión de lo local
es fundamental, es el cometido principal del trabajo en campo, que
permite detonar las ideas para este escrito.
Para llegar a esas metas es necesario conocer los programas
de difusión de tecnologías, asimismo las estrategias que se usan para
poder ser eficientes con el uso energético y el manejo de agua.
Es impactante conocer el momento de crisis energética que
vivimos en nuestro planeta, “La seguridad energética constituye en la
actualidad uno de los temas centrales a nivel mundial, debido a que
afecta de forma esencial a las economías y la política de seguridad de
los Estados, además, del aumento de emisiones de gases de efecto
137
Capítulo 6
invernadero que provienen de la producción y uso de este tipo de
energéticos.
Encontrar el equilibrio entre seguridad de suministro, impacto
ambiental y precios es la clave de la política energética futura que
entronca con otros objetivos como una distribución adecuada de los
servicios del agua y saneamiento. (Sánchez Cano 2011): la vincula-
ción de agua y energía es fundamental, pues vemos que al agotar el
agua como recurso natural, estamos poniendo en riesgo la vida mis-
ma. (Cabrera 2003)
Además del aprovechamiento energético, esta estrategia vin-
cula agua y energía, como un detonante de prácticas humanas que
tienden a reducir la amenaza del agua contaminada en los drenajes
que hay en zonas urbanas y rurales, que acaban directamente en al-
gún cuerpo de agua, como en mares, océanos, lagos, lagunas y ríos.
El doble beneficio es que donde se sirve el agua limpia y se ensucia,
allí también se le da tratamiento para usarla en riego de huertos.
Los sistemas de tratamiento más comunes son demasiado cos-
tosos y poco eficientes a nivel energético, (Guzmán, 1999) en este
caso se presentan las estrategias de reciclaje de agua usadas en una
colonia de Tlaltenango Morelos, como parte de las alternativas eco-
lógicas, que dan un segundo uso a un agua que en muchos casos se
consideraría completamente de desecho, haciendo que se pueda
aprovechar para el riego de un huerto familiar.

3. SECCIÓN UNO

3.1. Estrategias locales como respuesta a un mundo en crisis

En la actualidad para afrontar los retos que nos impone tener seguri-
dad energética, y los riesgos del cambio climático, es importante
considerar que las alternativas las darán los grupos locales que ten-
gan más definidos sus sistemas de servicios públicos, sin tanto pro-
blema de desgaste por sistemas complejos. Tenemos claro que “los
países no pueden crecer de manera sostenible o fortalecer su capaci-
138
Capítulo 6
dad de adaptación al cambio climático sin una gestión que considere
mermas sostenidas en materia de disponibilidad, calidad y distribu-
ción del agua y su asignación a través de un proceso deliberativo
sobre la base de necesidades económicas, sociales y medioambienta-
les”. Banco Mundial 2014
“La seguridad energética constituye en la actualidad uno de
los temas centrales a nivel mundial, debido a que afecta de forma
esencial a las economías y la política de seguridad de los Estados,
además, del aumento de emisiones de gases de efecto invernadero
que provienen de la producción y uso de este tipo de energéticos”.
Encontrar el equilibrio entre seguridad de suministro, impacto am-
biental y precios es la clave de la política energética futura que en-
tronca con otros objetivos como una distribución adecuada de los
servicios del agua y saneamiento. (Sánchez Cano, 2011). Así las co-
sas, los ejemplos en cualquier parte del mundo con un resultado exi-
toso pueden ser adecuadas para cualquier otra región o país del mun-
do.

3.2. La relación de la seguridad energética y el agua

El agua y la energía están intrínsecamente interconectadas.


Todas las fuentes de energía (incluida la electricidad) requieren del
agua en sus procesos de producción. Se requiere de la energía para
que se pueda disponer de agua para uso y consumo humano (inclu-
yendo el riego) a través del bombeo, transporte, tratamiento y desala-
ción (ONU, 2014).
Es imperante tener claro que mientras más eficientes seamos
en el uso de la energía, más posibilidades tendremos de aprovecharla
de forma que sea duradera y menos costosa, así entonces la relación
del uso de la energía, y la organización y administración de los gru-
pos de usuarios, pasa a ser relevante como estrategia de cuidado de
los recursos energéticos.
La forma en que la sociedad entiende la gestión conjunta de
los recursos hídricos y energéticos se ha desarrollado con el tiempo.
Esta relación, tal y como se define hoy en día, se puede considerar
139
Capítulo 6
que es simplemente: La intensidad energética en el sector del agua y
cuál es la intensidad del agua en el sector de la energía. Esto es, la
cantidad de agua necesaria, directa o indirectamente, para la explora-
ción, la extracción, la generación y la transmisión de la energía, y la
cantidad de energía necesaria para la extracción, el transporte, la dis-
tribución, la recogida, el tratamiento y el uso final del agua (ONU,
2014).
De acuerdo con esta idea, la relación de agua y energía sería
una relación de objetos e intensidades, es decir si el sector energético
usa más agua, o el sector agua usa más energía para la dotación del
servicio público… sin embargo la interdependencia y complejidad de
estos sectores o recursos, tienen mucho que ver con las decisiones
que los sujetos sociales resuelvan para el uso, y administración de
dichos recursos.
Así entonces confirmamos la idea señalada por la UNESCO;
La dependencia que tiene el agua del sector energético y la depen-
dencia del sector energético del agua gira en torno a cuestiones ele-
mentales como son los sistemas de gestión del agua y de infraestruc-
turas o la energía sostenible y la eficiencia de los sistemas (ONU,
2014).
Con el enfoque de la estrategia local de manejo de agua, ba-
sada a en un sistema de gestión participativa con energía sostenible y
administración comunitaria, se ha trabajado fuertemente en estas dos
últimas décadas, con referencias a distintos modelos de gestión, se
comenzarán a detallar algunas respuestas locales, en general en la
región latinoamericana.

3.3. Las respuestas locales en contraposición a los modelos


de gestión con un vacío comunitario.

La mayoría de los países en América Latina han desarrollado


reformas sectoriales, empezando por la creación de marcos normati-
vos, aunque no han sido suficientes para solucionar los problemas a
los que se enfrentarán en la etapa de implementación. Por lo que res-
pecta a la prestación de los servicios, es posible encontrar algunas
140
Capítulo 6
características en los modelos de servicio público. El primer modelo
consiste en transformar servicios públicos en entidades autónomas y
autárquicas, de modo que deban autofinanciarse parcial o totalmente
y rendir cuentas a los usuarios. Una segunda propuesta nace a propó-
sito de una serie de circunstancias: la insatisfacción general con los
resultados de la gestión privada, la percepción de que las institucio-
nes reguladoras no cumplen con su papel, y una subsecuente estati-
zación de las entidades prestadoras.
Para evitar esta situación, los organismos operadores de sis-
temas de agua y saneamiento pueden operar con diversos modos de
gestión.

Tabla 1. Fuente: Elaboración propia.

Modos de Gestión
La prestación es realizada por la autoridad territorial
Gestión Publica Directa responsable.
La autoridad decide delegar la operación a otra entidad
Gestión Delegada Publica pública.
La autoridad territorial responsable designa a una
entidad privada para la prestación por un periodo de-
terminado, usualmente a través de un contrato de con-
Gestión Delegada Privada cesión.
La autoridad es propietaria de los activos, se limita a
controlar y a regular al privado en todas sus acciones y
Gestión Privada Directa responsabilidades.

Otro de los aspectos importantes se refiere al proceso de des-


centralización en la gestión del servicio, que se ha mostrado como
una tendencia cada vez más acentuada en América Latina y espe-
cialmente en México, donde se han impulsado las políticas públicas
destinadas a otorgar mayor importancia al municipio.
La discusión del valor del agua y el saneamiento para mejorar
la calidad de vida despliega diversas estrategias de gobierno, de in-
tervención financiera y de empresas de servicio, relacionadas con los
141
Capítulo 6
cambios en el marco jurídico, con los temas de la participación y
descentralización, particularmente del rol municipal y de las comuni-
dades.
En este sentido es importante discutir cual es el papel que
cumplen las comunidades y los grupos sociales en el manejo de los
servicios de agua, con el enfoque de la municipalización (Jouravlev,
2001) y sobre todo en una relación adecuada entre el servicio para el
uso de un recurso básico en la vida cotidiana. Así entonces, podemos
plantear una relación importante entre el manejo local del agua a
través de los colonos y/o grupos sociales de usuarios, y la tecnología
utilizada.
Esto nos lleva a presentar una serie de tecnologías alternativas
que pueden ser manejadas dentro del ámbito comunitario, sea de
pueblos, colonias o condóminos con un nivel básico de organización.

4. SECCIÓN DOS

4.1. Tecnologías alternativas en el manejo del agua

El uso de tecnologías alternativas ha planteado desde su inicio, el


ahorro de la energía, y el cuidado ambiental, existen otros nombres
que hacen alusión al mismo sentido: tecnologías apropiadas, tecnolo-
gías simples, eco-técnicas. Desde su inicio a finales de la década de
los 70, se han sucedido luchas en la búsqueda de un modelo diferente
de desarrollo. A pesar del poco o discontinuo apoyo institucional,
comparado con el que se invierte en las tecnologías tradicionales,
(2009, Masera Cerutti) han logrado un conjunto de estrategias de
difusión y financiamiento que permiten llevar a cabo acciones con-
cretas para un manejo sustentable de los recursos naturales y lograr
una mejora en las condiciones de vida de los habitantes rurales.
Asimismo, ofrecen niveles aceptables de bienestar a comuni-
dades que no han sido apoyadas en servicios básicos de drenaje y
abasto de agua, de saneamiento, alimentación y disponibilidad de
agua y energía). Los modelos de gestión para la instalación de las
142
Capítulo 6
técnicas alternativas, han sido manejados por organizaciones no gu-
bernamentales en su mayoría, como ejemplo en el corredor biológico
mesoamericano (2009, Vignau Esteva) pero se complementa perfec-
tamente con programas de gobierno que alcancen a los grupos de
esas comunidades apartadas.
Los protagonistas de este manejo alternativo, han sido los
usuarios (sujetos de la comunidad beneficiarios) de estos programas
de difusión y transferencia tecnológica. Ligados fundamentalmente a
las universidades e institutos tecnológicos, la Organización de las
Naciones Unidas, el Banco Mundial, la Organización de Estados
Americanos y diversas instancias gubernamentales— (2009, Vignau
Esteva) en los departamentos de extensión y divulgación de ciencia y
tecnología, como lo es en el caso de la UAEM (Universidad Autó-
noma del Estado de Morelos) el departamento de gestión comunitaria
del agua, ligado a la Unidad de Transferencia Tecnológica de la Se-
cretaria de Investigación. Los usuarios y beneficiarios quienes dan la
validación de la eficiencia de estas técnicas alternativas.
En la actualidad, el campo de las tecnologías alternativas, en ex-
tremo diversificado, muestra la confluencia de dos corrientes claramente
diferenciadas y a menudo contrapuestas. De un lado, instituciones pú-
blicas o privadas que operan conforme a la lógica dominante en la so-
ciedad económica la aplican para el diseño y diseminación de productos
que satisfagan la demanda de un mercado de consumidores cada vez
más conscientes de la dimensión ecológica, (2009, Vignau Esteva). De
otro lado, se realizan empeños independientes, que no sólo se ocupan de
herramientas más apropiadas —ecológicamente sensatas, socialmente
justas y económicamente factibles— sino que intentan también revertir
la lógica misma que ha generado las inapropiadas. Su enfoque de la
tecnología comprende la herramienta misma, la técnica, y su nexo lógi-
co y social, la “logia”, (2009, Vignau Esteva) del logos, el conocimiento
de, el que en ingles se utiliza el know-how, que en el fondo son los as-
pectos conceptuales.
Específicamente en términos de tecnologías para el cuidado
del agua, se tendrá que comprender primero la importancia de con-
trolar el uso de sistemas que derrochan la misma, por falta de visión.
143
Capítulo 6
De entrada se tiene que El uso del agua en los sistemas agrícolas,
llamado uso consuntivo, consiste en extraer principalmente de ríos,
lagos o aguas subterráneas el vital líquido, el cual ya no regresa al
sistema, sino que es consumida por los cultivos. Este tipo de agricul-
tura de regadío es crucial para la producción mundial de alimentos.
Se espera que los países en desarrollo expandan sus áreas de regadío
en aproximadamente un 20% antes de 2030. En la actualidad, el 40%
de la producción de alimentos proviene del 16% de las tierras agríco-
las de regadío. A nivel mundial, la superficie bajo riego ha crecido a
un ritmo constante de alrededor de un 5% cada diez años. Se estima
que del 16% del recurso hídrico explotado, un 70% se utiliza en la
producción de alimentos, así mismo se estima que un 10% de la pro-
ducción de granos en el mundo depende de la extracción insostenible
de los acuíferos. (FAO, 2002)
La producción de alimentos, consume la mayor parte del agua
potable extraída en los acuíferos del planeta, por ello aunque no es el
tema principal de este documento, se resalta el dato, por el cercano
beneficio de la producción de un huerto familiar o escolar con el sa-
neamiento de un agua de desperdicio a través de Filagrec. La crisis
actual de agua amenaza la seguridad de alimentos, por ello las inver-
siones se enfocan en mejorar la capacidad de almacenamiento de los
reservorios existentes (represas), en buscar opciones hídricas (pozos,
reutilización, etc.) y en optimizar las condiciones de los sistemas de
distribución del servicio de agua a la población. (2013 Martínez) En
este sentido el uso de técnicas sostenibles para el manejo del agua,
que puedan ser conocidas por los pobladores de las localidades, es un
reto importante, que este proyecto en Tlaltenango, adopta para bene-
ficiar a la población. De hecho el trabajo es como parte de una acción
de cuidado del servicio del agua potable, y el saneamiento.
Lo dicho anteriormente se vincula con lo que la FAO dicta co-
mo política hídrica en el sentido que estas acciones se realizan para me-
jorar los sistemas que suministran agua a la población tanto en cantidad
como en calidad de agua abastecida. Lo anterior demanda tomar más en
cuenta algunas externalidades negativas –concepto ligado al daño am-
biental en términos económicos negativos- que pueden ser previstas con
el uso de tecnologías amables con el medio ambiente.
144
Capítulo 6
En la mayoría de los tratamientos alternativos de agua resi-
dual se recolectan las aguas en tratamientos sencillos, con SuSaN
(Sustainable Sanitation Network) una red para el saneamiento susten-
table que agrupa más de 100 organismos a nivel internacional, (Von
Munich, 2009) también los aportes para el saneamiento ecológico de
otras organizaciones (Esrey, 2001) se converge en metas que difun-
den el nuevo paradigma de recuperar nutrientes de los efluentes.
Desde la Academia está el aporte de Filagrec, como una de estas téc-
nicas alternativas cuya que generan procesos para abatir la contami-
nación y contribuir al cultivo de alimentos en los solares de las casas.
(Guzmán, 2009) Es por lo tanto cada día más urgente el impulsar
enfoques más amplios y sostenibles que consideren los diferentes
usos del agua (Cárdenas, 2009).

5. SECCIÓN TRES: FILAGREC

Filagrec, metodología participativa para el saneamiento del agua, es


concebido como una filosofía para el reciclaje de aguas, amigable y
generadora de procesos participativos para cuidados ambientales –
filosofía sustentada en la eco-técnica sustentable –económicamente
viable, ecológicamente sana, socialmente aceptada- dado un énfasis a
lo social como la parte más humana, en donde se analiza con detalle
su funcionamiento eficacia y validez.
La riqueza humana en compartir el conocimiento con las co-
munidades, desde el origen de este sistema, nos deja claro que ellos
nuestros maestros, los pobladores de las comunidades, han aportado
un saber que nutre los avances en esta tecnología y metodología.
Confirmamos que desde el primer taller en 2002 hace doce
años, los pobladores de las comunidades con su saber nos retroali-
mentan e inspiran dejando claro, que el aprendizaje es mutuo, lo he-
mos llamado un camino de doble vía.
El acercamiento comunitario, después de sentir que somos
aceptados en la comunidad, proceso fundamental en las metodologías
participativas (2006, Montero) se llevan talleres para transferir un
145
Capítulo 6
filtro de aguas grises ligado a un huerto familiar como última etapa
del proceso de transferencia, y comienzo de la fase de acompaña-
miento con las visitas de seguimiento en los lugares de trabajo así se
concibe a la propia comunidad actora de su propio desarrollo y por
ello se ubica a un responsable comunitario, mismo que juega un pa-
pel de enlace con el equipo técnico universitario.
De esta manera la transferencia tecnología es un proceso de
apropiación (Ostrom, 2000) que inicia por acercamientos donde la
gente conoce, opina y genera polémica respecto al uso, mejoramiento
y mantenimiento. Durante todo el proceso, responsables del progra-
ma de transferencia tecnológica de la UAEM y Arcuna, S.A. están en
contacto con la comunidad para resolver las dudas que van surgiendo
hasta que los propios contactos comunitarios lo consideren necesario,
siempre dejando las puertas abiertas en caso de que sea necesaria la
intervención del equipo de promoción técnica-social.
En esta tecnología el elemento principal está diseñado para
que el agua proveniente de fuentes jabonosas, como son las salidas
del lava trastes, del lavabo de baño o bien de la lavadora, pueda ser
aprovechada para poder regar un huerto familiar, regar jardines o un
humedal, generando de esta manera plantas de ornato o bien produc-
tos comestibles y/o medicinales.
Cabe mencionar que el agua o efluente de la salida del proto-
tipo, es decir la que resulta de este tipo de filtrado, no es apta para el
consumo humano. Es un agua que se aprovecha para riego, siendo
que comúnmente se descarga por el drenaje y se mezcla con el agua
negra – la que contiene las excreciones — así el proceso resalta una
dinámica de aprovechamiento para que exista un mejor uso de este
recurso hídrico, así se evita su desperdicio y se reduce la demanda de
la misma.
Este proceso genera que las personas que utilizan este sistema
aporten su “granito de arena” en pos de un mundo más ecológico lle-
vando con ellos una conciencia ecológica. Esta actitud responsable está
ligada a la cultura y a la estructura organizativa comunitaria, como lo
muestran estudios parciales realizados en Perú que generan procesos
participativos en temas de saneamiento en comunidades (Castillo, 2009,
146
Capítulo 6
Camino y León, 2008) que convergen con nuestra filosofía de llevarlo
en acciones concretas de la vida cotidiana, con prácticas hacia la susten-
tabilidad y máximo aprovechamiento energético, en un circulo virtuoso
de cuidado de agua y energía. (Castillo, 2009)
La metodología Filagrec consta de varios pasos que se men-
cionarán a continuación:

 Presentación del problema (Contacto entre la comunidad y


Filagrec )

 A las personas que conforman el cuerpo de Filagrec les es


presentada una problemática en donde existe un desperdicio
de agua en comunidades de escasos recursos.
 En otro de los casos ellos exponen la problemática ante au-
toridades competentes de una zona en la cual se ve la posi-
bilidad de instalar un dispositivo.

 Realización de encuestas (Diagnóstico)

 Este paso es importante ya que orienta al personal de Fila-


grec para saber si es viable el poner un filtro de agua en el
lugar, observando si hay interés en la comunidad para la rea-
lización del proyecto, así mismo la encuesta proporciona da-
tos acerca de la propia comunidad como sus empleos, do-
micilio, historia del lugar, la forma en que ellos podrían
ayudar en la barranca y la disponibilidad de horarios.

 Impartición de talleres. Capacitación y establecimiento de


filtros

 Se imparten talleres donde es fundamental el uso de la me-


todología participativa, que es hacer que las personas parti-
cipen para poder adueñarse de la tecnología que proporcio-
nará FILAGREC.
 Se promueve la sensibilización de las personas, con lectu-
ras, uso de manuales, videos acerca de la situación ambiental
y la problemática de la misma. También se presenta un ma-
147
Capítulo 6
pa geográfico con las cuencas hídricas donde se ubica la
comunidad.
 Capacitación por grupos, a través de la formación de equi-
pos de trabajo para comenzar a instalar los filtros.
 Con el apoyo de diversos manuales de implementación y de
mantenimiento, se comparte el conocimiento para el uso del
filtro.
 Se forma un comité responsable del cuidado del dispositivo,
haciendo que este genere producción en el huerto familiar o
el humedal.
 Con esto se genera la participación ciudadana y comunitaria
para dar continuidad al desarrollo del proyecto.
 Se continúa el proceso formativo y de retroalimentación con el
enlace comunitario, miembro activo que está en constante in-
teracción con los promotores del grupo universitario.

 Visitas al lugar Seguimiento

 Una vez instalado el filtro se seguirá un proceso de monito-


reo en la comunidad, para ver el nivel de concientización de
las personas, el estado del filtro y la calidad del agua filtrada.
 Estas visitas ocurrirán cada 15 días en el que las personas con
el paso del tiempo se harán dueñas de la tecnología y necesita-
rán cada vez menos al personal de FILAGREC, generando
ellos mismos propuestas para su mantenimiento y uso.

5.1. Función de Filagrec

5.1.1. Componentes

Los materiales usados en el interior del filtro son:

 Tezontle: encargado de retener los residuos más pesados o só-


lidos del agua jabonosa, ya que al lavar, no solo se genera la
mezcla agua-jabón sino también desperdicios como papel, co-
mida, etc.
148
Capítulo 6

 La arena se encarga de retener (y eliminar) una gran cantidad


de los aniones generados en el lavado, y una fracción considera-
ble también de microorganismos.
 La grava no hace un filtrado importante, sino que acelera el
proceso porque no genera un considerable tiempo de residencia
debido a su forma sólida y no porosa, lo cual se traduce en ma-
yor velocidad a la salida de ese bloque.

El programa que se aplicó en Tlaltenango, en 2014, es el que


se presenta en esta sección, fue por parte del trabajo de la coordina-
ción de gestión comunitaria del agua de la UAEM, con los prestantes
de servicio social y la colaboración de la Universidad La Salle Cuer-
navaca, en su sección de servicio social.
La casa que se presenta es la de la señora Lucy Pliego Guz-
mán, habitante del poblado de Tlaltenango y vecina de la colonia de
San Francisco Tenochtitlán y la ayudantía de dicho poblado.

5.2. Instrumentos utilizados en la metodología participativa

5.2.1. Encuesta- Taller- Implementación del filtro –Segui-


miento comunitario

Encuesta:
Nombre completo
Dirección
Religión
¿Cuántos miembros tienen su familia?
¿Cuántas hijas e hijos, nombres completos y edades?
¿Son estudiantes?
¿Tienen trabajo?
¿Qué actividades realizan los miembros de la familia?
¿Tienen algún conocimiento de trabajos con huertos familiares?
¿Le gusta el cuidado de sus plantas?
149
Capítulo 6
¿Considera importante trabajar con sus vecinos para un trabajo de
bienestar común?
¿Qué historias conoce con respecto a la barranca?
¿Qué nos puede decir con respecto a las tuberías y el drenaje?
¿Sabe desde cuándo se construyeron esas ollas y cajas de drenaje?
¿Cómo le gustaría participar en un trabajo común para el cuidado
de la barranca?
¿Cómo le gustaría participar en el establecimiento de un sistema
ecológico para el tratamiento de las aguas?

Vaciado del primer día de encuestas


1 ¿Cuantos miembros tiene su familia? 3 1 2 6
2 ¿Cuántos hijos e hijas tienen? 6 3 9
3 ¿Qué edades tiene sus hijos¡ 5 1 0 3 9
4 ¿Son estudiantes o trabajan? 5 2 2 9
¿Qué actividades realizan los miembros de su fami-
5 lia? 2 3 1 2 8
¿Tienen conocimientos de trabajos con huertos fami-
6 liares? 2 4 6
7 ¿Le gusta el cuidado de sus plantas? 6 0 6
¿Considera importante trabajar con sus vecinos para
8 un bienestar común? 6 0 6
9 ¿Conoce la historia con respecto a la barranca? 3 3 6
¿Sabe desde cuando se construyeron esas ollas y cajas
10 de drenaje? 2 4 6
Tabla 2. Fuente: Elaboración propia.

150
Capítulo 6

6. FOTOGRAFÍAS DEL PROYECTO

151
Capítulo 6

152
Capítulo 6

7. SECCIÓN CUATRO. TLALTENANGO

7.1. Datos de la localidad

Localizado a 3 km del centro de Cuernavaca, es en este poblado don-


de Hernán Cortés en 1523, hizo la Iglesia del Señor San José y el
Señor de la Misericordia, cuyas imágenes trajo de España, anterior-
mente llevadas a la Catedral de Cuernavaca. (González, 2014)
Es uno de los 11 poblados existentes en Cuernavaca en el es-
tado de Morelos. Estos poblados son:

 Acapatzingo
 Ahuatepec
 Amatitlán
 Chamilpa
 Buena Vista del Monte
 Chapultepec
 Chipitlán
 Ocotepec
 San Antón Analco
 Santa María Ahuacatitlán
 Tetela del Monte
 Tlaltenango

(Municipio de Cuernavaca, 2014).


Tiene una extensión territorial de 833,913.099 (INEGI;
GOOGLE, 2014).
El poblado de Tlaltenango se encuentra en la delegación de
Emiliano Zapata (Ayuntamiento de Cuernavaca, 2014) y el titular de
la ayudantía de Tlaltenango es José Daniel Vázquez Hernández
(Ayuntamiento de Cuernavaca, 2014) y su colaborador es el Biólogo
Alejandro Guevara Martínez.

153
Capítulo 6
7.2. Ubicación de Tlaltenango

Tlaltenango está ubicado entre la Colonia Jiquilpan y el frac-


cionamiento Analco y Lomas de Ahuatlán, al sur del fraccionamiento
Jardín Tetela y al norte de la colonia La Pradera y San Jerónimo a
3km del centro de Cuernavaca (González, 2014). El poblado queda
más claro cuando observamos la ilustración 1.

Ilustración 1 (Google Maps, 2014)

Como se ha mencionado Tlaltenango es un poblado ubicado


en el municipio de Cuernavaca Morelos.
Dentro de esta localidad se realizó la instalación de filtros de
aguas jabonosas, en la colonia de San Francisco Tenochtitlán.
Esta colonia se encuentra al oeste del poblado de Tlaltenango,
al lado de cementerio de la misma localidad, al norte colinda con el
fraccionamiento Jardín de Tetela, al sur con la colonia Analco y al
oeste con Lomas de Ahuatlán con quien comparte una barranca de
nombre San Francisco (Guevara Martínez, 2014).
154
Capítulo 6
El polígono de la colonia de San Francisco Tenochtitlán se
muestra en la ilustración 2.

Ilustración 2 (Guevara Martínez, 2014).

7.3. Pobladores de la barranca

En los registros del INEGI se obtuvo el número de viviendas y


pobladores que están en la periferia de la barranca de San Francisco
Tenochtitlán, cuya localización fue mencionada previamente. La
colonia cuenta con tres manzanas conformadas por 45 viviendas en
donde habitan 137 personas, distribuidos como se muestra en la si-
guiente tabla.

MANZANA VIVIENDAS POBLACIÓN


1 5 18
2 19 59
3 21 60
TOTAL
45 137

Tabla 1 (INEGI; GOOGLE, 2014) 27


155
Capítulo 6
En las siguientes imágenes se pondrán a algunos de los inte-
grantes de la familia Martínez-Pliego.

Ilustración 3 Sra. Lucía Pliego. Ilustración 4 Sr. Fernando


Martínez y su nieto.

8. CONCLUSIONES

Las estrategias locales para aprovechamiento energético y de agua,


tendrán resultados óptimos cuando se articulen con procesos partici-
pativos en las comunidades, colonias, pueblos. Dichos deberán en-
contrar mecanismos para resaltan la participación del sujeto en la
comunidad, como el beneficiario en el ahorro de la energía, y en el
uso eficiente del agua.
Los sistemas pueden tener un doble beneficio, usar el agua en
casa en lo cotidiano y tener un sistema ecológico de tratamiento en el
hogar para evitar la contaminación de los ecosistemas alrededor de
sus viviendas. Esto se logra por el uso de tecnologías alternativas de
manejo de agua, como lo es el Filagrec que va ligada a la metodolo-
gía participativa, así mismo, se enfatiza un sistema de transferencia
en el que sea muy claro el procedimiento para su apropiación.
Utilizar bien la metodología implica enfocar las acciones ha-
cia dinámicas de transferencia tecnológica en que la aceptación co-
munitaria, sea lo prioritario ya que es básico tener una buena actitud
156
Capítulo 6
para comprender los modos en que los usuarios ahora llamados bene-
ficiarios de la tecnología, comprendan el funcionamiento y retroali-
menten con su conocimiento y saber local a dicha tecnologías, que
no son determinantes, siempre estarán abiertas a recibir modificacio-
nes.
Así la transferencia tecnológica, detona procesos de apropia-
ción y procesos de retroalimentación.
El uso adecuado del agua, cuando se le da un doble propósito,
genera en sí mismo un aprovechamiento energético, que desgastará
menos el sistema de energía del servidor público, teniendo en cuenta
que la interdependencia y complejidad del sector energético para ser
eficiente se vinculará con las decisiones que los sujetos sociales re-
suelvan para el uso, y administración de dichos recursos.
De este modo las estrategias locales para un mundo en crisis,
se van construyendo con procesos comunitarios, que tienen que ser
lentos. Pues se asegura que la forma de manejar y gestionar la tecno-
logía apropiada este adecuada para la gestión eficiente.
Algunas consideraciones son las siguientes:
Para alcanzar el aprovechamiento energético adecuado, ligado
a los sistemas de agua en los hogares, existen formas de aprovecha-
miento al darle un doble uso, los costos se abaten además del benefi-
cio en el cuidado ambiental, así entonces la relación del uso de la
energía, y la capacidad organizativa de los grupos de usuarios, pasa a
ser relevante como estrategia de cuidado de los recursos energéticos.
Las estrategias para el reciclaje del agua, cuando son conce-
bidas en un marco integrado de modelos de gestión participativa, son
un detonador de procesos de toma de conciencia, sobre todo de cui-
dados ambientales, y desarrollo humano.
De acuerdo a los programas en el que el banco mundial, la
ONU. UNICEF, 2011. 4 Hantke-Domas y Jouravlev, 2011. Enfati-
zamos necesario invertir al menos en más del 50% del costo del pro-
yecto en el seguimiento comunitario, para asegurar su apropiación y
evitar que la tecnología alternativa pueda ser destruida o abandonada.
Fenómeno que hemos encontrado con frecuencia en estos diez años
de trabajo en las comunidades de Morelos. Al observar los resultados
157
Capítulo 6
de programas gubernamentales, que impulsan tecnologías sustenta-
bles pero no se aseguran de que las comunidades se la apropien, la
hagan suya.
Entre los logros que por el momento se consiguen en la di-
vulgación de la tecnología Filagrec a través de los talleres y otros
instrumentos metodológicos, se encuentra una sintonía con las perso-
nas acerca del buen uso del agua y las buenas prácticas necesarias
para su utilización. Dicha cualidad es importante pues nos permite
reflexionar sobre aspectos prácticos de la vida que no son muy valo-
rados, como el cuidado del agua, así entonces al entrar en sintonía
con las gentes del lugar se llegan a conclusiones teóricas importantes
como la responsabilidad ciudadana por el ahorro energético, desde
prácticas concretas de la vida cotidiana.
Desde la práctica y su reflexión complementada con la teoría
del ahorro energético, se van llegando a aseveraciones útiles en la
simple charla cotidiana, después de trabajar con el Filagrec en el pa-
tio de la casa, de este modo se encuentra un gusto por la calidad hu-
mana de las gentes de las comunidades al recibir estas tecnologías
amables con el medio ambiente, lo que nos gratifica como universita-
rios en continuar el trabajo académico en la inserción comunitaria.
La metodología participativa, es un sistema lento comparado
con lo que simplemente sería instalar una tecnología. Sobre todo
porque se está formando recursos humanos y sociales capaces de
gestionar su propio desarrollo.
Así la transferencia tecnológica, detona procesos de apropia-
ción y procesos de retroalimentación.
Estamos en la colonia de Tlaltenango en el año dos con la tarea
fundamental de que los beneficiarios se apropien de la tecnología usada,
contribuyendo con sus el seguimiento desde la instalación del filtro en
las casas puede ser de hasta cinco años, fortaleciendo el seguimiento, y
las gentes siguen siendo amables y abiertas en recibirnos.
Así la sostenibilidad de sistemas que aprovechan energía para
dotar servicios de agua potable y de saneamiento de la misma, en
conjunto con sistemas de transferencia tecnológico son parte de una
respuesta local en la que se enfatizan los siguientes procesos:
158
Capítulo 6

1) Capacidad organizativa de la localidad


2) Capacidad de tomar decisiones
3) Conformación de un equipo de enlace comunitario y academia
4) Apertura al seguimiento
5) Posibilidad de réplica de la experiencia

Cuidando que por parte de la tecnología alternativa promovi-


da exista el seguimiento por parte de quienes la promovieron, y por
parte del proceso de transferencia tecnológica exista la apropiación
en aras de un mantenimiento independiente en las localidades donde
se promovió el proceso.

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160
CAPÍTULO 7
Financial Returns On Savings
In The Province Of Santa Elena:
A Cointegration Approach
And Sustainability

María Ramos Escamilla PhD1


Juan Carlos Olives, MsC
Lupe García Espinoza. PhD2

Summary: 1. Introduction, 2. Background, 3. Posing model to be estimated,


4. Relevant statistics, 5. Econometric analysis of the variables to be estimated,
6. Test of Weak Exogeneity, 7. Super-exogeneity, 8.Conclusions and recom-
mendations, 9. Bibliography.

Abstract

The financial return is the aim to achieving solidarity funds in the


province of Santa Elena, this type of cooperative formed from vari-
ous exogenous factors led to a culture of savings and credit it were
led by women, that is why the development this paper proposes the
revitalization of the economies in the communities studied in differ-
ent geographical areas according to studies of energetic sustainability
in the regions of San Vicente and Tambo during the period 2002 -

1
Universidad Tecnologica del Suroeste de Guanajuato. ramos@utsoe.edu.mx. Uni-
versidad Iberoamericana. Distinguished Academic FICSAC. Email: ma-
ria.ramos@ibero.mx
2
Universidad Estatal Península de Santa Elena. Faculty of Social Sciences. Santa
Elena Campus, Libertad Principal Avenue, Ecuador.
161
Capítulo 7
2013 using cointegration and financial sustainability scenarios ex-
pected performance.

Keywords: Sustainability, financial resources, natural resources, profit-


ability.

Resumen

La rentabilidad financiera es el objetivo de lograr fondos de solidari-


dad en la provincia de Santa Elena, este tipo de cooperativas forma-
das a partir de diversos factores exógenos dio lugar a una cultura de
ahorro y crédito que fueron dirigidos por mujeres, es por ello que el
desarrollo de este trabajo se propone la revitalización de las econo-
mías de las comunidades estudiadas en las diferentes áreas geográfi-
cas de acuerdo a los estudios de sostenibilidad energética en las re-
giones de San Vicente y Tambo durante el período 2002 - 2013 utili-
zando el rendimiento esperado de cointegración y escenarios de sos-
tenibilidad financiera.

Palabras clave: Sostenibilidad, recursos financieros, recursos naturales,


rentabilidad.

162
Capítulo 7

1. INTRODUCTION

The financial performance is probably one of the most used terms


still less known by the people in the solidarity funds in the province
of Santa Elena; undoubtedly this type of cooperative formed from
various exogenous factors caused the culture of saving and responsi-
ble lending fence led by women forming over the years and being
now an overcoming example of making economies more dynamic
communities.
In the present study the financial variables that explain the
profitability of savings banks in the province of Santa Elena for the
specific case of San Vicente and El Tambo as first step of the re-
search is analyzed and then compared.3
The literature argues that the profitability and development
are measured by variables such as labor efficiency, credit risk, the
presence of debt and equity, investment of resources and net profit
that can be obtained in the activity; theoretical hypothesis to be con-
trasted with the results of this paper.

3
In the future paper with the communes of Zapotal, Rio Verde and San Pedro
during the period 2002 - 2013 in the modeling of the profitability of the sector is
taken into account variables such as the autonomy of resources, debt, profitability
resource the same in each case, productivity, credit risks and the resources. In addi-
tion a more detailed review, a traditional financial analysis is performed using the
time courses involved by some ratios in order to define certain robustness to possi-
ble risk predictions and productivity of this sector in future periods. Econometric
techniques such as co-integration, the presence of weak exogeneity and superexog-
eneity apply. The latter analysis allows us to know which of the variables that
explain the profitability of the savings appear to be structurally invariant over time,
which admit taking certain policies and keep the possible positive development in
profitability of this sector.
163
Capítulo 7

2. BACKGROUND

The economic crisis the Ecuador had its main impact was on the
domestic financial system in the period 1999- 2002, decreased confi-
dence of people and companies producing reactions and behavior
that affect the normal functioning of the economic, political, focusing
in society negatively. One variable is the public confidence in a fi-
nancial system, that it is considered as the cornerstone of economic
performance; without which the system becomes chaotic and under-
mines the very structures upon which the organization of the Ecuado-
rian state.
Restoring confidence in the financial system, sued first, the
knowledge of the root causes of the crisis, and secondly, the imple-
mentation of solutions to remedy the left negative impact.
A healthy, strong and reliable banking system rests on the
conditions and resulting from their own actions, as well as the envi-
ronment in which it operates.
In the first case the strength of the banking system depends,
among others in profitability, portfolio healthy, strong enough herit-
age; adequate liquidity, appropriate and customer trust provisions. In
the second case, the macroeconomic environment in which it oper-
ates is a significant constraint on the performance of banking; em-
phasizing more strongly the situation of the productive sectors; the
growth of the economy and the impact of monetary, credit and ex-
change policies implemented by the relevant authorities.
In the current context of a still immersed in a difficult social,
political and economic situation of Ecuador, microfinance industry is
a viable solution to combat a significant part of the production crisis
in the country by providing goods and services necessary for the de-
velopment of representative micro business sector.
The assumptions into account the Ecuadorian microfinance ex-
perience relate to:

164
Capítulo 7

- The focus of the topic is closely related to the opportunities and in-
centives for decentralization.
- Considering the poor areas to the extent that social indicators are the
lowest level of coverage and efficiency.
- Correspond to the rural poor areas. In the background is the targeting
of rural financial services geared to the family economy in terms of
savings, credit, and other financial incentives for demand-oriented
services.

During this past decade it has been worked on improving ac-


cess and quality of rural financial services to "small businesses and
individual families and rural households" in order to contribute to
poverty reduction, and in no way to claim that the abate poverty de-
pends only on rural financial services in this case. Development poli-
cies in general depend on the design of policies that take into account
the institutional, human factors incentives, financial and quality
management accompanying the implementation of policies in this
case, to abate poverty especially rural; issue that emerging countries
have not yet achieved convincing answers, in some cases due to the
imposition of intervention models considered demonstrative in multi-
lateral funding agencies in particular.
Developed under this perspective financial services do not
correspond to traditional and conventional norms have been operat-
ing through sustained by local financial institutions -EFL's unregu-
lated characterized as unions and small credit experiences, NGOs
some specializing in lending and recent times: rural banks, communi-
ty banks, and other solidarity funds. All work under the hypothesis of
improving access and quality of financial services, especially for the
"micro and small enterprises" and local rural households in low-
income societies, consequently with different levels of poverty.
Remarkable in Ecuador's positive experience is that the sup-
ply of credit has been in response to demand and also the culture of
saving, respond especially in rural areas through financial services
cooperatives and co-financing.
Some discipline in the case of financial services who offered the
most prominent non-governmental, community banks, rural banks may
165
Capítulo 7
consider them, solidarity funds, administered by the local community
(groups and municipalities) in which the role of women is crucial to
their participation in the management and portfolio control and demon-
stration of the benefits of social control approaches to operational trans-
parency and efficiency responses all that makes the Ecuadorian experi-
ence a laboratory of unconventional realities regarding the administra-
tion and performance of rural financial services.
Despite the significant progress in recent years to expand and
improve access to financial and non-financial microenterprise is es-
timated that in Ecuador only 7.2% goes to the sector. To potentiate
the results and benefits of micro finance industry, not enough indi-
vidual work of operators, it is necessary to generate synergies and
business strategies to increase national capacity to provide high-
quality microfinance services with efficiency and effectiveness.
Current policies, changing the constitution has defined boxes
saving frame them as a way of organizing the popular and solidarity
economy.
With regard to the law of popular and solidarity economy, the
fifth title mentions solidarity funds, savings banks and community
banks in the
Art. 101. solidarity funds, savings banks and community
banks, and will be formed by contributions from its members, indi-
viduals who dedicate a portion of the proceeds of their work to a col-
lective, as a savings and serves to loans to its members, who are resi-
dents and carry out their productive activities or services in the terri-
tory of operation of these organizations.
Article 104 have other functions, The solidarity funds, sav-
ings banks and community banks, credit unions in addition, promote
the use of participatory methodologies such as solidarity groups,
Wheels, Productive Funds and other Funds Mortuary that stimulate
economic activities its members.

166
Capítulo 7

3. POSING MODEL TO BE ESTIMATED


In order to model the profitability of the savings of the localities cit-
ed, is expected to summarize the main criteria that enclose the finan-
cial aspect, among which we have: the autonomy of resources, debt,
profitability of financial resources, productivity, around credit risk
and the equity of the same (Avilés, 2000).
This selection criterion variables, is somewhat limited, as there
is abundant literature on the subject, so it is considered starting from a
general analysis to the particular defining variables prove to be signifi-
cant as proposed in existing studies (Avilés, 2000), which is taken into
consideration for determining the profitability of the financial sector the
above variables or equivalent depending on the environment.
Table 1 Variables description.
Nomenclature
Variables description
used
R0 Profitability: Net Income / Total Assets
R1 Autonomy: Equity / Oblivious Resources
R2 Debt: debt / Equity Resources
R3 Oblivious Resources Profitability: Net profit / Oblivious Resource s
R4 Return on Equity: Net Income / Equity
R5 Branch Profitability: Net profit / Branches
Human Resource Performance: Net Income / Number of Human
R6
Resources
R7 Effectiveness Branch: Debt Capital / Branches
R8 Risk Assets: Loans / Total Assets
R9 Credits
R10 Oblivious resources
R11 Equity
R12 Training

Source: Description given by the authors.


For models to be estimated, a sample with semi-annual data is
used, this frequency is justified according to the presentation of the re-
spective financial statements performed by members of each of the soli-
167
Capítulo 7
darity funds. The study period covers a range considered between 2002
and 2013.
All original figures are, as mentioned above, the financial state-
ments prepared and presented by members at meetings. Solidarity funds
chosen for this study are those mentioned above, ie "Liberation and
Progress" in the district San Vicente; and "Amistad" commune Tambo.

4. RELEVANT STATISTICS

Below trend information is presented on credit movements boxes


analyzed contrasting with the dynamism of the number of members
and partners within the studied period.
Table 2 Annual series of loans, cash status, number of partners and Loans
allocated per capita. Caja Libertad y Progreso (San Vicente)
(In thousands of dollars).

Year Year Year Year Year Year


Criteria
2008 2009 2010 2011 2012 2013
13964.3 14396.4 15969.3 18965.4 19574.5 22111.3
Loans Outstanding* 9 3 9 0 4 7
14598.6 15463.9 17496.2 19694.7 20579.9 24320.6
Book Box* 7 0 0 6 6 5
Members 30 34 36 36 38 38
Loans Average for
465.48 423.42 443.59 526.82 515.12 581.88
Members*

168
Capítulo 7
Graphic 1 Annual series of loans, cash status, number of partners and loans
allocated per capita. Friendship Box (In thousands of dollars)

Source: Journals of the financial statements of the box during the period
2001 to 2014.
Table 3 Annual series of loans, cash status, number of partners and loans
allocated per capita. Friendship Box (El Tambo) (In thousands of dollars) *

Year Year Year Year Year Year


Criteria
2008 2009 2010 2011 2012 2013
Loans 9436.87 10650.76 14967.84 17598.50 19675.70 22111.37
Book Box 9864.38 11356.93 15397.90 18357.32 19987.64 25754.78
Members 32.00 34.00 39.00 39.00 44.00 44.00
Loans Average for Members 294.90 313.26 383.79 451.24 447.18 502.53

Graphic 3 Annual series of loans, cash status, number of partners and loans
allocated per capita. Friendship Box (In thousands of dollars)*

Source: Journals of the financial statements of the box during the period 2001
to 2014. Prepared by the Authors.
169
Capítulo 7
According to Freedom and Progress box, the growth in both
credit flows and the number of members, in 12 years the number of
members went from being of 22 to 38 members is evident.
It is noteworthy that in the same period of years, the state's
cash box increased 9-fold relative to the early years. This demon-
strates both the importance of good organizational and accounting
management by Club members based on effort and perseverance was
maintained over time. Now being increasingly consolidating growth
and total cash box, in order to in the medium and long term be count-
ing potential parameters to think about being part of a credit union,
but must meet requirements, consistency and economic and financial
boom this box keep it on track.
Moreover, in the period between 2002 and 2004 in which the
project under the supervision of PRODEPINE was implemented, the
exponential growth of capital flows almost quadrupling over this
period is evident. Within the same strengthened both welfare and
progressive capital contributions, effective enforcement policy that
resulted in the internalization of key members and partners who ini-
tially formed the box. After this period, between 2004 and 2005, a
break in which is evident indicators declined, this caused a slowdown
had cash on hand. In this period, stopped PRODEPINE technical and
financial assistance to it, which had an impact on among members
generate a decrease of trust, which is key in microfinance, causing
some members to withdraw from the partnership and therefore the
allocation of cash on hand declined.
As for the data of Friendship box has the same behavior as
the previous case. The partners and associates increased over this
period of time, ie, in 12 years went from 22 to 44 With regard to cash
maintained an increasing trend over time, increasing almost 8 times
the initial capital. Constancy, accounting practices and training were
key in this period to maintain this trend.
Like the previous case, after PRODEPINE ended their tech-
nical assistance showed a decrease in both partners as of actual cash
once again trust was diminished only by the thought that no assis-
tance could fail or be unable to emerge with the accounting fee is
wearing properly.The support of partners who were predisposed to
170
Capítulo 7
emerge and kept the pace of growth starting to accumulate a signifi-
cant amount of cash.

5. ECONOMETRIC ANALYSIS OF THE VARIABLES TO BE ES-


TIMATED

5.1. Unit root test

Always before working with variables is recurrent intertemporal know


if these series are stationary or not conditions. To verify this condition
holds the Unit Root test (UnitRoot Test) for all variables of the two
boxes of the study.
Following the methodology test Phillips-Perron unit root (Ap-
pendix Table No.1), in which the null hypothesis that the variables have
a unit root test, ie unsteady arises applied. All series were not reject the
null hypothesis. The next step is to differentiate these variables in order
to re-apply the test. The tested series rejected the unit root null hypothe-
sis for which turn out to be stationary, ie have the same order of integra-
tion, of order I (1). It is important to model series have the same order of
integration and which thus can be suitably formulated test Johansen
(1992) for long-term dynamics of these variables.

5.2. Cointegration analysis


For there to be a consistent model that can explain the dynam-
ics of time-varying, it is important that the series have at least one
relationship in the long term.
To apply the cointegration analysis, one must resort to the se-
ries that proved to be of the same order of integration, in this case I
(1), in order to specify a relationship in the long run cointegration
between sets to model.
A Vector Autoregressive (VAR) was modeled with the proper
selection of lags, in this case 2 and with this specification we applied
the cointegration test by the aforementioned method, Johansen
(1992). The results are presented:
171
Capítulo 7
Table 4 Test of cointegration with Johansen method: Var (2).
Freedom Box (San
Vicente) Relations Statistics Value (0.05) Value (0.01)
None ** 177,89 116,59 124,87
One relation 115,73 85,53 95,53
Two relations 74.65 49,89 62,42
Three relation 54,52 38,68 43,62

Table 5 Test of cointegration with Johansen method:


Var (2) Friendship Box (El Tambo).
Relations Statistics Value (0.05) Value (0.01)
None 157,29 114,29 129,37
One Relation 112,73 82,53 91,43
Two relation 46,49 61,42
Three relation 52,58 36,64 42,69

Table 6 Coefficient Cointegration.


Profit P1 P6 P9 P8 P12
1.00 1.98 1.45 1.32 0.59 1.95
Standard Ds. (0.05) (0,39) (0.04) (0.16) (0.21)

Source: Own elaboration.

Table 7 Coefficient Cointegration


Profit P1 P6 P8 P9 P12
1.00 0.23 0.64 0.54 1.21 1.30
Standar Ds, (0.45) (0.02) (0,00) (0.19) (0.04)

In the case of St. Vincent, the results obtained by the method


of Johansen (1992) are duly expected. The relationship between the
performance of the box and the autonomy of it turns out to be posi-
tive, so that while their own autonomy from the experiences of each
of the partners is consolidated, it affects directly leading to increased
profitability box.
Furthermore, a direct relationship between profitability and
human resources is evident, as long as major partners in the process,
reduce some of the benefits but the final ratio of the ratio consists
cause increases because the magnitude of the utility generated is
greater than the increase in the number of members.
172
Capítulo 7
The effectiveness of credit checks as a fundamental reason for
the existence of the boxes, the positive relationship suggests that the
more loans exist, profitability will increase. This synergy of relation-
ships, is the main engine experience and success of the boxes.
On the other hand, the percentage of training that occur in the
year directly affect profitability way, so the experience and practice
of accounting education, given in the box causes a positive effect, ie,
if you want to maintain a significant profitability should not stop
training in accounting, organizational and financial aspects.
The presence of the risk variable prevails in this model, the
relationship between this variable and profitability is direct, so that
the higher the credit risk, the higher the expected return on the stock.
In the case of St. Vincent, the results obtained by the method
of Johansen (1992) are duly expected. The relationship between the
performance of the box and the autonomy of it turns out to be posi-
tive, so that while their own autonomy from the experiences of each
of the partners is consolidated, it affects directly leading to increased
profitability box.
For savings of El Tambo "Amistad" is verified by the method of
cointegration, that profitability has four variables that explain empirical-
ly. Just as in the analysis of the model of the previous case, one of the
significant variables is autonomy. Explains much autonomy incidence
because the boxes are maintained over time, for this case, the more au-
tonomous it may manifest the strength to capture information and keep
in time. The effect REMAINS POSITIVE, THE MORE YOU CAN MAINTAIN AU-
TONOMY IN THE BOX WILL INcrease profitability further.

The incidence of return on equity remains a positive effect in


relation to performance, ie, as in the previous modeling (Libertad y
Progreso), the increase in profits that prevails membership growth.
The risk variable is also be significant for this modeling, has a
direct relationship to profitability. The risk of extending credit to ener-
gize the savings bank sector, therefore a restriction on them would re-
duce the profitability of the same; therefore it is essential to be rotating
portfolio loans.
173
Capítulo 7
The training is significant as in the previous model, increas-
ingly evident the importance of being able to stay and grow through
attracting both partners and capital resources time.
Once we know the long-term relationship between these vari-
ables, it is necessary to determine the dynamics of the same system
but in the short term. Following the methodology of Johansen (1992)
the construction of a vector error correction, which has an overview
of the dynamic behavior in the planning horizon arises.
Table 8 Vector Error Correction
Error Correction Δ (Profit) Δ (P1) Δ (P6) Δ (P8) Δ (P9) Δ(P12)
ût-1 -0.32 0.03 0.39 0.14 0.43 -0.47
t* [-1.14] [ 0.93] [ 1.02] [ 0.24] [-5.02]** [-3.09]**
* Statistical t
** Coefficient different from zero at the 5% level.
Source: Calculations provided by the Eviews 4.0 program. Preparation: The authors.

Table 9 Vector Error Correction

Error Correction Δ (Profit) Δ (P1) Δ (P6) Δ (P8) Δ (P9) Δ (P12)


ût-1 -0.32 0.03 0.39 0.04 0.23 0.14
t* [-0.18] [ 1.34] [ 0.45] [ 0.13] [ 3.13]** [ 0.24]
* Statistical t
** Coefficient different from zero at the 5% level.
Source: Calculations provided by the Eviews 4.0 program. Preparation: The authors.

In the short-term model, the coefficient ut-1 shows the dis-


crepancy between each of the variables in relation to their long-term
condition, so the figure for this ratio represents the value that is grad-
ually adjusting each semester to achieve this stability.
In the case of the box "Libertad y Progreso", the variables that
satisfy the condition of significance are reacting to the system to be
stable in the long term, and these are: loans and facilities provided
trainings.
As for the credits, the value of 0.43 indicates that to a shock
in the system, this variable is set each semester to positively contrib-
ute the balance of the system in the long term.
174
Capítulo 7
Another variable that adjusts the system to present volatility
in the short term is that of training, this is negatively adjusted each
semester to achieve stability in the system in the long run.
In the short-term model of the box "Friendship", the only var-
iable that is significant to correct system volatility in the short term
to stabilize in the long run is the claims.
This variable has a value of 0.23, indicating that in obvious
alterations in the short term, or shock volatilities, this variable posi-
tively contributes that amount each semester as a setting for the sys-
tem to stabilize in the long term.

6. TEST OF WEAK EXOGENEITY


Econometric temporarily specify variables suggest a relationship in both
the short and long term, but it is important to know whether the varia-
bles are omitted or included in the modeling process have no infor-
mation relevant to its construction. For this, the weak exogeneity test is
applied following the methodology proposed by Johansen (1992).
Table 10 Cointegration Restrictions (San Vicente).
Alpha Coefficients
α1 = 0, α 2 = 0, α 3 = 0, α 4 = 0, α 5 = 0
Chi-cuadrado 42,25
Prob. 0,00
Source: Own elaboration.

Table 11 Cointegration Restrictions (El Tambo).

Alpha Coefficients
α1 = 0, α 2 = 0, α 3 = 0, α 4 = 0, α 5 = 0
Chi-cuadrado 39,89
Prob. 0,00
Source: Own elaboration.
For both models, according to the arrangements of the param-
eterized results, not the hypothesis in which the coefficients of ad-
justment (α) of the variables tested are significant is rejected, so ac-
175
Capítulo 7
cording to this principle, the marginal generating processes have sig-
nificant information for building long-term relationships.
The importance of this test is that if a variable does not meet
this condition, and it is included in the models of long term, will in-
cur deficiencies when conclusions derived thereof.

7. SUPER-EXOGENEITY
Another econometric test that strengthens the inferences set forth in
the models, is the test of super exogeneity. This test suggests that a
variable can be used as a policy instrument, ie to be structurally in-
variant can make decisions on how to maintain or improve the rela-
tionship of these variables with respect to the dependent. The de-
pendent variable, in the long run, only be affected by these variables,
any other relationship or decisional decision will not alter the behav-
ior of the more significant it might be.
The methodology suggested rejection of hypothesis called
Lucas critique (1976) argues that under traditional conditions, the
estimated econometric models parameters change and not remain
invariant. Policy changes lead to agents modify their behavior in or-
der to adapt to the new state. A consequence of this, the modeling
raised could not be used to draw conclusions in the long run.
One of the most common ways to evaluate the structural in-
variance is to verify the significance of the squared residuals on mar-
ginal models of the same model, which should not be statistically
significant. This methodology was suggested by Engels and Hendry
(1993). Here are the results:
Table 12 Results of the test of super exogeneity on marginal models. Free-
dom and Progress (San Vicente).
Variable Coefficient P-VALUE
R1 -3.21 0.26
R6 -2.15 0.43
R8 1.49 0.35
R9 -0.35 0.11
R12 -0.65 0.01

176
Capítulo 7
Table 13 Results of the test of super exogeneity on marginal models.
Freedom and Progress (San Vicente).
Variable Coefficient P-VALUE
R1 1.21 0.24
R6 -1.35 0.34
R8 2.52 0.43
R9 0.46 0.00
R12 -0.35 0.01

According to the data obtained after the application of the test


in San Vicente box the only variable found to be structurally invari-
ant is that of training. While in the case of El Tambo, the two varia-
bles that are found to be invariant: loans granted and like the previ-
ous case, the training received.

8. CONCLUSIONS AND RECOMMENDATIONS

The aim of this study is to find evidence that modeling the behavior
of the return on savings in the towns of San Vicente (Libertad y Pro-
greso) and El Tambo (Friendship), both located in the province of
Santa Elena, Ecuador. One reason that momentum to evaluate the
dynamics of profitability was the fact that even the boxes after
PRODEPINE technical assistance, they still exist after 10 years.
Yields have grown and maintained this trend towards the long term.
Quick access to timely credit for various activities, including produc-
tion and consumption, has positioned the boxes as a source of pro-
ductive development, be a reference both in the town and in their
respective parishes. Stationarity tests, cointegration and exogeneity
to develop and strengthen models that can be used as generators of
policies that promote more sustainable over time and the peak of
their performance were used.
For savings "Libertad y Progreso" is evident in the long-term
positive relationships of autonomy, human performance and re-
sources, the rotation of the credit risk of transactions and trainings
may have in the year.
177
Capítulo 7
For autonomy, the importance of this variable and its sustain-
ability over time the box is clear, since after having completed their
participation consultancies both technical and economic resources
PRODEPINE, boxes maintained the same growth trend than when
they were assisted. Experience prevailed among members as a lead-
ing reference in the rise of the same, to the point of being referred
within the commune as a source of progress and community support.
Regarding equity, profitability positively affects the perfor-
mance of the box, in the pure effect of increasing partner to solve
even more working capital deposits highlighted the incremental ef-
fect of the benefits of partner way, causing a positively related to the
profitability of it.
Rotation of credits granted is one of the most important vari-
ables in this model, since its significance shows the spirit and ra-
tionale of the boxes. The importance of access to credit for produc-
tive investment or consumption grows by deposits earned interest,
increasing cash on hand, and thus its overall profitability. Rotation
loan boosts the positive evolution of the boxes in the long term,
which generates movement in the profitability of the box.
The risk factor is present in the long-term model, which goes
hand in hand with the rotation of easy and affordable credit, that is,
while there is greater risk in the portfolio of loans granted, the greater
the expected return of the box .
The importance of annual training for increasing financial re-
turns is evident. On the one hand seeking timely help in handling
financial statements, legal and tax causes the spirit of compromise
control and order log is maintained, so that the existence of training
generates sustainability and interest of the partners in time.
For the dynamics in the short term, to shocks or disturbances
present in the systems, the variables that can establish order and
tranquility trend are: the modeling system of the box "Libertad y
Progreso", loans and conducting year of training are responsible for
generating profits in the short term. In the modeling system of the
box "Amistad" only streamlines the Variable credits to box in the
medium term.
178
Capítulo 7
For the conclusions reached in the box "Friendship", the same
variables studied are involved, so that inferences described in the
previous section may be subject to this box.
Both boxes in their respective models have relevant infor-
mation in the explanatory variables as exogenous turn out to be
weak. This causes the inferences derived from each of the model are
found to be significant and robust.
For the variables, which are statistically invariant over time,
must be in the box located in San Vicente variable that stands out is
training. While in the case of El Tambo, there are two variables that
can generate some kind of sustainable policy: loans and assisted
training.
For both models is demonstrated as sustainable over time be-
cause the training around topics such as movement of financial
statements and tax culture. The generation of new loans can cause
over time gradually increase of profitability.
Any restrictions given to this variable can be considered as a
productive stagnation in the box unable to hold more benefits.

The following is recommended:

Solidarity boxes should generate productive and consumer


credit to all previously requested and meet certain requirements, tak-
ing timely recording of transactions, you can achieve boost the sector
to a respective interest rate. The organization should implement a
policy of appropriate payment, to avoid default and keep it low.
The distribution of earnings at year end may prove to be more
efficient if you consider a percentage for the partner, a percentage for
savings and the difference for the acquisition of any property or as-
sets necessary for the operation of the box.
You should request further support on training that can pro-
vide on issues such as community organization, environmental secu-
rity and management of the financial statements.New knowledge
would lead, according to the super-exogeneity test, positively affect
the profitability of the box over time.
179
Capítulo 7
Sign agreements with academic institutions in order for stu-
dents to train and monitor the activities most frequently during the
year, ensuring the generation of profitability and sustainability with
the passing of the years.

9. BIBLIOGRAPHY
ASAMBLEA NACIONAL: “Constitución de la república del Ecuador”. Año 2008
ASAMBLEA NACIONAL: “Ley de economía popular y solidaria”. 2010
AVILÉS CARMEN: “La rentabilidad en cajas de ahorro y cooperativas de crédito”; Las cajas
solidarias, Año 2004.
BALANCES DE LAS CAJAS SOLIDARIAS: Boletín Estadístico de los estados financieros
2001-2004.
Escamilla, M. R. Frontera estocástica del I+ D con cotas fractales para la innovación
tecnológica.
Escamilla, M. R., & Torrado, F. M. (2012). Tecnología fractal aplicada a los precios del
consumidor racional. Investigación: cultura, ciencia y tecnología, (8), 32-37.
Fernández Viviana: “Apuntes de Teoría econometría”; Test de raíz unitaria y análisis de
cointegración, pp. 2-22. Año 2003.
GONZÁLEZ MANUEL: “Apuntes de econometría II”; Series no estacionarias, pp. 2-14.
Año 2004.
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RA ACTUAL (Doctoral dissertation).
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Beneficio del Consumidorα.
Vargas, O. R., García, L., & Escamilla, M. R. Inclusive Growth Analytics: Case Study
of Nicaragua.

180
CAPÍTULO 8
“Gobernanza y Sostenibilidad
De Los Sistemas Socio-Ecológicos”

Miguel Ángel Meléndez Guerrero1

Sumario: 1. Introducción, 2. Dos sociedades, 3. Gestión de los sistemas so-


cio-ecológicos, 4. Metodología, 5. Cavilaciones, 6. Conclusiones, 7. Bibliogra-
fía.

Resumen

El trabajo analiza algunos cambios ocurridos en las competencias de


las Ciencias Administrativas, desde el sujeto, para gestionar la diná-
mica sostenible, mediante una perspectiva socio-ecológica, involu-
crando esquemas de gobernanza. Mientras, el orden social emergen-
te, obliga a la mejora de las competencias para enfrentar los desafíos.
Se comparan dos épocas sociales, la moderna y la posmoderna, esta-
bleciendo un diferendo en las formas de gestión. La investigación es
cualitativa, teórica, con un enfoque heurístico-hermenéutico. Los
resultados, advierten la necesidad de involucrar a los diversos actores
sociales públicos y privados en un contexto altamente complejo y a
multinivel, que sugiere para gestionar, múltiples disciplinas.
Palabras clave: Gestión, sostenibilidad, sistemas socio-ecológicos,
gobernanza.

1
Email: huarache2007@gmail.com. Teléfono: 618-815-8960. Durango, Dgo.,
México, a 15 de marzo de 2015.
181
Capítulo 8

Abstract

The paper analyzes some changes in the powers of Administrative


Sciences, since the subject, to manage the sustainable dynamics,
through a socio-ecological perspective, involving schemes of gov-
ernance. Meanwhile, the emerging social order obliges the improve-
ment of competences to face the challenges. Compares two social
times, the modern and the postmodern, establishing a dispute in the
forms of management. The research is qualitative, theoretical, with a
heuristic-hermeneutic approach. The results, warn the need to in-
volve the various social actors public and private in a highly complex
context and multilevel, suggesting managing, multiple disciplines.

Keywords: Sustainability, management, governance, socio-ecological


systems.

182
Capítulo 8

1. INTRODUCCIÓN

Este capítulo, tiene la finalidad de abonar a las reflexiones realizadas


en varios trabajos académicos, relacionados con los desafíos que las
Ciencias Administrativas y las organizaciones enfrentan en esta épo-
ca (Solís, López y González, 2014; López, 2001; Sosa, 2012; De la
Red, 2009), retos vinculados con las condiciones impuestas por algu-
nos de los fenómenos que determinan a la sociedad en que vivimos,
como “sociedad emergente”, y que dan lugar, a que las organizacio-
nes y sus administradores visualicen los acontecimientos y el contex-
to, para modificar y adquirir las competencias que les permitan adap-
tarse mejor a las exigencias necesarias para superarlos.
Los retos de la administración, se analizan desde el sujeto, es
decir, del accionar de los administradores para gestionar a las organi-
zaciones, se ubican considerando las siguientes perspectivas:
1. La necesidad de gestionar la información y el conocimiento.
2. La necesidad de gestionar la desigualdad y la inequidad, en la distribu-
ción de la riqueza. Y,
3. La necesidad de gestionar la dinámica sostenible y sustentable desde
el punto de vista ecológico social, (Solís, et al., 2014).
Los mismos autores, sugieren que para gestionar estos rubros,
los administradores están obligados a poseer las siguientes compe-
tencias:
 Pensamiento sistémico,
 Pensamiento multidisciplinario,
 Pensamiento verde, y
 La “habilidad de ser un “experto flexible”.
Dado que existe una presión social democratizadora en las Cien-
cias Administrativas, lo cual ha llevado a la generación de modelos par-
ticipativos, donde se toma en cuenta el consenso y la opinión.
Con esta investigación se inician una serie de trabajos que servi-
rán para revisar cada uno de los retos expuestos. En este trabajo, se
examinará solamente una de las posiciones, la tercera, relativa a la capa-
cidad de los administradores para gestionar la dinámica sostenible desde
el enfoque ecológico social en el contexto Latinoamericano.
183
Capítulo 8
Así pues, el objetivo del presente trabajo es diferenciar los
procesos, técnicas, habilidades y competencias que los administrado-
res emplearon y de las que han de valerse, para gestionar a las orga-
nizaciones en dos estadios distintos de la sociedad ‒modernidad y
posmodernidad2‒, considerando la emergencia de las soluciones que
requieren las problemáticas actuales de las organizaciones, para me-
jorar su relación con los sistemas socio-ecológicos.
Se analizan las aportaciones que contribuyen al conocimiento,
conservación y al uso sostenible de la biodiversidad como factores de
desarrollo y bienestar de la población, en relación a la necesidad de
gestionarlos.
La sociedad ha afrontado a través del tiempo cambios socia-
les, políticos, económicos y culturales y estos cambios han sido reco-
rridos en distintos ciclos, narrados como una diversidad de rutas,
para desembocar en una paulatina diferenciación social, que ha per-
mitido a las organizaciones adaptarse para lograr los propósitos para
los que fueron creadas.
Los administradores han jugado un papel determinante en el
devenir de las organizaciones, puesto que han sido los actores pre-
ponderantes en los procesos de diferenciación de las estructuras so-
ciales y culturales, en las distintas épocas.
Para el análisis de este trabajo, se consideran algunas de las
competencias y conocimientos relevantes que los administradores
han dominado y poseen o deben poseer, como parte esencial de su
ejercicio en el desarrollo de las organizaciones en dos épocas distin-
tas, la modernidad y la posmodernidad, denominada también “socie-
dad emergente”, distinguiendo implícitamente las capacidades que
les permiten gestionar a las empresas o instituciones.
Se revisan también, los conceptos de sustentabilidad y soste-
nibilidad, así como sus implicaciones sociales, haciendo mención
tácita de las cualidades y experiencias que los administradores re-
quieren, para gestionar los distintos tipos de formas organizativas
que intervienen en estos procesos: instituciones no formales, institu-

2
Lyotard, J-F. (2012) “Qué es lo Posmoderno”, en: Zona Erógena. Núm. 12.
184
Capítulo 8
ciones de carácter legal y normativo e instituciones formales basadas
en los mercados (Martin-López; González y Vilardy, 2012).
Asimismo, damos una mirada a algunas aportaciones teóricas
relacionadas con el concepto de ecología social o sistemas socio-
ecológicos, destacando su relevancia en relación con los desafíos que
la administración y los administradores tienen que asumir para ges-
tionar a las organizaciones desde una perspectiva holística y sistémi-
ca de los ecosistemas, los seres humanos, la tecnología, el conoci-
miento local, las instituciones, pero sobre todo con la dinámica que
se genera de estas interrelaciones.
Se describen algunos factores que pudieran obstaculizar la
obtención de consensos o acciones colectivas, así mismo, las causas
que dificultan el desarrollo de las competencias necesarias y el uso
de cierto conocimiento ‒como el de las instituciones no formales‒
para gestionar a las organizaciones públicas y privadas, buscando la
sostenibilidad para el mejor aprovechamiento de los recursos y la
consecuente conservación de las capacidades de la biodiversidad para
suministrar servicios a la sociedad.
Finalmente, se hacen algunas reflexiones acerca de la necesidad
de gestionar y tomar decisiones en relación con la sostenibilidad y sus
implicaciones sociales y la importancia que reviste la gobernanza como
manera de aproximación hacia la co-gestión adaptativa y el fortaleci-
miento de la resiliencia socio-ecológica y su impacto regional.

2. DOS ÉPOCAS

El rasgo básico que caracteriza a la sociedad moderna es “la creciente


diferenciación de sus estructuras tanto sociales como culturales” (Beri-
cat, 2001, p.12). Este proceso de diferenciación tiene su base en la divi-
sión social del trabajo y de la actividad económica en unas funciones
cada vez más particulares. También, plantea que Weber destaco que la
modernidad estaba alentada por la racionalidad específica, una coheren-
cia instrumental que vinculaba medios y fines (Bericat, 2001).
A finales del siglo XIX y al amanecer de la vigésima centuria
surgieron movimientos importantes, como la revolución científica
185
Capítulo 8
con aportaciones significativas hacia el modo de vida organizacional,
la determinación en forma científica de métodos para realizar las
labores, con preponderancia hacia la productividad y por extensión a
la rentabilidad (Sosa, 2012).
Según Solís, et al., la organización empresarial surge como la
institución más importante del sistema económico de mercado con la
capacidad de convertirse en el espacio donde se lleva a cabo la inte-
gración del capital y el trabajo para la producción de bienes y servi-
cios. La aparición de la empresa como fenómeno social plantea la
necesidad de un campo propio del conocimiento: la administración y
un actor fundamental, los administradores.
La Administración como disciplina nace hacia finales del Si-
glo XIX con los desarrollos de Taylor (1911) y Fayol (1916). En este
mismo periodo surgen las teorías de la organización, fundamentadas
especialmente en los estudios de Taylor, con un enfoque en la pro-
ducción de los procesos de trabajo (Pfeffer, 1992).
Las teorías de la organización emergieron como un aporte a la
solución de los problemas administrativos de la empresa industrial
moderna bajo una perspectiva positivista, funcionalista y pragmática,
orientada más a la prescripción, aspecto que influyó en la creación de
una visión racional de la organización.
Según Morales (2012), a partir de las distintas teorías (admi-
nistración científica, relaciones humanas, burocracia, comportamien-
to, contingencia y nuevas relaciones humanas) se concibe una mirada
mecánica de las organizaciones y aunque cada una de estas teorías
presenta características particulares, se hallan relacionadas en sus
aportes teóricos desde el punto de vista del análisis y la noción del
sujeto que las orienta. Con base en la revisión que realiza Morales
(2012), se presentan algunas de ellas:
En el caso de la Administración Científica ‒con Taylor a la
cabeza‒ se avanzó en la concepción de la organización basada en la
racionalidad y el control del proceso de trabajo, la producción y la
demanda en masa, gracias a la aplicación de métodos de producción
en el taller a través del estudio de tiempos y movimientos. El análisis
se centra en el individuo, los procesos productivos y el puesto de
186
Capítulo 8
trabajo, perspectiva que asume al hombre sólo como apéndice de la
máquina, visto como un ser económico, que únicamente busca satis-
facer sus necesidades.
En la Teoría de las relaciones humanas ‒representada por
Mayo, Roethlisberger y Dickson‒ se asume un hombre de sentimien-
tos y con necesidades de satisfacción en el plano afectivo, para lo
cual, el estudio se basó en las acciones de las personas en el trabajo.
En la Teoría de la burocracia ‒con figuras como Weber, Merton,
Crozier‒ el análisis está orientado hacia la organización, los individuos
y los grupos; desde donde se asume al hombre como un ser político con
capacidades estratégicas, es decir, capaz de tomar decisiones.
En la teoría del comportamiento ‒representada por Simon,
Mart y Cyert‒ el examen se centra en el individuo y la organización,
asumiendo al hombre desde un enfoque administrativo como un ser
capaz de tomar decisiones en ambientes de incertidumbre y raciona-
lidad limitada.
La teoría de la contingencia ‒donde sobresalen Woodward,
Lawrence y Lorch, Burns y Stalker‒; a lo que se denomina contin-
gencia, son las características situacionales entre las cuales se hayan
la velocidad del cambio y el grado de complejidad del ambiente ex-
terno de la organización, las fortalezas y debilidades, los valores, las
metas, las habilidades y actitudes de los administradores y de los
trabajadores, así como los tipos de tareas, recursos y tecnologías em-
pleados. Con ello se formula la idea de que no existe una sola manera
de administrar, ya que las circunstancias cambian. El énfasis esta
puesto en la organización y el administrador.
El centro de interés de estas teorías son las organizaciones mo-
dernas y, responden por lo tanto a los problemas inherentes a la produc-
tividad, la estructura, la estrategia y la competencia que obstaculizan el
logro de la eficiencia de las empresas; de allí las raíces de sus referentes
teóricos apoyados en disciplinas como la economía, las matemáticas, la
psicología, la sociología y la antropología, entre otras.
De los anteriores planteamientos se deduce, que el sujeto mo-
derno es considerado un artefacto social fabricado en las intrincadas
relaciones organizativas de las estructuras mecanicistas, las cuales
187
Capítulo 8
constituyen un entramado organizativo, donde solamente se realiza
como sujeto racional, ético y epistemológico, mediante la exhibición
de cualidades políticas, epistemológicas, económicas, sociales y esté-
ticas (Sosa, 2012).
Así, ha podido tener logros en su vida organizacional, me-
diante un comportamiento laboral deseable, apegado a las directrices
que guían sus acciones y su conocimiento bajo las condiciones que
sugieren las metas organizacionales, convertidas en las funciones que
realiza y su especialización. Ésta racionalidad institucional de las
organizaciones modernas, se sujeta a formas organizativas con esta
lógica operativa en pro de la eficiencia.
La modernidad, ha sido ajena a la dinámica del mundo cam-
biante, que acarreo una creciente complejidad, incertidumbre y caos;
donde la comunicación se entiende como una herramienta adminis-
trativa; las decisiones se toman mediante la transmisión de informa-
ción; se administra por objetivos y se mide el desempeño en función
de los resultados obtenidos.
Los administradores aplican modelos, métodos y técnicas an-
te determinadas situaciones. Se administra, de manera planificada,
estructurada y racional. La realidad organizacional se interpreta de
manera insuficiente, frente a los cambios que impone la globaliza-
ción, la cual, genera nuevas realidades lo que se hace más complica-
do a medida que las organizaciones crecen (TWI Press, 1998).
La ambivalencia de la modernidad invita a las organizaciones a
transformarse, a reinventarse, a transitar hacia un nuevo modo de vida
organizacional. A mediados del siglo XX, se hace evidente la transfor-
mación de las organizaciones (López, 2001), el mundo organizacional
recorre un medio más complejo, distinto al que tenía, con cambios pro-
fundos, crisis y caos, advirtiendo el advenimiento de una nueva época.
En la búsqueda de clasificar a la sociedad entre una dualidad
que implica el conflicto entre lo moderno y lo posmoderno; la sim-
plicidad y la complejidad; lo clásico y lo emergente; Lyotard (1998),
en relación a la naturaleza del saber en las sociedades más avanzadas,
expresa: “que el saber cambia de estatuto al mismo tiempo que las
188
Capítulo 8
sociedades entran en la edad llamada postindustrial y las culturas en
la llamada edad posmoderna” (Lyotard, 1998, p.13).
Al referirnos al paradigma emergente, se estudian aspectos
que consideran la cultura posmoderna y los condicionantes y factores
característicos de la sociedad posindustrial, a su vez, denominada de
muchas otras maneras por importantes autores como: Sociedad Post-
capitalista, Drucker (1993); Era Digital, Tascopt (1997); Sociedad
Informacional o Sociedad del Conocimiento, Castells (2002); Para-
digma de la Complejidad; Schvarstein (1998); Pensamiento Comple-
jo, Morin (1981). En el mismo tenor, surgen conceptos y aportacio-
nes como: La Biología del Conocimiento, Maturana y Varela (1984);
La Estructura de lo Complejo, Nicolis y Prigogine (1994); o Los Sis-
temas Sociales, Luhmann (1997).
Estos y otros autores, admiten la importancia de la informa-
ción y la comunicación, la virtualización de las organizaciones, la
multidimensionalidad, la complejidad y la transversalidad como pa-
radojas que afectan tanto a la sociedad como a las organizaciones
empresariales. La superación del esquema mecánico de la interpreta-
ción, el desplazamiento de límites tradicionales hacia una realidad y
una nueva forma de producción de sentido organizacional.
Según Echeverría (2003), en Sosa (2012), las organizaciones
y los administradores, ante las nuevas realidades y coyunturas, re-
quieren desarrollar las siguientes aptitudes: difundir el poder de mo-
do que la autodisciplina reemplace la disciplina impuesta desde afue-
ra; el reconocimiento y comprensión de sistemas dinámicos comple-
jos e interdependientes; la capacidad para construir modelos comple-
jos que permitan anticiparse al entorno donde se encuentran, ayudan-
do a identificar algunas reglas, patrones y sucesos para prepararse de
cara al porvenir y la conversación para afrontar el cambio, con un
dominio en el sentido integro de la palabra.
Las consideraciones anteriores, revelan una sociedad que
emerge producto de la incorporación de la tecnología de la comuni-
cación y de la información; que es también resultado del tejido de
eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones,
azares, que constituyen nuestro mundo fenoménico.
189
Capítulo 8
De allí, la necesidad para el conocimiento, de poner orden en los
fenómenos rechazando el desorden, de descartar lo incierto, es decir, de
seleccionar los elementos de orden y de certidumbre, de quitar ambi-
güedad, clarificar, distinguir, jerarquizar; estos aspectos hacen de la vida
un fenómeno de auto-eco-organización extraordinariamente complejo
que produce la autonomía, de aquí se pueden entrever aspectos del pa-
radigma de la complejidad que emerge, (Morín, 1981).
En relación con esto último, la sociedad emergente como ca-
tegoría, implica la necesidad de asumir que se está en presencia de
una sociedad en la que predomina el conocimiento sobre los factores
productivos sostenidos por la sociedad industrial, determinando nue-
vas formas de hacer las cosas y nuevas identidades asociadas al ser
humano y su capacidad creativa.
Se está ante la presencia de un sujeto complejo, que tiene otra
manera de relacionarse con su entorno, asumiendo la realidad com-
pleja, donde prevalece la incertidumbre, el caos, la crisis, lo inespe-
rado, la realidad de los nuevos tiempos. En su emergencia, surge la
necesidad de abrirse a nuevos aprendizajes, a dejar ir el pasado, enla-
zar, articular y armonizar un saber distinto con él y con la sociedad,
el ser humano reorientado hacia la búsqueda de nuevas estrategias
frente a la emergencia de lo real (Pozzoli, 2006).
Rifkin (2000), establece que la riqueza ya no radica en el ca-
pital, sino en la imaginación y creatividad humana. De lo anterior se
puede deducir, que el valor se crea por la productividad y la innova-
ción, “ambas aplicaciones del conocimiento al trabajo” (Drucker,
1993, p. 8). Tal como se observa, lo anterior da relevancia al admi-
nistrador como sujeto del trabajo y propietario de su conocimiento.

3. GESTIONAR LA SOSTENIBILIDAD SOCIO-ECOLÓGICA

El desarrollo sustentable aparece en la Cumbre de la Tierra celebrada


en Río de Janeiro en 1992 y se conceptualizaba como “el desarrollo
que asegura las necesidades del presente sin comprometer la capaci-
dad de las futuras generaciones para enfrentarse a sus propias necesi-
dades” (Brundtland, 1987, p. 14), resultaba controvertido, ambiguo
y, por tanto, difícil de medir a nivel académico. La ambigüedad del
190
Capítulo 8
concepto, en parte, se ha debido a que fue concebido desde el mundo
de los tomadores de decisiones, articulando todas las políticas ligadas
a la gestión de las relaciones entre naturaleza y sociedad.
Posteriormente aparecen las ciencias de la sostenibilidad, de-
finidas como “aquellas que estudian las relaciones socio-ecológicas
de los socioecosistemas” (Martín-López, et al. 2012, p. 11), constitu-
yen una aproximación interdisciplinaria a la ciencia que reconoce las
limitaciones del conocimiento científico tradicional para abordar las
relaciones complejas que se establecen entre las instituciones sociales
y los sistemas ecológicos.
Esta ciencia interdisciplinaria sirve para tender puentes y de-
rribar barreras entre dos mundos que han evolucionado de forma in-
dependiente: el del “saber” de las universidades y los centros de in-
vestigación y el del “hacer” de los administradores para alcanzar un
“saber hacer” (Martín-López, et al.).
Las ciencias de la sostenibilidad han sido concebidas como la
mejor estrategia para vincular el conocimiento científico con la ac-
ción para abordar la persistente crisis socio-ecológica actual y pro-
mover nuevos derroteros hacia la sostenibilidad. En cierto sentido, es
una ciencia que está más definida por los problemas que aborda que
por los cuerpos de conocimiento de las disciplinas que emplea en
esta tarea.
Según Clark y Dickson (2003), las ciencias de la sostenibili-
dad se centran en trabajar con las relaciones dinámicas entre natura-
leza y sociedad a través del concepto de servicios de los ecosistemas,
asociado a las contribuciones directas e indirectas de los ecosistemas
y su biodiversidad a los diferentes componentes del bienestar hu-
mano, poniendo la misma atención en observar cómo el cambio so-
ciocultural determina la integridad y la resiliencia de los ecosistemas
y de la biodiversidad, y cómo los cambios en los ecosistemas y la
biodiversidad determinan, el bienestar humano a través del flujo de
servicios de los ecosistemas.
Así, se habla del desarrollo sostenible y de sostenibilidad del
desarrollo, que siendo dos conceptos distinguibles, aluden a la posi-
bilidad de que un proceso de desarrollo pueda mantenerse ocurriendo
191
Capítulo 8
a lo largo del tiempo, no sólo para las presentes sino también para las
futuras generaciones, preservando la integridad de los ecosistemas y
la existencia de las otras especies. Entonces, la sostenibilidad como
noción implica sostener o mantener a lo largo del tiempo una deter-
minada dinámica (CEPAL, 2007).
A la comparación entre extracción/reposición y entre produc-
ción de desechos/absorción, que parece simple, le conciernen retos
analíticos y epistemológicos considerables, toda vez que su adecuada
descripción, así como su aplicación en el campo de las políticas pú-
blicas, es decir, su gestión, implica la necesidad de contar con herra-
mientas analíticas y de cuantificación que sean sistémicas, transdis-
ciplinares y dinámicas, capaces de abarcar la creciente complejidad
de varios sistemas (el económico, el social, el ecológico), que ade-
más discurren en permanente interacción y cambio.
Asumiendo esta complejidad, cabe decir que la sostenibilidad
del proceso de desarrollo en cualquier localidad o territorio, estaría
determinada por una serie de condiciones de sostenibilidad (relación
entre magnitudes o entre intensidades, entre extracción/resiliencia y
emisión de residuos/absorción-descomposición, dilución, entre otros
(CEPAL, 2007).
Por su parte, Bala (2006), sostiene que la sustentabilidad so-
cial requiere adoptar una metodología amplia que incorpore tres as-
pectos: viabilidad económica, beneficio ambiental y que sea coheren-
te culturalmente, también considera que los procesos socioeconómi-
cos y ambientales son dinámicos, es decir, se afectan durante cada
etapa desde la producción, hasta la disposición final de residuos, en
consecuencia, cambios benéficos en los procesos de producción, de-
rivaran en beneficios ambientales de corto y largo plazo. Es necesa-
rio entender la relación e interrelación compleja entre las prácticas
industriales, las actividades del ser humano y los sistemas ambienta-
les, es decir, el ecosistema social y el ecosistema natural, con el pro-
pósito de hallar soluciones efectivas.
En los últimos tiempos nuestro sistema socio-económico y su
modelo de producción-consumo, se han expandido, globalizado, ge-
nerando impactos graves en el sistema bio-geo-físico del planeta, de
tal manera que ya se habla de una nueva era geológica llamada An-
192
Capítulo 8
tropoceno (Crutzen, 2000; Glaser et al., 2008). La situación actual,
exige entre otras cosas, la reconciliación entre ciencias sociales y
naturales, y nuevos marcos de análisis basados en una perspectiva
holística; entre ellos el marco de los SSEs.
El término de SSE (Berkes y Folke, 1998), se utiliza para re-
ferirse a un concepto holístico, sistémico e integrador del “ser hu-
mano en la naturaleza”. Por tanto se entiende como un sistema com-
plejo y adaptativo en que distintos componentes culturales, económi-
co, políticos, sociales, ecológicos, y tecnológicos, están interactuan-
do (Resilience Aliance, 2010).
Esto implica que el enfoque de la gestión de los ecosistemas y
recursos naturales, no se centra en los componentes del sistema sino
en sus relaciones, interacciones y retroalimentaciones.
Para Becker (2010), los SSEs se consideran como “objetos de
frontera”, de tal forma que están débilmente estructurados y existen
varias explicaciones para su interpretación y análisis en el ámbito
trans-disciplinario, y por tanto, es necesaria su restructuración hacia
“objetos epistémicos3”.
Jennsen y Ostrom (2006), utilizan la perspectiva de redes –redes
de gobernanza– para representar los SSEs, con el objetivo de un mejor
enfoque de las estructuras de relaciones e interacciones de los compo-
nentes del sistema.
Las redes consisten en nodos y conexiones. Por lo tanto es
necesario elegir los atributos clave del sistema que deben traducirse
en la estructura de una red. Los nodos simbolizan los componentes
sociales y ecológicos. Así mismo existen diversos tipos de conexión,
por ejemplo humano–humano o humano-especies.
La literatura sobre las redes de gobernanza está muy inspirada
por las teorías de las redes políticas (Jessop, 2000; Kooiman, 1993;
Pierre, 2000, Rhodes, 1997). Adopta prontamente la metáfora de la
red para dar cuenta de las pautas multidimensionales de la interac-
ción entre actores políticos diferentes, pero cambia el enfoque de la
representación vertical, al encuadre de las redes horizontales en los

3
Objetos epistémicos, considerados como objetos materiales de una investigación.
193
Capítulo 8
procesos del gobierno social. Por lo tanto, las redes de gobernanza
proporcionan mecanismos nuevos y distintivos del gobierno basados
en lo que quizá sea referido como una negociación racional (Jessop,
2002; Scharpf, 1997).
Como refieren Klijn, (1997) y Klijn y Koppenjan, (2000)
networks es ya una metáfora popular difundida a través de las disci-
plinas de las ciencias sociales. De ahí, que los sociólogos acentúen
las redes sociales, las redes profesionales, las redes económicas, las
redes de comunicación. Según Raab y Milward, (2003) a veces el
gobierno es unido por los términos de la “red”, así, se incrementa la
noción de la “red de gobernanza”.
Según varios autores (Berkes y Folke, 1998; Seixas, 2005;
Ruiz, 2011), la clave de la sostenibilidad reside en la resiliencia del
sistema. Por ejemplo, Berkes et al., (2003), presentan un marco con-
ceptual con el enfoque en las dinámicas de las interacciones –que se
reflejan en las prácticas de gestión– entre los sistemas, los conoci-
mientos y las instituciones. Por lo tanto, se enfoca en la manera de
navegar estas dinámicas hacia el fortalecimiento de resiliencia y la
capacidad adaptativa del sistema.
Según Stron y Müller (1999), por gobernanza debemos entender
los procesos de interacción entre actores estratégicos. Conviene fijarse
que dichos patrones de interacción, tienen su fundamento en las reglas
del juego, es decir, en las instituciones formales e informales que res-
tringen el comportamiento de los actores que cumplen una doble fun-
ción: solucionar dilemas distributivos (Bardhan, 1999), y resolver pro-
blemas de información (Shepsle y Weingast, 1994), bajo contextos dife-
renciados con más o menos igualdad, con mayores o menores dotacio-
nes económicas, y de conocimiento u otros.
Los sistemas de gobernanza son entidades dinámicas que in-
cluyen una gran variedad y diversidad de instituciones y actores so-
ciales, que interactúan en diferentes contextos y escalas espaciales.
En función de cómo los individuos humanos, las organizaciones, las
tradiciones o reglas interactúan en un sistema socio-ecológico se de-
termina la forma en que se toman las decisiones. Por tanto compren-
der el sistema de gobernanza es fundamental para entender la diná-
mica de los sistemas socio-ecológicos.
194
Capítulo 8
Se entiende por instituciones el conjunto de reglas, normas y
convenciones que regulan la interacción entre individuos y grupos
sociales, así como entre estos y los ecosistemas. Además, dichas ins-
tituciones se pueden clasificar en instituciones formales y no forma-
les. Las instituciones formales codifican las reglas mediante la legis-
lación, normativa, mercados, o derechos de propiedad. Las institu-
ciones no formales incluyen todas aquellas normas de comporta-
miento establecidas a través de la familia, la comunidad o a través de
las tradiciones, costumbres o rutinas.
Williamson (2000), distingue cuatro niveles institucionales
para gestionar los ecosistemas y los servicios que estos generan. El
primero está contenido en la sociedad, ya que reconoce las normas,
tradiciones, costumbres, valores, creencias, así como otras reglas
sociales no formales. En el segundo nivel, se encuentran las reglas
formales (leyes y derechos de propiedad). En el tercer nivel de análi-
sis, se distinguen las instituciones de gobierno, estrategias, conve-
nios, mecanismos de coordinación, los cuales son la base para la eje-
cución de las leyes y los derechos de propiedad. El último nivel de
análisis hace referencia al continuo ajuste de precios que se da en los
mercados (instituciones mercantiles y financieras).
Posteriormente, se ha establecido un modelo institucional ba-
sado en tres niveles –como el que se muestra en este trabajo– en el
que, el segundo y tercer nivel se simplifican bajo el título de institu-
ciones formales de carácter legal y normativo (Williamson, 2000).
La importancia de la diversidad funcional para establecer un
sistema de gobernanza que transite a la sostenibilidad de los sistemas
socio-ecológicos, refleja la necesidad de que la base del modelo de
gobernanza descanse sobre las instituciones no formales (valores,
normas, tradiciones, familia, etc.). Este hecho contradice la tendencia
generalizada de simplificar la diversidad y complejidad institucional
bien en los mercados o bien en las instituciones formales legales de-
terminadas por el Estado (Ostrom, 2005).
La necesidad de mantener diversidad institucional que incluya
los tres niveles encuentra sus raíces en el razonamiento propuesto por
“la ley de la variedad requerida” (Ashby, 1960), el cual postula que
“cualquier sistema de regulación requiere el mismo nivel de variedad
195
Capítulo 8
de acciones, como la variedad de procesos que tiene el sistema a re-
gular” (Ashby 1960, p. 12). Las implicaciones más relevantes de este
razonamiento es que la gestión de sistemas complejos, como los sis-
temas socio-ecológicos, requieren necesariamente de diversidad de
instituciones con el objeto de mantener la capacidad de generar di-
versidad de respuestas ante posibles perturbaciones (Evaluación de
los Ecosistemas del Milenio de España, 2011; Gadgil, y Rao, 1994).
Por otro lado, dentro de cada uno de los niveles organizativos institu-
cionales debe existir redundancia funcional, implicando que las mis-
mas tareas sean asumidas por diferentes instituciones (Galaz, 2012).
Indistintamente se usan los conceptos de administración y
gestión como parte intrínseca de la gobernanza. En este sentido, la
gobernanza se ha visto como la solución para administrar políticas y
proyectos donde los recursos son escasos, los problemas son comple-
jos, hay muchos actores interesados, existe interacción de actores
públicos, privados, centrales y locales, y se observa una creciente
demanda de beneficios y de participación. De esta forma, la gober-
nanza, se impone hoy como un concepto central de las ciencias polí-
ticas, de la sociología de las organizaciones y de la administración en
general (Mayntz, 2002).

4. METODOLOGÍA

En el presente trabajo, se parte de una serie de supuestos teórico-


metodológicos sobre la interacción de la sostenibilidad y la sociedad, así
como de la gobernanza para gestionarlas. Para la investigación se utilizó
una estrategia de análisis bibliográfico, desde un enfoque heurístico-
hermenéutico, es decir, la búsqueda, revisión e interpretación de varios
textos de distintos autores que permitió a través de la triangulación de
información, progresar en el conocimiento y darle sentido a la informa-
ción recogida de los textos, para, a partir de allí, generar una construc-
ción teórica que se aproximara a la realidad de los cambios que se han
dado en las Ciencias Administrativas, de una época a otra, y su impacto
en el enfoque de los administradores para actualizar sus competencias
con la finalidad de gestionar a las organizaciones y su relación con los
sistemas socio-ecológicos.
196
Capítulo 8

5. CAVILACIONES

Si aplicamos los conceptos anteriores a la sostenibilidad del desarro-


llo a escala regional, los diagnósticos coinciden en que los principa-
les problemas del desarrollo en relación a las tensiones ecosistémicas
en la región, incluyen la sobreexplotación y agotamiento de los re-
cursos naturales (incluyendo suelos borde costero y mares, bosques,
agua dulce, entre otros), subrayándose la perdida de la biodiversidad;
al tiempo que se llevan a cabo procesos crecientes de degradación y
contaminación del aire, aguas y suelos asociados a procesos indus-
triales intensivos, junto a procesos de urbanización y asentamientos
humanos precarios.
Estos problemas, que son más bien estructurales en los países
Latinoamericanos, se han visto agudizados por los actuales impactos
del cambio climático en la región, entre los que se destacan cambios
en los patrones de lluvias (inundaciones y sequias) y en las tempera-
turas, impacto en la producción agrícola, elevación del nivel medio
del mar que afecta a los Estados insulares, al proceso turístico, y ha
generado nuevos riesgos de salud pública.
Como se aprecia, los anteriores procesos de deterioro, no son
problemas puramente ambientales, sino que surgen de la interrela-
ción de las dinámicas socioeconómicas (producción, distribución,
consumo, emisión residuos, disposición de desechos y asentamientos
humanos de las personas que los llevan a cabo), en estrecha relación
con los medios y procesos ambientales y ecosistemas correspondien-
tes a los territorios en cuestión, procedan de lo local o sean conse-
cuencia de “males” globales, como el cambio climático y el adelga-
zamiento de la capa protectora de ozono.
El desarrollo de sistemas de gestión/gobernanza capaces de
favorecer la sostenibilidad, plantea profundos retos a los paradigmas
vigentes en los campos de la ecología y las ciencias sociales. Tam-
bién, lleva a cuestionar los supuestos más frecuentes en que se basan
actualmente las políticas conservacionistas y de búsqueda de la sos-
tenibilidad. El desarrollo de sistemas de gestión sostenible implica,
para esas disciplinas, reconocer e incorporar el carácter dinámico y
197
Capítulo 8
complejo de la interacción de la diversidad de los ecosistemas y de
las sociedades (Merino, 2006).
En la actualidad, las explicaciones generadas a partir de los
paradigmas vigentes, resultan muchas veces parciales y reduccionis-
tas. En consecuencia las propuestas de políticas que derivan de estos
planteamientos, son las más de las veces generales e inviables al
aplicarse a problemas y contextos particulares.
Uno de los elementos relevantes a considerar, es la perspecti-
va de que la mayoría de los ecosistemas, corresponden a territorios o
a recursos valorados, utilizados y en algunos casos poseídos por co-
lectividades. En consecuencia, la comprensión de las condiciones
institucionales que dificultan o hacen posible la cooperación es un
tema central para la gobernanza de la sostenibilidad.
Desde hace 20 años la Teoría de la acción colectiva (Ostrom,
1990), ha desarrollado una serie de herramientas conceptuales y me-
todológicas que permiten percibir la naturaleza de los recursos colec-
tivos desde nuevas perspectivas, y que aportan importantes insumos
para el diseño de políticas públicas.
La sostenibilidad de los esquemas institucionales para el ma-
nejo de recursos públicos y comunes ha sido objeto de un desarrollo
teórico notable en las últimas dos décadas (Agrawal, 2001; Ostrom,
1990, 2005; Whyte y Martin, 2002; Borrini-Feyeraband, 2004;
Molnar y Schere, 2004). La gestión del uso de cualquier recurso que
se utiliza colectivamente plantea dilemas de acción colectiva, los
cuales generan incertidumbre y riesgo para la viabilidad de las insti-
tuciones que buscan la preservación de los recursos comunes.
Por otro lado, conforme avanza el fantasma del cambio climá-
tico, y aumentan los picos petroleros y la escasez de recursos, las
empresas luchan por mitigar la exposición a los riesgos comerciales
y operativos por medio de la administración de sostenibilidad. Si
bien este enfoque puede ayudar a minimizar las emisiones de car-
bono y la dependencia de recursos naturales insostenibles, no logra
brindar a las empresas la ventaja competitiva ecológica que necesitan
para tener éxito en la economía actual. Los negocios también deben
198
Capítulo 8
aprovechar la sostenibilidad como una oportunidad para reducir cos-
tos y generar ingresos (Masero, 2011).
La sostenibilidad está cambiando la forma de vivir y trabajar.
Influye en los productos que compran los consumidores, las regula-
ciones que aprueban los gobiernos y las inversiones que realizan los
negocios. Su influencia en los procesos de toma de decisiones se ba-
sa invariablemente en la psicología del riesgo más que en la oportu-
nidad. Por ejemplo, el riesgo de daños ambientales, aumento de cos-
tos, disminución de recursos naturales, y el desplazamiento de comu-
nidades, además de los verdaderos riegos que estos factores signifi-
can para los negocios.
Estos factores seguirán teniendo una influencia considerable
en un contexto en el que el planeta está llegando a un punto de infle-
xión en lo que respecta a la producción de petróleo, la extracción de
recursos y el ascenso de las temperaturas. Si las emisiones de gases
de efecto invernadero siguen aumentando a la velocidad actual, se
prevé que las temperaturas promedio aumentaran en cuatro grados
(centígrados) para fines de este siglo. 4Dados los cambios climáticos,
la escasez del agua también se convierte en una amenaza importante
para la sostenibilidad general de la Tierra, se estima que para el año
2025, prácticamente un cuarto de la población mundial vivirá en paí-
ses donde el suministro de agua será limitado.
Los problemas sociales y ecológicos que enfrenta el planeta
son problemas sistémicos y problemas de gestión. Son sistémicos
porque surgen de procesos con raíces profundas, complejos e interre-
lacionados que operan en y entre diferentes escalas de lo global a lo
local. Estos problemas no pueden entenderse separándolos para el
análisis por disciplinas académicas individuales. Son problemas de
gestión porque su solución requiere una respuesta sostenida, coordi-
nada y con objetivos por los responsables políticos. Se hace evidente
que el término “sistema socio-ecológico”, simplemente indica un
compromiso de adoptar una perspectiva holística, sistémica hacia
elementos humanos y no humanos de una situación problemática de
interés.

4
www.guardian.co.uk
199
Capítulo 8

6. CONCLUSIONES

Las comparaciones indican que de una era época otra, los


cambios ocurridos hablan de un proceso evolutivo: en la modernidad
las organizaciones responden a problemas relacionados con la pro-
ductividad, la estructura, la estrategia y la competencia con la finali-
dad de lograr la eficiencia, apoyados en disciplinas como las mate-
máticas y de ciencias sociales como la economía, la sociología y la
psicología entre otras.
En cambio, la posmodernidad hace evidente la transforma-
ción de las organizaciones, ante las exigencias de un mundo globali-
zado, cambiante y complejo, con nuevas formas de producción de
sentido organizacional, en el seno de una sociedad que emerge, pro-
ducto de la incorporación de las tecnologías de la comunicación y de
la información. Por tales motivos, se hace necesario que los adminis-
tradores:

 Promuevan la gobernabilidad ambiental, lo que implica fortalecer los


instrumentos institucionales de integración social e impulsar la gene-
ración de identidades sociales que permitan la pertenencia de los indi-
viduos y las organizaciones a la acción colectiva. En tal sentido impul-
sar procesos de participación ciudadana que permitan exaltar los dere-
chos individuales y colectivos resulta fundamental para solucionar
conflictos ambientales y obtener un desarrollo sostenible.
 Fomenten la participación ciudadana a través de “redes sociales5” que
disputen la defensa de los intereses ambientales; donde diversos acto-
res se articulan en marcos organizativos comunes desde los cuales in-
tercambian recursos, negocian prioridades y, toman decisiones para
obtener objetivos comunes.
 Logren implicar a la comunidad para la construcción de consensos a
partir de procesos participativos. Por tanto, son necesarios una mez-
cla de saberes por lo que requieren conocimientos no sólo experimen-

5
Las redes sociales se entienden como la coordinación horizontal entre diferentes
actores interesados en un mismo asunto con el fin de negociar y acordar una solu-
ción, (Klijn y Koppenjan, 2000). Ello supone la existencia de una identidad colec-
tiva anclada en la presencia de valores, intereses y motivaciones compartidas.
200
Capítulo 8
tales sino también experienciales, ligados a los acervos de conocimien-
to ecológico local que aún persisten especialmente en el medio rural.
 La gestión de los sistemas socio-ecológicos debe ser llevada a cabo
por sistemas institucionales “policéntricos”, donde cada unidad de
manejo local goce de independencia para crear y fortalecer las normas
locales, mientras que las instituciones a escalas organizativas superio-
res deben velar por los derechos y deberes de las instituciones locales
y asegurar la transmisión de información entre niveles organizativos y
entre instituciones del mismo nivel.
 Un sistema de gobernanza que transite a la sostenibilidad debe estar
basado en los principios de diversidad y redundancia institucional en
los tres niveles institucionales: instituciones no formales, instituciones
formales de carácter legal y normativo e instituciones formales basa-
das en los mercados.
 Por tanto, existe claramente una necesidad de colaboración entre los
científicos de las ciencias sociales y los investigadores de las ciencias
bio-geo-físicas para intentar buscar alternativas y soluciones a la actual
crisis ecológica y social en la que nos encontramos inmersos.
 En este contexto, el concepto de socio ecosistema o sistema socio-
ecológico nos ayuda a hacer operativa esta necesidad de trabajar en la
interface naturaleza y sociedad desde una aproximación sistémica y
desde el pensamiento complejo.
 En el plano organizacional empresarial, para contar con una cartera
de productos y servicios sostenibles con credibilidad, una organiza-
ción debe tener un marco de gobernanza eficaz. Esto puede ayudar a
garantizar que los criterios que se aplican para diferenciar estos pro-
ductos y servicios al demostrar su valor de sostenibilidad no se vean
socavados por una gobernanza deficiente que pueda dañar el prestigio
de una marca.
 Un marco de gobernanza sensato puede proporcionar una plataforma
sólida para el crecimiento. Para lograr una ventaja competitiva ecoló-
gica contundente, hace falta que el crecimiento rentable, fundamental
en el clima económico actual, traiga aparejados beneficios ambientales
y sociales demostrables.
 Impulsar la inversión para reducir el impacto ambiental, trae el bene-
ficio dual de generar retornos financieros y cumplir con objetivos
ambientales y sociales específicos. Muchas de estas inversiones se cen-
tran en sectores que comprenden necesidades y servicios esenciales,
como la agricultura, el agua, la provisión de viviendas, la educación, la
salud y la energía. La inversión para reducir el impacto ambiental de-
201
Capítulo 8
muestra que es posible fusionar los objetivos financieros con los de
sostenibilidad para crear una cadena de valor cohesiva.
Finalmente, en los términos más amplios, todo lo anterior
responde a un imperativo evolutivo para desarrollar la capacidad
mental del sistema socio-ecológico global; en el sentido que Bateson
describió, se trata de "un sistema cibernético, donde el procesamiento
total de información relevante, trabaja por ensayo y error completan-
do la unidad (que es) inmanente... el total son los sistemas social y la
ecología planetaria interconectados” (Bateson, 1970, p. 6).

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204
C A PÍ T U L O 9
“¿Hacia La Transición De Paradigmas?
De La Seguridad De Suministro A
La Autonomía Energética En Entornos
Urbanos y Regionales En México”

Jorge Antonio Mejía Rodríguez1

Sumario: 1. Introducción, 2. De la seguridad energética a la autonomía ener-


gética, ¿enfoques teóricos opuestos o complementarios? 3. ¿Hacia una Transi-
ción de Paradigmas en la Seguridad de Suministro? 4. Proyectos Autorizados
de Autonomía Energética (públicos y privados), con base en Gas Natural y
Energías Renovables en México, 5. Conclusiones preliminares, 6. Bibliografía.

Resumen

Si la seguridad energética nacional está siendo vulnerada al interior


de algunos países latinoamericanos, a partir de los elevados costos de
la factura eléctrica y del suministro irregular del gas natural, entre
otros factores, los cuales, están socavando el funcionamiento eficien-
te de las empresas y de las instituciones; por ende, se impone pregun-
tarse: ¿El concepto de la seguridad energética imperante, caracteriza-
do para garantizar el suministro energético adecuado desde una pers-
pectiva macroeconómica, se está resquebrajando? En particular, ¿Es
posible aludir al concepto de Autonomía Energética como una op-
ción novedosa en el proceso de transición energética hacia las ener-
gías renovables? Ante este panorama cada vez más frecuente de in-

1
Ciudad, Territorio y Sustentabilidad, Centro Universitario de Ciencias de Arte, Arquitectura y
Diseño, Universidad de Guadalajara ( DCTyS-CUAAD-UDG), jormejiamx@yahoo.com.mx

205
Capítulo 9
certidumbre en la seguridad energética en entornos urbanos y regio-
nales ¿estamos ante una transición de paradigmas? En este sentido, el
propósito del presente trabajo consiste en dilucidar ambos concep-
tos, a efecto de mostrar que los esfuerzos organizacionales, tanto
privados como públicos mediante las opciones de energías renova-
bles- están alcanzando el autoabastecimiento energético en algunas
ciudades y regiones de México, lo que podría estar prefigurando un
nuevo patrón de autonomía energética en dichos espacios territoria-
les.

Palabras clave: seguridad energética, autonomía energética, infraes-


tructura energética urbana y regional.

Abstract

If national energy security is being violated within some Latin Amer-


ican countries from the high costs of electricity bills and irregular
supply of natural gas, among other factors, which are undermining
the efficient operation of enterprises and institutions; therefore im-
poses ask: Is the concept of the prevailing energy security, character-
ized to ensure adequate energy supply from a macroeconomic per-
spective, is cracking? In particular, is it possible to refer to the con-
cept of Energy Autonomy as a new option in the energy transition
towards renewable energy? Given this increasingly common scenario
of uncertainty in energy security in urban and regional environments
are we facing a transition of paradigms? In this sense, the purpose of
this study is to elucidate the two concepts, in order to show that or-
ganizational efforts, both private and public-through-renewable ener-
gy options are achieving energy self-sufficiency in some cities and
regions of Mexico, I could be foreshadowing a new pattern of energy
independence in these territorial spaces.

Keywords: energy security, energy independence, urban and regional


energy infrastructure.

206
Capítulo 9

1. INTRODUCCIÓN

El enfoque imperante de la seguridad energética (seguridad de abaste-


cimiento) a nivel internacional y nacional, se caracteriza por contar con
una visión macroeconómica unidimensional, en donde predomina la
noción de que las políticas públicas nacionales (Política Energética),
tienden a garantizar de forma permanente, dicha seguridad de suminis-
tro energético, gracias a las grandes inversiones basadas en las mega-
infraestructuras avaladas por la noción de la ingeniería civil, que susten-
tan como una garantía irreductible y permanente, el abastecimiento
energético –por fuentes primarias y secundarias- hacia las regiones y
ciudades del interior de los países. Sin embargo, en la actualidad dicho
paradigma está resquebrajándose, puesto que hemos sido testigos de
ejemplos, de forma más frecuente, se presentan casos de inseguridad en
el abastecimiento energético en algunas ciudades y regiones de México,
ante lo cual, dicho modelo tradicional se vuelve inoperante.
El caso más concreto es el ocurrido recientemente en la re-
gión centro-occidente de México, en donde la Secretaría de Energía
(SENER), la autoridad en la materia, decretó 19 “Alertas Críticas”
durante el año 2012 y la mitad del año 2013, todas referidas al des-
abasto de Gas Natural, afectando con ello significativamente a las
regiones del bajío y occidente del país, y en particular, a la región
Guadalajara, que al estar ubicada al final del único gasoducto dispo-
nible del vetusto Sistema Nacional de Gasoductos, el panorama fue
agravándose, aún más en esos meses, con el incremento de la de-
manda interna de ese combustible y, paralelamente, presentarse una
reducción en la producción nacional de dicho energético. Cabe men-
cionar que, el costo estimado de las repercusiones en las industrias
altamente intensivas en el uso de gas natural, en la región centro-
occidente, respecto al desabasto del energético, durante el periodo
referido, osciló entre los 100 y 150 millones de dólares diarios.
Por lo anterior, el propósito del presente trabajo consiste en
dilucidar ambos conceptos, a efecto de mostrar que los esfuerzos
207
Capítulo 9
organizacionales, tanto privados como públicos -mediante las opcio-
nes de energías renovables- están alcanzando el autoabastecimiento
energético en algunas ciudades y regiones de México, lo cual, podría
estar configurándose como un nuevo patrón de autonomía energética
en dichos espacios territoriales. El método seguido consistió en una
revisión exploratoria de los conceptos de seguridad de suministro y
de autonomía energética, así como de algunos casos organizacionales
e institucionales, que a partir de la vulnerabilidad del primer concep-
to, algunas empresas están asumiendo el segundo concepto, es decir,
adoptan la autosuficiencia energética como una estrategia competiti-
va, y con ello, romper con el paradigma paternalista paraestatal, apli-
cado desde los años cuarenta del siglo pasado en México, caracteri-
zado por la promulgación de políticas energéticas centralistas de cor-
te vertical, de arriba hacia abajo, con lo que sustituyen dicho para-
digma centralista por otro enfoque novedoso, que permite entender
ésta última, desde una visión inversa; es decir, de corte horizontal y
con dirección de abajo hacia arriba y desde las regiones; con el obje-
to de romper con la vulnerabilidad energética experimentada, a través
de la asunción de la autonomía energética organizacional, como una
garantía real y objetiva del funcionamiento empresarial competitivo y
sustentable. El trabajo se compone de cuatro partes, la primera parte,
la introducción; enseguida, la segunda parte, referente al abordaje
teórico conceptual de la seguridad energética y su contraparte, la
autonomía energética; la tercera parte, relativa a la reflexión sobre la
posibilidad de la transición de paradigmas entre ambos conceptos y
la descripción de casos de proyectos de autoabastecimiento energéti-
co sostenible y, la cuarta parte, de conclusiones preliminares.

208
Capítulo 9

2. DE LA SEGURIDAD ENERGÉTICA A LA AUTONOMÍA


ENERGÉTICA, ¿ENFOQUES TEÓRICOS OPUESTOS O COM-
PLEMENTARIOS?

2.1 El concepto de seguridad energética

Con el objeto de ampliar el panorama sobre los abordajes de la segu-


ridad energética, a escala regional y urbana, cabe mencionar que “és-
ta debe ser entendida no sólo en términos de defensa y soberanía mi-
litar, sino también en el aspecto económico, para luego confluir en
que una política de seguridad energética…debe jalonar espacios jurí-
dicos, operacionales, institucionales e interdependientes, para garan-
tizar el abastecimiento energético requerido en la continuidad del
desarrollo económico y social… A este logro se llega bajo el asegu-
ramiento de la eficiencia en el suministro del recurso energético, la
eficacia en su distribución, la protección del medioambiente y las
tareas que privilegien la sustentabilidad y la elaboración de marcos
regulatorios adecuados para fortalecer el objetivo de equidad so-
cial” (Alarco Tosoni, Germán; 2006, p.117).
Por su parte, Menéndez Pérez F. y Feijoo, sostienen que a ni-
vel global, la seguridad de suministro fue el condicionante básico
hasta finales del siglo XX. Los estados eran fuertes y el tema energé-
tico preocupaba, después de dos guerras mundiales y la crisis del
petróleo de los años setenta se buscaba garantizar el sistema energé-
tico, con la intervención de los gobiernos, como base del crecimiento
económico y del desarrollo social.
De igual forma, los autores descritos resumen que la “libera-
lización del sector energético” parte de la idea de que “el suministro
está garantizado por las fuerzas del mercado y el desarrollo tecno-
lógico habido en la segunda mitad del siglo XX”. Hoy, los conflictos
internacionales, y el comportamiento de las empresas introducen
dudas al respecto.
209
Capítulo 9
Por ende, lo que está inmerso siempre en la mente de los ges-
tores de los sistemas energéticos nacionales es el costo económico
del conjunto y el costo final de la energía, no obstante, con la libera-
lización de los mercados energéticos, la competencia se incrementa y
la “dirección por objetivos” muchas veces se nubla y no se mira el
ciclo energético completo.
En efecto, “los Estados, al menos una parte de ellos, pierden
fuerza ante las grandes empresas, ante el libre comercio y el imperio
del mercado. Por ende, la seguridad de suministro y los problemas
ambientales pueden pasar a segundo término, en especial en los paí-
ses medios y pequeños con una estructura estatal y una capacidad de
planificación débiles” (Menéndez P. E y Feijoo L. A; 2005: 111).
Ante este escenario global de debilitamiento de la planifica-
ción estatal nacional que garantice la seguridad de suministro y, por
ende, la propia competitividad de costos de las empresas, el pano-
rama podría tornarse más complicado en los ámbitos regionales y
locales, al grado de arribar a situaciones de déficit y de obsolescen-
cia de las redes de suministro como es el caso del gas natural en
México. Lo que vendría a agravarse aún más, si todo se deja al
desempeño productivo de las empresas energéticas distribuidoras de
hidrocarburos, dado que la seguridad del suministro de los energéti-
cos, estaría acorde a sus stocks y volúmenes de operación. Lo ante-
rior, es un escenario que todos los gobiernos sub-nacionales deberían
evitar y, por tanto, trabajar para que se incluyan en la planeación
energética nacional, mecanismos que garanticen el suministro regio-
nal y local.
Los mismo autores reflexionan en el sentido de que, si bien, los
gobiernos han buscado y conseguido un sistema energético de costos
bajos, al menos hasta la reciente subida de precios del petróleo. Esto ha
llevado al incremento del consumo y en paralelo ha permitido un sensi-
ble crecimiento económico en los países desarrollados. Sin embargo,
ese esquema anterior se vuelve insostenible ante la escalada reciente de
los últimos años, a causa del incremento de los precios de petróleo y del
incremento de los costos de las energías renovables, que sin duda enca-
recerán los costos del sistema energético de cada país, por lo cual, en el
210
Capítulo 9
mediano plazo debe hacerse énfasis en que la seguridad del suministro
no debe dejarse a las fuerzas del mercado, porque comprometería el
crecimiento mismo de las regiones al interior de los países, de su com-
petitividad y, por ende, de su sostenibilidad y desarrollo local.
En tal sentido, De Quinto, J. sostiene que la seguridad ener-
gética constituye en la actualidad uno de los temas centrales mun-
diales que afectan de forma espacial a las economías y la política de
seguridad de los Estados. Como es sabido, el entorno internacional
ha cambiado y los precios del petróleo y del gas no van a ser fáciles
de pronosticar. A esto se une otro factor fundamental, el aumento de
las emisiones de gases con efecto invernadero que provienen de la
producción y uso energético. Por lo que, “encontrar el equilibrio
entre la seguridad de suministro, impacto ambiental y precios, es la
clave de la política energética futura que entronca con otros objeti-
vos como la solidez de empresas nacionales (competitividad) o la
coherencia con otras políticas “sectoriales” (De Quinto, J. 200,
185-187). Lo anterior, puede asimilarse mejor, por medio de la si-
guiente Figura 1.

Figura 1 Componentes de la Seguridad Energética.

Fuente: Tomado de Quinto, Javier; 2007.


211
Capítulo 9
Adicionalmente, dicho autor, propone nueve medidas para fa-
cilitar la seguridad de suministro energético, que si bien, se hacen a
escala nacional para el caso español, pueden servir para orientar las
acciones en los ámbitos urbanos y regionales. Éstas se muestran a
continuación:

Requerimientos esenciales de toda política energética:

a) Suministro fiable, continuo y de alta calidad.


b) Para todos los consumidores (servicio universal)
c) A precios mínimos y competitivos.
d) Con el menor impacto medio ambiental posible y cumpliendo los
compromisos internacionales asumidos por el país en esta materia.
e) Manteniendo empresas sólidas y solventes, tanto por el lado de la
oferta como por el lado de la demanda.
Fuente: De Quinto, Javier; 2007.

Acciones para facilitar el suministro energético:

1. Diversificación de las fuentes primarias importadas, por tipo de com-


bustibles, por países de origen y por rutas de abastecimiento.
2. Diversificación de fuentes de generación eléctrica.
3. Promoción del ahorro, la eficiencia, las fuentes autóctonas y renova-
bles de energía, sabiendo que existen límites técnicos y económicos.
4. Aumento en la escala geográfica del mercado.
5. Incremento en el almacenamiento y uso eficiente de las reservas “es-
tratégicas” de energía.
6. Política exterior vinculada a los propios intereses energéticos
7. Regulación que promueva holgura de inversiones energéticas y una
operación conjunta de la seguridad en el abastecimiento de las ener-
gías primarias
8. Definir una política tecnológica-energética
9. Promoción de una nueva relación del Estado y agentes energéticos,
que facilite esta y otras premisas y regulaciones con objeto de asegurar
el suministro.
Fuente: De Quinto, Javier; 2007.
212
Capítulo 9
Por otra parte, de acuerdo con Escribano, G. la Seguridad
Energética (SE) es un concepto elusivo (vago, poco operativo) en
donde predomina la visión de corto plazo, a expensas de otra de largo
plazo, basada en la reducción de la vulnerabilidad y aumentar las
interconexiones de las redes energéticas. Dicho autor destaca que “la
seguridad energética es un concepto multidimensional” y el concepto
similar con el que se equipara es el de “Seguridad de Abastecimien-
to”, con un contenido básicamente Geopolítico.
Por ende, la definición más extendida es “disponibilidad de una ofer-
ta adecuada de energía a precios asumibles” (AEI, 2001). Aunque
ésta es poco operativa y que abarca 2 términos:

 1) Cantidad de hidrocarburos suministrados a un precio determinado.


 2) Concepto psicológico de seguridad basado en la percepción, por lo
tanto, de carácter subjetivo (R. Skinner, 2006).

Escribano destaca que mientras que otras dimensiones de la


seguridad energética se refieren a la seguridad de las instalaciones, la
seguridad ambiental, la seguridad social y la seguridad en función de
la eficiencia de los mercados. Incluso la SE es una externalidad, ya
que el beneficio de la misma, es superior al privado, lo que significa
una necesaria intervención del Estado para proveer la cantidad ópti-
ma. Por ende, su consecución como objetivo, depende del contexto
internacional a largo plazo, de la situación geopolítica y de la evolu-
ción de los mercados energéticos.
Por otra parte, en cuanto a los escenarios internacionales para ga-
rantizar la seguridad energética, Escribano, destaca que predominan
dos visiones, el de “Mercados e Instituciones” y el de “imperios y
Regiones”. Así, para la Shell Global Scenarios, en un estudio de di-
cho organismo, refiere que existen de 3 tipos de garantizar la seguri-
dad energética:

 a) Global de baja confianza, cuyos mecanismos son la diversificación de


la oferta y promover fuentes propias, y fortalecer políticas energéticas
de oferta, mediante el énfasis en recursos propios e interconexión de
redes.
213
Capítulo 9
 b) puertas abiertas y,
 c) Banderas, con énfasis en cuestiones nacionalistas (Escribano, G.
2006: 3-12).

Por lo anterior, cabe indicar que para el caso mexicano se


aplica el inciso a) el esquema global de baja confianza, en donde se
está optando por la diversificación de las fuentes de oferta de energé-
ticos, así como promover las fuentes propias de oferta, por ejemplo,
de gas natural, haciendo énfasis en desarrollar los recursos propios y
construir redes de ductos y desarrollar la interconexión de las redes.
No obstante lo anterior, “el significado de una seguridad
energética…se cifra inevitablemente en las fuentes renovables de
energía, pues si se toma como referente que éstas se basan en los
flujos y ciclos naturales del planeta, esa capacidad de regeneración
es la que caracteriza la sostenibilidad en el tiempo…” (Gómez-
Patiño, Dilia P.; 2010, pp-207-208). Por lo tanto, la búsqueda de su
consecución debe girar en torno a fomentar las energías renovables
en los ámbitos urbanos y regionales.
Finalmente, la Estrategia Nacional de Energía (ENE) 2013-
2018, del actual gobierno federal en México, refiere que la seguridad
energética, implícita en la política sectorial nacional, consiste en pro-
curar e incrementar la producción doméstica -de petrolíferos- , insis-
tir en el ahorro y uso eficiente de la energía, incluso promover acti-
vamente las energías renovables y otras alternas, sobre todo, procu-
rar garantizar la disponibilidad de los recursos energéticos, en los
cuales somos deficitarios y dependientes de otros países –gasolina y
gas natural- a precios “razonables y estables” en el mediano y largo
plazos.
Cabe aclarar que, la seguridad de suministro también podría
implicar, como país superavitario de crudo, acotar o reducir los nive-
les de extracción-exportación de petróleo con el objetivo de garanti-
zar mayores niveles de reservas/producción que permitan satisfacer
la demanda interna y de esta forma, minimizar los riesgos para el
país en el largo plazo. Como puede notarse, la SE constituye un con-
cepto macro y multidimensional.
214
Capítulo 9

2.2. El concepto de Autonomía Energética

A diferencia del concepto de seguridad energética, que como


ya se observó, implica todo un soporte institucional de política ener-
gética macroeconómica, el concepto de autonomía energética alude a
los esfuerzos privados por garantizarse el suministro energético por
medio de inversiones en las energías renovables (hidro, solar, eólica,
geotérmica y agro-combusti-bles, principalmente), lo cual, supone un
cambio de paradigma sujeto a retos y resistencias múltiples que sor-
tean quienes se aventuran en su implementación, frente a la visión
imperante en el sistema energético internacional.
“Las escuelas del pensamiento unidimensional, que guían la
conducta de las políticas energéticas y los negocios de la energía,
transmiten una sensación superficial de seguridad a sus discípulos.
Todo aquel que se escapa de su influencia, debe enfrentarse a su li-
bertad” (Scheer H.2009, p. 256).

Por ello, éste mismo autor sostiene que:

“El concepto directriz para la autonomía energética significa


que el objetivo debe ser la puesta a disposición de la energía de
una forma que sea auto-determinada, no heterónoma; la energía
tiene que ser libre e independiente de limitaciones externas, libre
de las oportunidades de chantaje, y de intervención externa, uti-
lizada de acuerdo con el criterio de toma de decisiones indivi-
duales. A la larga, todas estas dimensiones de autonomía energética sólo
son posibles si se utiliza energía renovable.

La adquisición autónoma de energía renovable por una varie-


dad de actores es el único método que promete éxito, la única manera
de asegurarse de que se produzca el cambio energético necesario a
tiempo y de manera irreversible contra la lógica funcional del sistema
de energía tradicional. La autonomía energética no debería ser com-
prendida de forma dogmática; en cambio, describe una variedad de
planes de varias etapas, muchos de ellos individuales o sociales,
políticos o económicos, locales o nacionales. Se trata de la puesta en
215
Capítulo 9
marcha de un proceso de intensificación constante del grado de au-
tonomía en el suministro de energía, un proceso que lleva de una
autonomía parcial a una total, dependiendo de las oportunidades y
necesidades imperantes” (Scheer H.2009, p. 258).

3. ¿HACIAUNA TRANSICIÓN DE PARADIGMAS EN LA SE-


GURIDAD DE SUMINISTRO?

El presente apartado pretende mostrar que el enfoque imperante de la


seguridad energética (seguridad de abastecimiento) a nivel interna-
cional y nacional, se caracteriza por contar con una visión macroeco-
nómica, en donde predomina la noción de que las políticas públicas
nacionales (Política Energética) tienden a garantizar dicha seguridad
de suministro energético, gracias a las grandes inversiones basadas
en las mega-infraestructuras avaladas por la noción de la ingeniería
civil, que sustentan como garantía irreductible y continua el abaste-
cimiento energético –por fuentes primarias y secundarias- hacia las
regiones del interior de los países. Sin embargo, dicho paradigma
está resquebrajándose en la actualidad, al presentarse cada vez más
casos de inseguridad en el abastecimiento energético en algunas ciu-
dades y regiones de México, concretamente nos referiremos a las 19
“Alertas Críticas” en cuanto al suministro de Gas Natural, emitidas
por la autoridad en la materia, la Secretaría de Energía (SENER),
durante todo el año 2012 y la mitad del 2013, afectando con ello sig-
nificativamente a las regiones del bajío y occidente del país, y en
particular, a la región Guadalajara, que al estar ubicada al final del
único gasoducto que disponible el sistema nacional de gasoductos
hacia el centro-occidente del país, que ante la coyuntura del alza en
la demanda y, al mismo tiempo, la reducción, de la producción inter-
na del combustible, la región occidente y de Guadalajara, en particu-
lar, sufrió el desabasto de ese energético durante año y medio.
En resumen, las empresas que utilizan la mayor cantidad de
gas natural en México son Petróleos Mexicanos (PEMEX) y Comi-
sión Federal de Electricidad (CFE), mismas que dejaron de suminis-
trar ese combustible a las empresas privadas que lo utilizan de forma
216
Capítulo 9
intensiva en la región Guadalajara. Lo anterior, provocó un aumento
inusitado de las importaciones del mismo, ocasionando que el precio
del energético haya aumentado hasta más cinco veces del precio in-
ternacional (Enri Hubb), que se cotiza en el estado de Texas. Al pasar
del precio promedio de 4.5 dls por Unidad Térmica Británica (BTU -
equivalente al metro cúbico), en ese estado de la unión americana, a
22 dls por BTU, en el estado de Jalisco, precio pactado para sostener-
lo entre los años del 2013 al 2015.
Por ende, ante este escenario, algunas organizaciones empre-
sariales en México, y otras en la región Guadalajara, han comenzado
a tomar el problema de la seguridad energética en sus manos, a efec-
to de superar las fallas y vulnerabilidad en la seguridad del suminis-
tro; lo cual, viene a contrastar con la visión de las políticas públicas y
de las mega construcciones (Infraestructuras de ingeniería civil), para
terminar asumiendo el autoabastecimiento desde una perspectiva
microeconómica y, como un elemento estratégico de competitividad
sectorial, e incluso del desarrollo urbano y regional, es decir, desde la
perspectiva de la independencia energética de las organizaciones
empresariales e instituciones públicas, a escala regional y local. Co-
mo puede observarse en las características de la transición de para-
digmas entre ambos conceptos, Figura N° 2.

3.1 Innovaciones tecnológicas propulsoras del autoabaste-


cimiento eléctrico privado

3.1.1 Las plantas de Cogeneración

Esta innovación tecnológica se aplica desde hace un par de


décadas en los países desarrollados, la cual:

“Consisten en producir electricidad y energía térmica en forma apro-


vechable (calefacción, agua caliente, refrigeración, aire acondicionado)
a partir de un combustible, es decir, que a partir de una sola fuente de
energía se producen dos tipos diferentes de energía (electricidad y ca-
lor útil). En los sistemas tradicionales de generación de energía, como
es el caso de un generador diesel, se produce sólo un tipo de energía
217
Capítulo 9
(electricidad). Pero, a la vez que se genera electricidad, se produce un
calor que se escapa y no aprovechamos.

Figura N° 2.

Fuente: Elaboración propia.

Esto se aprecia también en las turbinas. Por ejemplo, en la


turbina de vapor, puede aprovecharse el calor que aún contiene el
vapor sobrante, para calentar agua, calefacción, etc., con esto tene-
mos un proceso de cogeneración. El vapor de la turbina procede de
una caldera, de donde sale a alta temperatura y aumenta la presión
hacia la turbina”. En resumen, “los sistemas de cogeneración (pro-
ducción de electricidad y calor útil a partir de una sola fuente energé-
tica) se están poniendo de moda en todo el mundo, por tener un ma-
218
Capítulo 9
yor rendimiento energético que los sistemas tradicionales. Incluso se
han desarrollado sistemas de tri-generación -producción de electrici-
dad, calor útil y frío, a partir de una sola fuente de energía” (Madrid
A. 2009:235-237).

3.1.2 Las plantas de Cogeneración de Ciclo Combinado

De igual forma, éste autor nos esclarece que en este caso se


utiliza la energía proporcionada por dos sistemas: una turbina de gas
y otra de vapor, para que un generador la transforme en electricidad.

“El sistema es simple. Se utilizan los gases que salen de la turbina de


gas para producir vapor que alimenta la turbina de vapor. El calor que
sale con el vapor de ésta última se transforma en energía útil. Ambas
turbinas producen electricidad, por lo que el sistema tiene una alta
eficiencia energética (85-90%)” (Madrid A. 2009:245).

Ambas innovaciones se explicitan en la siguiente Figura N° 3.

Figura N° 3

Fuente: Elaboración propia.


219
Capítulo 9
Fotografía N° 1, Planta de Generación Termoeléctrica de Ciclo Combinado.

Fuente: El Economista, 29/09/14, pp. 28-29.

3.2. La Generación de Energía Eléctrica Renovable en Mé-


xico

En lo que corresponde al avance de la generación eléctrica


renovable en México, hasta el año 2012, el gobierno federal, a través
de la Secretaría de Energía (SENER), mediante la Ley General de
Cambio Climático, trazó la meta de generar el 35% por esta vía del
total de la generación eléctrica nacional para el año 2024; respecto al
16% de la generación eléctrica renovable obtenida hasta el año 2013.
Cabe indicar que, en México en el año 2010 se alcanzó el
máximo porcentaje de generación renovable con el 18%. Así, mismo,
y con el fin de tener una idea clara de la distribución de la composi-
ción de la generación eléctrica renovable por tipo de fuente, el año
pasado la SENER informó que: 71% provino de la hidroeléctrica,
14% geotérmica, 9% eólica, 3% mini-hidroeléctrica y biomasa, res-
pectivamente. Mientras que en términos de producción de Gigawatts
por año, se generaron 264,398 en 2013, de los cuales, el 84% provino
de fuentes fósiles y el 16% de renovables (Sener, INER, 2014). Co-
mo puede observarse en la Figura N°4.
220
Capítulo 9
Figura N° 4

Fuente: El Economista, 21/01/14, p.5.


Por otra parte, en un estudio reciente del Departamento de
Comercio de los Estados Unidos (DOC por sus siglas en ingles), el
gobierno de ese país recomendó a sus empresas participar en este
subsector en México, acorde a los cambios que se esperan con la
reforma energética recién aprobada en diciembre de 2013 y, de la que
el Congreso de la Unión dictaminó las leyes secundarias durante los
primeros días de agosto de 2014.
Dicho organismo, el DOC, estima que el tamaño del mercado
de los equipos y servicios vinculados con las energías renovables, se
disparará de $2,052 millones de dólares (mdd) en 2013 a 27,164 mdd
en 2020, cantidad 12 veces mayor al tamaño de mercado del año pa-
sado. De forma paralela, se pronosticó que las importaciones mexi-
canas de equipos y servicios vinculados con las energías renovables
aumentarán 23 veces en los próximos siete años, disparándose hasta
$17,371 mdd. Ver figura N° 5.
221
Capítulo 9
Cabe aclarar, que las importaciones abarcan desde compuer-
tas, cables y turbinas, hasta hélices y, torres para la industria eólica
(Fotografía N°1), paneles solares y calderas de vapor de agua, así
como motores transformadores y generadores eléctricos, entre otros
implementos y accesorios (El Economista, 21/01/13, pp. 5-6).
Figura N° 5

Fuente: El Economista, 21/01/14, p.4.

4. PROYECTOS AUTORIZADOS DE AUTONOMÍA ENERGÉ-


TICA (PÚBLICOS Y PRIVADOS), CON BASE EN GAS NA-
TURAL Y ENERGÍAS RENOVABLES EN MÉXICO.

Bajo este tipo de innovaciones tecnológicas, en México cada vez más


firmas optan por el autoabastecimiento de electricidad, con el cual dejan
de comprar la energía a la Comisión Federal de Electricidad CFE, y solo
le pagan al gobierno federal por la transmisión de lo que generan o
compran a un tercer operador, que funciona como socio, con el permiso
otorgado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
222
Capítulo 9
Al respecto, cabe señalar que el consumo por autoabasteci-
miento en la red reportado por el gobierno de México en el año 2012,
alcanzó los 15,329 Gigawats hora (GWh), mientras que el programa
de obras e inversiones del sector eléctrico de la CFE, estableció que
en el año 2008 el consumo de electricidad por auto-abasto remoto fue
de 10,140 GWh, es decir, se obtuvo un crecimiento de 51%.
De acuerdo con los reportes de la CRE, de los 658 contratos
otorgados hasta el año 2008, el regulador llegó a un record de 935 per-
misos en el 2012; de éstos, permanecen vigentes 680 permisos, ya que,
se efectuaron en diversos plazos o no se ejecutaron tras su entrega.
Por su parte, la inversión de los permisionarios que generan
electricidad para autoabastecimiento, ascendió a $12,901 mdd, hasta
el año 2012, según la CFE, en horas que van desde el consumo local
con plantas de diesel o cogeneración con vapor y paneles solares,
hasta las grandes Eolo-eléctricas en el estado de Oaxaca, o las termo-
eléctricas para usos mineros ubicadas en el noreste del país. Algunas
de las principales empresas que poseen estos permisos de autoabaste-
cimiento, se enlistan en las tablas 1 y 2.

Tabla 1- Algunos permisionarios vigentes con autogeneración eléctrica en México.


Empresa Capacidad de Fuente (Innovación)
Generación
Alfa 1.98 MW Combustión Interna
Altos Hornos de México 1.84 MW Ciclo Combinado gas-vapor
Barcel 720 MW Combustión Interna
Bayer 1.20 MW Combustión Interna
Cervecería Cuauhtémoc 26.3 MW Eólica
Nestlé 42 MW Eólica- Combustión Interna
Nissan 22 MW Eólica
Jugos del Valle 12 MW Eólica
Vidrio Plano de México 11.4 MW Combustión Interna
Unilever 8 MW Combustión Interna
Tía Rosa 1.5 MW Combustión Interna
Peñoles 260 MW Termoeléctrica-vapor
Cemex 471 MW Eólica
Ford 9.6 MW Combustión Interna
Kimberly Clark 84 MW Termoeléctrica-vapor
Fuente: CRE.

223
Capítulo 9
Tabla 2. Empresas con Mayores Permisos de Autoabastecimiento.
Empresa Permisos
Waltmart 108
Pemex 48
Bimbo 24
HEB 24
Telmex 18
Liverpool 13
Palacio de Hierro 6
Mabe 6
Barcel 5
Fuente: CRE.

Cabe mencionar que, el principal motivo por el que las em-


presas optan por el auto-abasto energético es, sin duda, la rentabili-
dad de la generación eléctrica frente a las tarifas de la CFE, lo que
redunda en un doble beneficio: al permitirles elevar su competitivi-
dad y reducir sus costos operativos, según Manuel Gómez Peña, di-
rector de sustentabilidad y energía de Walmart (El Economista,
06/09/13, p. 18).
Por su parte, según la CRE, la inversión total estimada en in-
fraestructura para electricidad por parte de los privados, desde hace
22 años, es de $40,011 mdd, lo que significa que los consorcios dedi-
cados al auto-abasto son los que mayores ingresos han dejado al sec-
tor eléctrico, aportando 44% del total. Por cierto, a fines de marzo de
2014, las empresas de autoabastecimiento contaban con 12,253 Me-
gavatios instalados, que representan 19% de la capacidad instalada a
nivel nacional, pero que son 23% del volumen que tiene instalado la
CFE, dadas las situaciones de intermitencia en estos sistemas.
En términos de generación, las empresas de auto-abasto al-
canzaron 63,992 GWh, en el año 2013, que representan 17% del total
nacional y equivalen a 23% de lo generado por la CFE, según lo re-
portado para ese año.
Por otra parte, algunas otras compañías con este tipo de per-
misos son: ABB, Liverpool, Proctel & Gamble, Cinemex, Compañía
Minera Autlán y Grupo Salinas, entre muchas otras empresas a las
que la ley concedió permisos para apartar capacidad, construir sus
224
Capítulo 9
centrales y generar su propia energía. Cabe señalar que, a partir de
2015 éstas empresas podrán vender a los grandes consumidores, que
entre las grandes y medianas empresas abarcan el 58% de los usua-
rios de la CFE.
De acuerdo con la CRE, en marzo de 2014, de los 740 permi-
sos vigentes para generación de electricidad, por parte de privados,
62% fue de auto-abasto, mientras que el resto se ha repartido entre
pequeños productores, cogeneradores, importadores y exportadores
de electricidad (El Economista, 07/05/14, p.16).
Otra empresa mexicana de supermercados o comercio mino-
rista de reciente incorporación a estos esquemas es la norteña Soria-
na, la segunda mayor cadena de supermercados del país, informó que
el martes 22 de abril del 2014, inició la operación de su primer par-
que eólico bajo un esquema de autoabastecimiento de energía y que
espera construir otros cuatro en el mediano plazo. En un comunicado
se detalló que el parque, que estará localizado en la ciudad fronteriza
de Reynosa, Tamaulipas; el cual, se realizó en conjunto con la em-
presa mexicana Gemex y la suiza Grupo ECOS. A su vez, se precisó
que "La energía generada anualmente será de 186 millones de KWH
(kilowatts-hora) utilizados para abastecer 163 tiendas (...) generando
un ahorro significativo en cientos de millones de pesos".
Por otro lado, en enero del 2013, cuando inició el proyecto, se
informó que el monto de la inversión sería de más de 130 millones de
dólares, los que fueron financiados por Banorte y el Banco de Desa-
rrollo de América del Norte. En el mediano plazo, la empresa con-
templa participar en la construcción de otros cuatro parques eólicos,
para abastecer de energía a todas sus tiendas actuales.

4.1. Proyectos de Autonomía Eléctrica Eólica y Solar, en


desarrollo entre 2014 y 2015

4.1.1. Proyectos Eólicos


En un trabajo reciente, Arzate E. nos orienta sobre el origen
de la palabra Eólico, la cual, deriva del griego Eolo, que era el Dios
del viento en la mitología griega, de ahí que a la electricidad produ-
cida por el viento, se le conozca como energía eólica.
225
Capítulo 9
Aunque la energía eólica se conoce desde hace varias déca-
das, “en México hasta hace 20 años era inviable, debido a los altos
costos que representaba la tecnología, pero la acción decidida de paí-
ses como Alemania, España, Estados Unidos y Dinamarca, permitió
la caída en los precios de los equipos para el aprovechamiento del
viento en la generación de electricidad” (Arzate E. P&E, p.48).
Así, en 1994 la CFE desarrolló un plan piloto para instalar aero-
generadores en el istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, con una capacidad
para producir 1.7 Mega Watts (MW), y en 1998 la CRE otorgó el pri-
mer permiso para instalar una planta eólica en esa entidad federativa.
Desde entonces y hasta el cierre de 2013, la CRE ha expedido
54 permisos para la generación de energía eólica, de los cuales, 44
(81.4%) fueron bajo la figura legal de autoabastecimiento, mediante
la cual, los productores privados instalan una central y consumen la
energía. Cuando la planta genera más de lo que los auto-consu-
midores requieren, los excedentes son tomados por la CFE, aspecto
que cambiará, a partir de agosto de 2014, con la puesta en marcha de
las leyes secundarias de la reforma energética, en lo sucesivo, podrán
vender al mejor postor los excedentes de energía eléctrica generados
por los auto-generadores privados.
Fotografía N° 2, Torres de Generación Eólica.

Fuente: El Economista, 21/01/14, p. 5.


Arzate E. destaca que en el ámbito mundial, la energía eólica
contribuye con alrededor del 60% de la energía renovable que se
produce, por lo que se estima que el dinamismo que ha adquirido
recientemente, se estimulará con la reciente reforma energética de
México, aprobada en diciembre del 2013.
226
Capítulo 9
Cabe mencionar que, de los 2,500 MW que se tenían como meta
para alcanzar como capacidad instalada de energía eólica durante el
sexenio del presidente Felipe Calderón, se llegó a 1524 MW de capaci-
dad al cierre del año de 2013, suficientes para abastecer 300 mil hogares
con consumos bajos de energía. Pero no se logró la meta fijada.
Por otra parte, y respecto a la distribución de los proyectos
eólicos en México, cabe indicar que ya operan o están en construc-
ción proyectos en 10 entidades federativas, de acuerdo con informa-
ción de la CRE, se revela que de los 54 permisos para proyectos eóli-
cos, bajo esquemas de autoabastecimiento operarán (44); como pro-
ductores privados independientes (5); y para exportación (3), el resto
serán para la CFE.
En cuanto a la distribución por entidad federativa, 24 corres-
ponden al estado de Oaxaca; 13 a Tamaulipas; 4 a Nuevo León y
Baja California; 3 en Chiapas; 2 en Coahuila y 1 en Sonora, Jalisco,
San Luis Potosí y Veracruz, respectivamente. Así, mismo, entre 2014
y 2015 se pondrán en marcha 26 nuevos parques eólicos a lo largo y
ancho del territorio nacional, en éstos se estima una inversión de
4,496 mdd, (Arzate E. P&E, p.51).

4.1.2. Proyectos de Paneles Solares

En cuanto a proyectos de energía solar, cabe señalar que la


Empresa Soriana, opera alrededor de 660 unidades comerciales en el
país, la cual, ya había anunciado en mayo de 2013 una inversión de
130 millones de pesos (unos 9.8 millones de dólares) para un proyec-
to de energía solar que contemplaba la instalación de paneles en 10
de sus unidades.
En efecto, cabe señalar que Soriana también tiene un contrato
a 20 años con la firma coreana Hanwha Q Cells, para instalar paneles
solares en 120 de sus tiendas, que las proveerán de energía renova-
ble. Dicha empresa con sede en Alemania, informó que está instalan-
do paneles solares en las tiendas Soriana y espera completar las 120
tiendas a principios del 2015. El sistema de paneles, el cual será fi-
nanciado por Hanwha, proveerá a 10 tiendas, de 31 megavatios
(MW) de energía solar. (El Economista, 22/04/14, p.15).
227
Capítulo 9
Otros 10 proyectos renovables están en marcha en México, de
los cuales cuatro son parques solares (Proyecto fotovoltaico “el
Llano”, “Granja solar sexto sol Hércules”, “Mexsolar I” y “Planta
solar fotovoltaica FRV Sonora III”; y estarán localizados en los esta-
dos de Aguascalientes, Coahuila, Guanajuato y Sonora, respectiva-
mente (El Economista, 08/01/14, p. 29).
Sin embargo, si bien, se están desarrollando algunos proyec-
tos solares en México como los referidos; en general, en la reforma
energética recién aprobada, “las acciones no son precisas en cuanto a
medidas concretas para incentivar las alternativas energéticas. De
hecho, se utiliza el concepto ´limpias´ en vez de renovables, lo cual,
no es solo un matiz lingüístico. El proyecto de ley de la industria
eléctrica, privilegia la energía generada de menor costo, que parece
ser un guiño al uso del gas natural en la generación eléctrica” (Godoy
E. 2014, P&E, p.48).
Así, mismo, cabe señalar que el Programa Nacional de Infra-
estructura (PNI) 2014-2018, contempla 7.7 billones de pesos, de los
cuales, 3.9 billones irán al sector energético. De éstos, 2.8 billones
corresponderán al gobierno federal y 1.1 billones a fuentes privadas,
bajo el esquema de asociaciones público-privadas. En cuanto a su
distribución, 3/4 partes irán a combustibles fósiles, y una cantidad
menor al desarrollo de las renovables. Por lo que, según Annex M. de
Bloomberg New Energy Finance, “las fuentes renovables necesitan
incentivos y metas claras” (Godoy E. 2014, P&E, p. 50).

5. CONCLUSIONES PRELIMINARES

En resumen, los casos de autoabastecimiento energético referidos, ya


sea, mediante innovaciones tecnológicas con base en los sistemas de
cogeneración (ciclo combinado) y energías renovables, solo confirman
la urgente necesidad de impulsar mecanismos de interacción pública y
privada, para fortalecer la sostenibilidad energética en los entornos ur-
banos y regionales de los países en desarrollo como México.
Lo anterior, en función de una tendencia urbana que comien-
za a palparse: “En el futuro, centenares de millones de personas pro-
228
Capítulo 9
ducirán en sus casas, oficinas y fábricas su propia energía verde y
compartirán un internet energético” (Rifkin J. 2014).
Así, hasta el 21 de agosto de 2014, la Comisión Reguladora
de Energía, en México, tenía registradas 515 solicitudes de trámites
de modificación a nuevos permisos de autonomía energética. Con la
reforma energética, muchos cambiarán sus operaciones bajo las nue-
vas condiciones del mercado. De éstos, 400 son solicitudes de otor-
gamiento de generación eléctrica; 102 de modificación de permisos
ya existentes; 11 permisos de terminación y 2 más de transferencia
(El Financiero, 21/08/14, p.6).
Por su parte, el estado de Nuevo León, localizado en el No-
reste de México, es el primer estado del país en crear una Subsecre-
taría en Energía, dentro de la Secretaría Estatal de Desarrollo Eco-
nómico (El Economista, 20/02/14, p.27). Así como también de con-
formar un Consejo Estatal Energético para promover y apoyar todos
los proyectos emanados de las leyes secundarias de la reforma ener-
gética, autorizadas por el congreso de la unión, durante la primera
quincena de agosto de 2014. Por ende, sus autoridades, ciertas de que
su territorio forma parte de la “Cuenca de Burgos”, rica en petróleo y
gas shale, con éstas acciones demuestra estar al día en los retos que
impone la nueva reforma energética mexicana y se ponen a la van-
guardia en ese sentido.
Por ello, y a efecto de fortalecer las opciones de autonomía
energética en las regiones y ciudades latinoamericanas, Hermann
Scheer precisa que:
“El principio de la autonomía política energética, por lo tanto,
es el siguiente: tanta regulación internacional como sea necesaria
y tanta política descentralizada como sea posible. Aplicado a la
política energética, esto significa que es necesario que las estra-
tegias comunales y regionales no esperen la aprobación de estra-
tegias nacionales y contentarse con éstas; también son necesa-
rias estrategias de Estado único que no requieran esperar las in-
ternacionales” (Scheer H. 2009, p. 269)”.

Finalmente, con base a lo anterior, una tarea fundamental de


los gobiernos debe consistir en instaurar cambios de hábitos en di-
229
Capítulo 9
versos frentes, a efecto de fortalecer las opciones de generación de
infraestructuras orientadas hacia la autonomía energética, a partir de
opciones de “energías limpias” y de energías renovables; las que, en
conjunto aporten al fortalecimiento de la sustentabilidad en las ciu-
dades.

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230
C A P Í T U L O 10
Insumo Energético Alternativo Para
La Producción De Biocombustible

Juan Marroquín Arreola1


José Francisco Martínez Sánchez2

Sumario: 1. Introducción, 2. Áreas de potencial productivo, 3. Condiciones


socioeconómicas y geográficas del estado de Hidalgo, 4. Análisis del impacto
económico y social de producir la Jatropha en el estado de Hidalgo, 5. Conclu-
siones, 6. Bibliografía.

Resumen

El objetivo de este documento es analizar el impacto económico y


social de crear un espacio agrícola para la producción de la Jatropha
en el estado de Hidalgo que lo convierta en un importante proveedor
de insumos para la fabricación de biocombustible utilizado en la
aviación comercial, considerando las condiciones de altitud, precipi-
tación, temperatura, pendiente y uso del suelo; así como las caracte-
rísticas socioeconómicas y geográficas de la región.
Palabras clave: energéticos, recursos naturales, sustentabilidad

1
Profesor-investigador en la Sección de Estudios de Posgrado e Investigación de la
Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional. Dirección postal:
Plan de Agua Prieta # 66, col. Plutarco Elías Calles, Del. Miguel Hidalgo, México
D.F., Tel. 57296300 ext. 62037. Correo: juanmarro@gmail.com
2
Profesor-investigador en la Escuela Superior de Apan de la Universidad Autóno-
ma del Estado de Hidalgo. Dirección postal: Ciudad Universitaria Carr. Pachuca-
Tulancingo, km. 4.5, Pachuca, Hgo. Tel. (01 771) 7172 000. Correo: mar-
zan677@hotmail.com
231
Capítulo 10

Clasificación JEL: O12, O16, R51

Abstract

The aim of this paper is to analyze the economic and social impact of
creating a space for agricultural production of Jatropha in the state of
Hidalgo in order to turn it into a major supplier of materials for the
manufacture of biofuel used in commercial aviation, considering the
conditions of altitude, rainfall, temperature, slope and land use, and
socio-economic and geographic characteristics of the region.

Keywords: energy, natural resources, sustainability

JEL Classification: O12, O16, R51

232
Capítulo 10

1. INTRODUCCIÓN

En los últimos años ante la necesidad creciente de asegurar el abasto


energético, el incremento constante en el precio del petróleo, y la
mayor preocupación internacional de los efectos del calentamiento
global generados por las emisiones de gases de efecto invernadero
(GEI), se ha impulsado la búsqueda de fuentes de energía renovables.
En esta lógica surge el interés de usar insumos agropecuarios como
fuentes de materia prima para la producción de biocombustibles. En
algunos países de América del sur, como Brasil, ya existe una amplia
experiencia en la producción de etanol a partir de la caña de azúcar y
en menor proporción biodiesel que se produce a partir de aceites ve-
getales como la soya.
En México no se dispone de suficiente materia prima de es-
pecies oleaginosas como soya, cacahuate, cártamo y palma de aceite
para la alimentación humana y se importa más del 90 por ciento de
grano para atender la demanda nacional, por lo que resulta difícil
considerar el uso de cultivos actualmente establecidos para la pro-
ducción de biocombustibles; además la política actual del gobierno
federal es no usar cultivos alimenticios para obtener biocombustibles.
De acuerdo a lo anterior, la producción masiva de biodiesel en Méxi-
co no es viable a partir de las especies cultivadas en forma comercial
y empleadas para alimentación humana.
En este contexto, se considera pertinente y necesario explorar
nuevas fuentes generadoras de energía renovable a partir de otras
especies vegetales. Actualmente para el país, el piñón mexicano (Ja-
tropha curcas L.) es una de las especies agrícolas que reúnen las ma-
yores ventajas agronómicas y tecnológicas, tales como adaptación a
zonas tropicales, bajos requerimientos de agua, alto potencial de ren-
dimiento y disposición de riqueza genética para selección de varie-
dades (Zamarripa, et al., 2009).
A nivel mundial, gobiernos, organizaciones y organismos in-
ternacionales han promovido la siembra y uso de esta especie oleagi-
233
Capítulo 10
nosa por más de una década. Esto incluye al Banco Mundial; el Insti-
tuto Internacional de Investigaciones en Genética de las Plantas; Or-
ganizaciones de Asistencia Técnica de Austria, Holanda y Alemania;
y la Fundación Rockefeller, entre otros (Heller, 1996; Henning,
2000; Henning, 2002).
Actualmente la planta de Jatropha curcas está siendo cultiva-
da en la India, África y Latinoamérica con la finalidad de transformar
el aceite en biodiesel. En la búsqueda de biocombustibles, el uso del
aceite de piñón mexicano ha demostrado tener ventajas técnicas y
está posicionado como una oportunidad para el desarrollo agrícola en
las zonas tropicales y subtropicales (Zamarripa, 2011). A pesar que el
piñón mexicano es considerado una planta rústica, necesita de la
aplicación de componentes tecnológicos para su cultivo tales como
variedades mejoradas, fertilización, prácticas de poda, control de
plagas y enfermedades, cosecha y pos-cosecha, que ayudarán a obte-
ner productividad en el cultivo.
Este trabajo tiene el propósito de analizar el impacto econó-
mico y social de crear un espacio agrícola para la producción de la
Jatropha en el estado de Hidalgo que lo convierta en un importante
proveedor de insumos para la fabricación de biocombustible utiliza-
do en la aviación comercial, considerando las condiciones de altitud,
precipitación, temperatura, pendiente y uso del suelo; así como las
características socioeconómicas y geográficas de la región.
En el apartado II se describen las condiciones climatológicas
y geográficas para la producción de la Jatropha y el potencial produc-
tivo del estado de Hidalgo. En el apartado III se describen las carac-
terísticas de clima y producción agrícola de las distintas regiones que
conforman el estado de Hidalgo. En el apartado IV se analizan las
ventajas de los biocombustibles y su impacto en el medio ambiente;
así como, los costos de la producción de la Jatropha y los beneficios
de crear espacios para su cultivo en el estado de Hidalgo; finalmente
en el apartado V se presentan las conclusiones.

234
Capítulo 10

2. ÁREAS DE POTENCIAL PRODUCTIVO

En el estado de Chiapas se observa el piñón principalmente en las


regiones del Soconusco, Centro y Fraylesca en altitudes que van del
nivel del mar hasta 800 m; con precipitaciones que varían de 600 mm
a 3,990 mm anuales y en lugares con temperaturas medias anuales de
23 a 26 ºC. No obstante, se ha observado el piñón en altitudes de
hasta 1,500 msnm y en regiones templadas como el municipio de
Siltepec, Chiapas (Zamarripa et al., 2009).
En otras regiones del mundo se le encuentra por debajo de los
1,200 msnm, en lugares con precipitaciones de 300 a 1,800 mm y
temperaturas de 18 a 28 ºC, aunque se cultiva en sitios con tempera-
turas hasta de 34 ºC (OFI-CATIE, 2007). Henning (2007) cita que el
piñón requiere un mínimo de 600 mm de precipitación anual para su
buen desarrollo. Jatropha curcas tiene amplia adaptación, rápido cre-
cimiento dependiendo de la variedad. En México existen las condi-
ciones agroecológicas para el cultivo de temporal del piñón, resulta-
do esperado en virtud del origen mexicano de la especie.
Kieffer (1986), reporta que Jatropha curcas tolera heladas de
baja intensidad y duración corta aunque pueden disminuir el rendi-
miento hasta un 25 %. Sin embargo las experiencias en México, par-
ticularmente en Sinaloa y Sonora indican que Jatropha curcas no to-
lera las heladas. Para el estudio del potencial productivo de Jatropha
curcas se utilizaron como variables la temperatura media anual, la
precipitación, la altitud, la textura y el tipo de suelo (Cuadro 1) y
(Figura 1).

235
Capítulo 10
Cuadro 1. Requerimientos agroecológicos para el piñón mexicano
(Jatropha curcas L.)
Potencial productivo
Variable Alto Medio Bajo
Temperatura media 18 - 28°C < 11°C
18 - 28°C
anual 28 - 32°C > 32°C
< 300 mm
Precipitación anual 900 - 1500 mm 300 - 900 mm
> 1500 mm
Altitud 0 - 900 msnm 900 - 1,500 msnm > 1,500 msnm
Textura de suelos Media gruesa Media gruesa Fina
Uso del suelo Uso agrícola de Uso agrícola de Uso agrícola de
temporal temporal temporal
Suelo Regosol Cambisol y feo- Vertisol, litosol y
zem rendzina
Fuente: Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecua-
rias (inifap).

Figura 1. Potencial productivo de Jatropha en zonas agrícolas de temporal.

Fuente: Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecua-


rias (inifap).
236
Capítulo 10
De acuerdo con el INIFAP el estado de Hidalgo tiene el si-
guiente potencial productivo de Jatropha en zonas agrícolas de tem-
poral:

Potencial
Municipio Alto Medio Total (Ha)
Agua Blanca de Iturbide 421.4 421.4
Jacala de Ledezma 326.9 326.9
La Misión 193.3 193.3
Nicolás Flores 801.3 801.3
Pacula 583.4 583.4
San Bartolo Tutotepec 107.2 107.2
Tlahuiltepa 5.7 5.7
Zimapán 41.0 41.0
Total 2,480.3 2,480.3
Fuente: elaboración propia en base a datos de INIFAP.

3. CONDICIONES SOCIOECONÓMICAS Y GEOGRÁFICAS DEL


ESTADO DE HIDALGO

El estado de Hidalgo cuenta con aproximadamente 2.6 millones de


habitantes, con el 10% de su población de 15 años o más analfabeta y
22.6% de su población de 15 años o más sin primaria completa, su
grado de marginación es alto y tiene un crecimiento del PIB Per cápi-
ta de tan sólo 0.51% resultado del lento crecimiento de la economía
hidalguense. Situado en la porción central del país, entre los estados
de México, Tlaxcala, Puebla, Veracruz, San Luis Potosí y Querétaro,
la entidad hidalguense, es tierra de profundos contrastes a lo largo y
ancho de sus 20,813 Kilómetros cuadrados, surcados en su parte me-
dia por la Sierra Madre Oriental, que recorre longitudinalmente todo
su territorio, dando paso a las 10 grandes regiones naturales que la
conforman geográficamente.
La huasteca, es la región más baja de la entidad, el clima es calu-
roso y húmedo, la vegetación es verde y muy variada: árboles de fina
madera como cedro, la caoba y el ébano; arbustos, yerbas y pastos para
su abundante producción de ganado; la Huasteca es rica en frutas tropi-
cales como: naranja, plátano, tamarindo, mamey, cacao, café y caña de
237
Capítulo 10
azúcar; su fauna es abundante. Hay aves, como garzas, tordos, alondras,
cotorras, palomas y colibríes; entre los mamíferos hallamos conejos,
tejones, tlacuaches y es posible encontrar algún jabalí, gato montés,
coyote y venado cuachichoco. Tiene reptiles pequeños y serpientes,
algunas muy venenosas, como la coralillo, la nauyaca y la ayacachtli o
cascabel; también encontramos ríos, como el Calabozos, Amajac, Can-
delaria y Hules, corrientes de agua que van a desembocar al río Pánuco
y luego al Golfo de México y varios arroyos.
La Sierra Alta, existen cerros que ya no tienen árboles; sin
embargo, todavía se encuentran tupidos bosques de pino, enebro, con
suelo blanquecino, a veces rojo oscuro, e incluso hay lugares ricos en
minerales como hierro, manganeso y zinc. En las laderas sin bosque
se cosecha maíz, frijol, chile, manzana, ciruela y café.
La Sierra Baja, el clima es semi seco, por lo que la vegetación
es escasa; en lo alto de las laderas crecen algunos encinos y, sobre
todo, matorrales. Los pequeños valles que se forman entre las barran-
cas son aprovechados para obtener cosechas de maíz, papa, chile,
tomate y garbanzo, también se cultivan plantas y árboles frutales
como los de piñón.
La Sierra Gorda, nace en el estado de Hidalgo, continúa por
los estados de Querétaro y Guanajuato y termina en San Luis Potosí.
El suelo de la región es muy rocoso y es muy difícil de recorrer y
Zimapán es la ciudad más importante de la región. En la Sierra gorda
los días son calurosos y las noches frías, el clima es seco y el suelo
árido en la parte sur. Al norte encontraremos algunos bosques de
pino, piñón, ocote, encino, enebro y nogal.
La Sierra de Tenango, es un lugar montañoso, con clima tem-
plado con lluvias en el verano. Con el agua de las presas El Tejocotal
y Omitémetl, se genera energía eléctrica. Se produce manzana, cirue-
la, cañada de azúcar, cebada y maíz. También, rosales, azaleas, be-
gonias, camelias y otras flores silvestres.
El Valle de Tulancingo, sus tierras son fértiles y debido al uso
de sistemas de riego, como canales, pozos o por goteo, que se empie-
za a utilizar, han logrado mejorar y aumentar la producción de una
238
Capítulo 10
gran variedad de frutas, como tejocotes, peras, membrillos, manza-
nas, capulines, y cultivos de maíz alfalfa, frijol y cebada.
La Comarca Minera, es una zona de peñas como la de Las
Monjas y Las Ventanas en El Chico, La Corona, El Jacal y el Horcón
en Huasca; las columnas de roca basáltica en Santa María Regla o las
Peñas Cargadas en Real del Monte. Existen bosques de oyamel, pino
y encino, es una de las Reservas Ecológicas Nacionales. En partes
poco húmedas crecen variedades de plantas resistentes a la sequía
como cactus, mezquite, maguey, nopal y otras. El clima es templado
con vientos fríos y hay pocas corrientes de agua. Por esta razón se
almacena en presas como las de San Antonio, el Cedral, Jaramillo y
la Estanzuela.
El Altiplano, la altiplanicie pulquera o llanos de Apan es un
terreno alto y casi plano con clima templado seco, propicio para la
cría de ovejas y cabras. Por su escasa lluvia durante el año la vegeta-
ción es poca, el cultivo más común es el maguey.
La Cuenca de México, su clima es templado seco, debido a
las pocas lluvias que se presentan en el año. Por esta razón, la agri-
cultura es poca productiva. A pesar de que las cosechas no son muy
seguras, se acostumbra sembrar trigo, cebada, frijol y haba. También
encontraremos nopales, mezquites un tipo de palma conocido como
yuca y, sobre todo pirules, que ayudan a evitar la erosión causada por
los fuertes vientos que en ella soplan.
El Valle del Mezquital, su vegetación está formada por mez-
quites, huizaches, pirules y ahuehutes a orillas del río Tula; nogales
en Tasquillo; biznagas, nopales, cardones, garambullos y otras plan-
tas de clima muy seco. Anteriormente el valle del Mezquital era una
de las regiones más pobres de la República. Actualmente produce la
mayor cantidad de alimentos en el estado. Se siembra maíz, frijol,
trigo, cebolla, tomate, jitomate, tuna, durazno y la cuarta parte del
chile verde que el país produce. También hay grandes cultivos de
alfalfa, esto permite la cría de ganado. En Tula se refina petróleo y se
produce energía eléctrica, se fabrican telas en Tepeji, y cementos en
Cruz Azul, Atotonilco y Huichapan. Tienen gran creatividad comer-
cial Ixmiquilpan y Actopan además se elaboran artesanías con ixtle,
vara, carrizo, hilo, barro y madera.
239
Capítulo 10

4. ANÁLISIS DEL IMPACTO ECONÓMICO Y SOCIAL DE PRO-


DUCIR LA JATROPHA EN EL ESTADO DE HIDALGO

En relación con los combustibles fósiles, los biocombustibles produ-


cidos de manera sustentable presentan una reducción en las emisio-
nes de CO2 a través de su ciclo de vida (Figura 2). El dióxido de car-
bono absorbido por las plantas durante el crecimiento de la biomasa
es aproximadamente equivalente a la cantidad de dióxido de carbono
producido cuando el combustible se quema en un motor de combus-
tión, el cual es devuelto a la atmósfera. Esto permite que los biocom-
bustibles sean neutrales al carbono a largo de su ciclo de vida. Sin
embargo, hay emisiones generadas durante la producción de bio-
combustibles, por ejemplo los equipos necesarios hacer crecer la co-
secha, el transporte de los bienes en bruto, proceso de refinación,
entre otros. Cuando estos elementos se tienen en cuenta, con el uso
de biocombustibles se espera que una reducción de las emisiones
totales de CO2 del ciclo de vida de hasta el 80% en comparación con
los combustibles fósiles.
La dependencia de las aerolíneas de la industria de los com-
bustibles fósiles significa que está afectado por una serie de fluctua-
ciones, como el cambio de precio del petróleo crudo y los problemas
de oferta y demanda. Los biocombustibles sustentables podrían ser
una alternativa atractiva ya que su producción no se limita a lugares
donde existan combustibles fósiles, lo que permite un suministro
geográfico más diverso. En teoría, las materias primas para biocom-
bustibles se pueden cultivar en muchos lugares del mundo, donde la
industria de la aviación lo necesita. Aunque, como para el petróleo,
es probable que haya grandes productores de materia prima para bio-
combustibles (que se requiera transporte para trasladar la materia
prima a donde tiene que ser utilizado), es también probable que pe-
queñas cadenas de suministro locales sean establecidas.
El combustible es el mayor costo de operación para la indus-
tria aérea. El cambio en el precio del petróleo crudo también hace
que sea muy difícil de planificar y presupuestar los gastos de explo-
tación a largo plazo. Los biocombustibles sustentables pueden ofre-
240
Capítulo 10
cer una solución a este problema, ya que su producción se puede rea-
lizar en todo el mundo través de diferentes cultivos, lo que reduce la
exposición de las aerolíneas a la volatilidad de los costos de combus-
tible que viene de una sola fuente de energía.
Los biocombustibles también pueden proporcionar beneficios
económicos a los países que tienen grandes extensiones de tierra que es
o no viable o marginales para los cultivos alimentarios, pero son ade-
cuados para el cultivo de la segunda generación de cultivos (entre las
que está la Jetropha) para biocombustibles. Muchos de estos, son países
en desarrollo que podrían beneficiarse enormemente de una nueva in-
dustria como la producción sostenible de biocombustibles de aviación.

Figura 2. Ciclo de vida del carbón con biocombutibles.

Fuente: Beginner’s guide to Aviation Biofuels.


De acuerdo con el documento Potenciales y Viabilidad del
Uso de Etanol y Biodiesel para el Transporte en México, publicado
por la Secretaría de Energía, el Banco Interamericano de Desarrollo y
la Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit en el 2006
(SENER-BID-GTZ) el rendimiento por hectárea, después de los 5
años puede alcanzar hasta 5 toneladas de semilla seca por hectárea
con semillas que contienen entre 35 y 40% de aceite. De estas 5 tone-
ladas 1.8 a 2 toneladas son de aceite y 3.25 toneladas de un subpro-
241
Capítulo 10
ducto que puede ser vendido como alimento para ganado: una torta
que contiene 57% de proteínas, el valor de la tonelada de torta es de
$508 pesos (este precio es para 2004, año de referencia del estudio).
Según el estudio del Instituto Nacional de Ecología, tomando
como base los datos de la primera planta de procesamiento de biodie-
sel establecida en Michoacán, se obtuvieron los siguientes costos:

Componente del costo


Costo agrícola (terreno y siembra) $ 1,800
Planta (1,100 a 1,500 plantas/ha). $ 3,500
Cosecha y transporte $ 1,800
Otros (fertilizantes, riegos, deshierbe) $ 4,000
Costo total $ 11,100 (1,019 dólares por hectárea)
Fuente: elaboración propia.

El costo final es elevado debido a que incluye la inversión


inicial en la compra de plantas o semillas y en la preparación del te-
rreno. En los años posteriores sólo hay que tomar en cuenta gastos de
fertilización, riego y limpieza del terreno y cosecha y transporte. Se-
gún el documento SENER-BID-GTZ, tomando en cuenta la expe-
riencia de otros países, se estima que el costo por hectárea en edad de
plena producción puede llegar a 1,150 pesos.
En ese mismo documento se calcula que el costo primo (es de-
cir, el costo sumado de la mano de obra y los insumos agrícolas direc-
tos) del litro de biodiesel es de 2.64 pesos, ya descontados los beneficios
de la venta de subproductos que se describen a continuación.
o Las cáscaras de la semilla tienen un alto contenido calórico (16 MJ por
kilogramo), por lo que se pueden usar o vender como combustibles
en las comunidades rurales del programa de estufas eficientes. Las es-
tufas eficientes funcionan con pellets de madera que tienen 18 MJ por
kilogramo, es decir, sólo dos más que las cáscaras de Jatropha.
o La semilla es rica en nitrógeno, fósforo y potasio, por lo que puede
emplearse como fertilizante natural de los propios campos de Jatrop-
ha o venderse para fertilizar otros cultivos.
o La pasta de las semillas (torta residual) tiene entre 58% y 60% de pro-
teína cruda y aminoácidos esenciales que puede ser vendida como
alimento para ganado a un 80% del precio de la pasta de soya.
242
Capítulo 10
En la figura 3 se presentan los costos, desde la inversión hasta el
mantenimiento, según el documento (SENER-BID-GTZ) y se com-
para con el precio del diesel producido por PEMEX.
Figura 3. Costos de producción del Biodiesel.

Fuente: SENER-BID-GTZ. / *Precios sin impuestos.


Como puede observarse, el costo de producción del biodiesel
es más alto que el del diesel PEMEX. Hay que tener en cuenta que
los resultados para la Jatropha tienen un alto grado de incertidumbre,
puesto que la planta no se cultiva comercialmente en México. Ade-
más, el precio de las materias primas es el componente del costo de
mayor importancia, ya que contribuye con una proporción que va del
59% al 91% del costo total. Finalmente, resalta la conveniencia y
utilidad de la producción de biodiesel en unidades agrícolas, espe-
cialmente cuando se considera la suma de valor agregado que aporta
y los subproductos de utilidad agrícola que ofrece.
La aviación en México tiene contemplado para el 2015 utili-
zar 40 millones de litros de biocombustible lo que representa el 1%
243
Capítulo 10
de total requerido (4 mil millones de litros), lo cual presenta un gran
reto a nivel nacional para crear zonas agrícolas que produzcan la ma-
teria prima para generar biocombustible a precios competitivos.
Considerando que el estado de Hidalgo tiene un potencial de
2,480 hectáreas de temporal para producir Jatropha principalmente
en la región de la Huasteca, Sierra Gorda y Sierra Baja, y que en el
mejor de los escenarios por cada 5 toneladas/ha se producen entre 1.8
y 2 toneladas de aceite y 3.25 toneladas de subproductos comerciali-
zables, se estaría produciendo un total de 4,464 toneladas de aceite
en aproximadamente 5 años, lo que representa una cantidad mínima
del biocombustible requerido a nivel nacional para el 2015.
Hidalgo es de los estados con mayor índice de marginación,
con limitado acceso a los servicios financieros y está en los últimos
lugares a nivel nacional en inversión extranjera directa. Un proyecto
de ésta naturaleza impulsaría de manera importante en primera ins-
tancia el desarrollo regional y en el mediano plazo el crecimiento del
estado, cuenta con las condiciones climatológicas y geográficas para
crear espacios agrícolas para la producción de Jetropha; sin embargo,
se deben generar las condiciones adecuadas destacando la partición
de los gobiernos locales, estatales y federales para apoyar a los inver-
sionistas con incentivos fiscales y programas para la adquisición de
infraestructura y financiamiento para capital de trabajo.
La comercialización del producto está garantizada por Aero-
puertos y Servicios Auxiliares quién es la responsable de proveer el
combustible a la aviación mexicana, se estima que para 2015 se re-
querirán 40 millones de biocombustible, por lo que los esfuerzos se
deben orientar a la plantación, cosecha, traslado y producción del
aceite; además de la comercialización de los subproductos generados.
Por lo tanto, es recomendable que además de contar con los plantíos
de Jatropha, se construyan en lugares cercanos plantas para el proce-
samiento y extracción del aceite de Jatropha para su envío a las refi-
nerías del estado para la producción del biodiesel.
Como se mencionó el mayor costo del biocombustible está en
la materia prima (producción de aceite de Jatropha) por lo que se
requieren realizar investigaciones científicas para mejorar la produc-
tividad de la planta que junto con tecnología de extracción pueden
244
Capítulo 10
disminuir los costos sensiblemente y de esta manera ser competitivos
en el mercado de combustibles. Desde el punto de vista financiero,
sería plausible crear un mercado de físicos de insumos alternativos
(Jatropha, Palma de aceite, Cártamo, entre otros) para regular el mer-
cado y evitar especulación en los precios y garantizar el abasto en
cualquier lugar donde se requiera el biocombustible.

5. CONCLUSIONES

La sustentabilidad en la producción de biocombustibles está dada por


no invadir los recursos naturales utilizados para la producción de
alimentos para el consumo humano y la disminución de emisión de
carbono a la atmósfera, en este sentido la Jatropha es un insumo que
puede ser altamente productivo bajo ciertas condiciones ambientales
y geográficas en el estado de Hidalgo sobre todo en las regiones de la
Huasteca, Sierra Gorda, Sierra alta y Sierra baja, en campos agrícolas
de temporal; sin embargo, la producción de Jatropha puede potencia-
lizarse utilizando sistemas de riesgo.
Por lo que respecta a la cadena productiva en la producción
de la Jatropha, el eslabón final, la comercialización, está garantizada
con una demanda para el 2015 de 40 millones de litros de biocom-
bustible, sin embargo, habrá que desarrollar los demás eslabones
relacionados con el cultivo, cosecha, transporte y procesamiento de
la planta para generar aceite.
Una ventaja competitiva del estado de Hidalgo es contar con
una de las principales refinerías en México (Tula) y próximamente la
construcción de una más, lo que permite disminuir costos de trans-
porte de la materia prima a las refinerías, aunque habrá que conside-
rar la modificación o creación de los procesos de refinación adecua-
dos para el manejo del aceite de Jatropha y los residuos tóxicos que
se generen. La legislación actual faculta exclusivamente a PEMEX
para los procesos de refinación, por lo que habrá que proponer modi-
ficaciones legislativas que permitan la participación acotada de la
empresa privada en este proceso de refinación y transporte.
La participación del gobierno es fundamental para el éxito de
la producción y comercialización de los biocombustibles, en primera
245
Capítulo 10
instancia con incentivos fiscales para las entidades públicas y priva-
das interesadas en la producción de la Jatropha, y segundo con pro-
gramas de apoyo para la adquisición de infraestructura y créditos
para capital de trabajo.
Finalmente, habrá que apoyar a los centros de investigación
interesados en potencializar la eficiencia en la producción de los dife-
rentes insumos para la generación de biocombustible con la finalidad
de que en el mediano plazo se sustituya en la aviación mexicana el
uso de combustibles fósiles por biocombustibles.

6. BIBLIOGRAFÍA

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246
C A P Í T U L O 11
La Energía Eólica,
En La Diversificación De
La Matriz Energética Del Ecuador1
Wind energy, in the diversification of the energy matrix in Equator

Julieta Evangelina Sánchez Cano2


Jessyn David Vera Pincay3

Sumario: 1. Introducción, 2. Contexto Energético Mundial, 3. Matriz Energética


en Ecuador, 4. Transición energética en Ecuador, 5. Potencialidad Eólica en
Ecuador, 6. Perspectivas de la energía eólica, 7. Conclusiones, 8. Bibliografía.

Resumen

Al cumplir cuatro décadas del auge petrolero en Ecuador, la econo-


mía del país se ha sostenido dependiente de los recursos obtenidos
hidrocarburos, claro está debido a la abundancia del mismo en la
Amazonía y a su alto valor en el mercado internacional. No obstante,
los hidrocarburos por ser recursos no renovables son finitos, su ex-
tracción en el tiempo sería cada vez más costosa, su balance energé-
tico sería cada vez más bajo y tendría mayores impactos medioam-
bientales. Ante ello, la propuesta estatal para el cambio de matriz
energética tiene como estrategia principal en el sector eléctrico im-

1
Este documento forma parte del proyecto “El sector energético del Ecuador y la
diversificación de la matriz energética: el caso de Manta”.
2
Prometeo Senior SENECSCYT, Investigadora en el Departamento Central de
Investigación de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí. Catedrática de la
Universidad Juárez del Estado de Durango, Facultad de Economía Contaduría y
Administración. Scholar visiting Columbia University. Miembro del SNI nivel 1.
Email: julieta.sanchez@uleam.edu.ec y julieta.san2009@hotmail.com
3
Auxiliar de investigación del Departamento Central de Investigación de la Uni-
versidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
247
Capítulo 11
pulsar el desarrollo de grandes centrales, sobre todo en la vertiente
amazónica; según el Consejo Nacional de Electricidad (CONELEC).
El 86 por ciento de la expansión planificada para el período 2009-
2020 será con base en fuentes hidroeléctricas, sin embargo, esta pla-
nificación no cumpliría con la meta 4.3.3. del Plan Nacional para el
Buen Vivir (PNBV) que consiste en alcanzar el 6 por ciento de fuen-
tes de energía renovable diferentes de la hidroelectricidad en la ma-
triz eléctrica. Entonces, la propuesta de cambio de matriz energética
oficial no conduce sino a la profundización de las dos grandes fuen-
tes tradicionales que ha tenido Ecuador: agua y petróleo. Ante esto,
diversificar aún más la matriz energética con más fuentes de energía
renovable aportaría a una mayor seguridad energética y una menor
vulnerabilidad del suministro de energía a mediano y largo plazo,
con esta finalidad se evaluaron las tecnologías de fuentes de energía
renovable no hidroeléctricas y se identificó que estudios sobre la
energía eólica presentan zonas de buen potencial para generación con
turbinas en tierras en las crestas de montañas y en emplazamientos
cerca del litoral.
Palabras claves: matriz energética, energías renovables, diversificación ener-
gética.

Abstract

When completing four decades of the oil boom in Ecuador, the coun-
try's economy has clearly sustained oil-dependent, of course due to
the abundance of it in the Amazon and its high value in the interna-
tional market, being a non-renewable resource will exhaust at some
point, so be unsustainable in the medium term traditional power gen-
eration; State proposal to change the energy matrix's main strategy in
the electricity sector to boost the development of large power plants,
particularly in the Amazonian slopes; according to the National Elec-
tricity Council (CONELEC), 86 percent of the planned expansion for
the 2009-2020 period will be based on hydro sources, however, this
plan would not meet the goal 4.3.3. National Plan for Good Living
(PNBV) consisting reach 6 percent of different renewable energy
248
Capítulo 11
sources of hydropower in the energy matrix, then the proposed
change of official energy matrix can only lead to the deepening of
two traditional sources Ecuador has had: water and oil. Given this,
diversify energy sources over renewable energy sources contribute to
greater energy security and reduced vulnerability to energy supply in
the medium and long term, for this purpose technologies non-hydro
renewable sources of energy are evaluated and identified that wind
power has areas of good potential for generation turbines on land in
the mountain ridges and near shore locations.
Key words: energy matrix, renewable energy, energy diversification.

1. INTRODUCCIÓN

El crecimiento poblacional y el desarrollo económico han derivado al


excesivo consumo de energía en el mundo, el cual se ha sustentado
en combustibles fósiles: petróleo, gas natural y carbón; los cuales
brindan el 80 por ciento de toda la energía primaria consumida en el
mundo, causando con ello efectos negativos a la atmosfera como
consecuencia de su emisión de gases de efecto invernadero (GEI);
por ello, es apremiante la producción de energía limpia al tiempo que
se mitiga el cambio climático. Las principales razones por las cuales
es necesaria la implementación de energías alternativas también lla-
madas renovables son: la mitigación del cambio climático, la depen-
dencia de los hidrocarburos y la obtención de la seguridad energética;
factores que configuran las bases para la visión de una revolución
energética donde la matriz energética empiece a sustentarse en fuen-
tes de energía renovable. La energía renovable tiene el potencial de
proveer múltiples beneficios como son mejoras ambientales globales
y locales, acceso a energía para áreas rurales.
Ecuador siendo un país en vías de desarrollo empezó la mo-
dernización de su economía con la explotación petrolera, como resul-
tado de ello, ha tenido una demanda de energía creciente y una mo-
dernización de su matriz energética que constituyó a los combusti-
bles fósiles como la principal fuente de energía y a la hidroelectrici-
dad en la principal fuente de electricidad. Así, en 2008, el petróleo
249
Capítulo 11
representaba el 84 por ciento de la matriz energética y la hidroelec-
tricidad el 59 por ciento de la matriz eléctrica, con un 38 por ciento
de electricidad generada en centrales térmicas de combustibles fósi-
les, mientras que otras fuentes de energía renovable como solar, eóli-
ca y geotérmica no constituían ni el 1 por ciento, según el Concejo
Nacional de Electricidad (CONELEC).
Ante la fuerte dependencia del petróleo como fuente produc-
tora de energía, diversificar la matriz energética es una prioridad para
un país en vías de desarrollo como el Ecuador, esta es una de las
principales razones por las que es fundamental ejecutar un plan de
investigación de energías renovables, entre las cuales destaca la ge-
neración de energía a partir del viento, energía eólica, cuya genera-
ción es en la actualidad rentable por lo que se prevé que para el año
2020 triplique su producción. De esta forma, esta investigación trata
del desafío que comprende lograr la diversificación de la matriz
energética del Ecuador teniendo como eje de partida la energía eóli-
ca, debido al alto potencial que representa.

2. CONTEXTO ENERGÉTICO MUNDIAL

El mundo emplea principalmente las fuentes energéticas primarias no


renovables como productores de energía, como lo son los combustibles
fósiles: petróleo, carbón mineral y gas natural; ello contribuye por un
lado a que el medioambiente sea afectado debido a que su producción
tiene fuertes impactos medioambientales y por otro lado, la utilización y
quema de hidrocarburos son los principales emisores de CO2, causante
del calentamiento global y el efecto invernadero. En cuanto a la produc-
ción de energía es notoria la dependencia de los combustibles fósiles
para la subsistencia de las sociedad actual, ya que ésta tiene un creci-
miento económico y un consumo energético cada vez mayor. Ante ello
es un reto diversificar la matriz energética y establecer como prioridad
los proyectos de generación de energías alternativas o energías ecológi-
camente limpias a nivel global (Vizhñay, 2013).

250
Capítulo 11
Figura 1: Matriz de energía a nivel mundial.

Nuclear Hidroeléctrico
6% 2% Petróleo
Otros 33%
11%

Carbón Mineral Gas natural


27% 21%

Fuente: Agencia Internacional de Energía (AIE).

3. MATRIZ ENERGÉTICA EN ECUADOR

Ecuador pese a tener un alto potencial de recursos energéticos, se


encuentra sumergido en una crisis de energía, situación dada por la
ausencia de planificación e inversión para el desarrollo y explotación
de fuentes de energías ecológicamente limpias y económicamente
sustentables. Además de la ausencia de una política de planificación
energética y de un proceso de desarrollo industrial, ya que Ecuador
tiene un crecimiento sostenido de la demanda energética, siendo de
1,9 veces el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), ello ha
motivado desequilibrios internos entre la oferta y demanda de ener-
gía; ya que la demanda nacional de energía no se encuentra los sufi-
cientemente cubierta por la oferta proveniente de la industria de la
refinación de hidrocarburos, lo que deja un balance negativo, que es
palpable por la creciente dependencia en la importación de producto
para cubrir la creciente demanda, problemática que se pretende solu-
cionar con la construcción de la Refinería del pacífico en la región de
Manabí.
251
Capítulo 11
Figura 2: Matriz Energética Ecuatoriana

4% 3%
4% Petróleo

Gas Natural

Hidroeléctricas

89%
Leña, productos de caña
y otros

Fuente: Ministerio de Energías Renovables.

En cuanto a la generación de energía eléctrica, ésta no abaste-


ce en su totalidad la demanda del país, a través de las hidroeléctricas,
situación que obliga a comprar energía a termoeléctricas de países
vecinos. No obstante, se destaca que se están haciendo inversiones en
este tipo de recursos y se ha conseguido el aumento de 3011 GWh de
generación de electricidad con nuevas hidroeléctricas del 2007 al
2012, disminuyendo en 1215 GWh la generación de electricidad por
medio de centrales térmicas. (Globedia, 2013).

Figura 3: Demanda Energética Sectorizada.

4% 4% Transporte

Industria
19%
Residencial
52%
21%
Comercial y servicios

Sectores de la
economía

Fuente: Ministerio de Electricidad y Energías Renovables (MEER).


252
Capítulo 11

4. TRANSICIÓN ENERGÉTICA EN ECUADOR

Ecuador posee un valioso potencial en recursos energéticos renova-


bles, los cuales no han sido esgrimidos en su máxima capacidad de-
bido a distintos factores, entre los cuales destacan: la relativa abun-
dancia de petróleo el cual es explotado como prioridad desde la dé-
cada de los 70, y la crisis de la deuda externa iniciada en el año de
1982; motivos por los cuales el desarrollo de energías renovables han
sido descontinuos, exiguos y se han concentrado sólo en grandes
proyectos hidroeléctricos, los cuales han sufrido deficiencias serias
en la ejecución de su propósito. La innovación energética mediante la
adopción de fuentes renovables para la diversificación de la matriz
energética es una necesidad en Ecuador, debido al progresivo agota-
miento de petróleo en un futuro ya que es un recurso no renovable, y
al interés del gobierno por disminuir la dependencia de éste recurso.
Adicionalmente se justifica la implementación de energía renovable
tanto por la necesidad de la diversificación de la matriz energética y
productiva, como por los impactos ambientales que representan la
extracción y utilización de petróleo, lo que causa gran afectación al
medioambiente en sus recursos naturales y la biodiversidad, los cua-
les constituyen la verdadera y perdurable riqueza que tiene Ecuador;
además de que la energía renovable es más limpia y contribuye a la
ponderable mitigación de los efectos nocivos del cambio climático,
factor protagonista en la amenaza de la sustentabilidad global en la
actualidad (Larrea, 2012).
La matriz energética es la cuantificación de los recursos ener-
géticos de un país o región; la oferta y la demanda de energía; la
transformación de cada una de las fuentes de energía; así como el
inventario de recursos energéticos disponibles y la forma en que son
utilizados; considerando su evolución histórica y su proyección futu-
ra. Constituyendo una herramienta para la definición de políticas de
mediano y largo plazo, identificación de estrategias y ubicación de
proyectos. En Ecuador los aspectos generales que orientan a la plani-
ficación energética y dentro de ella, la del sector eléctrico, constan
253
Capítulo 11
en: La Constitución de la República, vigente desde 2008; y en el Plan
Nacional Para El Buen Vivir 2009- 2013 (PNVB), en dicha planifi-
cación aprueban instaurar los principios para el desarrollo de proyec-
tos imperiosos para reorientar al sistema energético nacional, para
que éste sea amigable con el ambiente y a su vez otorgue tanto efi-
ciencia como eficacia energética (Asociación de Servicios Públicos ,
2013).
Actualmente, mediante el PNBV realizado por parte de La
Secretaria Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES), se
constató la realidad de la matriz energética, la cual indicaba que
Ecuador es un país exportador de materias primas, es decir bienes de
bajo valor agregado e importador de bienes industrializados, motivo
por el que se estableció la necesidad de aprovechar al máximo el po-
tencial hídrico, para producir electricidad, sin descuidar diferentes
fuentes energéticas, como, solar, eólica, geotérmica etc., gestionando
de ésta manera la reducción de impactos ambientales negativos, con
tecnologías adecuadas, limpias y sustentables. 4
El Ministerio de Electricidad y Energía Renovable (MEER),
mediante análisis de la situación energética del país, dictamina que se
debe garantizar el autoabastecimiento de energía eléctrica por medio
del desarrollo de los recursos energéticos locales, e impulsar los pro-
cesos de integración energética regional, por ello se está promovien-
do el desarrollo de proyectos hidroeléctricos, con la finalidad de
aprovechar el potencial del recurso agua, impulsando el desarrollo de
fuentes renovables, por lo que todos estos lineamientos serán fructí-
feros al implementar programas que causen una mayor producción y
el uso eficiente de la energía eléctrica.
Los ejes de la política nacional ecuatoriana con respeto al sec-
tor eléctrico, se compone de lineamientos como son:

1. Alcanzar la soberanía energética mediante el incremento de la capaci-


dad de generación para garantizar el autoabastecimiento;

4 Para mayor información revisar el Plan Nacional del Buen Vivir 2009-2013.
254
Capítulo 11
2. cambio de matriz energética por medio del aprovechamiento de ener-
gías renovables;
3. eficiente uso del suministro con propuestas en sectores como el
transporte con la introducción de vehículos eléctricos y promoviendo
el transporte masivo,
4. en el sector residencial se dispone el cambio de cocinas de gas licuado
de petróleo (GLP) por cocinas de inducción;
5. las propuestas para el sector industrial se constituyen de una tarifa ho-
raria diferenciada de manera que se dé una eficiencia energética indus-
trial.

El cambio de la matriz energética viene acompañado con un cambio


en el enfoque tradicional, de un consumo convencional a un consumo
inteligente de electricidad. 5

Figura 4: Proyección de la Matriz Energética Ecuatoriana al año 2016.

Fuente: Ministerio de Electricidad y Energía Renovable (MEER).

5 Para mayor información revisar las políticas del sector eléctrico por parte del
Ministerio de Electricidad y Energía Renovable.
255
Capítulo 11

5. POTENCIALIDAD EÓLICA EN ECUADOR

Siendo Ecuador un país rico en recursos naturales, que tiene grandes


ventajas en la cantidad de recepción de sol, velocidad de vientos y
recursos hídricos, entre otros, es posible apostar por la producción de
fuentes de energía renovable. El gobierno nacional por medio del
MEER solicitó el inventario del recurso eólico en el país; para lo cual
se procedió a la elaboración del atlas eólico de Ecuador, con medi-
ciones a treinta, cincuenta y ochenta metros sobre el terreno, obte-
niendo resultados de suma importancia orientados al cambio proyec-
tado de la matriz energética del Ecuador. La implementación de
energía eólica aportará a la matriz energética cambios transcendenta-
les, ya que ésta, es una energía sustentable por ser una energía lim-
pia debido a que no genera emisiones de gases contaminantes, no
utiliza agua para su funcionamiento, sus posibles incidentes no im-
plican riesgos ambientales de gran impacto; existe un alto porcentaje
de viabilidad para su ejecución, por ser Ecuador un país rico en po-
tencial eólico, además que la tecnología requerida para su ejecución
es un tipo de tecnología madura que permite su explotación de una
forma técnica y económicamente viable.

256
Capítulo 11

Figura 5: Mapa potencial Eólico de Ecuador.

Fuente: Atlas Eólico de Ecuador. Ministerio de electricidad y energía renovable.


257
Capítulo 11

Figura 6: Mapa Eólico de Ecuador de implementación a corto.

Fuente: Atlas Eólico de Ecuador. Ministerio de electricidad y energía renovable.


258
Capítulo 11
La generación de energía eólica también basa su sustentabili-
dad en el crecimiento económico que aporta su implementación, de-
bido a que su explotación representa una alternativa a los combusti-
bles fósiles, diversificando de ésta manera el suministro energético
del país. Ecuador posee en la actualidad tres proyectos de generación
eléctrica a partir de la fuerza cinética del viento, dos se encuentran
ubicados en la provincia de Galápagos, concretamente en las islas de
San Cristóbal e Isla Baltra con capacidades de generación de 2,4 y
2,25 megavatios(MW) respectivamente; otra central eólica se en-
cuentra en la provincia de Loja, en el cerro Villonaco a 2720 metros
de altura, con una capacidad de generación de 16,5 MW, la suma de
las capacidades de generación de estos proyectos permiten el abaste-
cimiento a ciento cincuenta mil hogares de ecuatorianos; de ésta ma-
nera nos da la pauta que Ecuador podría proyectarse a ser un país con
soberanía energética, debido a la cantidad de recursos naturales apro-
vechables para la generación eléctrica.
Entendiéndose como soberanía energética la capacidad que
tiene un país para ejercer el control soberano y autónomo de los re-
cursos finitos. Así como la autoridad para regular de manera racional,
limitada y sustentable la explotación de sus recursos para obtener los
recursos energéticos, en beneficio del crecimiento y el desarrollo de
mediano y largo plazo en un marco de sustentabilidad ambiental y
promoviendo la consolidación del poder nacional. Con un desarrollo
económico y social endógeno e integral de la nación.

6. PERSPECTIVAS DE LA ENERGÍA EÓLICA

El sector eólico en el mundo ha tenido un incremento en la partici-


pación en la matriz energética mundial. No obstante, la solución glo-
bal para los inconvenientes ocasionados por el uso de combustibles
fósiles no será integral mientras no se pueda concretar un mejor sis-
tema de almacenamiento y un tipo de red más eficiente, que en con-
junto a la adecuada instalación de dispositivos de generación de
energía eólica, los llamados “aerogeneradores” en todo el mundo
podría proveer un suministro energético cuarenta veces superior a la
259
Capítulo 11
demanda global; los datos que otorga la organización encargada de
promover el desarrollo de esta fuente de energía, la Asociación Mun-
dial de Energía Eólica (WWEA), manifiesta, qué, los aerogenerado-
res conectados hoy en día a la red suman una potencia instalada de
doscientos quince giga vatios cubriendo de esta manera el 2 por cien-
to del consumo energético mundial. También es importante resaltar,
que además del impacto ambiental positivo que ocasiona la imple-
mentación de éste tipo de tecnología, otro sector altamente beneficia-
do es el sector económico, ya que la rápida expansión de este tipo de
energía, representa un crecimiento mínimo de veinte por ciento anual
a nivel global y la WWEA prevé que para el año 2030 ésta técnica de
producción de energía renovable conseguiría atender entre 25 por
ciento y el 30 por ciento del consumo mundial (Investigación y
Ciencia, 2012).
La alta volatilidad en el precio y el encarecimiento de los
combustibles fósiles, ha permitido despuntar el estudio y la ejecución
de tecnología amigable con el medioambiente, tal es la producción de
energía que aprovecha recursos renovables como la generada por el
viento, ya que con la tecnología actual, se optimiza el potencial de
recurso viento y se reducen costes, razón por la cual se permite con-
fiar que la energía eólica podría hacer frente a los retos actuales del
modelo energético mundial en términos de cambio climático y segu-
ridad energética. Por una parte, los beneficios que ofrece la energía
eólica en cuanto a oportunidades de generación de energía con valor
añadido e impulso al empleo son significativas, ya que se da en un
escenario volatizado de combustibles fósiles, y por otra parte éste
tipo de energía ejerce impactos ambientales menores; no obstante se
debe efectuar una rigurosa normativa de instalación de los aerogene-
radores, además de garantizar un sistemático control del funciona-
miento mediante la emisión periódica de informes, y su postrero
desmantelamiento - poseen una utilidad de 30 años – asegurando las
necesarias condiciones para el respeto al entorno. (Muerza, 2009)

260
Capítulo 11

7. CONCLUSIONES

1. Las principales razones por las cuales es necesaria la implemen-


tación de energías alternativas también llamadas renovables son:
la mitigación del cambio climático, la dependencia de los hidro-
carburos y la obtención de la seguridad energética; factores que
configuran las bases para la visión de una revolución energética
donde la matriz energética empiece a sustentarse en fuentes de
energía renovable.
2. Diversificar aún más la matriz energética ecuatoriana con más
fuentes de energía renovable aportaría a una mayor seguridad
energética y una menor vulnerabilidad en el suministro de ener-
gía a mediano y largo plazo.
3. Ecuador está planificando la producción de energía con base en
la diversificación de su matriz energética principalmente para
cubrir sus deficiencias y su déficit en materia de producción de
electricidad. Para ello está desarrollando proyectos eólicos entre
otros de energía renovable.
4. Ecuador posee en la actualidad tres proyectos de generación
eléctrica a partir de la fuerza cinética del viento, dos se encuen-
tran ubicados en la provincia de Galápagos, concretamente en
las islas de San Cristóbal e Isla Baltra, otra central eólica se en-
cuentra en la provincia de Loja, en el cerro Villonaco, la capaci-
dad de generación de energía de estos proyectos permite el
abastecimiento a ciento cincuenta mil hogares de ecuatorianos;
esto es un buen comienzo y nos indica que Ecuador podría pro-
yectarse a ser un país con soberanía energética, si logra aprove-
char toda la cantidad de recursos naturales aprovechables para la
generación de energía.

261
Capítulo 11

8. BIBLIOGRAFÍA

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262
C A P Í T U L O 12
Los Precios De
La Mezcla Mexicana De Petróleo y
Su Efecto En El Balance Primario

Juan Delfino Salcedo Badillo 1


Leovardo Mata Mata2

Sumario: 1. Introducción, 2. Metodología, 3. Datos, estimaciones y resulta-


dos, 4. Conclusiones, 5. Bibliografía.

Resumen

En este trabajo se revisa la relación empírica que ha existido entre los


precios de la mezcla mexicana de petróleo para exportación y el balance
fiscal primario en México durante el periodo 2000-2014. Las estrategias
en materia energética que ha presentado el país se comparan con la con-
ducta esperada, según la economía política, de un exportador típico ne-
to. En particular mediante un modelo de probabilidad se mide el efecto
marginal existente entre los precios del petróleo y el balance primario,
de cara a la recién Reforma Energética en México.
Palabras clave: balance primario, precios del petróleo, reforma energé-
tica, modelo de probabilidad

1
Escuela de Gobierno y Transformación Pública, Tecnológico de Monterrey. Av.
Carlos Lazo #100, Álvaro Obregón, Santa Fe, 01389 Ciudad de México, D.F. Tel.
01 55 9177 8000. Email: juandsalcedo@hotmail.com
2
Departamento de Economía y Negocios Internacionales, Tecnológico de Monte-
rrey, Campus Estado de México. Carretera Lago de Guadalupe Km. 3.5, Margarita
Maza de Juárez, 52926 Atizapán de Zaragoza, México. Tel. 01 55 5864 5555 e-
mail: leovardo.mata@itesm.mx
263
Capítulo 12

Abstract

In this paper the empirical relationship that has existed between the
prices of the Mexican crude oil for export and the primary fiscal bal-
ance in Mexico during the period 2000-2014 were reviewed. The
energy strategies presented by the country are compared with the
expected behavior, as the political economy of a typical net exporter.
In particular through a probability model the marginal effect between
oil prices and the primary balance, facing the newly Energy Reform
in Mexico is measured.

Keywords: primary fiscal balance, oil prices, energy reform, probability


model

264
Capítulo 12

1. INTRODUCCIÓN

Este estudio recoge y analiza una visión en conjunto del impacto


macroeconómico de los choques externos del precio del petróleo
sobre el comportamiento de la economía mexicana. Tomando como
referencia la dependencia histórica de las finanzas públicas sobre los
ingresos petroleros -que tan sólo en la última década representaron en
promedio más de un tercio del gasto público- se evalúan tres diferen-
tes trayectorias del precio de la mezcla mexicana de petróleo –
denominadas, alta, media y baja- y sus efectos probabilísticos sobre
el balance fiscal y la estabilidad de la economía.
De la mano del análisis de la evidencia empírica de los cho-
ques de precios del petróleo sobre el balance fiscal primario, se pre-
senta primero una revisión de cuál ha sido la experiencia mexicana –
dada la abundancia de recursos del sector hidrocarburos-, enfocándo-
se en el manejo del impacto macroeconómico de la variación de los
precios internacionales del petróleo y su evolución a lo largo de va-
rias décadas, resaltando las variaciones de su participación en el Pro-
ducto Interno Bruto, las exportaciones, y la dependencia de rentas
petroleras por el lado de los ingresos fiscales.
En la misma dirección, se abordan los cambios divergentes de
los periodos históricos más significativos, los cuáles pueden ser ex-
plicados por las características propias de la economía política del
sector hidrocarburos en México. Al respecto, la extensa literatura
sobre la materia nos dice que para el análisis más robusto de la eco-
nomía política del petróleo, es necesario considerar la interacción de
diversos factores como la dotación de hidrocarburos –número de
reservas-, las diferencias más significativas del sector con otras in-
dustrias, los factores económicos relevantes –inversión, renta petrole-
ra y precios- así como el marco regulatorio y la estructura impositiva.
Concretamente, un corolario lógico y trascendente de la na-
cionalización de la industria petrolera de 1938, se puede resumir en
un argumento: el estado toma el control de toda la cadena del sector
265
Capítulo 12
de hidrocarburos. Esta situación en el sector perdura durante más de
70 años, encontrando su punto de inflexión más abrupto en la recién
aprobada Reforma Energética de 2014. De fondo, dicha reforma tie-
ne como objetivo transformar la gobernanza de la compañía paraesta-
tal, Petróleos Mexicanos (PEMEX), al modificar el actual marco
regulatorio posado en la figura de monopolio estatal. En esencia, con
esta reforma se configura una nueva etapa de la economía política de
la industria hidrocarburífera en México, al abrirse un ciclo de inver-
sión privada en toda la cadena de hidrocarburos sin antecedentes his-
tóricos, precedido por un ciclo de expropiación y nacionalización de
más de 7 décadas. En dicho ciclo, predominó la captura y concentra-
ción de la renta petrolera con fines político-clientelares, de financia-
miento del gasto y como garantía para la gestión de la deuda.
La historia del sector hidrocarburos en México se remonta a
principios del siglo XX. Durante este periodo el país se desenvuelve
como un exportador de petróleo importante en la región. Son revela-
doras las coincidencias directas e indirectas de autores como Monaldi
(2010) y Everhart (2001), en relación a la disminución de la impor-
tancia del sector petrolero en la economía durante las décadas de
industrialización que sobrevienen al ciclo de nacionalización de
1938. Si bien es cierto que es materia de un estudio más riguroso y
exhaustivo, se puede inferir que el ciclo de expropiación -cuyo obje-
tivo esencial era capturar la renta petrolera concentrada en su mayo-
ría en manos privadas- tuvo un impacto negativo en algunas varia-
bles macroeconómicas al no beneficiarse de los costos hundidos de la
inversión privada. De igual manera, y siguiendo el mismo hilo argu-
mental, se puede desprender otra importante conclusión: las condi-
ciones políticas y económicas de la época retrasaron la decisión de
invertir en infraestructura y capital humano. De esta manera, el go-
bierno del presidente Lázaro Cárdenas no fue capaz de acoplar la
inercia del ciclo de nacionalización, con la necesidad de modernizar
a la industria para no postergar -hasta la década de los 70- los descu-
brimientos de nuevos yacimientos.
La experiencia mexicana en el uso de sus recursos petroleros
ha sido muy singular desde la nacionalización de la industria por el
ex presidente Lázaro Cárdenas en 1938. Con ello se dio inicio a la
266
Capítulo 12
etapa de la rectoría del Estado sobre la industria hidrocarburífera,
cuya relevancia en las vísperas del sexenio del ex presidente Luis
Echeverría Álvarez en términos del PIB era del 2.5% y representaba
tan sólo el 3.5% de los ingresos fiscales del gobierno.
En las décadas siguientes la importancia de la producción pe-
trolera para la economía nacional fue en ascenso. De 1980 a princi-
pios del 2000, a pesar de que las exportaciones petroleras como por-
centaje de las exportaciones totales decrecieron, se mantuvo una
fuerte dependencia de los ingresos petroleros, representando cerca de
un tercio de los ingresos del sector público. Esta dependencia se ha-
bía acentuado sobre todo para financiar gasto y administrar la deuda.
La década de los 70´s comienza con un nuevo estilo de im-
plementar la política macroeconómica, dicho periodo se ve precedido
por el históricamente llamado “periodo del desarrollo estabilizador”
caracterizado por la estabilidad económica y el crecimiento. El sexe-
nio del ex presidente Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) arrojó
resultados poco positivos: incremento del gasto público sin el corres-
pondiente incremento de los ingresos del gobierno, mayor interven-
ción del gobierno en la economía, crecimiento de la inflación, una
creciente deuda externa como resultado de préstamos al sector públi-
co, y un tipo de cambio sobrevaluado. Al finalizar el sexenio el capi-
tal privado huyó del país y una crisis de balanza de pagos se desató,
lo que obligó al gobierno a abandonar el control de cambios, llevan-
do al peso una devaluación de 40 ciento, Everhart (2001).
Durante este período, ocurrieron los principales cambios en el
mercado del petróleo. El embargo del petróleo árabe de octubre
1973 disparó los precios del petróleo en casi un 400 por ciento y se
resintió la economía mundial. En ese momento, PEMEX, la empresa
petrolera estatal mexicana, hizo importantes descubrimientos de re-
servas de petróleo en el sur del país.
Las consecuencias iniciales de la crisis del petróleo fueron
negativas para México, porque la producción estaba orientada hacia
adentro y no cubría la demanda interna, sin embargo, en el largo pla-
zo los shocks externos e internos iban a cambiar radicalmente la eco-
nomía mexicana.
267
Capítulo 12
En 1976 José López Portillo fue elegido presidente, trayendo
con él una nueva estrategia económica, una estrategia de basar el
crecimiento económico en la explotación de las recientemente descu-
biertas reservas de petróleo. López Portillo esperaba salir de la rece-
sión a través de una mayor exportación de petróleo a precios favora-
bles y relajar las restricciones fiscales.

Durante el sexenio de Miguel de la Madrid, en el periodo de


1982 a 1985, la economía mexicana entró en una grave recesión. Las
políticas de ajuste estructural tuvieron un éxito menor en el reorde-
namiento de la economía, y aunque los precios del petróleo se man-
tuvieron estables en torno a US$25 dólares por barril, antes de finales
de 1985 otra crisis de balanza de pagos se apoderó de la economía.
Una característica importante es que cuando las autoridades
se enfrentaron a una crisis del petróleo, los ajustes en la industria
petrolera no se llevaron a cabo a través de reducciones en personal,
sino con la caída de los ingresos medios reales.

Es interesante observar que, si bien los ingresos cayeron en la


industria petrolera con el choque de 1981, se mantuvieron muy por
encima de los ingresos reales medios en otro empleo en el sector pú-
blico.
México inició 1986 con una crisis de balanza de pagos, la
suspensión del financiamiento del FMI -a consecuencia de no cum-
plir con las metas fiscales requeridas- aunado al efecto del gran te-
rremoto de septiembre de 1985.

En este ambiente los precios del petróleo comenzaron una


precipitada caída. Entre febrero y marzo de 1986, el precio por barril
se redujo de US$25 dólares por barril a 10 dólares, una pérdida para
el año de aproximadamente 8,5 millones de dólares en reservas de
divisas entrantes, o el equivalente de 6.7 por ciento del PIB.
El Banco Mundial y el FMI intervinieron, tratando de aliviar
la crisis de México pero una severa recesión se produjo: el PIB cayó
casi un 4 por ciento, la inflación se elevó a más de 100 por ciento y el
peso se devaluó en más de un 45 por ciento.
268
Capítulo 12
Fue también en esos años que la composición de las exporta-
ciones de México cambió radicalmente, con una reducción sustancial
en el componente petrolero. Sin embargo, los términos de intercam-
bio siguen siendo fuertemente influenciados por los movimientos en
los precios del petróleo. El financiamiento monetario del déficit se
utilizó en 1986 con el consiguiente aumento de la inflación, mientras
que los recortes fiscales eran la respuesta primaria en 1998 durante el
sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León.
En la segunda mitad de la década de 1980 la economía mexi-
cana continuó luchando. Las autoridades implementaron políticas de
ajuste estructural adicionales, con la intención de abrir la economía,
la diversificación de las exportaciones y aumentar la participación
del sector privado en la economía.
Durante gran parte del sexenio de Carlos Salinas de Gortari,
de 1987 a 1993, el precio del petróleo fluctuó en torno a una media
de US$14,25 por barril, con la excepción del episodio de la Guerra
del Golfo, que elevó brevemente los precios a US$30 dólares por
barril. Al mismo tiempo, el volumen de las exportaciones de petróleo
se estabilizó en torno a un nivel de 1,3 millones de barriles por día.
En 1994 los precios del petróleo comenzaron a subir de nue-
vo. Para fin de año un gran déficit de cuenta corriente se había acu-
mulado, financiado en gran parte con la volatilidad de la deuda a
corto plazo denominada en moneda extranjera. Junto con un peso
sobrevaluado y una serie de errores también acumulados, sobrevino
la famosa crisis de 1994-1995 –error de diciembre-. La recesión de
1995 fue grave, a pesar de ello la recuperación fue más rápida que en
crisis anteriores.
Durante ese año las exportaciones de petróleo comenzaron a
subir. El aumento de las exportaciones aunado al aumento de los pre-
cios, generó un flujo crucial de ingresos, muy importante en el mo-
mento en que la economía se encontraba contraída. Aunque esta es-
trategia fue efectiva, no era una política sostenible en el largo plazo.
La caída del precio del petróleo, que comenzó a principios de
1997 duraría sólo hasta diciembre de 1998. Las autoridades mexica-
269
Capítulo 12
nas continuarían aumentando el volumen de las exportaciones y de la
producción de petróleo, tratando de compensar la disminución del
valor de las exportaciones no petroleras. Al parecer, el gobierno nun-
ca previó la caída de los precios alcanzados al año siguiente y conti-
nuó invirtiendo en infraestructura petrolera, una política coherente
con la expectativa de aumento de precios y demanda.
La situación en 1998 fue difícil para las economías producto-
ras de petróleo, como lo fue para algunos importadores clave que
estaban entrando en una época turbulenta de sus propias economías -
economías de Asia oriental-. El precio del crudo mexicano alcanzó
niveles por debajo de los US$7 dólares por barril en 1998, el precio
más bajo en dos décadas.
En respuesta a la caída de los precios el gobierno mexicano
firmó un acuerdo con dos grandes productores de petróleo, Arabia
Saudita y Venezuela, para contraer el suministro internacional de
petróleo. Otros países de la OPEP pronto se unieron a este acuerdo.
Sin embargo, esto no hizo reinar el descenso de los precios,
en parte debido a la todavía deprimida demanda petrolera y debido a
la falta de compromiso de algunos de los firmantes.
En marzo de 1999 un nuevo acuerdo entre once principales
productores de petróleo detuvo la caída de los precios del petróleo, y
los precios se acercaron a los del periodo de la Guerra del Golfo y a
los primeros niveles de la década de los 80´s.
Bajo este conjunto de antecedentes, se busca analizar el efec-
to de los precios internacionales del petróleo para el periodo 2000-
2014, donde el punto central es el impacto que tienen los diferentes
niveles bajo, medio y alto sobre la posibilidad de incurrir en déficit.
Esta premisa, como puede leerse más arriba se encuentra inspirada en
la dependencia histórica que ha presentado México frente a renta
petrolera, y particularmente a las fluctuaciones internacionales de los
precios del petróleo.

270
Capítulo 12

2. METODOLOGÍA

En la primera parte de esta sección se describe la prueba de raíz uni-


taria, la cual es importante para evaluar si la distribución de probabi-
lidad subyacente a una serie de tiempo es estable. Esto es necesario
para estimar los modelos de probabilidad posteriores, pues se requie-
re que exista una distribución de probabilidad única sobre la variable
latente.

2.1 Prueba de Dickey-Fuller

En general, el comportamiento dinámico de los procesos I (1)


es diferente del comportamiento de los procesos I (0). En el primer
caso pueden presentarse componentes cíclicos, estacionalidad o al-
guna tendencia.
En este sentido, debe realizarse la prueba cuya hipótesis nula
afirma la existencia de una raíz unitaria contra la hipótesis alternativa
que establece estacionariedad, Hamilton (1994).
Consideremos el modelos AR (1) para la serie de tiempo ,

Donde . Entonces

a) Si se cumple que con media cero y va-


rianza
b) Si , se cumple que y se tiene una caminata
aleatoria.

El estimador por mínimos cuadrados ordinarios para es


consistente mientras que el estadístico t es asintóticamente normal
cuando y se presenta una distribución asintótica no estándar
y sesgada a la izquierda cuando .
271
Capítulo 12
Por ello no se puede aplicar la prueba estándar del estadístico
t para verificar raíz unitaria, de hecho la distribución empírica para
este caso no es usualmente estable. No obstante, Dickey-Fuller es
una prueba cuyos autores tabularon los percentiles correctos y que
corresponde a la distribución adecuada.
La prueba de raíz unitaria es un test de una sola cola, donde la
distribución asintótica es razonable aun cuando existan valores pe-
queños del estadístico t.
La especificación inicial se puede modificar como:

Bajo la afirmación .

La diferencia entre ambas especificaciones es la ordenada al


origen que implica un término constante de arrastre para el proceso
estocástico. Análogamente, puede pensarse en un modelo que incor-
pore un componente de tendencia:

y se tiene que la hipótesis base es , lo cual establece


una caminata aleatoria con arrastre.
Una extensión a estos casos consta de la prueba aumentada de
Dickey-Fuller y la prueba de Phillips-Perron.
La prueba de hipótesis de Dickey-Fuller es un test usual para
verificar la estacionariedad de una serie de tiempo, aquí la afirmación
base es que existe raíz unitaria (no estacionariedad). El rechazo de la
hipótesis nula bajo diferentes especificaciones, Hamilton (1999),
arroja evidencia sobre la naturaleza de la variable aleatoria que este
analizando.
En general, el modelo de regresión que se estima para realizar
el test aumentado de Dickey-Fuller se puede escribir como:

272
Capítulo 12

Donde la hipótesis nula se traduce concretamente en verificar


la significancia del coeficiente γ. Es decir, en probar si .

2.2 Modelos de probabilidad

Este tipo de especificaciones presentan una variable depen-


diente que toma un número finito de valores, así que se tienen un
conjunto discreto de alternativas. Por ejemplo:

a) Condición laboral: empleado o desempleado


b) El individuo cuenta con automóvil: sí o no

La clasificación que abarca diferentes categorías puede con-


templar sólo dos alternativas (modelos binomiales), pero también tres
o más alternativas (modelos multinomiales). En cada se puede o no
presentar un ranking, es decir se pueden tener modelos ordenados y
no ordenados, Grenne (2007).
En este trabajo nos centramos en los modelos binomiales de
la forma

[ ] [ ]

La especificación más simple es el modelo lineal de probabi-


lidad.

[ ]

Los coeficientes reflejan la variación en la probabilidad de un


cambio unitario en los elementos del vector X. Esta modelación pre-
senta algunos inconvenientes:

a) La probabilidad no se encuentra acotada entre cero y uno,


b) los residuales presentan heterocedasticidad,
273
Capítulo 12
c) el efecto marginal es constante.

Estas desventajas pueden solucionarse mediante los modelos


índice logit y probit, donde se asume una variable latente no obser-
vable.

[ ] ]

Usualmente se selecciona la función G de tal manera que su


dominio tome valores en el intervalo abierto unitario,
lo cual se satisface fácilmente si es una función de distribución
acumulada.
En este sentido, el modelo probit asume una distribución de
probabilidad acumulada normal.

En tanto que el modelo logit asume una distribución de pro-


babilidad logística.

En los dos casos anteriores se supone una variable latente


tal que

implica que:

274
Capítulo 12
donde tiene media cero y varianza constante. Si se distribuye de
acuerdo con una función de distribución simétrica, entonces

[ ] [ ] [ ] [ ]

En los modelos de elección de probabilidad los efectos marginales se


calculan como:

siendo que si la variable es continua, mientras que si


es una variable discreta se estima simplemente como una diferen-
cia

El efecto marginal depende de las variables explicativas pero


a través de la función de densidad . Sin embargo, el signo del
impacto viene dado por el signo del coeficiente .
En particular, para el modelo probit se tiene que es la
función de densidad de probabilidad de normal, . En tanto que
para el modelo logit,

[ ]

La bondad de ajuste para una muestra con observaciones se


apoya en que la función de densidad condicional puede escribirse
como

[ ] [ ]
275
Capítulo 12
El logaritmo natural para cada observación es

[ ] [ ]

Luego:

nos lleva al pseudo-coeficiente de determinación de McFadden,

[ ]

3. DATOS, ESTIMACIONES Y RESULTADOS

En esta sección se presenta la estimación de un modelo de probabili-


dad lineal para evaluar el impacto de los precios internacionales del
petróleo sobre el balance primario en México. El conjunto de infor-
mación es mensual y abarca el periodo que va de enero del año 2000
a diciembre de 2014. Las series de tiempo se obtuvieron del Banco
de México, PEMEX y la Secretaría de Energía.
Específicamente, las variables empleadas son:

a) El balance primario es igual a la diferencia entre los ingresos to-


tales del Sector Público y sus gastos totales, excluyendo los in-
tereses. Debido a que la mayor parte del pago de intereses de un
ejercicio fiscal está determinado por la acumulación de deuda de
ejercicios anteriores, el balance primario mide el esfuerzo reali-
zado en el periodo corriente para ajustar las finanzas públicas.
b) Dado que el Producto Interno Bruto (PIB) no se encuentra bajo
periodos mensuales, se utiliza como variable proxy el Índice
Global de la Actividad Económica (IGAE) para el periodo de
referencia.

276
Capítulo 12
c) Para tomar en cuenta los años recientes y su efecto sobre el ba-
lance primario se han definido las siguientes variables:

c.1) deficit = 1 si en el mes de referencia el balance fiscal primario es


negativo, cero en otro caso.
c.2) year2008 = 1 si las observaciones se ubican en el año 2008, cero
en otro caso.
c.3) year2009 = 1 si las observaciones se ubican en el año 2009, cero
en otro caso.
c.4) year2010 = 1 si las observaciones se ubican en el año 2010, cero
en otro caso.
c.5) year2011 = 1 si las observaciones se ubican en el año 2011, cero
en otro caso.
c.6) year2012 = 1 si las observaciones se ubican en el año 2012, cero
en otro caso.
c.7) year2013 = 1 si las observaciones se ubican en el año 2013, cero
en otro caso.
c.8) pmas = 1 si los precios internacionales del petróleo se ubican en
el último cuartil de la distribución de probabilidad de los precios
observados. Es decir, esta variable dummy identifica a los precios
altos.
c.9) pmenos =1 si los precios internacionales del petróleo se ubican
en el primer cuartil de la distribución de probabilidad de los pre-
cios observados. Es decir, esta variable dummy identifica a los
precios bajos.
c.10) precios es el conjunto de precios del petróleo para el periodo de
referencia.

Se estiman tanto un modelo probit como una especificación


logit, dado que se desea cuantificar el cambio en la probabilidad de
incurrir en déficit cuando varían los precios del petróleo. No se esti-
ma directamente un modelo de regresión en series de tiempo, pues
las variables IGAE, balance primario y los precios internacionales
del petróleo no son series de tiempo estacionarias.
Si bien es cierto que puede pensarse en una especificación ba-
jo un modelo de corrección de errores que tomara en cuenta alguna
hipotética relación de cointegración. Los modelos de probabilidad
277
Capítulo 12
probit y logit capturan efectos no lineales entre las variables involu-
cradas y permiten estimar la probabilidad de incurrir en déficit, dado
los diferentes niveles de los precios. Más aún, estos modelos de pro-
babilidad estiman efectos marginales no lineales, dado que se consi-
deran las distribuciones de probabilidad normal y logística para eva-
luar el cambio en probabilidad, Grenne (2007). En ese sentido los
modelos logit y probit aportan una riqueza diferente al enfoque de
cointegración, aunque se deja abierta la agenda para un ejercicio pos-
terior en ese sentido, Jiménez (2004).
En el cuadro 1 se presentan las pruebas de hipótesis clásicas para
raíz unitaria y estacionariedad sobre las variables claves que se han to-
mado en cuenta. Se puede apreciar que bajo un nivel de significancia de
95% no se rechaza la hipótesis nula de raíz unitaria para Dickey-Fuller y
Phillips-Perron, en tanto que para Kwiatkowski-Phillips-Schmidt-Shin
se rechaza la hipótesis base de estacionariedad.

Cuadro 1. Pruebas de raíz unitaria y estacionariedad.


Kwiatkowski-
Dickey Fuller Phillips- Phillips-
Serie de tiempo Aumentada Perron Schmidt-Shin
(Valor p) (Valor p) (Valor p)

Balance primario 0.1354 0.1321 0.0409


Precios del petróleo 0.6551 0.1346 0.0133
IGAE 0.4538 0.1567 0.0163
Fuente. Elaboración propia.

En el cuadro 2 se muestran los percentiles para los precios del


petróleo durante el periodo 2000-2014. El primer cuartil es 26.33
dólares por barril y permite definir la variable dummy de precios
bajos, similarmente el tercer cuartil es 91.59 dólares por barril y
permite establecer la variable binaria de precios altos. Asimismo, se
puede observar que la mediana es 52.96 dólares por barril y nos indi-
ca que la mitad de las ocasiones los precios se han ubicado por abajo
o por arriba del nivel de la mediana. El sesgo es diferente de cero y la
278
Capítulo 12
curtosis diferente del valor tres, lo cual nos indica que los precios no
se encuentran centrados en la media, como se esperaría para una dis-
tribución normal. Esto puede verificarse rápidamente también porque
la media y la mediana de los precios son diferentes.
En el cuadro 3 se presentan los coeficientes estimados para un
modelo probit, donde la variable dependiente es déficit y las varia-
bles explicativas incluyen al IGAE, las variables dummy de los años
y las variables binarias de precios altos y bajos. Como se puede apre-
ciar, el total de los coeficientes estimados resultan significativos,
pero debe destacarse el signo positivo que presentan las variables
atribuibles a precios altos y bajos.
El signo de estos coeficientes nos dicen que la dirección de
asociación entre los precios altos y bajos, en relación a la probabili-
dad de incurrir en déficit es directa. En otras palabras, existe eviden-
cia para pensar que la existencia de precios del petróleo altos o bajos
aumenta la probabilidad de caer en déficit.

Cuadro 2. Estadísticos descriptivos de los precios del petróleo.


Percentiles Menores
1% 14.43 14.29
5% 19.91 14.43
10% 21.11 14.80
25% 26.33 16.18

50% 52.96 Media 58.45


Mayores Desv. Estándar 31.52
75% 91.58 110.23
90% 102.24 112.82 Varianza 993.43
95% 106.64 114.15 Sesgo 0.25
99% 114.15 120.25 Curtosis 1.60

Fuente. Elaboración propia.

279
Capítulo 12
En el cuadro 4 se confirma la afirmación sobre el impacto di-
ferenciado de los niveles de precios del petróleo sobre el balance
primario, pues la probabilidad de incurrir en déficit se incrementa
cuando el nivel de los precios se ubica por arriba del tercer cuartil o
por abajo del primer cuartil.
Los efectos marginales de las variables dummies pmas y
pmenos, correspondientes a precios altos y bajos, respectivamente,
son significativos a un nivel de confianza del 95%. En otras palabras,
existe evidencia para pensar que la probabilidad de incurrir en déficit
se incrementa cuando los precios internacionales del petróleo son
altos o bajos, lo que concuerda con el escenario de los últimos años,
donde los precios del petróleo han sido elevados y donde los gastos
totales del gobierno se han incrementado por arriba de los ingresos
totales, ver figura 1. Esta situación es preocupante y más todavía por
la drástica caída en los precios del petróleo que se ha observado a
finales del año 2014.

Cuadro 3. Modelo probit.

Fuente. Elaboración propia.

280
Capítulo 12
Concretamente, al considerar la misma especificación pero
bajo el modelo logit se encuentra que los efectos marginales son si-
milares en magnitud y en signo, ver cuadros 5 y 6. Esto confirma de
otra manera que la probabilidad de incurrir en déficit se relaciona con
las épocas de precios altos o bajos. El efecto marginal para el nivel
de precios altos es 0.1% y para el caso de precios bajos es 2.5%.
En este sentido, a principios del año 2015 se puede inferir que
salvo por las coberturas de que ha dispuesto México, el nivel de in-
gresos del Gobierno Federal se ha mermado en gran manera. El año
que viene, 2016, se espera que sea un año complicado para las finan-
zas públicas. De hecho, a finales de enero de 2015 se han presentado
ya los primeros recortes en el gasto. Estas medidas no se cuestionan,
pero ponen la alerta sobre lo que puede venir el día de mañana.

Figura 1. Balance fiscal primario.

Fuente. Elaboración propia con datos del Banco de México.

Bajo los modelos de probabilidad que se han estimado se


puede afirmar que México se ha comportado a largo de los años co-
mo un exportador típico neto de petróleo, pues decidió abrir el sector
de hidrocarburos justo en la parte baja de la curva de precios. Es de-
cir, cuando la distribución de probabilidad marcaba un punto de
quiebre hacia la baja. Los actuales precios del petróleo tienen su ori-
281
Capítulo 12
gen en la sobreoferta existente, la cual se anticipaba por las nuevas
tecnologías verdes y por los proyectos que Estados Unidos ha desa-
rrollado para no depender de petróleo importado.
Sin embargo, el piso de los precios del petróleo no se aprecia
claramente hacia 2016 y por lo que se ha encontrado en los modelos
de probabilidad, el efecto marginal de precios bajos implicará fuertes
presiones de déficit al gobierno. En cuyo caso, la inversión extranjera
no cumplirá las expectativas, así que los frutos de la Reforma Ener-
gética tardarán aún más.
La zona de precios intermedios denotada por la variable precios
en el logit y probit nos dice que la probabilidad de incurrir en déficit
disminuye, pero eso se traduce en precios del petróleo que se encuentren
alrededor de los 50 dólares por barril. Este escenario es poco factible en
el corto plazo, aunque no se puede proyectar el precio con gran certeza
hoy en día, existe alta volatilidad.
La probabilidad de que no exista déficit por encontrarse en la
zona de precios medios es poco más de 3%, lo que marca nuestra
expectativa para que en el corto plazo pudiésemos observar ese nivel
de precio por barril de petróleo.

Cuadro 4. Efectos marginales del modelo probit.

Modelo LR
Probit chi2(10) 132.3900
Valor p 0.0000
Log vero-
similitud -49.76918 Pseudo R2 0.5708

Error Intervalo de
deficit dF/dx estándar Z Valor p confianza, 95%

igae 0.1114 0.0240 4.5700 0.0000 0.0643 0.1585


y2008* -0.2887 0.1340 -1.2200 0.2230 -0.5514 -0.0260
y2009* 0.7600 0.0577 5.2100 0.0000 0.6470 0.8731
y2010* 0.6980 0.0808 3.6600 0.0000 0.5396 0.8563
y2011* 0.7613 0.0604 3.1200 0.0020 0.6429 0.8797

282
Capítulo 12

y2012* 0.5310 0.3001 1.3200 0.1860 -0.0572 1.1192


y2013* -0.2469 0.1754 -1.0300 0.3010 -0.5907 0.0968
ppmas 0.0098 0.0037 2.8500 0.0040 0.0027 0.0170
ppmenos 0.0250 0.0093 2.6300 0.0090 0.0069 0.0432
precios -0.0319 0.0090 -3.5200 0.0000 -0.0495 -0.0142

(*) dF/dx se ha estimado para una variable


dicotómica.
Fuente. Elaboración propia.

Cuadro 5. Modelo logit.

Modelo
Logit LR chi2(10) 133.09
Valor p 0.0000
Log verosi-
militud -49.42036 Pseudo R2 0.5738

Coeficien- Valor Intervalo de confianza,


deficit tes Error estándar z p 95%

igae 0.5776 0.1316 4.3900 0.0000 0.3196 0.8356


y2008 -2.0657 1.5946 -1.3000 0.1950 -5.1910 1.0597
y2009 6.8778 1.4874 4.6200 0.0000 3.9627 9.7930
y2010 4.2610 1.2463 3.4200 0.0010 1.8184 6.7037
y2011 6.9224 2.2020 3.1400 0.0020 2.6066 11.2383
y2012 2.6775 2.0115 1.3300 0.1830 -1.2651 6.6200
y2013 -1.6235 1.5421 -1.0500 0.2920 -4.6459 1.3990
ppmas 0.0475 0.0173 2.7400 0.0060 0.0135 0.0814
ppmenos 0.1305 0.0509 2.5600 0.0100 0.0307 0.2303
precios -0.1617 0.0483 -3.3500 0.0010 -0.2563 -0.0671
constante -49.6200 10.9094 -4.5500 0.0000 -71.0020 -28.2380

Fuente. Elaboración propia.

283
Capítulo 12

Cuadro 6. Efectos marginales del modelo logit.

Efectos marginales del Logit LR chi2(10) 132.3900


Valor p 0.0000
Log verosimi-
litud -49.7692 Pseudo R2 0.5708

Error es- Valor Intervalo de confianza,


deficit dF/dx tándar z p 95%

igae 0.1215 0.0272 4.4700 0.0000 0.1747 95.4835


y2008* -0.2724 0.1105 -2.4700 0.0140 -0.0558 0.0686
y2009* 0.7845 0.0596 13.1700 0.0000 0.9012 0.0686
y2010* 0.7147 0.0843 8.4800 0.0000 0.8799 0.0686
y2011* 0.7851 0.0641 12.2600 0.0000 0.9107 0.0686
y2012* 0.5753 0.2854 2.0200 0.0440 1.1346 0.0686
y2013* -0.2382 0.1541 -1.5500 0.1220 0.0639 0.0686
ppmas 0.0100 0.0040 2.4800 0.0130 0.0179 25.5311
ppmenos 0.0275 0.0102 2.6900 0.0070 0.0474 5.0719
precios -0.0340 0.0101 -3.3600 0.0010 -0.0142 58.2505

(*) dF/dx se ha estimado para una variable dicotómica.

Fuente. Elaboración propia.

4. CONCLUSIONES

Los efectos marginales que se encuentran bajo los modelos


probit y logit dan cuenta de que la probabilidad de caer en déficit se
incrementa según los niveles altos o bajos de los precios internacio-
nales del petróleo. Esto reafirma diversos comentarios en la literatu-
ra, donde se sostiene que las expectativas de los precios elevados del
petróleo han modificado el desempeño fiscal de México, Everhart
(2001).

284
Capítulo 12
Esta situación concuerda con el conocimiento común, donde
se sabe que la empresa PEMEX se ha utilizado como un instrumento
fiscal, financiero y político del gobierno, lo cual coincide con el
comportamiento de un exportador típico neto, Monaldi (2010).
Sin embargo, en los últimos lustros se ha hecho palpable la
disminución de reservas petroleras y el incremento de problemas
fiscales, aún a pesar de los elevados precios del petróleo en ciertos
periodos. Estos escenarios han dado cuenta de la necesidad de mo-
dernizar la industria, de buscar nuevos yacimientos o abrir la indus-
tria petrolera a la iniciativa privada. Sin embargo, México pospuso la
decisión de privatizar el sector petrolero debido a su contexto políti-
co y a lo que representa PEMEX históricamente.
En este sentido, los efectos marginales que describen la pro-
babilidad de caer en déficit ante precios altos o bajos reafirman los
problemas fiscales en que se ha incurrido, debido al optimismo histó-
rico sobre PEMEX y al abuso fiscal de que ha sido objeto por años.
En este sentido, la recién reforma energética puede pensarse como la
respuesta de un exportador típico neto, ya que ante expectativas ne-
gativas del sector y ante problemas fiscales se decide privatizar la
industria petrolera.

5. BIBLIOGRAFÍA

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285
Capítulo 12
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recomendaciones para una reforma a favor del interés nacional. México: ITAM
y The Woodrow Wilson Center Mexico Institute.

286
C A P Í T U L O 13
Una Aproximación Al Eco-Innovación
Desde La Perspectiva Empresarial
An approach to eco-innovation from a business perspective

María José Fernández Varela1


María del Carmen Sánchez Carreira2

Sumario: 1. Introducción, 2. La preocupación ambiental, 3. Eco-innovación:


ambientalmente sostenible, económicamente beneficioso, 4. Medición de la
eco-innovación y su relación con la energía, 5. La eco-innovación en la prácti-
ca empresarial, 6. Política ambiental, eco-innovación y energía en la UE, 7.
Conclusiones, 8. Bibliografía, 9. Páginas web.

Resumen

Este trabajo supone una aproximación al concepto reciente de eco-


innovación, como un método de crear valor añadido y aproximarse al
respeto ambiental en las empresas. El objetivo es conocer el
significado de este concepto y otros relacionados, como eco-
eficiencia o producción más limpia, así como establecer los
elementos clave del concepto de eco-innovación. Esa revisión teórica
debe considerarse un primer paso útil para definir políticas
promotoras de la eco-innovación. Se analiza también la atención
creciente que la Unión Europea está prestando a este concepto, a
través de programas y ayudas destinados a su fomento y aplicación.
1
Gerenta del Grupo de Desarrollo Rural Ulla Tambre Mandeo (Galicia) y Docto-
randa del Programa de Doctorado en Economía y Empresa de la Universidad de
Santiago de Compostela. Dirección de correo electrónico: modesmaria@yahoo.es
2
Profesora Doctora del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de
Santiago de Compostela. Dirección de correo electrónico: carmela.sanchez@usc.es

287
Capítulo 13
Palabras clave: Eco-innovación, desarrollo sostenible, ciclo de vida,
innovación ambiental.

Abstract

This paper is focused on an approach to the newly concept of eco-


innovation as a way of creating add value and achieving the envi-
ronmental compliance in enterprises. The main aim is to understand
the meaning of the eco-innovation concept and other direct related
concepts, like eco-efficiency and cleaner production, and to establish
the key elements of the concept of eco-innovation. This theoretical
review should be considered a useful first step to defining policies
that promote eco-innovation. This paper also analyses the increasing
attention given by the EU to this concept, through programs and aids
to support their development and application.

Keywords: Eco-innovation, sustainable development, life cycle,


environmental innovation.

288
Capítulo 13

1. INTRODUCCIÓN

“Considérese lo siguiente: todas las hormigas del planeta, en conjunto,


suman una biomasa mayor que la de los humanos. Las hormigas han
sido increíblemente industriosas durante millones de años. Y, sin
embargo, su productividad es beneficiosa para las plantas, los animales
y el suelo. La industria humana funcionó a pleno rendimiento durante
apenas algo más de un siglo, pero provocó el declive de prácticamente
todos los ecosistemas del planeta”.
M. Braungart, W. McDonough, Cradle to Cradle (2005, p. 13)

En un momento de crisis y cambio como el que vive el mundo no


solo actualmente, sino desde las últimas décadas, la búsqueda de
nuevas opciones sostenibles se convierte en objeto de estudio para
muchos científicos de todos los campos. Así, un pequeño grupo de
economistas, biólogos, ingenieros y empresarios preocupados por el
futuro del planeta fueron acuñando palabras como eco-eficiencia o
eco-innovación, tema central del presente trabajo.
El objetivo de este trabajo es realizar una primera
aproximación al concepto teórico de eco-innovación y analizar su
repercusión sobre el consumo energético, la eficiencia y la
producción energética. Para identificar las características del eco-
innovación desde un punto de vista empresarial, se revisa la
definición de eco-innovación, así como sus dimensiones desde el
punto de vista energético y las aplicaciones prácticas, a través de
ejemplos reales que se observan en la sociedad.
El análisis teórico contribuye a identificar los elementos clave
del concepto. Con base en esos elementos es factible contribuir de
una forma práctica a la difusión de la eco-innovación, analizar los
avances actuales y, en etapas posteriores, desarrollar una metodología
que permita explorar las posibilidades que ofrece este nuevo
concepto en el ámbito energético, sistematizando las motivaciones y
la determinación de los factores de éxito de la eco-innovación.
289
Capítulo 13
La estructura de este capítulo consta de cinco apartados,
además de la introducción, las conclusiones y la bibliografía. El
primer apartado aborda la preocupación ambiental, creciente desde
los años setenta del siglo XX, como contexto para el surgimiento
reciente de la eco-innovación. El siguiente apartado se aproxima a la
definición de eco-innovación, tratando de identificar las caracterís-
ticas básicas de un término muy reciente. El tercer apartado establece
las dimensiones más importantes de la eco-innovación y analiza su
repercusión energética, desde la perspectiva del consumo, la pro-
ducción y la eficiencia energética. El siguiente apartado se centra en
la perspectiva empresarial y social, para abordar los conceptos que
sirven de base a la eco-innovación y la cuestión de cómo se pueden
trasladar las distintas perspectivas teóricas sobre la eco-innovación a
su aplicación práctica, implementándose en la empresa y en la propia
sociedad. Finalmente, se ofrece una visión global de las políticas
europeas sobre la eco-innovación en el último quinquenio, y como se
espera que evolucione la política europea durante el actual período de
financiación 2014-2020, en el que sector de las industrias eco-
innovadoras se presenta como una gran oportunidad de generación de
riqueza y empleo. La eco-innovación supone un modelo que incluye
la sostenibilidad en el desarrollo de la empresa, potenciando la
rentabilidad, el liderazgo y la supervivencia a largo plazo.

2. LA PREOCUPACIÓN AMBIENTAL

A finales de los años sesenta, ante la evidente degradación


ambiental causada por las pautas de producción y consumo,
comienzan a difundirse una serie de ideas que cuestionan el
crecimiento económico ilimitado por sus implicaciones medio-
ambientales. En este contexto se celebra la primera Conferencia
Mundial de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente en
Estocolmo en 1972. Así, finaliza la etapa de las décadas de los
cincuenta y sesenta, que se puede denominar como de “inocencia
medioambiental”, iniciándose la etapa de la “preocupación
ambiental” con la proliferación de numerosos informes sobre los
290
Capítulo 13
problemas ambientales que sufre el planeta (Boulding, 1966;
Meadows, 1973; Cotec, 1997).

Durante la década de los setenta, las soluciones propuestas


para disminuir el impacto de los problemas ambientales se
fundamentaban en la hipótesis del “crecimiento cero”, al considerar
que el crecimiento económico no conducía necesariamente a un
desarrollo perdurable ni a mayores niveles de bienestar de la
población.

En la década de los ochenta, la opinión pública empieza a


tomar conciencia de los problemas ambientales y, a ejercer presión
para que se tomen medidas de protección. La Comisión Mundial para
el Desarrollo y el Medio Ambiente celebrada en 1987 y, presidida
por la primera ministra noruega Gro Harlem Brundtland, define el
desarrollo sostenible como el que consiste en satisfacer las
necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas
propias. En este marco se circunscribe la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD)
de Río de Janeiro celebrada en 1992, que refuerza la importancia
concedida a los problemas ambientales.

La atención ambiental evoluciona, así, mientras en los años


setenta se buscaban escenarios límite y soluciones para proyectos a
gran escala, en los años ochenta el interés cambia hacia plantas
industriales y procesos productivos. En la década de los noventa se
añade el énfasis en los productos y los ciclos de vida. Actualmente
aparece una corriente en el que se propugnan estilos de vida y
consumo sostenibles en todos los ámbitos: hogar, transporte,
consumo, energía, embalaje,... Ya se habla de un nuevo modelo,
basado en la economía colaborativa, muy vinculado a las nuevas
tecnologías y que podría dar lugar a una nueva revolución industrial
(CESE, 2014; Rifkin, 2014). La economía colaborativa supone el
intercambio entre particulares de bienes y servicios infrautilizados y
para Rifkin (2014) convertirá a los actuales consumidores en
prosumidores, que producirán y compartirán bienes. Pero el cambio a
291
Capítulo 13
ese nuevo modelo es complejo, presentando importantes desafíos y,
en esa transición resulta crucial el papel de las políticas públicas.

Actualmente es evidente que distintos factores, como la


presión derivada de una población creciente y de la urbanización, o
las pautas de consumo y producción del modelo económico actual,
implican un aumento de la demanda de recursos naturales (como
alimentos, agua o energía), de la generación de residuos y de
emisiones contaminantes (derivadas de los transportes y, especial-
mente de las actividades industriales). Estos elementos llevan a dudar
de la sostenibilidad del modelo económico actual, al ser incompa-
tibles esas necesidades crecientes de recursos con su oferta limitada,
que adicionalmente se ve reducida como consecuencia del deterioro
ambiental.

Fussler y James (1999) identifican varios factores que


conducirán a un cambio económico global basado en la sosteni-
bilidad y, que pueden suponer una la oportunidad para las empresas
de adaptarse a las necesidades del cliente, anticipándose a las
necesidades convencionales buscadas en la investigación de
mercado. El éxito para las empresas radicará en comprender que
están actuando en un sistema sometido a una fuerte presión
demográfica y ambiental, situaciones que provocan el incremento de
costes. Como solución, defienden un cambio de modelo, adoptando
una serie de medidas que permitan el consumo equitativo para todos
los habitantes del planeta, al mismo tiempo que se reducen las cargas
ambientales. Se trataría de un nuevo escenario económico, en un
entorno de largo plazo, basado en la innovación.

La eco-innovación se perfila como una herramienta clave que


puede permitir a los países afrontar esos problemas ambientales sin
reducir la actividad económica, causante del problema ecológico
(Rennings, 2000). De esta forma, se supera la visión tradicional de
considerar el medioambiente más como una carga que como una fuente
de oportunidades, aportando una nueva visión de complementariedad
entre sostenibilidad y competitividad. Un mejor rendimiento ambiental
puede reducir costes de producción e incrementar la competitividad
292
Capítulo 13
mediante la eficiencia, la productividad y las nuevas oportunidades de
mercado (Carrillo et al., 2009).

3. ECO-INNOVACIÓN: AMBIENTALMENTE SOSTENIBLE,


ECONÓMICAMENTE BENEFICIOSO

El concepto de eco-innovación es relativamente reciente, al surgir en


la década de los noventa. Uno de los primeros autores en utilizarlo
fue Fussler en su libro Eco-innovación: integrando el medio
ambiente en la empresa del futuro (1999), realizado con James.
Aunque es un tema de interés creciente, debido a su novedad,
complejidad y diversidad de enfoques teóricos con el que se aborda,
no existe por el momento una única definición universalmente
aceptada. A continuación se enumeran las definiciones más comunes
de eco-innovación aportadas por distintos autores y organismos:

- Se entiende por eco-innovación el proceso que lleva a desarrollar


nuevos productos, procesos o servicios que provean valor al cliente y
a la empresa, pero que disminuyan significativamente el impacto
ambiental (Fussler y James, 1996).
- Rennings (2000) identifica innovaciones ambientales con eco-
innovaciones y las define como procesos, técnicas, prácticas, sistemas
o productos que mejoran o reducen el impacto ambiental, sea esta
mejora intencionada o no, en relación con las técnicas y productos
existentes en el mercado.
- Puede definirse eco-innovación como la innovación que es capaz de
atraer rentas verdes al mercado (Andersen, 2002).
- Eco-innovación o innovación sostenible es la creación de productos,
servicios, nuevos espacios de mercado o procesos, conducidos por
temas sociales, ambientales o de sostenibilidad (Little, 2005).
- Eco-innovación puede definirse como la creación de bienes, procesos,
servicios, sistemas y, procedimientos novedosos y competitivos,
destinados a satisfacer las necesidades humanas y proveer una mejor
calidad de vida para todos, con un uso mínimo de recursos naturales y
materiales (incluida la energía) en todo el ciclo de vida por unidad de
293
Capítulo 13
output, y una liberación mínima de sustancias tóxicas (Unión
Europea, 2006).
- Para Charter y Clark (2007) la innovación sostenible es un proceso
donde las consideraciones sostenibles (medioambiental, social y
económica) están integradas en los sistemas de la empresa desde la
idea de la generación, a través de la I+D y la comercialización. Esto se
aplica a productos, servicios y tecnologías, tanto como a nuevos
negocios y modelos de organización.
- Kemp y Pearson (2007) en el proyecto europeo Measuring Eco-
Innovation (MEI) definen eco-innovación como la producción,
asimilación o explotación de un producto, proceso de producción,
servicio o gestión, o modelo de organización nuevo en la organización
(que lo desarrolla o adopta) y del cual resulta, a través de todo el ciclo
de vida, una reducción del impacto ambiental, la contaminación u
otros impactos negativos del uso de los recursos (incluyendo el uso de
energía), comparado con las alternativas relevantes.
- Reid y Miedzinsk (2008) en el contexto del Technopolis Group y del
proyecto europeo SYSTEMATIC, definen eco-innovación como la
creación de bienes, procesos, sistemas, servicios y, procedimientos
novedosos y precio-competitivos, diseñados para satisfacer las
necesidades humanas y proveer una mejor calidad de vida para todo el
mundo con un uso mínimo de los recursos naturales (materiales
incluyendo energía y huella ecológica) por unidad de producto, y un
escape mínimo de sustancias tóxicas a lo largo de todo su ciclo de
vida.
- El Programa de Competitividad e Innovación (CIP) de la Unión
Europea considera eco-innovación cualquier forma de innovación
que persiga un avance significativo y demostrable respecto del
objetivo de desarrollo sostenible, a través de la reducción del impacto
sobre el medioambiente o logrando un uso más eficiente y
responsable de los recursos naturales, incluida la energía (Carrillo et
al., 2009).
- La OECD (2009) define eco-innovación como la innovación, ya sea
de producto, proceso, de comercialización u organizativa, que se
traduce en una reducción del impacto ambiental, sea esta reducción
intencionada o no. Además, establece que el alcance de las eco-
innovaciones puede ir más allá de los límites de la organización, con
acuerdos y medidas que den lugar a cambios en las actuales normas
socio-culturales y en las estructuras institucionales.
294
Capítulo 13
- Carrillo et al. (2009) definen eco-innovación como la innovación que
mejora el resultado ambiental, entendiendo innovación como un
proceso sistémico complejo de cambio social y tecnológico que
consiste en la intervención de un cambio y su aplicación práctica.
- Del Río et al. (2010) consideran como eco-innovación aquellas
innovaciones que generan una reducción en los impactos ambientales
de las actividades de producción y consumo, en línea con la idea de
que la reducción en los impactos ambientales (sean o no
intencionados) es la principal característica diferenciadora de la eco-
innovación.

Aun refiriéndose al mismo concepto, las definiciones de eco-


innovación varían sustancialmente de unos autores a otros. El grado
de especificación varía, así mientras unos autores dan definiciones
poco delimitadas, en las que engloban todo tipo de innovaciones que
reduzcan el impacto ambiental, tengan lugar o no dentro de la
empresa; otros especifican el ámbito y efectos de esas innovaciones,
más allá del medioambiente, con la introducción de otros elementos
del sistema productivo y social. Para algunos autores (Rennings,
2000; Kemp y Pearson, 2007), las eco-innovaciones se definen en
relación con la tecnología existente; y para otros (UE, 2006; Fussler
y James, 1996), el cambio se mide más en relación a una variación
significativa en el impacto sobre el medioambiente. Las cuestiones
sociales y de mejora de la calidad de vida se añaden a las económicas
y ecológicas (Reid y Miedzinsk, 2008; UE, 2006). Por último,
algunas definiciones van más allá del ámbito empresarial en el que se
produce la innovación, teniendo en cuenta su difusión otras
externalidades que derivan en un cambio sistémico (Carrillo et al.,
2009) o cambios en las estructuras y normas sociales ( OECD, 2009).

Sin embargo, los elementos fundamentales del concepto están


recogidos en cualquiera de las definiciones de eco-innovación.
Basándonos en las definiciones expuestas y en los elementos
comunes podemos identificar las características básicas de la eco-
innovación, que son las siguientes:

295
Capítulo 13
- Cualquiera de los tipos de innovación que se establecen en el
manual de Oslo3 pueden ser eco-innovadores.
- Debe suponer una reducción del impacto ambiental, que puede
ser intencionado o no. No hay acuerdo sobre si esa reducción se
debe considerar en valores absolutos o como un cociente por
unidad de output o servicio. Este aspecto cobra especial
relevancia cuando una eco-innovación permite un incremento de
la producción o del consumo de un bien, pudiendo tener
repercusiones negativas, por un posible efecto rebote.
- Las definiciones se centran en un uso más eficiente de los
recursos (materias primas y energía), más que en la aplicación de
tecnologías de final de canal (end of pipe). La prevención prima
sobre la filosofía de “quien contamina paga y repara”.
- La eco-innovación está formada por dos dimensiones
inseparables: la económica y la ecológica. Las definiciones de
innovación sostenible incluyen además aspectos sociales y de
mejora de la calidad de vida. Los beneficios económicos y
ecológicos deben considerarse como inseparables, si una
innovación ambiental no lleva a una mejora del rendimiento
económico no sería, por definición, una eco-innovación.
- Considera todo el ciclo de vida del producto. Las actividades eco-
innovadoras se consideran teniendo en cuenta toda la vida de los
materiales, desde la extracción de materias primas hasta el
reciclaje final, con un enfoque completo del ciclo de vida. De esta
manera se obtiene una imagen general de la huella ecológica del
producto, que permite identificar todos los impactos ambientales,
así como determinar en qué casos las tecnologías end of pipe o de
final de canal son beneficiosas ambientalmente. Al considerar
todo el ciclo de vida del producto, también se detecta si un
problema ambiental se está trasladando de un momento de la
producción a otro o si se están creando nuevos impactos
negativos.

3
El Manual de Oslo (OECD, 2005, p. 56) define innovación como la introdución
de un nuevo o significativamente mejorado producto (bien o servicio), de un
proceso, de un nuevo método de comercialización o de un nuevo método
organizativo, en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de
trabajo o las relaciones exteriores. Esta definición incluye la tradición innovación
tecnológica (sea de producto o de proceso) y se amplía a la innovación no
tecnológica (comercial y organizativa).
296
Capítulo 13
Son ejemplos de eco-innovación la aplicación de tecnologías
respetuosas con el medioambiente que contribuyan a reducir las
emisiones de gases efecto invernadero, el uso de agua y materias primas
de manera más eficiente, el aumento de la calidad de los materiales
reciclados, o la elaboración de productos con menor impacto sobre el
ambiente mediante la aplicación de procesos más sostenibles.

4. MEDICIÓN DE LA ECO-INNOVACIÓN Y SU RELACIÓN


CON LA ENERGÍA

En principio, y atendiendo a la definición, cualquier eco-innovación


podría contribuir a reducir los impactos ambientales negativos, bien a
través de la producción energética limpia, por ejemplo, con el uso del
sol como fuente principal de energía; o bien a través de la reducción
de la demanda energética, bien durante la producción o el consumo
del producto o bien por el incremento de la eficiencia. No obstante,
debe tenerse en cuenta que no todas las eco-innovaciones se produ-
cen en el sector energético, aunque sí todas podrían tener una reper-
cusión ambiental y económica positiva en este aspecto (Rennings et
al., 2013).
Si bien definir eco-innovación, como hemos visto en el epígra-
fe anterior, es una cuestión difícil, resulta aún más complejo diseñar
indicadores para su medición. Dicha medición es un elemento impor-
tante, que no constituye el objeto de este trabajo. Aquí centramos el
análisis en la utilización de la eco-brújula, instrumento propuesto por
Fussler y James (1999) para medir la eco-innovación. Se proponen
medidas en seis dimensiones, que se reflejan en la figura 1 y son las
siguientes:

1. Intensidad material,
2. Intensidad energética,
3. Riesgos potenciales para la salud y el medioambiente,
4. Revalorización,
5. Conservación de los recursos,
6. Extensión del servicio

297
Capítulo 13
Estas dimensiones se expresan en unidad de servicio al cliente.
Así, por ejemplo, para una casa, podría ser el número de horas con
una temperatura confortable, o para una persona el servicio diario de
transporte de casa al trabajo.
La eco-brújula sirve para comparar un caso que se toma como
referencia con una nueva opción que provea el mismo servicio. En el
ejemplo de la casa, la opción de referencia podría ser la utilización de
gasóleo para la calefacción, y la nueva opción el uso de geotermia.
Por definición, el caso de referencia obtiene una puntuación de dos
en cada una de las dimensiones. Al producto o actividad alternativa
se le concede una puntuación por cada dimensión en una escala que
varía del cero al cinco en relación con el caso de referencia. La pun-
tuación depende del porcentaje de incremento o reducción del cum-
plimiento ambiental. Cuanto más cerca se encuentra la nueva opción
del límite externo (más próxima al 5), más eco-eficiente es (ver Figu-
ra 1). Con estas seis dimensiones de la eco-innovación se consigue
acotar en mayor medida la definición de eco-innovación, así como
establecer si el efecto sobre los recursos energéticos es siempre posi-
tivo.

Figura 1: Instrumento de medición de la eco-innovación: la eco-


brújula.

Fuente: Fussler y James (1999).


298
Capítulo 13
A continuación se analiza cada una de las seis dimensiones
que componen la eco-brújula.

1) Intensidad material (desmaterialización): Mide la mochila ecológica de


cada producto. El concepto de mochila ecológica es desarrollado por
Schmidt-Bleek (1993) y refleja la suma de los materiales movilizados y
transformados durante todo el ciclo de vida de un producto, desde su
creación hasta que es desechado. Lo más importante y novedoso de
este concepto es que también computa los flujos ocultos de recursos
necesarios para la obtención de un bien, que no forman parte del
mismo ni son valorados; así, contempla el volumen de materiales invi-
sibles o no incorporados al producto.
El objetivo de la eco-innovación consiste en desmaterializar, es decir,
reducir la masa en las cadenas de recursos. Un ejemplo sencillo podría
ser el cambio en los envases y embalajes, elementos que, en muchos
casos, suponen una masa superior al propio producto.
Aunque el ahorro energético no es el objetivo principal de esta di-
mensión, si un producto requiere menos recursos mineros, desplaza-
mientos o equipos para el proceso, ello derivará en una reducción de
la demanda energética. El ahorro en materiales (y también en energía)
es uno de los elementos más importantes que impulsan las eco-
innovaciones en la empresa (Horbach et al., 2013). Por ello, los bene-
ficios ambientales no tienen por qué darse específicamente en el sec-
tor energético (con producción más limpia o energías verdes), sino
que pueden obtenerse como efecto secundario por una reducción de
la demanda industrial.
2) Intensidad energética: Esta dimensión se centra en medir la demanda
energética de un producto a lo largo de todo su ciclo de vida. Así,
ejemplos de eco-innovaciones son nuevos productos que requieren de
una cantidad menor de energía, productos que reduzcan la necesidad
de energía durante su uso, o bien modificaciones en los métodos de
producción o distribución de los productos (Rennings y Rammer,
2009). Al medir esta dimensión, se debe tener en cuenta el posible
efecto rebote, es decir, aunque los productos tienden a incrementar la
eficiencia energética con el paso del tiempo, el crecimiento económi-
co, el incremento de la población y de los estándares de vida, pueden
suponer un aumento constante en el consumo energético.
Muchos procesos productivos y de consumo están lejos de alcanzar
su eficiencia energética teórica. La simple incorporación de mejoras ya
299
Capítulo 13
existentes puede generar ahorros sustanciales, lo que reduciría las emi-
siones de CO2 y la generación de residuos. Por ejemplo, el consumo
energético en edificios (en todas las fases, desde la construcción o uso
hasta su demolición), es responsable del mayor consumo final de
energía de la Unión Europea (aproximadamente el 40%). En este
marco, la Unión Europea promueve el concepto Zero Carbon Building
(o edificio con emisiones cero de carbón o bien con un consumo
energético neto igual a cero o incluso positivo), promoviendo la crea-
ción y difusión de tecnologías orientadas a reducir la demanda térmica
del edificio. Como ejemplo, estarían las tecnologías orientadas a mejo-
rar el aislamiento de la envolvente (paneles de vacío, fibras naturales,
aerogeles,…), a aumentar su inercia térmica (materiales de cambio de
fase, al almacenamiento termoquímico,…) o a controlar la ganancia
solar (vidrios con control solar, elementos de sobrealiento…) (Tellado
et al., 2010).
En la aplicación de estas medidas destaca Alemania, país en el que se
puede constatar la notable mejora como consecuencia de la política
energética y climática orientada a la innovación tecnológica, puesta en
marcha desde 1998, para cumplir el objetivo de Kioto. Esa política
ayuda a la rápida transición desde un sistema de calefacción energéti-
camente eficiente, a las viviendas de bajo consumo energético, las “vi-
viendas pasivas” y finalmente las “viviendas plus energy” suministrando
incluso energía al coche eléctrico (Jänicke, 2010). De esta forma, se
manifiesta el papel clave del sector público en la promoción de la eco-
innovación a través de la utilización de diversos instrumentos de polí-
tica, destacando en este caso su actuación a través de la regulación
(Porter y Van der Linde, 1995; Frondel et al., 2008; Reid y Miedzinsk,
2008; Wagner, 2008; Kammerer, 2009); y también como impulsor de
la demanda a través de otras vías, como los incentivos económicos al
consumidor o como promotor de la compra pública innovadora (inno-
vative public procurement).
3) Riesgos ambientales y para la salud: Se trata de una de las dimensiones
más amplias, abarcando tanto temas de salud como ambientales. En
relación con los primeros, se centra en riesgos de accidente, potencial
para causar alergias o dificultades respiratorias a corto plazo, o un
cáncer, mutaciones y otros problemas a largo plazo. Para medir los
riesgos ambientales se deben tener en cuenta las emisiones de conta-
minantes al aire y al agua, el potencial de acidificación del suelo y
agua, las emisiones de fosfatos, de gases de efecto invernadero y otras
sustancias perniciosas. No solamente es necesario medir la cantidad
300
Capítulo 13
de sustancias emitidas, sino también su persistencia y dispersión, así
como sus riesgos e impactos.
Como ejemplo energético de esta dimensión se puede mencionar el
desarrollo de los recursos renovables y continuos (como el sol) como
fuente principal de energía. En este sentido, las políticas implementa-
das para avanzar en el cumplimiento del objetivo de Kioto suponen
no sólo incrementar la eficiencia energética, como se mencionó en la
dimensión anterior, sino también reducir la utilización de los combus-
tibles fósiles y la energía nuclear.
El avance de las energías renovables puede reducir los riesgos para la
salud derivados de la emisión de contaminantes, siempre y cuando se
tenga en cuenta todo el ciclo de vida de la producción, lo que incluye
el material con el que se fabrican los paneles. Actualmente no existe
alternativa a la utilización de cadmio (sustancia altamente tóxica) en la
fabricación de paneles solares, por lo que, aun constituyendo un ries-
go para la salud, si este material ha de ser utilizado, la mejor alternati-
va actual será permitir mediante un diseño adecuado su extracción y
reutilización continua y, que este material no sea convertido en resi-
duo al final de la vida del panel solar (Braungart y McDonough,
2005). Otro ejemplo en la dimensión de la mejora para la salud está
relacionado con la sustitución de las pilas, pues cada año las socieda-
des industrializadas desechan cuarenta mil millones de baterías a ver-
tederos. En todos los ecosistemas existen pequeñas corrientes sobre la
base de diferencias de presión, acidez y temperatura. A través de la
termoelectricidad se puede convertir un diferencial de temperatura en
electricidad, por lo que se puede generar electricidad como conse-
cuencia del calor humano corporal (la diferencia de temperatura entre
el cuerpo y su entorno). Estas microcorrientes podrían ser demasiado
pequeñas para sustituir una central termoeléctrica de carbón, pero son
suficientes para proporcionar un suministro perfectamente viable para
sustituir pequeñas pilas y baterías. Esta aplicación se ha demostrado
en un proyecto del instituto Fraunhofer de Alemania, dirigido por Peter
Spies y Jorge Reynolds, que creó satisfactoriamente un teléfono móvil
que genera electricidad a partir de la diferencia de temperatura entre el
teléfono y el cuerpo del usuario (Pauli, 2011).
Para que el avance de las energías renovables sea factible y eco-
innovador, no sólo ha de ser ambientalmente beneficioso, sino tam-
bién económicamente rentable. Hasta ahora este objetivo resulta difí-
cil de alcanzar, pues los costes privados de la generación de la electri-
cidad renovable son comparativamente elevados en relación a sus
301
Capítulo 13
competidores convencionales fósiles, lo que constituye un serio im-
pedimento para su difusión en ausencia de apoyo público. Sin embar-
go, como el coste más importante se deriva de la inversión inicial, po-
dría reducirse considerablemente a través de las mejoras tecnológicas
y las economías de escala de producción. Así, dos fuentes cruciales de
reducción de costes son las inversiones en I+D (más relevante a me-
nor nivel de madurez de la tecnología) y los efectos de aprendizaje y
de escala dinámicos, que tienen lugar con la propia difusión de la tec-
nología y, que permiten avanzar a lo largo de su curva de aprendizaje.
Por lo tanto, el potencial de reducción de costes es considerable. Los
efectos de esos dos factores, unido a los incrementos esperados en los
precios de los combustibles fósiles provocarán que los costes de las
tecnologías renovables se vayan acercando a los de sus competidores
convencionales (Del Río, 2012).
4) Revalorización (remanufacturación, reutilización, reciclaje): El objeti-
vo final de la revalorización es crear empresas de productos sin resi-
duos. Mediante el reciclaje, la reutilización y la remanufacturación se
puede incrementar considerablemente el número de recursos que
vuelven a incorporarse al proceso productivo.
Una forma concreta de afrontar esta dimensión, es a través de proce-
sos tecnológicos de final de canal (end of pipe technologies), es decir, pro-
cesos de reciclaje o reutilización, lo que en muchos casos supone un
coste energético adicional, cuando el diseño no se haya realizado te-
niendo en cuenta la revalorización al final de la vida del producto. Ac-
tualmente, la infraestructura industrial puede considerarse lineal, pues
se centra fundamentalmente en la fabricación de un producto y su
traspaso rápido y económico a un cliente, sin atender a otras conside-
raciones (Braungart y McDonough, 2005). Así, en el proceso se ex-
traen los recursos, se transforman en productos, se venden y, al final,
se arrojan a un basurero o se queman en una planta de incineración.
Se trata, por lo tanto, de una producción lineal, pensada en un solo
sentido, por lo que el proceso de reciclaje, supone en muchos casos lo
que Braungart y McDonough (2005) denominan "infrarreciclaje".
Puede considerarse infrarreciclaje aquel que se lleva a cabo mediante
costosas tecnologías de final de canal, que utilizan una gran cantidad
de recursos (materias y energía) y reduce la calidad inicial de los mate-
riales. Además, en muchos casos, este reciclaje exige la adición de
elementos químicos para conseguir una calidad similar al material an-
tes de su uso (por ejemplo, la adición de blanqueantes al papel reci-
clado). Por lo tanto, uno de los aspectos más importantes en la reva-
302
Capítulo 13
lorización consiste en prevenir la generación de residuos, consideran-
do el final de la vida de un producto en la fase de diseño del mismo.
Braungart y McDonough (2005) proponen un diseño que tenga en
cuenta el final de la vida del producto, de forma que su revalorización
ya esté prevista en la fase inicial, para que se haga de forma eficiente,
sin perder valor en cada uno de los componentes, que sean fácilmente
separables. Siguiendo la metodología propuesta por estos autores, los
productos se diseñan de tal manera que pueden estar compuestos por
materiales fáciles de desensamblar y separar, que serán biodegradables
y que se convertirán en alimento a lo largo de ciclos biológicos; o bien
por materiales técnicos no biodegradables que no salen de los bucles
de los ciclos técnicos, a través de los cuales circulan indefinidamente
como nutrientes singulares para la industria, sin que se contaminen
mutuamente. Por ejemplo, casi todos los envases pueden ser diseña-
dos como nutrientes biológicos y ser arrojados al suelo o a los depósi-
tos de compost, lo que supone un considerable ahorro energético con
respecto a la opción de convertir los plásticos de envoltorios en otros
plásticos o polímeros de menor calidad tras un costoso proceso.
Convencionalmente las políticas ambientales han estado dirigidas a
mejorar estas tecnologías de final de canal; sin embargo, los estudios
indican que las fuerzas del mercado motivan la producción más lim-
pia. Las innovaciones ambientales incluidas en el diseño del producto
tuvieron, hasta ahora, escasos incentivos y, las empresas se decantan
más por innovaciones de proceso (Frondel et al., 2007).
Actualmente, la gestión eco-eficiente de flujos de materiales propuesta
por Braungart y McDonough (2005) representa un campo de actua-
ción más complejo y menos explorado. Los principales avances se en-
cuentren en los ámbitos de la política climática y energética, que pre-
sentan resultados en términos de ahorro energético y utilización de
energía verde. Aun así, queda mucho trabajo por realizar tanto desde
el ámbito público como del privado.
5) Conservación de recursos: Las dimensiones de intensidad material y
energética miden la cantidad de recursos consumidos, pero no consi-
deran su origen. La dimensión de conservación de recursos centra su
atención en la naturaleza y renovabilidad de la energía y materiales ne-
cesarios para obtener los productos y realizar procesos. En esta cate-
goría también se incluye el impacto del uso de los recursos y el impac-
to en la biodiversidad. Así, por ejemplo, un monocultivo puede crecer
año a año y por ello ser renovable, pero reduce el hábitat de otras es-
pecies y requiere de grandes cantidades de fungicidas y químicos para
303
Capítulo 13
evitar plagas, por lo que no resulta sostenible. En este sentido, una
forma de lograr prácticas más sostenibles son las certificaciones am-
bientales que, además, obligan a una mayor responsabilidad ambiental
de los proveedores.
En el caso que nos ocupa, el ejemplo más claro es la generación de
energía verde, que también contribuye positivamente a mejorar la di-
mensión de la salud, como se ha visto. Gran parte de las políticas pú-
blicas ambientales se han centrado en desarrollar tecnologías que
permitan el aprovechamiento de estas fuentes de energía renovables.
Siguiendo con el ejemplo alemán, el éxito se manifiesta en una gran
expansión de la energía verde, un boom de nuevas patentes de ener-
gías renovables y una industria de “protección climática” de rápido
crecimiento y muy competitiva, que representa aproximadamente el 5-
6% del PNB (Jänicke, 2010).
En el caso de las edificaciones para viviendas, la integración de las
energías renovables en las ciudades puede realizarse a nivel del barrio
en vez de en el edificio, de forma que se optimiza la generación y dis-
tribución de la energía, a la vez que se comparten los costes de inver-
sión y mantenimiento. Otra innovación de carácter organizativo es la
aparición de un nuevo agente, como las empresas de servicios energé-
ticos. Estas empresas diseñan, desarrollan, instalan y financian proyec-
tos de eficiencia energética, cogeneración y aprovechamiento de ener-
gías renovables, asumiendo los riesgos técnicos y económicos asocia-
dos con el proyecto, ya que este garantiza ahorros energéticos y eco-
nómicos (Tellado et al., 2010).
En esta dimensión también debe hacerse referencia al sector del
transporte, uno de los sectores con mayor peso en el incremento de
las emisiones de gases de efecto invernadero y en la intensidad ener-
gética. Por ello, la reducción del consumo energético del transporte y
el contenido de carbono de los combustibles son claves para cumplir
los objetivos ambientales (Mendiluce y Del Río, 2010). En este senti-
do, el desarrollo del coche eléctrico y la difusión de su uso, a la que
podrían contribuir las políticas públicas, tanto a través de la regulación
como estableciendo incentivos, podría ser una eco-innovación rele-
vante en el sector.
6) Extensión de servicios: Esta dimensión se refiere a la capacidad de
ofrecer más servicios a los clientes con la misma cantidad de recursos
ambientales. Por ejemplo, la multifuncionalidad, como las fotocopia-
doras multifunción, que incluyen fotocopiadora, escáner y fax, evitan-
do el uso de tres aparatos, o el uso compartido, como puede ser el ca-
304
Capítulo 13
so de un coche que comparten varios compañeros de trabajo o el uso
de webs para compartir coche y los gastos de desplazamiento.
En esta dimensión, considerar la eco-innovación como unidad de ser-
vicio y no por unidad de producto, adquiere una mayor relevancia e
incluso puede suponer un cambio en la forma de organización de la
producción y del consumo.
En el modelo actual, elementos como la obsolescencia programada
llevan a que pueda resultar más barato comprar un nuevo bien, inclu-
so de los que se denominados bienes duraderos, que intentar reparar-
lo. Si ya desde su diseño los productos llevan incorporada su obsoles-
cencia, con el objetivo de que su duración se limite a un tiempo de-
terminado, para que al transcurrir ese período el consumidor compre
uno nuevo, se trata de una actividad muy rentable para las fábricas de
electrodomésticos y otros productos. Sin embargo, si lo que se ofre-
ciera fuera el servicio, la rentabilidad cambiaría. En lugar de asumir
que todos los productos han de ser comprados, poseídos y, finalmen-
te desechados por los consumidores, podría pensarse que un usuario
puede tener un bien duradero en su casa (por ejemplo, una nevera),
con la posibilidad de que, cuando se estropee o desee cambiarla por
una más moderna, el responsable del alquiler vendrá y se llevará ese
bien sustituyéndolo por otro.
Con un cambio de paradigma, el consumidor podría demandar un
servicio, como las horas de iluminación en la vivienda, de televisión o
de refrigeración o la utilización de un bien. En dicho contexto, cobra
sentido el servicizing o sistema producto-servicio, como proceso que
consiste en aprovechar las sinergias para conseguir una economía sus-
tentable, en la que el crecimiento económico se desacople del impacto
medioambiental. Se trata de una nueva forma de realizar las transac-
ciones mercantiles, en la que lo que se intercambia es la función que
proporciona el bien o servicio, más que el producto físico en sí (Perei-
ra y Vence, 2013). Este cambio organizativo supondría un factor muy
relevante para impulsar productos más duraderos, revalorizables y efi-
cientes. Y, también implicaría el cambio de un paradigma que favore-
ce la generación de residuos, a otro que favorece la eco-innovación.

305
Capítulo 13

5. LA ECO-INNOVACIÓN EN LA PRÁCTICA EMPRESARIAL

La eco-innovación es una realidad muy reciente y de creciente inte-


rés, que resulta muy difícil de aplicar en la práctica empresarial, de-
bido a la imprecisión de su definición y a las dificultades para trasla-
darla a una medida específica. A lo largo de las últimas décadas, han
ido surgiendo diferentes conceptos, corrientes y aplicaciones prácti-
cas relacionadas con la eco-innovación. Todos los conceptos compar-
ten como elemento central la reducción del impacto ambiental, pero
el grado requerido difiere sustancialmente, lo que tiene implicacio-
nes. Así, según el concepto que se elija y su nivel de ambición, se
puede buscar un modelo de desarrollo sostenible, a través de una
sucesión continua de innovaciones incrementales o de un cambio
radical de sistema, lo que representa una diferencia significativa.
En el contexto de la aparición de la eco-innovación, uno de
los primeros conceptos que surge lo hace desde el sector empresarial.
En la década de los noventa, el Consejo Mundial Empresarial para el
Desarrollo Sostenible (WBCSC) define el término eco-eficiencia,
cuya concepción está muy ligada a la huella ecológica. Según el
WBCSC, la eco-eficiencia se alcanza con la producción de bienes y
servicios competitivos que satisfagan las necesidades humanas y
aporten calidad de vida, mientras se reduce, progresivamente, el im-
pacto ecológico y la intensidad de uso de los recursos a lo largo del
ciclo de vida del producto, a un nivel, por lo menos, en línea con la
capacidad de carga de la Tierra. La eco-eficiencia se determina me-
diante un cociente entre el valor de los productos o servicios produ-
cidos por una empresa, sector o economía, dividido entre la suma de
presiones ambientales generadas por la empresa, sector o economía
aplicado a todo el negocio, desde el marketing, hasta la fabricación y
distribución (WBCSC, 2000). Este concepto pone el énfasis en la
creación de valor para el cliente con el menor uso de recursos y ener-
gía posible a través de todo el ciclo de vida.
Como ejemplo se puede mencionar una iniciativa desarrollada
en Suiza en 1997por la empresa Mobility, que pone a disposición de
306
Capítulo 13
clientes registrados, una serie de coches aparcados en lugares estraté-
gicos, que las personas pueden utilizar en períodos de tiempo acor-
dados. De esta manera, el cliente puede usar siempre un vehículo con
el tamaño adecuado para el propósito que necesitan, sin tener que
comprarlo. Actualmente la empresa tiene 1.395 emplazamientos en
500 ayuntamientos, y otro operador alemán cuenta con 2.500 vehícu-
los en 600 localizaciones. Los coches van desde el más pequeño para
uso por ciudad, a vehículos eléctricos o familiares y furgonetas.
Otro término coetáneo de la eco-eficiencia es el de produc-
ción más limpia. El Programa de Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA) define la producción más limpia como la apli-
cación continúa de una estrategia de prevención ambiental a los pro-
cesos y productos con el fin de reducir riesgos, tanto para los seres
humanos como para el medioambiente. En los procesos de produc-
ción más limpia se incluye la conservación de las materias primas y
la energía, la eliminación de las materias primas tóxicas y la reduc-
ción de la cantidad y toxicidad de todas las emanaciones y desperdi-
cios antes de ser eliminados de un proceso, con el mismo enfoque del
ciclo de vida.
La producción más limpia supone el contrapunto a las tecno-
logías de final de canal (end of pipe), que no constituyen parte del
proceso de producción y, sin embargo, han de considerarse para me-
dir el impacto ambiental de un producto. La recuperación de aguas
contaminadas, el tratamiento final de un producto cuando se desecha,
el reciclaje o no de sus materiales, o su incineración en plantas espe-
cializadas son ejemplos de tecnologías de final de canal, que podrían
reducir el impacto ambiental de un producto, o bien incrementarlo,
pues en muchos casos conlleva nuevos y complejos procesos tecno-
lógicos que se suman a la huella ecológica del producto. En cambio,
el concepto de producción más limpia contribuye a la eficiencia
energética de la producción o reduce la cantidad de recursos y ener-
gía necesarios para el uso de los productos.
El concepto de producción más limpia permite una aplicación
y medición práctica de la eco-innovación, al relacionar el concepto
con la tecnología existente relevante y, adicionalmente, lleva la defi-
307
Capítulo 13
nición a su nivel más micro, la empresa. Por lo tanto, cualquier tec-
nología que reduzca el impacto ambiental de la actividad de la em-
presa en relación con la tecnología alternativa existente podría consi-
derarse producción más limpia. Así, pequeñas inversiones pueden
dar lugar a grandes ahorros o incrementos del beneficio.

La evidencia empírica indica que la producción más limpia


reduce el coste en que las empresas incurren por el pago de la energía
y los recursos necesarios para realizar su actividad. Las empresas con
innovaciones en este sentido tienen unas ventas por empleado mayo-
res y una reducción en sus costes de producción en relación con otras
empresas también innovadoras, a la vez que mejoran la calidad de
sus productos (Horbach et al., 2012).

Se puede nombrar como ejemplo de producción más limpia el


de la compañía Corpasa, del sector avícola de Paraguay. En una de
sus mayores granjas, “La Blanca” desarrolló una estrategia para una
producción más limpia, a partir de un exhaustivo examen del sistema
de producción realizado con el objetivo de detectar ineficiencias. La
estrategia mostró que por cada 1.000 dólares invertidos en la innova-
ción y mejora del sistema productivo para reducir al mínimo el im-
pacto ambiental. Sólo en energía eléctrica se ahorraron más de
10.000 dólares en un año con el uso de paneles solares fotoeléctricos
y la sustitución de materiales en el techo para dejar entrar la luz del
sol (Grossi et al., 2012).

Debe tenerse en cuenta que la eco-eficiencia y la producción


más limpia no llevan necesariamente ni de forma automática a la
sostenibilidad. Solamente suponen una mejora en términos relativos
(valor/impacto) o en relación con la tecnología existente. No obstante,
pueden llevar a un aumento total del impacto y producir daños
inaceptables o irreversibles. Por lo tanto, estos conceptos tienen
implícitas ciertas limitaciones, ya que reducen la contaminación y el
agotamiento de recursos, pero no detienen su proceso, debido a que una
reducción de costes en un proceso productivo o producto permite un
rápido incremento de la producción y el consumo, lo que se define
como el “dilema de la curva N” (Carrillo et al., 2009).
308
Capítulo 13
Desde el punto de vista ambiental, las innovaciones pueden
tener dos puntos de vista: consideran las acciones humanas como
incompatibles con el entorno natural y, por lo tanto, tratan de reducir
impactos; o bien consideran esa incompatibilidad como fallos de
diseño y, por lo tanto, tratan de eliminar esos errores con el fin de
conseguir impactos positivos sobre la naturaleza y la sociedad
(Braungart y McDonough, 2005; Carrillo et al., 2009). Según este
criterio, tanto la producción más limpia como la eco-eficiencia
estarían basadas en el primer enfoque.

Frente a estas limitaciones, existen otras eco-innovaciones


que suponen un cambio de sistema, desde el mismo diseño del pro-
ducto o servicio, al tener en cuenta no solamente los efectos negati-
vos sobre el entorno, sino también aquellos positivos. El objetivo es
alcanzar un sistema productivo en el que la actividad humana en su
conjunto genere efectos positivos para ella misma y para las demás
especies del planeta. Este enfoque se basa en la analogía entre los
sistemas naturales y los creados por el ser humano y en la naturaleza
como fuente de inspiración.

Braungart y McDonough (2005) denominan eco-efectividad a


estas innovaciones que cambian el modelo existente. Proponen dise-
ñar los productos pensando en la utilidad, la comodidad, el placer y,
a la vez, en la vida permanente de los materiales de que se compone.
La clave consistiría en diseñar la industria y los sistemas humanos
para que sean mejores, de un modo tal que repongan, reparen y ali-
menten al resto de los elementos naturales, imitando a la naturaleza,
dentro de un ciclo cerrado, desde un punto de vista que abarque todo
el sistema. Introducen, pues, un sistema biológico cíclico “de la cuna
a la cuna” para el sistema industrial, poniendo especial énfasis en el
diseño de los productos. Este sistema eliminaría el concepto de resi-
duo, diseñando las cosas (productos, embalajes y sistemas) desde su
origen, pensando que no existe residuo. Los productos pueden estar
compuestos por materiales que son biodegradables (nutrientes bioló-
gicos) y que se convertirán en alimento (dejándolos en el suelo o
convirtiéndolos en compost), o por materiales (nutrientes) técnicos
que pueden ser reutilizados una y otra vez, sin perder parte de su va-
309
Capítulo 13
lor, con lo cual circulan indefinidamente como nutrientes de la indus-
tria.
Mulhall y Braungart (2010) definen la energía cradle to
cradle (C2C o de la cuna a la cuna) como la energía generada y
aplicada eficientemente, empleando insumos gravitatorios o
radiación solar incidente y medios materiales que se definen como
nutrientes biológicos o técnicos. Estos mismos autores proponen
como ejemplos de fuentes de energía la luz natural, la energía solar
térmica o fotovoltaica, la fotosíntesis, la energía fotoquímica, la
energía de las olas y la eólica, el almacenamiento de masa térmica y
el intercambio de calor. Por ejemplo, en el caso de la edificación, se
propone pasar del criterio más convencional de reducir la cantidad de
energía utilizada, a un concepto de maximización de la cantidad de
energía que puede producir un edificio y, a la vez introducir energías
renovables, con el objetivo final de desarrollar una huella ecológica
beneficiosa.
Carrillo et al. (2009) agrupan en el concepto de eco-eficacia
los términos relacionados con la eco-innovación. Basan su enfoque
en los impactos positivos en el medioambiente de la actividad
humana y, abordan los cambios al nivel de todo el sistema. La idea es
similar a la eco-efectividad, incluyendo algunos matices, como que
los materiales que el hombre extrae de la naturaleza no se deben
dejar acumular en el medio, que ningún material se debería acumular
a mayor ritmo que el que la naturaleza tarda en descomponerlo y, que
se debería usar el sol como principal fuente de energía.
Pauli (2011) se inspira en la naturaleza, para crear una co-
rriente de residuos y emisiones cero que denomina economía azul. Al
igual que otros autores, afirma que la naturaleza no conoce el con-
cepto de residuo o basura, siendo la especie humana la única especie
capaz de producir algo que ninguna otra, ni ella misma desea. En el
ámbito de la eco-innovación, la naturaleza pasa a tener valor, no por
lo que se puede extraer de ella, sino como fuente de inspiración y
maestra. El objetivo es conseguir un entorno libre de residuos y, para
ello se trata de aplicar la biomímesis (de bios, que significa vida, y de
mímesis, que significa imitar), disciplina que busca soluciones soste-
310
Capítulo 13
nibles mediante la emulación de los patrones y estrategias desarrolla-
dos por la naturaleza.
La práctica de la invención biomimética puede producirse
desde el diseño a la biología o desde la biología al diseño. En el
enfoque del diseño a la biología, lo innovador empieza con un reto
humano, se identifica la función principal y, después se estudia como
los organismos o ecosistemas consiguen esa función en la naturaleza.
Un ejemplo claro es el caso del tren bala Shinkansen de Japón, que
debido a su gran velocidad, alcanzaba unos niveles de ruido muy
elevados al salir de cada túnel. El ingeniero Eiji Naktsu de la
empresa ferroviaria JR West estudió como la naturaleza podría
resolver este tipo de situaciones y, finalmente tomó como ejemplo la
morfología de un pájaro. Así, el martín pescador para pescar, cambia
a otro medio, el agua, a gran velocidad, como lo hace el tren al salir
del túnel. El resultado fue la construcción de un nuevo tren que no
sólo reduce sustancialmente el ruido, sino que permitió incrementar
su velocidad un 10%, a la vez que redujo un 15% su consumo
eléctrico.
En el enfoque de la biología al diseño, un proceso biológico
supone una nueva forma de resolver un reto para el diseño humano.
Por ejemplo, a través de la observación de las termitas, se descubrió
que tienen la habilidad de mantener la temperatura y humedad de sus
termiteros constante en el África subsahariana, donde la temperatura
exterior varía considerablemente durante el día y la noche. La
estructura desarrollada por las termitas fue aprovechada como
inspiración para la construcción del edificio Eastgate Centre de
Harare (Zimbabue), del arquitecto Mick Pearce, que consiguió un
consumo energético del 10% con respecto a la energía empleada por
edificios de similares dimensiones.
El enfoque de la biomímesis se aplicó durante siglos. Los
pueblos indígenas confiaban notablemente en los ejemplos de los
organismos de su alrededor. Muchas de las primeras invenciones
occidentales como el avión o el teléfono también tomaron su
inspiración directamente de la naturaleza. Sin embargo, en los
últimos tiempos se utilizó más la química, sintetizando lo necesario a
311
Capítulo 13
través de sustancias petroquímicas. Hoy en día, las alarmas
ambientales, un conocimiento cada vez más profundo sobre la
naturaleza y el desarrollo de nuevos campos científicos
interdisciplinares como la nanotecnología, la biotecnología o las
tecnologías de la información y de la comunicación, nos impulsan a
encontrar modelos más sanos y sostenibles.
Una forma de aplicar la biomímesis en el entorno empresarial
es a través de la ecología industrial, que consiste en imitar el funcio-
namiento de los ecosistemas creando circuitos cerrados. En el siste-
ma industrial tradicional cada operación de transformación, indepen-
dientemente de las otras, consume materias primas, vende productos
y genera residuos. Este sistema podría ser sustituido por un ecosiste-
ma industrial que funcionaría igual que uno ecológico: los vegetales
sintetizan las sustancias que alimentan a los animales herbívoros, que
a su vez son comidos por los carnívoros, y los restos de los cadáveres
son utilizados para alimentar a otros organismos. Un ecosistema in-
dustrial puede definirse como aquel que captura y recicla todos los
materiales internamente, consumiendo únicamente energía desde
fuera del sistema (Ayres y Ayres, 2001; Bermejo, 2001). Esta estra-
tegia inspirada en el funcionamiento de los ecosistemas supone una
visión global e integrada de todos los componentes físicos del siste-
ma económico y de sus relaciones con la biosfera como elemento
previo. Su ámbito comprende todos los flujos y stocks de materiales
y energía ligados a las actividades humanas; sin limitarse únicamente
a la actividad industrial.
En los años setenta nace en Kalundborg (Dinamarca) una red
de intercambio de residuos sin planificación previa. El sistema se
inicia cuando una empresa de placas de yeso decide instalarse en
Kalundborg para reducir costes a través de la explotación del gas
excedente que quemaba una refinería. A partir de ahí, las empresas
empiezan a relacionarse y a incrementar intercambios. Los principa-
les recursos distribuidos entre los socios son vapor, gas, agua para
enfriamiento y yeso. El exceso de calor se utiliza para la piscicultura,
la calefacción de las casas cercanas y, la agricultura de invernadero
(Jacobsen, 2006). En los últimos años esta iniciativa fue imitada en
numerosas partes del mundo. Así, por ejemplo, en el municipio de
312
Capítulo 13
Touro (Galicia-España), cuatro empresas se unen para intercambiar
residuos y aunar esfuerzos. Dos empresas del sector de la construc-
ción suministran sus residuos a una empresa de reciclaje de áridos,
que, posteriormente, se los devuelve preparados para volver a ser
utilizados en la construcción. Además, una cuarta empresa composta
lodos de depuradora que son usados para el abono y la forestación
del espacio en el que se asientan estas empresas, una antigua cantera
de cobre, con lo que se recupera un espacio fuertemente degradado
(Fernández y Sánchez, 2011).
La eco-efectividad, la eco-eficacia o la economía azul son in-
tentos de avanzar hacia un cambio de sistema, una manera mejor de
hacer las cosas, un nuevo modelo de desarrollo sostenible. Por ello,
en principio, parece un concepto superior al de las mejoras inducidas
a partir del modelo existente, como las que se producen a través de la
eco-eficiencia o la producción más limpia. De hecho, algunos autores
defienden el cambio de modelo como única alternativa. Así, tanto
Carrillo et al. (2009) como Braungart y McDonough (2005) afirman
que la eco-eficiencia no es una estrategia de éxito a largo plazo, pues
opera desde el mismo sistema que causó el problema y, lo ralentiza
en vez de superarlo. Carrillo et al. (2009) defienden las soluciones
eco-eficientes solo como modelo de corto plazo, pues consideran que
pueden contribuir a mantener patrones de producción y comporta-
mientos perjudiciales a largo plazo, tanto para la economía como
para el entorno. En la misma línea se postula Jänicke (2010), al afir-
mar que en el siglo XXI es necesario un nuevo modelo sostenible de
productividad, que aumenta la eficiencia de los recursos sin causar
efectos destructivos en la mano de obra y el medio ambiente.
Sin embargo, un excesivo optimismo puede llevar a unos re-
sultados modestos en casos concretos. Como destacan Rennings et
al. (2013), aunque las innovaciones radicales se pueden considerar
necesarias para la transición hacia un modelo sostenible, esta pers-
pectiva no es sustentada por la evidencia empírica. Un análisis ex
post de la cartera de I+D de Alemania en las últimas tres décadas en
el campo de las plantas eléctricas de carbón, muestra que ninguna
innovación radical sistémica ha tenido éxito en el período estudiado.
No hubo ningún cambio fundamental de la trayectoria tecnológica en
313
Capítulo 13
el sector de los sistemas de energía de combustibles fósiles en los
últimos treinta años, a pesar de que se barajaron alternativas, nuevos
modelos con una eficiencia energética esperada mayor. No sólo las
alternativas existentes no se pusieron en práctica, sino que la intro-
ducción de sucesivas innovaciones incrementales en la antigua tecno-
logía a lo largo del tiempo, derivaron en niveles de eficiencia energé-
tica similares a los esperados para las innovaciones radicales. El po-
tencial tecnológico de la tecnología existente había sido considera-
blemente subestimado.
Basándose en el caso de la central eléctrica de carbón, en el
que se observa una situación de lock-in o bloqueo clásico que no fue
superado, Rennings et al. (2013) concluyen que la transición de un
régimen tecnológico a otro no tiene por qué ser imprescindible y,
deben valorarse otras opciones, como una reorientación de las trayec-
torias tecnológicas existentes. Esto supone valorar las mejoras poten-
ciales en la tecnología existente antes de introducir una nueva tecno-
logía.
En realidad, en casi todos los casos y sectores se pueden bara-
jar ambas opciones. Como sugieren Del Río et al. (2010), las situa-
ciones de lock-in llevan a plantear la cuestión de si las intervenciones
públicas (tales como subvenciones tecnológicas directas, o financia-
ción pública de programas de investigación, desarrollo, demostración
y provisión) son capaces de evitarlo, orientando las sendas tecnológi-
cas hacia direcciones superiores desde el punto de vista social de las
que hubiese seleccionado el libre mercado. Para evitar que este lock-
in sea insalvable, se pueden implementar algunas políticas con el
objetivo de potenciar el cambio de sistema. Dichas políticas deben
combinarse con las que promueven la eco-innovación incremental y
que tienen en cuenta que el cambio tecnológico es un proceso depen-
diente de la senda (path-dependency). Por lo tanto, aunque la salida
de una situación de lock-in es difícil, la política pública puede tratar
de contrarrestar las ventajas acumuladas por las tecnologías existen-
tes. Del Río et al. (2010) analizan esta estrategia de política pública,
conocida como Gestión Estratégica de Nichos (GEN) y el enfoque de
la gestión de las transiciones (transition management). Se trata de
crear y desarrollar espacios protegidos para el desarrollo y utilización
314
Capítulo 13
de tecnologías prometedoras, a través de la experimentación, con el
objetivo de conocer los aspectos positivos de la nueva tecnología y
estimular el desarrollo y aplicación de la misma. Estas innovaciones
del sistema, en un enfoque de la gestión de la transición, son conside-
radas transiciones a largo plazo (al menos 25 años), con base en el
conocimiento y en el firme compromiso de todos los participantes
interesados en las eco-innovaciones sistémicas, para alcanzar las me-
tas propuestas y aplicarlo en proyectos concretos. En la práctica, la
gestión de la transición suministra un apoyo a las innovaciones sis-
témicas que ofrecen beneficios de sostenibilidad, para tratar de ini-
ciar nuevas sendas tecnológicas superiores desde el punto de vista
ambiental y social.

6. POLÍTICA AMBIENTAL, ECO-INNOVACIÓN Y ENERGÍA


EN LA UE

La Unión Europea considera el cuidado del medio ambiente y, por lo


tanto, la política ambiental como una de sus prioridades. El Consejo
Europeo de Lisboa (2000) fija como objetivo convertir a la UE en la
economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del
mundo, con un crecimiento sostenible y mayor cohesión social. En la
Cumbre de Gotemburgo (2001) se establecieron las bases para un
desarrollo económico sostenible, con el fin de garantizar que la in-
clusión social y la protección del medio ambiente avancen en parale-
lo. Posteriormente, el Consejo Europeo de Bruselas (2006) considera
que las tecnologías limpias son vitales para aprovechar plenamente
las sinergias entre la empresa y el medio ambiente. Así, establece que
la innovación ecológica, que incluye tecnologías limpias e innovado-
ras, puede ayudar a aprovechar ese potencial.
Como consecuencia, la UE establece el Plan de Acción de
Tecnologías Ambientales (ETAP, Enviromental Technologies Action
Plan) en el año 2004. Su objetivo principal consiste en el aprove-
chamiento de tecnologías para la protección ambiental, al mismo
tiempo que contribuye al crecimiento y competitividad económica,
conforme a lo dispuesto en la Estrategia de Lisboa. El programa
315
Capítulo 13
abarcaba un amplio abanico de actividades de promoción de la eco-
innovación y las tecnologías ambientales, con el objetivo de posicio-
nar a Europa como líder mundial en este sector.
La eco-innovación constituye un sector de relevancia crecien-
te para la UE. Según la Comisión Europea, este sector representa un
volumen de negocio anual de 319.000 millones de euros, el 2,5% del
PIB de la UE y emplea de forma directa a 3,4 millones de personas.
Dicho plan ha contribuido al incremento de las eco-industrias euro-
peas. En el sector de las tecnologías limpias y las industrias ecológi-
cas, las empresas europeas representan la mayor cuota del mercado
mundial. El mercado de empresas ambientales del mundo se estima
en valores que oscilan entre 0,6 y 1 billón de dólares por año, perte-
neciendo un tercio de este mercado a la UE. En energía limpia, agua
y movilidad sostenible, la participación de la UE llega a porcentajes
del 40%, constituyendo la tercera área en innovaciones tecnológicas
ambientales, tras Estados Unidos y Japón. Sin embargo, no sólo la
industria verde es relevante, pues gran parte de las eco-innovaciones
se producen en empresas de otros sectores. De hecho, más del 45%
de las empresas europeas activas en los sectores de fabricación, agri-
cultura, agua y servicios alimentarios han introducido eco-
innovaciones entre los años 2009 y 2011, obteniendo un beneficio de
ello. Estas innovaciones se dirigen, principalmente a mejorar la efi-
ciencia energética, mientras que la atención a los materiales es me-
nor. Los sectores de suministro de electricidad, gas, vapor y aire
acondicionado tienen la mayor proporción de empresas eco-
innovadoras para reducir el uso de energía (Grossi et al., 2012).
Además, se espera que el valor de la “economía verde” se multipli-
que por dos hasta el año 2020 y, Europa podría liderar ese crecimien-
to. Su potencial para contribuir a la creación de nuevas oportunidades
de negocio, empleo y crecimiento es evidente y no debe infravalorar-
se.
Entre las políticas europeas de carácter ambiental y, en parti-
cular, las centradas en la eco-innovación, conviene destacar el Pro-
grama Marco para la Competitividad y la Innovación (CIP, Competi-
tiveness and Innovation Programme). Se trata de un programa de
apoyo dirigido a las empresas, especialmente a las Pymes, con un
316
Capítulo 13
presupuesto de 3.621 millones de euros para el período 2007-2013.
Sus objetivos principales eran fomentar la competitividad de las em-
presas, especialmente de las Pymes; promover todas las formas de
innovación, incluida la innovación ecológica; acelerar el desarrollo
de una sociedad de la información sostenible, competitiva, innovado-
ra e inclusiva; y promover la eficiencia energética y las fuentes de
energía renovables en todos los sectores, incluido el transporte.
En el marco del CIP se implementaron tres programas especí-
ficos: como el Programa para la Iniciativa Empresarial y la Innova-
ción, dentro del que se dotó un presupuesto específico para los pro-
yectos eco-innovadores, el Programa de Apoyo a la Política en mate-
ria de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, y el
Programa Energía Inteligente-Europa.
Es importante también la contribución del VII Programa
Marco de I+D, que apoya el desarrollo inicial de las tecnologías me-
dioambientales a través de diversos programas (transversales como el
de Medioambiente y el de Energía, o incluso más sectoriales como el
de alimentación, agricultura y pesca y biotecnología, o el de transpor-
te). La Comisión Europea crea la Agencia Ejecutiva de Competitivi-
dad e Innovación (EACI, Executive Agency for Competitiveness &
Innovation4) para gestionar los programas de aplicación de tecnolo-
gías ambientales. Contaba con tres programas y una red, que son los
siguientes:

 Programa Energía Inteligente-Europa: Dotado con 730 millones


de euros para el período 2007-2013, tiene como objetivo la
promoción de políticas favorables a la eficiencia energética y
energías renovables.
 Marco Polo: Dotado con 430 millones de euros, su objetivo
consistía en apoyar proyectos para conseguir un transporte eu-
ropeo más eficiente desde un punto de vista energético, cam-
biando el transporte de mercancías por carretera a marítimo y
ferroviario.

4
Desde el 1 de enero de 2014 esta Agencia pasa a denominarse Executive Agency
for Small and Mediu-Sized Enterprises, EASME.
317
Capítulo 13
 Eco-innovación: El programa apoyó las primeras aplicaciones y
la entrada al mercado de tecnologías y prácticas innovadoras.
Este programa se inicia en el año 2008, con una dotación de 195
millones de euros para el período 2008-2013. Su principal desti-
natario es la pequeña y mediana empresa. Dentro de sus áreas
de actuación están el reciclaje, el sector alimentario y de bebidas,
la construcción y edificios y los mercados verdes.
 Enterprise Europe Network: Se trata de una gran red de informa-
ción sobre la UE, dirigida a las empresas y, especialmente, a las
Pymes. Esta red cuenta con más de 600 puntos de atención en
cuarenta países europeos y terceros países, y trata de impulsar la
competitividad y la innovación en el ámbito local, tanto en Eu-
ropa como en otras áreas. Dicha red contó con un presupuesto
de 320 millones de euros para el período 2008-2013.

Por lo tanto, en la UE hasta el 2013 la eco-innovación y la in-


novación energética tenían sus áreas diferenciadas. En concreto, la
política energética, de eficiencia y generación de energías renovables
tiene un lugar destacado, con un apartado específico para el transpor-
te y un presupuesto mucho mayor. De hecho, las políticas más acti-
vas y efectivas en eco-innovación se están llevando a cabo en el
campo del ahorro energético y utilización de energías renovables,
aunque parece que la mayor motivación para las empresas en este
sentido ha sido el ahorro de costes, y no la política o los subsidios
europeos (Horbach et al., 2013). Analizando las correspondientes
convocatorias de subvención y las resoluciones de concesión de ayu-
da, se puede comprobar que el programa de eco-innovación, ha esta-
do enfocado a proyectos de aplicación y difusión en el mercado de
tecnologías ya existentes, en campos diferentes del energético. Se ha
puesto el énfasis en proyectos que mejoran la reciclabilidad de cier-
tos productos (end of pipe technologies), como por ejemplo, una
planta de reciclaje de tableros MDF que hasta ahora eran desechados
en vertederos, mejora de las técnicas de reciclaje de textiles, de acei-
tes vegetales, automatización de sistemas de clasificación de resi-
duos, etc. También se ha financiado la aplicación de nuevas técnicas
de producción más limpia, como por ejemplo nuevos esmaltados más
ecológicos para cerámica, mezclas menos contaminantes para la fa-
318
Capítulo 13
bricación de hormigón, fabricación de suelos libres de metales pesa-
dos y sustancias contaminantes volátiles, reducción en la utilización
de agua en la agricultura, fabricación de redes biodegradables para
envasado, etc. Otro tipo de proyectos que han contado con el apoyo
de estas ayudas están enfocados a la mejora o creación de sistemas de
certificación ambiental en nuevos sectores, o de análisis de sustancias
peligrosas, como por ejemplo la gestión ambiental en el turismo de
masas o en empresas de impresión.
Actualmente las acciones iniciadas en el período 2007-2013
aún conviven con las que se están poniendo en marcha en el Progra-
ma Horizonte 2020 para el período 2014-2020. La Estrategia Europa
2020 de la Unión Europea se centra en un crecimiento inteligente,
sostenible e integrador, que pretende respaldar la transición a una
economía eficiente en recursos y baja en carbono.
El Plan de Acción sobre Eco-innovación (EcoAP, Eco-
Innovation Action Plan) es el sucesor del antiguo ETAP. Este nuevo
plan, lanzado por la Comisión Europea en diciembre de 2011, trata
de aprovechar la experiencia adquirida hasta ahora, sobre todo en la
promoción del desarrollo y la penetración de la eco-innovación en
toda Europa. El EcoAP promueve el desarrollo de tecnologías ecoló-
gicas (en las que se basaba su antecesor ETAP) y, además, se centra
en una completa gama de procesos, productos y servicios eco-
innovadores. Este plan también atenderá a desarrollar acciones de
eco-innovación no sólo en Europa, sino también fuera de sus fronte-
ras. Los principales objetivos que establece el plan son:

- Buscar un salto cualitativo para la eco-innovación, mediante un com-


pleto conjunto de iniciativas que mejoren la adopción de la eco-
innovación en el mercado. El plan amplía la atención desde las tecno-
logías a todos los aspectos de la eco-innovación, incluyendo produc-
tos y servicios.
- Acelerar la adopción en el mercado. Hasta ahora el mejor resultado de
la introducción de la eco-innovación en el mercado se ha dado en el
campo energético, sobre todo en lo que se refiere a las energías reno-
vables. EcoAP pretende seguir impulsando esta penetración en todos
los campos, centrándose en abordar las principales barreras, como
319
Capítulo 13
son la incertidumbre del mercado y las preocupaciones sobre el ren-
dimiento de la inversión. Así mismo, tratará los principales motores
de la eco-innovación, entre ellos los altos precios de la energía, la
normativa y el acceso al conocimiento.
- Reforzar la gobernanza y la sensibilización, coordinando la colabora-
ción de personal cualificado, empresas y sociedad civil. La Comisión y
los Estados Miembros también coordinarán las políticas nacionales y
europeas, y favorecerán el intercambio de buenas prácticas.

El Plan de Acción sobre Eco-innovación comprende siete ac-


ciones para ayudar a desarrollar una demanda de mercado más fuerte
y estable para la eco-innovación. Estas acciones se centran princi-
palmente en la oferta y la demanda del mercado, en la investigación
y la industria y, en instrumentos políticos y financieros y son las si-
guientes:

- Política y normativa medioambiental, pasando a ser la eco-innovación


un elemento central en la revisión de la legislación.
- Proyectos de demostración, que favorezcan el salto de la eco-
innovación del laboratorio al mercado.
- El desarrollo de normas y objetivos de rendimiento.
- La cooperación internacional con economías emergentes como Chi-
na, India o Brasil que ofrecen nuevas oportunidades a inversores eu-
ropeos.
- Nuevas cualificaciones y conocimientos para los trabajadores euro-
peos e intercambios de información entre los estados miembros sobre
los programas de formación centrados en la eco-innovación.
- Cooperación de innovación europea que reúna agentes públicos y
privados en sectores clave en los que la eco-innovación podría contri-
buir a crear una mayor eficiencia en el uso de los recursos.

Para desarrollar el EcoAP, la Agencia Ejecutiva para la Pyme


(EASME, anterior EACI) se encargará de la gestión de varios pro-
gramas destinados a la mejora y potenciación de las Pymes en la UE,
incluyendo la gestión ambiental y la eficiencia energética, así como
del legado de los anteriores programas de Energía Inteligente-Europa
y la iniciativa de Eco-innovación. Por lo tanto, el EcoAP constituye
320
Capítulo 13
un amplio marco político que establece las directrices para la política
y la financiación de la eco-innovación. Desde el año 2014 hasta
2020, su principal fuente de apoyo será el nuevo programa de inves-
tigación Horizonte 2020, que reforzará el papel de la eco-innovación
y facilitará medios financieros para aplicar el EcoAP.
Horizonte 2020 es el mayor programa de investigación puesto
en marcha por la UE en toda su historia, con un presupuesto de
76.880 millones de euros para el período 2014-2020. Agrupa las ac-
tuaciones previamente englobadas en el VII Programa Marco, el CIP
y el Instituto de Innovación y Tecnología. El Programa Horizonte
2020 se centra fundamentalmente en reforzar la excelencia científica,
crear y mantener el liderazgo industrial en Europa y abordar los prin-
cipales retos sociales. Dentro de este programa, el sector ambiental
cobra una gran relevancia. Así, se ha asignado un presupuesto total
de 5.931 millones de euros para el reto social Energía segura, limpia
y eficiente; y 3.081 para el reto Acción por el clima, medio ambiente,
eficiencia de recursos y materias primas, que incluye la eco-
innovación. Adicionalmente, se cuenta con un presupuesto de 6.339
millones de euros para el reto Transporte inteligente, ecológico e
integrado y fondos para otras actuaciones, como 200 millones para al
Instituto Europeo de Innovación y Tecnología; o hasta 700 millones
de euros para la Iniciativa Tecnológica Conjunta (JTI, Joint Techno-
logy Initiative), Pilas de Combustible e Hidrógeno 5.
En el reto social de Energía segura, limpia y eficiente, el obje-
tivo de la investigación es conseguir la transición hacia un sistema
energético fiable, sostenible y competitivo, en un contexto de escasez
de recursos, aumento de las necesidades de energía y cambio climáti-
co. Para ello se establecen siete actividades, que son continuistas con
el VII Programa Marco, aunque se incremente su presupuesto. Esas
siete actividades son las siguientes: reducir el consumo energético y

5
Esta iniciativa tiene como objetivo reducir los costes de las pilas de combustible
en el transporte, incrementar su eficiencia; la eficiencia de la producción de H2 y,
demostrar a gran escala la viabilidad del H2 como soporte de las energías renova-
bles (almacenamiento). Por lo tanto, sus objetivos se centran en el transporte y en
la energía.
321
Capítulo 13
la huella de carbono mediante un uso inteligente y sostenible; sumi-
nistrar electricidad a bajo coste y de baja emisión de carbono; encon-
trar combustibles alternativos y fuentes de energía móviles, conse-
guir una única red eléctrica europea inteligente, buscar nuevos cono-
cimientos y tecnologías, mantener un fuerte compromiso público y
solidez en la toma de decisiones; y mejorar la absorción por el mer-
cado de la innovación energética, capacitando a los mercados y a los
consumidores. Las áreas en las que se ha priorizado el esfuerzo en el
inicio del programa son la eficiencia energética; las tecnologías de
bajas emisiones de carbono en el sistema energético, principalmente
a través de energías limpias renovables; el desarrollo sostenible de
ciudades y comunidades, centrando la atención especialmente en las
áreas de energía, transporte y nuevas tecnologías; y el desarrollo de
políticas que contribuyan a mejorar el objetivo de investigación e
innovación energética.
En el reto Acción por el clima, medio ambiente, eficiencia de
recursos y materias primas, los principales objetivos son lograr una
economía más eficiente y eficaz en el uso de los recursos, el aumento
de la resiliencia ante los efectos del cambio climático y el abasteci-
miento sostenible de materias primas. Potenciar el liderazgo de la UE
en el sector de la eco-innovación aparece como uno de los principa-
les objetivos, como una oportunidad de generar competitividad y
crear empleos. Este apartado se ocupa principalmente de las indus-
trias del sector ambiental, más que de las eco-innovaciones en otros
sectores, industrias o productos. Finalmente, en relación con el trans-
porte se establece el objetivo específico de conseguir un transporte
verde, inteligente e integrado. La Unión Europea espera contribuir a
mejorar la competitividad del sector y la industria del transporte en
Europa, poniendo las bases para un sistema de transporte eficiente
desde el punto de vista de los recursos, positivo para el clima y el
medio ambiente, seguro y beneficioso para todos los ciudadanos, la
economía y la sociedad.
A partir de esta visión global de las políticas de la Unión Eu-
ropea se extrae como conclusión que las innovaciones ecológicas y
económicamente beneficiosas en la UE se centran principalmente en
el sector energético, con especial incidencia en las energías renova-
322
Capítulo 13
bles y el sector del transporte. Esto ha sido así en el anterior período,
pues los mayores recursos financieros se han destinado a estas áreas
y también está previsto para el 2014-2020. Otras áreas de innovación
tienen avances más modestos y, se observa que en numerosas oca-
siones, se orientan a desarrollar tecnologías de final de canal, para el
reciclaje o la reutilización, más que a un diseño que permita un im-
pacto positivo sobre el medioambiente. También se ha potenciado
una producción más limpia y la mejora en los sistemas de certifica-
ción ambiental. En el nuevo período, el nuevo plan EcoAP no sólo se
centra en tecnologías ambientales, sino también en productos y ser-
vicios verdes.

7. CONCLUSIONES

El concepto de eco-innovación es muy reciente y suscita un interés


creciente entre la comunidad científica, la administración pública y
las empresas. Parece postularse como una opción de futuro, para
crear empleo y riqueza mejorando además las condiciones
ambientales.
Una eco-innovación puede considerarse como una innovación
que cumple a la vez con un carácter positivo para la economía y para
el medioambiente. Tiene como característica fundamental que reduce
el impacto ambiental de un producto a lo largo de todo su ciclo de
vida, sea esta reducción intencionada o no. En muchos casos, por lo
tanto, la eficiencia ambiental no es el objetivo, sino la consecuencia o
efecto secundario de las motivaciones económicas de la empresa.
Para valorar estos impactos se deben tener en cuenta los posibles
incrementos de la producción y del consumo de un producto en el
mercado, posibilitados por la eco-innovación introducida.
El esfuerzo eco-innovador debe centrarse en reducir la
demanda de recursos y maximizar la energía. Los objetivos más
ambiciosos hablan de una huella ecológica positiva de la actividad
humana. Los más prácticos abogan por una producción más limpia
siguiendo la senda tecnológica existente, lo que en muchos casos
323
Capítulo 13
supone la aplicación y difusión de tecnologías ya existentes. En el
ámbito energético, pequeñas inversiones en tecnologías actuales
conducen a cuantiosos ahorros ambientales y económicos.
Actualmente, los intentos públicos y privados de superar las
situaciones de lock-in para cambiar la senda tecnológica no siempre
tienen éxito, por lo que existe unanimidad en que el mejor camino
será aquel que combine políticas más convencionales que promueven
las innovaciones incrementales con aquellas otras que contribuyen a
superar las barreras para el cambio tecnológico y las situaciones de
lock-in que hacen inviable la aplicación de las nuevas opciones. El
cambio, de ser posible, sólo lo sería en el largo plazo, por lo que
aquellas políticas dirigidas a buscar un cambio sistémico y sendas
tecnológicas superiores a las existentes, deben ser políticas que se
basen en el largo plazo, y contando con todos los agentes implicados
en el cambio. Por otra parte, debe quedar claro que, aunque en algún
caso la tecnología de final de canal puede ser la única opción viable
para reducir el impacto ambiental, no es ni debe seguir siendo, el
tema central de la eco-innovación ni de la política ambiental.
Los mayores avances en eco-innovación se han dado en el
campo energético, con resultados en cuanto a ahorros y utilización de
energías verdes constatables en muchos casos. El ejemplo de los
edificios energéticamente positivos representa la esperanza de un
cambio de paradigma en que los sistemas industriales se comporten
como los ecosistemas naturales y se maximice la generación de
energía verde y limpia, en vez de maximizar la eficiencia para
reducir su uso. Ello es, en gran parte, consecuencia de que las
políticas más activas y eficaces en la UE se han orientado
principalmente al sector energético, con cambios significativos en el
modelo económico, si bien claramente insuficientes para que se
pueda hablar de un cambio de sistema.
En el actual período 2014-2020 la Unión Europea considera
la eco-innovación como un mercado con mucho potencial que
Europa puede liderar y que puede contribuir a la internacionalización
de las empresas en países emergentes, como China o Brasil. De esa
manera, se generaría empleo y riqueza, al tiempo que contribuye a
cumplir los objetivos ambientales y generar un impacto ambiental
324
Capítulo 13
positivo. Los nuevos esfuerzos se amplían, desde la promoción de las
tecnologías ambientales, consideradas en el período anterior, a su
extensión a productos, servicios y tecnologías que se promoverán en
el período 2014-2020.
A pesar de los avances, aún es enorme el trabajo
multidisciplinar que se requiere en el ámbito de la eco-innovación,
para que se convierta en un factor que contribuya a reducir o eliminar
muchos problemas ambientales actuales, así como al desarrollo de
nueva actividad económica y, en particular, empresarial en las
distintas actividades económicas, y no solo en las “empresas verdes”
(como el reciclaje o la energía). Al mismo tiempo, el gobierno, al
nivel nacional, regional y local, así como el empresariado deben
orientar sus actuaciones pensando en la eco-innovación y contribuir a
su difusión.

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329
C A P Í T U L O 14
Vehículos Propulsados Por Hidrógeno:
Barreras Técnicas y No Técnicas

Ponce Jara, Marcos A 1


Moreano Alvarado, Milton 2
Cano Gordillo, Carlo Alonso 3

Sumario: 1. Introducción, 2. Tendencias en el transporte y escenarios futuros,


3. El hidrógeno como alternativa energética para la movilidad, 4. Conclusio-
nes, 5. Bibliografía.

Resumen

Hoy en día se estima que aproximadamente la mitad de las emisiones


de CO2 que se arrojan a la atmósfera provienen del sector del trans-
porte, y más de la mitad de las mismas provienen de la movilidad
urbana. El hidrógeno es visto hoy en día como una de las alternativas
y soluciones para propulsar nuestros vehículos en las carreteras, te-
niendo el potencial de cambiar las formas en que aprovechamos los
recursos mundiales del planeta. En el presente artículo se discutirán
las ventajas y desventajas de este vector energético así como las ba-
rreras a las que se enfrenta.

1
Docente de la carrera de Ingeniería Eléctrica de la ULEAM, Master en Investiga-
ción en Ingeniería Eléctrica, Electrónica y Control Industrial por la Universidad
Nacional de Educación a Distancia (UNED) – España.
2
Docente de la carrera de Ingeniería Eléctrica de la ULEAM, Master en Energías
Renovables y Eficiencia Energética por la Universidad de Zaragoza – España.
3
Docente de la carrera de Ingeniería Eléctrica de la ULEAM, Master en Teleco-
municaciones por la Universidad Católica Santiago de Guayaquil – Ecuador.
331
Capítulo 14
Palabras clave: Alternativa energética, hidrógeno, movilidad sosteni-
ble.

Abstract

Nowadays it is estimated that almost half of the world’s CO2 emis-


sions comes from the road transport sector, and more than half of this
amount comes from urban mobility. Hydrogen is seen today as one
of the alternatives and solutions to power our vehicles on the road,
having the potential to change the ways we leverage global resources
of the planet. In this article the advantages and disadvantages of this
energy vector and the barriers they face are discussed.

Keywords: Alternative energy, hydrogen, sustainable mobility.

332
Capítulo 14

1. INTRODUCCIÓN

El vector energético mundial es el conjunto de recursos de energía


primario que cubre la demanda energética a nivel planetario. Hoy en
día el 75% de este vector es cubierto por energías primarias prove-
nientes de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural),
que además, son los que con su utilización emiten a la atmósfera dió-
xido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero que tiene
más impacto, en cuanto a cantidad, en el calentamiento de la tierra y
el cambio climático. El resto del vector energético está compuesto
por un 6% de energía nuclear, un 7% por la energía hidráulica y el
resto (13%) que engloba a todas las demás fuentes de energía prima-
ria.
Se estima que la demanda mundial de energía se duplica
aproximadamente cada 22 años y esto es debido principalmente al
fuerte crecimiento económico global y en un segundo término al in-
cremento de la población del mundo.
Ante esta expectativa de crecimiento de la demanda energéti-
ca, con un modelo basado en el consumo intensivo de combustibles
fósiles, nos encontramos con dos graves problemas. Primero los
combustibles fósiles son recursos no renovables y escasos, se valora
que en la primera mitad del siglo XXI se agotarán las reservas de
petróleo y gas natural, aunque el carbón puede durar cientos de años
más, ya que sus reservas son inmensas. Segundo, el grave impacto
ambiental y social que está produciendo el consumo de combustibles
fósiles, al ser el sector del transporte el que más contribuye a las emi-
siones de gases efecto invernadero, y por consiguiente al incremento
de estos gases en la atmósfera, al calentamiento de esta y los fenó-
menos asociados que se denominan “el Cambio Climático”.
Por otro lado, el consumo de la energía es profundamente de-
sigual entre países ricos y pobres. Hoy en día se estima que el con-
sumo de energía en los países desarrollados es 80 veces superior al
de África subsahariana. Menos de la cuarta parte de la población
333
Capítulo 14
mundial, la que habita en el mundo industrializado, consume 3/4 par-
tes del total de energía disponible. Frente a ello el caso extremo de
EE.UU que con menos del 5% de la población mundial realiza más
del 20 % del consumo energético total. Otro ejemplo que nos puede
ilustrar esta desigualdad es el uso y posesión de automóviles particu-
lares: el 92 % de la población mundial no tiene coche; mientras que
en EE.UU y la UE hay un coche por cada 1,8 y 2,8 habitantes respec-
tivamente, en África sólo 1 por cada 110, y en China 1 por 1.375
(UNED, Energía y Desarrollo, Madrid, 2012).
Todo esto, junto con los profundos cambios sociales, econó-
micos y tecnológicos producidos en los últimos decenios, han deri-
vado en un nuevo modelo de movilidad. Ese modelo, que tiende a
implantarse globalmente, se caracteriza por el aumento de las distan-
cias recorridas, los cambios en los motivos de los desplazamientos y
las modificaciones en la localización de las actividades productivas.
La distancia que separa a los lugares donde se realizan las dis-
tintas actividades económicas y sociales no ha dejado de crecer como
consecuencia de los avances tecnológicos y organizacionales. El in-
cremento del binomio velocidad-distancia ha permitido que la “dis-
tancia tecnológica” entre dos puntos sustituya a la geográfica y que
gran parte del tiempo ganado por la disminución de la jornada laboral
se dedique a los desplazamientos. Los movimientos poblacionales
hacia las áreas circundantes a la urbe o a las ciudades dormitorio
donde los individuos fijan su lugar de residencia, han dado lugar a
un cambio demográfico que conlleva a desplazamientos diarios desde
la periferia hacia el centro en horas punta. Además, el aumento de los
ingresos per cápita ha tenido como consecuencia una enorme expan-
sión del uso del vehículo privado como medio de transporte de pasa-
jeros en las áreas urbanas. Así mismo, los motivos que inducen a
desplazarse se han incrementado, pasando del obligado, al cotidiano
(ir al trabajo, recoger a los niños, acceder a bienes culturales y socia-
les, viajes vacacionales, etc).
De esta manera, podemos apreciar como la configuración del
sector del transporte genera gran parte de los problemas de sostenibi-
lidad ambiental y energía, en parte debido a la insostenible movili-
334
Capítulo 14
dad urbana comentada. Con todo, el problema ambiental más grave
asociado con el modelo de transporte actual es su dependencia de
energías fósiles no renovables (en 98%), y la consecuente degrada-
ción ambiental con la producción, transformación y consumo final de
esta energía.
Por lo que se refiere al consumo de petróleo por modos de
transporte, la carretera consume más del 80% del total, y el sector
aéreo, alrededor del 15%, repartiéndose el resto entre los sectores
ferroviarios y marítimos. En el año 2000, el transporte por carretera
consumió las tres cuartas partes del combustible utilizado por todos
los modos. Dentro de éste, los vehículos ligeros utilizaron el 80% de
la gasolina, y los camiones el 75% del diésel (Lizárraga Mollinedo
Carmen, 2006).
Además de esto, el consumo de derivados petrolíferos está
desigualmente repartido, tanto por sectores económicos como por
áreas geográficas. A escala mundial, el transporte consume más del
60% de todos los productos del petróleo, habiendo países, como los
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE), con un 15% de la población mundial, que consumen más de
la mitad de la energía total consumida en todo el mundo.

2. TENDENCIAS EN EL TRANSPORTE Y ESCENARIOS FUTU-


ROS

Pese a que en las sociedades modernas resulta imprescindible un sis-


tema de transporte adecuado que posibilite la movilidad urbana y la
accesibilidad poblacional a los servicios, su configuración actual está
provocando graves externalidades negativas y gran parte de los pro-
blemas de sostenibilidad ambiental, social y energética. En las figu-
ras 1 y 2, se observan las proyecciones de contaminación del trans-
porte, por tipo de movilidad y región, desde el año 2000 al 2030 si
los patrones de consumo de energía fósil continúan al ritmo actual.
En general, los datos presentados en los gráficos son muy claros:
el transporte es uno de los mayores contribuyentes de las crecientes
335
Capítulo 14
emisiones de gases de efecto invernadero. Las emisiones de CO2 prove-
nientes del transporte actualmente son altos y en las proyecciones para
el 2050 tienden a aumentar en la mayoría de países. La contaminación
mayoritaria proviene del sector de transporte por carretera, especialmen-
te proveniente de los automóviles y de los camiones. El tercer grupo que
más contaminan serian el transporte aéreo, seguido por el transporte
marítimo, buses de ciudad y motocicletas.

Figura 1. Proyección emisiones de CO2 por modalidad de transporte


(Sustainable Mobility Project calculación, 2004).

Por su lado, la proyección del crecimiento de emisiones de


gases de efecto invernadero varía ampliamente según la región. Las
regiones en vías de desarrollo muestran un aumento mucho mayor
que las regiones desarrolladas, las cuales permanecen relativamente
planas. Este hecho se debe a las diferencias en las tasas proyectadas
de crecimiento de la actividad de transporte y a las expectativas de
introducción de nuevas tecnologías y combustibles que reduzcan el
impacto ambiental.
336
Capítulo 14
Figura 2. Proyección emisiones de CO2 por modalidad regiones
(Sustainable Mobility Project calculación, 2004).

En todo caso, el tratamiento del problema ambiental, requerirá


un cambio sustancial hacia tendencias que favorezcan la expansión y
la adopción de la mejor tecnología disponible en cuanto a transporte,
además del desarrollo de tecnologías sostenibles a largo plazo, así
como su despliegue. Conjuntamente con lo anterior, se requiere de
soluciones políticas globales para garantizar una rápida aceptación y
extensa utilización de esta nueva tecnología.
¿Cuál será la nueva tecnología que gobierne el transporte? Esto es
todavía incierto. No obstante, lo que es seguro es que la tecnología ac-
tual y la que está emergiendo tiene el potencial de proporcionar substan-
ciales reducciones de emisión de CO2 en el ámbito del transporte.

2.1. Escenarios principales para la reducción de emisiones

Entre los estudios más relevantes en cuanto a cómo reducir


las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector del trans-
porte podemos destacar las siguientes tres publicaciones:
-Transport Energy and CO2: Moving toward sustainability (2009).
La publicación “Transporte, Energía y CO2”, es un importan-
te estudio que plantea una serie de escenarios para la reducción de
337
Capítulo 14
emisiones de gases de efecto invernadero. Aquí se plantea una de las
metas más ambiciosas titulada “The Blue Map scenario”. Según este,
la combinación de un moderado cambio, de una modalidad de trans-
porte altas en carbono hacia otras modalidades bajas en carbono,
junto con mejoras de eficacia de los vehículos, y el despliegue de
tecnologías avanzadas aplicadas a los vehículos y combustibles, po-
drían reducir las emisiones de CO2 producidas por el transporte en
un 40% por debajo de los niveles de 2005 proyectados para el año
2050. Este escenario da también por supuesto un uso mayor de los
combustibles alternativos y el desarrollo comercial de una tecnología
avanzada aplicada a los vehículos para el año 2050.
La figura 3 ilustra las proyecciones de reducción de gases de
efecto invernadero previstas en el escenario Blue Map/Shifts, para
los años comprendidos entre el 2005 al 2050. Por un lado, la línea
base (baseline) representa el crecimiento proyectado de las emisiones
del transporte si no emprendiéramos ninguna acción para reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero. Por otro lado, las reduc-
ciones en cuanto a contaminación vienen dadas por los cambios mo-
dales (Shifts), la eficiencia de combustibles y vehículos (Efficiency)
y los combustibles alternativos (Alternative fuels). Sumadas estas
tres proyecciones se obtiene el escenario Blue Map/Shifts.
Figura 3. Contribución de las opciones de reducción de emisiones de conta-
minantes en el escenario Blue Map/Shifts (International Energy Agency,
2009).

- Moving cooler: An analysis of transportation strategies for reducing greenhouse


gas emissions (2009).
338
Capítulo 14

El análisis “Moving cooler”, está enmarcado en las emisiones


del transporte de Estados Unidos y centra su atención en cómo redu-
cir las emisiones de CO2 del transporte reduciendo los kilómetros
recorridos por los vehículos; cambiando a modalidades de transporte
bajas en carbono, y mejorando la eficiencia de la red de transporte.
En este estudio se analizan nuevos tipos de estrategias para
reducir las emisiones del transporte, concretamente, tarifación e im-
puestos; el uso del suelo y crecimiento inteligente; transporte no mo-
torizado; mejoras del transporte público; viajes colectivos; uso com-
partido del vehículo y otras estrategias de viajes; estrategias regula-
doras; estrategias y descongestión de los cuello de botella; y estrate-
gias para el sector del transporte de mercancías.
La figura 4 muestra la gama de reducciones de emisiones de
gases de efecto invernadero anuales previstas por el estudio “Moving
Cooler”, utilizando seis grupos de estrategias a niveles de despliegue
agresivo y máximo. Según este estudio, estas medidas permitirán
reducir las emisiones del transporte por debajo del 24% de las pro-
yecciones para el 2050. Las seis estrategias seleccionadas son:

1. Estrategias de regulación y tarificación locales y regionales que au-


mentan los costes de los viajes en vehículos con un solo ocupante
2. Estrategias reguladoras que reducen y hacen cumplir los límites de ve-
locidad
3. Estrategias educativas para fomentar la conducta ecológica al condu-
cir y que mejoren la eficacia de consumo de combustible
4. Estrategias de uso del suelo y de crecimiento inteligente que reduzcan
las distancias de los viajes
5. Estrategias multimodales que amplíen las opciones de viaje
6. Estrategias combinadas como los cambios del uso del suelo junto con
servicios de tránsito extendidos.

339
Capítulo 14
Figura 4. Gama de reducciones de emisiones de gases de efecto inver-
nadero anuales e impacto de los seis grupos de estrategia a niveles de
despliegue agresivo y máximo. (Cambridge Systematics, 2009).

En la gráfica se puede observar que la reducción del 24% que


se plantea es notable, sobre todo porque en este estudio no se incluye
ninguna medida derivada de tecnologías avanzadas aplicadas a los
vehículos o combustibles, sino que por el contrario solo se incluyen
las seis medidas comentadas anteriormente.

- Mobility 2030: Meeting the challenges to sustainability

En el estudio realizado por WCSD (World Business Council


for Sustainable Development) para la reducción de emisiones de ga-
ses de efecto invernadero, únicamente considera los vehículos de
carretera, y se plantea una reducción del 50% en las emisiones pro-
nosticadas para el 2050 con respecto a las emisiones medidas en el
2000. Las reducciones se planean llevar a cabo mediante el incre-
mento de la penetración en el mercado por parte de todas las tecnolo-
gías eficientes energéticamente y suponiendo un cambio de preferen-
340
Capítulo 14
cia del consumidor hacia vehículos más pequeños y tráficos más
fluidos. Este análisis supone que un 33% de todo el combustible será
biocombustible para el 2050, y que además, un 45% de los vehículos
utilitarios ligeros y de los camiones medianos utilizarán motores dié-
sel para el 2030, pronosticando que para el 2050 un 50% de los mis-
mos, estarán alimentados por células de combustibles.
La figura 5 muestra las reducciones que se planean conseguir
mediante la aplicación de tecnologías avanzadas a los vehículos y
combustibles alternativos.
Figura 5. Reducción de las emisiones en el transporte con la introducción de
nuevas tecnologías y combustibles eficientes. (Sustainable Mobility Project
calculación, 2004).

Este estudio plantea un escenario ambicioso, en el cual la re-


ducción de las emisiones debida a la movilidad urbana depende mu-
cho de la aplicación de tecnologías punta, además del uso de com-
bustibles alternativos para su propósito. El reto planteado depende en
gran medida de la disposición de los gobiernos y la sociedad a asu-
mir el cambio hacia nuevas tendencias tecnológicas y energéticas.
341
Capítulo 14

3. EL HIDRÓGENO COMO ALTERNATIVA ENERGÉTICA EN


LA MOVILIDAD

El hidrógeno es el elemento más simple y abundante en el universo.


En estado libre y en condiciones normales es un gas incoloro, inodo-
ro e insípido que forma moléculas diatómicas. El hidrógeno molecu-
lar existe en dos formas: el orto y el para-hidrógeno. Ambas formas
tienen iguales propiedades químicas pero debido a su diferente orien-
tación de “spin” tienen diferentes propiedades físicas (Contreras Ló-
pez Alfonso, 2007). Algunas de sus características físico-química más
relevantes se recogen en la tabla 1 y de forma gráfica en la figura 6.

Tabla 1. Características principales del hidrógeno.

Características principales del hidrógeno


Número atómico 1 Densidad [Kg/l] (liquido) 0.0708
3
Símbolo H Densidad [Kg/Nm ] (gas) 0.0899
Peso atómico 1.00797 Control Punto de Ebullición -252.7
[oC]
Valencia 1 Punto de fusión [oC] -259.2
Electronegatividad 2.1 Conductividad térmica [W/mK] 0.1815
Estructura atómi- 1S1 Poder calorífico superior 141.86
ca [MJ/Kg]
Estructura crista- Hexagonal Poder calorífico inferior 120
lina [MJ/Kg]

Figura 6. El hidrógeno y sus características.

342
Capítulo 14
Puesto que este elemento no existe libre en la naturaleza debe
producirse siempre gastando energía, a partir de compuestos que lo
contengan, principalmente los hidrocarburos, CxHy y el agua. Así, de
los aproximadamente 500.000 millones de metros cúbicos de hidró-
geno que se producen en el mundo, la mayoría se obtienen a partir de
combustibles fósiles, siendo el reformado en fase vapor del gas natu-
ral el método más eficiente y económico. En la tabla 2 se representa
la producción mundial de hidrógeno y la contribución de cada uno de
los materiales de partida al total:

Tabla 2. Producción mundial de hidrógeno (Contreras López Alfonso,


2007).

MATERIAL DE PARTIDA MILES DE MILLONES %DEL TOTAL


DE M3N/AÑO
Gas Natural 240 48
Petróleo 150 30
Carbón 90 18
Agua (electrolisis) 20 4
Total 500 100

En la tabla 2 se puede comprobar que solo una pequeña parte


del hidrógeno producido se obtiene mediante electrolisis (4%) por lo
que la solución no parece que resulte rentable en esta línea de pro-
ducción, sobre todo debido a que el 96% restante se obtiene a través
de combustibles fósiles, lo cual no soluciona ni es una apuesta de
fututo hacia energías sostenibles.
La mayor utilidad dada al hidrógeno hoy en día es el uso in-
dustrial, siendo este consumido casi en el momento de su produc-
ción. Por otro lado, en cuanto a sistemas de movilidad podemos des-
tacar que la NASA ha utilizado hidrógeno líquido en todos los vuelos
que ha llevado a cabo en sus transbordadores, situándose hoy en día
como el mayor consumidor del mundo de este combustible.
En lo que respecta a su uso diario por la población, este vec-
tor energético representa sin duda uno de los elementos más impor-
tantes y prometedores que revolucionará el sistema de transporte
343
Capítulo 14
actual, debido a su poder energético y a las ventajas medioambienta-
les que este aporta.

3.1. La economía del hidrógeno

El hidrógeno es visto hoy en días como una de las alternativas


para propulsar nuestros vehículos en las carreteras; este tiene el po-
tencial de cambiar las formas en que aprovechamos los recursos
mundiales del planeta. Aunque su introducción al mercado parece
costoso y difícil, los avances tecnológicos actuales y futuros facilita-
rán la introducción del hidrógeno en nuestra rutina diaria.
Como se mencionó antes, el hidrógeno es considerado como un
vector energético y no como un recurso energético, ya que este no se
encuentra de forma libre en nuestro planeta, sino que necesita ser
extraído a partir de otros compuestos que lo contengan. Una vez pro-
ducido, el hidrógeno puede sustituir sin ningún inconveniente a los
combustibles fósiles tradicionales en todas sus aplicaciones, no sien-
do necesario para ello modificar excesivamente las tecnologías exis-
tentes. Surge así el nuevo sistema energético conocido como Sistema
Energético del Hidrógeno o economía del Hidrógeno (Contreras Ló-
pez Alfonso, 2007).

Figura 7. Sistemas energético del hidrógeno (Contreras López Alfonso,


2007).

344
Capítulo 14
Básicamente, el hidrógeno es un combustible portador de
energía, el cual puede ser usado en múltiples aplicaciones, como por
ejemplo, en vehículos con pilas de combustible que son dos veces
más eficientes que los motores de gasolina. En este sentido, el hidró-
geno es visto hoy en día como un combustible emergente para el
transporte, el cual está impulsando nuevos diseños de vehículos que
ofrecen una diversificación de energía importante, así como benefi-
cios medioambientales.
En la tabla 3 se recogen las densidades energéticas (volumétricas
y másicas) de diversos combustibles en su forma habitual de sumi-
nistros. Se aprecia que el hidrógeno es capaz de almacenar aproxi-
madamente el triple de energía por unidad de masa que los demás,
pero al ser tan ligero (89,3 g/Nm3) es el que menor energía almacena
por unidad de volumen. Este hecho implica ciertos problemas en el
transporte, almacenamiento y distribución del hidrógeno, lo cual se
tratara más adelante.

Tabla 3. Densidades energéticas (Contreras López Alfonso, 2007).

Densidad Volumen Masa


[kg/m3] [kWh/m3] [kWh/kg]
H2 líquido (1 bar, -2520C) 70,71 2.375 33,59
H2 gas (300 bar, 250C) 20,55 690 33,59
H2 gas (700 bar, 250C) 47,96 1.1611 33,59
Gas Natural (1bar, 250C) 0.65 9.1 12,73
Butano líquido 250C 550 7.000 12,73
Gasolina 750 9.270 12,36

3.2. Producción del hidrógeno

Una producción a gran escala que use un método confiable y


de bajo costo, es crucial para el establecimiento y comercialización
de la tecnología del hidrógeno. Existen un gran número de tecnolo-
gías disponibles para la producción de este combustible, ya que este
puede provenir de una gran variedad de fuentes, produciéndose de
una forma económica y medioambientalmente viables. Entre las for-
mas de producir hidrógeno podemos destacar las siguientes:
345
Capítulo 14

 Reformado en fase por vapor de agua


 Reformado a partir de la biomasa y carbón
 Electrolisis
 Termólisis

3.2.1. Reformado en fase vapor del gas natural

Actualmente casi la mitad del hidrógeno que se produce en el


mundo es extraído del gas natural por medio del reformado con va-
por (tabla 2). El método consiste en provocar una reacción entre el
gas natural y el vapor con la ayuda de un convertidor catalítico. El
proceso libera átomos de hidrógeno y deja como residuo dióxido de
carbono. También se puede reformar el carbón por medio de un pro-
ceso de gasificación, pero resulta más caro que hacerlo con gas natu-
ral. Así mismo se puede obtener hidrógeno a partir del petróleo o de
la biomasa gasificada.
Si nos centramos en el gas natural, el proceso de conversión
es el siguiente: los hidrocarburos de bajo peso molecular se tratan
con vapor de agua en presencia de catalizadores de Ni a unos 850 oC
y unos 2.5 MPa, aquí se produce el llamado gas de síntesis. Para el
metano dicha reacción será:

CH 4  H 2O  CO  3H 2

Finalmente la conversión catalítica del CO produce más H 2 y


CO2

CO  H 2O  CO2  H 2

Como se observa en las reacciones de conversión, este proceso


sigue liberando una buena proporción de CO2. Sus defensores argumen-
tan que en el futuro el CO2 generado en el proceso podría ser aislado y
guardado en depósitos subterráneos. No obstante la viabilidad de la tec-
346
Capítulo 14
nología de aislamiento está todavía en duda, e incluso sus defensores
reconocen que faltan como mínimo 10 años para que resulte aplicable
comercialmente. Por otro lado, según el análisis de algunos geólogos, la
producción de gas natural podría tocar techo para el año 2020, con lo
cual no habrá suficiente gas natural barato para cubrir las necesidades
no solamente de la demanda de hidrógeno, sino también de las crecien-
tes demandas de la industria eléctrica. Por tanto si dentro de unos años
no habrá suficiente gas natural para cubrir las necesidades eléctricas,
parece un error confiar en él como fuente para la producción de hidró-
geno libre (Rifkin Jeremy, 2006).

3.2.2. Electrólisis

De los varios procedimientos para la producción de hidrógeno a


partir del agua, la electrolisis es en la actualidad, y se piensa que tam-
bién a medio plazo, el único método de importancia práctica. Se trata de
una tecnología que se ha usado comercialmente desde hace más de 50
años y que resulta económicamente competitivo cuando se dispone de
electricidad barata (Contreras López Alfonso, 2007). En la actualidad,
aunque es posible usar el calor de una planta solar térmica o de una
planta nuclear para producir hidrógeno, es improbable que una impor-
tante fracción de la demanda de hidrógeno mundial pueda ser abasteci-
da con concentradores solares o reactores de alta temperatura (los cuales
aún están a un en fase de desarrollo). Es mucho más factible y probable
que la energía eólica proveniente de huertas eólicas pueda abastecer con
energía eléctrica barata para la producción de hidrógeno que las otras
mencionadas (Ulf Bossel, 2006).
El proceso para producir hidrógeno mediante electrolisis, se
basa en sumergir dos electrodos, uno positivo y negativo, en agua
pura cuya capacidad conductiva ha sido aumentada por medio de la
incorporación de un electrolito; cuando se aplica electricidad -
corriente directa-, el hidrógeno se desplaza hacia el electrodo con
carga negativa (él cátodo) y el oxígeno hacia el de carga positiva (él
ánodo). Cuando se utiliza para dicho proceso una solución acuosa de
NaOH o KOH, cátodo de hierro y ánodo de níquel las reacciones que
se producen en los electrodos al aplicar un potencial externo son:
347
Capítulo 14

Cátodo : 2H 2O (l )  2e   H 2 ( g )  2OH 
1
Ánodo : 2OH   O2 ( g )  H 2O (l )  2e 
2
1
Re acción Global : H 2O (l )  H 2 ( g )  O2 ( g )
2

La electrolisis no está demasiado extendida (solo el 4% del


hidrógeno que se produce anualmente procede de esta fuente, tabla 2)
porque los costes de la electricidad empleada en el proceso hacen que
no resulte competitiva en relación al proceso de la reformación con
gas natural.

“la mayoría de los electrolizadores comerciales que se disponen


hoy en día pueden alcanzar una eficiencia superior al 75% en términos
de electricidad obtenida por unidad de hidrógeno, mientras que sus
costes de inversión son potencialmente muy inferiores a los de las cen-
trales eléctricas que harían falta para mantenerlos funcionando ” (Rifkin
Jeremy, 2006).

La verdadera cuestión, por lo tanto, es si es posible emplear


formas renovables (con un costo bajo y un nivel competitivo de pro-
ducción) de energía sin carbono como fotovoltaica, eólica, hidráulica
y geotérmica para generar la electricidad que se necesita en el proce-
so de la electrólisis para descomponer el agua en hidrógeno y oxí-
geno.
Como comentamos antes una de las alternativas que los cien-
tíficos ven factibles a medio plazo es la energía eólica. Esta es una
fuente que hoy en día posee la mejor relación coste-eficiencia y ade-
más, es la que más crece anualmente (tasa de crecimiento 27.75%).
Este hecho hará que en las próximas décadas pueda ser viable la uti-
lización de esta para la producción de hidrógeno. Un ejemplo, en
cuanto a reducción de costes de generación, lo podemos encontrar en
Australia, donde las políticas del gobierno están dando un gran im-
pulso a las energías renovables, estableciendo políticas energéticas
que favorezcan la producción energética limpia frente a otra formas
de producción tradicionales. Así, una de las medidas tomadas en los
últimos años, ha sido cobrar a las plantas energéticas más contami-
348
Capítulo 14
nantes del país por toneladas de emisiones de gases contaminantes,
con el objetivo de desmotivar el uso de combustibles fósiles. De esta
manera, ya en el 2012 el precio del viento fue más barato que los
combustibles fósiles para producir electricidad. Una huerta eólica
puede subministrar electricidad a un costo de 80 $ por MWh, compa-
rado con los 143 $ por MWh de una planta termoeléctrica de carbón,
o 116 $ de una planta termoeléctrica con gas natural como combusti-
ble (Global Wind Energy Council, 2012).
La energía hidroeléctrica es otra fuente potencial de energía
renovable para la producción de hidrógeno. Prácticamente el 19% de
la electricidad generada en el mundo procede de la generación hidro-
eléctrica. Algunos expertos sugieren que algunos países en los que la
energía hidráulica es barata como Brasil, Canadá, Noruega, Suecia o
Islandia, serán los primeros en utilizar la electrolisis a gran escala
para producir hidrógeno.
La energía geotérmica (aunque no está siendo demasiado ex-
plotada) tiene también un enorme potencial como recurso renovable.
Islandia y Hawai, son dos países que apostarán fuertemente en la
economía basada en el hidrógeno valiéndose de su energía geotérmi-
ca para de esta manera reducir su dependencia de los combustibles
fósiles del exterior.
No obstante, cabe recalcar, que cualquiera que sea la fuente
renovable usada, es totalmente necesario que estas bajen considera-
blemente los costes de producción antes de que el proceso resulte
competitivo frente a fuentes como la del gas natural.

3.3. Almacenamiento y transporte del hidrógeno

Para el almacenamiento del hidrógeno hay que tener en cuen-


ta que esté almacena mucha energía por unidad de masa, pero muy
poca energía por unidad de volumen. Este hecho hace que se investi-
guen nuevas formas de almacenamiento para el hidrógeno, estrecha-
mente relacionado con el uso de nuevos materiales, en las que se
pueda incrementar la densidad volumétrica del procedimiento.

349
Capítulo 14
Existen diversas formas de almacenar el hidrógeno, las tres más
usadas son: gas a presión, hidrógeno líquido y como hidruro metáli-
co. Los métodos utilizados dependen en gran medida de las cantida-
des a almacenar, ya que en el caso del hidrógeno son muy diferentes
las densidades energéticas según su estado de agregación.

 Como gas comprimido: El almacenamiento como gas compri-


mido es el más sencillo de todos, aunque las densidades energéti-
cas conseguidas son las menores a menos que se emplee alta pre-
sión, ya que la densidad energética depende linealmente de la pre-
sión si se asume un comportamiento como gas ideal. Las presio-
nes de trabajo actuales son de 200 bar, llegando a 700 bar en los
equipos más avanzados. Así, para almacenar hidrógeno existen
depósitos de tamaños y presiones diferentes como los tanques es-
féricos de 15.000 a 30.000 m3 de capacidad utilizados para gas na-
tural.
Para el almacenamiento de grandes cantidades pueden utilizarse
espacios vacíos provenientes de reservorios agotados de petróleo
y gas natural o las cavidades resultantes de las actividades de la
minería. Este tipo de almacenamiento es mucho más barato que
la utilización de grandes tanques, pero es importante recalcar que
esto es solo si las cantidades a almacenar son varios millones de
m3.
 Como líquido criogénico: La tecnología criogénica del hidró-
geno no esta tan extendida como lo está la del hidrógeno com-
primido, pero ha alcanzado un alto nivel de madurez y mantiene
una cuota de mercado importante. No obstante es una tecnología
compleja que probablemente quedará reservada al uso industrial,
aviación y vuelos espaciales; todo ello por las complicaciones aso-
ciadas al uso generalizado por los usuarios. La temperatura de sa-
turación del hidrógeno a 1 atm es de unos 20K (-253 ºC). Esta es
la máxima temperatura a la que el hidrógeno existe como líquido
a presión ambiente, y que por tanto debe de ser mantenida para
poder almacenarlo en este estado. Obviamente, esto representa
dos problemas fundamentales: llegar a conseguir esa temperatura
y mantenerla.
350
Capítulo 14
Como hemos demostrado, este proceso requeriría de un gasto
económico y energético importantísimo que haría inviable el uso
del hidrógeno en este estado. Además requeriría de maquinaria
especializada para manipular el hidrógeno líquido debido a su baja
temperatura (cero absoluto).
 Como sólido (hidruros metálicos): Los hidruros metálicos re-
presentan la forma más segura de almacenar el hidrógeno. Estos
son compuestos binarios constituidos por hidrógeno y un ele-
mento metálico. El método se basa en que ciertos metales y alea-
ciones metálicas tienen la propiedad de formar hidruros metálicos
con hidrógeno que pueden ser compuestos no estequiométricos
(no mantienen proporciones simples y enteras, sin mixtas y varia-
bles). Casi todos los hidruros metálicos se pueden preparar calen-
tando el metal con hidrógeno a presión levada. A temperaturas al-
tas se vuelve a liberar el hidrógeno.

En cuanto al transporte del hidrógeno, actualmente se plantean


tres grandes alternativas. Una es el uso de depósitos presurizados, que
pueden ser transportados con camiones, trenes u otros medios de trans-
porte. Tiene las ventajas del elevado nivel de desarrollo tecnológico, ya
que lleva tiempo utilizándose en el sector industrial, y de un coste de
inversión inicial moderado, pero presenta el inconveniente del elevado
coste energético que conlleva.
La segunda alternativa es el uso de gaseoductos, que también
están bastante desarrollados y son fácilmente adaptables para el
transporte de hidrógeno. Tienen como inconveniente la fuerte inver-
sión inicial que conlleva, pero la gran ventaja de un coste energético
moderado.
Por último, se plantean las estaciones de repostaje de hidró-
geno con producción, almacenamiento y distribución in situ. Para su
diseño se sugiere la producción de hidrógeno a través de la energía
eólica, la cual trabajaría con electrólisis de baja temperatura. No obs-
tante, pese a la madurez de ambas tecnologías, no se puede pensar en
una producción masiva de hidrógeno a partir de la energía eólica,
puesto que el poder calorífico del hidrógeno es de 3 kWh/Nm3 asu-
miendo una eficiencia del 50% para una pila de combustible de baja
351
Capítulo 14
temperatura se tendría una eficiencia global del sistema de: 2.33kwhe
aportado / 1kwhe producido (Linares José, Moratilla Soria Beatriz,
2007).
Eso supone que se recupera aproximadamente un 43% de la
energía eléctrica generada por energía eólica. Si bien este resultado
claramente no resulta adecuado para la producción de hidrógeno,
resulta también dudoso como técnica de almacenar en forma de hi-
drógeno la energía producida en horas valle para vender más tarde la
electricidad generada por pilas de combustible. No obstante, si la
tecnología de electrolizadores y pilas consigue reducir costes de ma-
nera que en inversiones el sistema de hidrógeno fuese competitivo
con el hidráulico el primero podría ser más interesante al ser mucho
más compacto y requerir menos mantenimiento. En la figura 8 se
puede ver una posible configuración de una planta de hidrólisis de
uno de los fabricantes de esta tecnología a forma de ejemplo para
demostrar el nivel actual de desarrollo de este tipo de tecnología:

Figura 8. Planta de producción de hidrógeno de 765 kg/día de hidró-


geno
(Hidrogenic, 2010).

352
Capítulo 14

3.4. El hidrógeno como combustible para vehículos

Por lo que respecta a la utilización del hidrógeno en el trans-


porte, sin duda su aplicación más importante y prometedora, es con-
secuencia de la preocupación mundial por el calentamiento terrestre,
por la elevada contaminación del aire en las ciudades y por la insegu-
ridad en el suministro de los combustibles fósiles, problemas relacio-
nados sobre todo con nuestro actual modelo energético.
Actualmente, en lo que respecta a la aplicación del hidrógeno
en los vehículos, se están investigando dos vertientes: los accionados
mediante combustión interna, también conocidos como ICEs por sus
siglas en inglés (Internal Combustion Engines) y los que utilizan pi-
las de combustible, también llamados FCVs (Fuel Cell Vehicles).
Los primeros solo producen vapor de agua y algo de NO x ya que el
hidrógeno se quema similarmente a los motores tradicionales de ga-
solina. Los segundos solo producen vapor de agua (Contreras López
Alfonso, 2007).
La gran ventaja de los ICE reside en la facilidad de su im-
plantación, ya que solo es necesario plantear algunos cambios sobre
la tecnología actual para adaptarla al uso del hidrógeno. Esto es debi-
do a la similitud de este combustible con respecto a la gasolina. Un
ejemplo de esto, lo podemos encontrar en las adaptaciones de vehícu-
los privados (de forma clandestina) al uso de gas como combustible,
como pasa en algunas ciudades de América latina como Ecuador o
Argentina.
En cuanto a los inconvenientes, podemos destacar el bajo ren-
dimiento de los motores de combustión interna, lo que obliga a que el
hidrógeno que se usa como combustible se obtenga con procedimientos
que impliquen pocas perdidas, y por tanto que el balance energético sea
adecuado (García Gabriel Vicens, 2011). Por otro lado, encontramos lo
inconvenientes relacionados con la adaptación de los motores de com-
bustión tradicionales a la utilización del hidrógeno. Entre los inconve-
nientes podemos encontrar el de preignición, consecuencia de la alta
inflamabilidad del hidrógeno; el conocido ignición de retorno, conse-
353
Capítulo 14
cuencia de su baja energía de ignición en el aire y el debido a la pérdida
de potencia que ocurre al tener que ocupar el hidrógeno aproximada-
mente un 30% del volumen de cada cilindro. En la actualidad dichos
inconveniente han sido superados y quizás sea el almacenamiento de
combustible la mayor dificultad técnica asociada a la utilización del
hidrógeno en este tipo de vehículos (Contreras López Alfonso, 2007).
Los vehículos con pila de combustible son sobre los que más
se ha investigado y los que se piensa terminarán imponiéndose en las
próximas décadas ya que permiten combinar el hidrógeno y el oxí-
geno para producir electricidad que luego se utilizará como sistema
de propulsión con muy buenos rendimientos y sin la emisión de nin-
gún contaminante. Cabe destacar que aunque utilicen electricidad
para su funcionamiento, a diferencia de los vehículos eléctricos no se
requiere del uso de baterías, ya que el proceso de producción y con-
sumo de electricidad se realiza de forma simultánea. Como principal
ventaja de esta tecnología está el elevado rendimiento, por encima de
los vehículos convencionales además de no producir ningún tipo de
contaminante (García Gabriel Vicens, 2011).
Dentro de esta misma línea, en lo que se refiere a las formas
de subministrar hidrógeno a la pila existen dos opciones: mediante el
almacenamiento del hidrógeno en el vehículo o generándolo en el
propio vehículo por reformado. En el primer caso, las opciones son el
hidrógeno a presión o el hidrógeno líquido. En el segundo caso, la
materia prima para producir el hidrógeno serían el gas natural, la
gasolina o el metanol.
Por razones de dificultades técnicas, eficiencia y consideracio-
nes de tipo ambiental, la primera opción es la preferida. Sin embargo, si
se consideran los requerimientos de la infraestructura necesaria, la se-
gunda opción se impone en un primer momento. En la actualidad la
mayoría de los más importantes fabricantes de automóviles tienen desa-
rrollados diferentes prototipos de los que esperan poner en el mercado
un número reducido de unidades en los próximos años. En la tabla 4 se
resumen los programas de coches de pila de combustible en los que está
trabajando la industria automovilística.

354
Capítulo 14
Tabla 4. Programas de coche que utilizan hidrógeno (Contreras López
Alfonso, 2007).
Fabricante H2 Comprimido H2 Líquido Reformador de Reformador de
gasolina metanol
General Mo- Sí Sí Sí
tors
Hyundai Sí
Opel Sí Sí
BMW Sí
Volkswagen Sí Sí
Daimler Sí Sí
Chrysler
Ford Sí Sí
Toyota Sí Sí Sí
Honda Sí
Nissan Sí
Renault Sí
Suzuki Sí
En lo que se refiere a los medios de transporte públicos que
utilizan pilas de combustible, lo primero que hay que decir es que
como consecuencia de su mayor tamaño los problemas de espacio se
minimizan con respecto al caso de los automóviles. Por otra parte,
los autobuses suelen repostar en un número reducido de lugares por
lo que el tema de la infraestructura de estaciones de servicios se sim-
plifica.
Hasta el momento se han llevado programas de demostración
de autobuses urbanos a pila de combustibles en diversas ciudades
tales como Chicago, Vancouver, Oslo, Munich, Madrid, Barcelona y
otros casos, con autobuses de líneas regulares, habiendo contado
siempre con la opinión favorable de los usuarios.

3.5. Pilas de combustible en la automoción

Las pilas de combustible son como las baterías, pero con una
gran diferencia: las baterías almacenan energía química y la convier-
ten en electricidad. Cuando se termina la energía química, la batería
queda inutilizable y se tira. Las pilas de combustible, en cambio, no
355
Capítulo 14
almacenan energía química, sino que convierten en electricidad la
energía química de un combustible que reciben del exterior. No ne-
cesitan ser recargadas y continúan generando electricidad mientras
les sea suministrado combustible y oxidante.
Las pilas de combustible requieren hidrógeno como combus-
tible Estas están formadas por un ánodo de carga negativa en un lado,
un cátodo de carga positiva en el otro y un electrolito en el medio
consistente en una solución alcalina o de ácidos acuosos, o bien una
membrana de plástico que permita el paso de los átomos de hidró-
geno eléctricamente cargados desde el ánodo hasta el cátodo. Cuando
se introduce el hidrógeno en el lado del ánodo de la pila se produce
una reacción química que rompe el átomo de hidrógeno en un protón
y un electrón. Los electrones liberados salen a través del circuito
eléctrico externo en forma de corriente eléctrica directa. Los iones de
hidrógeno (los protones) viajan a través de la capa del electrolito
hacia el cátodo, cargándolo positivamente. El flujo de electrones re-
gresa al cátodo, donde reaccionan con los iones de hidrógeno y con
el oxígeno del aire para formar agua. Las pilas de combustible inter-
vienen en el proceso de la electrolisis, no tiene partes móviles, son
silenciosas y dos veces más eficientes que los motores de combustión
interna. La figura 9 muestra de forma esquemática el comportamien-
to de una pila de combustible.

Figura 9. Pila de combustible (Linares José, Moratilla Soria Beatriz, 2007).

356
Capítulo 14
Las aplicaciones de las pilas de combustible en la automoción
pasan mayoritariamente por las pilas PEM (Proton Exchange mem-
brane), que si bien presentan problemas técnicos, tales como una
crítica gestión de la humedad de la membrana o problemas de vibra-
ciones con la misma membrana, resulta muy adecuada dada su baja
temperatura de operación, lo que facilita el periodo de arranque. Esta
ventaja, sin embargo, representa un problema debido a que este tipo
de pila requiere un hidrógeno de elevada pureza, ya que su baja tem-
peratura de operación impide un reformado interno. En la tabla 5 se
recogen las pilas de combustibles más importantes utilizadas en la
actualidad (Cano, U., Rejón, L. y Ojeda, M, 2000).

Tabla 5. Potencia y tipo de aplicación de las principales pilas de com-


bustible (Cano, U., Rejón, L. y Ojeda, M, 2000).

357
Capítulo 14
Entre las diferentes alternativas para suministrar hidrógeno a
la pila se pueden destacar los estudios de la pila de metanol directo
DMFC, es decir, una pila muy parecida a la PEMFC pero capaz de
establecer sus reacciones a partir de metanol. Si esta pila alcanzase su
madurez tecnológica en poco tiempo facilitaría en gran medida la
introducción de los vehículos con pila de combustible, ya que pueden
utilizarse las infraestructuras de suministro actuales o gasolineras
(Anant Oonsivilai, Kenedy A. Greyson Oonsivilai, 2009).
Por otro lado en cuanto al tren de potencia, la opción más
simple es la llamada “full-power”, consiste en que la pila alimenta a
un motor eléctrico que acciona las ruedas. Sin embargo, el elevado
coste de las pilas recomienda recurrir a las pilas más pequeñas, las
cuales requieren el empleo de una configuración híbrida, es decir,
combinar el empleo de la pila de combustible con una batería, por
ejemplo, aprovechar frenados regenerativos. Esta idea de los vehícu-
los híbridos parte de unos vehículos que ya están comercializados y
que presentan unos rendimientos bastante elevados en los que el mo-
tor térmico convencional se acopla a una batería ya sea en configura-
ción serie o paralelo. Como se observa en la figura 10, en la configu-
ración serie la energía para el motor eléctrico procede exclusivamen-
te de la batería, que es cargada por el motor térmico (o pila de com-
bustible); por el contrario, en la configuración paralela la transmisión
es arrastrada a la vez por el motor térmico y por el motor eléctrico.

Figura 10. Configuración serie-paralelo (Vehículo híbrido) (Linares José,


Moratilla Soria Beatriz, 2007).

358
Capítulo 14
Es interesante ver también, la distribución de los principales
elementos de un vehículo de hidrógeno con pila de combustible, ya
que a diferencia de los de combustión interna, representa algunos
rasgos característicos importantes que no aparecen en los vehículos
convencionales. En la figura 11 se puede ver las diferentes caracterís-
ticas que presenta un vehículo de estas características.

Figura 11. Principales elementos de un vehículo con pila de combustible


(García Gabriel Vicens, 2011).

359
Capítulo 14

4. CONCLUSIONES

A continuación se ofrecen las principales conclusiones obtenidas en


lo referente a los vehículos propulsados por hidrógeno.

- En lo que respecta al transporte, ha quedado de manifiesto que este sec-


tor genera, hoy por hoy, una gran cantidad de gases de efecto invernade-
ro, a la vez que forja una elevada dependencia de combustibles fósiles no
renovables, que en el caso de países sin estos recursos, representan un
gasto económico desorbitado, como es el caso de Europa. Como era de
esperar, los países responsables de estas emisiones son los países más
desarrollados, entre los cuales se encuentra China y Estados Unidos a la
cabeza.
- Por otro lado, se ha encontrado una clara correlación entre contamina-
ción y gasto energético. En este contexto, los cambios sociales, económi-
cos y políticos acentúan la contaminación, al utilizar el coche como eje
transversal de todo el funcionamiento de la misma.
- De este trabajo, se deduce que el hidrógeno por sí solo no es una solu-
ción al problema energético, precisamente porque no es una fuente de
energía, sino un portador de la misma. Este vector energético, es capaz
de almacenar aproximadamente el triple de energía por unidad de masa si
lo comparamos con combustibles como la gasolina o el gas, pero es el
que menor energía almacena por unidad de volumen.
- Del análisis realizado en este estudio, se desprende también que el hidró-
geno puede sustituir sin ningún inconveniente a los combustibles fósiles
tradicionales en todas sus aplicaciones. No obstante, el sistema de pro-
ducción de hidrógeno predomínate en la actualidad se realiza a partir de
recursos fósiles no renovables (96% de la producción), y sobre todo a
partir del reformado en fase vapor del gas natural, debido a su reducido
coste. Este proceso no constituye una apuesta acertada, ya que se sigue
dependiendo de combustibles fósiles no renovable, con sus respectivas
emisiones de CO2, además de estar sujetos a posibles inconvenientes de
conseguir esta materia prima a un precio competitivo en los próximos
años.
- La electrolisis, se posiciona como uno de los procedimientos más estu-
diados para producir hidrógeno. Esta técnica no se encuentra demasiado
extendida, debido al elevado coste de electricidad empleada en el proce-
360
Capítulo 14
so, en comparación a los costes con el reformado en fase vapor de gas
natural. Las plantas eólicas se posicionan como posible solución al sub-
ministro de electricidad a las plantas electrolizadoras, no obstante, esto
no será posible hasta que el precio del kWh generado sea competitivo
con las plantas de generación convencionales.
- De las dos vertientes de uso de hidrógeno en la automoción, los vehícu-
los con pilas de combustible serán probablemente los que se acaben im-
poniendo en las próximas décadas, debido sobre todo al elevado rendi-
miento comparado con los motores de combustión interna. En este sen-
tido, dadas sus prestaciones, las pilas de Membrana de Intercambio Pro-
tónico (PEM) son las más adecuadas para el uso en automoción.

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