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5 FORMAS DE HACKEAR Y PIRATEAR

EBOOKS. Y CÓMO SE PROTEGEN LIBROS


ELECTRÓNICOS AMAZON, ADOBE,
BARNES & NOBLE
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Hace algunos años los libros electrónicos (ebooks) comenzaron a ser vendidos de forma
masiva, lo que requirió que las compañías participantes de esta industria (Amazon, Adobe,
Barnes & Noble, entre otras) tuvieran que invertir considerables esfuerzos para proteger su
propiedad intelectual de la piratería y la distribución ilegal en Internet.

En este artículo, los expertos del curso de ciberseguridad del Instituto Internacional de


Seguridad Cibernética (IICS) le mostrarán en qué consisten estos mecanismos de
protección y qué métodos utilizan los grupos de hacking para vulnerarlos y acceder a esta
información por medios ilegítimos.

Antes de comenzar, vale la pena recordar el auge en la popularidad del ebook, que es
considerado por muchos como una alternativa más amigable con el medio ambiente que la
industria del libro tradicional. Su popularidad incrementó a la par del uso masivo de
smartphones y tabletas electrónicas e incluso de dispositivos como el Kindle hasta el
punto en que las ventas de ebooks superaron por un amplio margen a las ventas de libros
físicos en plataformas como Amazon.

Por desgracia nada dura para siempre, por lo que a finales de 2016 se había
experimentado una desaceleración crítica en las ventas de esta industria. Algunos años
después el panorama luce aún más complicado incluso para la producción de un ebook,
cuyos costos ya se equiparan o rebasan los costos de producción de un libro tradicional,
además de que las restricciones de seguridad en un ebook han limitado el crecimiento de
su popularidad, pues muchas personas consideran inútil comprar un archivo protegido que
no podrá ser prestado, vendido o donado después de un tiempo.   

Los especialistas en ciberseguridad de IICS mencionan que la Gestión de Derechos


Digitales (DRM por sus siglas en inglés) hace referencia a los mecanismos de seguridad
que los titulares de los derechos de autor implementan para proteger cualquier desarrollo
digital, incluyendo los ebooks. En este caso, el cifrado es la opción más utilizada, aunque
existen múltiples métodos para prevenir la piratería.

Hagamos un breve repaso por esta industria que, si bien enfrenta una severa crisis, se
rehúsa a cambiar la lógica de su trabajo a favor de opciones más convenientes para todos.

PDF: El formato favorito de la industria


Adobe PDF Reader fue uno de los primeros formatos en contar con protección DRM. La
protección de este formato parecía estar a la altura de las expectativas hasta que el
desarrollador Dmitry Sklyarov encontró una forma de hackear esta protección, lo que lo
llevó a una cárcel en E.U. Aunque en su momento las autoridades de múltiples países
parecían haber emprendido una estricta vigilancia contra el intento de hacking de DRM,
esta práctica se hizo cada vez más común e incluso es posible discutir este tema en foros
de Internet convencional.

Adobe PDF Merchant (Acrobat Web


Buy)
Aunque hoy Adobe PDF Merchant es de interés exclusivamente histórico, este es el
formato el que permite comprender qué es la protección DRM cuando se aplica a
publicaciones electrónicas. Los principios básicos de la protección DRM han cambiado
poco desde entonces, aunque la implementación ha experimentado cambios sustanciales.

El soporte para ebooks apareció como un módulo descargable en Acrobat Reader 4.05, y
el primer módulo de este tipo fue Acrobat Web Buy. El trabajo del módulo se basó en una
estrecha interacción entre el dispositivo cliente y el servidor. Cuando un usuario intentaba
abrir un libro protegido, este módulo enviaba al servidor DRM una solicitud que contenía
un identificador del entorno donde se trataba de abrir este libro protegido (número de serie
del disco duro, ID de la cuenta del usuario, etc.). Esta es la forma con la que operan estos
mecanismos de protección actualmente.

El servidor se encargaba de verificar la legitimidad del acceso al documento protegido. Si


la verificación era satisfactoria, se enviaba al sistema del usuario un formato RMF como
XML; este archivo contenía la clave para descifrar el PDF, además de una lista de
acciones permitidas y un certificado para validar la licencia. 

A su vez, la licencia era verificada por dos claves RSA de 1024 bits; una pertenecía al
editor y la otra era usada por Adobe como certificado de confianza para firmar la clave
pública del editor. Este mecanismo de seguridad fue construido de tal manera que era
imposible crear un archivo RMF seguro (y por lo tanto un libro electrónico seguro) sin la
participación de Adobe. Por otro lado, si los grupos de piratería podían obtener un archivo
RMF, era fácil extraer su clave de cifrado.

Adobe DRM (EBX)


Esta es una de las más recientes implementaciones de Adobe, que trabajó en conjunto
con EBX Workgroup. Este sistema DRM se basa en la generación de dos claves
asimétricas cuando se inicia una aplicación para leer ebooks; la clave pública se registra
en el servidor y el secreto se envía al dispositivo del usuario. Al comprar la licencia, el
usuario recibe un archivo XML que contiene la contraseña del documento; la clave se cifra
con la clave pública del usuario, además de contener una lista de derechos de acceso para
validar la información del usuario.
Aunque confiable, este mecanismo se considera imperfecto. Sin mencionar que no se han
realizado mejoras significativas desde sus primeras versiones, por lo que cualquier
persona con conocimientos en ciberseguridad podría comprometer esta información.

Vulnerabilidades DRM PDF


Resulta increíblemente difícil implementar estos mecanismos a los libros en formato PDF y
poco funcional en escenarios reales. Uno de los principales problemas es que todo el
esquema quedaría expuesto con sólo interceptar la clave de cifrado.

Pensando en ello, Acrobat Reader 6 implementó un nuevo esquema que le dio a los
módulos de seguridad la capacidad de decidir de qué manera se cifraba un fragmento
particular de un documento PDF. La intercepción de claves dejó de funcionar porque la
clave ya no se transmite entre los nodos de protección. Aún así esto trajo nuevos
problemas, junto con la adopción de Adobe Acrobat Reader como lector estándar de
ebooks.

Acrobat Reader comenzó a implementar soporte para plugins. Muchos investigadores, e


incluso algunos hackers trabajando en el mercado de la piratería descubrieron que, si se
carga un plugin especialmente diseñado en el momento que se abre un PDF protegido, es
posible obtener la información completa de dicho archivo.
Desde entonces este escenario se transformó en un juego del gato y el ratón, con Adobe
lanzando mejoras frecuentes para prevenir estos ataques y los hackers adaptándose a lo
que la compañía dispone, abusando de la posibilidad de cargar plugins maliciosos con
firmas digitales falsas, un problema que sigue afectando a la compañía.

DRM y Amazon
Amazon es la tienda de ebooks más grande e incluso cuenta con su propio ecosistema
para acceder a su contenido, incluyendo los productos de la familia Kindle y las tabletas
Fire. Asimismo, los lectores de Amazon se ven limitados por una cuestión fundamental:
esta familia de productos no cuenta con soporte para formatos de ebooks libres de DRM,
como ePub o FB2.

Los libros Kindle admiten DRM; el enlace va a la cuenta de Amazon del usuario. En las
aplicaciones de Kindle para iOS, los libros se cifran exclusivamente con una clave
generada a partir de la información de la cuenta del usuario. Lo importante aquí es que es
bastante difícil extraer información de un iPhone o iPad, mencionan los expertos en
ciberseguridad de IICS.
Respecto a la familia Kindle, la protección se basa en el número de serie del dispositivo y
en el PID único que se asigna durante el registro. En consecuencia, la clave para
descifrar los libros descargados en dichos dispositivos se puede calcular en función
del número de serie del Kindle y su PID. Este último se puede extraer usando la
herramienta DeDRM Tools, ejecutando el siguiente script y pasando el número de
serie del dispositivo como parámetro (el dispositivo Kindle en sí debe estar
conectado a la computadora en este momento):

$ kindlepid.py <Kindle Serial Number>

La aplicación de Windows también utiliza el cifrado de clave compartida por cuenta. Sin
embargo, recuperar libros de una computadora con Windows es mucho más fácil que en
un sistema Apple, por lo que Amazon utiliza una segunda capa de cifrado, esta vez con
una clave de sesión separada única para cada libro.
Aunque este es un mecanismo destacado, ambas claves todavía están almacenadas en la
computadora y recuperarlas es una cuestión casi trivial, aseguran los especialistas en
ciberseguridad.

A continuación, los expertos de IICS


muestran cómo evadir las protecciones
DRM para los formatos Kindle:
 Instale la aplicación Kindle Reader para Windows en su computadora
 Descargue la herramienta DeDRM (disponible en GitHub)
 Instale Caliber
 Instale el plugin DeDRM_plugin.zip en Caliber desde DeDRM_calibre_plugin
 Ahora puede descargar libros con la aplicación Kindle
 El resto es simple: arrastre y suelte libros en formatos AZW3 o MOBI desde la
carpeta Documents\\My Kindle Content en Calibre. El mecanismo DRM se eliminará
automáticamente
 Los libros se pueden convertir a FB2, ePub o cualquier otro formato compatible con
Caliber
Si lo desea, puede prescindir de Calibre mediante una utilidad de línea de comandos o
simplemente recurrir a uno de los muchos servicios en línea.

En respuesta a los múltiples métodos para esquivar sus mecanismos de seguridad, en


2015 Amazon lanzó KFX, un formato más avanzado y con mayor seguridad DRM que a la
fecha no ha sido descifrado por investigadores o entusiastas de la piratería. Para mala
fortuna de la compañía, el uso de este formato nunca se generalizó, resultando en una
muy limitada cantidad de títulos disponibles en KFX.

Barnes & Noble: Adobe Digital Editions


Protection (ADEPT)
Barnes & Noble es la segunda cadena de librerías más grande de E.U. y usa el formato
ePub, protegido por el esquema Adobe Digital Editions (ADEPT). Este esquema utiliza un
sistema de cifrado que aún no ha logrado convertirse en un esquema DRM confiable.
Acorde a los expertos en ciberseguridad, cada libro está cifrado con una clave AES única,
y la clave en sí está cifrada con una clave RSA, que se genera en función de las
credenciales del usuario (información basada en una dirección email) y se almacena en el
equipo del usuario.
Los hackers requieren encontrar la clave de sesión con la que estaba protegida la clave
RSA, que se utilizó para cifrar la clave AES utilizada para cifrar los libros. Suena
complicado, pero según el hacker que logró romper esta protección, desplegar toda la
cadena fue más tedioso que difícil.

DRM en desuso
A estas alturas no todos los editores de ebooks prestan mucho interés a los mecanismos
DRM, incluso algunos editores en Alemania e Inglaterra han llegado a la conclusión de que
estas protecciones son perjudiciales para las ventas, dejando atrás su uso y optando por lo
que llamaron DRM social.

Aunque los editores no desean abandonar Amazon (sigue siendo su plataforma de mayor
exposición), muchos también recurren a vender sus títulos en sus propios sitios web o en
plataformas de terceros, con la particularidad que estas versiones de sus libros no cuentan
con DRM, una práctica que ha resultado del agrado de un número considerable de lectores
que prefieren los formatos digitales en lugar del libro físico.

Como se menciona anteriormente, algunos editores se decantan por la opción del DRM
social, que les permiten rastrear de forma confiable el origen de los libros comprados en el
dominio público gracias a una marca de agua invisible para el usuario. En los casos más
extremos, los editores simplemente confían en la palabra de honor de los usuarios,
eliminando cualquier tipo de protección.

El presente y futuro del ebook


Dadas las condiciones actuales, los especialistas en ciberseguridad consideran que las
tiendas de ebooks que no cuentan con su propio ecosistema ven sus opciones limitadas a
dos posibles escenarios: ofrecer descargas gratuitas en formatos de uso generalizado, o
vender acceso a sus sitios web como una especie de plataforma de streaming.

La segunda opción no suena descabellada en primera instancia, pero conlleva severos


problemas para los usuarios que invierten su dinero en estas plataformas. Por ejemplo, en
el catálogo que ofrece Liters los usuarios encontrarán frecuentemente toda clase de
advertencias como las que se muestran a continuación:  

EL LIBRO FUE ADQUIRIDO EN LA TIENDA ONLINE WWW.FEISOVET.RU

COMPRADOR: Oleg Afonin (aoleg@voicecallcentral.com) PEDIDO: # 287253385/09-


Mar-2017

¡ESTÁ PROHIBIDO COPIAR Y DISTRIBUIR EL TEXTO DE ESTE LIBRO PARA


CUALQUIER FIN!

Eso no es todo. Además de este irritante anuncio, esta plataforma también coloca algunos
marcadores en sus textos, tales como:  

#287253385 / 09-мар-2017

Esta es una anomalía que los impulsores del DRM social fueron incapaces de prever, algo
lamentable considerando que hay usuarios que invierten su dinero en estas plataformas y
jamás esperan encontrar tales fallas.

Conclusiones

Por lo general, los métodos de protección DRM funcionan para la gran mayoría de los
usuarios convencionales (que, de hecho, es su objetivo principal). No obstante, es obvio
que cualquier usuario con conocimientos suficientes podía esquivar estas limitantes, pues
esto ni siquiera es demasiado difícil. Al mismo tiempo, el único gran actor de esta industria
que invierte sus recursos para contrarrestar esta práctica es Adobe, pues al parecer el
resto de compañías han dado esta batalla por perdida.
La otra cara de la moneda (DRM social) tampoco parece resultar como se tenía pensado,
consideran los expertos en ciberseguridad. Esta práctica aún se enfrenta a más
interrogantes que certezas, por lo que los usuarios de ebooks sin DRM seguirán sin gozar
de una experiencia totalmente satisfactoria.

El tiempo sigue avanzando y la industria sigue en crisis, por lo que la desaparición


completa de la industria del libro tradicional, una de las más aventuradas predicciones
durante el auge del ebook, también está lejos de concretarse.

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