Está en la página 1de 34

R E V IS T A DE M ED ICIN A V E T E R IN A R IA 5

CONTRIBUCION AL ESTUDIO DE LAS PLANTAS TOXICAS


EN MEDICINA VETERINARIA
Por el Dr. RAFAEL MORA G.

Trabajo presentado como Tesis de grado,


calificado con Mención Honorífica.

INTRODUCCION “ Señor Ministro de la Economía


Nacional.— Bogotá.—Los abajo sus­
Bajo el título “ Contribución al critos, todos mayores de edad y de
estudio de las plantas tóxicas en esta vecindad, en uso del derecho
Medicina Veterinaria” , he reunido de petición que nos da la Constitu­
dos investigaciones que demostra­ ción Nacional, con todo acatamien­
ron la toxicidad de dos especies v e ­ to nos dirigimos a S.S. para mani­
getales. festar: somos propietarios de terre­
Una de ellas crece en los climas nos y dehesas en territorio de este
cálidos y en los terrenos secos de M unicipio y nos dedicamos a la cría
algunas regiones como la de Ba- y engorde de ganado vacuno, fo ­
rrancaberm eja (Santander), en mentando así la industria pecuaria,
donde se llevó a cabo el prim er toda vez que es ella una de las que
estudio que aparece aquí. m ejor pueden prosperar en estas
La otra, es de las zonas frías y regiones dada la clase de tierras de
terrenos húmedos; abunda espe­ las colonizaciones que poseemos.
cialmente en los alrededores de la P ero nuestras buenas intenciones
laguna de Fúquene. de m ejoram iento y de intensificar
la ganadería viene decreciendo y
Ojalá que este trabajo resulte
estamos expuestos a la pérdida de
original y de algún interés práctico nuestros ganados, toda vez que se
y científico. Por lo menos, su uti­
han venido presentando pestes y
lidad práctica se ha echado de ver enferm edades que diezman de ma­
ya- nera alarmante los ganados, sin que
Quiero también que estas líneas encontremos el remedio eficaz a
representen un hom enaje al Depar­ pesar de todos los esfuerzos que
tamento de Ganadería del Ministe­ ponemos para cortar estos males.
rio de la Economía Nacional. Entre las pestes o enfermedades de
los ganados se ha presentado una
desconocida, que ataca súbitamen­
te al animal, recayendo en los m e­
EL BEJUCO BLANCO jores ejemplares, consistente en
que el animal hallándose aparente­
Antecedentes mente sano en los potreros, sin de­
En el mes de junio del año de mostrar anormalidad alguna como
1941, el Departamento de Ganade­ fiebre, decaimiento, etc., de un m o­
ría del Ministerio de la Economía m ento a otro, al comenzar a andar,
Nacional, recibió la siguiente nota empieza a orinar a menudo y a
firmada por los principales ganade­ tambalear com o borracho y si se le
ros del M unicipio de Barrancaber- fuerza a caminar, cae de un m o­
m eja (Santander): mento a otro muerto. Hay casos que
6 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

dejándolo en quietud se salva, pero rios de la Comisión de Extensión


de los pocos que se lleguen a salvar, N? 2, dirigida por el doctor Rafael
quedan afectados de la cabeza y de Colmenares y que actuaba enton­
los ojos. Esto sucede en algunas re­ ces en las poblaciones de Vélez y
giones en especial en las tierras al­ Suaita (Santander).
tas de estos contornos y en época Fue así, com o el 23 de junio de
de lluvias, pues, en las tierras ba­ ese año de 1941, salimos para la re­
jas no se presenta la novedad. Hace gión de Barrancabermeja, el vete­
ocho años poco más o menos, v e ­ rinario Carlos W iedemann y yo, con
nimos presenciando y perdiendo el objeto de abocar el problema in-
nuestros ganados, en una propor­ soluble hasta entonces. Llegados a
ción de un ocho a diez por ciento, la población, iniciamos relaciones
sin que hayan valido vacunas, pur­ con don Enrique Gaviria y los her­
gantes, etc., y todo aquello que la manos Reyes como ganaderos im ­
Veterinaria indica para evitar la portantes allí, quienes nos dieron
muerte de los ganados y todo h a, más detalles sobre el objeto de
sido infructuoso. En vista de esta nuestra visita y nos hablaron en
situación y no teniendo en estas esta form a:
regiones una persona entendida, no
“ Hace muchos años, veinte lo
hemos vacilado en dirigirnos a S.S.
menos, que venimos luchando con­
solicitándole de la manera más en­
tra esta enfermedad tan rara en su
carecida se digne enviar a un m é­
sintomatología, tan fatal en su cur­
dico veterinario especialista en en­
so y tan constante en su aparición,
fermedades del ganado, a fin de
que nos desconcierta y nos tiene
que estudie y examine en el propio
justamente alarmados. Las pérdi­
terreno las causas de la enferm edad
das que ocasiona son enormes; lo
a que nos referim os y ponga, todos
menos, de 1 .0 0 0 cabezas anuales da
los medios para la salvación de
cuenta la “ Borrachera” en el solo
nuestros ganados que estamos ex­
M unicipio de Barrancabermeja.
puestos a perder en form a total,
A qu í llamamos a la enfermedad,
fuera de las pérdidas que ya hemos
Borrachera, Orinadera, P a ta leta ...
tenido. La Ley, previsivam ente, ha
Todos estos nom bres son significa­
dado a ese Ministerio las facultades
tivos; el animal atacado aparece
y medios para velar por la conser­
embotado y tambaleante, orina con
vación y el increm ento de la in­
mucha frecuencia, expulsando cada
dustria ganadera y en ese sentido,
vez pequeñas cantidades de orina y
ese Ministerio ha venido desarro­
muchas veces la muerte se presenta
llando una labor encom iable, de
m uy rápidamente en m edio de es­
suerte que, no dudamos un m om en­
pasmos. No es lo mismo de frecuen­
to que S.S. atienda nuestra justa
te en todas las fincas, ni aún en to­
solicitud.— Señor Ministro. Barran-
dos los potreros, pues en unos, los
caberm eja, junio 11 de 1941. (Fdo.)
casos son m uy raros o no se presen­
Francisco Rojas P., Enrique Gavi­
tan, de modo que con confianza
n a V., A cebedo y Cía., -Juan B.
pueden llenarse de ganado; otros
Cardona, Antonio Bustamante, Je­
en cambio, son prácticamente un
sús M. Giraldo, A lfonso Ramírez C.,
m oridero hasta el punto de que ha
Antonio Pinilla Prado, Félix Cru,
sido necesario abandonar muchos
A lfredo Forero. H eliodoro Serrano,
de ellos, porque a los quince días
Luis M ontoya G., Luis Gutiérrez P.,
y muchas veces ya a los ocho de
Pedro S. Támara, M iguel Díaz A.,
echar allí los animales, comienza
Arturo Restrepo, más firmas.”
a aparecer la temible “Borrachera” .
El Ministerio ordenó inmediata­ Hemos observado que, mientras los
mente el traslado de dos veterina­ animales permanecen quietos en
R E V IS T A DE M ED ICIN A V E TE R IN A R IA 7

los potreros que llamaremos “ pe­ coman en unas cuantas horas ante­
ligrosos” , no aparece la enferm e­ riores al viaje. En las tierras bajas,
dad, aun cuando con frecuencia re­ inundables por el río, no se presen­
sultan reses muertas en los po­ ta nunca la “ Orinadera” . Ella apa­
treros, muertes éstas que atribui­ rece solamente en las partes altas,
mos a la causa común. Pero los secas, que no son cubiertas por las
casos se presentan más frecuente­ aguas del Magdalena.
mente al m over el ganado, al pa­ A m bos sexos son atacados sin ex ­
sarlo de un potrero a otro, al llevar cepción. No hemos observado la en­
los animales para el matadero, al ferm edad en animales menores de
conducir las vacas al ordeño. En­ cuatro meses; de esa edad en ade­
tonces observamos que a poco de lante, todos los animales pueden
haber iniciado la m archa,. muchas sufrirla. Lo único raro que hemos
veces a los pocos metros, otras, des­ encontrado al abrir cadáveres en
pués de una, dos, o tres cuadras, el estos casos, han sido unas manchas
cuadro se presenta: el animal se rojizas sobre el co ra z ó n ... La “ B o­
cansa, se detiene en su marcha, ori­ rrachera” es más frecuente en el
na con frecuencia, busca las partes invierno que en el verano.
declives del terreno para continuar Si el sujeto que ha padecido la
caminando, siempre bajando, la enferm edad no muere, tarda mucho
menor pendiente es incapaz de as­ tiempo en restablecerse y así se le
cenderla y resulta inútil incitarlos; ve flaco y de mal pelaje hasta unos
en muchos casos, hasta se ponen cuantos meses después; en un caso,
agresivos y de extraña mirada. En una vaca duró seis meses después
ciertos casos aparece salivación de la presentación de los síntomas
abundante y se nota tambaleo del y en m uy mal estado de carnes, no
tren posterior; en otras, la marcha veía en los últimos días y murió
se hace rígida y com o envarada. en estado de flacura muy grande.
Finalmente, el animal se echa por Si los animales que presentan la
su propia voluntad; si se le presta dolencia son pasados a potreros re­
ayuda puede levantarse para andar conocidos como absolutamente ino­
unos pocos pasos más y m orir casi fensivos, ya desde el día siguiente
siempre en medio de contracciones se notan m uy bien y a los cuatro
musculares. días puede hacérseles correr todo
No todos los casos de “ Borrache­ lo que se quiera sin temor alguno.”
ra” llevan fatalmente a la muerte,
pues se han logrado salvar algunos
dejando en quietud completa a la LA INVESTIGACION
res, administrando un purgante y
ojalá haciendo una sangría. Hemos Entonces, y ya conocedores de
aplicado aricil, antimosán, inyec­ estos datos valiosos, procedim os a
ciones de purgante rápido y hemos visitar algunas fincas de aquella
obtenido buenos resultados. región, con el ánimo de observar
Sabiendo, pues, que, el ejercicio o de provocar la aparición de a l­
es el que provoca la aparición de gunos casos. Así podríamos estudiar
la enfermedad, los vaqueros deben la sintomatología de la enfermedad,
transportar los ganados m uy len­ practicar necropsias, efectuar aná­
tamente y en la madrugada. En lisis que nos dieran luz.
cuanto a esto, también hemos nota­ Com o era cosa segura que ha­
do efectos favorables dejando los ciendo correr los animales la enfer­
animales que se han de movilizar, medad hacía su aparición, a eso
encerrados en el corral durante to­ procedim os en la finca de los her­
da la noche anterior para que no manos Reyes llamada “ El Cerro” y
8 R E V IS T A DE M ED ICIN A V E T E R IN A R IA

en donde había una vaca que había mucha menor intensidad, marca­
sufrido ya varios ataques por esta das. Material para laboratorio fue
enfermedad, y que al decir de los tomado en suficiente cantidad (en
ganaderos, con diez minutos de los frotis y en los cultivos se en­
ejercicio activo que se le exigieran, contraron únicamente gérmenes de
el acceso había de presentarse y ve­ la putrefacción).
nir la muerte. Sin embargo, nada Después de haber verificado es­
anormal se notó por la simple ins­ tas observaciones, pusimos en ejer­
pección después de más de un cuar­ cicio los animales de aquella ha­
to de hora de trote continuo. Ni cienda, siguiendo muy de cerca la
tampoco al examen clínico encon­ marcha de los acontecimientos pa­
tré anormalidad. Me lim ité a to 1 ra no perder ni el m enor detalle.
mar una muestra de sangre para Un ternero de cuatro meses se echó
hacer investigaciones de calcio y. a tierra al subir una cuesta y en ese
fósforo (norm ales). En la orina no estado permaneció por largo rato.
se encontró albúmina. - - En el examen clínico (caso N° 1)
Como nada raro encontramos practicado con minuciosidad, en­
allí, visitamos la ganadería de don contré solamente un pulso m uy dé­
H eliodoro Serrano, quien perdía un bil y acelerado. Todo lo demás, mu­
buen núm ero de reses por esta en­ cosas, temperatura, pulmones, etc.
fermedad. Y la investigación em ­ estaba normal. Una hora más tar­
pezó esta vez con la práctica de dos de, noté en mi examinado gran de­
necropsias, pues lo primero_que ob­ caimiento. Como el diagnóstico era
servamos al entrar a la hacienda, m uy dudoso, ordené solamente un
fueron dos animales de levante tonicardíaco y tomé muestras de
muertos en el potrero. Las lesiones sangre y de excrem entos que no
encontradas y que fueron -atribui­ revelaron nada anormal al análisis.
das al Carbón Sintomático (m uy Dos días más tarde, murió este ani­
atípico) deben tenerse en cuenta mal y las lesiones principales en­
de manera especial, pues por las contradas, consistieron en gastro­
conclusiones sacadas posteriorm en­ enteritis hemorrágica, petequias y
te, nos convencim os de que esas equimosis en el peritoneo y en el
m uertes eran también atribuíbles a m iocardio (necropsia N° 3).
la “ Borrachera” . Pero com o digo, La inivestigación más importan­
ese convencim iento lo obtuvim os te, tuvo lugar en la finca adminis­
m ucho tiem po después cuando ya trada por don Enrique Gaviria, si­
experiencias realizadas, daban de­ tuada en el M unicipio de Rem edios
recho para hablar con autoridad. (Antioquia) y perteneciente a la
En uno de los cadáveres (necrop­ compañía Ospina-Restrepo, de M e-
sia N 9 1 ) encontré: gastroenteritis dellín. Fue así, com o en la “ Com­
hemorrágica y gran cantidad de pe- pañía Pecuaria del Cimitarra” me
tequias a todo lo largo de los in­ pasé la m ayor parte del tiempo, de­
testinos delgado y grueso, degene­ dicado a investigar.
ración m uy avanzada de los riño­ El señor Gaviria. observador y
nes, equimosis en el peritoneo, pe­ m uy interesado en el descubrim ien­
ricarditis, m iocarditis y endocardi­ to de la causa de la enfermedad
tis hemorrágicas, petequias en la (pues los ganados de esa hacienda
tráquea, manchas hem orrágicas en eran diezmados por e lla ), había no­
los pilares del diafragm a; los de­ tado que, los animales que comían
más órganos y tejidos, aparecieron en determinados sitios de uno de los
normales. La segunda necropsia potreros, enfermaban con mucha
(necropsia N 9 2) me m ostró más o frecuencia. Entonces, con divisiones
m enos las mismas lesiones, pero con de alambré, que variaban según su­
R E V IS T A DE M ED IC IN A V E T E R IN A R IA 9

cesivas observaciones, llegó a d e­ del corazón (que estaba muy debili­


limitar un pequeño lote de terreno tado), el pulmón normal. A la ex ­
de unas cinco hectáreas, en donde ploración rectal, com probé sensi­
la mortalidad era m uy alta y que bilidad en los riñones. Otro de los
naturalmente abandonó. A seme­ enfermos (caso N 9 3) presentaba
jante particular potrero dio el nom ­ más o menos los mismos síntomas;
bre de “ Topacio” y animales que la sensibilidad renal era menor.
entraban allí, encontraban la m uer­ Tom é sangre para investigaciones
te a los ocho o diez días, presentan­ de calcio y fósforo y frotis para la
do los síntomas clásicos de la “ Ori- búsqueda de agentes microbianos.
nadera” . El examen de los frotis resultó ne­
Para facilitar la labor investiga- gativo; había hipocalcemia e hiper-
tiva, don Enrique había ordenado magnesemia (datos dados después
que en ese encierro fueran introdu­ por el Laboratorio).
cidas cuatro terneras, que estaban En otros dos enfermos, los sínto­
entre los seis y los quince meses de mas fueron semejantes a los ya
edad. Su salud era perfecta. Cuatro descritos (casos números 4 y 5).
días completaban allí cuando noso­ Después de practicados los exá­
tros llegamos y procedim os a ha­ menes clínicos, los enfermos queda­
cer las investigaciones del caso. ron en quietud absoluta en uno de
Iniciamos la marcha detrás de los los corrales de la finca. En ese es­
animales y a lo largo de los potre­ tado, la ternera a la cual se había
ros. El prim er animal en el que apa­ hecho un pronóstico más desfavo­
recieron síntomas de la enferm e­ rable (caso N 9 2 ), sufrió en el trans­
dad, fue una ternera de seis meses. curso de una hora, tres accesos en
Después de correr un poco, com en­ form a de caídas bruscas al suelo y
zó a manifestar franco cansancio y contracciones de la musculatura y
a tambalear del tren posterior. En­ esto sin que precediera síntoma al­
tonces asistimos enormemente in­ guno precursor. Durante esos ata­
teresados, a la presentación del cua­ ques, la temperatura se mantenía
dro clásico que ofrecía la “ Borra­ normal, el corazón continuaba la­
chera” , causante de muchas m uer­ tiendo 90 veces por minuto, el pul­
tes en los ganados de aquellos con­ so seguía débil y se conservaba el
tornos. reflejo corneal. Esas caídas se su­
Cuidadosos observamos, pues, los cedieron con intervalos de veinte
síntomas todos que iban aparecien­ minutos y duraban alrededor de
do: el animal se mostraba fatigado tres a cuatro; después, el animal se
en extrem o, la marcha se hizo m uy levantaba y aparecía com o si estu­
lenta a pesar de la premura con que viera normal. Esa enferma estuvo
se le urgía, se echó al suelo varias echada la m ayor parte de la noche
veces, las m icciones fueron fre­ y com o al día siguiente ofreciera
cuentes y en cada una de ellas, la m ayor estado de gravedad, resol­
cantidad de orina emitida era m uy vim os que era necesario que el ejer­
poca; si el terreno ofrecía desnive­ cicio continuara para ver de que
les, bajaba con facilidad y hasta los síntomas siguieran aparentes (y
corría, pero no subía la m enor pen­ que quizá aparecieran otros) y de
diente; se presentó además, saliva­ que ojalá se presentara la muerte
ción abundante. A l exam en clínico, para practicar la necropsia. A sí se
encontré: (caso N 9 2 ) temperatura hizo, y mientras tanto, los otros
normal, conjuntiva de color rojo animales quedaron en descanso.
sucio, pulso m uy débil, taquicardia Transcurrió un cuarto de hora de
(90 latidos cardíacos por m inuto), marcha lenta y difícil, con conti­
desdoblamiento del prim er ruido nuas caídas al suelo, repetidas m ic-
10 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

ciones y mirada anormal. Final­ ma intestinal especialmente) de


mente, cayó y murió en medio de presentación y curso atípicos.
convulsiones. La conjuntiva ocular Otro de los potreros de la finca,
estaba ligeramente anémica (ne­ tenía la propiedad de que allí se
cropsia N? 4 ); el tejido conjuntivo presentaban casos de “ Borrachera”
subcutáneo era normal y lo mismo con mucha m enor frecuencia que
la apariencia de la sangre que se en “ Topacio” . A llá se habían intro­
coagulaba de manera correcta; el ducido 19 animales entre machos y
hígado ofrecía un color morado cla­ hembras, todos de levante, que com ­
ro, estaba friable y fácilm ente des- pletaban ocho días de permanencia
capsulable; la panza estaba semi-, en ese lugar, y con el ánimo de que
rrepleta, el librillo y la redecilla en ellos se presentara también la
normales, el cuajar m uy congestio­ enfermedad, para de esta manera,
nado, con equimosis y petequias en poder estudiar el m ayor número
gran cantidad; el mismo estado posible de casos clínicos, con las
ofrecían los intestinos delgado y naturales beneficiosas consecuen­
grueso; la parte final del recto, no cias que de ello habría de despren­
tenía hemorragias sino solamente derse.
una ligera congestión. Externam en­ Después de unos momentos de
te ,' el intestino presentaba pete­ marcha con los nuevos animales de
quias de trecho en trecho, los ri­ experim entación, apareció en algu­
ñones aparecían congestionados y nos de ellos el síndrome caracterís­
friables, la vejiga urinaria norm al; tico. Los exámenes clínicos dieron
en el pericardio, en el m iocardio y por resultado (caso N° 6 ): tempe­
en la grasa pericárdica, había un ratura normal, conjuntiva de color
“ piqueté hem orragique” m uy abun­ rojo sucio, pulso filiform e, ochenta
dante; normal aparecía el endocar­ latidos cardíacos m uy debilitados
dio y normales los pulm ones; en la por minuto; también hubo m iccio­
parte superior de la tráquea, pete­ nes repetidas y salivación. Un rato
quias aisladas. Se tom ó suficiente de descansó fue suficiente para que
material de laboratorio: porción de este caso mejorara. Otros dos ani­
intestino hem orrágico, contenido males (casos números 7 y 8 ) enfer­
de la panza y del intestino delgado, maron gravemente después de dos
un riñón, un metacarpiano y gan­ cuadras de marcha. Esta vez se
glios mesentéricos. En el riñón y acompañaba el colega A ngel M.
en el contenido gastrointestinal, so­ Bernal, quien reemplazó al señor
licité al Laboratorio buscara una Wiedemann.
sustancia tóxica. En el otro mate­ Gran práctica tienen los vaqueros
rial pedí que se buscara el agente en el conocim iento de esta enfer­
de la Septicemia Hemorrágica. El medad. Opineba yo que el indivi­
resultado fue: “ Contenido gastro­ duo al que podría hacerse un pro­
intestinal, atóxico para animales de nóstico más desfavorable, era el
laboratorio; en el riñón no se pudo * que marchaba en el último lugar
buscar sustancia tóxica sin orienta­ del grupo (caso N 9 7), pero los va­
ción. No Pasteurellas” . queros me anotaron que el que iba
M i colega W iedem ann estaba de adelante de todos, estaba más gra­
acuerdo conm igo al achacar la ve y moriría primero con absoluta
muerte relatada anteriormente (ne­ seguridad; y así sucedió en efecto.
cropsia N° 4) a una intoxicación Tam bién esta vez (caso N^ 8 ) apa­
de origen alimenticio, aun cuando recieron, la paresia del tren poste­
no descartamos la posibilidad (m uy rior, la salivación, el pulso debili­
lejana por cierto) de atribuirla a tado y la mirada anormal; también
una Septicemia H em orrágica (for­ las m icciones fueron repetidas. El
R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA 11

ojo adquiere en casi todos los casos, haber practicado su examen clínico
una expresión m uy especial, com o y com probado que estaba perfecta­
de miedo o terror. Después de un mente normal. Este animal, conti­
cuarto de hora de marcha, se pre­ nuó en perfecto estado de salud
sentaron contracciones tetánicas; muchos meses después y solamente
más tarde aparecieron accesos de se form ó en el punto de la inyec­
furor, y el animal atacaba perso­ ción, una proliferación bastante
nas y cosas. Este animal fue esco­ marcada, que no afectó en nada la
gido para que se acentuara la sin- salud del animal (necropsia ante­
tomatología y se produjera la m uer­ rior N ° 5).
te. La sintomatología se intensifica Otros exámenes clínicos practica­
como ya lo he dicho, haciendo ca­ dos en animales que resultaron en­
minar al sujeto; y aun cuando ya la ferm os en esta prueba, revelaron
marcha era m uy difícil, pues el en­ (casos números 9-10-11-12): tem pe­
ferm o abría los miembros posterio­ ratura normal, conjuntiva de color
res para no caer, se hizo caminar ro jo sucio, pulso muy débil, gran
por algún trecho. Entonces, la m i­ taquicardia ( 1 0 0 a 160 pulsaciones),
rada se toi’nó angustiosa, apareció latidos cardíacos muy debilitados,
un pulso venoso positivo m uy m ar­ desdoblamientos del primer ruido,
cado, un edema frío se presentó en frotes pericárdicos, soplo sistólico
el canal exterior y después de unos en el corazón derecho; en uno de
veinte minutos de ejercicio, el ani­ ellos estaba anulado el reflejo cor­
mal cayó y murió en m edio de es­ nal, pulmón normal, defecación y
pasmos. He aquí las lesiones: en el heces, normales también.
peritoneo había form aciones gelati­ Estos enfermos perm anecieron en
nosas rojizas y edemas hem orrági­ com pleta quietud y luégo fueron
cas; el hígado de color morado, fria ­ llevados a potreros indemnes en
ble y descapsulable con facilidad; donde se restableció com pletam en­
los riñones tenían petequias en la te la normalidad. Pocos días des­
cápsula y estaban ligeramente con­ pués, se hicieron correr largos ra­
gestionados; la panza, la redecilla y tos, sin que nada extraño se pre­
el librillo estaban norm ales; en el sentara.
cuajar, congestión marcada y m u­
chas petequias, lo mismo que a to­ EL DIAGNOSTICO
do lo largo de la mucosa intesti­
nal; en el pericardio y en el m io­ Primaban, pues, en la sintomato­
cardio, había también petequias y logía, la debilidad cardíaca (taqui­
a la salida de los grandes vasos se cardia, pulso filiform e) y la afec­
habían form ado edemas hem orrá- ción nerviosa (paresia del tren pos­
gicos; el endocardio aparecía nor­ terior, contracciones musculares,
mal; en la tráquea había algunas salivación, anulación del reflejo
petequias aisladas y se encontró corn ea l).
líquido de edema en el canal e x ­ Con la necropsia descrita última­
terior. Hice frotis de sangre d e la m ente y teniendo en cuenta los sín­
oreja, del hígado, de los riñones tomas que presentan los enfermos,
y de los ganglios mesentéricos, que se acentuó en mí la creencia de que
dieron resultado negativo a agen­ se trataba de una intoxicación de
tes microbianos, Tom é fragm entos origen alimenticio, y en eso estuvo
de riñón, de hígado y de corazón y de acuerdo conm igo el colega
ganglios mesentéricos, con los cua­ Bernal.
les hice trituración en solución sa­ Quería sin embargo, descartar por
lina estéril e inyecté por vía sub­ com pleto la posibilidad de una Sep­
cutánea a una ternera después de ticem ia Hemorrágica. En realidad,
12 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

esto no tenía razón de ser, pues los se m ezclaron con reses sanas, que
síntomas, la presentación en deter­ no enfermaron por cierto.
minados potreros, la falta de conta­ Los resultados negativos a gér­
giosidad, la m ejoría observada en menes patógenos obtenidos en el
los enferm os sin otro tratamiento laboratorio, en los múltiples inten­
fuera de reposo, etc., alejaban por tos porque de allá saliera luz que
com pleto semejante idea. iluminara el campo de las investi­
P or vía intravenosa inyecté a gaciones, descartan afecciones m i­
cuatro terneros perfectam ente sa­ crobianas; y qué clara luz arrojó
nos cincuenta centímetros cúbicos el laboratorio, desechando esta po­
de suero contra Septicemia H em o- sibilidad y encauzando y apoyando
rrágica, a cada uno. Tres horas más a la clínica por otro camino. R e­
tarde entraban al potrero “ Topa­ cordem os también que de la inocu­
c io ” , y diariamente los vigilaba con lación practicada por mí a una ter­
cuidado. Cuarenta y ocho horas nera, nada resultó.
después de su introducción allí, los Es sobre todo decidor el hecho,
hice correr a todos. Uno de ellos d e que la enfermedad se presenta
(caso N 9 13), después de recorrer en determinados potreros, más en
media cuadra, se echó al suelo en unos que en otros. También es de
estado de gran fatiga; había orina­ gran valor diagnóstico, el que los
do varias veces. La conjuntiva ocu ­ enferm os reaccionen favorablem en­
lar aparecía ligeramente ictérica y te casi sin ningún tratamiento, de­
algo pálida, el pulso im perceptible, jándolos en reposo com pleto y sa­
la temperatura normal. Se presen­ cándolos luégo a potreros en donde
taron espasmos musculares y luégo esta enfermedad es desconocida.
la muerte diez minutos después de La gastroenteritis encontrada, in­
haber caído en tierra. La nécropsia dica que hay una acción irritante
(N? 6 ) reveló exactam ente las le­ directa del tóxico sobre las paredes
siones ya conocidas. del gastrointestino. Sin embargo,
Considerando que el concepto com o lo hemos observado en todas
form ado con las observaciones he­ las necropsias, ni la panza, ni la
chas en las necropsias estaba ya redecilla, ni el librillo se encuen­
suficientem ente definido, me pare­ tran afectados. Es que tal vez, la
ció innecesario provocar más casos mucosa más resistente de estas ca­
de muerte; de tal m odo que los vidades, soporta la injuria tóxica
otros tres animales fueron sacados sin guardar señales, o es, esto pue­
m uy lentamente del encierro sin de ser lo más probable, que el tóx i­
que en ellos se presentara síntoma co produzca lesiones sólo en el cua­
alguno m orboso. jar, porque disolviéndose y que­
dando libre el principio activo gra­
Entonces, como causante de la cias a las secreciones se producen
m uerte en los casos de “B orrache­ allí y que no existen en los otros
ra” , diagnostiqué una intoxicación estómagos, se deje sentir su acción
de origen alimenticio. de cuajar en adelante. Las lesiones
Los síntomas presentados (ner­ hem orragíparas que priman en las
viosos, ¡circulatorios) y las lesiones necropsias, indican que la sustancia
encontradas (gastroenteritis, afec­ tóxica, tiene acción electiva sobre
ción renal, petequias) corresponden el sistema circulatorio. Pero tam­
efectivam ente a una intoxicación. bién ataca el sistema nervioso.
En ninguno de los casos que lle­ Efectivamente, la paresia del tren
vo relatados, se presentó fiebre y posterior, la salivación, la pérdida
cuando después esos casos fueron en algunos casos del reflejo cor­
llevados a potreros de “seguridad” , neal, las contracciones tetánicas de
R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA 13

la musculatura, los accesos de fu­ ciones podrían deberse, o por lo


ror, etc., son atribuíbles a una afec­ m enos eso ha sucedido muchas ve­
ción del sistema nervioso. La con­ ces, a ciertas y determinadas clases
gestión observada en los riñones y de orugas.
la excitación nerviosa, explican la En todo esto puede pensarse per­
polakiuria. La taquicardia y en ge­ fectamente. Pero ateniéndose a los
neral, la afección circulatoria, se sucesos más verosímiles y fáciles
debe a la acción del principio acti­ de explicar, m e hice estas conside­
vo directamente obrando sobre el raciones: no será el agua, porque
músculo cardíaco o indirectamente las ciénagas sospechosas se extien­
lesionando su inervación? den a varios potreros, en algunos de
La explicación de por qué el sín­ los cuales la enfermedad aparece y
drome aparece al hacer caminar a en otros no, siendo el agua de bebi­
los animales, podría darse diciendo, da la misma en las praderas consi­
que el veneno actúa especialmente deradas. Además, la mortalidad en
sobre el corazón y que al hacer este caso alcanzaría cifras altísimas
trabajar a éste activamente con el (por no decir la totalidad de los ga­
ejercicio, viene la falla con toda la nados), pues todo animal que be­
sintomatología. O podría ser, que el biera estaba condenado a intoxi­
veneno se acumulase en el tejido carse; y me parece que todos los
muscular y que durante la marcha, vacunos b e b e n ... A l contrario, la
el ejercicio, con todos los cambios presentación de la enferm edad in­
que acarrea para estos tejidos, hi­ dica que no fatalmente el animal
ciera que la toxina pasase de su encuentra e ingiere el producto
depósito (los músculos) a la circu­ tóxico y que la cantidad tomada
lación general. Pero estas conside­ puede variar, dando lugar así a la
raciones no está bien hacerlas to­ m ayor o m enor intensidad con que
davía, pues que hasta ahora sólo es­ el mal se presenta. Por eso, muchas
tamos dando los pasos primeros en veces los casos pueden salvarse,
la investigación de un problem a observando quietud completa y
completamente oscuro. purgando, otros en cambio tienen
desenlace fatal, aun cuando el ejer­
cicio haya sido muy poco.
LA ETIOLOGIA La idea de que las sustancias des­
prendidas de algunos lugares (ta­
Pero sí podía teorizar un poco: lleres de la Tropical Oil Com pany
ai fin me iba a dedicar a inivestigar en Barranca), podrían depositarse
la causa y antes de ello, convenía sobre las plantas y causar el mal,
formarse algunas ideas. por ser tóxicas ellas en sí, o por
¿Cuál podría ser la causa de esa com binación con tales plantas, pue­
intoxicación? Una planta?, el agua?, de hacerse a un lado, pues no hay
compuestos tóxicos que desprendi­ m otivo para que esos productos se
dos de ciertos lugares (desechos, depositen en ciertos potreros y de­
humos de chimeneas o de fábricas) jen a salvo algunos, y sucede tam­
o resultados de ciertas elaboracio­ bién que en fincas m uy lejanas a
nes, que al caer sobre todas las la ciudad y en donde por consi­
plantas, o sobre algunas especial­ guiente no puede sospecharse un
mente, se fijan allí y permanecen tal factor, los casos siempre se pre­
en ese estado, o bien, se combinan sentan y los animales siempre
complicadamente con las sustan­ mueren.
cias constituyentes de la planta Examinando con cuidado el te­
para form ar compuestos de alta rreno del potrero más peligroso, no
toxicidad? También estas intoxica­ encontré ni orugas, ni cosa que se
14 R E V IS T A D E M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

le pareciera y eso escarbando y m i­ a todos los ternei'os repetí el breba­


rando bien cuidadosamente las en­ je, dando naturalmente a cada uno
trañas del suelo; y recordem os que de la misma planta que había re­
en las necropsias citadas tam poco cibido ya.
habíamos encontrado nada por ese A las cuarenta horas de haber ad­
estilo. m inistrado la primera dilusión ve­
L o más fácil era pensar en una getal, resultó muerta en el potrero
planta, que, abundando en algunos una ternera de diez meses y. a la
lugares, siendo escasa en otros y cual se había estado administrando
no existiendo en algunos, daría lu­ el producto de la molienda de una
gar a: que en aquellos la m ortalidad planta que denominan “ BEJUCO
alcanzase cifras altas, que en otros BLANCO” .
fuese escasa la presentación y que
Practicada la necropsia (N° 7),
en éstos la “ Borrachera” fuera des­
encontré gastroenteritis hemorrági-
conocida.
ca m u y severa, “ piqueté hemorragi-
que” abundante en el pericardio, en
L A EXPERIM EN TACION el m iocardio y senos frontales; el
sistema nervioso y el resto de los
CLINICA órganos, aparecían normales mi­
croscópicam ente.
Hechas estas consideraciones, me ¡Qué interesante caso! Tenemos
puse a buscar la planta. que hem os administrado a un ani­
Era tal vez la manera más fácil y m al perfectam ente sano el zumo
si lograba encontrar una (fue pro­ (si así queremos llam arlo) de una
vocara los mismos síntomas y d e­ planta que crece en un potrero des­
jara marcadas en el organism o las preciable por su aficción a ver m o­
mismas lesiones, no cabía duda de rir animales. Y que ese animal ha
que había encontrado por lo menos m uerto en el curso de horas, pre­
una de las causas. Y si hubiese va­ sentando en sus órganos profundos,
rias, ya las buscaría también. lesiones m uy semejantes a las pre­
Como el potrero “ T opacio” era sentadas por los animales muertos
el más peligroso de todos, y allí la con la “ Borrachera” clásica.
enferm edad se presentaba con se­
guridad después de unos cuatro Es cierto que allá en “ Topacio” ,
días de permanencia, procedí a su los animales duran hasta cuatro
reconocim iento cuidadoso para ver días para morir, y que en este caso,
qué plantas lo constituían. A lcan ­ la m uerte ocurrió a las cuarenta
cé a reunir veinte especies distin­ horas; pero hasta ahora no sabe­
tas y tom é una buena cantidad m os si al hacer correr a esos ani­
de cada una. Escogí veinte terneros m ales anteg de los ‘cuatro días,
que exam iné con cuidado y que en­ tengam os ya material para necrop­
contré norm ales; m olí en una m á­ sia. Adem ás, la cantidad de planta
quina las hojas de cada especie y que recibió el animal en experi­
a cada ternero di un brebaje que m entación, fue muy superior a la
contenía unas dos onzas de la plan­ que naturalmente puede ingerir un
ta fresca, recibiendo cada uno una sujeto en el pastoreo.
especie vegetal distinta. Los ani­ P ero todavía tenemos tiempo y
males en experim entación se tuvie­ terneros suficientes en la finca que
ron durante todo el tiem po de ella administra el señor G avina, para
en un potrero de pastos absoluta­ llegar a conclusiones ciertas y no
mente inofensivos para la salud. a meras divagaciones que nada
Veinticuatro horas más tarde m olí prueban. Había que probar bien
la misma cantidad de cada planta y aquello y exponer otros animales
R E V IS T A DE M ED IC IN A V E T E R IN A R IA ' 15

a la acción sospechosa del líquido m edio día repetí otra dosis, estando
verdoso y amargo que daba el “ Be­ la ternera amarrada todo el tiem­
juco Blanco” al machacarlo. po del cuello para evitar que hicie­
Bien. Todos los terneros en ex ­ ra ejercicio en lo más mínimo. Puse
perimentación siguieron recibiendo además en el suelo y al alcance de
diariamente el consabido brebaje. este animal, unas ramas del “ B eju­
Un ternero de nueve meses, per­ co Blanco” , para ver si lo comía
fectamente sano, reemplazó al que voluntariamente; la ternera se in­
había muerto, habiendo salido na­ clinó y comió algunas hojas. Du­
turalmente, de un potrero en donde rante ese día, practiqué detenidos
nunca ocurría la enfermedad. exámenes clínicos y nada especial
Y hé aquí que dieciséis horas encontré en su organismo que me
después de haber administrado a llamara la atención. Es clásica en
esta nueva unidad la cantidad or­ esta enfermedad la presentación de
dinaria de “B ejuco B laco” ocurrió un pulso filiform e y muchas veces
la muerte, estando en el potrero y el diagnóstico puede hacerse por la
sin haber podido asistir a la pre­ presentación de este síntoma, cuan­
sentación de los síntomas, pues m u­ do concurren naturalmente otros
rió en las horas de la madrugada. factores que hacen sospechar. El
El examen post-m ortem (necrop­ pulso se mantuvo bueno en todo el
sia N° 8 ), reveló las lesiones ya día y el corazón latía normalmente;
mencionadas: gastroenteritis hem o­ durante la noche se conservó el
rrágica, congestión de los riñones mismo estado y el apetito perm a­
y petequias en muchos órganos, neció excelente.
normalidad m acroscópica en el res­ ¿Qué sucedería? Antes se había
to del organismo. necesitado un mínimo de dieciséis
Tenemos ya otra muerte, achaca- horas para que se presentara la
ble a una planta conocida. muerte. Y en este nuevo caso, a las
Pero esto no era suficiente. Los veinticuatro horas (a las seis de la
animales que habían muerto, ha­ mañana del día siguiente), no ha­
bían permanecido, es cierto, en un bía aparecido el menor síntoma. El
potrero de pastos perfectam ente animal echado rumiaba tranquila­
inocuos, pero tuvieron libertad de mente su ración; era desesperante
movim iento desde la administra­ aquel estado d e salud; y sobre todo,
ción del brebaje, hasta la ocurren­ ese pulso tan normal. Hasta des­
cia de la muerte. confié de los resultados obtenidos
Y era preciso estudiar la enfer­ con los ensayos hechos anterior­
medad en sus diversas presenta­ mente. Sin embargo, después de es­
ciones. te nuevo examen, solté mi animal,
Por lo cual escogí otra ternera y poquito a poco él fue caminando
(caso N° 14), en buen estado de por el corral. Recorrería así media
salud y a la cual mantuve durante cuadra y . . . entonces resultó lo es­
tres días antes de la experim en­ perado; el síndrome se desencadenó
tación en un corral sin pasto, su­ repentinamente; imposible dudar
ministrándole com o alimento caña ya. Solamente el concurso de unos
de azúcar y agua m uy potable. La pocos pasos fue necesario para que
hice correr largos ratos diariamente se intalara toda la sintomatología;
con resultados negativos. A l cuarto m icción, el animal se echó a tierra.
día de observación m olí la conocida Inmediatamente tomé el pulso; es­
cantidad de “B ejuco B lanco” , la ta im perceptible, ochenta latidos
disolví en dos botellas de agua y cardíacos por minuto, la tempera­
la administré a mi animal. Esto fue tura normal, la mirada angustiosa.
un día a las ocho de la mañana; a Después, las echadas al suelo fu e­
16 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

ron más frecuentes, hubo polakiu- biendo todavía por ocho días más,
ria, tambaleo del tren posterior y el brebaje que contenía el produc­
luégo rigidez de la musculatura, to de la molienda de todas las otras
taquicardia; el reflejo corneal se especies de plantas que existían en
conservó. Tan pronto com o el ani­ “ Topacio” ; todos los días los hacía
mal se echaba al suelo, le ayudá­ correr un buen rato y en ningún
bamos a levantarse y le sostenía­ caso estos animales mostraron sín­
mos para que fuera posible su es­ tomas sospechosos. Convencido al
tación en pie y pudiera caminar. fin de que esas plantas podrían ser
Extraje por cateterismo de la ve­ comidas por los vacunos sin ocasio­
jiga un poco de orina, en la cual nar perjuicio alguno, di por termi­
no encontré albúmina y sí algo de nada la experimentación con ellas.
pigmentos biliares. Diez minutos Quedaba aún por hacer una ob­
después de haber iniciado la m ar­ servación que habría de eliminar
cha, se produjo la última, caída al por com pleto las dudas que pudie­
suelo; se presentaron algunos es­ ran quedar sobre la perfecta iden­
pasmos musculares que persistie­ tificación de la etiología.
ron por unos cinco minutos, al ca­ Y a he dicho que en “ Topacio”
bo de los cuales vino la muerte. Y la muerte aparecía a los cuatro o
las lesiones encontradas fueron (ne­ seis días de permanencia allí. Se
cropsia. N 9 9): gastroenteritis he­ ordenó, pues, a los trabajadores,
morrágica, petequias y equimosis eliminar en form a completa todo
abundantes en el intestino, en el el “ B ejuco Blanco” que hubiera en
pericardio y en el m iocardio; ede­ aquel potrero, y quedé sorprendido
mas hem orrágicos a la salida de los al ver la gran cantidad de esa plan­
grandes vasos. Normal, m acroscó­ ta, que a simple vista, parecía es­
picamente, resultó el sistema ner­ casear. Pero se necesitaron tres días
vioso central, lo mismo que los ri­ de continuo trabajo, durante los
ñones, el hígado y los demás ór­ cuales cinco hombres no descansa­
ganos. ron un momento en arrancar, cor­
Como vemos, estos datos coinci­ tar, alzar las hojas y hacer m on­
den exactamente con los obtenidos tones fuera del potrero, que apenas
al practicar necropsias en los m uer­ medía cinco hectáreas. Claro, con
tos con la “ Orinadera” y en los que razón la intoxicación era allá tan
habían sucumbido a la acción expe­ frecuente, si la planta crecía por
rimental del “B ejuco B lanco” . todas partes. Terminado este tra­
No cabía ya dudar que esta plan­ bajo en el cual ayudé yo activa­
ta, era en aquella región, la causan­ mente, interesado com o estaba, en
te de la enferm edad conocida con la posesión completa de la verdad,
el nombre de “ Borrachera” . revisé cuidadosamente el terreno
Efectivam ente este caso (N 9 14), y com probé que efectivam ente ya
excluía ya toda vacilación. Tenía­ no quedaba allí rastro de la planta
mos ya fuera de éste otros dos ani­ peligrosa.
males (necropsias números 7 y 8 ), A l día siguiente, veinte novillas
que respondieron con la m uerte al fueron introducidas en aquel encie­
tratamiento experimental. Y llama rro y diariamente eran vigiladas de
poderosamente la atención, el he­ cerca. A l cuarto día se hicieron ca­
cho de que el síndrom e se desenca­ minar largo rato y todas corrieron
denó al hacer m over el animal y y se agitaron violentamente sin que
que antes de ello, todo se m antuvo nada extraño apareciera. Ocho días
aparentemente normal. más tarde, volvió a repetirse el
Por supuesto que los diecinueve ejercicio con resultado negativo
terneros restantes siguieron reci­ también. Sin embargo, a los veinte
R E V IS T A DE M ED ICIN A V E T E R IN A R IA 17

días repetí el ensayo y entonces dalena y entonces los ganaderos se


hubo cansancio y polakiuria en dos ven obligados a pasar sus ganados
¿ e ellas, que m ejoraron con el re­ a las praderas de tierra alta en don­
poso. A l estudiar la causa de esta de la planta abunda. Peligroso era
curiosa ocurrencia, observé que ya ese este tiempo para nuestros ami­
habían retoñado algunas de las raí­ gos hacendados y el transporte de
ces o troncos de “ B ejuco Blanco” los animales a las tierras altas era
que habían quedado sin arrancar; visto por ellos naturalmente como
después de destruirlos concienzu­ una de las operaciones más arries­
damente, volvió allá el ganado que gadas; muchas reses gordas murie­
se había sacado. En adelante peo­ ron cuando después de permanecer
nes cuidaban diariamente de elim i­ durante el invierno en los terre­
nar previsivamente los pequeños nos secos y altos, comiendo quizá
brotes que fuesen apareciendo, y más pequeñas cantidades de vege­
aquellos animales duraron mucho tal tóxico, fueron llevadas otra vez
tiempo, indefinidamente, sin que a sus potreros de tierra baja. No
ya la temible intoxicación se pre­ era raro que quince o veinte her­
sentara. Por observaciones hechas mosos novillos cayeran en el cami­
posteriormente, se ha llegado a la no, víctimas de fatal envenena­
conclusión de que son precisamente miento y que murieran en m edio
esos brotes tiernos los más ricos en de convulsiones, desconcertando y
principio activo, pues siempre se alarmando a los propietarios.
ha visto que, después de la limpieza Después quise demostrar plena­
de un potrero eliminando esta plan­ mente mi descubrimiento ante los
ta, transcurre algún tiempo de n or­ otros ganaderos y enseñarles a co­
malidad perfecta para los ganados nocer la planta nociva para sus ani­
que allí están. Pero después de al­ males. En la finca de los hermanos
gunos días, que se necesitan para Reyes, di por la tarde a un ternero
que la planta vuelva a crecer, se (caso N 9 15) una cantidad de “ Be­
presentan nuevos casos que son ju co Blanco” ; permaneció encerra­
graves. do desde entonces en un corral en
Recordando yo que una de las donde nada podía com er; agua sí
características de la presentación tenía en abundancia. Por la noche
de esta enferm dad consistía en que recibió la misma cantidad y al día
solamente las partes secas y altas siguiente en la mañana practiqué
eran castigadas por ella y que res­ el examen clínico sin encontrar na­
petaba las tierras bajas, inundables da anormal. Lo saqué de su encie­
por el río, me di a la tarea de ins­ rro y lo hice correr durante unos
peccionar cuidadosamente consta­ minutos. Orinó una vez, se echó al
tando para m ayor satisfacción que suelo, se presentó gran taquicardia
en esos terrenos bajos y húmedos y el pulso se debilitó ligeramente,
no crecía ni un solo ejem plar del la mirada adquirió una extraña fi­
“ Bejuco Blanco” ; tal vez las condi­ jeza. Pero después de unos diez m i­
ciones especiales de humedad, no nutos, pareció como sí todo v olv ie­
permitan allá su crecimiento. De ra a estar normal; el pulso adquirió
esto se desprendió de manera muy otra vez su fuerza natural, la m i­
natural otra explicación; la nove­ rada se hizo normal; no micciones.
dad es más frecuente durante el Era raro que después de un rato
invierno y es natural que así sea, de ejercicio y habieindo recibido
puesto que es precisamente duran­ una -buena dosis de planta, no hu­
te ese tiempo cuando las tierras bieran persistido los síntomas; di­
bajas, en donde no crece la planta, fícil explicar aquella situación. ¿Se­
se inundan por las aguas del M ag­ ría acaso una resistencia individual
18 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

especial? El animal quedó amarra­ aquellas donde aparecía muy de vez


do en observación y con gran asom­ en cuando, era escasa esta planta.
bro de todos, cinco minutos más Equinos pueden pastar en pra­
tarde, y sin que mediaran síntomas deras fatales para los vacunos por
premonitores, se desplom ó en tierra este aspecto, sin que hasta ahora
y aparecieron contracciones m uscu­ se hayan observado casos de enve­
lares que se prolongaron por unos nenamiento; parece que estos ani­
tres minutos. Muerte. En compañía males rechacen la planta en el pas­
del colega José M. Navia, veterina­ toreo, gracias a un instinto de de­
rio de la Compañía Troco, practi­ fensa y a una sensibilidad más ex ­
qué la necropsia (N° 10) y encontré quisitos. Porque, por ensayos que
gastroenteritis hemorrágica, pete­ yo hice después en la Facultad de
quias en órganos y serosas y ede­ M edicina Veterinaria, adonde lle­
mas hemorrágicos en el peritoneo. vé cantidades de planta, deduje que
La explicación precisa dé por qué también los equinos pueden ser in­
hubo una pausa en el curso de la toxicados por ella (caso 18) y
aparición de los síntomas, que se que en la necropsia (N 9 11) se en­
desencadenaron con el ejercicio, es cuentra una gastroenteritis hem o­
más bien difícil de dar. H ubo debi­ rrágica y petequias en órganos y
lidad de pulso, taquicardia y m i­ serosas. También en la Facultad,
rada anormal, y después, vino un hice el ensayo con un cabrito (caso
estado de aparente normalidad que N ° 19) que presentó todos -los sín­
apenas duró cinco m inutos.'Tal vez tomas ya conocidos y muchos que­
la cantidad de tóxico fue considera­ jidos además. Las lesiones ya son
ble y mató de un golpe. Quizá el conocidas por nosotros (necropsia
N ? 12).
ejercicio duró poco y no alcanzó a
circular todo el veneno en la san­
gre y solamente lo hizo después de CLASIFICACION BOTANICA
aquellos cinco minutos.
Y DESCRIPCION DE LA PLANTA
Un cabrito y una ternera (casos
números 16 y 17), tuvieron también La clasificación botánica fue he­
qué ver con la presencia de breba­ cha por el doctor Arm ando Dugand,
jes fuertem ente concentrados de J efe de la Sección de Biología V e­
“ B ejuco B lanco” en sus cavidades getal del Ministerio de la Economía
gastrointestinales. La “ Borrachera” Nacional, y la descripción se debe
se presentó en los dos animales clá­ al agrónom o auxiliar de dicha-Sec­
sicamente, en el cabrito con qu eji­ ción ( 1 ):
dos que duraron m ucho tiempo.
TAN AECIU M EXITIOSUM D u­
Juzgué que no era necesario llegar
gand. Familia de las Bignonáceas.
hasta producir la m uerte en estos
Frútex, prim ero suberecto de dos
dos nuevos casos, pues ya había
metros de alto; cuando crece más,
logrado mi propósito, que era de­
se desarrolla com o bejuco y se en­
mostrar la acción del vegetal.
reda en otras plantas; ramas re­
Las visitas que practiqué después dondas y glabras; la corteza más
a varias fincas y las observaciones vieja de color bayo o ceniciento con
que hice, acabaron de aclarar cier­ hendiduras longitudinales y algu­
tos puntos; en las fincas en donde nas veces fisuras trasversales ocul­
no se presentaba nunca esta en fer­ tas; ramas jóvenes semiverdosas y
medad, el “B ejuco B lanco” no apa­ levem ente acanaladas; estípulas se­
recía por ninguna parte; en las que m ejantes a hojas pequeñas (a lo
se presentaba con mucha frecu en ­ sumo 7 mm. longitud, casi siempre
cia, existía en gran cantidad y en de m enor tamaño) oblongo-acum i-
R E V IS T A DE M ED ICIN A V E T E R IN A R IA 19

nadas o casi triangular-subuladas de pedicelos largos y delgados, tan­


con pequeñas concavidades dentro to los pedicelos como los pedúncu­
del ápice y algunas veces obser­ los 3.5 a 5.6 cms. de longitud por
vando con la lente, se ven m uy cla­ 1 mm. de ancho, glabros; brácteas
ramente pequeñas cilias; faltan las y bracteolas tenuemente subuladas
uniones entre los pecíolos; las hojas y caducas; cáliz tubuloso campanu-
de las ramas inferiores son simples., lado firmemente cartáceo o tenue­
las de las superiores son bifoliadas mente coriáceo, glabro, primero ce­
y trifoliadas, lampiñas a simple vis­ rrado y entonces el ápice agudo,
ta; pecíolo 1.5 a 4.8 cms. longitud tenuemente glanduloso, semiabier-
y peciolillos (de las folíolas late­ to y luego semitruncado o irregu­
rales 0 .6 a 1 .6 cms. longitud; el de lar, pero profundamente hendido y
las folíolas terminales tiene el tri­ bilabiado ,algunas veces unilateral­
ple de la longitud) vigorosos y re­ mente hendido y así fuertemente
dondeados, levem ente estriados o subespatáceo, de 1.5 a 2.5 cms. lon­
algunas veces tenuemente angosto- gitud, cerca del ápice 5 a 8 mm. de
acanalados, glabros o aveces con la ancho, finamente denticulado, m ar­
lente, se ven tenuemente pubes­ gen dotado algunas veces con pe­
centes; folíolas papiráceas enteras queños dientes con cilias pálidas
y glabras tanto por el haz com o por pequeñísimas y poco visibles; ob ­
el envés; en seco tiene color verde servando con una lente, hacia afue­
un poco brillante y uniform e; la ra y hacia adentro de los dienteci-
costa, venas y venillas un poco sa­ llos está dotada de pequeñísimas
lientes por el haz y prominentes glándulas dispuestas en serie; toda
por el envés; lim bo de 8 a 2 0 cms. la corola mide de 9 a 12 cms. de
de longitud por 3 a 9.5 de ancho, longitud; es membranácea y blan­
ovalo-lanceolado o elíptico-lanceo- ca, exteriormente (con los lóbulos
ladas, a veces elípticas; la base es de uno y otro lado) con densa pu­
obtusa, el ápice más o menos largo, bescencia, ya sea de aspecto pulve­
angosto y acuminado, determ ina­ rulento o con la base del cáliz cu­
ción aguda o raramente obtusa, bierta de pelos esparcidos o glabra,
siendo más larga y aguda en las fo­ interiormente (excepto los lóbulos)
líolas que nacen en las ramas infe­ glabra; tubo tenue más bien alar­
riores. gado (de la base de la corola hasta
La inflorescencia es un dicasio la base de los lóbulo:' 7.5 a 10.5 cms.
terminal de pocas flores ( 8 flores) de longitud) angosto y cilindrico,
20 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

un poco ampliado debajo de la boca contengan “ B ejuco Blanco” , para


(en la mitad de la longitud cerca que enfermen y después tratarlos,
de 2.5 a 4 mm. de ancho debajo de es lógicamente un absurdo. La des­
los lóbulos 1 .1 mm. más ancho); trucción completa de este vegetal
lóbulos oblongos o subelípticos casi venenoso, es el sistema más razo­
iguales, obtusos, 1.5 a 2 cms. longi­ nable para asegurar de manera ab­
tud por 0 .8 a 1 .1 cms. de ancho, v é ­ soluta la ausencia de la enfer­
nulas m uy delgadas y aplanadas; medad.
estambres exsertos y fijados en alto Sin embargo, podrá hacerse un
debajo de la boca, filam entos de las tratamiento sintomático, ya que
antenas glabros, tecas arqueadas; desconocem os la identidad del prin­
disco grueso ya sea impreso en la cipio activo. Especialmente la debi­
parte superior o excavado cerca de lidad circulatoria se combatirá con
1 mm. de alto por 3 mm. de ancho, tonicardíacos, siendo quizá el alcan­
glabro, y por esta razón com plana­ for uno de los más indicados. La
do, exserto y superando un poco intoxicación propiamente dicha,
al tubo de la corola; estigma peque­ tratará de hacerse desaparecer con
ño casi rom boideo y sem ifolláceo. purgantes, con diuréticos y con po­
Fruto desconocido.” sibles sustancias que inactivarían
por combinaciones químicas a la
EL PRINCIPIO ACTIVO sustancia tóxica, taninó (form ación
de tanatos), etc. Suero fisiológico
En el Instituto Nacional_,de H i­ cuando la afección renal no sea se­
giene Sam per Martínez y con ma­ vera. Suero glucosado, reposo y en
terial que yo remití, se efectuaron fin, estimulantes o calmantes se­
análisis de la planta ya seca y ni gún el caso.
alcaloides ni glocósidos fueron en­
contrados. Los ensayos de farm aco-
RESULTADOS DEL ESTUDIO
dinamia que se realizaron en la Fa­
cultad de Veterinaria, resultaron
1 °— La planta denominada vul­
negativos. Fuera de que en ambos
garmente “B ejuco Blanco” y cien­
casos se procedió con material seco
tíficamente Tanaecium exitiosum,
y que los ensayos con animales pre­
que crece en la región de Barranca-
suponen la preparación de extrac­
berm eja (Santgnder) y de Rem e­
tos en los cuales la com posición
dios (A ntioquia), es tóxica, admi­
puede resultar alterada, se em plea­
nistrándola por vía oral, para el ga­
ron solamente animales de labora­
nado vacuno, ovino y caprino y
torio y sabemos que no todas las
m uy seguramente para los equinos.
especies son afectadas por un mis­
mo tóxico. Lo más probable es que 2°— La dosis empleada en el es­
el principio activo de esta planta se tudio experimental fue de unos se­
pierde con la sequedad, puesto que tenta gramos repartidos en dos ad­
en ensayos hechos con planta ya ministraciones.
vieja, no se reproducen los sínto­ 3°— El plazo mínimo observado
mas. Adem ás, la planta al estado entre la administración de la plan­
fresco, tiene un sabor m arcadam en­ ta “ per os” y la ocurrencia de la
te amargo que pierde cuando ha muerte, fue en los bovinos de dieci­
envejecido. séis horas; el plazo m áxim o fue de
cuarenta horas en el estudio expe­
EL TRATAMIENTO rimental.
Es natural aue el tratamiento 49— Pueden producirse casos de
será principalm ente preventivo. intoxicación crónica, cuando los
A loja r animales en potreros que animales ingieren pequeñas canti­
R E V IS T A DE M ED IC IN A V E T E R IN A R IA 21

dades del tóxico y no sufren un m o­ 1 0 .—Las lesiones encontradas al


vimiento activo. practicar necropsias en los casos
5°—Am bos sexos son afectados agudos consisten en: gastroenteritis
por esta intoxicación y todas las hemorrágica muy intensa casi
edades, menos las que son inferio­ siempre (acción enormemente irri­
res a cuatro meses (alimentación tante del tóxico, sobre el tubo di­
casi exclusivam ente láctea). gestivo), equimosis y petequias en
el peritoneo, en la mucosa gastro­
6 °—La intoxicación por esta plan­ intestinal, en el pericardio y m io­
ta se manifiesta especialmente cardio, en la tráquea y en el algu­
cuando el animal hace ejercicio nos casos en los senos óseos cranea­
muscular. Sin embargo, si la canti­ les; edemas hemorrágicos a la sa­
dad ingerida ha sido suficiente, pue­ lida de los grandes vasos del cora­
de acaecer la muerte sin la provo­ zón y a veces en el peritoneo, he­
cación de tal ejercicio (anamnesia). patitis y nefritis. En los casos cró­
Si la cantidad ha sido poca y sin- nicos, no hacen tampoco falta las
embargo se produce la sintomato­ petequias y las equimosis y las le­
logía, puede obtenerse la m ejoría siones grabadas en el hígado y en
guardando quietud completa, ad­ el riñón, son de tipo crónico. (Ne­
ministrando purgantes y cambian­ cropsias números 1 y 2 en las que
do de alim entación (anamnesia). se había sospechado Carbón Sinto­
7 °— e s sorprendente el hecho de
m ático) .
que observando completa quietud 1 1 .—Los síntomas y las lesiones
en el animal que recibe experim en­ observados, autorizan para suponer
talmente el “ B ejuco Blanco” , tras­ que el tóxico obra electivamente
curren varias horas en aparente sobre el sistema circulatorio cen­
normalidad, conservando el pulso tral y periférico (ruidos cardíacos
su fuerza, y que de manera repen­ anormales, debilidad circulatoria,
tina cae completamente la tensión equimosis y petequias), sea directa*
arterial, haciéndose im perceptible mente actuando sobre la muscula­
el pulso en el momento en que el tura cardíaca y lesionando las pa­
sujeto se moviliza. redes vasculares, sea por medio de
un ataque a la inervación del apa­
8 “— Los síntomas consisten e(n: rato cardiovascular. También obra
dificultad de los movimientos, sali­ sobre el sistema nervioso, en par­
vación, anormalidad de la mirada, te por aceptar la suposición ante­
aparición de una conjuntiva de co­ rior y además, porque hay caídas
lor rojo sucio, debilitam iento y ace­ repentinas, contracciones muscula­
leración considerables del pulso res tetánicas, pérdida en algunos
(80 hasta 160 latidos por minuto) casos del reflejo corneal, etc.
anormalidad de los ruidos cardíacos
1 2 .—La aparición segura de los
(soplos, desdoblamientos, frotes),
síntomas en el momento de la ac­
polakiuria, en algunos casos, pérdi­
tividad muscular, da derecho para
da de ciertos reflejos (corneal), ac­
cesos de furor, caídas repentinas al afirmar la teoría de que el sistema
circulatorio siendo especialmente
suelo con contracciones de la mus­
culatura y obnubilación del sen­ afectado, desfallezca en el mom ento
sorio. en que se solicita su trabajo acti­
vo durante el ejercicio. Pero puede
99— En los caprinos, y por los dos también suceder que el depósito
ensayos verificados (casos números escogido por el tóxico sea la mus­
16 y 19), parece que la enferm edad culatura del cuerpo y que los cam­
se manifiesta con los síntomas ya bios operados a nivel de esa mus­
anotados y con quejidos constantes. culatura durante el ejercicio, ha­
22 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

gan pasar el veneno a la circulación el invierno, cuando los ganados de­


sanguínea adonde va a actuar co­ jan las tierras inundadas y ocupan
m o un debilitante cardíaco y como las zonas altas y secas en todo tiem ­
responsable de un insulto al siste­ po en donde la planta abunda.
ma nervioso central. 15.— La desrtucción del “ Bejuco
13.— Los vacunos no rechazan es­ B lanco” en los potreros donde exis­
ta planta en el pastoreo. Y aún, tía, dio por resultado, el que no v ol­
ofreciéndola sola y sin mezcla con vieran a presentarse allá casos de
otras, la com en voluntariamente. “ Borrachera” .
(Caso N<? 14). 16.— Lo más probable es que el
14.— El “ B ejuco Blanco” crece so: principio activo de esta planta sea
lamente en las tierras altas y secas una esencia volátil que se pierde
y no en, las bajas y húmedas de esa. con el tiempo. Cuando fresca, su
región. P or eso es más frecuente sabor es amargo y es insípida cuan­
la aparición de la enferm edad en do ha envejecido.

LA HIERBA DE REJO

Antecedentes El nivel de las aguas de la la­


guna ha disminuido por los traba­
Hace ya varios años que-’ en las jos que actualmente se adelantan
regiones aledañas a la laguna de y que ya han rescatado para la agri­
Fúquene (Cundinamarca y Boya- cultura o para la ganadería un buen
cá) ha venido presentándose una núm ero de hectáreas que antes ya­
enfermedad m uy especial, m ortal cían sin provecho alguno bajo las
siempre en los ganados bovino y aguas.
ovino. P or consiguiente, aquellas son
El núm ero de bajas a ella debido, tierras nuevas, que apenas empie­
es considerable. Según los datos de zan a sufrir las transformaciones
algunos ganaderos, la mortalidad que van llevando m uy lentamente
ha alcanzado de nueve mil cabezas depósitos turbosos a su estado de­
(en vacunos solam ente), en el tras­ finitivo y perfectamente utilizable.
curso de unos tres años.
La vegetación es la propia de las
Algunas fincas han visto term i­ regigones frías y húmedas; gramí­
narse com pletam ente la existencia neas pratenses, juncáceas y otras
de sus ganados, causando justa familias monocotiledóneas cuyos
alarma entre los ganaderos y entre ejem plares intervienen en la for­
todos los interesados en la indus­ mación de las turberas.
tria pecuaria. Han sido muchas las suposicio­
La laguna de Fúquene ocupa una nes hechas para explicar la causa
fría región del norte de Cundina­ de esta enfermedad. Como luégó
marca y los m unicipios más cerca­ se verá, la sintomatología es muy
nos a ella y que están directam en­ sem ejante a la de una distomatosis
te interesados en este problem a, hepática y la m ayor parte de los
son los de Fúquene, Lenguazaque, enferm os eran tratados al principio
Guachetá, Simijaca, y Susa en Cun­ contra dicha enfermedad sin resul­
dinamarca, y los de Ráquira, Chi- tado alguno naturalmente. Tam­
quinquirá (a lo largo del río Suá- bién se pensó en una Septicemia
rez) y el corregim iento de San H em orrágica de form a exantemá­
M iguel de Sema en Boyacá. tica y el suero específico se aplicó
R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA 23

en buenas dosis con fracaso com ­ tó este caso, ordené sacar inmedia­
pleto. Las coccidiosis y otros para­ tamente los demás animales de esos
sitismos intestinales, y sanguíneos potreros, pues se tiene la sospecha
(ranillas), las carencias minerales de que la planta que predominaba
y otras, y tantas causas más fueron en ellos es dañina. Sin embargo, a
invocadas y justificaban el sinnú­ pesar de que los animales fueron
mero de tratamientos que se han a ocupar praderas desprovistas de
empleado. esa planta, fueron enfermando uno
Pero en todas las gentes de la tras otro, de tal m odo que en el
zona afectada, predominaba la idea curso de un mes, no había ninguno
de que una de las plantas que crecía sano. Los síntomas que iban apare­
en abundancia y los ganados co­ ciendo en ellos eran semejantes a
mían, era la culpable de la enfer­ los que se habían observado en la
medad. A tal planta llaman allí vaca que enferm ó primero, algunos
“Hierba de rejo” . tenían además una marcha tamba­
leante y ataques en forma de caídas
L A INVESTIGACION repentinas y accesos de furor. Tam­
Inicié la investigación visitando bién un estado particular del ojo:
la finca del señor Campo E. M on­ “ se les pone azul” .
tenegro en el m unicipio de Simi- Después de poseer estos datos,
jaca. Antes de proceder al examen examiné cuidadosamente a mis en­
de los veinte enfermos que me pre­ fermos.
sentaron, hice el m ayor acopio posi­ En la vaca (caso N 9 1), que fue
ble de datos anamnésicos, que ha­ la primera en enfermar, encontré:
brían de darme luz. temperatura 389 C. (en la mañana),
“ Más o menos un mes hace que conjuntiva ocular de color rojo su­
comenzaron a aparecer los prim e­ cio y con edema, pupila muy dila­
ros síntomas de enferm edad en mis tada, edema en los párpados, gar­
animales, empezó diciendo el señor ganta y pecho, cianorrea, pulso muy
Montenegro. Estuvieron durante débil y acelerado, soplo sistólico en
los dos meses anteriores a la pre­ el corazón derecho (insuficiencia de
sentación de la enfermedad, pas­ la válvula tricúspide) latidos car­
tando en praderas formadas en un díacos debilitados, pulmón normal.
90% por una planta denominada A la exploración rectal, encontré
hierba de rejo. Antes habían per­ excrem entos duros, negros y cu­
manecido en potreros desprovistos biertos por espesa capa de moco y
de ella. Prim ero enferm ó una vaca con algunas estrías de sangre; los
de ocho años de edad; se presentó riñones ligeramente dolorosos a la
una hinchazón fría e indolora en palpación; la orina de color nor­
la región de la garganta, esa hin­ mal, tenía albúmina (método del
chazón apareció después en los pár­ c a lo r ); en la marcha, había balan­
pados y en el pecho, las deposicio­ ceo del tren posterior; los reflejos
nes se hicieron duras, negras, cu­ cutáneos estaban disminuidos. Los
biertas de m oco y eran m uy esca­ otros enferm os (casos números 2 a
sas, la orina tenía color amarillen­ 2 0 ), tenían todos temperatura nor­
to y e l acto de la m icción se acom ­ mal; también se habían form ado
pañaba de un aparente dolor en al­ edemas en los párpados, lo cual
gún lugar del aparato urinario, hacía que parpadeasen con mucha
pues el animal permanecía buen ra­ frecuencia. Después verem os cómo
to con el dorso arqueado y la cola dicho parpadeo que es más frecuen­
levantada después de orinar; el te con la luz viva del medio día,
apetito disminuyó considerable­ puede deberse también a dilatación
mente. Tan pronto com o se presen­ pupilar (que dá la sensación del
24 R E V IS T A DE M ED IC IN A V E T E R IN A R IA

“ ojo azul” ) y m uy probablem ente a pericardio y m iocardio; este último


una retinitis albuminúrica. En to­ estaba flácido y con color de de­
dos el pulso era m uy débil, había generación; había edema en el ce­
taquicardia (ochenta a cien lati­ rebro. Los demás órganos estaban
dos), soplos cardíacos o desdobla­ normales. Los resultados de la otra
mientos del prim er ruido; los e x ­ necropsia (N 9 2 ) fueron muy seme­
crementos duros, negros y cubier­ jantes a los de la anterior. Los aná­
tos de m oco; en algunos se nota­ lisis de orina practicados después
ban tintes subictéricos en la con­ en el laboratorio, acusaron una al­
juntiva ocular, arqueamiento del buminuria de 1 0 gramos por litro
dorso (convexidad dorsal) en el en el prim er caso y 5 gramos por
momento de la m icción; dicho ar­ litro en el segundo. Otras dos ins­
queamiento se prolongaba por un pecciones post-mortem (números 3
minuto o algo más. Mientras prac­ y 4) practicadas algún tiempo des­
ticaba el examen de uno de estos pués en animales de otra finca y
animales, la vaca de que hablé pri­ que habían sido examinados por
mero y que era la, de pronóstico mí (casos números 2 1 y 2 2 ), reve­
más desfavorable, cayó repentina­ laron: úlceras en el cuajar en nú­
mente al suelo y sufrió contraccio­ m ero de cinco en cada una, gastro­
nes musculares durante un minuto, enteritis hemorrágica, congestión
después se levantó y continuó en el hepática y renal muy intensas, v e­
mismo estado anterior. sícula biliar casi vacía y con pete­
Dos de los examinados, presenta­ quias en su mucosa en uno de los
ban especial gravedad; era muy ic­ casos, edema hemorrágico a la sa­
lida de los grandes vasos, petequias
térica la conjuntiva, débilísim o el
pulso, extensos edemas en -gargan­ en los senos frontales y edema en
ta y pecho, temperatura 36,59 C. en el cerebro. En ninguno de estos dos
uno y 379 C. en el otro; serosidad casos había distomas en el hígado.
Las otras lesiones eran semejantes
sanguinolenta salía por ambos olla­
res; había taquicardia (setenta y a las ya descritas.
ochenta latidos, respectivam ente)
y un soplo sistólico en el corazón
EL DIAGNOSTICO
derecho; pulm ón inaudible. U no de
ellos m urió en el curso del examen
Constantes eran, pues, en las ne­
y el otro fue sacrificado. Las lesio­
cropsias, la nefropatía, la gastro­
nes encontradas en el prim ero de
ellos y que había ofrecido más gra­ enteritis hemorrágica, la hidrope­
vedad, fueron (necropsia N 9 1 ): lí­ sía, las petequias y equimosis, la
quido de edema en el tejido con­ afección hepática y cardíaca.
juntivo subcutáneo de casi todo el El estado especialmente grave de
cuerpo, peritoneo arborizado, m u­ los riñones, se impone a otras con­
chos litros de líquido intensamente sideraciones. La nefropatía grave,
amarillo en la cavidad abdominal la encontré siempre en las necrop­
y en menos cantidad en la cavidad sias (4) efectuadas y por consi­
toráxica; petequias y equimosis en guiente debemos admitir que ella
la serosa intestinal; el hígado de juega un papel importantísimo en
la génesis del cuadro patológico.
color m uy amarillo y con un disto­
ma en uno de sus canalículos bilia­ Relacionemos ahora los datos y
res, estaba friable, su tamaño era observaciones recogidos en la prác­
norm al; gastroenteritis hem orrági- tica de las necropsias, con los sín­
ca; ganglios portales también con tomas que presentan los enfermos
hemorragia; los riñones eran blan­ y verem os que se corresponden
dos y de color gris; equimosis en exactamente. Priman en efecto en
R E V IS T A DE M ED IC IN A V E T E R IN A R IA 25

la enfermedad, los síntomas rena­ pático en uno de los cadáveres. La


les. Los enferm os manifiestan gran Septicemia hemorrágica queda
dolor en el acto de la micción. Los completamente descartada con la
análisis de la orina, denunciaban anamnesia, los síntomas y las lesio­
albuminurias graves. La explora­ nes. Efectivamente, la enfermedad
ción física del riñón encontró sen­ cursa sin fiebre, no es contagiosa,
sibilidad exagerada en dichos órga­ nunca se observan casos sobreagu­
nos. La hidropesía generalizada es dos ni agudos, el tratamiento espe­
la consecuencia de un estado renal cífico jamás da resultado (anam­
semejante. Además, las anormali­ nesia) y la afección hepática y re­
dades encontradas al auscultar el nal, son constantes. Las caídas al
corazón, pueden achacarse a ese suelo y las convulsiones y contrac­
mismo estado. Las lesiones encon­ ciones musculares, son importantes
tradas en el gastrointestino (gastro­ en este diagnóstico diferencial, muy
enteritis hem orrágica y ulceracio­ sencillo por lo demás. Vimos ya
nes), dan lugar a la aparición de que la lesión principal asienta a
excrem entos, recubiertos al princi nivel de los riñones y que otras le­
pió por espesas capas de m oco y siones observadas son secundarias
después, negros, por la sangre en a ese estado renal, que el hígado
transformación. ¿P or qué esa gas­ presenta en algunos casos degene­
troenteritis hem orrágica? Será que ración o congestión bien marcadas,
en nuestros casos, debido al estado que hay una gastroenteritis y que
especial de los riñones, hay uremia? en la sintomatología hay cuadros
Porque en ese caso, la gastroente- dependientes los unos del sistema
ropatía, podrá explicarse por la pre­ nervioso, los otros del digestivo y
sencia de tal uremia, ya que la del urinario otros.
úrea que no puede eliminarse por Teniendo en cuenta todas estas
el riñón enferm o, lo hace por las consideraciones, diagnostiqué como
paredes gastrointestinales, produ­ causa de enfermedad y muerte en
ciendo su irritación. Esta suposi­ los casos relatados, una intoxica­
ción tiene además la ventaja, de ción de origen alimenticio.
que explica las contracciones mus­
culares y las caídas repentinas de La sustancia tóxica obraría so­
los animales. bre los riñones y el hígado es­
pecialmente, produciendo lesiones
Como ya hemos visto, en muchos graves a nivel de dichos órganos.
casos se presenta initensa conges­ La lesión renal originaría la hidro­
tión del hígado y en otros, degene- pesía y muy probablemente una
ración del mismo. Este estado he­ uremia que sería la responsable de
pático particular puede ser el res- los ataques en forma de caída y de
Donsable del color amarillento de] contracciones de la musculatura,
líquido de la ascitis, del estado ic­ lo mismo que de la gastroenteritis
térico generalizado. tan constante siempre. También las
convulsiones ya dichas, podrían de­
Ahora bien; después de examinar berse al edema cerebral.
22 enferm os y de practicar 4 ne­
cropsias, ya no es dado sospechar D ejem os hasta aquí esbozadas
que alguna de las enfermedades nuestras suposiciones acerca de la
mencionadas al principio (dístoma- patogenia y procedamos a entrar
tosis hepática, Septicemia hem orrá­ de lleno en el campo de la experi­
gica, carencias minerales), sea la mentación clínica. Después más
causante de la muerte en estos ca­ bien, aclaradas las cosas, podremos
sos. Ya he dicho que solamente en hablar con menos peligro de equi­
un caso encontré un distoma he­ vocarnos.
26 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

L A EXPERIM ENTACION cuidadosamente; durante todo el


CLINICA tiem po recibieron raciones ordina­
rias de sal. Se entiende que antes
Basado en la creencia general de de someterlos a la prueba, fueron
que la planta denominada en esa examinados detenidamente y que
región hierba de rejo producía fueron encontrados normales.
aquella enferm edad y que la ali­ Transcurrieron dos meses, al cabo
m entación que excluía dicho v ege­ de los cuales, aparecieron en la va­
tal era perfectam ente inocua, pensé ca (caso N 9 23), los síntomas pri­
la manera de saber si en realidad m eros de una enferm edad: com en­
esta hierba es tóxica o no. P o r-lo zaron a form arse edemas en los
menos, iba a probar y con ello nada párpados, luégo en la garganta y
se perdía, si la idea sobre la tox ici­ en el pecho, hubo disuria, ictericia,
dad de dicha planta tenía o no debilidad del pulso, constipación y
razón de ser y en este últim o caso en el excrem ento aparecieron grue­
habría que, una vez probada su sas capas de moco. El apetito dis­
inofensividad, buscar por otra parte m inuyó y la marcha se hizo tam­
la causa de aquella curiosa afección. baleante. En la orina se encontró
El señor M ontenegro tenía en el albúmina (1 por 1000). El curso fue
municipio de Susa una parcela m uy de diez días y terminó con la m uer­
aparente para realizar experim en­ te. En el cadáver (necropsia N° 5),
taciones cuidadosas y bien contro­ se encontró: edemas en el tejido
ladas. Se trataba de un pbtrero de conjuntivo subcutáneo, gastroente­
unas tres hectáreas, en el cual cre­ ritis hemorrágica, los riñones, el
cía solamente la planta en cuestión, hígado y el corazón, aparecían con
bien cercado, con agua abundante color de degeneración; ascitis e hi-
y buena. Era el caso de que unos drotórax; petequias y equimosis en
animales ocuparan esa pradera por m uchos órganos y serosas; el endo­
algún tiempo, se observaran con cardio del corazón derecho, com ple­
mucho cuidado y se vieran los re­ tamente hem orrágico; edema pul­
sultados que producía una alim en­ m onar y cerebral.
tación exclusiva con esa planta. Como vemos, estas lesiones ya
Fue así, com o una vaca de dos las habíamos observado en anima­
y m edio años de edad, una oveja de les muertos de la enferm edad clá­
un año y un burro de cinco, entra­ sica en aquella región.
ron un día dispuestos a que en ellos
Ni la oveja ni el asno, daban has­
se extendieran los cuadros que la
ta entonces señales de enfermedad.
misteriosa planta debía im prim ir, y
Esto estaba de acuerdo con lo ob­
a presentar después sus órganos le­
servado por los ganaderos según los
sionados a manera de campo de e x ­
cuales en los equinos no habían te­
perimentación, para ver de estudiar
nido casos de muerte, sino única­
y esclarecer la verdad.
mente de presentación de un mal
Estos animales provenían de Chi-
estado general (mal pelaje, enfla­
quinquirá, de una zona en la cual
quecim iento).
la hierba de rejo era desconocida.
Esto era necesario para no cofm pli- Teníamos ya un caso de repro­
car y desperfeccionar la investiga­ ducción exacta, en síntomas y le­
ción, lo que sucedería si se tratara siones, de la enferm edad que inves­
de animales que ya tiempos atrás tigábamos.
hubieran com ido de la planta por Convenía sin em bargo natural­
investigar. mente, asegurarse m uchísimo antes
Cada ocho días visitaba el campo de dar un dictamen definitivo. P or
de experim entación y observaba eso resolví que otras víctimas ha­
R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA 27
*K

bían de ocupar el puesto que había consistían en caídas al suelo y con­


dejado la anterior. tracciones tetánicas de la muscula­
Los animales de la nueva expe­ tura; al principio, duraban unos
rimentación eran: una novilla de quince segundos y después se pro­
un año y medio de edad, una vaca longaron hasta por treinta y sesen­
de cuatro años con un ternero de ta. Se iniciaron apareciendo muy
cuatro meses. espaciadamente, uno o dos en el día;
después se hicieron tan frecuentes
Cada ocho días hacía un control que se producían cada media hora
de ellos. A los dieciocho días co­ y aún menos. En el examen de la
menzó a aparecer moco en los e x ­ sangre se encontró una azohemia
crementos de la vaca y de la n ovi­ de 0,45 gramos por m il; en la orina
lla, siendo más abundante en el de había dos gramos de albúmina por
la primera. Un mes después, noté litro. Había, pues, una uremia dis­
en ésta (caso N° 24) edema del creta. Era capaz ese pequeño au­
tercer párpado e ictericia de la con­ mento de los residuos azoados en
juntiva; algunas petequias resulta­ la sangre, de producir el cuadro
ron en la mucosa vulvar y en la que se estaba presenciando, esto
conjuntiva ocular; estas petequias, es, se trataba de una uremia
quince días más tarde, habían des­ eclám ptica? Parece que el aumen­
aparecido. P or unos quince días la to era insignificante para producir
vaca permaneció con gran decai­ sem ejante cuadro patológico. A pe­
miento, inapetente y con un ligero sar de que la intoxicación por la
edema frío en la garganta, el pulso úrea es m uy oscura en su patoge­
débil, y malo el estado general; hu­ nia, me incliné a creer que se tra­
bo cialorrea y el animal se enfla­ taba más bien de una compresión
queció. P oco a poco este estado fue cerebral por un edema, la cual com ­
desapareciendo y un mes más tarde, presión sería culpable de las caídas
se había normalizado. v de las contracciones tetánicas de
Para esta fecha noté en la oveja la musculatura.
(caso N 9 25), la posición clásica de En resumen: ¿cuál era el diagnós­
arqueo dorsolum bar exagerado en tico? Había una nefritis, diagnosti­
el m omento de efectuar la m icción, c a r e fácilm ente por la retención
apareció edem a en los párpados y ureica, la albuminuria, el edema de
el pulso se debilitó notablemente. los párpados y de la conjuntiva, la
Tan pronto com o la saqué del potre­ disuria, etc.
ro y tuvo a su alcance otros pastos ¿Qué fue lo que produjo esa afec­
distintos del que hasta entonces ción de los riñones? Hace cinco me­
había podido disponer, se puso a ses el animal, en perfecto estado de
comerlos con avidez. La llevé a la salud, empezó a com er de una sola
Facultad de Veterinaria para seguir planta, teniendo agua potable com o
allá más de cerca el curso de la en­ bebida. Y al cabo de esos cinco m e­
fermedad que había tardado cinco ses se encontró que hbaía una ne­
meses en aparecer. fropatía crónica; esto, sin que en
La dilatación pupilar en este ani­ ese trascurso de tiempo intervinie­
mal era m uy marcada y se mantu­ ran otros factores fuera de la ali­
vo durante todo el tiem po de la en­ mentación y a los cuales pudiera
fermedad, el pulso era m uy débil atribuirse una actuación morbosa.
y había edema conjuntival, la tem ­ Parece natural atribuir este estado
peratura se mantuvo normal, el ar­ patológico a la alimentación reci­
queo dorsolum bar era excesivo y bida por ese animal.
se prolongaba por algunos minutos. A los seis días de su perm anen­
Después sobrevinieron ataques que cia en la clínica, ocurrió la muerte
28 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

(necropsia N 9 6 ), en m edio de uno nosticarse en la novilla una nefri­


de los ataques que eran ya casi tis crónica. Veinte gramos de albú­
continuos. Nefritis crónica, hidro­ mina por litro de orina y 1.45 gra­
pesía no m uy marcada en las cavi­ mos de ázoe por lirro de sangre,
dades abdominal y toráxica, gastro­ denunció el laboratorio. Notable
enteritis hemorrágica, congestión era, pues, la uremia. Los edemas
hepática, edema pulm onar y cere­ se hicieron m uy extensos, afecta­
bral, degeneración del músculo car­ ron los párpados, la garganta y el
díaco, e ictericia generalizada, fue pecho, se dilató la pupila y se de­
lo que encontré al abrir el cadáver bilitó el pulso; encontré un soplo
y m irarlo detenidamente. A l coger sistólico en el corazón derecho y
los riñones “in situ” , daba la im ­ edema pulmonar (disnea); la canti­
presión de que se trataba de una dad de orina emitida en cada mic­
bolsa de agua; tanto la zona corti­ ción (que se repetían m uy a m e­
cal com o la medular, aparecían de nudo) era m uy poca; la convexidad
color gris. del dorso se hizo casi continua, hu­
A notem os que estas lesiones ya bo constipación y tal estado se pro­
son conocidas por nosotros y vea­ longó por todo el tiempo de la en­
mos lo que sucedía con los otros fermedad. La temperatura fue nor­
animales de experim entación que mal en los primeros días; después
ingerían en grandes cantidades la comenzó a bajar y durante los cua­
hierba de rejo. tro días anteriores a la muerte se
mantuvo la hipotermia. No se pre­
A los dos meses de iniéiada la ali­
mentación de prueba, la 'n ov illa se ' sentaron ni caídas al suelo, ni con­
arqueaba durante m ucho tiempo tracciones musculares. El enferm o
después de orinar (caso N 9 26); este se quejaba constantemente (cefa­
síntoma era fatal para ella. Su e x ­ lalgia producida por el edema cere­
bral). La calcemia era de 0,080 gra­
cremento contenía gruesas capas de
m oco. La ocurrencia de esta m ixo- mos por mil y la fosforem ia de 0.03
rrea es tan característica, que con gramos por mil. La calcemia puede
su aparición puede diagnosticarse aceptarse, la fosforem ia está bas­
casi con seguridad esta enferm e­ tante baja. En la necropsia (ne­
dad, cuando concurren naturalmen­ cropsia N 9 7) se com probó que ha­
te ciertas otras circunstancias. En bía edema en el tejido conjuntivo
la garganta com enzó a notarse li­ subcutáneo e intramuscular de la
gero edema; el animal se veía enor­ garganta, pecho y músculos abdo­
memente más gordo que a su en­ minales; en la cavidad abdominal,
trada a aquel potrero. Este dato gran cantidad de líquido amarillen­
to y lo mismo en las cavidades to­
m uy conocido por los ganaderos,
de que más o menos un mes des­ ráxica y pericárdica; edema en el
pués de comenzada la alimentación tejido perirrenal y en los músculos
a base de hierba de rejo, empieza sublumbares; hígado de color gris
a apreciarse en ellos un aspecto blanquecino; la mucosa del cuajar,
m uy notorio de gordura, que se va intensamente edematizada y hemo-
acentuando poco a poco, debe te­ rrágics, llamaba la atención de m a­
nerse m uy en cuenta para cuando nera especial; tal mucosa medía
establezcamos bien la patogenia de unos cinco centímetros de grosor,
la enfermedad. Las conjuntivas de tenía aspecto brillante y al cortar
ese animal estaban normales, nor­ salía un líquido ligeramente amari­
mal la temperatura y normal hasta llo. El intestino delgado ofrecía
entonces el pulmón. hemorragias y estaba también ede­
Después de tres meses de la ali­ m atoso; el intestino grueso apenas
m entación de prueba, podía diag­ ofrecía unas zonas limitadas de
R E V IS T A DE M ED ICIN A V E T E R IN A R IA 29

congestión. Externamente los ri­ Por consiguiente la alimentación


ñones aparecían exageradamente contenía un principio tóxico.
blandos al tacto; al descubrir el ¿Qué otra causa podíamos invo­
izquierdo, me encontré con que es­ car? Ninguna.
taba casi deshecho, “ desleído” co­ Estudiemos ahora el caso intere­
mo dicen los ganaderos que han te­ santísimo que se sucedió con la va­
nido oportunidad de hacer esa clase ca. Ya había anotado que a los quin­
de observaciones; el color era gris ce días de empezada la alimenta­
verdoso salpicado de algunas man­ ción de prueba aparecieron en ella:
chas blanquecinas. El riñón dere­ salivación, m ixorrea (alcanzó, pues,
cho estaba casi igual que el izquier­ a haber enteropatía), petequias en
do aunque su color era un poco las mucosas ocular y vulvar, ede­
más oscuro; la vejiga de la orina ma conjuntival, decaimiento e ina­
ostentaba algunas arborizaciones; petencia, debilidad del pulso, en­
todos los ganglios se encontraban flaquecimiento. Y que estos sínto­
extraordinariamente jugosos por el mas empezaron a desaparecer len­
edema, que había también invadi­ tamente para al cabo de un mes
do el tejido pulmonar. Miocarditis estar todo normal en apariencia;
localizada especialmente en la au­ desaparecieron la salivación y el
rícula y ventrículo derechos; vál­ m oco fecal, palidecieron y después
vula tricúspide completamente he­ se borraron las petequias, regresó
morrágica lo mismo que todo el en­ el edema de la conjuntiva, volvió
docardio derecho; endocarditis co­ el apetito y renació el pulso y otra
rrespondiente al corazón izquierdo, vez hubo animación y m ejoró el
pero menos marcada que la del la­ estado general hasta tal punto, que
do derecho; músculo cardíaco de cuando su compañera de prueba,
color de carne cocida; hé aquí las la novilla, moría con sus tejidos en­
lesiones a cargo del órgano car­ charcados por el líquido del edema,
díaco. Toda la musculatura del la vaca comía glotonamente su ra­
cuerpo, era también de color de ción, m ejoraba el pelaje, aumenta­
carne cocida especialmente los ban las carnes y se hacía brillante
músculos abdominales. Encontré la mirada. Desconcertante? Cómo
pleuritis fibrinosa (urem ia); en los no; y mucho. Pero no nos abando­
senos frontales había una buena nemos a mil confusas teorías; to­
cantidad de líquido y también pe- m em os sangre de la yugular, deje­
tequias; los ventrículos del cerebro mos que se separe el suero, llevé­
estaban colmados por el líquido del m oslo al laboratorio y veamos los
edema que salió en abundancia al resultados. Azohem ia: 0,60 gramos
incidir estas cavidades; también la por litro; calcemia: 0,086 gramos
masa cerebral estaba infiltrada de por m il; fosforem ia: 0 ,0 2 gramos
serosidad; en la cámara anterior del por mil. Hay, pues, uremia. El cal­
ojo izquierdo encontré unos peque­ cio se mantiene a buen nivel, el
ños copos blanquecinos flotando en fósforo está bajo. En la orina había
el humor acuoso (retinitis?). m edio gramo de albúmina por litro.
Preguntém onos otra vez aquí: Estos datos están demostrando que
¿Por qué se afectaron los riñones, en los riñones hay una afección
el hígado y el corazón especial­ compatible sin embargo con el buen
mente? Es hora ya de que acepte­ estado general.
mos que la alimentación había ata­ A los quince días de haber empe­
cado esos órganos en especial los ri­ zado la alimentación experimental,
ñones, lo cual dió lugar a la apari­ habíamos asistido a la instalación
ción de uremia, albuminuria y a en este animal de un síndrome pre-
un estado hidrópico generalizado. m on itor. . . ¿Por qué la enfermedad
30 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

no siguió avanzando hasta producir así suceda, pues la nefropatía pro­


la muerte, sino que los síntomas ducida por este tóxico, tiene preci­
desaparecieron después de un tiem­ samente el tipo de las que no re­
po más o menos corto? Estamos de­ troceden ni tienden hacia la cura­
lante de un caso de resistencia na­ ción. Y sabido es que, animales que
tural individual, casos en los que han ingerido esta planta en abun­
no escasea la patología, o se trataba dancia durante un mes más o me­
de una resistencia adquirida des­ nos al cabo del cual, y en aparente
pués de algún tiempo, es decir, po­ estado de salud, son llevados a
díamos relacionar este caso con otras praderas de buenos pastos, en­
otros observados en algunas gana­ ferm an después de un período más
derías y consistentes en que, ani­ o menos corto, durante el cual el
males m uy contados eso sí, comen aspecto externo de los animales,
impúnemente la planta sin m ani­ nada dejaba qué desear. Esto se
festar enfermedad, cuando desde debe naturalmente a que ya el gol­
pequeños han com ido en m uy esca­ pe fue dado al riñón y la afección
sa proporción la planta de que es­ continúa su evolución para dar lu­
tamos hablando? A l seguir la histo­ gar finalmente a los síntomas que
ria de esos casos, nos encontrare­ le son propios y que no habían apa­
mos efectivam ente con este hecho recido por falta de suficiente in­
que puede explicar las cosas que tensidad en las lesiones.
se suceden; que estos animales han
com ido desde las primeras edades Bien. A pesar de que en la esco-
de la vida, pequeñas cantidades de gencia del animal para la prueba
“ H de R ” , estando compuesto el procuré que nunca antes hubiera
resto de la alimentación jDor plan­ probado esta planta tóxica, supe
tas no dañinas. Tendríam os así el después que la vaca había estado
caso de organismos que recibiendo en las condiciones de alimentación
constantemente pequeñas cantida­ mencionadas anteriormente. En
des de tóxico que no alcanzan a cambio la novilla había pastado
matarlos, se van defendiendo con­ siempre en praderas absolutamen­
tra él y adquieren luégo un estado te desprovistas de tal planta.
refractario para dicho tóxico: una Algunos han observado que en
inmunidad. De este m odo, las gran­ las vacas que amamantan su cria,
des cantidades de sustancia tóxica la enfermedad es más rara, o revis­
que reciban después, no podrán te caracteres más leves. Es acaso
producir la muerte, sino a lo sumo que el tóxico se elimina por la le­
un simulacro de la enferm edad co­ che de manera activa y que con
mo sucedió en mi caso, en el cual ella forma un compuesto despro­
encontramos que había una azohe- visto de toxicidad, pues que de lo
mia de 0,60 gramos por mil, y medio contrario el ternero sería la víctima
gramo de albúmina por litro de de tal defensa de la madre y no su­
orina. Estos datos de laboratorio, cede así en realidad? Podría ser así
indican en efecto que la vaca guar­ y hasta también podría ser perfec­
da una reliquia de la enferm edad tamente verosím il invocar la cir­
pasada, una ligera afección renal. cunstancia de que ciertas glándulas
Pueden estas pequeñas lesiones se­ de secreción interna que están ac­
guir avanzando y hacerse graves tivas e n : ese período, jueguen un
para luégo producir la muerte, papel bien importante en la defensa
cuando además intervengan algu­ del organismo. Tendríamos enton­
nas otras circunstancias que pon­ ces por una parte un organismo
gan a prueba la función del em unc- que se defiende con una de sus se­
torio renal? Es lo más probable que creciones y talvez con el com pli­
R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA 31

cado mecanismo de la actividad de Seis meses después de que la


determinadas glándulas; y otro (el vaca a que nos hemos referido ini­
ternero), que recibe un alimento ció su alimentación a base de “ H.
en el cual el tóxico se ha reducido de R .” , fue sacrificada en la Facul­
a sustancia inactiva por alguna tad de Veterinaria, en donde había
combinación especial y que talvez perm anecido unos tres meses con
también tenga a su favor algún alimentación buena. Advierto que
funcionam iento glandular (tiroi­ el estado de este animal nunca fue
des, tim o). satisfactorio, y que a pesar de que
Tiempo después tuvo oportuni­ m ejoró algo el estado de carnes, la
dad de seguir atentamente el curso apariencia general dejaba mucho
de esta initoxicación en dos ani­ qué desear. En la inspección post-
mortem ge encontró una gastroen­
males de levante que durante un
mes habían com ido la “ H. de R .” teritis hemorrágica y una nefritis
en la finca de don Pedro Uribe, crónica (tendencia hacia el riñón
del municipio de Simijaca. En uno pequeño y endurecido). Tal era la
se presentó diarrea profusa (caso lesión que había dado lugar a la
N 9 27) y en el otro constipación uremia y a la albuminuria encon­
(caso N 9 28). El exam en de la san­ tradas en el laboratorio. A quel ani­
gre del caso N° 27 dio por resulta­ mal había padecido la enfermedad
do: azohemia: 1 ,0 2 gramos por li­ de manera más leve.
tro; calcemia: 0,06 gramos por mil En el ternero nada extraño apa­
(aceptable); fosforem ia: 0,07 gra­ reció aun después de mucho tiem­
mos por mil (aceptable). Los sín­ po. El burro continuaba hasta la
tomas y los datos obtenidos en las fecha de aspecto normal. Solamen­
necropsias de estos dos animales te a la auscultación encontré una
(necropsias números 8 y 9), coinci­ una intermitencia cardíaca que no
dían exactam ente con los observa­ existía al empezar la experiencia;
dos en casos anteriores. Sin em bar­ desgraciadamente no pudieron ha­
go, en ellos no se presentaron ata­ cerse análisis de sangre y de orina,
ques eclámpticos y la dilatación que seguramente hubieran denun­
pupilar fue muy poco marcada, lo ciado algo a cargo del riñón.
cual muestra una diferencia muy Quedaba así demostrado el efec­
notoria con el cuadro que observa­ to nocivo que la “H. de R .” produ­
mos en la oveja en la cual predo­ ce sobre los vacunos y ovinos, cuan­
minaban los ataques, teniendo so­ do ingieren tal planta en cantidad
lamente una azohemia de 0,45 gra­ suficiente. ¿M erece, pues, la “ H. de
mos por litro. No es bien explicable R .” el nom bre de planta tóxica?
este estado de cosas. No obstante, ¿Q ué es una sustancia tóxica? Una
com o lo hice saber desde el princi­ sustancia tóxica es aquella que in­
pio, en los bovinos también se ob­ gerida por el sér vivo o inoculada
servan esas caídas repentinas y la en él por vía parenteral, produce
contractura muscular tetánica. Qui­ a pequeñas dosis efecto altamente
zá el grado de compresión cerebral nocivo sobre su salud. Tan nocivo
por el edema, hace que la sintoma- será el efecto que la planta citada
tología vaya variando de acuerdo producía en los animales que la
con el estado en que se encuentra ingerían, que provocaba su muerte
el gobierno nervioso central. Una en un plazo relativamente corto.
compresión leve, produce estos sín­
tomas, una mayor, aquellos; aquí PATOGENIA
se dilata enormemente la pupila, Llega ya el tiempo en el cual es
allá la dilatación es menor o no se preciso explicar la manera cóm o
produce. actúa el agente m orboso para pro­
32 R E V IS T A D E M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

vocar la aparición de los síntomas van otras en el epitelio de la cáp­


que hemos observado y de las lesio­ sula y de los canalículos urinarios,
nes ya conocidas por nosotros. sobretodo en el último segmento de
El grave estado de los riñones tie­ la porción p rin cip a l... si se tiene
ne, com o ya lo hemos visto, im por­ en cuenta además, que en el cuadro
tancia capital en esta enfermedad. clínico predomina unas veces el
Su afección se debe a que el prin­ síndrome glom erular y otras el ne-
cipio tóxico contenido en la planta, fr ó t ic o ... Sólo así se explican los
se elimina por vía renal y en su casos de nefritis crónicas consecu­
trayecto deja lesiones sobre los ór­ tivas a una aguda, en los que el sín­
ganos que atraviesa. drom e nefrótico adquiere tal pre­
ponderancia que, clínicamente, se
Ya hemos dado el nom bre de ne­ diagnostica una nefrosis y sólo la
fritis crónica a la afección renal anamnesis o la autopsia revelan la
encontrada en estos casos de in toxi­ parte que toman los glom érulos en
cación. Veamos porqué. la en ferm ed ad .. . ” .
P or una parte, hay hidropesía ge­ La hidropesía a que da lugar esta
neralizada, albuminuria y uremia. afección renal es considerable. P ri­
P or otra, encontram os en las ne­ m ero se hinchan los párpados por­
cropsias unos riñones de color gris, que su tejido es más laxo, luego la
m uy blandos y edematosos, o bien garganta, el pecho y la parte ante­
(en los casos más recientes), con ­ rior del abdomen. Después com ien­
gestionados en alto gradó! La ure­ zan a producirse los derrames en
mia se presenta en la nefritis g lo- las cavidades recubiertas por sero­
merular y se acompaña también de sas, las cuales pueden inflamarse
albuminuria y edemas. A la nefritis por la irritación que produce sobre
glom erular corresponden unos ri­ ellas dicho líquido y en tal caso, la
ñones grandes, blandos, grises y hidropesía aumenta. Por eso, no es
con manchas blanquecinas en algu­ raro encontrar arborizaciones en el
nos casos. También suele haber h i­ peritoneo y en algunos casos, pleu­
pertensión. En la nefrosis, hay le­ ritis, aun cuando ésta puede atri-
sión del epitelio de los canalículos fuírse a la acción irritante de la
y por consiguiente, hay hidropesía, úrea en exceso en la sangre. La
albuminuria y retención de cloruro constipación y la diarrea pueden al­
sódico, pero no de úrea. En nuestros ternar. Talvez al principio, cuando
casos hay retención de úrea, pero el edema está localizado en otros
falta la hipertensión. Tenem os d e­ tejidos distintos del tubo digestivo,
recho, pues, para afirm ar que ade­ se produzca la constipación por
más del concepto “ nefritis crónica” , “ ausencia de agua” y cuando se
hay lesiones degenerativas en el edematiza el aparato gastrointesti­
órgano renal (nefrosis). A este res­ nal, sobrevenga la diarrea. Es fre­
pecto dice el doctor A lexander K o- cuente observar el edema pulm o­
ranyi ( 2 ) en su tratado sobre las nar, cuya génesis no tiene nada de
enferm edades de los riñones: “ S e­ distinto a la de los otros edemas;
gún que la causa nociva ataque lo mismo puede decirse del edema
preferentem ente a los glom érulos cerebral, que comprime la masa
o al epitelio renal, se engendran encefálica a lo cual se debe la ce­
cuadros clínicos diferentes en los falalgia manifestada por quejidos;
que unas veces predom inan las también las caídas y las convulsio­
consecuencias de los trastornos fu n ­ nes le serían atribuíbles ya que en
cionales del glom érulo y otras las m uchos casos éstas son muy inten­
de los tubulares” . . . “ Adem ás de sas cuando la uremia es insignifi­
las lesiones glom erulares se obser­ cante y por consiguiente no pueden
R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA 33

achacarse a ella con seguridad. Na­ por el líquido del preedema. Esto
da tiene de particular que en las está de acuerdo con las observacio­
necropsias que practiquemos en nes hechas por los ganaderos, que
cadáveres con estas lesiones no muestran cómo los animales sacri­
sean perceptibles esos edemas ce­ ficados en este período de la enfer­
rebrales. Es sabido en efecto que medad, ostentan una grasa amari­
en estos casos se produce un angio- llenta y aguanosa.
espasmo cerebral localizado, con el La afección especialmente grave
consiguiente riego sanguíneo esca­ del corazón derecho puede ser de­
so en algunas zonas del cerebro, en bida a la acción de la toxina que,
donde se producirá naturalmente pasando del intestino a la vena por­
una acidosis que tiene com o efecto ta, va al hígado en donde produce
una atracción del líquido del edema grave alteración, y una vez fran­
que hinchará por partes el cerebro. queada así la barrera hepática, ata­
Después de la muerte, la reacción ca directamente el corazón derecho.
de los tejidos en general se desvía Se pierde en el pulmón o se trans­
hacia el lado ácido y por tanto, es form a al contacto del aire pulm o­
probable que se iguale la reacción nar parte de esta toxina para que
de las distintas partes del cerebro la afección del corazón izquierdo
y con ella su estado de hinchazón. sea m enor?
Una hinchazón (no exagerada) ge­
neralizada del cerebro, es difícil de
apreciar. La dificultad de practicar PRINCIPIO ACTIVO.
en nuestros animales la punción
lumbar, que, dando salida a una DECRIPCION
buena cantidad de líquido cefalo­ Y CLASIFICACION BOTAN ICA
rraquídeo y descom prim iendo los
centros nerviosos, haría cesar la ce­ El doctor K. M ezey practicó, con
falalgia y los ataques al menos por material que yo le remití, análisis
algún tiempo, no permitió valernos de la planta y ensayó su acción far-
de este método de investigación macodinámica en animales de labo­
muy valioso. Podemos explicar el ratorio. En su inform e al Departa­
dolor lumbar manifestado por los mento Nacional de Ganadería (3),
enfermos (arqueo dorsolumbar exa­ el doctor M ezey dice: “ . . . D e estos
gerado en el mom ento de orinar), datos y de nuestros ensayos pode­
por la tensión a la que se encuentra m os deducir que la sustancia vago-
la cápsula renal distendida por los tónica de la “ Hierba de r e jo ” , es
riñones edematosos. En todos estos idéntica a la colina y que esta sus­
casos com o es sabido, mientras se tancia, bajo ciertas condiciones
está form ando la hidropesía, au­ (acidez del suelo), puede transfor­
menta el peso del cuerpo y por con­ marse en otra mucho más tóxica,
siguiente, en el prim er período hay la seudom uscarina... a la cual ha­
retención de agua. En este estado cem os responsable de las intoxica­
de preedema la retención de agua c i o n e s ...” “ Conclusiones: 1? La
puede alcanzar varios kilos sin dar Jusssiaea peruviana es una planta
lugar a los signos clínicos y ana­ tóxica. 2 ^ El extracto acuoso de
tómicos del edema. Es, pues, lo más dicha planta tiene com o dosis letal
probable, que el aparente estado mínima en ratones y cobayos 0 ,6 a
de gordura que se nota en los ani­ 0 ,8 gramos de planta por kilo de
males, después de que más o menos animal, inyectada por vía subcutá­
por un mes han com ido abundan­ nea o intraperitoneal. La dosis le­
temente de esta planta se deba a tal mínima en gatos, perros y co­
un encharcamiento de los tejidos nejos es de 0,30 a 0,50 gramos plan­
34 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

La “ Hierba de rejo” ocupa extensas zonas aledañas a la laguna de Fúquene.

ta por kilogram o animal, inyectada plitud de la respiración y aumenta


por vía intravenosa. 3^ La dosis m í­ considerablemente la amplitud y
nima eficaz de la planta examinada frecuencia de los m ovim ientos in­
es de 0 ,1 a 0 ,2 gramos planta por testinales. 4^ Se ha demostrado que
kilogram o animal, inyectada por los efectos farmacodinámicos de la
vía intravenosa. Esta dosis baja la planta se basan sobre la presencia
tensión arterial, dism inuye la am- de una sustancia que obra com o
irritante sobre las terminaciones
del neumogástrico. 5® La sustancia
activa de la planta examinada pa­
rece ser idéntica con la colina. A de­
más de ésta, hay otra sustancia m u­
ch o más tóxica que la colina, que
se considera como producto de
transformación de ésta.”
En el mismo inform e se encuen­
tran la clasificación botánica y la
descripción de la planta, hechas
por el doctor Arm ando Dugand (3 ):
JU SSIAEA PERU VIAN A. — Fa­
m ilia de las Oenotheráceas u Ona-
gráceas.
Características del género: Cáliz
persistente de tubo cilindrico o
prism ático largo, no prolongado por
encima del ovario con 4-5 o 6 seg­
mentos. Pétalos, 4-5 o 6 patentes,
insertados debajo del borde de un
disco epiginio lobulado; semillas
R E V IS T A DE M ED ICIN A V E T E R IN A R IA 35,

¡E¿sc7>T
»iüúCib£&fiaíy^' ’•
Esta posición que se prolonga anormalmente después de efectuar la micción,
indica disuria.
Intoxicación por “ Hierba de rejo” .

pequeñas, numerosas, uniseriadas o hayan de acarrear la muerte. Lo


pluriseriadas. Plantas herbáceas o que sí se sabe es que dos meses y
a veces frutescentes (raramente ar- m edio son suficientes para provo­
bolitos pequeños), que crecen casi car la aparición de novedades gra­
siempre en los terrenos pantanosos, vísimas que llevan seguramente a
terrestres o semiacuáticas, a veces la muerte cuando la ingestión ha
flotantes, hojas alternas, general­ sido abundante.
mente enterizas, raramente denta­ P or consiguiente, tan sólo al prin­
das, flores axilares solitarias, vis­ cipio, cuando la nefritis se halle en
tosas, amarillas, raramente blancas,
sesiles o pedunculadas. La especie
examinada, Jussiaea peruviana, tie­
ne tallos fructiciosos, erguidos, ra­
mas pubescentes o velludas, hojas
oblongas, atenuadas hacia ambas
extremidades, agudas en el ápice,
flores vistosas, amarillas, cáliz con
cinco lóbulos lanceolados agudos.”

EL TRATAMIENTO
El tratamiento podrá intentarse
solamente cuando las lesiones que
haya producido el tóxico no sean
irreparables. De lo contrario, la
grave afección renal especialmente,
da cuenta del enfermo, además de
que para esta fecha hay com plica­
ciones serias que oscurecen el pro­
nóstico.
Es difícil calcular el tiempo du­
rante el cual los-anim ales puedan Un ataque eclamptiforme debido
ingerir la “ H. d e -R .” , sin que en a uremia y edema cerebral.
-sus órganos queden lesiones que Intoxicación por “ Hierba de rejo” ,
36 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

su fase aguda e incipiente y cuan­ cos en albúminas, y se prescribirá


do los otros órganos no se hayan la sal. Con estas medidas habremos
desperfeccionado de manera nota­ “ metido en reposo al riñón” . Como
ble, podrá pensarse en un trata­ estamos tratando casos incipientes,
miento que dé posibilidades de éxi­ podem os pensar ahora en lavar los
to y que no resulte antieconómico. riñones, en dar un “ golpe de agua” ,
Con un examen cuidadoso del en­ que desobstruya los canalículos uri­
ferm o nos haremos cargo de qué narios y m ejore el riego sanguíneo
es lo prim ero que se debe atender. renal. Para ello, el enferm o debe
Si encontramos un pulso frecuente, estar sometido, durante unos cinco
dificultad respiratoria, descenso de días anteriores a la prueba, a una
la presión sanguínea, un soplo sis- dieta severa; una cura de hambre
tólico, etc., tendrem os un corazón y sed, permitiendo únicamente al­
debilitado y acudiremos a los toni- gunos hidratos de carbono y pocos
cardíacos (digital, alcanfor), adm i­ líquidos. Con esta dieta deben dis­
nistrados después de una sangría m inuir los edemas y trabajar m ejor
abundante. el corazón. Después se darán diez a
quince litros de agua en el trans­
Después nos queda esta tarea: eli­ curso de media hora, agregando pa­
minar el tóxico, restablecer rápida­ ra m ayor efecto, una dosis de teo-
m ente el orden funcional perdido, bromina, repartida en las distintas
reparar las lesiones. administraciones. Si el tratamiento
Trataremos de desintoxicar al resulta eficaz, el estado general m e­
enferm o con la adm inistración de jorará; forzada la oclusión vascu­
purgantes aceitosos. Los,puígantes lar, viene a restablecerse la diuresis
y se eliminarán los productos anor­
salinos (sulfato de sodio), han pro­
vocado en algunos casos aparición malmente retenidos; deben dismi­
rápida de edemas. Es m uy proba­ nuir la azohemia y la albuminuria,
m ejorar el pulso y disminuir los
ble que ellos obren, habida cuenta
edemas. Naturalmente, entre más
del estado de los riñones, de ma­
tiem po haya transcurrido desde la
nera análoga al cloruro de sodio.
Las sangrías, hechas com o se dijo iniciación de la enfermedad, menos
posibilidades habrá de éxito. Si es­
arriba en caso de flaqueo cardíaco,
ta prueba fracasa, el tratamiento es
o pequeñas y repetidas, tienen el
ya m uy difícil; si el agua no destapó
efecto de retirar parte de la sus­
los canalículos, los otros diuréticos
tancia tóxica, a la vez que sustraen
no harán más que irritar el riñón.
úrea, que aumenta tan considera­
Si la oliguria aumenta y es de te­
blem ente; también pueden tener
merse que llegue a instalarse la
efecto sobre el estado de com pre­
anuria, será poco lo que podamos
sión cerebral y descargan el cora­
esperar de los tonicardíacos y de
zón. Estando afectados los riñones,
los diuréticos. En el hombre, la des-
no podem os pensar en utilizar esa
capsulación renal, descom prim ien­
vía para una eliminación activa del
do el riñón y facilitando una diure­
veneno. Podrán usarse antídotos de
sis abundante, da en estos casos
acción general; y antagonistas (sin­
resultados sorprendentes, pero ni
tom áticam ente); la quietud de los
para qué tenemos que mencionarlo
enferm os debe ser completa, por
aquí.
consideraciones con el corazón y el
riñón especialm ente; esta medida Ya en el caso de abundantes co­
tiene además la ventaja de facilitar lecciones líquidas en el organismo,
una temperatura uniform e, que es el problem a es más grave. Se ensa­
m uy importante en estos casos. Se yarán diuréticos elegidos cuidado­
•evitarán aquellos concentrados ri­ samente. El lactato de calcio parece
R E V IS T A DE M ED ICIN A V E T E R IN A R IA 3? '

estar especialmente indicado, y que 3 9 p or ej ensayo practicado en


fuera de su acción diurética, inter­ una oveja, parece que la planta sea
viene por su factor calcio, en la tóxica también para los ovinos. Se
disminución de la albuminuria; por necesitaron cinco meses para que
otra parte (administrándolo por vía empezaran a presentarse los pri­
oral), desvía hacia el intestino los meros síntomas.
fosfatos resultantes de la alimenta­ 49 En los equinos no se han ob­
ción y hace que se eliminen por esa servado casos de muerte, pero sí
vía; de lo contrario esos fosfatos de enflaquecimiento y de mal pela­
circularían en la sangre y no pu- je, es decir, de un mal estado gene­
diendo ser eliminados por el riñón ral, lo cual indica que deben tam­
insuficiente, serían retenidos, lo bién ser afectados en parte por este
que aumentaría los edemas. El uso tóxico.
de los diuréticos debe procurar la
eliminación de las sustancias rete­ ñ9 Las vacas que amamantan su
nidas y por consiguiente, de una cría, son más resistentes contra es­
buena cantidad de líquido. Es decir, ta enfermedad. 6 ° Los mamones no
que el peso de estos hidrópicos debe son afectados antes de los seis m e­
disminuir con el em pleo de los diu­ ses (vacunos).
réticos. Si ese peso no disminuye, 79 Cuando la ingestión de “ H. de
estaremos irritando inútilmente el R .” ha sido suficiente, el sacar los
riñón. animales de esos potreros a tiempo
En caso de colecciones líquidas de que todavía aparenten salud, no
impide la presentación de la en­
abundantes en las cavidades abdo­
minal y torácica, se procederá a fermedad, pues las lesiones en el
evacuarlas mediante la punción. La riñón avanzan y al fin producen la
punción lumbar es difícil de prac­ muerte.
ticar, pues de lo contrario ella ren­ 8 ° Los principales síntomas son
diría resultados apreciables. los correspondientes especialmente
En resumen: reposo absoluto, to- a una nefritis, complicada segura­
nificación, purgantes y sangría, la­ mente con degeneración renal. A l
vado de los riñones, lactato de cal­ principio se observa m ixorrea acen­
cio, punciones y talvez, inyecciones tuada y un arqueo dorsolumbar
intravenosas de azúcar. exagerado en el momento de ori­
nar. Después, las micciones se ha­
cen m uy frecuentes, hay inapeten­
RESULTADOS DEL ESTUDIO cia y decaimiento, el pulso se de­
bilita y se perciben anormalidades
1° Los vacunos que ingieren en en los ruidos cardíacos (debilita­
cantidad suficiente la planta deno­ miento, soplos). Hay constipación
minada vulgarmente “ Hierba de o diarrea profusa. Puede haber ba­
re jo ” y científicam ente Jussiaea lanceo del tren posterior, durante
peruviana, sufren una intoxicación la marcha; también caídas repen­
crónica, caracterizada principal- tinas al suelo y contracciones mus­
mentte por una nefritis grave. Esa culares. Se presentan edemas ge­
intoxicación es mortal, cuando la neralizados, albuminuria y uremia.
ingestión abundante ha durado Un mes y medio o dos después de
unos dos meses. empezada la alimentación tóxica,
29 En los vacunos, los síntomas puede* apreciarse un aparente au­
premonitores de la enfermedad mento de la gordura del animal.
aparecen después de dos y medio Las lesiones encontradas consis­
o tres meses de haberse iniciado la ten en: hidropesía generalizada (te­
alimentación con la “ H. de R.” . jido conjuntivo, cavidades abdomi­
38 R E V IS T A DE M E D IC IN A V E T E R IN A R IA

nal, torácica, craneal, etc.), gastro­ aparecieron hermosas y lozanas


enteritis hem orrágica y en algunos matas de trébol.
casos, ulceraciones en la mucosa 11. El encalado de los terrenos
del cuajar, nefritis y hepatitis gra­ puede ser decisivo para el aprove­
ves, ictericia, equimosis y petequias chamiento de extensas zonas aleda­
abundantes especialmente a nivel ñas a la laguna de Fúquene, y que
del órgano cardíaco, degeneración están hasta ahora perdidas para la
muscular generalizada y afección ganadería. Una vez probada la ac­
grave del endocardio correspon­ ción benéfica 1 del encalado, el G o­
diente al corazón derecho de mane­ bierno deberá intervenir para que
ra especial. tal labor sea llevada a cabo econó­
10. Los trabajos ejecutados en el micam ente en las fincas de los in­
laboratorio dieron nacim iento a la teresados, ayudando así a solucio-
sospecha de que el principio tóxico nr el difícil problema planteado por
se form ó por transform ación de una la naturaleza.
sustancia inofensiva existente en la
planta. Esa transform ación se lle­
varía a cabo bajo circunstancias es­
peciales: talvez, la acidez del suelo. B IB L IO G R A F IA :
Esto querría decir, que en terrenos
desprovistos de tal reacción ácida, (1) Dr. Armando Dugand. Publica­
la “ H. de R.” no sería "una planta ción en la revista Caldasia. N° 5.
tóxica. Observaciones hechas pos­ Pág. 31. Agosto de 1942.
teriormente, com probaron que pe­
(2) Dr. Alexander Koranyi. “Enfer­
queñas extensiones de -aquella re­
medades de los riñones” . Pág. 285.
gión, cubiertas por la “ H. de R .” , y
1931.
que fueron regadas con cal apagada
de manera accidental, vieron des­ (3) Dr. K. Mezey. Informe al Depar­
aparecer la ‘H. de R .” . En cambio, tamento de Ganadería. Oct., 1942.

También podría gustarte