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PROCESOS MENTALES

Los procesos mentales, o cognitivos, son la forma que tiene nuestra mente de


procesar y almacenar información a partir de los datos que aportan nuestros
sentidos y nuestro conocimiento adquirido. Son procesos que reciben,
almacenan y manipulan todo lo que nos llega de nuestro entorno para poder
comprenderlo y asimilarlo.

La mente se define como el cerebro en funcionamiento, como un conjunto de


procesos mentales (percepción, memoria, atención, aprendizaje, emoción,
razonamiento, toma de decisiones, procesos afectivos, planificación…) que nos
permiten conocer y modificar nuestro entorno para adaptarnos a nuestra
realidad. Es estudiado, entre otras disciplinas, por la psicología (especialmente
la psicología cognitiva), la filosofía, la sociología y la neurología.

Los procesos cognitivos son muy variados y actúan en diferentes niveles.


Podemos experimentar sensaciones corporales internas y provenientes del
mundo exterior, emociones y sentimientos, deseos, motivaciones, creencias,
etc. Algunos diferencian cuatro niveles en los procesos mentales: 1) recepción
de información mediante la percepción, 2) almacenamiento de la información
en la memoria, 3) ordenación de la información mediante creencias y 4)
disponibilidad de la información para emprender una acción mediante la
voluntad.
Otros autores dividen las diversas actividades cognitivas en dos tipos de
procesos: los básicos y los superiores. Aunque se hace una descripción
individualizada para facilitar su estudio, estos procesos tienen que interactuar
entre sí para conseguir una determinada conducta, estando todos ellos
íntimamente relacionados.

Los procesos cognitivos básicos y superiores


Algunos de los muchos procesos mentales son:

Procesos cognitivos básicos:


– Percepción: permite darnos cuenta e interpretar una situación concreta,
dándole un significado según las sensaciones experimentadas a través de
nuestros sentidos. A través de ella creamos una imagen del mundo que nos
rodea.

– Atención: proceso que permite a nuestra mente seleccionar y focalizar un


estímulo concreto ignorando el resto. Ante la imposibilidad de procesar la gran
cantidad de estímulos externos, seleccionamos solo los más relevantes para
cada uno de nosotros/as en particular.

– Memoria: codifica y almacena el conocimiento adquirido a lo largo de nuestra


vida, para después poder recuperarlo y utilizarlo para adaptarnos a nuestro
entorno cambiante. La memoria sustenta a los demás procesos cognitivos, e
incluye nuestro aprendizaje evolutivo inconsciente a lo largo de los siglos.

– Emoción: es un proceso psicofisiológico (unidad mente-cuerpo) no


consciente producido por una experiencia o recuerdo, que libera hormonas y
neurotransmisores para establecer un medio interno óptimo para el
comportamiento más efectivo. Las emociones perturban nuestra percepción de
la realidad.

Afectan a nuestros pensamientos y condiciona nuestra conducta de


manera inconsciente para conseguir la mejor acción ante los estímulos
exteriores. Tiene efectos fisiológicos (la emoción libera hormonas al torrente
sanguíneo para favorecer la supervivencia del cuerpo), psicológicos (el
sentimiento subjetivo derivado de la emoción nos informa cómo nuestros
objetivos vitales se van cumpliendo o no) y conductuales (la emoción impulsa a
la acción).

Procesos cognitivos superiores:


– Pensamiento: es la capacidad que tenemos de transformar la
información que nos llega para organizarla en ideas, conceptos y
representaciones de la realidad, proporcionando a ésta un sentido a través de
la emoción. Nos permite aprender razonando, haciendo deducciones y
concibiendo teorías para tomar decisiones y resolver nuestros problemas
cotidianos.

– Lenguaje: es un conjunto de sonidos articulados que nos permite


comunicarnos con los demás; y también con nosotros mismos mediante
pensamientos, lo que nos permite planificar y regular nuestra conducta.

 Aprendizaje: proceso por el que se adquieren nuevos conocimientos y se


modifican habilidades, conductas y valores personales. Aprendemos mediante
la experiencia, el estudio, el razonamiento y la atención.

– Motivación: es un proceso interno basado en la emoción y el aprendizaje,


que pone en funcionamiento y dirige nuestra conducta hacia un objetivo
particular.

– Sentimiento: es el resultado de la emoción, que determina el estado de


ánimo y puede ser explicado con palabras. Los sentimientos pueden afectar a
nuestras decisiones.

– Inteligencia: es la capacidad de advertir y procesar información de nuestro


entorno para convertirla en conocimiento que pueda ser utilizado para realizar
conductas adaptativas a nuestro medio. La inteligencia emocional es saber
gestionar nuestras emociones, reconociendo lo que sentimos y lo que sienten
los demás. Se acepta que hay diferentes tipos de inteligencia en los distintos
ámbitos sociales.

Sistema Nervioso:

El sistema nervioso está formado por dos sistemas diferenciados: el sistema


nervioso central (el encéfalo y la médula espinal) y el sistema nervioso
periférico (los nervios localizados fuera del encéfalo y de la médula espinal).
La unidad básica del sistema nervioso es la célula nerviosa, llamada neurona.
Las neuronas están constituidas por un cuerpo celular grande y dos tipos de
fibras nerviosas:
 Axón: es una prolongación alargada que envía mensajes en forma de
impulsos eléctricos
 Dendritas: son ramificaciones, generalmente numerosas, que se
encargan de recibir los impulsos nerviosos
Normalmente, los nervios transmiten los impulsos eléctricos en una única
dirección, desde el axón de una única célula nerviosa (también denominada
neurona) generadora de impulsos a las dendritas receptoras de la célula
nerviosa contigua. En los puntos de contacto entre las neuronas,
denominados sinapsis, el axón secreta pequeñas cantidades de sustancias
que actúan como mensajeros químicos (neurotransmisores). Estas sustancias
estimulan los receptores de las dendritas de la neurona contigua para que
esta produzca una nueva corriente eléctrica. Los distintos tipos de nervios
utilizan diferentes neurotransmisores para transmitir los impulsos a través de
las sinapsis. Algunos de los impulsos estimulan la neurona siguiente, mientras
que otros la inhiben.

El encéfalo y la médula espinal también contienen células de sostén


llamadas células gliales. Existen diversos tipos, entre los que se encuentran
los siguientes:
 Astrocitos: estas células proporcionan los nutrientes a las neuronas y
controlan la composición química de los fluidos que las rodean,
permitiendo así que las neuronas se desarrollen. También influyen en la
frecuencia en la que las células nerviosas envían impulsos y así regulan
el grado de actividad que puede alcanzar determinados grupos de
células.
 Oligodendrocitos: estas células producen mielina, una sustancia grasa
que aísla los axones del nervio y acelera la conducción de los impulsos
a través de las fibras nerviosas.
 Células progenitoras gliales: estas células pueden producir nuevos
astrocitos y oligodendrocitos para reemplazar las células destruidas por
las lesiones o trastornos. Las células progenitoras gliales están
presentes en todo el cerebro en los adultos.
 Microglía: estas células ayudan a proteger el encéfalo frente a
infecciones y colaboran en la eliminación de los restos de células
muertas.
El cerebro y la médula espinal están formados por materia gris y materia
blanca.
La sustancia gris se compone de cuerpos de las células nerviosas, dendritas
y axones, células gliales y capilares (los vasos sanguíneos más pequeños del
organismo).
La sustancia blanca contiene relativamente muy pocas neuronas y se
compone principalmente de axones recubiertos con muchas capas de mielina
y oligodendrocitos que forman la mielina. La mielina es lo que hace que la
sustancia blanca sea blanca. (La mielina acelera la conducción de los
impulsos nerviosos, ver Nervios.)
Las neuronas van, de manera regular, aumentando o disminuyendo el número
de conexiones entre ellas. Este proceso explicaría en parte cómo
aprendemos, nos adaptamos y formamos recuerdos. No obstante, el encéfalo
y la médula espinal raramente producen nuevas neuronas. Una excepción es
el hipocampo, un área del cerebro que participa en la formación de los
recuerdos.

El sistema nervioso es un sistema de comunicaciones extraordinariamente


complejo, que envía y recibe simultáneamente un volumen considerable de
información. Sin embargo, es vulnerable a las enfermedades y a las lesiones,
como se indica en los ejemplos siguientes:

 Las neuronas pueden sufrir un proceso degenerativo que cause


la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Huntington o
la enfermedad de Parkinson.
 Los oligodendrocitos pueden inflamarse y perderse, causando esclerosis
múltiple.
 Las bacterias o los virus pueden infectar el encéfalo o la médula espinal,
dando lugar a encefalitis o a meningitis.
 Si se obstruye el riego sanguíneo al encéfalo se producirá un accidente
cerebrovascular.
 Los traumatismos o los tumores también pueden causar una lesión
estructural en el encéfalo o en la médula espinal.

Clasificación del Sistema Nervioso:


Anatómicamente
Sistema Nervioso Central:
El sistema nervioso central (SNC) está formado por el cerebro y la
médula espinal. La médula espinal se conecta a una sección del
cerebro llamada “tronco cerebral”. El SNC controla la mayor parte de
las funciones del cuerpo transmitiendo los mensajes entre el cerebro
y el resto del cuerpo de forma bidireccional. Hay enfermedades o
lesiones que pueden dañar la médula espinal, lo que alteraría el
intercambio de información entre el cerebro y el resto del cuerpo.
Meninges:
Existen tres capas de membranas conocidas como meninges que protegen el
cerebro y la médula espinal. La capa interna delicada es la piamadre. La capa
del medio es la aracnoidea, una estructura como una tela de araña llena de un
líquido que amortigua el cerebro. La fuerte capa externa es denominada
duramadre.
Líquidos Cerebroespinal:
El líquido cefalorraquídeo es un líquido transparente e incoloro que se
encuentra en el cerebro y la médula espinal. El cerebro y la médula espinal
forman el sistema nervioso central. El sistema nervioso central controla y
coordina todo lo que hacemos: el movimiento muscular, el funcionamiento de
los órganos del cuerpo e incluso el pensamiento complejo y la planificación. El
líquido cefalorraquídeo ayuda a proteger al sistema nervioso actuando como
amortiguador de los impactos repentinos y evitando lesiones del cerebro y la
médula espinal. El líquido cefalorraquídeo también elimina los productos de
desecho del cerebro y ayuda a que el sistema nervioso central funcione
correctamente.
Sustancia gris Contiene los cuerpos de las neuronas y células de la glía,
preferentemente astrocitos y microglía. Forma la corteza cerebral, la corteza
cerebelosa, los núcleos motores, sensitivos e integradores del encéfalo y las
astas anteriores, laterales y posteriores de la medula espinal.
La sustancia blanca se encuentra en los tejidos más profundos del cerebro
(subcorticales). Contiene fibras nerviosas (axones), las cuales son extensiones
de las células nerviosas (neuronas). Muchas de estas fibras nerviosas están
rodeadas por un tipo de envoltura o capa llamada mielina. La mielina le da a la
sustancia blanca su color. También protege a las fibras nerviosas de una
lesión. Además, mejora la velocidad y la transmisión de las señales eléctricas
de los nervios a lo largo de las extensiones de las células nerviosas llamadas
axones.
Encéfalo:
La sustancia blanca se encuentra en los tejidos más profundos del cerebro
(subcorticales). Contiene fibras nerviosas (axones), las cuales son extensiones
de las células nerviosas (neuronas). Muchas de estas fibras nerviosas están
rodeadas por un tipo de envoltura o capa llamada mielina. La mielina le da a la
sustancia blanca su color. También protege a las fibras nerviosas de una
lesión. Además, mejora la velocidad y la transmisión de las señales eléctricas
de los nervios a lo largo de las extensiones de las células nerviosas llamadas
axones.
Hemisferios Cerebrales:
El cerebro humano está dividido en dos estructuras conocidas como
hemisferios cerebrales. Estos son los hemisferios derecho e izquierdo, la unión
de ambos compone la totalidad del cerebro.

Estas dos estructuras están siempre conectadas debido a una tercera


estructura conocida como cuerpo calloso, compuesta por millones de fibras
nerviosas que están conectadas a todo el cuerpo.

Los hemisferios derecho e izquierdo no son idénticos, sino que cada uno está
especializado en el control de ciertos tipos de conductas y funciones. Ambos
tienen una importancia fundamental para el cuerpo humano y poseen una
relación inversa con respecto al organismo. O sea: el hemisferio derecho es el
encargado de controlar la parte izquierda y el hemisferio izquierdo es el
responsable de controlar la parte derecha del cuerpo.

A su vez, cada hemisferio está compuesto por 4 lóbulos cerebrales: frontal,


parietal, temporal y occipital.

Hemisferio Derecho:

El hemisferio derecho está relacionado con el control de la expresión no verbal


y la interpretación de las imágenes. Debido a esto, la inteligencia espacial, la
percepción, la capacidad de expresar las emociones y de captarlas, radica en
él.

Así, aspectos como la intuición, recuerdo de melodías, rostros y voces, el


reconocimiento o la comunicación no verbal son controlados por el hemisferio
cerebral derecho.

Es por esta razón que las personas que tienen una gran creatividad e
imaginación poseen un hemisferio derecho especialmente desarrollado. Las
personas cuyo hemisferio derecho es predominante tienen facilidad para
estudiar a través de imágenes.
Hemisferio Izquierdo:

El hemisferio izquierdo es el dominante en la mayoría de las personas. A


diferencia del hemisferio derecho, el izquierdo está relacionado con la parte
verbal de la comunicación. Él se encarga de las funciones “racionales”: la
capacidad de análisis, la lógica, operaciones matemáticas, deducciones, la
memoria verbal, la lectura o la escritura.

Aquellas personas con mayor facilidad para resolver problemas numéricos,


hacer reflexiones racionales o realizar análisis tienen un hemisferio izquierdo
más desarrollado en comparación con el derecho.

 El hemisferio izquierdo está dividido en dos estructuras:

 Área de Broca: zona que controla lo relacionado con el habla y la expresión


oral.
 Área de Wernicke: zona responsable de la interpretación del lenguaje.

Cuando el Área de Broca sufre daños, se produce una afección


denominada afasia, que incapacita a las personas para escribir o hablar. Por su
parte, cuando el daño ocurre en el Área de Wernicke, la expresión y
comprensión del lenguaje se ve afectada.

Cerebro:

El cerebro se puede definir como un órgano complejo, ubicado dentro del


cráneo, que gestiona la actividad del sistema nervioso. Forma parte del
Sistema Nervioso Central (SNC) y constituye la parte más voluminosa y
conocida del encéfalo. Está situado en la parte anterior y superior de la cavidad
craneal y está presente en todos los vertebrados. Dentro del cráneo, el cerebro
flota en un líquido transparente, llamado líquido cefalorraquídeo, que cumple
funciones de protección, tanto físicas como inmunológicas.

Todo lo que sucede en nuestra vida, en la vigilia y en el sueño, ya sea respirar


o tragar, mirar, escuchar, tocar o degustar algo, leer o escribir, cantar o bailar,
pensar en silencio o hablar de nuestros pensamientos, amar u odiar, caminar o
correr, planificar o actuar espontáneamente, imaginar o crear, etc., es regulado
por nuestro encéfalo. Algunas de las más importantes funciones del cerebro
son:

 Control de funciones vitales: Como la regulación de la temperatura, de la


presión sanguínea, de la tasa cardíaca, la respiración, dormir, comer…
 Recibe, procesa, integra e interpreta toda la información que recibe de los
sentidos: La vista, el oído, el gusto, el tacto y el olfato.
 Controla los movimientos que hacemos y la posición postural: Caminar,
correr, hablar, estar de pie.
 Es responsable de nuestras emociones y conductas.
 Nos permite pensar, razonar, sentir, ser…
 Controla las funciones cognitivas superiores: La memoria, el aprendizaje, la
percepción, las funciones ejecutivas.
Cerebelo:
El cerebelo forma parte del Sistema Nervioso Central (SNC) en todos los
vertebrados. Está relacionado con la coordinación, ajuste y control del
movimiento, al modular la información proveniente de la médula espinal y del
tallo cerebral. Además, el aprendizaje motor se debe a mecanismos de
neuroplasticidad sináptica en la corteza y núcleos profundos del cerebelo. Otras
investigaciones han mostrado que el cerebelo se activa durante eventos que no
implican el control del movimiento. Por ello, el propósito de esta revisión es
reseñar las propuestas actuales de la manera en que el cerebelo participa en el
control del movimiento voluntario, el aprendizaje motor, así como en aspectos
cognitivos y emocionales de la conducta.

El sistema nervioso periférico consiste en un sistema complejo de


neuronas sensoriales, ganglios (grupos de neuronas) y nervios. Este
sistema está conectado entre sí y también al sistema nervioso central
y regula sus funciones. El daño en los nervios periféricos puede
causar debilidad, entumecimiento y dolor.

 El sistema nervioso periférico está formado por:


 Sistema nervioso somático: Control de casi todos los
movimientos de la musculatura voluntaria y procesamiento de la
información sensorial externa.
 Sistema nervioso autónomo: Control involuntario de funciones
corporales como el automatismo de lucha o huida, el ritmo
cardíaco y la digestión.
El sistema nervioso periférico consta de neuronas sensoriales y
motoras:
 Las neuronas motoras: Estimulan a los músculos y otras partes
del cuerpo para realizar una función o un reflejo
 Las neuronas sensoriales: Perciben las sensaciones tales como
el dolor y el calor.
Corteza Cerebral:
El objetivo de este trabajo es dar una visión general y esquematizada de las
principales funciones de la corteza cerebral humana, con importancia en la
práctica clínica diaria.
En un primer apartado se revisarán los antecedentes históricos en el
conocimiento de la función cortical para, a continuación, revisar las principales
metodologías mediante las cuales se ha llegado a los conocimientos actuales.

En un segundo apartado, se actualizarán las principales nociones anatomo-


funcionales, de acuerdo con las diferentes regiones o áreas corticales para,
finalmente, dar una breve visión del futuro que se está abriendo en este campo.
Lóbulo Frontal:

Cada lado de tu cerebro posee cuatro lóbulos. El lóbulo frontal es importante


para las funciones cognitivas y el control de la actividad o el movimiento
voluntario. El lóbulo parietal procesa información relacionada con la
temperatura, el gusto, el tacto y el movimiento; mientras que el lóbulo occipital
es el responsable de la visión. El lóbulo temporal procesa los recuerdos y los
integra con las sensaciones del gusto, el oído, la vista y el tacto.

La corteza motora primaria (o M1) es una región cerebral que en los seres


humanos se encuentra en el sector posterior del lóbulo frontal. Trabaja
conjuntamente con las áreas premotoras para planificar y ejecutar los
movimientos.
Parte de: Lóbulo Frontal; Circunvolución.
Sinónimos: M1; Área de Brodmann 4 (BA 4)
La corteza premotora es un área situada en el lóbulo frontal del cerebro. Se
extiende anterior a la corteza motora primaria, cerca de la cisura de Silvio
(surco lateral), antes de estrecharse cerca de la fisura longitudinal medial, que
sirve como el borde posterior de la corteza prefrontal.
La corteza motora integrada por sus diferentes áreas, está situada en el lóbulo
frontal, delante del surco de Rolando o motora pre-rolándica. La
corteza premotora, (PM) encargada de guiar los movimientos y el control de los
músculos. Se ubica en el Giro precentral, en las áreas PM ventral y PM dorsal.
El área motora suplementaria: una parte de la corteza motora
Esta área puede hallarse en una franja en la parte superior y medial de ambos
hemisferios, en el lóbulo frontal. Concretamente se encuentra por delante de la
corteza motora primaria, la cual a su vez se localiza inmediatamente anterior a
la cisura de Rolando.
Como hemos visto, la corteza prefrontal es una parte de la corteza cerebral
perteneciente al lóbulo frontal. ... Se trata de un área cerebral de gran tamaño
con una gran importancia a la hora de explicar el control conductual, la
personalidad e incluso las capacidades cognitivas.
La corteza prefrontal dorsolateral sirve como el área cortical más altamente
responsable de la planificación motora, la organización y la regulación.
Desempeña un papel importante en la integración de la información sensorial y
como tecla de acceso y regulación de la función y acción intelectual.

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