Está en la página 1de 2

EL DESANIMO

El sabio Salomón escribió en uno de sus proverbios:


“ El corazón alegre constituye buen remedio; más el espíritu triste seca los
huesos”.
El desánimo es un sentimiento que destruye la esperanza, y sin esperanza
nos rendimos fácilmente, y eso es lo que precisamente Satanás quiere que
hagamos. Interfiere en nuestra comunión con Dios y terminamos
abandonando nuestra fe en El.
En las sagradas escrituras encontramos que muchos hombres de Dios se
sintieron mas de alguna vez desanimados; Moisés Guiaba a un pueblo
chismoso, quejumbroso entre otras cosas y se desanimó, pero, Dios le
entrego la solución a su problema: “Comparte tu carga” le dijo. También
Josué se encontró cansado por la conducta del pueblo, tenemos a Elías,
David, Nehemías y tantos otros de sus siervos que se sintieron desanimados
por diferentes situaciones y a cada uno de ellos nuestro Dios no los dejó sin su
ayuda.
El salmista dijo: “¿Porque te abates oh alma mía, y te turbas dentro de
mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarte, Salvación mía y Dios mío.

Son muchas las causas que nos pueden llevar a desanimarnos: Temores,
preocupaciones, sufrimientos, enfermedades, las críticas, lo que sucede a
nuestro alrededor, cuando no estamos conforme con lo que tenemos, somos
o hacemos, etc, etc.
Pero, ¿cree usted que exista alguna clave para vencer el desánimo?
¡¡Claro que sí!!... Es recordar las promesas de nuestro Dios y abrasarlas,
porque todas están vigentes para cada uno de nosotros como lo estuvieron
para estos grandes hombres de Dios porque ellas son Fieles y verdaderas.
Como no recordar al gran apóstol Pablo que desde la cárcel escribió
“prosigo la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús”.

Cuando vengan esos tiempos de desanimo deja todo lo que estás


haciendo y busca la comunión con Dios, Ora con más fuerza, canta
alabanzas, declara bendición sobre tu vida, lee la biblia en voz alta, descansa
físicamente, sale del lugar que te tiene angustiado, júntate con gente
optimista y espiritual y por sobre todo encomienda tu causa al todopoderoso.
¡¡¡Entonces el desanimo saldrá huyendo porque no puede soportar a alguien
que emana la presencia de Dios!!!

También podría gustarte