Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PÁRPADOS
Era un día frío y húmedo en Buenos Aires y Mauricio regresaba caminando a casa a través
de un barrio solitario y de muy mal aspecto. El ritmo de los pasos de Mauricio era lento y
confiado, aunque el barrio era aterrador, se sentía seguro en él, pues transitaba por ese
lugar todos los días. Fue entonces cuando sintió los vellos de su nuca erizarse, un
escalofrío recorrió su espalda. Sentía que alguien lo estaba persiguiendo. Desesperado y
temiendo lo peor, miró a su espalda por el rabillo del ojo, fue así como logró ver la silueta
de un hombre, misma que no había estado allí un segundo antes. Mauricio siguió
caminando un poco más rápido que lo habitual. El hombre se mantuvo a su espalda,
acercándose cada vez más. —¿Qué se creerá este hombre? ¿Qué quiere de mí? ¿Piensa que
no me he dado cuenta que me está siguiendo? —se preguntó Mauricio con creciente
temor. Aun así, trató de mantener el control. Mauricio dedicó una mirada rápida a su
perseguidor. Era extraño, vestía formal, no parecía algún asaltante, aun así, Mauricio no
bajó la guardia. Con la esperanza de perderlo, Mauricio cruzó la calle y cambió la
dirección, pero el hombre siguió sus pasos con mayor frenesí. El nerviosismo de Mauricio
creció. Cuando se encontraba cerca de su casa Mauricio reunió valor. Dio la vuelta y
enfrentó a su perseguidor. —¿Qué quieres? ¿Me quieres sobornar o qué? Mauricio
aprovechó la oportunidad para detallar al hombre. Parecía normal, excepto por un
particular detalle ¡No tenía párpados en los ojos! Al ver tal escena, a Mauricio se le heló la
sangre. Tal fue su sorpresa que Mauricio largó a correr despavorido en dirección a su casa.
Para su sorpresa, el hombre sin parpados no lo siguió, cosa que lo llevó a preguntarse si le
estaría acechando. Con el corazón en la boca Mauricio se asomó a la ventana, pero no vio
más a aquel hombre. Debido al terror que le provocó aquel pálido hombre sin párpados,
Mauricio empezó a investigar. Pronto encontró en un foro en internet que aquella
espeluznante aparición era típica de Buenos Aires y que surgía tanto de noche como de
día. La historia contaba que el hombre había nacido sin párpados y que por esa razón la
sociedad lo repudiaba. Pronto el repudio lo llevó a odiar a la sociedad y a asustar a
quienes caminaban solos, en especial durante la noche. Otros aseguraban que el hombre
había sido víctima de un ritual vudú, en el cual le habían arrancado los párpados y ahora
vagaba por la ciudad buscando a los responsables de su tormento. Ambas leyendas tenían
un punto en común, el hombre sin párpados no aparecía con frecuencia, pero cuando lo
hacía, perseguía a la persona hasta volverla loca, apareciéndose cerca de ellos para
atormentarlos con su presencia. Al leer esto, Mauricio sintió que su sangre se congelaba.
Se sentía observado. Volteó con lentitud y se encontró frente a frente con el hombre sin
párpados, quien lo observaba fijamente y sin moverse. Mauricio había sido elegido como
su próxima víctima y sería atormentado por este ente durante toda su vida. Es por eso
que quienes visitan o viven en Buenos Aires deben tener cuidado, pues esta entidad vaga
por sus calles, esperando la oportunidad para elegir a su próxima víctima.