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M A N U A L S

, -52 D .E

MANUAL
DE DIAGNOSIS
Y TRATAMIENTO
DE MATERIALES
PÉTREOS

ii
Col.legi dlAparelladors i Arquitectes Tecnics de Barc Lona
Manuals de Diagnosi
1. Manual de diagnosi i tractament de hurnitats (agotado)

2. Manual de diagnosi i intervenció en sostres unidireccionals de formigó


i ceramics (agotado)

3. Manual de diagnosi, patologia i intervenció en estructures de fusta

4. Manual de diagnosi i intervenció en sistemes estructurals de parets


de carrega

5. Manual de diagnosis y tratamiento de materiales petreos y cerámicas

Títulos en preparación

Manual de levantamiento gráftco de edificios y metodología de diagnosis

Manual de diagnosis e intervención en estructuras de hormtgón armado


Manuals de Diagnosi

5. MANUAL DE DIAGNOSIS
Y TRATAMIENTO
DE MATERIALES PETREOS
Y CERAM~COS
Rosa Mana Esbert *
Jorge Ordaz *
Fco. Javier Alonso *
Modesto Montoto *

CapRulo 7, 'Pariicuiaridades de los materiales cerámlcos'

Teresa González Limón **


Mónica Álvarez de Buergo Ballester **

AreadePetroIogíayGeoquim~mdel Departamento COI-legidlAparelladors


de GmQla de la Universidadde Ovredo iArquitectes Tecnics de Barcelona
-Sector de Estudros de Esnuctums Labaratoria
Centra deEstnn;turasy M a t d dd CEOEX,Madnd Barcelona 1997
Dirección
Xavier Casanovas

Realízación
César Viguera, editor

Diseiio de la cubierta
Uuís M e s h

81997, de los autores de la obra


a 1997, Col.legi d'Aparelladors l Arquiteotes Tticnics de Barcelona
Carrer del Bon Pastor, 5 08021 Baroelona
1' edic~ón.Enero de 1997
ISBN: 84-87104-29-0
DepOsito legal: B. 3744-97

Reservadostodos los derechos. No está pemitida la mroducción total o oarcial


(ir;. este I:Liro, ni su tiatamiento inforrnatim. n la transmisi<h 61nninguna foriria
O por cualquier med~o. ya SOR nlw::irllco, cectrón:co, por lotocoo:a o cJaoi.ier i r i b t ~ i o .
sin el consentimiento previo y por escnto de los titularas del copyright
índice
Presentación
Intraducción
1. Características fundamentales de los materiales pétreos 11
1.1 La piedra natural: generalidades 11
1.2 Petrografía 13
1.2.1 Textura: sistema poroso 13
1.2.2 Mineralogia 15
1.2.3 Composición química 15
1.3 Técnicas de estudio 16
1.3.1 Técnicas de microscopía 16
1.3.2 Técnicas de cuantificación 18
1.3.3 Técnicas instrumentales de análisis químico y mineral 19

2. Propiedades físicas
2.1 Propiedades físicas elementales
2.1.1 Color
2.1.2 Densidad
2.1.3 Porosidad: distribución porométrica
2.2 Propledades hídricas
2.2.1 Ensayos y parámetros
2.2.2 Absorción y desorción de agua
2.2.3 Absorción de vapor de agua: higroscopicidad
2.2.4 Absorción de agua por succión capilar: capilaridad
2.2.5 Difus~dad:permeabilidad al vapor de agua
2.2.6 Expansión hídrica: hinchamiento
2.3 Propiedades mecánicas
2.3.1 Dureza
2.3.2 Resistencia a la abrasión
2.3.3 Resistencia al choque
2.3.4 Resistencia a la compresión
2.3.5 Resistencia a la tracción
2.3.6 Resistencia a la flexión
2.4 Propledadestérmicas
2.4.1 Calor específico
2.4.2 Conductividadtérmica
2.4.3 Expansión térmica
2.5 Propiedades dinámicas
3. Formas, agentes y mecanismos de alteración
3.1 Formas de alteración
3.2 Agentes y mecanismos de alteración
3.2.1 Agua
3.2.2 Contaminantes atmosféricos
3.2.3 Sales solubles
3.2.4 Organismos vivos
3.2.5 Otros agentes
4. Metodología de diagnosis
4.1 Metodología de trabajo
4.1.1 Trabqo en el monumento
4.1.2 Trabajo en el laboratorio
5. Pruebas de apoyo a la diagnosis
5.1 Técnicas no destructivas
5.1.1 Ultrasonidos
5.1.2 Emisión acústica
5.1.3 Tomografía
5.1.4 Termografía
5.2 Ensayos de durabilidad
5.2.1 Ensayos básicos
5.2.2 Ensayos con atmósferas controladas
5.2.3 Ensayos diversos
5.3 Valoración de los ensayos
6.Técnicas de intervención
6.1 Criterios generales de intervención
6.2 Etapas de intervención
6.2.1 ümpieza
6.2.2 Consolidación
6.2.3 Protección
6.2.4 Sustitución
6.2.5 Reintegración
6.2.6 Mantenimiento y conservación preventiva
6.3 Métodos de limpieza
6.3.1 Métodos mecánicos
6.3.2 Métodos basados en el agua
6.3.3 Métodos basados en la aplicación de productos químicos
6.3.4 Aplicación de rayos iáser
6.3.5 Aplicación de ultrasonidos
6.3.6 Métodos basados en disolventes orgánicos
6.3.7 Métodos mixtos
6.3.8 Extracción de sales solubles
6.3.9 Biocidas
6.4 Productos de tratamiento
6.4.1 Productos lnorgánicos
6.4.2 Productos orgánicos
6.4.3 Productos silicoorgánicos
6.4.4 Productos comerGales
6.4.5 Aplicación de los tratamientos: disolventes y emulsiones
6.5 Valoración de la eficacia e Idoneidad de los tratamientos
6.5.1 Pruebas 'in situ'
6.5.2 Pruebas en el laboratorio
7. Las particularidades de los materiales cerámicos
7.1 Características fundamentales de los materiales cerámicos
7.1.1 Petrología, mlneralogía y composición química
7.1.2 Propiedades físicas
7.1.3 Propiedades hídricas
7.1.4 Propiedades mecánicas
7.1.5 Propiedades térmicas
7.1.6 Propiedades de durabilidad
7.2 Patologias de los materiales cerámicos
7.2.1 Defectos derivados de la fabricación del ladrllio
7.2.2 Deterioro debido a las humedades o a la presencia de agua
7.2.3 Deterioro debido a la expansión hidrica
7.2.4 Deterioro debido a la contaminación atmosférica
7.2.5 Deterioro debido a la cristalización de sales solubles
7.3 Técnicas de lntetvenclón
7.3.1 Limpieza de las fábricas de ladrillo y materiales cerámioos
7.3.2 Consolidación
7.3.3 Hldrofugación
7.3.4 Sustitución de piezas
7.3.5 Complementación de piezas
7.3.6 Reparación de juntas y fisuras
8. Bibliografía
8.1 Características fundamentales de los materiales pétreos
8.2 Propiedades físicas
8.3 Formas, agentes y mecanismos de alteración
8.4 Metodología de diagnosis
8.5 Pruebas de apoyo a la diagnosis
8.6 Técnicas de Intervención
8.7 Las particularidades de los materiales cerámicos
8.8 Rocas de edificación

Apéndice 1.
Rocas utilizadas en edificación

Apéndice 2.
Empresas especializadas
Presentación

La restauración, la rehabilitación y el mantenimiento de edificios son diferen-


tes formas de intervención en el patrimonio construido que, desde los años
70, en Europa se han consolidado como auténticas alternativas a los
trabajos de nueva construcción.
En el Estado español, la intervención en los edificios existentes ha tomado
importancia en fechas más recientes y todavía no ha alcanzado las cotas de
dedicación que se registran a nivel europeo, donde supera el 50% de la
actividad constructiva. De todas formas, para los profesionales de la cons-
trucción, éste es un campo de actuación creciente en el que poco a poco
nos vamos viendo inrnersos en nuestra actividad diaria.
Actuar sobre un edificio existente comporta una complejidad importante y
exige una especialización tanto de los técnicos como de los operarios que 7
han de llevarla a cabo. En este sentido, hay que tener un cierto dominio de
las lesiones que se nos pueden presentar y de las herramientas de inspec-
ción y pruebas de laboratorio adecuadas a la diagnosis específica de cada
caso. También resulta imprescindible disponer de un buen conocimiento de
los materiales y de las técnicas rnás idóneas a aplicar.
El manual que presentamos, y la colección de la que forma parte, tiene
como objetivo primordial ayudar a esta especialización. Por una parte,
pretende ser un libro técnico a partir del cual los estudiantes universitariosy
los profesionales de la construcción puedan introducirse en el campo de la
restauración de materiales pétreos y cerámicos. Al mismo tiempo creemos
que, dada su orientación práctica, puede ser un documento muy útil, de
consulta y orientación, frente a las dudas que pueden surgir cuando esta-
mos actuando en un edificio que contenga este tipo de materiales.
El énfasis que se da en todas las publicaciones de la colección Manuals de
Diagnosial aspecto del conocimiento previo del edificio en su conjunto o del
elemento específico a estudiar no es casual. Desde el Servei Rehabrlrtac~ó
del Col.legi d 'Aparelladors iArquitectes T&n~cs de Barcelona hace ya rnás
de 10 años que venimos trabajando en este campo y en múltiples experien-
cias propias o ajenas, nacionales o internacionales, hemos podido compro-
bar que la fase fundamental de toda intervención en edificios existentes es
la de conocimiento previo o diagnosis. Es en función de la calidad y precl-
sión de esta etapa que se evitan sorpresas en el momento de actuar y se
consigue aplicar las soluciones más idóneas.
El Manual de d~agnos~s de materiales pétreos y cerámicos representa el
quinto volumen de una colección que ha alcanzado un gran éxito con los
4 primeros títulos, editados en catalán. En este volumen, dando respuesta a
múlt,pies demandas procedentes dei Estado espaiol y de diversos paises
latinoamericanos. se ha tornado la docislón de p.Jbl:carloen caste~laliopara
faciitar sil mayor oifiisióri entre toaos los profosiona~esdo a constr~cc.ón.
La estructura de la publicación sigue básicamente la de los volúmenes
anteriores. La primera parte se dedica al conocimiento de las características
y prop.odaaes fisicas de los rnatoriales pétreos; segu;damente se presentan
las alteraciones más trocuentes en oste tipo de material y la rnctoaologia de
diagnosis a seguir antes de actuar; finalmente se ven las diferentes formas
de actuación adecuadas a las características y patologías presentes on
cada e emento consrriictivo. Paraieiarnenre. se dedica iin capítulo esvecifi
c o a las particularidades de los materiales cerámicos. Para dar una mayor
utilidad práctica a la publicación, dsta se complemehta con una amplia
bibliografía, un apendice sobre las rocas más utilizadas en construcción y
un apartado de empresas especializadas en diferentes campos, en el que
presentan sus productos o servicios.
Para este volumen hemos contado con la inestimable colaboración de dos
equipos de trabajo a los que queremos expresar nuestro agradecimiento y
felicitación por la calidad alcanzada en los contenidos de la publicación. La
temática genérica y la vinculada a los materiales pétreos ha sido realizada
por el Area de Petrología y Geoquímica del Departamento de Geología de la
Universidad de Oviedo, el cual bajo la dirección de la Doctora Rosa ME
Esbert ha conseguido estructurar un equipo de reconocido prestigio nacio-
nal e internacional por su infatigable labor de investigación y por su apiica-
ción práctica en Innumerables edificios. Los aspectos específicos de los
materiales cerámicos han corrido a cargo de dos jóvenes investigadoras del
CEDEX, las cuales han aportado todos sus conocimientos y experiencia en
un campo en el que, a nivel internacional existen todavía grandes lagunas.

Xavíer Casanovas
Servei Rehabilitació
Introducción

El propósito pdncipal que ha guiado la redacción de este Iibro ha sido el de


sintetizar y coordinar una sene de conocimientos, pertenecientes a discipii-
nas diferentes, referidos al deterioro y conservación de la piedra de edifica-
ción, poniendo especial atención en la metodología y en las técnicas
empleadas en este tipo de estudios. Así, se recogen diferentes aspectos
que van desde la caracterización petroíísica de los materiales rocosos a los
métodos y productos de tratamiento, pasando por los procesos de altera-
ción de la piedra y los ensayos para su diagnosis.
Con este manual se pretende, pues, proporcionar a distintos profesionales
-aparejadores, arquitectos, restauradores...-, no necesariamente especiaiis-
tas en la materia. un texto asequible y actualizado que les ayude a estable-
cer, con el deseable ngor científico y técnico, critedos adecuados para la
diagnosis y conservación de la piedra de los edificios. 9
Es de destacar la importancia que en este ámbito tienen los ensayos para
determinar las propiedades físicas de las rocas, así como su comportamien-
io frerite n los agentes de alreración. En los últiinos anos se ha pasado de
.nn mera descriocióri c,nlitniiva de los iriateraies o6tfcos. a oisooner do
i
abundantes datos cuantitativos sobre sus caractedsticas prop/edades.La
Interpretación de dicho comportamiento, en relación con las propiedades y
caracterlsticas petrográficas, permite precisar el alcance de los mecanismos
implicados en los procesos de degradación. El análisis de estas relaciones
constituye un significativo aporte de la petrofisica al ámbito del deterioro y
conservación de la piedra.
Entre los distintos procedimientos y técnicas de estudio utilizadas para
caracterizar los materiales rocosos, se han incluido las técnicas no destruc-
tivas; es decir, aquellas que permiten tener un conocimiento de algunas de
sus propiedades en el propio edificio, sin necesidad de tomar muestras para
su postenor estudio en el laboratorio. También se enumeran y describen las
principales técnicas analíticas, dirigidas en la mayoría de casos al conoci-
miento de la composición de las piedras o de sus productos de alteración.
En el intento de hacer un texto útil desde el punto de vista práctico, se
presenta un esquema metodológico con el que abordar la fase de diagnós-
tico, en cuanto a las patologías y lesiones presentes en la piedra. Dicho
diagnóstico es fundamental para conocer qué es lo que le ocurre a la
piedra, cómo se produce su deterioro y cuáles son los factores que lo
desencadenan y aceleran. Los conocimientos adquiridos en esta fase de
estudios previos son fundamentales para establecer las correspondientes
sugerencias de intervención.
Cabe destacar el desarrollo dado en el Iibro a las diferentes etapas de
intervención, así como a los métodos y productos de tratamiento que en la
actualidad se emplean habitualmente en dichas etapas; resaRando los
criterios utilizado$ para valorar el grado de eficacia e idoneidad de los
tratamientos aplicados a la piedra. Asimismo, se incluye un apéndice donde
se relacionan las principales variedades iitológicas utilizadas en nuestro país
como piedras de edificación, con mención de algunas de sus propiedades
físicas más significativas.
Los autores desean hacer constar su agradecimiento a aquellas personas
que, a lo largo de los útimos afios, han colaborado en las diversas investi-
gaciones sobre esta temática llevadas a cabo en el Departamento de
Geología (Area de Petroiogía y Geoquímica) de la Universidad de Oviedo;
especialmente a los profesores Luis Miguel Suárez del Río, Vicente Gómez,
Lope Calleja y Angel Rodríguez Rey; a los doctores Luis Valdeón. Rosa
Marcos, Carlota M. Grossi, Beatriz Menéndez, Beatriz Pérez, Ciaude
Harnmecker y Angeles Pérez; y a los graduados Francisco Díaz-Pache,
Mercedes Vázquez y José Alonso. También a D. Eduardo Menéndez, por su
ayuda en el tratamiento lnfonnátlco del texto y muras.
igualmente agradecer al profesor Rubén García su asesoramiento en los
aspectos químicos y al ingeniero químico D. Javier López Herranz por sus
consejos en relación con los productos de tratamiento; a la empresa de
restauración Coresal por la colaboración prestada en diferentes aspectos
prácticos; y a las casas comerciales -fabricantes de productos de trata-
miento- por la información suministrada.
A todas aquellas inst'iuciones y organismos públicos y privados -Comisión
de la Unión Europea, Ministerio de Cultura, Consejerías de Cultura de
Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, Fundación Ramón Areces, Getty
Gonservation Instttute, etc.- que han subvencionado al grupo de estudios y
proyectos de investigación. En especial a la Comisión Interministerial de
Ciencia y Tecnología (CICYT) que, desde 1979 hasta la actualidad, ha
contribuido con la financiación de sucesivos proyectos -entre otros,
PAT9-1093-C03-01 y CC95-SEC 0501- a la dotación de la infraestructura
necesaria para desarrollar esta línea de investigación. También a la Funda-
ción para el Fomento en Asturias de la Investigación Científica Aplicada
y la Tecnología (FICYT), por el proyecto PB-REC96-08.

R.M.E.; J.O.; F.J.A.; M.M.

Ovledo, Enero de 1997


1. Características .- t. -

fundamentales -. -

de los materiales pétreos

1.1 La piedra natural: generalidades

En el ámbito de los materiales de construcción, el concepto de 'piedra


natural, o abreviadamente 'piedra', se aplica a las rocas presentes en la
corteza terrestre, después de su extracción y elaboración por la mano del
hombre; en consecuencia, se encuentra incluido dentro del término 'mate-
rial rocoso' o 'roca'. La caracterización de dichos materiales se fundamenta
en el conocimiento que aporta la geología -en particular la petrología- al
estudio de las rocas, al cual deben añadirse otros conocimientos relativos a
sus propiedades fískcas y a las interrelaciones entre ambas.
Desde el punto de vista geológico, las rocas se definen como agregados de
minerales formados por procesos naturales, ampliamente representados en
la corteza terrestre. Los distintos tipos de rocas son consecuencra de los
diferentes procesos -exÓgenos y endógenos- que las han generado, los
cuales condicionan su composición, caracteristicas y propiedades. Dichos
tioos se establecen fundamentalmente en función de dos de estas caracte-
rísticas: los minerales que presentan (mineralogia) y su modo de agregación
(textura), en la que se incluyen los espacios vacíos: poros y fisuras. Ambas
caracteristicas, englobadas normalmente bajo la denominación de petrogra-
fa, dan lugar al aspecto distintivo que manifiestan las diferentes rocas,
permitiendo su diferenciación. La composición química es otra de las
características que suele incluirse en la petrografía; su estudio adquiere
singular importancia cuando las rocas se ven sometidas a procesos de
alteración.
Los estudios aplicados han corroborado que, junto a las características
mencionadas, tiene singular importancia el conocimiento de las propiedades
físlcas de las rocas. Los ensayos normalizados establecidos para la cuanti-
cación de dichas propiedades suministran una serie de valores numéricos,
que ayudan a interpretar su comportamiento en el ámbito aplicado: piedras
de construcción, rocas industriales, etc. La correlación entre las citadas
propiedades físicas y su interpretación desde el punto de vista petrográfico ',
constituye la base de la disciplina denominada petrofsica.
A diferencia de otros materiales utilizados en edificación, como por ejemplo
el ladrillo, el hormigón, etc., las rocas son materiales poco homogéneos. En
muchos casos presentan discontinuidades y anisotropías, a diferentes
escalas, desde el afloramiento a la muestra de mano. Este hecho, junto al
amplio número de variables que pueden intervenir en su comportamiento,
hace que las correlaciones entre petrografía y propiedades físicas sean
difíciles de generalizar.
Una primeraforma de clasificar las rocas puede ser a partir de criterios
genéticos, es decir, en relación con sus procesos generadores "bla 1). En
general, las rocas que pertenecen a un mismo grupo genético muestran ' ESBERT, R M , MONTOTO, M La petrdis>a y su
similitudes en sus características petrográficas y en sus propiedades físicas. mlffiaaónalos astudiasde lacmtoiwiasen &m.
t r i -I'aiiiogia. ~ i > n s e r . a c i ~/n rosia-.ac:un iic
En la mencionada tabla se incluyen, también, algunos de los tipos rocosos i w i . f i ~ ~ ~I<>ow ue. Colsg 3 Oficia
> . 1. 'LU C~L.~ULCS
más utilizados como piedras de edificación. i i ~ !Anl..tw.li>si10 Mallid, 199 ', ~ f21
i 1 230
Para una información más detallada pueden cmsultarse otros textos
referidos a las rocas en su ámbito geológlco2,a sus aspectos petrográfl-
cosa, así oomo a su clasifrcaci6nL.

Tabla 1. Clasificación de las rocas por su ~énesis

Plutónicas Granitos
Vdcánicas Basaltos
Metamórfioas Mármoles, pizarras
Fig. 1. Dkconfinuidades en las mcss a escala de
aiioramiento. mques de lamprdtidoenelseno de sedimentarias Areniscas, C ~ I Z ~ Sdolornías
,
un sranito, Atgua Blava IGimnaI.

En la naturaleza las rocas se presentan normalmente formando grandes


volúmenes -macizos rocosos-, con los distintos tipos y subtipos rocosos

1 asociados de forma más o menos sistemática. Dentro de los macizos, los


distintos yacimientos o afloramientos rocosos presentan ciertas caracterfs-
tlcas, que controlan su explotación y aplicación, tales como la presencia
de discont~nuidades y el grado de homogeneidad. Las discontlnuldades

1
-
como planos de estratificación, diques, diaclasas, fracturas, etc., son
frecuentes en los afioramientos rocosos. así oomo las vari+ciones más o
menos graduales en composición y textura, la presencia de enclaves,
vetas, nódulos, etc. (Flg. 1).
Las piedras más utilizadas en construccibn -tanto en la actualidad como en
Fig. 2 Yaelmiento de dolomía, en el que se ob-
servanlos caaotsr(stiC05 de las
épocas pasadas- se sitúan entre las rocas más abundantes en la corteza
8edimeniarias. cante- de Soñar (~aón). terrestre. va aue son éstas las aue ha tenido más a mano el hombre a lo
largo de & hktoria. En este seitldo, las rocas sedimentarias son las que
mas ampliamente se han utilizado en construcción. Sus yacimientos,
formados generalmente por estratos, resultan de fácil explotación (Flg. 2).
En los últimos decenios, otros tipos de rocas menos abundantes y con
procesos de extracción más costosos -ciertas rocas plutónlcas y metamór-
ficas-, han adquirido gran valor como piedras ornamentales y están siendo
ampliamente explotadas, comercializadas y utilizadas en todo el mundo. Tal
es el caso de granitos. mármoles y pizarras6.
En este ámbito, las rocas que se utilizan deben ser materiales coherentes,
obtenidos a partir de bioques de roca que esten lbres de diccontinuldades de
maeiro ('roca matriz'). Este hecho es uno de los factores determinantes a la
hora de establecer la aptitud de un determinado yacimiento rocoso para su
explotación a m o roca ornamental o de edificación. Aún así, las piedras más
habilalmente utiltzadas para esta finalidad suelen tener un cierto grado de
Fig. S. Probeta de caliza biaclástica, piedra de
Hontotia, en la que se aprecian hetemgenelda- heterogeneidadentre los distintos bloques, e incluso entre las distintas
des (poros, zonas mcriitaUradas, etc.). muestras obtenidas de un mismo bloque, sobre todo en el caso de las rocas
sedimeniarias (Figs. 3, 4). Por tanto, cualquier característicao propiedad de
una determinada roca debe contemplarse siempre con un cierto margen de
variación y los parámetros obtenidos deben tratarse en términos estadísticos.
El aspeGto macmc8p1co o 'de visu'adquiers especial importanciacuando las
rocas se utilizan com materiales de edificación. Cnterios como el color y la
vistosidadadsuden ser a veces decisivos para su u t i l l i ó n . Sin embargo, apatte
de estos Criterios estéticos, el conocimiento de su naturaleza petrofíslca es
impottantepara poder tener conocimiento de su mayor o menor durabiiidad.
En la tabla 2 se indican los principales aspectos que suelen consrderarse en
la caracterización de los materiales p6heas utilizados con fines aplicados.
Fig. 4. Aspscto hetsmgeneo de una c a l w mar-
gasa, obsewada al micmrcopiode polarización. Tabla 9. Caracterización vetroffsica de los materiales rocosos
Piedra del pais (Caledral de León).
Petrografía Textura
Sistema poroso
ZAUBOUIN, J ; BROUSSE, R. Y LEHMAN, J P.
Mineralogia
Tmfado de G&@. Toma t Peirologla OllEW,
ail&om% 1481. Comoosición aufrnica
jhOCKOl U:;. S 11: i<NOX, I1.W.O'B y CllhhTH.
C A. Pobdogyf<xst~!aents(:;lr!iliray2 Jiliv. Prcw, Propiedades físicas Color
--
I97H.
Densidad, porosidad
"CASTRO DORAOCC A P&DgE&bssKIíi. TeXtuMS,
d&& yno
- de m s Parannfo, Propiedades hidricas
t"kM. 1988. Propiedades mecánccas
".M. Manua do mc;i!: ornamontalf2:. Pr(hs- Propiedadestérmicas
fn,wI~w!, expJ!ncbn, rw!wua<r>ny cdffix%k (í: Propiedades dinámicas
I &c7 .iirnwm, Ed.) Fntiniio (irAlico SL, 1$!5
1.2 Petrografía

Las características petrográficas de los materiales rocosos más directamen-


te relacionados con su comportamiento, espeaalmente en su empleo como
piedras de edificación, se recogen de forma esquemática en la tabla 3.

Tabla S. Ceracterísticas petmgráficas de los materiales rocosos

Textura Relaciones espaciales entre los componentes


- Fase aglomerante
- Naturaleza (matriz, cemento)
- Porcentaje
- Anisotropías y heterogenetdades
- Granos y cristales: forma, tamaño, orientación

Espacios vacíos (huecos)


- Poros:
- Cantidad (volumen) Fig. 5, a y b. Esquema de una textura criñtaüna
- Localización: tipos
(a) y una cementada (b). En mjo se destacan las
fisura6 y los poros, raspectivamente.
-Tamaño y forma
- Conectwtdad
- Fisuras:
- 'Densidad, (volumen)
- Localizactón: tipos
- Tamaño (longrtud, espesor)
- Conectivldad

Mineralogía - Naturaleza de las ecpecies minerales


- Porcentaje en volumen de cada especie mineral
- Grado de alteración de los minerales

Composición química - Análisis químico cualitativo y cuantitativo

A continuación se describen con más detalle los aspectos petrográficos


mencionados.

1.2.1 Textura: sistema poroso


Fig. 6, a y b. Rooas nistaunas obsemdas al mi-
La dispos~cióny relac~onestr~dimensionales(textura) que presentan los uoscopia 6ptlco de polarización. Los granos
minerales (cristales) están en contada directo :
componentes de las rocas (minerales y espacios vacíos), son una de sus a) Granito de El Escorial, NC y b) Mámol de Ma-
característtcas distintivas fundamentales. A pesar de la elevada variabilidad cae1NC.
textura1 que muestran los materiales rocosos, pueden establecerse dos
grandes tipos o moúelos texturales que guardan relación con su génesis y
con la presencia o no de fase aglomerante entre los componentes (Fig. 5).
- Texturas crktalínas Constituidas por minerales bien cristalizados, de
I formas más o menas poliédricas en contacto directo, formando un
mosaico. Las rocas que las presentan se denominan 'cristalinas'
(Tabla 4). Son propias de las rocas igneas y metarnórficas, entre las
l que se incluyen variedades masivas (granitos y mármoles) y foliadas
(pizarras), (Flg. 6).
- Texuras cementadas. Formadas por granos minerales unidos por una
fase aglomerante: dichas texturas se conocen en el ámbito petrográfi-
co con el nombre de texturas detríticas. La fase agiomerante puede
ser cemento (material cristalino precipitado) o matriz (material fino
depositado). Las rocas que las presentan se denominan 'cementa-
das' (Tabla 4). Pertenecen a este grupo la mayoría de rocas sedimen-
tarias, tales como las calizas y las areniscas (Fig. 7).
Las rocas cristalinas suelen ser menos alterables que las cementadas; éstas
presentan en muchos casos una marcada alterabilidad diferencial de sus
componentes petrográficos.
Elementos texturales importantes son las anisotropías que la roca puede
presentar a esta escala, debidas a la presencia de fisuras orientadas,
ailneaciones minerales, etc. El tamafio y la forma de los componentes son
también importantes, siendo interesante conocer tanto su valor medio como
SUS variaciones
Un aspecto fundamental de la textura es la existencia de huecos o espacios
vacfos, donde se sitúan fases fluidas (aire, agua). Dichos huecos pueden
considerarse un componente más de la roca. El conjunto de estos huecos o
espacios vacíos constituye la porosidad (en su acepción más amplia), y es
sin duda la característica mas significativa desde el punto de vista del
comportamiento de las rocas, condicionando de forma mayoritaria sus
propiedades físicas y su comportamiento químico. En consecuencia, influye
notablemente en su calidad y durabilidad.
De acuerdo con la definición anterior, dentro de la porosidad pueden
diferenciarse dos conceptos: el volumen total ocupado por los huecos -su
cantidad-, denominado 'volumen de poros'; y las restantes características
geométricas -tamaño, forma, conexión, etc.-, incluidas bajo el término
'sistema poroso'.
U 'volumen de poros' (porosidad en senbdo restringido). puede definirse de
forma numénca y reducirse a un parámetro, por lo que se incluye entre las
propiedades físicas, y como tal se analiza en el siguiente capítulo. El 'siste-
ma poroso' se refiere a la configuración tridimensional de los espacios
vacíos, íntimamente relacionada con la textura de la roca. Puede, por tanto,
considerarse una característica petrográfica más -con frecuencia la más
importante-, en cuyo análisis se utilizan básicamente criterios texturales.
En relación con las características de los espacios vacíos y su configuración
tridimensional, los materiales rocosos se agrupan en dos tipos o modelos:
medios porosos y medios fisurados. Dichos tipos se corresponden con los
dos modelos texturales previamente definidos: cristalinos y cementados.
- En los medios fisurados los espacios vacíos son planares (fisuras) y
sus valores de porosidad son bajos (alrededor de 1 %), con huecos
relativamente bien comunicados (Flg. 8).
- Los medios porosos presentan huecos más o menos equidimen-
sionales @oros)comunicados por otros de menor tamaRo (accesos o
conductos). Suelen presentar valores de porosidad elevados (en torno
al 20 %), con un grado de comunicación entre los poros más variable
(Fig. 9).
En la tabla 4 se recoge la clasificación de las rocas atendiendo a los crite-
rios texturales mencionados, y se incluyen las litologías más utilizadas en
construcción.

RP 8, a y b. Aspecio de los espaciw vacíos ffisu- Tabla 4. Clasificación textura1 de las rocas
ras) ~aractrvisticasde los medias fisurados ob-
servadas al micmscopio óptico de fluorescencia
y electrónicode barridorespectivamente. a) Már- Rocas Textura Granifos
mol de Macaei y b) í4ranito de W Escorial. Variedades
cristalinas cristalina
masivas
Granos minerales en Mármolas
contacto unos con otros
Medios
flsurados foliadas Pizarras

Rocas Textura
cementadas detrítica Matriz o cemento entre Areniscas, cal~zas,
Medios los granos minerales dolomias, conglom@rados
porosos

Los principales elementos del sistema poroso son el tamaño y la forma de


los poros o huecos, así como el grado de comunicación entre ellos. El
tamaño y la forma son características relacionadas entre sí, y difíciles de
estudiar dada la continuidad y el carácter tridimensional del sistema
poroso. En general, el tamaño muestra una extensa variación, mayor que
en los granos. En cuanto a la forma, pueden considerarse tres tipos
básicos: equidirnensionales, cilíndricos y planares. Las rocas flsuradas
presentan 'fisuras' planares, por lo general de pequeño tamaño ('microfi-
suras'). Por su parte las rocas porosas muestran mayor variedad de
formas: 'poros' m& o menos equidimenslonales y 'accesos o conductos
de ooro' de tendencia cilíndrica o oianar. El orado de comunicación ouede
Fia.9, a y b. Pispecto de los es~aeiosvados ca- deducirse de las caracteristicas anteriores, aunque en general se trata de
racterís<iooide los medios porosos observados
micmJcopio ele*nico de barrido. a) un concepto más complejo, que se determina mediante técnicas indirec-
de iiontoris, b) uolomla de Báiar. tas (por ej. poro-simetría de mercurio, ver apartado 1.3).
Otra característica petrográfica de gran interés es la distribución de los
esuacios vacíos; por ello debe analizarse su localización respecto a la
mineralogía, bordes de grano, matriz o cemento, etc.
Para la observación del sistema poroso se requiere el empleo de diversas
técnicas microscóuicas. aue suelen orooorcionar diferente información:
microscopia óptica de poiarización, de iluorescencia, láser confocal y
electrónica de barrido (ver apartado 1.3).

1.2.2 Mineralogía
La mayor parte de las rocas presentan un número reducido de especies
minerales. De esos minerales. es aún menor el número de los que aparecen
en porcentajes apreciables (superiores al 5%). Dichos minerales se denomi-
nan 'minerales petrográficos', es decir, formadores de rocas. Los más
abundantes son los siguientes:
- Cuarzo, feidespatos y micas. Son los minerales propios de las rocas
de naturaleza silícea (granitos, areniscas, pizarras).
- Calcita y dolomita. Son los minerales esenciales, y con frecuencia
exclusivos, de las rocas carbonatadas (mármoles, calizas y dolomías).
La composición mineral guarda una estrecha relación con la composición
química, aunque la primera presenta mayor interés que la segunda en la
caractedzación de las rocas. En este sentido, la presencia de determinados
minerales, a pesar de que su porcentaje sea muy pequeño (por ejemplo mine-
rales arcillosos, óxidos de hiem, yeso, sales salubles, etc.), puede resultar muy
significativa en cuanto al comportamiento mostmclo por ciertas rocas.
En general, una buena caracterización mineralógica debe incluir:
- Identificación de minerales presentes.
- Determinación del porcentaje en volumen de cada especie mineral en
la roca.
- Valoración del grado de alteración de los minerales, sobre todo de los
más abundantes.
Estos aspectos suelen estudiarse utilizando la microscopía óptica de
polarización y la difracción de rayos X (ver apartado 1.3).

1.23 Composición química


Unos pocos elementos químicos constituyen, de forma mayoritaria, las
rocas de la corteza terrestre ('elementos mayores'), son los siguientes: 0,
Si, Al, Fe, Ca, Mg, Na y K. Otro hecho a destacar es que las diferencias de
composición que pueden existir entre tipos rocosos muy alejados petrográ-
fica y genéticamente son, a veces, poco importantes rabla 3).
De acuerdo con la abundancia de los citados elementos, pueden estable-
cerse dos grandes grupos de rocas:
- Rocas silfceas. Formadas mayoritariamente por Si con porcentajes
menores, y en general variables, de Al, Fe, Ca, Mg, Na, K. Están
compuestas por sílice, junto a silicatos de muy diverso tipo. Dentro
de este grupo las piedras más conocidas son los granitos, las arenis-
cas y las pizarras.
- Rocas carbonatadas. Constituidas por C, Ca y a veces Mg, sin ningún
otro elemento en proporciones significativas. Están compuestas
.mavoritariamente
-,- -- oor carbonatos. Los reuresentantes más conocidos
de este grupo son' los m&moles, las caii;as y las dolomía~.
Esta división es muy significativa en el ámbito de los materiales da construcción
ya que, en general, las rocas de un mismo grupo, presentan comportamientos
más próximos que las de grupos diferentes. Cuando dichos materiales son
sometidos a procesos de tratamiento s o n el fin de mejorar su respuesta a un
determinado uso- es conveniente conocer la comoatibilidadv adecuación aue
&¡$e entre la naturaleza química de la piedra y la del de tratamiento.
La caracterización de los materiales rocosos no requiere en general análisis
químicos muy detallados. Excepcionalmente, puede presentar interés la
determinación de elementos menores y trazas en relación con problemas
específicos, como por ejemplo estudios relativos al color, a los procesos
de alteración de las piedras, o a su procedencia geológica (localización de
antiguas canteras).
En la tabla 5 se presentan los análisis de elementos mayores en distintos
tipos de rocas utilizadas en edificación.

Tabla 5. Composición química de rocas (%)

Rocas silíceas Rocas carbonatadas


Óxidos Granito Arenisca de Mármol de Caliza de Dolomía
mavores de Axeitos Villamavor Macael Hontoria de Boiíar
SIO, 77.79 83.00 0.10 0.37 1.12
Aleos 11.72 4.30 O 03 0.02 0.54
F~EO, I65 2.50 0.16 0.00 0.34
CaO 0.42 1.69 54.52 54.39 34.87
MgO 0.07 3.72 0.69 0.00 16.87
N%O 2.88 0.90 O O1 0.01 0.08

1.3 Técnicas de estudio


Muchas de las características de los materiales rocosos de edificación que
inciden en su comportamiento, se obtienen mediante técnicas de observa-
ción -microscopia- y procedmientos específicos oe análisis. Los compo-
rienlcs esenciales a anaii~arse recogen en a rabla 3 oel texto.
A continuación se relacionan. de fotma sucinta, alaunos de los roced di mi en tos
y técnicas instrumentales de obsetvación y cuantiicación más d l i d a s en la
caracterización de los citados componentes petrográficos. Previo a la utilización
de dichas técnicas, resulta muy conveniente realizar un primer examen de la
roca a simple vista y cori ayuda de a I ~ p acn
, especial sobro una s~perficie
plana v. a ser ~osible.oulida. Estc urocediniiento no debe en abs0l~iOsubesti-
marseva que'conduce a una primera valoración del materlalal; puede tenerse
una primera aproximación de aspectos tan importantes como la texnira y
espacios vacíos (macroporos y fisuras), granulometría, discontinuidades, estado
de alteración, mineralogía. m o r... Asímisrno p w e n valorarse aspectos tan
interesantes como: la con?oandad(detcctablea uartir oc ia facilidad con aue la
roca absorbe una gota de kgua depositada sobre su superficie), el grado de
coherencia (facilidad que presenta la roca a la disgregación de sus compo-
nentes bqo ligeras presiones), y el estado de alte&on (observar si guarda
relación con cambios de color, de compacidad o de coherencca).
Para la valoración de otras características como inhomogeneidady
an~sotropía,el procedimiento que resulta más adecuado es la medida de
ciertas propiedades físicas en un amplio número de probetas (véase 2.5
Propiedades dinámicas).
También macroscópicamente,y a partir del reconocimiento mineral, puede
tenerse bna primera idea sobre a composición q~ímicag obal de la roca: nie-
dianre ensavos sencillos weden desuehrse casos de d ~ d aAsí. . los carbonatos
pueden sePidentificadospor su efebhscencia con ácido clorhídrico diluido o
de modo más preciso mediante calcimetría, procedimiento que permite
determinar el porcentaje de CaCO, en una roca a partir del CO, desprendido
cuando es atacada por HCI (se realiza mediante el calcímetro de Bernard).

1.3.1 Técnicas de microscopía

El análisis detallado de la textura, sistema poroso. mineralogía y uniones


intergranulares de la roca requiere las técnicas de microscopía más adecua-
das en cada caso. Previamente debe tenerse uresente aue todas ellas
exigen una preparación específica de la muesira, la cual'habrá de realizarse
bajo la condición de no introducir 'artefactos' -efectos inducidos por la
manipulación- (que pueden ser moriológicos, como nuevas fisuras, salta-
c ones de grano, etc.; anal:ticos, como k~contam nación de Fe por parte oe
la rnachacauora: electrónicos e inforrnáticos. orocedentes dc las señales
que han permitido formar las imágenes en mi~roscopioselectrónicos, iáser-
confocal, etc).
A modo de recomendación práctica debe evitarse estudiar superftcies de roca
que hayan sido cortadas utilizando sierras con alta velocidad de grm (cente-
nares de rpm) y con discos gruesos (varios mm) de borde continuo o. peor,
discontinuo; la fisuración y saitaciones así introducidas enmascaran la rea!idad
preexistente en la roca. Se recomienda hacer el estudio a partir de superficies
de corte obtenidas mediante sierras de bqa deformación; en éstas se aplica un
esfuerzo muy bajo sobre la zona de corte y se utiliza un disco diamantado muy
delgado (inferior a 0.5 mm) que gira a menos de 100 rpm. Finalmente, se
desbasta la superfcie de roca así obtenida mediante un abrasivo fino (12 pm).
Entre las principales técnicas microscópicas utilizadas en el estudio de los
materiales rocosos están (Fig. 10):
- Microscopia óptrca de poiarizacrón con luz trasmitida (MOP): Tbcnica
petrográfica habitual que requiere lámina delgada de roca de 30 pm
de espesor sobre un soporte de vidrio ('porta-objetos'). Permite la
identificación de los minerales constituyentes, a partir de sus pro-
piedades ópticas, asi como del tipo de textura, componentes textura-
les (granos minerales, matriz, cemento, poros de ciertos tamaños) y
de sus características (tamaño, forma, distribución, etc.).
- Microscopía de ffuorescencia (MFJ: Las láminas delgadas de roca,
previamente impregnadas con fluoresceína, se examinan mediante luz
ultravioleta que provoca la excitación de fluorescencia de las zonas
impregnadas. Se forman así imágenes del sistema poroso y fisura1
comunicado de la roca.
- M~ci'oscopía electrónica de barrido (MEB): Pequeños fragmentos de
roca o una lámina delgada (sin 'cubre-objetos') deben ser metaliza-
dos con capa fina de Au-Pd o C, que haga conductora la superficie
de la roca. Su poder de resolución es superior a la microscopía óptica
por lo que permite observar, en detalle, aspectos morfológicos de
poros y fisura$ por debajo de 1 pm, partículas sólidas de contamina-
ción, etc.
- Microscopía láser confocai (MLCJ Esta novedosa técnica permite
reconstruir la tridimensionalidad del sistema microfisural de una roca
mediante secciones wirtuales* seriadas en el seno de la propia
lámina delgada de roca (Fig. 11). Dichos cortes virtuales -secciones
ópticas- son imágenes bidimensionales X-Y, obtenidas a diferente
profundidad, Z, en la lámina delgada (la cual ha sido preparada igual
que en microscopía de fluorescencia).
Fig. 11. Cuatro secciones vinvalss distanciadas
Como conclusión general práctica para la preparación de una muestra de enve si l p m obtenidasen el seno de una lámina
roca, destinada a la observación y cuantiflcación de sus componentes delgada de mca de 150pm, mediante micrasco-
pia Iáser-oonfocal. Correspondena la red micmfi-
petrográficos esenciales, se recomiendan los siguientes pasos: a) impregnar sural en un granito.

flg.lo. La apiicación de dnerentes micmscopías a la misma seoción delgada de roca permite la ópüma observación, y posterior cuantlficación, de los
prlndpaies componentes petrográficos de los materiales de ed~Rcan6n.
la roca con una fiuoresceína (Rodamina B); b) realizar láminas delgadas sin
'cubre-objetos'; c) observar y tomar imágenes mediante microscopías de
polarización y de fluorescencia; d) relacionar la información de ambas
microscopias para conocer la posición textura1 y mineralógica de la fisu-
ración; e) metalizar la superhcie de la lámina delgada con capa fina de Au-
Pd, o con C si se van a realizar mediciones analíticas; 9 observar y tomar
imágenes mediante microscopía electrónica de barrido (MEB); g) utilizar las
imágenes de minerales y de poros para determinar el volumen que ocupan
en la roca según las técnicas que más abajo se describen.
Como se ve, las muestras así preparadas tienen la ventaja de poder ser
Fig. 12. Plantilla estereológica de cruces para estudiadas mediante diversas técnicas microscópicas, de modo que se com-
evaiuación del porcentaje en valumen de -m-
ponentes petrngráficoa. plemente la información petrográfica que aporta cada una de ellas (Fig. 1O).

1.3.2 Técnicas de cuantificación


La cuantificación del volumen que ocupan los componentes minerales y los
poros en una roca puede realizarse de forma rigurosa, pero a la vez sencilla y
económica. mediante procedimientos estereológicos. Para ello se requieren
imágenes microscópicas de la roca en que tales componentes se identifiquen
claramente, ya que sobre estas imágenes se van a realizar las mediciones. En
la práctica se utilizarán imágenes obtenidas mediante microscopCa de pola-
rización para los minerales y mediante electrónica de barrido para los poros, así
como una plantilla estereológica adecuada para estos fines -de cruces para
evaluar volúmene+ (Fig. 12). En el caso de fisuras puede determinarse su
densidad y anisotropía midiendo el número de intersecciones de éstas respecto
a un recorrido de. por ejemplo, 10 mm en direcciones perpendiculares.
Ei procedimiento práctico consiste en superponer, al azar, la plantiila sobre
la imagen microscópica de la roca, Fig. 13, (el conjunto recibe el nombre de
'sección') y contar intersecciones (número de cruces en cada una de las
especies minerales o poros). Se realizarán diversas 'secciones', bien sea
utilizando otras imágenes de la roca o, menos recomendable, la misma
imagen pero con otra posición de la plantilla. El ejemplo y resultados
nurn6ricos de la tabla 6, se refiere al volumen mineral de un granito, forma-
do por cuarzo (Q), feldespato potásico (F), plagiociasa (P) y mica (M). Para
estimar el porcentaje en volumen de cada fase se divide el total de cruces,
que en cada 'sección' existen dentro de la citada fase, por el total de
cruces de la plantilla que caen sobre la imagen (zona de medición).
Tabla 6. Determinacióndel volumen mineral en un aranito
Sección PfQ1 Pln PlP) PfM) Plreii

La cuantificación ~ u e d e
realizarse. también. mediante otro ~rocedimlento

l
instrumental, el proceso digitai de imágenes, basado en el tratamiento
infonnático de imágenes microscópicas. Sus resultados son, asimismo, muy
flg. 13. Superposición de plantilla e imágen para Mntar imersecciones y evaluar volúmenes.

válidos e incluso permiten el cartografiado de los componentes petrográficos;


sin embargo, en oposición a los estereológicos, debe señalarse que requieren
costosos eqdipos 'nstrumeritales por lo que, en estas aplicaciories practicas,
Lncamerite
- .. enct~entrarii~slificacióncuando de forma reoetitva deba oroce-
sarse gran cantidad de datos. Otra aplicación del proceso de imágenes
permite la cartografía sobre alzados, de los diversos materiales de construc-
ción utilizados en un edificio, o la cartograffa de sus diferentes estados de
alteración. Entre las ventajas que aporta esta técnica merece citarse su
capacidad para valorar costes en un proyecto de restauración, facilidad de
manejo de estos alzados por arquitectos y restauradores, etc. (véase Cap. 4).

1.3.3 Técnicas instrumentales de análisis químico y mineral

Entre las técnicas más comúnmente empleadas se pueden citar6:


- Difracción de rayas X (DRX): Técnica multielemental para la identifica-
ción de fases cristalinas o para el análisis semicuantitativo (error de
medida del 5%) de sus porcentajes en la roca; la cantidad final de
muestra a analizar es muy poca, unos 0.5 g, pulverizada en mortero
de ágata hasta 50 pm.
- Fluorescencia de rayos X (FRX): Técnica ya clásica, muy habitual y
rápida para el anál~sisde elementos mayores y trazas en rocas;
requiere muy pequeña cantidad de muestra (inferior al gramo) y su
límite de detección es de ppm.
- Microsonda electrónica (ME): Técnica multielemental para análisis de
elementos químicos en el seno de un mineral visualizado mediante
microscopía electrónica de barrido: permite analizar muestras muy
pequeñas (rnicras), con un límite de detección de 10-100 ppm. De
gran interés en el análisis cuantitativo de elementos presentes en
rocas y minerales, sobre todo para elementos mayores y menores.
Permite realizar perfiles de variación de un elemento químico o
ecartografiar~su distribución cuantitativa en el seno de un mineral.
- Microanálisis por energía dispersiva de rayos X (EDX): El detector de
ravos-X se acopla a un microscopio electrónico de barrido, permi-
tiendo realizar mediciones análogas a la técnica anterior. Muy utilizada
para el análisis de material alterado coherente y partículas sólidas de
contaminación.
Otras técnicas como es~ectrometr,áde absorción atómica de llama (FAAS),
espectrometría de absorc~ónatómica en horno de gra%o (GFAAS), espec- e FERREm, M ~ n e n t ~ i c \ n v e s t i ~ ~ > n s o ~ ~ o r l < s
trometría de emis~ónpor plasma de inducción acoplado (ICP), espectrogra- ;he P , ~ ~ O ~ t ; ~ ~ f l ~ ; , " R , " ; ~ $ ; ~ ~ f ~ $ ~
fía de emisión (OES), cromatografia iónica (IC), especfrascopía de infrarrojos . . Rmna, 1993.
con transformada de Fourier (RIR), etc. son de ámbito más específico, por 7Jmwu. PG, HmcHISON, C h e m ; ~ M B ~ ~
lo que se consideran fuera de los objetivos de esta publicación. of~ock~&sis.Pergamon Press, 1981
2. P~opiedadesfísicas

Desde el punto de vista físico, los materiales rocosos presentan diferentes


propiedades, las cuales se expresan normalmente por medio de parámetros
que cuantifican determinados aspectos o comportamientos. Dichas propie-
dades físicas dependen de las características petrográficas previamente
analizadas, aunque dicha relación no siempre es fácil de determinar, dado el
elevado número de variables petrográficas involucradas.
Las propiedades físicas presentan notable interés como indicadores de la
calidad de las rocas, en la cuantificación de los cambios experimentados
como consecuencia de los procesos de deterioro y en la evaluación de su
durabilidad',2. Las citadas propiedades suelen agruparse bajo los siguientes
epígrafes3:

1) Propiedades que caracterizan el aspecto y la const~tuciónfísica de las


rocas ('propiedades físicas elementales'):
- Color.
- Densidad.

I - Porosidad: distribución porométrica.

2) Propiedades que caracferlzan el comportamiento de las rocas frente


al agua, relacionadas fundamentalmente con los procesos de capta-
ción, pérdida y circulación de agua por su interíor. Se agrupan bajo la
denominación de 'prop~edadeshídr~cas',y entre ellas se incluyen:
- Absorción y desorción de agua.
-Absorción de vapor de agua: Higroscopicidad.
- Succión capilar.
- Permeabilidad al vapor de agua.
- Expansión hídrica.

3) Propledades que caracterizan el compottamlento deformacional de


las rocas, cuando se ven sometidas a diferentes tipos de tensiones:
mecánicas, térmicas, dinámicas. Entre ellas se incluyen:
- Propiedades mednicas
- Dureza.
- Resistencia a la abrasión.
- Resistencia al choque.
- Resistencia: compresión, tracción y flexión. ' WINKLER, E.M. Stone, PfnwIiies, DurabIW in
Man* Ennmnment Spnnger-Vwiag,1973.
- Propiedades térmicas ESBERT, R M ; ORDAZ. J. MARCOS. R M ;
- Calor específico. VALDEDN, L Fmpredadesffsicas a cnnsrderaren el
detenoro de las rocas como rnaterlales de
- Conductividad térmica. ~ s f r u c c r 6 nRev de Inv Geoi, 1987 88, MI 44
45, Pp. 303-811.
- Expansión térmica.
~ L E M EsCaiStwmmdespo<qmr&ation
- Propiedades dinámicas des pisru' ef éveiluer l'sfficaafe des méthw'es de
fraitsment Maténaux et Construciions. Bull RlLEM
-Velocidad de propagación de ondas. i9@3,13(754, pp. 175-252
La determinación de las propiedades físicas debe hacerse mediante ensa-
yos normalizados. Entre los métodos y normas específicas más empleadas
en el campo de los materiales pétreos, cabe citar las RlLEM (Réunion
lnternationale des Laboratoires d'Essais de Matériaux), las NORMAL del
CNR-ICR (Centro Nationale della Ricerca-lstituto Centrale per il Restauro) y
las ISRM (Internationai Society for Rock Mechanics). Otras normas utilizadas
son las específicas de los distintos paises: ASTM (americanas), DIN (alema-
nas), BS (británicas) y UNE (españolas).
Para la determinación de algunas de estas propiedades se dispone de más
de una norma. En dicho caso debe escogerse la más adecuada dentro del
campo de aplicación y los objetivos propuestos. Otro aspecto a tener en
cuenta es que el obligado conocimiento y cumplimiento de las normas no
deba impedir realizar su lectura con espíritu crítico. En este sentido, junto
con los resultados de los ensayos deben indicarse las matizaciones de
procedimiento que se consideren convenientes y, si es el caso, proponer su
reforma de acuerdo con los cauces establecidos.
Como ya se ha indicado, los materiales rocosos ce caracterizan por su falta
de homogeneidad y la presencia de anisotropias, ambos hechos han de ser
tenidos en cuenta en la preparación del material para los ensayos. En caso
de presentar anisotropías, las muestras deberán orientarse respecto a ellas,
ya que algunas propiedades varían con la dirección. La falta de homogenei-
dad afecta al tamaño y número de muestras a ensayar.

2.1 Propiedadesfísicas elementales


2.1.1 Color

El color es una característica física de los materiales que presenta particular


interés en las piedras de edificación, haciéndolas más o menos apreciadas
e influyendo de manera decisiva en su valoración estética y económica. Así
pues, en la caracterización de los materiales rocosos es importante llevar a
cabo su determinación.
El color de las piedras, en especial el de las puestas en obra, puede variar
con el tiempo; esto es consecuencia de su exposición a la intemperie, en
particular de la acción del agua y de los contaminantes atmosféricos y de la
insolación. En este sentido d color puede ser utilizado como indicador del
nivel de alteración alcanzado por la piedra y, a veces, de la contaminación
del ambiente. Además, los tratamientos de conservaciDn aplicados a las
piedras pueden provocar cambios de color, por lo que la determinación de
sus diferencias es también de gran interés en la evaluaci6n de la idoneidad
de los productos y métodos de tratamiento.
El concepto de color es complejo, ya que depende de la percepción del
observador, de la fuente de iluminación, de las características del objeto y
del medio en el que las radiaciones luminosas pueden ser absorbidas,
filtradas, reflejadas, refractadas o interferir entre ellas. En este sentido, dos
factores a controlar en relación con la determinación del color de las piedras
naturales son los cambios de iluminación y de humedad a que pueden verse
sometidas. Otra característica que tiene influencia en el color es el acabado
superficial.
A su vez, el color en las rocas depende de sus características petrográficas,
es decir, de su composición, textura y estructura. En primer lugar influyen
los minerales presentes y, sobre todo, las sustancias colorantes que pueden
contener, aunque su proporción sea muy baja. Los pigmentos más frecuen-
tes son los óxidos de hierro, que dan colores rojos. El tamaño de grano
tiene mucha menos influencia en la percepción del color, tendiendo a
presentar las rocas de grano fino colores más homogéneos.
El color puede expresarse de diferentes formas, tabla 7:
- Cualitativa, a partir de su observación visual (amarillo, rojo, gris,
beige, etc.). Es una apreciación subjetiva.
- Sernicuantitativa, a partir de una clave alfanumérica establecida tras
su comparacron con patrones: 'cartas de colores'.
- Cuantitativa, mediante parámetros numéricos obtenidos con ayuda
de técnicas instrumentales (colonmetros y espectrofotómetros).
Las cartas de colores más utilizadas están basadas en el sistema Munseil.
En rocas se toma como referencia la 'Rock-Color Chatt', y también la de
suelos 'Mynsell Soil Color CharY4;ésta última contiene un muestrario de
colores rnás amplio. El sistema Munsell descompone el color en tres ele-
mentos o atributos que pueden representarse en el espacio mediante una
esfera ('sólido de color', Fic). 14):
- El tono o matiz ('hue'), corresponde a la tonalidad del color (rojo, azul,
verde, etc.), y está relacionado con la longitud de onda de la luz.
- La ciaridad o luminosidad('value'), oorresponde a la claridad del color
(de blanco a negro), y está relacionada con la Intensidad luminosa y la
refiectanciade la luz. 1.
- El crorna, pureza o saturación ('chfoma'), corresponde al grado de
vlveza o intensidad del color (variando desde colores vivos a rnás
apagados, hasta grises acromátioos).
En los colorímetros el color se expresa a partir de las cantidades que
contiene de tres colores o estímulos primarios (tojo, verde y azu) y por su
luminosidad dentro de una escala relativa que va del negro al blanco. Los
resultados obtenidos se expresan mediante distintos parámetros, que
pueden representarse en distintos diagramas, siendo el más conocido el
L*a*b*. En dicho diagrama el cromatismo es uniforme, -es decir, permiten
detectar diferencias de color con la misma sensibilidad en toda la gama de
tonos-, y los parámetros colorimétricos se expresan mediante un código
numérico (Fig. 15):
1 - L* mide la claridad, igual que en el sistema Munsell, tomando valores
en este caso entre O (negro) y +lo0 (blanco).
- a* v &* están relacionados conluntamente con el tono y el crorna, y
pueden considerarse como los dos ejes principales del color, ortogo-

En los espectrofotórnetros el color se expresa en tdrminos de la reflectancia


-cantidad de luz reflejada respecto a la cantidad de luz incidente- que
presenta cada componente espectral de la luz, es decir, cada longitud de
onda. Los resultados se presentan mediante las curvas longitud de onda
frente a la reflectancia.
En la tabla 7 se indican los colores de algunas rocas utilizadas en edifica-
ción, establecidos segUn los criterios mencionados anteriormente.
-a' +a*
Tabla 7. Color de rocas ornamentales w e roio

Cualitativo Munseil Escala Cab'


Hue V/Ch C a' b'

Granito de Axeitos Gris 9YR 612 62,6 3,5 13.2


Mármol de Macael Blanco 3G 7/D 72,O -0,7 04
Arenisca de Montjuic Gris IOYR 7/2 68,l 2,6 12,9
-
u-*
Arenisca devillarnavor Beiae 0.2Y 7/3 63.3 2.6 18.9 +b'

Gaklza de Piedramuelle Amarilla IOYR U3 79'0 3,2 18,Q


Caliza de Hontoria Blanco O.iY Q/1 90.6 12 9,l
Dolomía de Boliar Becge IOYR 7/2 73,6 2.6 13,5

2.1 2 Densidad
-a,-
- I
La densidad de un matenal (p) se define como 'la masa (M) por unidad de
volumen o', expresada normalmente en kg/m3:

En los materiales porosos suelen determinarse dos tipos de densidad: FQ. i5. sbiema L-E?+~* a) Esquema del
de GOIO~.
'densidad de los aranos minerales' v 'densidad de la roca seca'. 1. Provección
=ÓIMO de color. 6 - sobre el lan no
eo"atOai.
La densidad de los granos minerales @$,conocida también como densidad
de la fmccón sólida, densidadred o densidad verdadera, se define como 'la
masa de material seco por unidad de volumen de la parte sólida', es decir, el
volumen excluidos sus espacios vacíos. Su valor p u d e obtenerse expenmen- r M~NSELLCOLOR Munseli son ~ o l w%&S
talmente mediante el método clásico del picnámetro o el picnórnetro de helio. Mimore, Marviand. 1977.
La densrdad de la roca seca (pd),conocida también como densrdad de la
roca en bloque, densidad aparente o peso del volumen, se define como 'la
masa del material seco por unidad de volumen total', es decir el volumen
incluyendo su parte sólida y todos sus espacios vacíos. Un método clásico
muy adecuado para este tipo de materiales es el método de la pesada
hidrostática, basado en el principio de Arquímedes.
Normalmente, los distintos minerales que forman los materiales pétreos
presentan diferencias de densidad pequeñas, por lo que la densidad de la
roca depende fundamentalmente de la porostdad que posean (Tabla 8).

2.1.3 Porosidad: distribución porométrica

La porosidad (n) se define como 'el volumen ocupado por los espacios
vacíos (Vv) por unidad de volumen de roca o',
expresado en porcentaje:

Se trata sin duda del parámetro más significativo de las piedras de edifica-
ción, por su influencia en las restantes propiedades flsicas, en la reactividad
química y, en última instancia, en la durabilidad y calidad del material
Pueden distinguirse dos tipos principales: 'porosidad total' y 'porosidad
abierta'.
La porosidad total se define como 'el volumen de vacíos por unidad de
volumen de roca'. Deben contabilizarse en este caso todos los espacios
vacíos presentes en la roca: comunicados o no. Su valor se calcula a partir
de la determinación de ambas densidades (de los granos minerales y de la
roca seca), ya que no puede obtenerse experimentalmente de forma más
. directa, al induir espacios vacíos no comunicados oon el exterior.
La porosidad abierta, también conocida como porosidad acces~bleo
comuhrcada, se define de la misma forma: 'volumen de poros comunicados
, entre sí y con el exterior (accesibles al agua normalmente) por unidad de
: volumen de roca'. Se determina mediante técnicas experimentales, basadas
en la introducción de un fluido en los poros y la cuantificación de su volu-
men. El procedimiento más común es el método hidrostático ya mencionado.
"
La porosidad abierta tiene gran interés en las piedras de edificación, ya que
condiciona su capacidad para el almacenamiento y la circulación de fluidos.
Sus valores en las rocas son muy variables. Así, las cristalinas se caractermn
por sus bajos valores, alrededor del 1 %, mientras que las detríticas o cernen-
tadas presentan valores mucho más altos, alrededor del 20% (Tabla 8).

Tabla 8. Densidad Y porosidad de ~iedrasde edificación

Densidad de la roca Porosidad abierta


seca (kg/m3) (%)
Granito de Axeitos 2,585 2
M h o i de Macael 2,720 03
Arenisca de Folgueroles 2,460 7
Arenisca de MonQuic 1,845 24
Arenisca de Villamayor 1,760 33
Caliza de Sant Vicenq 2,680 0.5
Caliza del Páramo 2,445 9
Caliza de Hontoria 2,140 26
Dolomía de Boñar 2,435 14
Dolomía de Vinaixa 2,350 15

Ademds de la porosidad abierta, es conocido el interés que tienen las carac-


terísticas de los poros, en cuanto al comportamiento de los materiales
pétreos frente a la akeración. En las rocas, los espacios vacíos se disponen
tndimensionaimmte dando lugar a sistemas porosos complejos, donde su
cantidad, tamalio, forma y grado de conexión no son elementos independien-
tes. El tamaño es uno de los valores más importantes, ya que está relaciona-
do con la dlipacidad de almacenar fluidos y la facilidad para que circulen por
las rocas, lo cual es causa fundamental de su detenoro. Respecto al tamaño
es importante considerar no sólo sus valores medios sino también su rango
de distrkbución. Esto suele expresarse mediante curvas de distribución o
histogramas de variación del volumen de poros en función de su tamaño.
El método más sencillo para la obtención de dichas curvas o histogramas
es mediante técnicas de porosimetría por inyeccid.n de mercurio. El ensayo
se basa en introducir mercurio bajo presión en el sistema poroso -de forma
que vaya ocupando ordenadamente los distintos tipos de poro- y determi-
nar de forma simultánea el volumen de poros ocupados. A partir de la
relación existente entre la presión de inyección y el tamaño de los poros, la
cantidad de rnercurio introducido en la roca a distintas presiones permite
construir las curvas de distribución porométrica5.
Ei rango de tamaños explorado es relativamente amplio, desde 600 a 0.0035 pm.
De acuerdo con las característicasdel ensayo se diferencian los poros compren-
didos entre 600 y 7 5 pm, (macropom3ad) y los poros entre 7.5 y 0.0035 pm
(mlcropososidad). A partir de dos inyecciones consecutivas puede realizarse un
estudio más completo del sistema poroso, ya que dentro del volumen de poros
accesibles al mercurio puede distinguirse una parte en la que el mercurio es
retenido de forma irreversible después de la @mera inyección, cononda como
porosidadampada, y complementariamente se tiene la porosidad llbre o crCcu-
lante. Dicho ensayo tarnbien permite conocer la supefice especIt7ca Debe
tenerse en cuenta que mediante esta técnica se analizan poros accesibles al
mercurio, y que el tamaño determinado es el de los conductos por los que se
accede desde el extenor a los poros (accesos de poro) rabia 9).
En los materiales pétreos sometidos a procesos de alteractón o a tratamiento
con productos de conservación, cobran gran interés estas curvas de distnbu-
ción, sobre todo cuando se contemplan en términos relativos. Concretamente
interesa conocer las variaciones que los procesos de alteración o los trata-
mientos introducen en el sistema poroso de la piedras (Fig. 16).

Tabla 9. Partímetros del sistema poroso obtenidos mediante porosimetría de


mercurio

Porosidad Macro- Micro- Poros~dad Radio Sup


accesible porosidad porosidad atrapada de acceso espe-
al Hg (%) (%) (46) de poro cífica
f%l luml ImZ/al

Arenisca de Montjuic 17 11 6 11 12,75 0,30


Arenisca de Villamayor 28 13 15 21 7,5 6,06 Fig. 16. Distribuciándel volumen p o m o accesi-
Caliza de Hontoria 23 2,3 20,7 11,5 225 027 ble al mercurio, enhincián del tamaño de acceso
de pom en diversas rocas sedimentarlas.
Dolomía de BoRar 13 0 13 11 0.11 2,04
Dolomía de Lasora 33 O 33 13 018 435

2.2 Propiedades hídricas


Las propiedades hídricas son propiedades físicas que caracterizan el
comportamiento de las rocas frente al agua. Su determinación y estudio
ayuda a interpretar:
- Los procesos y mecanismos de alterac~dn.El agua es el agente de
alteración por excelencia, interviene en el desencadenamiento y
desarrollo de casi todos los procesos de deterioro, tanto químicos
como físico-químicos y biológicos.
- La durabll~dad.La resistencia de un material rocoso a alterarse a
corto plazo depende, en muchos casos, de su resrstencia a la acción WLONSO, F.J.; ESBERT, R.M. y ORDAZ, J.
del agua en sus diversas fases (líquida, vapor, hielo...) Caracterización del sictema poroso de caliza y
dolomias. EbiBoletin Geológico y Minero, 1987 V., 98,
- El compoctamiento mecánico. Los valores de resistencia mecánica y pp. 226-237.
las propiedades elásticas de los materiales pétreos dependen, en BALONSO,F.J.; ESBERT, R.M. y ORDAZ, J.
Comportamiento hMncO de calizas y dolomias.
gran medida, del contenido en agua. Boleiín Geoldgiro y Minem, 1987 V.. 98. PP.555-
576.
La respuesta de los materiales rocosos frente al agua está estrechamente
relacionada con su petrografia. Variaciones significativas en la composición 'VALDISON, L.; ESBERT, R.M:y GROSSI, C.M.
HyMc pmpefiies ofsome spmish buoding mnes:
mineralógica y textural de una roca implican variaciones en sus característi- apet~ophysi'calalhferweta~n. Materials lssues i n M
cas hídncas6. Esto es debido, esencialmente, a que los cambios compo- and Archawlcgy 111. 1993, pp. 911-916.
sicionales y texturales implican modiicaciones en las características del
sistema poroso y por tanto, el comportamiento hidrico será diferente7.
Las aplicaciones del estudio del comportamiento hídrico en el campo de la
diagnosis y alteración de los materiales pétreos son muy variadas. Así, se I
emplea sistemáticamente para valorar el grado de deterioro en piedras
monumentales, o para evaluar su alterabilidad potencial.
La valoración del comportamiento hídrico se realiza en ocasiones a través del
estudio exhaustivo de una sola propiedad, como por ejemplo la higroscopía,
la capilaridad o la absorción de agua por diversos métodos; aunque lo más
usual es el control y evaluación de varias propiedades simultáneamente.
En obras de restauración, cuando se plantea la sustitución de bloques muy
deteriorados por otros nuevos, es útil tener en cuenta no sólo ctíterios estétcos,
sino similitudes en el comportamiento hídrico, con d fin de no provocar migracio-
nes diferenciales de humedad que perjudiquen a otras zonas de la edificación.
Asimismo, está muy extendido el uso de las propiedades hídricas cuando se
evalúa la idoneidad de tratamientos consolidantes y/o protectores sobre
materiales rocosos.
Resulta muy útil comparar, a través del estudio de las propiedades hídricas, la
capacidad sortiva de los rnatenales antes y desp& de la aplicación de los
tratamientos. En concreto, la mayor o menor efecüvidad de los productos
hidrofugantes puede evaluarse con rapidez si se controla la capllandad de las
rocas tratadas, o su permeabilidad al vapor de agua. En ocasiones, la aplicacih
de un producto consolidante puede hacer diminuir el tamaño de los poros de
una piedra de tal forma que, la altura alcanzada por el agua en ascensión capilar
aumente, al depender ésta, entre otros factores, del tamaño de los capilares.
1
Cuando se impregnan materiales con determinados productos de tratamiento,
los cambios en la transmisión de vapor de agua han de ser estudiados deteni-
damente, Muchos de estos productos se aplican previamente disueltos utilizan-
do disolventes de distinta naturaleza química o vanando su concentración. Se
ha comprobado, por ejemplo, que pequetias variaciones en la concentración
de algunas sina as implican grandes variaciones en la permeabilidad al vapor
de agua. Utilizando adecuadamente dichos disolventes, puede disminuirse la
permeabilidad en la superficie externa sin llegar a obstruir completamente los
poros, lo cual sería perjudicial e incrementaría más aún la alteración
En cuanto a los tratamientos de limpieza basados en el agua, el conoci-
miento de las propiedades hídricas de las piedras resulta imprescindible,
puesto que condicionan el método, el tiempo y la cantidad de agua que
puede suministrarse a la piedra sin generar efectos nocivos.

2.2.1 Ensayos y parámetros


l
Existen diversos ensayos y parámetros relacionados con el comportamiento
de las rocas frente al agua, ya sea en forma Iíquida o en forma de vapor. En la
mayoria de los casos se trata de observar ta evolución y medir el contenido
en humedad en las muestras rocosas, independientemente de que proceda I
de agua líquida o vapor, para diferentes condiciones ambientales. En la tabla 1
10 se indican las propiedades hldricas más significativas: los ensayos y los
parámetros más habituales para la cuantificación de dichas propiedades.

Tabla 10. Proniedades hldricas


1
l

Parámetms obtenidos
Absorción libre de agua: irnbibici6n Contenido en agua, W
Absmión de agua d vaclo: saturación Contenido en agua en saturación, Ws
Deserción de agua. evaporación Contenido en agua en desorclón, We
Absorción de vapor de agua. higmscopiadad Contenido en agua higroscópica. Wh
Absorción de agua por succdn capilar. Coeficientede penetracion capilar, A
capilaridad Coeficiente de cap~landad,C
Permeabilidadal vapor de agua. difuswidad CwSaente de ~ ~ i ~al vapor d ade agua,
d K,
Expans16nhídriw hinchamiento Coefic~ente de expansdn lineal, E ,
BHAMMECE% C.,S B E R I ; R.M. y JEANNfTiE,
D G@mefv m d f i c a f h s of P O ~ nehork
U ~ h En muchos ensayos suelen representarse los sucesivos datos obtenidos en
&ate mks by efhyl cilicab freatment 7th Int
cans Det&RomnonandConsemofStons. función del tiempo, lo que ilustra sobre la cinética de captación y pérdida de
usboa, 19~72,vol 1, pp $053 1062 agua por parte de las piedras.
Para la medición de todos estos parámetros se utilizan las normas o reco-
mendaciones propuestas por distintos organismos e instituciones, citadas en
la introducción del capítulo. En la práctica es preciso indicar, en cada caso,
junto al valor obtenido en el ensayo, la norma o recomendación utilizada.

2.2.2 Absorción y desorción de agua

Los materiales rocosos, debido a la presencia de espacios vacíos o de


minerales higroscópicos, son capaces de captar agua por diversos meca-
nismos. Cuando las condiciones ambientales cambian, en el sentido de
facilitar la evaporación, el agua que se encuentra en el interior de la roca
tiende a salir al exterior (desorción o evaporación). Fig. 17. Curvas de desorci6n de agua. 1. Dolomia
Los parámetros más habitualmente utilizados para cuantificar la absorción de de Boñar. 2. Arenisca da Lleida, 3. Dolamia de Vi-
naixa. 4. Caliza de Sevilla. 5.Arenisca devillama-
agua son el contenido en agua W, obtenido a partir de la absorción libre por
inmersión de la piedra en aguag; y el contenido en agua en saturación Ws,
obtenido con el mismo tipo de ensayo pero bajo vacío. La diferencia de los
valores obtenidos en uno u otro ensayo está directamente relacionada con la
tortuosidad del sistema poroso del material. A medida que aumenta la facilidad
de comunicación entre los poros, disminuye la diferencia entre los valores de
ambos parámetros. Así pues, indirectamente, la comparación de ambos
valores puede servir para conocer el grado de conectividad entre los poros.
En general puede decirse que, cuanto más bajos sean los coeficientes que
caracterizan la absorción, menor será la influencia negativa del agua en la
piedra y, en consecuencia, cabrá esperar mejores resultados referidos a su
durabilidad.
o Y , - - - d
De otro lado, la desorción de agua que tiene lugar por evaporación durante 29 a óO &" IUJ
n a p " poroi,
la fase de secado de la piedra es, asimismo, significativa desde el punto de
vista de la durabilidad del material lo. Esto es así dado que una desorción Fig. 18. Curvas deabsoni6n libre de agua. 1. Do-
lomía de Boñar, 2. Arenisca de Lleida, 3. Dolomía
fácil y rápida del agua contenida es conveniente para asegurar la libre de Wnaixa, 4. Caliza de Sevilla, 5. Arenisca de Vi-
transferencia de la misma hacia el exterior de la piedra, evitando con ello la Ilamayor.
prolongada retención de humedad en el interior del material, lo que favorece
los procesos físico-químicos de alteración.
La tabla 11 muestra ejemplos de coeficientes de absorción de agua de
algunas piedras utilizadas en edificación, y en las figs. 17 y 18 se presenta
la cinética de los procesos de absorción y desorción de agua.

Tabla 11. Absorción de agua de rocas utilizadas en edificación

Contenido en agua Coeficiente


W (%) Ws (%) Wh (%) C (kg/rn2h05)
Granito de Axeitos 0,6 0,77 0,16
Arenisca de Villamayor 14,O 17,2 3,52 14,O
Caliza de Piedramuelle 7,2 8,s 2,O
Caliza del Páramo 3,5 4,O 0,9 0,38
Caliza de Sevilla 7,7 14,O 0,27 26,l
Dnlnrnia de Boñar 2.5 4.2 0.57 0.15

2.2.3 Absorción de vapor de agua: higmscopicidad

Las rocas en contacto con un ambiente húmedo tienden a ponerse en


equilibrio con él, absorbiendo vapor de agua, que pierden cuando aumenta
la evaporación debido a cambios en las condiciones ambientales. Este
fenómeno es conocido como 'higroscopicidad'. El comportamiento
higroscópico de las rocas depende de varios factores, entre los que cabría
citar la humedad ambiental, la presencia de determinados minerales o de
sales en las rocas y la configuración del sistema poroso.
En general, a mayor humedad relativa, mayor humedad higroscópica en el
interior de las piedras. La transferencia de vapor de agua depende de las
diferencias de presión de vapor entre la piedra y el ambiente. En rocas con
conductos capilares muy pequeños el vapor de agua puede condensarse en a NORMAL 7/81 Assorbimenfo d'acqua per
immersione lotale. Capacfiádi imbibirione. CNR-ICR
su interior aunque las presiones de vapor estén lejanas a las de saturación. (Rama), 1981.
Este fenómeno será tanto más acusado cuanto menor sea el tamaño de los
cariilares.
;;Ti
a
P
dB '"
",
l ~ o

im
r
Otro parámetro determinante de la capacidad higroscópica es la superficie
específica de la roca, ya que aumenta en razón inversa al tamaño de sus
poros. En rocas con valores próximos de porosidad, aunque con distintos
tamaños de poros, aquéllas que tienen poros menores presentan mayor
capacidad higroscópica y absorben vapor de agua, tnciuso con hurnedades
relativas bajas.
Finalmente recordar que algunos minerales presentes en las rocas son
higroscópicos, como es el caso de determinadas arcillas o de ciertas
sales. Pueden distinguirse dos grupos de arcillas: de elevada capacidad
aaao m m higroscópica (montrnorillonita, sepiolita, paligorskita) y de menor capaci-
"-P e-1 dad higroscópica (caolinita, clorita e illita). En cuanto a las sales, las de
Fig. 19. Curvas deabsorcidn devapor de agua. 1.
P ,calirade C ~ V I I ~ ~ 3
Dolomia de B O ~ ~ 2 .. origen primario que presentan las rocas suelen ser cuantitativamente poco
oa de Vüiamayor. importantes: sin embargo, en las piedras utilizadas en edificación, suelen
encontrarse abundantes sales solubles de origen secundario altamente
higroscópicas (epsomita, thenardita, etc.).
El parámetro utilizado para medir la capacidad higroscópica de las rocas es

di
%o
el contenido en agua higroscópica Wh. La tabla 11 y la fig. 19, muestran el
comportamiento higroscópico de algunas rocas carbonatadas.

A 2.2.4 Absorción de agua por succión capilar: capilaridad

:LLJ
El movimiento vertical del agua a través de un material rocoso (ascensión
capilar) se fundamenta en la presión de succión. Un material poroso,
puesto en contacto con una película de agua, es capaz de succionar agua
- con una presión que es inversamente proporcional al tamafío de los
o l l t l
r-~.(-=l .
8 M X S
capilares. La altura alcanzada será tanto mayor cuanto menor sea el
Fi~~20~Curvasdesuocioncapdac de
Boher, 2. Arenisca de Usida. 3. Dolomla de N- diámetro de los conductos entre los poros y dependerá, en primera
n s ~ x a , ~ ~ b a d e ~ e v i i i a . ~ . ~ r e n i s o a d e ~ i iinstancia
iama- y para una evaporación dada, del rango de distribución de
YOI.
tamaños de los poros. Asi pues, las piedras con mayor proporción de
microporos serán las que, en general. exhibirán mayores alturas o coefi-
cientes de penetración capilar.
La cantidad de agua absorbida por succión capilar está en relación
directa con la porosidad abierta y su valor suele expresarse mediante el
coeficiente de capilaridad C l l . Este se define como la masa de agua
absorbida por unidad de superficie, en relación con el tiempo. Su expre-
sión matemática es:
C. coeñciente de capilaridad
AM
M. hicrernento de masa C=
S: superficie
tm p o
,/t s.

Además del coeficiente de capilaridad C, suele determinarse en el mismo


ensayo, el de penetran& cap11arA, que cuantifica la altura alcanzada por el
agua succionada. Su expresión matemática es:
A caefimante de penetmcr capilar
H altum alcamada por el agua
t. tlempo

Los fendmenos de succión capilar son particularmente manifiestos en las


piedras situadas en el basamento de los edificios, dado que la humedad del
terreno (suelo) se traspasa a los rnatenales más próximos, ocasionando
vatieciones sensibles en su contenido en agua y favoreciendo, consiguiente-
mente, la progresiva degradación y el debilitamiento de sus propiedades
fís~co-mecánicas.
En la tabla 11 se recogen los coeficientes de succión capilar de algunas
rocas de edificación, mostrando la fig. 20 la cinética de succión de los
citados matenales.

2.2.5 Difusividad: permeabilidad al vapor de agua


La difusividad, o permeabilidad al vapor de agua, mide la cantidad de
vapor de agua que es capaz de atravesar un material rocoso cuando se
" NORMAL 11/85 Assorbimento d'acqua per
capi,antg, Coeffic,ente assob,menta cap,llare, establece un gradiente de presión entre dos superficies paralelas del
CNR-ICR (Roma),1985 mismo.
Es una propiedad estrechamente relacionada con las condiciones ambien-
tales que Zondicionan el gradiente de presión pm el que se produce el
flujo de vapor. También influyen la porosidad y, más concretamente, el tipo
de conectividad de los espacios vacíos.
El ensayo establecido para su determinación ' 2 , define el coeficiente de
permeabilrdad Kv, que se expresa de la siguiente forma:
Kw coeficiente de permeabilidadal vapor de agua
O caudal, expresada como inamento (negativo)
de masa, por unidad de tiempo.
AP, gradiente de presión parcid de vapor de agua
entre las dos mras de la pmbeta
S suparfiuede la muestraexpuesta al vapor
L espesor de la m w i m
La medida del coeficiente de permeabilidad es extremadamente importan-
te en los materiales pétreos tratados con productos de conservación
(consolidantes y10 hidrofugantes). El grado de idoneidad de dichos pro-
ductos está estrechamente relacionado con las variaciones de la permea-
bilidad al vapor inducidas por los productos de tratamiento.
En la tabla 12 se recogen algunos valores de permeabilidad al vapor de
agua en muestras de rocas utilizadas en edificac~ón.

Tabla 12. Permeabilidad al vaaor de agua de rocas utilizadas en edificación

Coeficiente
Kv (g / me.24h)
Granito de Axeitos
Mármol de Macael
Arenisca de Montjuic
Caliza de Piedramuelle
Caliza de Hontoria
Dolomia de Boñar
Dobrnía de Lasara

2.2.6 Expansión hidrica: hinchamiento

Algunos materiales rocosos acostumbran a expandirse cuando absorben


humedad y a contraerse cuando se secan. El hinchamiento o expansión
resultante es muy variable, de acuerdo con las características mineralógicas
y texturales del material. El coeficiente de hinchamiento lineal E,, se define
como la relación entre el Incremento de longitud de la muestra (Al), en una
dirección determrnada, y la longitud inicial.

En muchos casos los valores del hinchamiento Con irrelevantes y apenas


contribuyen a ocasionar daños físicos al material. Pero en otros, las ..-
sucesivas alternancias de expansiónlretracción motivadas por las conti-
nuas oscilaciones del contenido en agua de las piedras pueden alcanzar
Y: firip@"m.)
%Y
6rz

valores suficientes como para generar tensiones internas que, a su vez, Fia. 21. Curvar de expansián hídrica (hinchamien-
originen flsuraciones importantes en la piedra, con el riesgo evidente de to), seaún ires üiiccjones perpendkuiares en-
he si'S.
ulteriores y graves desperfectos. Este es el caso, por eiemplo de deter-
minadas rocas (pizarras y areniscas principalmente) que suelen contener
minerales arcillosos expansivos (p. ej. esmectitas), los cuales muestran
altos valores de expansión cuando entran en contacto con el agua. Este
tipo de materiales deben contemplarse, de entrada, con muchas precau-
'2NORMAL 21/86 ~emeabil~á al vapw d'acqua,
ciones dada su elevada susceptibilidad a la degradación de sus cualida- CNR-ICR (Roma).I&I85
des físicas por esta via de alteración. "VALOEbN, L Comportamienfo hrdn~ode
dohmias, oalbas y m l s c a s de la6 i6edmles da
En la tabla 13 se recogen los vatores de expansibn hídrica de algunas León. Sevilla y Salamanca. Apiioab~lidada la
rocas utilizadas en edificación, mostrando la fig. 21 las curvas de expan- consswación de rocas monumentales. Tesis
sión de la arenisca de Vinamayor (Salamanca). Doctoral,Arsa de Peimlogla y Geoquímlca,Unw de
Ovi&o. 1989.

1l
Tabla 13. Hinchamiento lineal de algunos materiales rocosos
Coeficiente
~ ~ ~ 1 0 ~

Ec, Es2 es3

Pizarra de Lugo 14,O 6,O 2,o


Pizarra de Luarca 3,4 1,5 1,4
Arenisca de Cervelló - 5,O -
Arenisca de Villamayor 23 6,7 1,4
Granito de Axeitos (alterado) 0,34 0.23 0,04
Granito de Valrnayor (muy alterado) - O,7 -

2.3 Propiedades mecánicas

Las propiedades mecánicas se refieren al comportamiento de los mate-


riales pétreos bajo esfuerzos mecánicos de diferentes tipos (compresión,
tracción, cizalla). A partir de un determinado nivel de tensiones, las
piedras de los edificios pueden sufrir daños físicos irreversibles (p. ej.
fisuración) que contribuyan a la degradación del material, así como a
inestabilidades estructurales.
El estudio de las propiedades mecánicas constituye, por tanto, un
aspecto básico en la caracterización petrofísica de la piedra como
material de construcción. Entre las propiedades mecánicas mas común-
mente empleadas en este campo están: la dureza; las resistencias a la
abrasión y al choque; y las resistencias a la compresión, a la tracción y a
la flexión.

2.3.1 Dureza

Es la resistencia que oponen las rocas a ser rayadas o penetradas por


determinados cuerpos, es decir a adquirir una deformación permanente.
La dureza de una roca es resultado de la dureza de sus componentes
minerales y del grado de cohes~ónentre ellos; y está directamente relacio-
nada con la densidad, la resistencia a la compresión y la elasticidad del
material. Las medidas cuantitativas de dureza dependen del tipo de
ensayo empleado.
Tradicionalmente la dureza de los minerales se determina de acuerdo con
escalas comparativas, de acuerdo con el rayado de unos minerales por
otros. La escala clásica es la de Mohs, que va del 1 (talco) al 10 (diaman-
te). También se utilizan otras escalas (Bierbaum, Técnica). Este tipo de
estimaciones sólo son recomendables en el caso de rocas monomineráii-
cas. Normalmente se utilizan otros procedimientos o ensayos para medir
la dureza de rocas, como los llamados de 'penetración' (indentación) y los
de 'rebote' (dinámicos).
La dureza a la penetración se mide con indentadores normalizados (esfe-
ras, conos o dientes piramidales), y se expresa como la fuerza aplicada
por unidad de superficie producida (kp/mm2). Los ensayos de este tipo
más utilizados en rocas y minerales son los de Knoop y Vickers. Entre los
procedimientos de rebote está el escleroscopio (p. ej. Shore); instrumento
que determina la dureza en función de la altura del rebote de una esfera
elástica sobre el material. El 'martillo' Schmldt, con el mismo fundamento,
es otro de los aparatos utilizados corrientemente para medir la dureza en
materiales de edificación (especialmente hormigones).
El término microdureza se aplica a la dureza de pequeñas porciones de
mineral o roca. lnstrumentaimentesuelen utilizarse microdurómetros, que
miden las dimensiones de la huella microscópica producida por un pequeño
punzón de diamante de forma piramidal y base cuadrada. Por lo que a las
piedras se refiere, las cementadas suelen mostrar valores de dureza inferio-
res a las cristalinas; y dentro de éstas, las más duras son los granitos y las
menos los mármoles. Así, p. ej., los valores de microdureza Knoop para
mármoles y calizas oscilan entre los 120 y 180 kg/mm2; mientras que las
rocas graníticas muestran valores más altos (de 300 a 600 kglmm?.
23.2 Resistencia
*
a la abrasión

También denominado ensayo de desgaste por rozamiento, se refiere a la


resistencia que presenta una roca al desgaste producido por frotamiento
con un material abrasivo, contacto con metales o contacto entre rocas.
(Normas UNE para rocas ornamentales: granitos, 22.173; mármoles y
calizas, 22.183; pizarras, 22.1 92) j4. Este ensayo es apropiado para
evaluar la calidad de un material rocoso para su uso en pavlmentación y
solado.
El desgaste está estrechamente relacionado con la dureza de la roca
y es Independiente de su resistencia a la compreslón. Por lo general,
las rocas carbonatadas se desgastan más que las silíceas. (Granitos,
de 1,5 a 5,5 mm; calizas, de 4 a 15 rnm). Las areniscas sueien mostrar
valores muy variables, dependiendo de su mineralogía y cemento
(de 1 a 35 mm).

2.3.3 Resistencia al choque

La resistencia al choque o al impacto puede contemplarse como una


estimación de la mayor o menor tenacidad de la roca. El ensayo consiste
en dejar caer un peso conocido desde una altura determinada sobre una
probeta. (Normas UNE para rocas ornamentales: granito, 22.179; márrno-
les y calizas, 22.189; pizarras, 22.196)'4. El valor de la este tipo de
resistencia se mide por el número de golpes que resiste la probeta hasta
la rotura, o por la altura a que se produce la misma.
La resistencia al choque depende básicamente de la cohesión de los
elementos constitutivos de la roca y de su elasticidad. En general las
rocas 'duras' suelen ser más quebradizas o agrias que las denominadas
'blandas'. (P. ej.: granitos, de 50 a 90 cm; calizas, de 20 a 50 cm; arenls-
cas, de 25 a 75 cm).

2.3.4 Resistencia a la compresión

Por resistencia mecánica de una roca se entiende, generalmente, el


esfuerzo a que ésta rompe o su capacidad para aguantar esfuerzos sin
romperse. Así pues, la resistencia a la compreslón de un material se
expresa como la relación entre la carga máxima registrada antes de la
fractura macroscópica de la probeta (F) y la superficie sobre la que se
aplica dicha carga (A):

Habitualmente R, se expresa en rnegapascales (MPa) o MN/m2.


El ensayo más generalizado y útil para medir la resistencia a la compreslón
de las rocas es el ensavo uniaxial o sim~le,en el aue las arobetas de roca
son sometidas en una prensa a esfuerzas de compresión: no confinados.
hasta su rotura (Fig. 22). Diferentes normas o recomendaciones fijan las
condiciones del ensayo, forma y dimensiones de la probeta. (Normas UNE
para rocas ornamentales: granitos, 22.175; mármoles y calizas, 22.185;
pizarras, 22.194).
La resistencia a la compresión de los materiales rocosos depende de
factores intrínsecos, tales como composlci6n mineral, textura, fisuración y
porosidad; y extrínsecos (tamaño y forma de la probeta, ambientales, de
procedimiento, etc) 16. El contenido en agua es asimismo un factor relevan-
te, ya que una roca seca ofrece mayor resistencia que la misma roca
saturada en agua. Lo mismo sucede con el grado de meteorización: a "W M Manual de Roms Ormentales Ertorno
mayor alteración, menor resistencia mecánica. Gr-, S L Madnd, 1995.
'VUTUKURI. V.S., R D. LAMA y S S SALUJA
Los valores de resistencia a la compresión de las rocas son muy variables, Handbwh- on Msaianiwl P m e s of Ro& Val
no sólo entre los diferentes tipos rocosos. sino dentro de una misma 1,Tlilns Tech Publicatrons, 1974
Iitología (Tabla 14). En líneas generales las rocas cristalinas, de grano fino I R UtEIiE, U U. y R.P. M l . TR fngheering
CI~%.W/KXI~?I~>II ano lndex Propwmes 101 inracf Rock
y poco porosas suelen ser más resistentes que las cementadas, de grano Ar Ft)r(;+?Wtiaoons -ab Reo. AFWL-m-65-16
grueso y porosas l6. KiMand, New M&CO, 1966.
Tracción directa Traecien indirecta
(compvesibn d f m e t d )

Cargapuntrrai
n

-
Fig. 22, Algunos apos de ensayos de resistencia mecánica.

Tabla 14. Resistencias mecánicas de rocas (MPa) "

Compresión ' Tracción


Granito
Basalto
Mármol
Cuarcita
Arenisca
Pizarra
Caliza

BergÓsia presenta una lrsta de promedios de Rc para piedras naturales


catalanas que oscila entre los 4.5 MPa de una toba calcárea de Calafell
(Tarragona) a los 230 MPa de un pótfido de Borges del Camp (Tarragona).
En la tabla 15 se muestran valores medios de resistencia a la compresión
uniaxial de algunas piedras de construcción de Cataluña.
Tabla 15. Resistencia a la compresión
uniaxialde algunas piedrasde mnsbuc- La resistencia a la compresión de la piedras está relacionadatambién con su
ción alterabilidad o durabilidad; siendo así que los materiales más resistentes
mecánicamente suelen corresponder a los más durables, aún cuando existen
Rc (MPa) excepciones a dicha tendencia. Es importante tener en cuenta las posibles
anisotropias estructurales y texturales de la roca, ya que la resistencia mecá-
Caliza de Sant Vicen~ 140 nica suele variar según que los esfuerzos actúen en una dirección u otra (p.
Caliza de Vinaixa 58 ej. perpendicular o paraJeiamente a la foliación o estratificación).
Arenisca de Folgueroles 70 El ensayo de compresión uniaxial permite registrar, con la ayuda de bandas
Arenisca de Mont~u'ic 73 extensómetrícas, la curva esfuerza-deformacióny los m~dulosde elastic-
Arenisca de El Flgueró 110 dad. En la fig. 23 se muestran algunas curvas típicas para materiales
rocosos. En líneas generales, los comportamientos 'elásticos' y 'piasto-
elásticos' son representativos de rocas cristalinas; y los 'elasto-plásticos' y
'plasto-elasto-plásticos', de rocas cementadas (Figs. 24, 25)
En cuanto al módulo de elasticidad o de Young, en general las rocas cristali-
nas, poco porosas y de grano fino suelen mostrar módulos de elasticidad
relativamente mas elevados (30-1 00 GPaJque los correspondientes a rocas
cementadas, porosas v de arano anieso 15-60 GPai El conocimiento de las
características elastic& de ün marenal rocoso (p. ej. su mayor o menor
fragilidad o ductilidad) resuita imprescindible para tratar de predecir su
comportamiento deformacional como piedra de mampostería o sillena.
Una estimación indirecta de la Rc puede obtenerse mediante el ensayo de
carga puntual o de Franklin ('point ioad test'). El índice de resistencia de
carga puntual acostumbra a ser unas 20-25 veces menor que la Rc
uniaxial. También puede calcularse la Rc a partir de valores de dureza (p.
" FARMER 1.W Englfieermg pmpertfes of Rocks, ej.
%m. London. 1968. dureza Schmidt). Tanto la resistencia a la compresión, como el índice
a ~ t ~ u ó Js , Materia& ekmwtos de de carga puntual, se utilizan para clasificar geomecánicamente las rocas
con&uce~ón.Edtt~rialBosch, b l o n 1953 (Tabla 16).
I I I I
Fig. 23. Modelos da curvas estueno-deformación Fig. 24. Curvas esfueno-deformación de dos ro- Fig. 25. Curvas esfueno.dñarmación de das ro-
en materiales rocosas ". cas c r i e t a t l n a ~ ' ~ ~ , cas cementadssP'.

Tabla 16. Clasificación de las rocas según su resistencia a la compresión


uniaxial (Rc) e índice de carga puntual ( I C P ) ~ ~

Descripctbn Tipos rocosos Rc (MPa) Icp (MPa)


Resistencia muy alta Basalto, cuamita >200 >8
Resistenc~aalta Rocas ígneas
Calizas y dolomías cristalinas 200-100 8-4
Resistencia media Pizarras
Calizas y dolomlas porosas 100-50 4-2
Resistencia baja Arcillitas y rocas muy porosas 50-25 2-1
Resistenc~amuv bala Tobas v rocas muv meteorizadas 4 5 <1

2.3.5 Resistencia a la tracción

La res~stenciaque ofrecen los materiales pétreos a los esfuerzos de tracción


es importante, dado que muchos de las elementos constructivos hechos
con piedra en edificaciones tlenen que soportar más a menudo esfuerzos
de extensión que de comprensión. Para medir dicha resistencia mecánica
existen dos procedimientos o ensayos básicos: tracción directa e indirecta
(Fig. 22).
- Tracción directa. Consiste en someter una probeta cilíndrica a esfuer-
zos de extensión, de modo que al final se conslga la fractura de la
probeta por su parte central y perpendicularmente a la dirección de
los esfuerzos aplicados. La resistencia a la tracción dlrecta viene
dada por:
F Rt, resistenda a la tracdwi directa
Rt,= - F carga mánma
A A Area de la sewilon de la pmbeta

Al igual que otras resistencias mecánicas, Rt, se expresa en mega-


pascales (MPa) o MN/m2.
- Tracc16nindirecta. Este ensayo es mucho más utilizado que el ante-
rior, debrdo a que resulta más fácil y cómodo de realizar. El procedl-
miento comúnmente empleado es el llamado ensayo 'brasileño', en el
que la probeta (disco) es sometida a compresión diametral entre los st.Ana DEI. R o, M F..;U,<JSO
ld p<:boliv<r> <i<:
,,hinr*.% $,,mit,ms g ~ . m a " ; ~ w n " , i roih?r<!"ros.
c
platos de una prensa, hasta obtener la rotura de la misma (separación To:ifs ~locl<)rill. Unto. Peirolonia " , r Gowiiin.co.
en dos mitades), según un plano coincidente con la dirección de Universidadde'&. 1982.
aplicación de la carga. En este caso la resistencia a la tracción viene
dada por:
% resistenciaa ia tracción dnecta
~, .-~.~~~
Patrimonio -~rquitect&ico y Edificaci6n, Islas
~~ ~~

2.F Canarias, 1992,Tomo l. PP. 153-160.


-- F cama máxima
,Rt
"b -
íc.D.L O di&etro de la probeta ESBERT, R M , MARCOS, R M OROAZ, J .
MONTOTO,M : SUARE DEL R~O,L.M RUIZ DE
. .
L. longitud de la pmbeta
A R G A N D M . VG.. CALLEJA, L.; ALONSO. FJ. y
Por lo general, los valores de Rt, son ligeramente más elevados que los de ~ o ~ ~ I ~ u a ~ ~ / , k ~ e ~ m f i a . p r
Rt,. Esto se debe a que en el ensayo brasileño la fractura está precietermi- Y dmbllldad de rocas u t ~ l d a sw el patninon~
nada, mientras que en el de tracción directa la aparición del plano de monumental de CataIun>a, 1' Parte. Materiales de
Gonstrucción, 1989,Vol 39.214, pp 37-47
fractura depende de otros factores, siendo más sensible a la presencia de ng(mIAWSKI,ZT. R w ~ ~ a s s o ~ ~ a m s
defectos o fisuras, es decir, de planos de debilidad mecánicos. En este Nueva YO*. 1989.
sentido, la relación Rt,,/ Rt, puede tomarse como un 'indice de mlcrofisura-
ción' del material, de modo que será tanto más bajo cuanto más alta sea la
mlcrofisuración. La resistencia a la tracción de las rocas es Inferior a la de
compresión (aproximadamenteentre ocho y doce veces más baja) (Tabla
14). Las anlsotropías estructurales, la fisuración y el contenido en agua de
las probetas Influyen directamente en los valores de resistencia a la tracción.

2.3.6 Resistencia a la flexión


El ensayo consiste en aplicar una carga sobre un cilindro o vigueta (probeta
prismática) a través de tres o cuatro puntos de apoyo (uno o dos supefior-
centrales y dos inferiores en los extremos), hasta su rotura por un plano de
fractura central (Fig. 22). (Normas UNE para rocas ornamentales: granitos,
22.176; mármoles y calizas, 22.186; pizarras, 22.195). Dado que el plano
de fractura inducido es de tracción, este ensayo se conoce también como
ue flexotracclóri. -a rneaiaa obtenida se denomina rnódtilo de niptiira, R.
(En naor no se trara de una 'resistencia'. . .
va aue la fuerza a~1,cadano actúa
Sobreuna superficie).
El valor de R depende de la forma y dimensiones de la probeta y del dispo-
sitivo del ensayo (especialmente de la distancia entre los puntos de apoyo).
Los valores obtenidos del módulo de ruptura para las materiales rocosos
suelen ser algo más altos que los de Rt,,. La medida de la resistencia a la
flexión es de interés en la valoración de la calidad de las pizarras de techar y
en las placas y losetas de revestimiento.

2.4 Propiedades térmicas

Las propiedades ligadas a la absorción y transporte de la energía calorífica a


través de los cuerpos, permiten conocer el comportamiento de las piedras
frente a las solicitaciones térmicas a que puedan verse sometidas en obra.
Entre las propiedades térmicas más significativas de los materiales pétreos
están: calor específico, conductividad y expansión térmica.

24.1 Calor específico

Se define el calor especifico como la cantidad de energía calorífica necesa-


ria para elevar una unidad de temperatura la unidad de masa. Se expresa en
J/Kg "K, o más comentemente en cal/g°C. Para su determinación se utilizan
los calorimetros. Las rocas suelen poseer un calor específico alto (alrededor
de 0.2 cal/g°C, para las rocas ígneas) y una gran inercia térmica, por lo que
toman calor y lo desprenden lentamente.

2.4.2 Conductividadtérmica

La conductividad térmica se define como la relación existente entre la


cantidad de energía calbrífica que atraviesa una superficie en la unidad de
tiempo y el gmdiente térmico medido en la dirección perpendicular a esa
superficie. Es una medida de la capacidad aislante, o conductora, de un
material, y se expresa en W/m9K, aunque normalmente viene dada en
cal/s.cmeC. La conductivldad térmica está directamente relacionada con las
características intrínsecas del medio rocoso, especialmente con la composl-
clón mineralógica, la textura y la porosidad. Puede calcularse teóricamente
a partir de las conductlvidades de los minerales individuales que forman la
roca y de sus porcentajes modales, aunque corrientemente se emplean
métodos experimentales. Los valores obtenidos teóricamente sueten ser un
9% más elevados que los medidos experimentalmente, debido sobre todo a
los espacios vacíos de la roca. La conductivldad térmica de las rocas es
relativamente baja (entre 2 y 6 W/m0K), siendo tanto más baja cuanto mayor
sea la porosidad de las mismas.

2.4.3 Expansión térmica

Al igual que otros materiales, las rocas se dilatan cuando se calientan. El


coeficiente de expans~ónlineal térmica se define como el incremento de
longitud que experimenta un material al elevarse su temperatura un grado,
expresado en m/m0C, La expansión térmica diferencial de los diversos
minerales que constituyen las rocas genera tensiones en las interfases
cristalinas cuando los cristales presentan diferente orientación o anisotropía.
La acumulación de tensiones puede producir la apertura de bordes de
grano, dando lugar a un aumento de la microfisuración y, en consecuencia,
de la porosidad.
La dilatabilidad térmica es función de varios factoresz3:
- Temperatura. Al aumentar la temperatura aumenta el coeficiente de
expansión, independientemente del tipo de roca.
- Porosidad. Cuanto mayor es la porosidad inicial menor es la dilata-
ción térmica.
- Mineralogía. La expansión térmica de una roca será mayor cuanto
mayor sea la de sus minerales constituyentes.
Los valores del coeficiente de expansión térmica de la rocas son del orden
de 10" . OC~'.Desde el punto de vista del deterioro de los materiales pétreos
es importante señalar los efectos negativos de repetidos cambios de
temperatura, debido a los ciclos de expansión-retracción a que se ven
sometidas determinadas piedras en los edificios.

2.5 Propiedades dinámicas


Al aplicar un esfuerzo mecánico de forma súbita a un sólido se produce en
éste una deformación que se va transmitiendo por su seno, dependiendo de
la naturaleza del esfuerzo aplicado y de las características intrínsecas del
sólido. Este fenómeno fisico se representa gráficamente mediante las
vibraciones que, durante el tránsito de la deformación, sufren las partículas
del sólido. Según los principios de la física teórica, cuando tal esfuerzo se
aplica a un cuerpo continuo, homogéneo, isótropo y sin límites, tiene lugar
el tránsito de una deformación perfectamente elástica y la vibración de sus
partículas responde a movimientos oscilatorios periódicos. Desgraciada-
mente los materiales rocosos carecen de todas las circunstancias teóricas
anteriores; por las especiales circunstancias de su historial geológico, las
piedras como materiales están repletas de discontinuidades, son mar-
cadamente heterogéneas, presentan anisotropías variables en función de la
escala de observación y, desde luego, muestran límites geométricosZ4.Por
consiguiente, la deformación transmitida discrepará en su carácter elástico
en la medida que la roca se aleje de tal comportamiento ideal.
En consecuencia, a medida que la deformación progrese por la roca irá
modificándose en función de sus características petrofísicas: carácter
elástico/inelástico, reflejado en su estado de alteración y presencia de
discontinuidades (poros y fisuras), grado de anisotropía, etc. Recíproca-
mente, del análisis de tal deformación podrán deducirse algunas caracte-
rísticas petrofísicas de la roca.
Por consiguiente, está plenamente justificada la aplicación de este principio
físico a materiales de edificación y no debe resultar extraño que la medición
de parámetros relacionados con la propagación de ondas elásticas, a través
de éstos, constituya uno de los métodos más habituales para su caracteri-
zación física.
Las técnicas basadas en este fenómeno se engloban normalmente bajo la
denominación de procedimientos ultrasónicos, y su interpretación se realiza
a partir del análisis de las variaciones que experimentan dichas ondas
durante su tránsito por el material. En el caso específico de su aplicación a
la conservación del Patrimonio Arquitectónico su interés radica en el carác-
ter no destructivo de estas mediciones (Capítulo 5).
Uno de los procedimientos de medida, sin duda el más generalizado y
sencillo, radica en generar instrumentalmente la deformación (onda elásti-
ca), la cual se inyecta en el medio rocoso, se recoge después de viajar por
él y, finalmente, se procesa y se determinan algunos parámetros ultrasónicos. CALLEJA, L. Variación de pmpiw'ades fiscas en
mcas cdstaiinac sometidas a gisdientes ténnicos.
Otro procedimiento ultrasónico se basa en las ondas que genera de forma Tesis doctoral, Oepto. de Geología, Universidad de
espontánea el propio medio rocoso cuando se encuentra sometido a Oviedo, 1985.
tensiones: emisión acústica o actividad microsísmica. Esta técnica permite '*MONTOTO, M. Técnicas no destructi~asap~cadas
a ia Conservación dei Patrimonio Hisfórfco. En
evaluar, in situ, el estado tensional de los materiales de edificación, o de 'Técnicas de diagnóstico aplicadas a la conservación
zonas del propio edificio, incluido su basamento rocoso. de los materiales de construcción en los edificios
históricos". pp 85-94, Sebastián, E., Editor. Instituto
En general puede señalarse que los ultrasonidos son ondas elásticas de Andaluzdel PatrimonioHistórico.JuntadeAndalucía.
igual naturaleza que las sonoras, pero cuyas frecuencias están fuera del Canseieda de Cultura, 1996.
I l
Fig. 26. Esquema de propagación de ondas longitudinales (P). izda. y transversales (S), doha., en el
seno de un media ideal, homog6ns0, continuo, isótmpo y ohi límites.

rango de percepción del oído humano medio (el espectro audible se ex-
tiende desde unos 15 Hz hasta 20 kHz, a partir de esta frecuencia se habla
de ultrasonidos). Existen dos tipos de ondas elAsticas, las internas, es decir,
aquellas que se propagan por el interior del material y las de superficie, cuya
propagación se realiza sobre ésra, sierido su perietraci0n no super:or n tina
.on~:tud de onda. Las más comjnmcnte ernnlcadns son las internas aue. , .
de acuerdo con la forma y dirección del mo;imiento de las partículas
afectadas, se clasifican en:
- Ondas longitudnales, en las cuales la vibración de las partfcuias del
medio se realiza en la dirección paralela al avance de la onda. Se
conocen ademáe como 'ondas primarias' (P), por ser las primeras
que se reciben al presentar mayor velocidad de propagación. En
ocasiones se las denomina 'ondas de compresión', ya que su avance
provoca zonas de compresión (concentración de partículas) y de
descompresión (Fig. 26). Se propagan tanto en sólidos como en
fluidos.
- Ondas transversales, en las que ia vibración de las partículas se hace
en dirección perpendicular a la de propagación de la onda. Se
denominan también 'ondas secundarias' (S), por recibirse slempre
después de las longitudinales, y 'ondas de cizalla', por provocar
esfuerzos de este tipo en los materiales (Fig. 26). Las ondas S sólo se
propagan en sólidos.
Los parámetros fundamentales utilizados para caracterizar a la onda elástica
suelen ser: amplitud, periodo de vibración, longitud de onda y frecuencia.
Otros parámetros son caracterlsticos del material y condicionan la propaga-
ción de la onda por su seno; entre ellos destacan la velocidad de propaga-
nón y la impedancia acústm (producto de la velocidad de propagación por
Fig. 27. Esqueme de un equipo basioa de ultrasonidos, disehado por su portabilidad, capacidad de
análisis y autonomía.

la densidad p del medio atravesado) que es una constante del material y


puede considerarse como una resistencia que se opone a la vibración de
las partículas del medio.
El parámetro sin duda más utilizado en rocas es la velocidad de propaga- Tabla 17. Rango de valores de Vp
ción de ondas longitudinales ( V P ) ~Presenta
~. valores muy variables, tanto (mls) en rocas".
entre los diferentes tipos lltológicos, como incluso en cada uno de ellos
dependiendo de su estado de alteración física o quimica. Así, en rocas Granito 3000-5000
cristalinas no alteradas oscilan entre 3000 y 6500 mls; y entre 1400 y 6000 Basalto 4500-6500
m/s para las cementadas. En la tabla 17 se muestran los valores de Vp para Gabro 4500-6500
las rocas más frecuentes
Arenisca 1400-4oW 37
Por las especiales ciCunstancias que concurren en las rocas como mate-
riales, especificadas en el inicio de este apartado, tiene lugar una importante Caliza 2500 0000
amortiguación o atenuaaón de la deformación que se está transmitiendo MBrmol 3500-6000
por su interior; el resultado es que la deformación llega a anularse incluso a Cuarcita 5000-6500
muy cortas distancias, es decir, la señal emitida no alcanza al receptor. Pizarra 3500-5500
Dicha atenuación depende, también, de la frecuencia utilizada, o sea de la
longitud de onda o, lo que es equivalente, del poder de discriminación del
ultrasonido Estas circunstancias resultan cructaies en la práctica, por lo que
habrán de tenerse en cuenta a la hora de escoger las condiciones de
ensayo. U compromiso práctico se resume en renunciar a una mayor
definición en aras de permitir el tránsito del ultrasonido; a su vez esta
capacidad de tránsito puede incrementarse con un mayor voltaje de excita-
ción del transductor emisor, por lo que en ocaciones suele trabajarse con
voltajes superiores a los 1.000V
Todo lo expuesto hasta aquí se ha referido exclusivamente al registro de la
amplitud frente al tiempo, es decir, dentro del llamado 'dominio del tiem-
po' Otro parámetro acústico, la frecuenna, permite obtener información
muy interesante sobre las características del material. Esto conduce a otra
forma de representación, el llamado 'dominio de la frecuencia', en el cual
el eje del tiempo es sustituido por el de la frecuencia. Desgrac~adamente
su uso no es tan sencillo, a pesar de los grandes avances logrados en la
instrumentación.
En lo referente a la instmimentación, un equipo de ultrasonidos consta de
los siguiehtes componentes (Fig. 27): excitador (oscilador o generador de
impulsos eléctricos) del emisor, ststema de sincronismo de tiempos, trans-
ductor emisor, transductor receptor, amplificador, sistema de filtrado y
registro. Para mejorar el contacto transductor-roca y evitar así pérdidas de
señal, suelen utilizarse interfases fluidas como grasa, vaselina, miel, etc.;
éstas deben ser de fácil aplicación y poseer una impedancia media entre el
transductor y la roca-
Ya se ha indicado que la propagación de ultrasonidos en un medio rocoso
depende directamente de unos factores intrínsecos, es decir, debidos a las " SIMMONS, G Utrasooicc in Geology Pra-
características propias del medio rocoso, pero también de otros extrín- ceedings, lnst Elmncal and Electronic Engineer;.
secos, propios de la instrumentación utilizada o de las condiciones de 1965, Vol 53. M0 10, pp. 1337 1345.
ensayo y ambientales. Entre los factores intrínsecos se encuentran los
siguientes:
- Densidad. Existe una relación prácticamente lineal entre la densidad y
la velocidad de propagación de ondas (a mayor densidad, mayor
velocidad).
- Poms~dad.Entre porosidad y velocidad suele existir una clara relación
inversa, ya que la señal inyectada suele sufrir una elevada atenuación
en poros y fisuras en comparación con la que se transmite por el
medio sólido. La velocidad se verá más afectada cuando se mida
perpendicularmentea la dirección de las fisuras que cuando se haga
paralelamente a ellas; esta circunstancia permite una forma rápida y
sencilla para evaluar posibles anisotropías de carácter fisural en el
seno de la roca y, a partir del cociente entre las velocidades máxima y
mínima, establecer un -coeficiente de anisotropía*.
- Mheralogía. La velocidad de propagación de ondas no es igual para
los distintos minerales y, por tanto, variará en las rocas según sus
porcentajes. Así, la V, media para el cuarzo es de 5.225 m/c; en los
feldespatos varía entre 5,500 y 6.500 m/s; y en la calcita es de 5.500
m/s. El grado de alteración de los minerales y, en consecuencia, de la
roca, influye asimismo en los valores de V, tendiendo a disminuir a
medida que aumenta la alteración.
- Tautura. Tanto V, como V, aumentan, en general, cuando disminuye el
tamaño de grano. Cuando existen anisotrophs en la roca, la veloci-
dad de propagación puede verse profundamente afectada, tanto si se
trata de bandeados de tipo mineralógico como texturales. Los valores
de velocidad son siempre mayores en la dirección paralela al bandea-
do que en la perpendicular a éste.
Por lo que respecta a los factores extrínsecos, el principal es el contenido
en agua. Las ondas longitudinales se propagan con una velocidad mayor en
el agua que en el aire, por lo que una muestra húmeda o saturada tendrá
una V, mayor que una muestra seca (siempre y cuando la porosidad sea la
misma). Las ondas transversales sólo se propagan a través del armazón
mineral de la roca y, por ello, su velocidad permanece casi constante,
independientemente del grado de saturación.
Finalmente, y a modo de una interesante aplicación en edidcación, merece
citarse que pueden obtenerse sin situ,#y de forma no destructiva, las
denominadas constantes eelsticas del material, de tanto significado mecáni-
co-deformacional: módulo de Young y relación de Poisson. El procedimiento
para su cálculo (noma ASTM D.2845)=, se realiza a partir de los valores de
las velocidades de propagacidn V, y V. y de la densidad del material.
3. Fqrmas, agentes
y mecanismos de deterioro

Las rocas expuestas a la Intemperie son susceptibles de alterarse, ya que


las condiciones ambientales de la superficie terrestre en las que se encuen-
tran distan mucho, por lo general, de las condic~onestermodinámicas en las
que originalmente se formaron. Así pues, en contacto con la atmósfera los
materiales rocosos tienden a un nuevo equilibrio, desarrollando para ello, en
mayor o menor grado y de acuerdo con sus caracteristicas iitológicas, una
serie de reajustes o cambios estructurales y composicionales.
La meteor~zaaón o alteración meteórica es consecuencia de distintos
procesos y mecanismos químicos, físicos y biológicos, dependientes, a su
vez, de múltiples factores, extrínsecos o intrínsecos, los cuales conducen a
la progresiva descomposición química y desagregacion mecánica del
material. La meteorización es un proceso natural, lento y complejo, que
implica reacciones irreversibles, a menudo incompletas.
En las piedras de construcción, a los efectos de la meteorización a largo
plazo (escala geológica) se superponen normalmente otros -derivados en
parte de su ubicación en el edificro, así como de las condiciones ambien-
tales-, que contribuyen a la alteración a corto plazo (escala histórica o
humana), acelerando de manera notoria su deterioro.

3.1 Formas de alteración


La degradación de los materiales pétreos puestos en obra se manifiesta a
través de diversos cambios (de color, aspecto, textura, composición minera-
lógica y química, etc), dando lugar a formas de alteración o deterioro carac-
terísticas.
Estas formas o lesiones son muy variadas y pueden considerarse como
indicadores de la interacción piedra-ambiente. No todas ellas son resultado
de condiciones ambientales agresivas ni comportan darios físicos irrepara-
bles a la piedra, pero sí introducen modificaciones externas por lo general ' NORMAL-1/68 Allarazlom moroscopiche d a
no deseadas con respecto al material original. maWila~lderlmsrco CNR ICR, Roma, 1988
A continuación se describen brevemente algunas de las formas de deterioro
más frecuentes o significativas de las piedras de los monumentos12.

Pátina
Capa o película delgada que se forma en la superficie de la piedra por
diversas causas. Se trata de una modificación superficial del material que no
implica necesanamente procesos de degradación o deterioro. Dentro del
término genérico de 'pátina' caben varias acepciones:
- Tonalidad o aspecto externo que cualquier piedra adquiere con el
paso del tiempo y bajo los efectos de la intemperie (pátina de enveje-
cimiento).
- Decoloración debida a causas naturales o artificiales.
- Película coloreada natural o artificial (pátina crornática: patinadura,
policromía) (Fig. 28).
- Recubrimiento de carácter orgánico (p. ej. líquenes) de tonalidad
variable (pátina biogénica) (ñg. 29).
-Teñido superfícial debido a diversas substancias: orin, verdín (pátina
de tinción).
- Ensuclamíento superfícial (pátina de suciedad o enmugrecimiento:
pátinas negras) (Flg. 30).

Ag. 29. Pátina biogénica (líquenes). (Catedral de FI$. 30.Pátina de sucedad. (Catedral de Palma
Burgos). de Mallorca).

Depósito supetf~~ial
Acumulaclón de material de origen diverso (polvo, humo, hollln, guano,
organismos, etc.) en la superficie de la piedra. Normalmente oresenta escasa
cot~es;ón,espesor variaolc y ba:a adhciencia al soporie .apideo sobre el qdc
se asecita (Fig. 31). De todos los depósiros. los de riaturalcza oryáncn
(especiamerite cxcreriienios de paloma y otras aves) adqureren especial
, -- -
relcvnncia, dcbdo a que, por si1 carácter Acido. son noc'vos wara la .niadra
subyacente (Fig. 32).

Fig.31. Dapósitosuperficialdspobo (Catedral de Fig.32 Excrementosde paloma(Csteda1de Bur-


Buqos). 90s).

Eflorescencia
Capa o agregado cristalino de sales solubles, de color blanquecino, no muy
consistente, que se forma en la superficie de una piedra porosa, debido a
fendmenos de migración y evaporación de agua conteniendo sales solubles
(Fig. 33). SI se forma debajo de la superficie, pero muy cerca de ella, se
denomina 'subflorescencia'. En el caso de que se sitoe más internamente
se habla de 'criptoflorescencca'.

Fig. 33. Etlorescencias (Fachada sur de la Cate-


dral de Palma de Mallorca).
Costra
Lámina oCorteza de material coherente, que se forma en la parte exter-
na de una piedra, producto de una transformación superficial, y cuya
naturaleza químico-mineralógica y características físicas son parcial o
totalmente distintas de las del substrato pétreo sobre el que se asienta
(Figs. 34). Las costras generalmente se desarrollan en capas, pudiendo
alcanzar varios milimetros de espesor (Fig. 35). Se distinguen por sus
rasgos morfológicos (a veces en forma de caparazón o incrustaciones),
dureza (se hallan relativamente endurecidas con respecto al material
rocoso alterado) y color oscuro (costras grises o negras). Suelen conte-
ner yeso de neoformación.

I r a s negras (Palacio de Llano Ponte,

Escama
Lámina o película superficial, de poco espesor (alrededor de un milímetro),
que se desprende con relativa facilidad del sustrato pétreo ('descamación")
(Fig. 36). Con el tiempo las escamas pueden evolucionar a costras.

Fig. 36. Escamas (Catsm


Al
Ampolla
En ocasiones las costras y escamas se abomban y ahuecan para, finalmen-
te, acabar eclosionando y despegándose del sustrato (Flgs. 37). Esto hace
que queden al descubierto pequeñas porciones del materrai petreo, por
donde suelen penetrar con facilidad los agentes de alteración.

Alveollzación Fig. 37.Ampollas (Catedral de Oviedo).


Degradación de origen físico-químico, en forma de alveolos, característica
de ciertos materiales rocosos granudos y porosos (especialmente arenis-
cas) (ñgs 38, 39). También llamada erosión alveolar, tafonización o
meteorización en panal ('honeycomb weathering'). Suele estar relacionada
con la presencia de sales solubles.

Fig. 38. AIveolizaci6n [Colrimna del claustro de Flg. 39.AIveolización (Seu Vella de Lleida).
la Golegiata de Santillana del Mar).
Desagregación
También llamada 'disgregación'. Alteración física que comporta una
descohesión debida a la pérdida de unión y caída, espontánea o induci-
da, de los componentes de la piedra (Fig. 40). Si los granos son de
tamaiío arena se habla de 'desaareaación arenosa' o 'arenización'. Si el
tamaño de grano es más fino se-deiomina 'disgregación pulverulenta' o
'pulverización'. La 'sacarificación' se refiere a la desagregación de
piedras de textura sacaroidea (p. ej. mármoles).

Fig. 40. D~r.gaciÓn/disgreeaciónVotre nor-


te de la caiedral de León).

Placa
Laja o capa compacta (alterada o no), de cierta extensión y espesor
uniforme aunque variable (de milimetros a centímetros) (Fígs. 41, 42).
El levantamiento o separación de las placas ('desplacadón')se realiza
paralelamente a los planos estructurales o de debilidad mecánica ue ,a
uiedra. La desulacación. asi como otros tioos de exfol ación. obedecen n 1
diversos moti<os: cambhs de temperatura o humedad, acción mecánica
del hielo o de las sales, etc.
l

Fig. 4 2 Desplacaciónen granito (nyumarnlento de La avrufla).

Fig. 4i. DesplacacYnen una columna demarmol (Patb de los


Leones, Alhembra de Oranadal.

Acanaladura
Excavación que proporciona a la piedra un aspecto ondulado o acanalado.
Las acanaladuras vienen favorecidas por la presencia de heterogeneida-
des en la roca (p. ej. estratificación, bancíeados, etc.), ahondadas por la
acción de las aguas de lluvia (Fig. 43). Cuando las excavaciones son
largas y delgadas, en forma de estrías o rasgaduras, se habla de
'estriaduras'; si son finas y sinuosas, semejantes a pistas de gusanos,
reciben el nombre de 'vermiculaduras'.

Ag. 43. Acanataduras (Palaao de Revlllaglgedo,


GU6n).

Picadura
Erosión o corrosión puntiforme caracterizada por la formación de peque-
ños orificios o cavidades en la piedra (Fig. 44). También llamado 'picotea-
do'. Suele formarse a partir de núcleos o nódulos más alterables que el
resto del material. También por disolución kárstica en materiales calcáreos
('rnicrokarst').
fisura
Fractura $hendidura de dimensiones variables (de 'm~crofiswa'a 'grieta').
Algunas son onginarlas de la roca ('pelos', en cantería); otras son induci-
das por esfuerzos mecánicos de diverso origen: características de la
fábrica (p. ej. asentamientos defectuosos de sillares, sobrecargas);
corrosión de elementos metálicos en cantacto con la piedra; ciclos
termohígricos, etc. (Figs. 45, 48).

I
Fig. 45. Pisura,fashada principal(Catedral de N- Fig. 48. Fiwrai kidqeidas por la conoqibn de
meríal. hierros interiores IPin8culo de la oatedral de

Otras formas
Además de las arriba mencionadas, existen otras formas de alteración en
las piedras de los monumentos. Entre ellas podemos mencionar:
abrasiones, excoriaciones, burilado, desconchaduras, manchas o
moteados, zonas de lavado.

3.2 Agentes y mecanismos de alteracián

Los agentes que contribuyen en mayor medida a la alteración de las piedras


de los monumentos, y a la aparición de las formas de deterioro previamente
mencionadas, son: el agua, los contaminantes atmosféricos, las sales
solubles y los organismos vivos.

3.2.1 Agua

El agua, en sus distintos estados o fases (líquido, vapor y hielo) es, como
ya se ha sehalado, el más importante agente de alteración. Es un agente
polivalente dados los cambios de fase que puede experimentar. Actúa
también como vehículo de transporte de otras sustancias tales como las
sales s~iubles,los contaminantes atmosféricos y los, organismos vivos, lo
que eleva significativamente su papel en los pr$cesos de degradación.
interviene en la mayoría de los procesos de alteración físicos, quimicos y
biológicos de la piedra.
La humedad de las piedras en los edificios procede principalmente de la
atmósfera (condensación),de las aguas de lluvia (absorción) y del suelo
(ascensión capilar). O contenido en humedad de una piedra está regulada
por su capacidad de absorción y de evaporación (desecacibn). En el seno
de las piedras porosas el agua se d~stribuyeen función de distintos niveles
de imbibición. los cuales están estrechamente relacionados w n la tortuosi-
dad del sistema poroso.
Atendiendo a su cumportamiento, pueden diferenciarse diversos tipos de
agua en las piedras: agua de constitución o hidratación; agua ordenada o
de adsorción; agua capilar, etc. Su acción se manifiesta a través de diversas
I
reacciones químicas con el sustrato pétreo (disolución, hidrólisis, hidrata-
ción, oxidación-reducción, etc.).
La d~soluciónafecta mayontarlamente a piedras de naturaleza carbonatada
(calizas, dolomías, mármoles). Mediante dicha reacción (carbunatación) la
calcita es disuelta por el agua, en presencia de dióxido de carbono (ácido
carbónico). dando lugar a iones bicarbonato y calcio, que pasan a la
solución acuosa:

La dolomita (carbonato cálcico-magnésico) se disuelve más lentamente que


la calcita. Si el equilibrio en la anterior reacción se desplaza de derecha a
izquierda se obtiene la precipitación de calcita. La presencia de CO, en la
solución acuosa es clave en el desplazamiento de la reacción en un sentido
u otro La capacidad de disolución del agua aumenta con el incremento de
la cantidad de dióxido de carbono disuelto en ella, ya que aumenta su
acidez (disminuye el pH). Este hecho se ve también condicionado por la
temperatura; al aumentar ésta disminuye la capacidad de disolución del CO,
en agua. La humedad ambiental contribuye asimismo a la disolución de los
carbonatos, ya que la acumulación de pequeñas gotitas de agua en la
superficie de la piedra, por condensación del vapor de agua circundante,
favorece las reacciones de descomposición mineral. En el caso de ambien-
tes contaminados, e. iricremenlo relarivo de deterrriinaoos gases (p. ej.
óxidos de az~frev de nitróoeno)t enoe a clisirlinu:r cl nH de las aguas
plwiales (lluvia &ida) y, encon~ecuencla,a aumentar la agresividad de la
misma.
Las reacciones de hidrólhis afectan fundamentalmente a componentes
silicatados (p. ej. feldespatos), por lo que son de especial relevancia en los
rocas graníticas, La hidrólisis conduce en Última instancia a la formación de
minerales arcillosos, más estables en las condiciones ambientales de la
superficie terrestre. Así, por e~emplo,el feldespato potásico se convierte en
caolinita:

La h~dratawónconslste en la incorporación de moléculas de agua por parte


de un mineral. Este sería el caso de la anhidrita (sulfato cálcico) cuando se
transforma en yeso (sulfato cálcico dihidratado). Las reacciones de &da-
ción y reduccrón afectan sobre todo a componentes férricos. El hierro es
oxidado por el oxígeno libre del aire, dando lugar a Óxido de hierro. El azufre
(en los sulfuros) se oxida generalmente a sulfato. En ambos casos el agua
acelera los procesos de oxidación. En la Fig. 47 se resumen los principales
procesos de alteración en los que interviene el agua, los minerales que
afecta y danos que genera.

Agua natural: lleva habitualmente CO, en disolución


5.
Acuón qufrnica D~solución afeota a minerales varios 5
Carbonatacdn afecta a carbonatos S
Hidrólists afecta a silrcatos 8
Hidratación afecta a ciertos minerales, sales 3
Oxidación afecta a compuestos de Fe 0.
S
Actión fisca Agua + cambios de fase o.
w
humedad/sequedad Q
Ciclos / %?

1hielo/deshielo 8
u,
m
Agua + sales solubles L)
m

Ciclos
_,cristalización de sales
3
fi
1hidratación de sales v

Fig. 47. Procesos de aiisración relacionados con el agua.


Acción del hielo. El hielo es un agente de alteración física notable. La
transforma%ión parcial o total en hielo del agua contenida en el interior de
poros y fisuras de la piedra supone un incremento de volumen de alrededor
del 9%, lo que genera tensiones internas en las paredes de estos huecos.
A esto habría que añadir la presión hidráulica generada durante la congela-
ción del agua. Estas tensiones provocan nuevas fisuras que fhalmente
conducen, en repetidos ciclos de hieio-deshielo, a la exfoliación, fisuración y
eventual rotura del matertai (crioclastia).
Pese a la complejidad de los mecanismos implicados en la acción del hielo
(gelivación), el conocimiento de la naturaleza heladlza o no de determinados
materiales rocosos es de capital importancia a la hora de valorar su utiliza-
ción en determinados climas extremados, o en según qué partes del
edificio.
La heladicidad o vulnerabilidad de un tipo dado de piedra a la acción del
hielo depende, fundamentalmente, de su porosidad, de la distribución y
tamaño de los poros y del grado de conexión y continuidad de los mismos
(tortuosidad). Las presiones de cristalización son Inversamente proporciona-
les al tamaño de los poros y fisuras. Así, las rocas con grandes poros son
generalmente menos sensibles a las heladas que las que contienen poros
pequeños.
Según la mayoria de autores, el tamaño crítico de poro se sitúa en torno a
las 5-7 micras. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que para que los
efectos del hielo se dejen sentir de forma notoria, la piedra debe tener una
porosidad notable (superior al 5%), así como un coeficiente de Hirschwald
(grado de saturación de los poros en agua) superior al 85% 3.
La acción del agua en la piedra de edificación está controlada en cada caso,
por una serie de características específicas que se resumen en la Fig. 48.

Subsuelo (nivelíreático)
Diseño y formas arqurtectónicas
Propias del edificio Característ~casde los muros
Orientación
Lugar de emplazamiento

/Naturaleza químico-mineralógica
Tipos
de piedra -\
Propias Textura-sistema poroso
de la piedra Propiedades físicas
Acabado supelficial
Modo colocación en el edrficio (a hola. a contrahola)
Fig. 48. Característi- que mntmlan la scci6n del agua en las piedras de los edlfioios,

3.2.2 Contaminantes atmosféricos

En áreas urbanas y zonas industrializadas, los efectos de la contamina-


ción atmosférica sobre el deterioro de la piedra son particularmente
evidentes. Los contaminantes atmosféricos (sólidos, líquidos y gaseosos)
reaccionan con los componentes de la piedra, dando lugar a diversas
formas de alteración (efiorescencias, pátinas, costras) y a la degradación
del material.
La mayoría de contaminantes presentes en el aire provienen de fuentes de
antropogénicas, concretamente de la combustión de combustibles fósiles
(petróleo, carbón y gas natural), sin olvidar la parte correspondiente a
causas naturales (emanaciones volcánicas, incendios forestales, putrefac-
ción de la materia orgánica, aerosoles marinos.. ), más importantes en
algunos casos.
Entre los principales tipos de contaminantes que influyen, directa o
indirectamente, en el deterioro de los materiales pétreos se encuentran:
compuestos de azufre y de nitrógeno; óxidos de carbono; cloruros y
fluoruros; compuestos orgánicos volátiles y partículas sólidas.
En la Fig. 49 se resumen las principales fuentes y tipos de contaminantes WINKLER, E M. Stone Propertfes, Durabiliy in
atmosféricos. Manh Enwmment Spnnger Verlag. 1973

l
Actrvidad humana (combustión de combustibles sólidos
Fuentes
/ y líquidos)

-\2-~ctividad natural (volcanes, incendios forestales, .


descomposici6n de materia orgánica...)

Contaminantes tiquicios. sólidos, - Compuestos de azufre (S&, SOa,SH,)


atmosféricos gases o merclas: - Compuestos de nitrógeno (NO,, NHJ
- Óxidos de carbono (CO, COJ
- Cloruro6 y fluaruros (HCI, HF)
- Compuestos orgánicos volátiles
(hidrocarburos)
- Partículas sólidas
Fig. 49. Fuentesy contaminantes atmosféricos

Compuestos de azufre
La presencia de cantidades relativamente elevadas de dióxido de azufre en
el aire de núcleos urbanos e industriales (y también, aunque en menor
medida, de SHJ, procedentes en su mayoría de la ignición de combustibles
fósiles, es uno de los factores más negativos respecto a la alteración de las
piedras de los monumentos. Una vez en el aire el SO, se oxida rápidamente
a SO, y, en combinación con la humedad del ambiente, da lugar a la
aparición de sulfatos dañinos para la piedra (p. ej. yeso).
SI bien los productos iniciales y finales de dicha reacción son bien conoci-
dos, los mecanismos de detalle son comple~os.En el caso de una piedra de
naturaleza calcárea la reacc~óna grandes rasgos sería:

CaCO, + SO, + %O, + 2H20 > CaS0;2H,O + CO,


La formacidn de yeso comporta un notable incremento de volumen, crean-
do costras sulfatadas y favoreciendo las descamac~ones,desplacaciones y
otras formas de deterioro (Fig. 50). En las rocas graniticas el ataque ácido
favorece, además, la alteración de los silicatos.
La acción del SO en la piedra se puede realizar a través de dos vías pnncipa-
les: seca y húmda (Fig. 51). En el primer caso (deposición seca) el SO,
alcanza la superficie de la piedra en foma gaseosa. En contacto con el
carbonato cálc~coreacciona dando lugar a sulfito cálcico, el cual, en presen-
cia de agua y catalizadores, se convierte en sulfato. En la deposición húmeda,
la más habitual, la oxidación del SO, tiene lugar bien en la atmósfera (&sol-
Fig. 50. Cristales de yeso de nsoformaci6n. a) viéndose en las gotas de agua de nubes y nieblas); o bien en la misma
Sobre dolomia de Laopra (Claustro baja de la Ca- superficie de la piedra (durante la condensación de vapor de agua). En ambos
tedral de Oviedo). b) Sobre mzhmol (Frontiin de la
Biblioteca Nacional, Madrid). casos el ataque a la piedra se realiza a través del ácido sulíúríco diluido.
'FASSINA, V Arpoiubon rn eiation to stonedeay. 1
medet~nandc~s~tronofsfo %des
ne C O ~ P U ~ Sde
~OflftrógefJ0
S
" ~ ~ ~ ~LOSprincipales
~ $ los óxidos,
son ~ procedentes
~ $su mayoría
en ~ de los~fertilizan-;
111-118. tes nitrogenados, de los combustibles de los automóviles y de ciertos
l

I 1
Fig. 51. Esquema de deposición, seca y húmeda. del dióúdo de azufre sobre 18 piedra'.
procesos bioquímicos. El mayor peligro para las piedras reside en la conver-
sión fotoqcímica de los NOxen ácido nltrico, sobre todo en los esmogsn.
Las piedras carbonatadas son especialmente sensibles a la acción de los
contaminantes nitrogenados.
Un efecto adicional de los óxidos de nitrógeno es su papel como catalizadores
de la reacción: SO&O,. Otro contaminante nitrogenado, el amoníaco
(NH,), no ejerce directamente una gran acción destructiva sobre las piedras,
pero sí indirectamente, al favorecer la oxidación del SO,.

Omdos de carbono
El dióxido de carbono es un componente natural de la atmósfera cuantitativa-
mente variabie. Su concentración media normal (alrededor de 340 ppm) ha
crecido sensiblemente en los últimos decenios, sobre todo en las áreas
urbanas (hastaun 0,3%), debido principalmente a la quema de combustibles
fósiles. Sus efectos negativos se concentran en los materiales calcáreos, al
disolver, en presencia de agua. los carbonatos constituyentes de dichas
rocas.
La mayor parte (75%) del monóxido de carbono existente en el aire se debe
a causas naturales (emanaciones volcánicas, decomposición de la clorofila,
acciones bacterianas...) y, en menor grado, a combustiones incompletas. El
CO no supone, en principio, un grave problema para las piedras; pero se
oxida normalmente a CO,. También puede actuar como catalizador en las
reacciones de oxidación del SO,.

Cloruros y fluoruros
Los productos clorurados de la atmósfera proceden, principalmente, de
fuentes naturales (mares, volcanes, desiertos...), así como de la actividad
humana (plantas de fabricación de HCI, elaboración de papel y plásticos
con cloro). Su acción se materializa, por lo general, a través del ácido
clorhídrico al atacar calizas, mármoles y areniscas con cemento calcáreo.
El HCi disuelve el material carbonatado formando sales higroscóplcas
favorecedoras de deterioros importantes (aiveoiizaclón y desagregación
arenosa, entre otros).
En cuanto a los compuestos fluorados, su acción asresiva es grande, pero
su presencia en la atmósfera no suele ser elevada, por lo que su incidencia
sobre las piedras es relativamente escasa. Provienen, sobre todo, de ciertas
actividades industriales (fabricación del aluminio, acero, vidrio, fertilizan-
tes...). El F, es muy reactivo y se convierte fácilmente en HF. Ataca a las
calizas generando fluroruro cálcico (de volumen menor que la calcita, por lo naturaleza carbonosa, procedentede la combus-
que tiende a aumentar la porosidad del material).También afecta a las rocas tión de carb6n (Catedral de Palma de Mallorca).
siliceas, dando lugar a nuevas fases minerales.

Compuestos orgánicos volátiles


Dentro de esta categoría se encuentran los hidrocarburos de diferentes
tipos (aikanos, aiquenos, aromáticos...), provintentes mayoritariamente de
combustibles de automoción (transportes). Los mayores niveles de inmición
se alcanzan, pues, en las áreas urbanas. Los COV contribuyen al
enmugrecimiento de las fachadas y de sus costras y patinas negras.

Partículas sdlidas
En el aire existen diferentes partículas sólidas (polvo, hollín, cenizas
volantes, aerosoies salinos, etc.) en drferentes concentraciones. Su
tamaño oscila por lo general entre 0,001 y 100 micras de diámetro. Su
composición es muy variable (metálicas, carbonosas, sulfuradas, carbona-
tadas ...), al igual que sus formas (esféricas, irregulares, huecas, macizas,
horadadas...) (Figs. 52 y 53).
La sedimentación de material particulado en la superficie de las piedras
colabora al ensuciamiento de las mismas. Además, debido a su gran
superficie específica, tienden a aumentar la humedad de las piedras,
absorbiendo vapor de agua de la atmósfera y facilitando las reacciones
piedra-contaminantes.
En la Fig. 54 se recogen algunos de los factores exógenos relacionados
con la acción de los contaminantes en los edificios. La incidencia de la ng. 53. YamcUla ae oanfammacion (horadada),
procedeme de la combustión de madera (Cate-
contaminación en el deterioro de la piedra viene condicionado, además, dral de Pakna de Mallorca).
por otros aspectos, tales como: la naturaleza y concentración de los
contaminantes oresentes en el ambiente v las características intrínsecas
de cada tipo de p~edra.
1
Los productos secundarios más frecuentes, generados en las piedras por la
acción de la contaminación, suelen ser sales solubles, entre las que desta-
can los sulfatos. los nttratos y los cloruros.

Metereol6gicos
Velocidad y dirección del viento
Humedad relativa concentración
Temperatura ambiente concentración
Gradiente vertical de temperatura deposición de
Nieblas contarnlnantes
Lluvias

De emplazamíento
Geográficos
Microclimátlcos
Nanoclimáticm

Arquitectónicos
Diseño del edificio (fábrica)
Orientación del paramento
Acabado superficial de la piedra (labra)

Fig. 54. Factores exógenos relacionados con la acción de los contaminantes en les edificios.

32.3 Sales solubles

Las sales solubles ocasionan daños físicos y quimicos en las piedras


cuando cristalizan en su interior o en la superficie de las mismas. Su grado
de nocividad es variable, y depende no sólo de las caracterlstlcas de la sal
sino de las condiciones ambientales (variaciones de humedad y tempera-
tura), las cuales controlan los mecanismos de disolución y precipitación.
La procedencia de las sales solubles en las piedras es diversa. Lo más
frecuente es que provengan de fuentes externas: suelo, materiales de
consrrucción (p. e,. morteros y cementos do unión), aerosoles arrnosféricos
o marinos. rnetabol'smo de orcianismos o antiguos traram;entos oe consor-
vación. M& raramente son inherentes al material rocoso (p. ej. yeso
en algunas calizas o margas).
Las sales solubles más frecuentes en las piedras de los monumentos son
los sulfatos, seguidos de los cloruros, carbonatos, nitratos y, más rara-
mente, nitritos. En cuanto a los cationes, los más abundantes son los de
calcio, magnesia, sodio y potasbo. El número de sales que pueden encon-
trarse en las piedras de los monumentos es elevado (Fig. 55). Su dlstribu-

Sulfatos Cloruros
Yeso CaSOg2H,0 Halita NaCl
Thenardita NsSO, Sil\lita KCi
Mirabilita Na,SO+I OHO, Nitratos
Arcanita KSO, Nitronatnta NaNO,
Bloedita (S04)2'4Hz0 Nitrokalita (nitro) KNO,
Kieserita MgSO
O
$
,I Nitranmita NH,NO,
Hexahidrtta MgSO,.H,O Nitrocalcita Ca (NO,) ,.4HO,
Espsomrta MgS0,.7H20
Carbonatos
Termonatrita Na,CO,;O
tl
Natrita (natrón) Na,CO,~IOH,O

Fig. 55. Sales solubles más hecuentes generadaspor acción de la contaminación.


ción en los muros de o s edific os oepende de las condic:ones
terrnoniyrohetricas (Fg. 56).
El deterioro prodi,c:do por las sales so.ubles puede Levarse a caoo a travks
varios mecanisrr~os,siendo los más generalizaaos la crisralzación y la
hidratación. En el primer caso los aaños se producen cuando las tensiones
locales generadas por e, empJje del cristal al crecer en el interior de uri poro
o microfsura sobrepasan la res.stencia a la tracción de la roca. En el
segundo caso, el paso de la sa anhidra a la nidrarada comporta asimismo
presiories en las paredes de .os poros, las cuales pueaen provocar fenome-
nos disrupt vos (Fg. 57). Otros mecanismos, como los cambios esrructura-
e s en la sal, contriouyen tamb~én,a u n q ~ een menor medida, al aeterioro de
la piedra.

Fig. 56. Diferentes zonas de deterioro por sales


en un muro con ascensi6n capilar de agua. Nivel
L 1 1 ""- 1 A: Preciliitación ocasional de sales. Poco dete-
riorado. Nivel 8: Zona de mayor uincentación
de eflareooenclasv dearadación del material. Ni-
vel C: Poco deteriiradÜ. Crjstaliza~iónocasional
de sales. Nivel: D: No alterado'

Fig. 57. Mecanismo de deterioro producido por la sales solublese.

3.2.4 Organismos vivos

Determinados organismos vivos que se asientan sobre las piedras partici-


pan de la alteración química y física de la mismas (biodeterioro).No
siempre, sin embargo, la presencia de organismos supone necesariamente
'.
un daño para la piedra, al margen de apreciaciones estéticas Entre los
agentes bióticos de mayor incidencia destacan: bacterias, hongos, algas,
líquenes, briofitas, plantas superiores y animales.
Las bacterias atacan los soportes lapídeos mediante procesos químicos.
De las numerosas especies de bacterias, las que elercen mayor Influencia
en el deterioro de las p~edrasson las sulfúreas, las nitrificantesy las
ferrobacterias. Las sulfobacterias oxidan el azufre a sulfato. El azufre, al
combinarse con el calcio de la piedra, en presencia de agua, origina yeso.
Las nitrificantes producen nitritos y nitratos que, ocasionalmente, pueden
formar nitrato cálcico Las bacterias del hierro participan en los fenómenos
de oxidación-reducción de este metal.
La presencia de algas, al igual que la de bnofitas (hepáticas y musgos), es
un indicador de zonas húmedas. Sus efectos sobre la piedra lo son
principalmente por vía indirecta, al favorecer la colonización por otros
organismos (bacterias, hongos, líquenes, plantas superiores). Algas y
musgos producen agentes quelantes que se combinan con metales y SARNOLD..A. y ZEHNDER, K Sait weathenhg on
ácidos orgánicos e inorgánicos que, a su vez, reaccionan con los minera- monuments.The Conservatlonof Monumentsin the
MedierfaneanBasin. Bar¡. 1989, pp. 31-58.
les formando sales solubles. eSMm-l.B.S. y MoGRENY. J.P. Contourscalingat
La acción de los líquenes es doble: física, al penetrar en el sustrato asandstonebysahsWeaIhen'ngu~simu/afPdhl
pétreo; y química, al producir acúmuios de oxalato cálcico, debidos a la deserl condilbns. Earth Suriace Processes and
Landforms. Vd.13.1988. pp. 697-705.
combinación del ácido oxálico metabólico con el calcio de la piedra. Las
sustancias quelantes, que también producen, transforman muchos mine-
rales en compuestos solubles.
La vegetación herbácea o arbustiva constituye focos de humedad, al
tiempo que sus raíces dañan mecánicamente el material pétreo. Por otro
lado, los excrementos de animales (principalmente aves) contribuyen a
degradar químicamente a la piedra, debido a las sustancias que contienen
(especialmente ácido fosfórico). No hay que olvidar, finalmente, las lesio-
nes de carácter antróaico.

3.25 Otras agentes

Además de los citados, hay que mencionar otros agentes y mecanismos


de alteración que también intervienen en los procesos de degradación de
la piedra.
Las piedras de edificación se hallan normalmente sometidas a esfuerzos
mecánicos. Tensiones de compresión, y sobre todo, de tracción, deriva-
das de sobrecargas externas o mal repartidas en el edific~o,pueden
produc~rdeformaciones que debiliten mecánicamente al material, favore-
ciendo la aparición de fisuras y grietas, así como la penetración de otros
agentes de alteración (agua, sales solubles, etc).
Las variaciones de temperatura provocan dilataciones y contracciones de
los materiales pétreos, de acuerdo con sus características térmicas.
Repetidos ciclos de expansión y retracción, motivados por la insolación y
las oscilaciones de temperatura ambiental (diurnas, estacionales), generan
tensiones Internas capaces de provocar microfisuras y descohesiones en
el material rbcoso. Este hecho es más acusado si existen expansiones
diferenciales entre las distintas fases minerales, o bien entre minerales de
la misma especie con distinta orientación cristalográfica (p. ej. calcita en
mármoles).
Otros factores de deterioro de las piedras a tener en cuenta son: la acción
del viento (eros~óneólica); el relajamiento o liberación de las tensiones
naturales del material rocoso; la corrosión que afecta a los elementos
metálicos unidos a las piedras; las uibraoiones; los esfuerzos inducidos
por las técnicas de cantería y labra de la piedra; y los accidentes naturales
(incendios, inundaciones, terremotos, subsidencia del terreno, etc.1.
4. Metodología de diagnosis

Antes de acometer una intervención de conservación en piedra deben


realizarse una serie de estudios encaminados a evaluar los tipos y grados
de deterioro, los procesos de alteración que los han generado y los
factores que han intervenido en los mismos. Estos estudios, que en la
practica se engloban bajo la denominación de "diagnóstico de lesiones",
abarcan aspectos cualitativos y cuantitativos basados en observaciones,
análisis y ensayos diversos, los cuales contribuyen a caracterizar de forma
precisa:

- La piedra utilizada en la edificación.


- Su comportamiento frente a diversos agentes exógenos (agua
y contaminantes fundamentalmente).
- Los productos de alteración generados.
- El ambiente en el que la piedra se ubica.

Este conjunto de conocimientos, cuyos contenidos se han desarrollado en


los capítulos anteriores y que aquí se esquematizan, son los que permiten
definir con el rigor preciso las etapas y los metodos requeridos en una
determinada intervención de conservación, as1 como los procedinilentos y
productos más idóneos para paliar el deterioro que muestra la piedra en
cada caso.
A modo de recordatorio, en la Fiq. 58 se presentan los onnci~alesasaectos
que condicionan el comportami&to de la piedra cuando es usada como
material de edificación, incorporándose a la fábrica como uno de sus
elementos constructivos.
PIEDRA
$ cm0
Elemento Constructivo
FwmsDWadeb
FÁBRICA
Suc~mpoitamiema
depende de

AMBIENTALES 1 Macio, mlom y nanociima


Ccntamhimes

Subsu& ASem-
Humedades
mmapieha
RWaanadB
mn&
OTRAS RBtaciMadss
Wn la piedra
, Tlwde W É
M B t o d o d e ~
Acabada w
. p&&
Aspeaos mnstmims
Orimtad(n o d m i m FD- de ~~i-ran

Fig, 58. Aspe.306 que wndieionan e1 comportarnisnto de la piedra en la fábrioa.


4.1 Metodología de trabajo
La metodología utilizada para establecer el diagnóstico de lesiones de la
piedra de edificación comprende estudios que deben realizarse "in situ", y
que están relacionados con el monumento y su entorno, y otros que lo están
con la piedra propiamente dicha y que se llevan a cabo en el laboratorio'. En
la Fig. 59 se recogen esquemáticamente los contenidos propuestos en
dichos estudios, los cuales se desarrollan, a continuación, con más detalle.

/ Diagnóstico de lesiones en la píedra de edificación 1


Trabajo en el monumento:
- CaHografia sobre alzados de los tipos de piedra
- Cartograffa sobre alzados de las lesiones: humedades de edtítcación, lesiones
estructurales, lesionas de la piedra
- Registro de las cartografías de los apartados anteriores en soporte lnforrnático
(digltalización de imágenes)
- Establecimiento de correlaciones entre tipos de piedra y de lesiones
- Recogida de datos ambientales (clirnáticos y de contaminación)
Trabajo en el Iaboratorfo:
- Caracterizac~ón petrofísica de las variedades rocosas inventanadas
- Estudio del deterioro. Análisis del material alterado y pátinas

- Establecimiento de los agentes y mecanismos del deterioro


l
Fig. 59. Esquema de la mdodología propuestapara establecerel diagnósüco de lesionesde la pteda
de edificación. 1
l
4.1.1 Trabajo en el monumento

Lo más práctico es disponer de alzados de las fachadas del monumento,


sobre los que realizar la cartografía de los distintos tipos de piedra y de las
diferentes lesiones o formas de alteración que ésta presenta.

La cartografa de los tipos de piedra incluye:


- El registro gráfico de distintos tipos de rocas utilizadas en la edificación.
- El muestre0 del material sano, ya sea en forma de polvo o escamas.
- Pequeñas porciones de roca (para lámina delgada).
En la cartografía de lesiones es conveniente registrar las distintas formas de
alteración que presenta la piedra y tambi6n las humedades de la edificación.
En cada uno de los tipos de lesiones se analizan y valoran características
diferentes, tal como se indica a continuación:
En las lesiones estructurales se Incluyen:
- Grietas y fisuras en el edificio:
- Su relación con la fábrica.
- Su relación con el subsuelo.
- Grado de estabilidad mecánica de la fisuras.
En las humedades de edifoación se analizan:
- Distribución de la humedad en los dlferentes muros del edificio y en
las diferentes partes de cada uno de ellos.
- Relación entre la orientación de los paramentos y su contenido en
humedad.
- Relación entre la humedad y el diseño arquitectónico.
- Determinación de las fuentes que generan la humedad.
En las lestones en la piedra se contemplan:
- Formas de alteración:
- Relación con la orientación del paramento en el que se ubican.
' DE ANGELIS D'OSSAT, G ~ u i d eto fhe metho- - Relación con las características constructivas del paramenio.
dobg~cal su& ai rnonumnifs and causec ai ihen - Establecimiento de zonas de alteración: alteración diferencial.
detenwahon ICCROM. R m . 1982
lLa finalidad del muesireo del material alterado es - Muestreo del material alterado2:
coriocer su naturalezaquúnca La comparaaán de
ésta con la dsl sustrato. ayuda a identificar los - Material pulverulento para análisis q~ími~0S.
agentes exógenw que han actuado en el deterbro - Sales solubles (extracción mediante apósitos).
de La piedra y pwmits real~ar una apmimac16na
sus rneoanismoc de aetuaúbn - Costras y escamas.
imágenes referidas a aspectos concretos del monumento (piedra, lesiones,
etc.). La termografla suele utilizarse para obtener información del estado de
la humedad en los muros del edificio (véase apartado 5.1).
Cabe resaltar qbe el muestrco del material tarnbihn es corivenente reg:strar.
lo sohrc a,zados. La localización orecisa dc las muestras es irnooriante, va
que para los estudios en el laborátorio, a la hora de correlacionar los
resultados de los análisis con algunas características de la piedra o de su
lugar de ubicación, pueden ser de gran utilidad. Ayudan a precisar sobre los
factores y procesos de alteración que han actuado sobre la piedra.

4-15 Trabajo en el laboratorio

Suelen contemplar los aspectos mencionados en la Fig. 59, y que a conti-


nuación se detallan:
Caractedzacian petrofsica de las wfiedade6 mcosas mvenZa&das
Incluye el estudio de los siguientes aspectos:
- Petmgrafía:
- Mineralogía.
-Textura (espaciosvaclos, sistema poruso).
- Composición química.
- Propiedades físicas: especial Bnfasis en las propiedades hidricas.

Estudio del deterioro. Análisis del materlalalterado y de pátlnas


En él se incluye:
- Descnpdón de las formas de alteración.
- Valoración del grado de alteración.
- Biodeteriom.
- Análisis de los productos de alteración.
-Ubicación de lesiones y relación con el sustrato en el que se asientan.
- Análisis de morteros y revocos.
- Reconocimiento de pátinas y recubrimientos.

Establecimientode los agentes y meeantsmos de deterioro


Se establecen con la ayuda del:
- Análisis de los datos climáticos:
- Mlcrociimátlcos.
- Nanoclimáticos.
-Análisis de Los datos de contaminantes.

Las técnicas instrumentalesmás habituales, requeridas para este tipo de


estudios suelen ser:
- Lupa binocular.
- Microscopfa óptica de polarización y fluorescencia.
- Mimoscopia electrónica de barrido y microanAlisis puntual.
- Difractometría de rayos X.
- Porosimetrla de mercurio.
- Cromatografía iónlca.
-Plasma de inducción.
- Espectroscopíainfrarroja con transformada de Fourier.
5. Pruebas de apoyo
a la diagnosis

Los estudios relativos a las patologías y lesiones desarrolladas en las


piedras de edificación, así como su evolución en el tiempo, se apoyan en
una serie de observaciones, análisis y pruebas, realizadas tanto en el
monumento como en el laboratorio. Algunas han sido ya descritas en
apartados precedentes. En el presente capítulo se hace especial referencia
a las pruebas no destructivas y a las de durabilidad, describiendo las
técnicas y ensayos más habituales ideados para tal fin.

5.1 T6cnicas no destructivas


La caracterización de los materiales rocosos de edificación conlleva una
serie de estudios que, en la mayoría de ocasiones, requieren la extracción
de material y la posterior obtención de probetas de ensayo; es decir, se
trata de ensayos que provocan cambios irreversibles en la naturaleza
original del medio en estudio, por lo que reciben el calificativo genérico de
"análisis destructivos". En algunos casos este carácter destructivo no tiene
espenal relevancia, pero cuando se trata de materiales pétreos que integran
tanto la estructura como los elementos arquitectónicos y escultóricos de
monumentos histórico-artísticos, el muestre0 resulta más problemático. En
tales circunstancias es recomendable la utilización, "in-situ", de "técnicas no
destructivas", generalmente identificadas bajo la sigla inglesa NDT1.
Sin embargo existen otras muchas razones que justifican el creciente grado
de aplicación de estas técnicas. Destaca así su ventaja en cuanto a rapidez
en la diagnosis. repetitividad en las mediciones, eficacia y bajo costo
cuando se trata de gran número de análisis y, en ocastones, su capacidad
pare la adquisición en tiempo real de la información. Las posibilidades
prácticas de estas técnicas en sus aplicaciones a materiales rocosos se
centran en algunos de los siguientes aspectos: detección de posibies
anisotropías y fisuras internas, valoración de su comportamiento mecánico y
estado tensiona!, presencia de diferentes niveles de alteración, grado de
humedad, intervenciones antiguas realizadas en monumentos no identifica-
bles a simple vista, etc.
Una técnica no destructiva se basa, en esencia, en el análisis del comporta-
rriierrto de ,na dcrcrm nada propiedad física en e, serio de dn matcrial y cn
la nteroretac.ónoe d.cho comoortam.erito en f~nc.ónoe aluurio de os
aspecios ya citados en el párrafo anterior. Como propiedad'és fisicas suelen
utilizarse: transmisión de ultrasonidos, conductividad de una corriente
eléctrica. radiación electromagnética, etc.
Las NDT contemplan una serie de modalidades, como son:
- Tipos de señales a utilizar (naturales y artificiales).
- Aplicación de la técnica mediante contacto directo sobre el material o
sin contacto con él. ' MONTOTO, M. TBmicasno destrucNvasar>lica&s
a !a Conscmiiclori dci Prifnir.oriiú tlffitonco r n
- Procedimiento de trabajo: reflexión o impulso-eco, transmisión Tácnicasoe amgnostco a@.caaaaa la con58¡vac(dn
superficial o a través de la masa rocosa. .-
<le ,ni materiales
~ ~oe conslrurcion
~~ ~~. ~~ ~ ~~ ~los edificios
en
~~~ ~ .- ~ ~
~
hisfónm.E. SebasMn. Edd. lnsfflutoAndaluz del
- Método basado en señal única o múltiple cruzando desde todas las Patdmonia Htstónco Consqetía de Cultura de la
posiciones posibies la roca problema (tomografía). Junta de Andalucia, 1996,pp 85-94
La correcta elección entre las ddiversas modalidades resulta clave para poder
solucionar con eficacia cada problema especifico.
Desde el particular punto de vista de la aplicación de NDT a materiales
rocosos, el planteamiento m$s adecuado es el petrofísico, es decir, basado
en las propiedadesfisicas del material y en su interpretación fundamentada
en sus componentes petrográficos: poros, fisuras, uniones intergranulares,
anisotropías, minerales, comwsici6n auímica, etc. Este planteamiento
resulta Óptimo no sólo para la interpretwión de los datos físicos obtenidos,
sino también para la predicción de la evolución fisica del material. Otra
ventaja del planteamiento petrofl'sico, en sus aplicaciones a materiales
&reos de mtrimonio amuitectónico. es la de ~ermitcrel seauim~ento"in-
situ", a lo largo del tlemp~,de la evo¡uc16n de propiedades<slcas y, por
consiguiente, del deterioro de las piedras monumentales ("m~nitorización").
Pero no todo son vmtajas en estas técnicas. Sin duda la mayor dificultad
que acarrean reside en La correcta interpretación de los ~esultadosobteni-
dos. Esta dificultad se debe a que las piedras, como ya se ha indicado, son
materiales heterogéneos, polif~sicos,con discontinuidades internas, aniso-
tropías a muy diferentes escalas de observación y con límites geométricos
(Fig. 64). Todos estos aspectos dificultan la aplicación de los principios
b&icos de la física teórica, que parte de presupuestos basados en el
c o m p o ~ i e n t ode materiales homag&neos, isótropos, continuos y sin
lfm~tes.Debe también resaltarse que las NDT en absoluto pueden conside-
rarse sustitutorias de otras más convencionales: Por el contrario, deben
contemplarse como oomplementarias a dichos procedimiento$ tradiciona
les, aunque aportando información cuantitativa del material rocoso y muy
especialmente de zonas no vislblee de éste.

Fig. W.Aspectosinherente alm&tisl m w o que deben sertenidosen cuentaa la hora de interpre-


tar los datos obtenidos mediante NDT.

A partir de la experiencia obtenida con NDT en materiales rocosos puede


sugerirse una mtodologilI geflerak
- Elección de la técnica no destrwctka más adecuada para el probiema a
resolver; es decir, la ~ropiedadfísica aue m& incidencia muestrafrente a la
caracterfstica de la roca que se desea poner en evidencia, incluyendo una
ngurosa interpretación petrofísica de dicha elección.
- Diseño instmmental espeoifico para los trabajos "ln-situ".
- Simulación o modelizaci6n en laboratorio del problema a resolver y
valoración de la eficacia de la NDT inicialmente elegida.
- Anállsls de las variaciones en los datos proporcionados por la @?tales
y su correlación con el problema a resolver.
- ValoracBn por un experto en el tema de los resultados obtenidos.
- Adquisición de datos "in-situ".
- interpretación petrofísica de los datos de campo.
- Integración de los datos obtenidos mediante NDT con tos aportados
por metodos tradicionales.
Finalmente se plantea una valorackjn globalde todos los datos obtenidos y
una interpyetación de conjunto. En las aplicaciones de NDT a materiales
pétreos debe realizarse una reflexión previa de tipo general. Asi, en los
materiales creados por el hombre, las condiciones de su fabricación impii-
can un diseño previo que comporta una composición conocida y uniforme,
espesores también conocidos, etc El comprobar mediante NDT si existe
alguna discrepanaa respecto a las condiciones de fabricación suele ser el
objetivo más habitual. Por tanto, suele plantearse una única incógnita que,
en general, se resuelve con facilidad seleccronando la técnica no destructiva
más adecuada. Por el contrario, las rocas son materiales formados por la
naturaleza, bajo complejos procesos petrogenétlcos y tectónicos, por lo que
en su constrtución petrográfica actual intervienen numerosas variables.
A continuación se resumen las NDT más aptas para la solución de los
problemas más habituales con materiales de construcción: ultrasonidos,
emisión acústica, tomografía y termografíí.

Uno de los fenómenos físwos más utilizado en ensayos no destructivos es,


sin duda, la propagación de ondas elásticas (ultrasonidos). En la gran
mayoría de casos, la interpretación suele basarse en las vanaclones que
experimenta la velocidad de propagación durante su tránsito por el seno del
medio investigado. En el apartado 2.5 se expusieron ya los aspectos
básicos de dicho fenómeno y sus aplicaciones.
Esta técnica proporciona resultados muy coherentes en metales,
"composltes", cerámica, etc., en los cuales la "conductividad ultrasónica"
suele ser muy buena y las distancias que deben recorrer las ondas muy
cortas (del orden de mm a pocos cm). Sin embargo, en los materiales
pétreos su aplicación encierra mayores dificultades, ya que en éstos la
"conductividad ultrasónica" suele ser bajísima y las distancias a recorrer
mucho mayores, varios decímetros o incluso metros, lo que evidentemente
se traduce en una altísima amortiguacián de las señales.
' Existe una amplia gama de equipos ultrasónicos diseñados específicamente
para el método según el cual se opere, subdividiéndose, según el tipo de
excitación, en resonancia e im~ulsoultrasónico. En el caso más frecuente.
de excitacián por Ortpulsos ultrasónicos, se colocan dos transductores, uno
emisor y otro receptor, alineados sobre dos caras opuestas de la muestra
(método de transparencfa, Fig. 65),o sobre la misma cara del objeto (método
de superficie, Fig. 66). Las frecuencias de ensayo utilizadas para rocas
suelen estar en el rango 30 kHz a 1 MHz y se suele medir el tiempo de
tránsito de la onda a partir del cual se evalúa la velocidad de propagación.
Esta técnica permite, entre otras cosas, determinar la presencia de posibles
anisotropías, deducir el estado de porosidad/fisuración interna, detectar
diferentes niveles de alteración y evaluar el daño causado por los ensayos
de durabilidad. Asl, por ejemplo, estudios realizados mediante ultrasonidos
en los materiales graníticos de sillería de El Esconal (Madrid)=pusleron de
manifiesto, gracias al uso de diferentes parámetros ultrasónicos, varios de tl;mspsparencis), en una columna del claustm
bajo de la catedal de Medo.
niveles de alteración, cuando a simple vista sólo podían wtablecerse tres.
Los procedimientos ultrasónicos mencionados entran dentro de la categoría
de los llamados activos, ya que los ultrasonidos se generan artificialmente,
se inyectan en el medio rocoso, se detectan y registran después de viajar
por él y, finalmente, se procesan y se determina el parámetro físico que
serv~ráde base interpretativa. Pero existen otros procedimientos, los
pasivos, cuya metodología es muy diferente a los anteriores: p. ej. emisión
acústica (EA) o actividad microsísrnica (AM), en los cuales los ultrasonidos
se generan espontáneamente en el seno del propio medio rocoso.

5.1.2 Emisión acústica


F i g 66. Medida de ultrasonidos mediante el me-
La EAIAM se interpreta como una liberación repentina de energía de defor- todo de supeificie. en una probeta someffdaaan-
sayos de durabilldad.
mación elástica almacenada en la roca cuando ésta se halla sometida a
tensiones. Se generan así, en su seno, ondas elásticas que se propagan en eMONTOTOM.CALWA,
; L.; PÉFIQ, B.; ESBEFT
todas direcciones pudiendo ser captadas en su superficie mediante trans- R.M.E & a h h situ of fhe sfate ofdetm'mafionof
ductores. El fenómeno está relacionado con procesos de deformación y Mqnumfal s t m by non destn(c2lvs uItmsonic
techniques Materials lssues in ArtanG Anhaealogy
rotura, por lo que su aplicación práctica resulta extremadamente útil para II, MRS $B. Vandiver, J D* & G.S. Whseler,
detectar inestabilidades mecánicas. En materiales geológicos la EAIAM se EdS 1,1981, pp. 273-284
puede apreciar a diferentes escalas en relación con distintos mecanismos.
Así, a escala microscópica, se la considera originada por dislocaciones,
rnicrofisuración, roce de bordes de grano, meclaciones...; a escala macros-
cópica por fracturación y fricción a lo largo de las discontinuidades de la
roca: y, a escala megascópica, por la rotura de grandes volúmenes de roca
o incluso por el movimiento relativo de unidades estructurales. En edifica-
ción, la EA e8 de interes en todas las escalas en las que pueden plantearse
problemas de estabilidad; desde el basamento rocoso en el que se clmenta
el edificio. hasta el sillar en el que pueda producirse cristalización de sales
provocando desarrollo local de tensiones y fisuracióne.
Como medida de la emisión acústica suele utilizarse la velocidad de emisidn
acústica ("AE mte" o "noise rate"), expresada en sucesos o cuentas
("counts') por unidad de tiempo, siendo un suceso cada uno de los cam-
bios físicos producidos en el material capaz de generar emisión acústica (es
decir, un tren de ondas). Cada suceso puede estar formado por un número
variable de cuentas, definiéndose una "cuenta" como cada uno de los
máximos del tren de ondas, por encima del umbral de ruido de fondo del
registro originado en cada suceso. El espectro de frecuencias de una señal
de emisián acústica depende de las caracteristicas de la fuente, de la
distancia entre ésta y el transductor y de las caracteristicas del material por
el que se transmite. Normalmente, en los estudios del basamento rocoso el
rango de frecuencias de trabqo es bajo (de algunos Hz a pocos kHz),
mientras que en los relacionados con problemas a escala de sillar o de
probeta de laboratono es superior, de hasta varios MHz.
El sistema básico de captación y registro de la emisión acústica es reiativa-
iI
mente simple en su concepción. Consta de un sistema de captación (o 1

transductor), un sistema de amplificación y un sistema monitor para regis-


trar las señales detectadas. Dado que se trata de sehales extremadamente
débiles necesitan ser amplificadas inmediatamente a su captación, lo que se
consigue mediante un preampiificador situado próximo al transductor o
incluido en él. Generalmente se incorpora un sistema de filtros para selec-
cionar la banda de frecuencias útiles al obietivo perseguido, eliminando el
"ruido cultural" parásito (ultrasonidos producidos en el entorno por activida-
68 des humanas: vehículos, maquinaria,...). Posteriormente las señales se
vuelven a amplificar y se registran. Estos procedimientos consisten en
auténticas estaciones de recogida, transmisión y proceso de señales a lo
largo de las 24 horas del día.
Hay que recaltar la importancia de la instalación de los transductores, ya
que es condicionante para la covecta captación de las señales y es una
exigencia ineludible el conseguir un perfecto contacto entre los transducto-
res y la piedra. Por otra patte, los sistemas de captación y registro pueden
ser monocanales o multicanales, según que reciban información de uno o
varios transductores. Una de las ventajas de los multicanales es la de poder l
localizar las coordenadas espaciales de las fuentes de EA. Esto es impor-
tante, ya que un suceso de una magnitud determinada puede corresponder
tanto a una pequeña deformación, cuya fuente está situada próxima al
1
transductor, como a una muy superior pero más alejada. Los datos obteni-
dos pueden representarse gráficamente, suministrando información espacial l
respecto a las zonas potencialmente inestables y permitiendo "visualizar" la
evolución en el tiempo de la deformación en estudio.
Esta técnica resulta extremadamente valiosa cuando se plantean problemas I
de inestabilidad en un edificio, pudiéndose establecer una red de sensores
que "monitorice" la evolución de dicha inestabilidad. La Fi.67 muestra la
flg. 67. Ausniitsción medbnte smisidn acústi-
dezonaspotencíslrnentemestablesymctu- fase de auscuttación de EA "in-situ", en la catedral de Palma de Mallorca,
rasvifiibler,en la oatedaidePalma deIdallorea. donde existen importantes problemas de inestabilidad mecánica. A escala
de la probeta de roca ha permitido incluso diagnosticar cambios mineralógi-
w s de fase durante etapas de cristalización de sales.4
s ~ ~, E S T B Wü T . R
~M,S~DELR~O,
LM., RUU DE A R G A N D O ~VG. CALWA L ~ , 5-1-3 'rornografía
GROSSI. C M Acoustrc emlssion in afane
conswat~anAcousNc Emission/Mlcroseism~c
m Gwlogh- .%rucfur= a w M
- La tomografía consiste en la obtención no destructiva de "imágenes físicas"
PT(K:
HW, .ir ( ~Trans
Fftk , Te*wPubl'catrons,
d )1995, . 6 684
~ (conjunto de valores numéricos de una determinada propiedad física) del
,GROSSI, ;ESeERT, M, SU- interior de un cuerpo, a partir del análisis de señales (ultrasonidos, radar,
DELRío,
L.M.; MONTOTO, M.:LAURENPI-TABASO, Mrayos-X...) que han sido enviadas a su través. Se trata de una NDT en pleno
$"fe ~ z ; $ a ~ ~ ~ ; ~ ~ n f ~
desarrollo en campos tan diversos como la medicina, geología regional o
s t u ~ w i niic, ~1 ,~ 7ciencia de materiales, que permite, en nuestro caso, "visionar" el interior de
(en prema). un medio rocoso.
La tomografia ultrasónica es la más habitual en materiales geológicos. Su
objetivo es obtener un mapa de los valores de la velocidad de pmpagacidn
en cada punto de la masa rocosa (Hg. 68); posteriormente se interpreta
dicho mapa -"tomograma"- en términos de fisuración, alteración, etc. En
este tipo de tomografía se parte, en la mayorfa de ocasiones, del tiempo de
vuelo (tp) que ha tardado el ultrasonido (onda longitudinal) desde el emisor
(E) al receptor (R); el tratamiento matemático posterior que va a permitir
obtener los tomogramas descansa en el siguiente punto ciave: asumir que
el valor de cada tiempo de vuelo medido para cada posición EíR integra el
conjunto de todos los diferentes valores de tiempo de vuelo presentes en la
zona de la roca recorrida por la señal (Fig. 69).
Sin embargo este recorrido es desconocido, ya que en una masa rocosa no
homogénea (alterada) el ultrasonido se transmite sufriendo constantes
refracciones a medida que va atravesando zonas fisicamente diferentes; por
consiguiente, no puede calcularse una velocidad promedio. Se plantea así el
aspecto más crítico de la tomografía, conocer el recorrido seguido por la
sefiai; esto se deduce a partir de un proceso infomático con los algoritmos
adecuados. Los algontmos mas sencillos realizan una reconstnicción
Fig. 68. Tomograma de una rona dei megalito oe
rectilinea del recorrido de la señal, por lo que proporcionan resultados poco h e i t o s (La CoNRa). Se trata de un mapa de los
realistas. Por el contrario, otros algoritmos más complejos realizan una valores de la velocidad de propagación de las
ondas Ibngitudiiales, en las oonespondientes
reconstrucción basada en recorridos curvilíneos y sus resultados son, sin coordenadas de la rona rocosa tomograñada.
duda, los más realistas
El resultado final de un tomograma es, por tanto, un conlunto de valores
numéricos de la velocidad de propagación que cubre toda la masa rocosa.
Su presentación gráfica se realiza en mapas en falso color que describen los
diferentes rangos de valores de esta propiedad física. A fin de evitar cual-
quier posible error debe recalcarse que un tomograma no constituye un
mapa geológico de la rnasa rocosa estudiada, sino una representación 2D o
3D de las variaciones de una propiedad física y que exige una posterior
interpretación petrafisica de interés para el usuario de esta NDT.
En síntesis, la construcción de un tomograma ultrasónico implica las
siguientes etapas:
- Transmisión a través del cuerpo rocoso de una sena1 ultrasdnica desde
n posiciones 6-R, (emisor/receptor)de coordenadas conocidas.
- Medición de los "kempos de vuelo" (tpñ)pava cada una de las n
parejas 5-R, (Fig. 70).
- Aplicar alqo'ritmos de reconstrucción tomoqráfica: éstos se alirnentan
con los sigiiicntcs datos para cada pare+ E-R,: coordenadas (x, y , z), Fig. 68. El valor del tiempo de vuelo para c w s
(x, y,, z) y va or tp,. Los algoritmos rcali~anuria "suod~visión"uel posición YR, integra el ronjunto $
todos tos
diferenies valores de tiempo de vuelo p-ntes
cuerpo' rocoso en'una malla de celdas regulares, deducen los recorri- en la zona de la roca rewirrida por la seRal.
dos seauidos Dor las señales. asianan "tiemoos de vuelo" oara cada
celda ;elaboran los tomogramaso mapas de velocidades:
- Interpretación petrofisica de los tomogramas, en función de los
aspectos de la roca a resolver mediante esta tknica.
Señalar finalmente, como resumen práctico, que cada medida ultrasónica
va asociada a una Única posición de los dos transductores ernisor-receptor
(WR) y que cada medida implica siete datos: el valor del tiempo de vuelo y
las seis coordenadas de las posiciones E/R; a su ver, la realización de un
tomograma consiste en decenas a centenarec de medidas. Con todos
estos datos se alirnentan programas informáticos, ya cometcializados. para
la obtención de los tornagramas. Fig. 70. MediUon Yin-situ" de tiempos de vuelo y
La Fig. 27 (apartado 2.5) muestra un equipo instrumental básico muy apropia- cowdenadas para la realización de la tomografis.
do para tomografia ultrasónica; con él se han realizado tomografías en el
megalito de Axeitos (La Coruña), (Fig. 71), que han permitido caracterizar
zonas con fisuraciones internas no identificables a simple vista: concretamen-
te, se dedujo una intensa fisuración interna en la zona de apoyo del bloque
horizontal superior con otro bloque vertical (lo que indica que las tensiones i
originadas por el peso de aquél sobre éste llegaron a superar localmente la
resistencia mecánica de la piedra), así como la existenc~ade fracturas inter-
nas subparalelas a la superficie de uno de los bloques verticales.

5.1.4 Termografía

Las técriicas termográficas se oasan cn cl análisis de la radiación eiectro-


maonét'ca oiie emite v/o reflea todo cueroo. Dichas técnicas son de sran
intGés en construccidn, ya no sólo facilitan la distinción entre materia-
les constructivos distintos, sino que permite también obtener información de
.OLOR NaRM
la zona más superficial de éstos sobre aspectos como localización de zonas
:&!El
rnr
&BB
oFr
con dferente grado de h~medad,feriónienos de cap~laridad,irihorriogenei-
oades constructivas (Fio. 721. cronoioaia do aiferentes fases constri.ct vas.

Fis. 72. lmasentermomáficade


I etc. 5.6. Otra gran ventqa de'bsta ~ ~ f laesencillez
s
se- instrumentación, así como su carácter de no contacto.
de su aplicación e
tói de la catedral de Óviedo, en la que se m-
nooen antiguas sustituciones de piedra' La técnica m4s extendida es la termografía irtfrarroja (TIR), que convierte la
radiación térmica emitida por el material (invisible al ojo humano) en señales
eléctricas, con las que se genera una imagen visible, utilizando como
parámetros de medida la temperatura y la emisividad. El equipo instrumental
consiste en una video-grabadora sensible a la radiación infrarroja, por lo que
las imágenes obtenidas pueden visionarse "in-situ" en tiempo real.
La espectrorradiometría (ER) mide el flujo energético emitido por una fuente
de radiación o superficie donde aquella incida, discriminando las dferentes
Imgitudes de onda de su espectro. Es una técnica más compleja y menos
inmediata que la anterior pero que proporciona muy buenos resultados.

5.2 Ensayos de durabilidad

Todo material rocoso expuesto a la acción de la intemperie es alterable en


mayor o menor grado. La aiterabilidadde una piedra de edificación puede
definirse como la susceptibilidad a alterarse una vez colocada en obra, bajo
unas condiciones ambientales dadas. Inversamente, se entiende por
durabadad la aptitud o capacidad de un material para resistir la acción
agresiva de los agentes de alteración.
Conocer la durabilidad de un material rocoso es una tarea bastante compie-
ja, dada la cantidad de factores intrínsecos y extrínsecos implicados en el
proceso y los diferentes tipos de deterioro que pueden darse.
En este sentido, la estimación de la durabilidad de una piedra resulta
imprescindible a la hora de intentar predecir o valorar su comportamiento en
una obra, a fin de evitar un deterioro prematuro o simplemente un mala
utilización de la misma. Como apoyo a la diagnosis existen diversos proce-
dimientos, los cuales pueden ser engiobados en tres grandes categorías:
- M6todo.s indirectos: basados en deducir la durabilidad de una piedra
a partir de sus característ~caspetrofísicas, teniendo también en
cuenta los factores ambientales que actúan sobre ella. Así, por
ejemplo, la composición, textura, sistema poroso y determinadas
propiedades físicas -especialmente las hídricas-, constituyen puntos
de apoyos que, como ya se ha visto en capítulos anteriores, contribu-
yen a predecir la alterabilidad de un material rocoso.
- Métodos comparativos: se trata de deducir el comportamiento de un
material pétreo a partir del conocimiento previo que se tiene del
mismo o de otro de características similares. Los diferentes niveles de
degradación observados en las piedras de monumentos y edificios
S ~ ~M La~tmovisbne
4 ~ strumento
~a>me ~ ~dr , históricos, expuestos a los agentes de alteración a lo largo de los
indagne non invasna&d a g ~ & d e f t w u ' ~ años y en distintos ambientes o climas. constituye un buen indicador
Affl d.4 l°ConvegnoNaoan.4eASS.I R CO Verana, de la durabilidad real de dichos materiales bajo diversas circunstan-
Octubre lS81.
.
6CUSID6. J A , DNANT M RIBA, J. Aplmdones
de h t m r n f f a Intamqa y h esp~cfmnadbm&
cias, pudiéndose tomar como puntos de referencia para otros mate-
riales idénticos o similares.
en el estodro del deterioro del patrlmonlo
wqu,feofonico mond.MatwirllesdeC o M 6 n - Métodos expenmentales: en ocasiones, además de la caracterización
(m prensa) 1996. petrofísica y de las referencias previas, resulta conveniente recurrir a
prLewas de laboratorio, en las que muestras Ue roca son sometidas a
"en*ayos oe d~rabildad" o dc "envejecimiento artificial acelerado".
Existen eri ia actualidad. oentro de este grupo, diversos ensayos de labora-
torio abe oro~orcionaninformacón acerca de la d,rabi,idao de las medras.
así como de su idoneidad como material de edificación. En líneas generales
se pueden englobar en los siguientes tipos:
- Ensayos a tiempo real. Una forma sencilla y fiable de estimar la
durabilidad de materiales pétreos son las pruebas de exposlción a la
intemperie, en las que muestras de piedra son expuestas a condicio-
nes ambientales naturales (exterior) por un período de tiempo prolon-
gado (meses, años), observándose periódicamente su evolución y
registrándose los danos producidos.
- Ensayos acelerados. Las pruebas en tiempo real no siempre son
practicables, por lo que normalmente hay que recurrir a experien-
cias de laboratorio en las que probetas de piedra son sometidas, en
un corto lapso de tiempo, a uno o varios agentes de alteración
convenientemente intensificados: son los llamados ensayos de
envejecimiento artificial acelerado. Dentro de ésta Última categoria,
se pueden clasificar los ensayos en: básicos, los más sencillos y
utilizados; atmásferas controladas, que requieren ya una rnstrumen-
tación más o menos compleja; y d~versos,de uso más específico o
restringido (Flg. 73).

Indirectos:
- Caracterizaciónpetrofisica.
Comparativas:
- Comparación de deterioros.
1 Experimentales (ensayos de durabilidad):
-En tiempo real: exposición a la intemperie.
-Acelerados: ensayos de envqeckiento artific~al.
- Básicos
- Ciclos de humedad-sequedad.
- Ciclos de hielo-deshielo.
- Ciclos de cristalización de sales
-Atmósferas controladas.
-Atmósferas contaminadas
- Niebla salina.
- Uuvia ácida.
- Otros:
-Ataque con soluciones agresivas.
- Exposición a la radiación ultravioleta
- Desrnomnamiento.
-Ciclos térmtcos.
- Ensayos combinados.

F i g 73. Cuadm resumende loa métodosyensayosmas uükados Para evaluarla durabilidadde la piedra.

El objef~vofinalde todo ensayo de durabilidad es, en CiKimo caso, la medida


de la aptitud de una piedra de edificación para desempeñar la función
asignada en una obra, durante un período de tiempo relativamente largo y
. .
sin exoerimentar cambios inaceotables de awariencia, orooiedades o
pérdida de su integridad física.
En cuanto al interés o utilidad de este tipo de pruebas se pueden destacar
los siguientes aspectos:
- Predicción del cornportam~entode la piedra en obra.
- Establecimiento de "índices" de calidad o durabilidad de materiales
rocosos.
- Comparación entre la durabilidad de una piedra sin tratar y tratada
con productos de conservación: valoración de los tratamientos.
- Comparación entre las formas y mecanismos de deterioro observa-
dos "in situ" y en el laboratono.
- Establecimiento de comportamientos diferenciales de materiales
pétreos frente a agentes de alteración concretos.

5.2.1 Ensayos básicos

Los más utilizados son los ensayos de: humedad-sequedad, hielo-deshielo


y cristalización de sales7.
El procedimiento experimentalde estos ensayos se basa en la repetición
cíclica de un determinado proceso, en el que la acción de un agente de
alteración (agua, hielo, sales solubles) es sensiblemente acentuada. El
número de ciclos a realizar varía según la resistencia de la piedra y la
agresividad del ensayo. En general pueden señalarse dos modalidades:
realización de un número prefijado de ciclos y realización de cuantos ciclos
se precisen hasta alcanzar la rotura de las muestras o un nivel de degrada-
ción dado. La valoración de los daños producidos se realiza de acuerdo con
criterios preestablecidos (Véase apartado 5.3).
En cuanto a la preparación de las muestras, puede llevarse a cabo de forma
común para diversos ensayos. El número de muestras a ensayar depende
fundamentalmente de la homogeneidad del material y, a posterion, de la
dispersión de los resultados obtenidos; un mínimo de 3 por cada tipo
rocoso es aconsejable. La forma de las probetas suele ser cúbica, de 5 cm
de arista (según RILEM, Fig. 74). Antes de ser ensayadas, las probetas
deben estar secas, rotuladas sus aristas con tinta indeleble y, si es preciso,
orientadas y fotografiadas. Debe asimismo medirse para valorar los danos
su "peso seco inicial", con una precisión de 0.01 g.

Ciclos de humedad-sequedad
El ensayo tiene por objeto conocer el efecto del agua sobre las piedras,
simulando los cambios a que se ven sometidas en los edificios, como
consecuencia de la alternancia de días secos y Iluvlosos. Los daiios se
atribuyen fundamentalmente a la acción disgregadora y disolvente del agua.
Es uno de los ensayos más sencillos, aunque no suele estar normalizado.
El procedimiento experimental consiste básicamente en ciclos alternos de
inmersión y secado. Así, un ciclo de 24 horas incluye una primera etapa en la
que las probetas se sumergen totalmente en agua durante 16 horas. El
secado se realiza en un estufa (a 60 " o 105 "C) durante 6 horas. A continua-
ción las probetas se dejan enfriar las dos horas restantes, para evitar choques
térmicos (Fig. 75). El número de ciclos a realizar es elevado (mayor de 30).
A pesar de la escasa agresividad del ensayo, algunos materiales rocosos son
más sensibles a los cambios en el contenido en humedad que a otros fenó-
menos (p. ej. acción del hielo). Areniscas y calizas con contenidos en arcillas
superiores al 10 % dan malos comportamientos. En calizas más puras los 1

I
daños se producen fundamentalmente por disolución y son muy lentos. Las
rocas cristalinas son, por lo general, bastante resistentes al agua.

Ciclos de hielo-deshielo 1
Este ensavo estudia los efectos del hielo sobre las ~iedras.Los daños se 1
atribuyen Principalmente al incremento de v01umen'~uetiene lugar cuando
el agua líquida pasa a hielo en el Interior del sistema poroso y se manifiestan

Inmersión en Secado en horno: Enfriamiento:


agua: 20°C 60-105°C 20°C

----*
'1
mm
-
-

Fig. 7& Pmbetas preparadaspara ensayas dedu-


rabilldad.
I I
I
I 2h I
' RlLEM Essais rscornmandees pour rnesurer
I'aRémtron des pierm et évaluer I'eficacité des -------------------+- ---------------- I
1 16 h 6h
J
memode6de fmitement. Máiwnauxet Constnicbons,
1980, 13 (75).pp 175-252 Fig. 75. Esquema del ensayo de humedad-sequedad.
mayoritariamentea través de fisuras y desagregaciones. El ensayo de
heiadicidad sblo tiene interés cuando existe riesgo de que las heladas
afecten a la piedra. Existen diversas normas de ensaya: RILEM (1980, V-3);
DIN (52104); ASTM ('2-67, G-290, G-291); UNE (22.174, 22.184, 22.193,
7.062, 7.192).
Normalmente se utilizan ciclos de 24 horas, en dos etapas: congelación y
descongelación. Previamente a los ciclos las probetas han de ser embebi-
das en agua, lo cual se realiza por inmersión libre durante dos días (en
materiales de edificación es recomendable la toma de agua por capilaridad).
La congelación tiene lugar a -15 "C, durante 8 horas. Para descongelarias
se sumergen totalmente en agua a temperatura ambiente (o se mantiene la
toma de agua por capilaridad) durante las 16 horas restantes (Fig. 76). El
número de ciclos es vanable (alrededor de 30).

Inmersión en Congelación: Descongelación


agua - 15°C en agua: 10°C

M
mmm
I l
48 h 1 8h 16 h I
L-------------+-----------J

Fig. 76. Esquema del ensayo de heladicidsd

Los efectos debidos al hielo están ligados a la capacidad de absorción de


agua (piedras con grados de saturación superiores al 85% suelen ser
heladizas). Las rocas de elevada porosidad presentan con freciioncia
qrarides uoros bien comun.cados (b~;os arados de sat~ración).
,. oor lo niie
m -,
muestran buen comportamiento frente a Tas heladas.

Ciclos de cr~stal~zac~on de sales


Este ensayo evalúa el efecto de las sales solubles que, usualmente, contie-
ne el agua. Los daños inducidos en la piedra (picado de la superficie,
disgregación, saltación de partículas...) se deben principalmente al incre-
mento de volumen que tiene lugar cuando las sales cristalizan o pasan de
estados anhidros a hidratados en el interior de los poros. El ensayo de
cnstalización de sales es uno de los más agresivos entre los básicos y está
ampliamente normalizado: RlLEM (1980, V-1a, V-1 b, V-2); DiN (52111);
ASTM (C-88, C-218); UNE (7.136).
Los ciclos suelen ser de 24 horas, distinclul6ndosetres etaoas: inmersión.
secado y enfriamiento. La sal más comúfimente empleada'es el sulfato
sódiio decahidratado, en solución acuosa al 14%. Un procedimiento consiste
en sumergir totalniente ,as probetas en la soi~cióna ternperai~raarribiente
durante 24 horas. (Otra alternativa rriás mnreseritat va oara rriatcnalns- nAtreos
---
7 -

de ed~ficauónes ~ade absorción de la so~uclónsalina por capilandad). El


secado se realiza en un horno (60 " o 105 "C) durante 16 horas, dejándose
enfriar las probetas las 4 horas restantes (Fig. 77). Finalizados los ciclos
(normalmente 10 son suficientes) se eliminan las sales por lavados sucesivos.

l Inmersi6n
sol-ion:
-
20-C
Sicado hamo:
60-105-0

1 4h
L---__--------------------------_----J
16h 4h I
Fig. 7 i . Esquema del ensayo de cristalizaoiónd e seles.
I
La efectividad de este ensayo está relacionada con la naturaleza y con-
centración de la sal, el tipo de inmersión (total o parcial), la temperatura y
el tiempo de secado. Al aumentar la temperatura de secado aumenta la
proporción de sal que cristaliza en el interior de la probeta y, en conse-
cuencia, los daños generados son mayores. En líneas generales, cuanto
más porosa es una piedra más se ve afectada por este ensayo.

5.2.2 Ensayos con atmósferas controladas


Estos ensayos tienen por finalidad reproducir en el laboratorio determrna-
do tipo de atmósferas, simulando condiciones extremas respecto a las
naturales8.

Atmósferas contaminadas
--
El objetivo de este tipo de ensayos es estudiar el efecto sobre los materia-
les pétreos de determinados gases contaminantes presentes en atmósfe-
ras urbanas e industriales. El más utilizado es el de ataque con dióxido de
azufre en atmósfera saturada de vapor de agua. Para ello se requiere una
cámara especial cuya parte inferior lleva un depósito con agua destilada.
En cada ciclo se introduce un volumen dado de SO, (0.2 o 2 litros),
manteniéndose el agua del depósito a 40 O C durante 8 horas. Después se
abre la cámara y se deja que se enfrie y baje la humedad, durante las 16
horas restantes (norma: DIN 50018, ensayo Kesternich).También pueden
realizarse otros ensayos, siguiendo otros procedimientos y utilizando
diferentes gases (Óxido de nitrógeno, dióxido de carbono o combinaciones
de varios gases) en distintas concentraciones.

Niebla salina
Este ensayo estudia el efecto de los aerosoies marinos, a cuya acción se
ven sometidas las piedras de edificaciones situadas en zonas costeras.
Para la realización del mismo se requieren cámaras especiales. En ellas las
probetas son sometidas a una niebla o "spray" salino generado por una
disolución de NaCl al 5% en agua destilada. La temperatura se mantiene
constante (35 "C), al igual que la cantidad de niebla generada por unidad
de tiempo y superficie (norma: ASTM B-117).

Lluv~aácida
Existen diferentes ensayos para analizar el efecto de la lluvia ácida (pH
inferiores a 5.6) sobre los materiales p6treos. Esquemáticamente consis-
ten en someter las probetas de piedra a un goteo continuo o cíclico de
una solución ácida (obtenida nomaimente a partir de ácido sulfúrico o
acético). También se realizan ensayos de nebulización (niebla ácida), en los
cuales se pulveriza la solución sobre las probetas varias veces al día,
permaneciendo a temperatura constante.

5.2.3 Ensayos diversos


Aparte de los señalados, existen otros ensayos que pueden ser de utlli-
dad, bien sea por su facilidad de realización, o por tener en cuenta algún
factor o variable específica no incluidos en los anteriores.
El ataque con soluciones agresivas conslste en sumergir muestras de
piedra en soluciones ácidas diluidas (de ácido sulfúrico, nitrico o clorhídri-
co). Se trata de una aproximación bastante simplista de los posibles
efectos de gases contaminantes o lluvia ácida, cuyos resultados deben
tomarse con muchas precauciones.
La exposición a las radiaciones ultravioleta consiste en someter las pmbe-
tas a una luz ultravioleta durante un determinado período de tiempo
(semanas, meses). Normalmente se utiliza una lámpara fluorescente de
vapor de mercurio situada a una distancia fija de la fuente (40 cm), en
determinadas condiciones ambientales. Este ensayo está indicado para
valorar las modificaciones cromáticas que pueden producirse en la piedras
por efecto de la insolación.
*VALE, J., MART~N,A. Ensayos & rnBfsrialas en
smdsfemmtroBdas mde P u b l , c . e s El ensayo de desmoronamiento consiste básicamente en ciclos de abra-
de la un~e(sidad
de Swlila, 1985. sión en estado húmedo. Para su realización se requiere un aparato espe-
cial ("slake-durability test", diseño ISRM). Se usa preferentemente para
conocer la durabilidad de materiales rocosos que contienen porcentajes
significativos de minerales arcillosos.
Finalmente existen los ensayos combinados o mixtos, de mayor compleji-
dad, que comportan múltiples variables o agentes de alteración. Por
ejemplo: combinación de ciclos térmicos (calentamiento-enfriamiento)con
exposición a las radiaciones UV; ciclos de humedad-sequedad con niebla
salina o gases contaminantes, etc.

5.3 Valoración de los ensayos

Para una correcta interpretación de los resultados obtenidos en los


ensayos de envejecimiento artificial acelerado es necesario el estableci-
miento de una serie de criterios adecuados en cada caso. La selección de
dichos criterios debe hacerse en función del tipo de ensayo, de los objeti-
vos perseguidos y del material ensayado. De lo contrario se corre el riesgo
de llegar a conclusiones erróneas o a predicciones poco fiables.
En los criterios de evaluación más utilizados pueden señalarse los siguientes
(Fig. 78):
- Observaciones de superficie
- Pérdida de peso
- Variación de propiedades físicas.

Examen de la superficie:
- Color
- Aspecto superiicial (rugosidad)
- Danos: fisuración, saltación de granos

Pérdida de peso:
- Porcentaje al final del ensayo
-Tipo de pérdida (de deterioro)
Variación de propiedades fisicas:
- Porosidad/ porometría
- Propiedades hidricas:
- Capilaridad
- Permeabilidad al vapor de agua
- Propiedades mecánicas (Rc) (Rt)

- Propiedades dinámicas (Vp)

Fig. 78. Cuadm resumen con los principales criterios empleados paravalorarios ensayos de durabilidad.

El examen de la superficie de las probetas después de los ensayos es


obligado, pues es en esta zona donde suele concentrarse la mayor parte
de los daños inducidos por los ciclos. Deben tenerse en cuenta modifica-
ciones tales como pérdidas de material por disgregación o disolución, Fig. 79. Daños producidosen probetai de caliza
aparición de fisuras, manchas, cambios de color, etc ... (Fig. 79). Para ensayadas (catedral de Sevilla). Arriba: cristali-
zación desales; centro: hielo-deshielo. Abajo: hu-
observaciones de más detalle puede recurrirse al auxilio de la lupa o del medad-sequedad.
microscopio electrónico de barrido. El análisis comparativo mediante
fotografías tomadas antes y después del ensayo son igualmente útiles.
La pérdida de peso se realiza generalmente al final del ensayo, sobre
probetas secas, expresándose en términos relativos, como porcentaje
respecto al "peso seco inicial" (Fig. 80). Es conveniente acompañar dicho
dato con la descripción de los daños observados; ya que los daños son
de distinto grado o naturaleza según los ensayos. La pérdida de peso es
uno de los criterios más usados para evaluar los ensayos que hemos
denominado básicos, pero tiene escaso o nulo interés en otros, tales
como los de simulación de atmósferas contaminadas.
Lo mismo puede decirse de las variaciones de propiedades fisicas. Algu-
nas propiedades son más sensibles que otras a los cambios introducidos
en las piedras. Por ejemplo, las posibles modificaciones inducidas en
ensayos como el de niebla salina o cristalización de sales son más fácil- Fig. 80. P6rdidas de peso a lo largo del ensayo
mente detectables mediante las variaciones de la permeabilidad al vapor de cristalización de sales (caliza del Páramo).
de agua -propiedad especialmente sensible a los pequeños cambios en el
sistema poroso-, que por las de capilaridad o porosidad abierta.
En otros casos puede obtenerse información de posibles danos internos a
través de propiedades dinámicas (p.ej. velocidad de propagación de
ondas ultrasónicas, energía de ondas elásticas, etc.) (Fig. 81). La disminu-
ción de la resistencia mecánica de probetas ensayadas con respecto a las
no ensayadas es asimismo un buen Indicador del debilitamiento físico
sufndo por las mismas.
Independientemente de los criterios que se utilicen para la evaluación de
los ensayos de envejecimiento artificial acelerado, hay que tener en cuenta
una serie de Iimitaciones inherentes a los mismos, entre las que cabria
?.Y-..
bllal.
me
m d
edd
or
No es posible cuantrficar la durabilidad de un material rocoso en
-
Fig. 81. Variadón de le energía de ondas dásil- base a un único ensayo de laboratorio.
css en la arenisca del monamrio de Ripoll, con
105 ~ E I O Sde cristariiaci6nde S~ISS=. - La mayoría de pruebas incluyen sólo uno o dos agentes de altera-
ción. En consecuencia, las condiciones de laboratorio no represen-
tan todos los factores ambientales que actúan conjuntamente en la
naturaleza (con su "efecto sinérgico"), ni reproducen la compleja y
dinámica interacción piedra-ambiente.
- La intensidad de los agentes seleccionados está generalmente por
encima de lo que es habitual en la naturaleza, y los tiempos de
programación de los ensayos son excesivamente cortos como para
permitir que se produzcan determinadas reacciones.
- El tamaho de las probetas es muy pequeño comparado con los
sillares de un edificio. El "efecto escala" puede llegar a distorsionar
los resultados.
En definitiva, los ensayos de durabilidad deben contemplarse como una
mera aproximación a situaciones reales y la extrapolación de los resulta-
dos experimentales debe tomarse con muchas precauciones. No obstan-
te, resultan muy útiles para establecer el comportamiento diferencial de los
materiales frente a agentes de alterabilldad concretos.

rJA.1 .:MONIOiU,M..~i~n-(+lCi/\,B.:
S J A R C ~ Dr. RIO, - . M ; MARTINEZ. A,:
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cyciyc .%Ir crystalliralion iubo,ralory resls. The
( 2 ~ r w w i i l o ! !01 Moniinients in 1tir Mnn inrdman
6. Tknicas de intervención

6.1 Criterios generales de intervención


La intervención en la piedra de edificación se contempla dentro del marco
de la carta de Venecia (1968). Por tanto, todas las etapas y procedimientos
empleados intentarán mantener la piedra en su aspecto original, no introdu-
ciendo variables que puedan trastocar el mensaje artístico y estético que
sus autores pretendieron transmitir.
Uevar a la práctica esta teoría es, en la mayoría de ocasiones, complejo
desde el punto de vista técnico; sobre todo en los últimos años, ya que
existe una fuerte agresión del ambiente. La piedra se halla en muchos casos
en un avanzado estado de deterioro y al intervenir se pretende no sólo
frenar este deterioro sino también dar soluciones de conservaclón que sean
capaces de soportar las agresiones del ambiente durante un periodo de
tiempo razonable.
Otro aspecto a considerar es el de las prioridades en las intervenciones de
conservaclón. Como criterio general debe considerarse válido aquel que
atiende a las causas del deterioro en primer lugar, interviniendo en ellas para
erradicarlas o minimizarlas. Posteriormente puede llevarse a cabo la inter-
vención en la piedra propiamente dicha. En relación con ello debe recordar-
se que la piedra en un edificio es la capa más superficial del mismo y que en
su deterioro y conservación pueden incidir otros materiales con los que está
en íntimo contacto, como es el caso de los rellenos de muros, morteros, etc.
También interesa recordar que para la conservación de la piedra existen en
la actualidad numerosos productos creados por la industria química, Estos
productos cumplen, en general, las prestaciones para las que han sido
diseñados: consolidan, protegen, etc. Sin embargo, la mayoría están
concebidos para ser aplicados a materiales homogéneos, con una compo-
sición, textura y porosidad uniformes (p. ej. el hormigón).
Como es sabido, la piedra es un material extraordinariamente heterogéneo;
entre sillares de la misma variedad litológica es frecuente que existan
variaciones importantes en su textura, porosidad, etc., lo que condiciona un
distinto grado de penetración y distribuc~ónde los productos do tratamienro
en el seno de la ~ieorav. Dor tanto. ,na diferente d.irabi idaa. Ello oblloa a
que, cuando se planteauna intervención en la que se deben aplicar p6duc-
tos a una determinada piedra, se requiera siempre una experimentación
previa, para ver cómo se comportan los sistemas piedra-tratamiento selec-
cionados.
La realidad ha puesto en evidencia que los comportamientos obtenidos con
un producto de tratamiento aplicado a un determinado tipo de roca (p. ej.
caliza de Hontoria, arenisca de Montjuic,...) no pueden extrapolarse a todo
el tipo litológico, sin cometer errores considerables. Estos hechos y el
escaso volumen de negocio que para la industria química representan los
productos para el tratamiento de la piedra hace que, en general, las investi-
gaciones sobre éstos sean relativamente escasas y que se disponga de
pocos datos para conocer, a priori, el comportamiento de los diversos
sistemas piedra-tratamiento.
1
6.2 Etapas de intervención
En la actualidad las etapas de intervención más frecuentemente estableci-
das en relación con los trabajos de conservación de piedra son: limpieza
(puede incluir preconsolldac~ón y desalinización), consolidación, proteccrón
y sustituc~ón.
La preconsolidación ES una de las fases que debe abordarse antes de la
limpieza, cuando la piedra en la que se debe intervenir presenta un grado de
descohesión que lo aconseje. Se lleva a cabo, sobre todo, en objetos labra-
dos, esculturas, escudos o en paramentos con policromia, es decir, partes
con un valor artktico significativo. La desalinización puede considerarse
también otra fase de la limpieza. Siempre que se detecten sales solubles en la
piedra éstas deben eliminarse, tanto si la intervención requiere sólo la limpie-
za, como si contempla además las etapas de consolidación o hidrofugación.
Una incompleta eliminación de las sales condiciona una mala evolución de los
tratamientos aplicados a la pledra.
La reintegración es otra de las etapas que debe acometerse en gran número
de intervenciones de conservación. El mantenimiento y la conservación
preventha no se incluyen, desde el punto de vista formal, en lo que se
consideran etapas de intervención. Sin embargo son dos aspectos que
resulta imprescindible abordar si se quiere garantizar una evolución positiva
de las intervenciones de conservación en piedra y conseguir una durabilidad
aceptable de los tratamientos aplicados.

6.2.1 Limpieza

La limpieza de la piedra de edificación tiene como objetivo eliminar de su


superficie la suciedad y los productos nocivos, es decir, aquellos que
aceleran su deterioro. La limpieza debe también mejorar la percepción
estética del edificio, procurando acercarla a la que tenía originalmente.
Antes de acometer la limpieza, deben hacerse algunos planteamientos
previos:
- En relación con el valor artístico del objeto.
- En relación con la naturaleza de la piedra y de los productos a
eliminar.
Los productos que más frecuentemente deben eliminarse son: polvo y
suciedad de naturaleza diversa, sales solubles, incrustaciones duras, restos
de antiguos tratamientos, vegetación, mlcrofauna, etc. Por lo general estos
productos no aparecen bien diferenciados y suelen encontrarse formando
una capa más o menos regular y persistente sobre la piedra. Es conveniente
hacer algunos muestreos previos (catas) para observarlos y determinar su
naturaleza.
La limpieza es una de las etapas más importantes en el sentido que, en
muchas de las intervenciones en piedra, es la única o la primera que se lleva
a cabo, abordándose en muchos edificios de valor histórico-artístico como
una limpieza industrial, sin tener en cuenta los criterios que especialistas en
restauración de piedra tomarían en consideración. La limpieza condic~ona
también las etapas de intervención posteriores, por lo que hay que seleccio-
nar los métodos y productos de tal manera que resulten compatibles con
las etapas de intervención subsiguientes.

6.2.2 Consolidación

La consolidación de la piedra tiene como objetivo aumentar la cohesjón de


los componentes de la zona superficial alterada. Con ello se mejora también
su resistencia mecánica. Esto se consigue aplicando, con distintos procedi-
mientos, un producto a la superficie de la piedra que mejore la adherencia
entre la parte deteriorada y la sana.
Para conseguir una buena adherenc~ael producto aplicado no debe pene-
trar solamente en el seno de la piedra alterada sino también en la piedra
sana subyacente. Cuando los productos consolidantes se aplican de tal
manera que sólo afectan a la parte deteriorada, suele formarse una capa
superficial de mayor dureza y resistencia que el sustrato, la cual tiende a
desprenderse más o menos a corto plazo por la interfase roca tratada-roca
sana. Es por tanto imprescindible que, sea cual fuere la naturaleza del
producto de tratamiento aplicado, se controle su penetración en el interior
de la piedra. Para conseguir los propósitos descritos el consolidante debe
estar en estado líquido, tener baja tensión superficial y bala viscosidad.
En la consolidación de las piedras de edificación, como matenales porosos
que son, el producto debe penetrar en el interior de poros y fisuras. Para
que la adherencia del producto a la piedra sea duradera es necesario que el
consolidante, una vez haya penetrado, pase del estado líquido al sólido.
Como consecuencia de la consolidación se produce una disminución de la
porosidad abierta en la piedra, debido a que entra en los poros un producto
nuevo. ¿Cuál será la nueva porosidady distribución porométrica de la
piedra tratada? Ambos son aspectos que en principio se desconocen y de
los que depende la circulación del agua y del vapor por el interior de la
piedra tratada; son, por consiguiente, aspectos problemáticos que condi-
cionan la durabilidad de la piedra tratada.
Los consolidantes no deben modificar el color y brillo de la piedra, tampoco
deben facilitar la aportación de elementos nocivos (sales), ni modificar de
forma drástica la permeabilidad al vapor de agua.

62.3 Protección

El objetivo de la protección superficial de la piedra es disminuir la velocidad


de los procesos de alteración o reducir la probabilidad de que éstos se
produzcan.
Para conseguir esta finalidad se puede actuar en el ambiente, cambiando
sus condiciones. Más habitualmente se consigue la proteccdn aplicando un
producto químico a la superficie de la piedra para hacerla hldrorrepelente.
Estos productos rechazan el agua y con ella los productos de alteración que
ésta suele llevar disueltos o en suspensión, principalmente contaminantes.
Normalmente se trata de productos transparentes que no alteran el aspecto
de la piedra. También se puede conseguir la protección aplicando un
producto no transparente, aunque este procedimiento no suele utilizarse en
edrficios de sillería.
Existen testimonios afirmando que, desde la antrguedad clásica, la piedra
utilizada para exteriores de edificios, tanto en paramentos lisos como en
labrados, se solía proteger. Así se conocen referencias históricas de aplica-
ción de albúmina, ceras, colas animales, resinas naturales, etc. Estos
productos protegían la piedra sin modificar su aspecto externo. Las partes
esculpidas se solían policromar, sobre todo en la Edad Media, aunque este
hecho obedecía a motivaciones estéticas e ideológicas más que a criterios
de protección. En la segunda mitad del siglo XIX se intensifica la búsqueda
de nuevos métodos para proteger al material pétreo, desembocando en los
que de forma generalizada se emplean en la actualidad 1.
Otro aspecto a resaltar en relación con la protección de la piedra, son las
pátinas de oxalato, detectadas en numerosos edificios. Dichas pátinas han
sido estudiadas en toda Europa, particularmenteen Italia, y existe contro-
versia sobre su origen; pueden deberse a una protección de la piedra dada
por el hombre. o también haberse generado por la descomposición química
del material orgánico presente en los productos aplicados para protegerla.
Cuando se encuentran oxalatos de calcio en costras negras, parece que en
su génesis han intervenido las partículas sólidas de contaminación2.

6.2.4 Sustitución

Consiste en el cambio de una piedra de edificación por otra, de aspecto y


características petrofísicas adecuadas al edificio y ambiente donde se va a
ubicar. Dado el estado actual de conocimientos, los estudios petrofísicos
permiten seleccionar las variedades pétreas más adecuadas para cada
ambiente, o también, dentro de un determinado tipo de piedra, elegir las
vadedades de mayor durabilidad. Por ejemplo, muchas rocas sedimentanas, ' ROSSI MANARESSI, R Stone protection from
de las utilizadas en el patrimonio arquitectónico español, presentan caracte- antrquty to thebeglnningof th6 hdustnairevolut~on
rísticas intrínsecas diferentes, que las pueden hacer más o menos adecua- Science andTechnolagy for CulturalHentage, 1993.
Vol. 2, pp. 149-159.
das para su uso en una edificación concreta, aunque el aspecto externo sea
ZREAUNI.M yTONIOL0,L (Eds 1 Theomlattefihm
similar. La selección de las variedades más idóneas en cada caso es una de "8 f h e c o M i w r of woiks o f a i Cenim CNR'%ina
las finalidades que habrá que plantearse en la etapa de sustitución. Boza'. Edttearn, Milán, 1896
i
6.2.5 Reintegración

La finalidad de la reintegración es la recuperación de los volúmenes o de las


formas arauitectónicas. Para ello se suele utilizar ~iedra naturai o artificial,
morteros, etc. Es una de las etapas que hay que acometer en casi todas las
intervenciones de conservación, bien sea por crltenos estéticos o funcionales.
l
Suele incluirse también en esta etapa el retacado de juntas y relleno de
fisuras (algunos manuales lo denominan complementación). El aspecto
final de las fisuras, grietas y juntas, una vez limpias y rellenas, no debe
diferir del de la piedra en cuanto a color, bnllo y textura. Para ello se
recomienda que los áridos de los morteros se obtengan de la misma
piedra que la utilizada en la edificación. El mortero, una vez fraguado,
debe ser químicamente estable y con características físico-mecánicas
parecidas a las de la piedra que une.
Los contenidos específicos de esta etapa de intervención no corresponden
al ámbito de la piedra en exclusiva, por lo que no se incluyen en el texto.

6.26 Mantenimiento y conservación preventiva 1


Son dos tipos de intetvención encaminados a conseguir una buena eficacta
v duración de los resultados obtenidos en las anteriores etawas ímanteni-
miento), así como a frenar el ritmo creciente de deterioro de la $adra de
edificación, especialmente en zonas urbanas e industriales, actuando sobre
los agentes que lo generan (consen/ación preventiva).
!
Estas dos etapas no se contemplan de forma habitual en los programas de
conservación de piedra, que suelen estar centrados casi exclusivamente en
la intervencrón directa sobre la ptedra (conservacidnactiva)3. Sería conve-
niente que, en un futuro inmediato, ambas etapas se tomaran en considera-
ción y se definiese el modo de actuar en cada caso concreto. Con ello se
obtendría, además de una mejor evolución de la intervención, aumentar el
rendimiento económico de los presupuestos invertidos.
A este reswecto. el Conseio de Eurowa acaba de redactar un wlleao de
recomendaciones, incluy&ndoestas'dos etapas como fundamentales dentro
del contexto de la consarvación del patrimonio arquitectónico frente a la
contaminación.
En la etapa de mantenimiento se contempla la revisión periódica y el control
de los factores de akeración relacionados con la fábrica y con la piedra
propiamente dicha. El control del drenaje del agua en cornisas, terrazas,
etc. y de las humedades de edrficación es fundamental.
En cuanto a la conservación preventiva el registro de los parámetros
medioambientalesy de los contaminantes atmosféricos en el entorno del
edificio es uno de los primeros aspectos a tener en cuenta. Es imprescindi-
ble un buen diseño en la toma y medida de estos datos, para que puedan
correlacionarse postenormente entre si y con las lesiones observadas en la
piedra de los edificios.
Para cada edificio deberá hacerse un programa específico de mantenimien-
to y conservación preventiva en el que se definan los parámetros a medir de
forma periódica. De acuerdo con ellos se adoptarán las medidas necesarias
encaminadas a paliar el avance del deterioro.

6.3 Métodos de limpieza


Los principales requisitos que deben considerarse en cuanto a los métodos
l
de limpieza son:
- La acción limpiadora debe ser suficientemente lenta como para
permitir que el operario pueda controlar sus efectos.
- El método empleado no debe generar productos perjudiciales para la
conservación de la piedra.
- Dicho método tampoco debe producir fuertes abrasiones, micro-
fracturas o modificaciones en la superticle de la piedra -valles y
crestas- que faciliten su posterior deterioro.
La elección del método de limpieza depende fundamentalmente de:
PRICE, C A Stwe ~ a t I o nAn. OvaMew of - La naturaleza de las sustancias que se tienen que eliminar.
C u m t flspaardi TheGetty Conservaüon Instilute,
1996. - Las características petrofísicas de la piedray su estado de conservación.
- El tipo de suciedad, exTensión de la misma, grosor de la capa que
debe eliminarse y uniformidad de dicho grosor en la superficie a
limpiar.

A continuación se enumeran y describen brevemente los principales mdto-


das y pmedimienfas de limpie~a4&
- Métodos mecánicoC.
- Métodos basados en el agua.
- MBtodos basados en la aplicación de productos qufmicos. np.82 Tomo miCmmMoruühzado puraiuibpii
- AplicaciOn de rayos láser. l a ~ ~ d s p á o n s J Y ~ W ~ n ~ e r i d

- Aplicación de ultrasonidos.
- Métodos basados en disolventes ~rgáhiccs.
- Métodos mixtos.
- Extracción de sales solubles
- Biocidaa

Estos métodos emplean energfa mec8nica para separar la suciedad del


material a limpiar. Es importante que la separación tenga l u ~ ajusto
r en la Fig. 83. Banndilla iabrada gi pieha caRls del
1 interfase suciedad-piedra y que la acción mecánlca no d@e a la piedra. antisuo Hospicio Provincial de OviedD (smual
Hotol dt la RacawiuisiaX ümpiada con el tomo
Los prinoipales métodos mecánrcos SB han agrupado en: nWmnrota de la flsun anterior.
- MBtodcs me&icos sencillos.
- Chmo de arena,
- Microchorm de arena,

W d o s mecflfiicos s~ncillos
La limpieza puede llevarse a cabo manualmente, con instrumentos como
el btstud, espátulas, papei de Iip, piedra p ó w , etc.; o con otros instru-
mentos acclo~aUoseléctricamente pero de pquefas dimensiones y
perfectamente controlables (pequeños tomos oon puntas y accesorios
variables (Ftgs. 82 y &31.
La eficacia de este tipo de limpieza depende fundamentahente de la
habilidad y sensibildad del operador. Dada la gran lentitud de la interven-
ción se aplica $abre todo a objetos pequeflos en el laboratorio.

Ghorm de arena
El chorro de arena p& aplicarse en seco o en húmedo. La acoión m&-
nica depende por una parte de la presión del chorro de abrasivo, de su
dureza y densidad y de la foma de las partículas abrasivac. También
depende del tiempo de apllcaci'ón del chorro y de la distancia entre la
, boquilla y la superficie de la piedra.
El chorro de arena húmeda consiste en la aplicaoión de una mezcla de agua
y arena a presiones comprendidas entre 0,5y 3 Kg/cm*. No produce polvo
dañino para el operador ni contamina el medio. Debe completarse con un
enjuagado con agua. No se recomienda en monumentos de inter6s histbri-
co-artistico pporque la cantidad da agua utilizada moviliza las saies solubles
en los aaramentos. con la oosibiSidad de cristalización de las mismas
durante los arace&s de eGa~oracl6n.No debe emolearse en ias estaciones
frías, con ri&s de heladas*a fin de evitar la posible gelifraccibn de la
piedra deblda al agua introducida.
El chorro de arena sma es muy dificil de controlar y puede elimfnar,
además de la suciedad, parte de la piedra del sustrato. Tampoco es
recomendable en monumentos histórico-artfffiticos,ya que las particuias
abrasivas pueden erosionar gravemente la superficie de la piedra y provo-
car en ella hoyos y salientes, especialmente en rocas con componentes
minerales de distinta dureza a la abrasión por impacto, como es el caso
de numerosas calizas y areniscas. El chorro seco con materiales abrasivos "LAZARINI L.; LAURE:NzI-TABACSO, M. IImiaum
OeRBMhCEDAN.Ed. Dm.AntmloMUBni, 1886.
implica riesgo para el operador y la piedra. Se puede aplicar en cualquier
sASHURCT,J ;OIMES, F.G. c%xwm%mofWI~
estación y no provoca las eíiorescencias que suele generar el chorro de
--
%nd D e c w m Stone. B ~ ~ h - H e m n .
arena húmedo. IW,2w.
Microchono de arena
Consiste en lanzar contra la capa de suciedad un firio chorro de abrasivo,
proyectado con instrumentos adecuados que funcionan con aire comprimi-
do (aeroabrasivos). El abrasivo suele ser esferas de vidrio o de alúmina, de
diámetro aproximado de 40 micras. En todo caso se trata de un polvo
abrasivo fino, de menor dureza y tamaño que el utilizado en el chorro de
arena. La presión del chorro se regula con facilidad y también se puede
controlar la cantidad de abrasivo. Esto significa que la limpieza con este
instrumento es graduable y, por tanto, aplicable en principio a cualquier tipo
de piedra (Figs. 84 y 85).

I
Fig. 84. Aspecto de la limpieza de la caliza de Piedramuelle en la fachada del Palacio de San Feliz
(Oviedo), realizadamediante rnicrochom de arena @amano del abrasivo 4 p), a) durante el proceso
Y b) dsapués del mismo.

Fig. 85. Fachada del F'aiacio de san Feüz (Oviedo), al antes y b) después de la limpieza mechica aan
micmchorm de arena.

Este método es efectivo para incrustaciones gruesas y duras, costras


delgadas e incluso para los depósitos y costras negras que cubren la piedra
con policromía. Según algunos autores parece que con d~chométodo
pueden limpiarse esculturas seriamente deterioradas y respetar las pátinas
cromáticas onginaies bwo la suciedad.
Entre las desventajas cabe citar: que desprende mucho polvo, el cual debe
recogerse para no contaminar; los aparatos diseñados para tal fin son
costosos, así como su mantenimiento; y el abrasivo es comparativamente
caro y no puede recuperarse. Finalmente señalar que es un método lento
(pocas decenas de cm2a la hora).
l
6.3.2 Métodos basados en el agua
I

Estos métodos aprovechan la acción disolvente del agua para los cornpo-
1
nentes hidrosolubles que presenta la suciedad. Suele emplearse agua
corriente, destilada o reciclada a través de resinas intercambiadoras de
iones (estas resinas son cadenas poiiméricas con gtupos funcionales
lonizables y pueden ser aniónicas o catiónicas).
Los principales métodos basados en la acción del agua son:
- Chorro de agua a presión.
- Uuvia de agua.
- Agua nebuiizada. l
- Vapor de agua.
- Agua aplicada con apósrtos.
1
Chorro de agua a presión 1
l
Se aplica un chorro de agua a presión sobre la superficie sólida, durante un
periodo de tiempo suficiente, para producir el abombamiento de la capa de 1
suciedad; de este modo, se lava la materia soluble. Los restos de costra
que quedsfn se eliminan con un cepillo. La cantidad de agua utilizada
debería ser la mínima posible, sobre todo en rocas porosas. Este método no
debe aplicarse en estaciones frías para evitar los efectos inducidos por las
heladas.
Es un método eficaz para eliminar costras con sales solubles en calizas,
aunque es poco efectivo para eliminar costras muy gruesas. Puede utilizar-
sc tamb:én agua a baja presión, de 2 a 3 atmósferas como máximo. Cuan-
do la pieora está muy descohesionada no debe uriiizafse es18 procedimiento.

Lluvia de agua
Se rocía la superficie de la piedra con agua hasta que se reblandecen los
depósitos de suciedad. Después de sucesivas aplicaciones se cepilla y se
realiza un aclarado para remover el material disuelto.
Este método es poco aconsejable porque requiere gran cantidad de agua y
puede tener efectos secundarios, debidos a inflltraciones por el seno de la
piedra. El agua puede asi contener sales solubles, las cuales son transpor-
tadas después y se depositan por evaporación. También debe tenerse en
cuenta el posible daño ocasionado por el paso del agua a hielo, cuando se
aplica en períodos en los que se alcanzan bajas temperaturas.

Agua nebulrzada
Para este método se usan nebulizadores o atomizadores que permiten usar
una cantidad mínima de agua con el máximo efecto. Los nebulizadores
reducen el agua a niebla, constituida por finlsimas gotas, de diámetro entre
80 y 120 micras y una superficie específica muy grande, que se depositan
sobre la piedra sin apenas presión externa. Debido a su gran superficie
específica y a su elevado número, estas gotitas tienen una gran cantidad de
puntos de contacto con la piedra.
La capacidad de disolver costras negras con este método es muy aita y la
acción mecánica de la limpieza se reduce al mínimo. Por otra parte, la nube
de agua pulverizada puede ser facilmente orientada a las partes menos
accesibles gracias a su fuerte dispersión en el aire, y su acción puede ser
dirig~daa áreas localizadas dejando otras partes para limpiar con otros
métodos.
La capacidad de nebulización del aparato estándar es más bien baja (1 mmls),
pero adecuada para la limpieza de objetos de dimensiones reducidas. Existen
nebulizadores de mayores dimensiones que pueden aplicarse a la limpieza de
grandes superficies. Este método no se puede utilizar en rocas friables, es decir
con un bajo grado de cohesión entre sus componentes.

Vapor de agua
Se hace llegar a la piedra el vapor generado por una caldera, con una
presión de 0,5 Kg/cm2. Esta tecnica es apropiada para superficies irregula-
res. La piedra debe ser capaz de resistir la temperatura relativamente alta
del vapor y no retener una cantidad excesiva del mismo, ya que en dicho
caso podrían generarse efiorescencias.
Este método suele usarse en la piedra de edificios con escaso valor artísti-
co. NOse recomienda para la limpieza de monumentos porque sus efectos
no pueden ser controlados y la elevada temperatura del vapor puede daiiar
la piedra.

Agua aplicada con apósitos


Los apósitos o compresas que se embeben en agua pueden ser de mate-
riales absorbentes, como ciertas arcillas (sepiolitao atapulgita). También
pueden utilizarse fiiosilicatos hidratados de magnesio y aluminio del grupo
de la paligorskita.
La característica principal para su utilización es que presentan una gran
superficie específica y, por tanto, pueden absorber gran cantidad de agua u
otros líquidos (p. ej. aceites) en relación a su peso. Así, 1 Kg de atapulgita
puede absorber sin hincharse 1,5 Kg de agua. (El agua ocupa los espacios
vacíos de la estructura de la arcilla).
Suelen utilizarse para limpiar estatuas, relieves y frescos conservados en el
interior de edificios, porque este método es eficaz sólo para solubiiizar y
remover costras de débil espesor (como mQximo1 mm). SI se utilizase para
eliminar costras gruesas del extetior de edificios habría que repetrr la
operación un niimero de veces muy elevado.
El procedimiento consiste en aplicar la pasta (arcilla más agua), que ha de
tener como mínimo 2 cm de espesor, durante un tiempo variable. Cuando la
pasta empieza a agrietarse se levanta con una espzltula y posteriormente se
lava con agua destilada. Si la aplicación de la pasta requiere bastante
tiempo se debe cubrir la parte tratada con polletileno, a fin de disminuir la
velocidad de evaporación del agua. Este método de limpieza puede aplicar-
se tambln para la eliminación de grasas y otras sustanctas, sustituyendo el
agua por los disolventes oportunos.
La ventaja de este rrtodo reside en que no es dañino, srendo aconseiable
para la timpieza de objetos delicados. AcJemBs debe tenerse en cuenta su
bajo coste y facilidad de aplicación. Las desventajas residen en la lentitud,
no controlabilldad y escaca eficacia para costras gruesas.
Existe también un procedimiento muy similar llamado paquete biol@ico, ya
que parece ser que durante la aplicación en la piedra, los microorganismos
formados pueden partrcipar en la eliminación de la costra Consiste en
aplicar sobre la piedra una pasta a base de seplolita o atapulgita con agua,
urea y glicerina, en las siguientes proporciones (Istituto Centrale per 11
Rg. ñ0. a) Ap6& de papta da papdsmbabido Restauro, Roma):
m m 7 , uMilado para la üinBezsda coatnis ne-
gras implantadas sobre una piedra titlcárea la-
- 1 litro de agua,
brada bl h d o aon asua nebulirsds. deSbUB
de la a n b d 6 n del a&¡.
- 50 gramos de urea (NHJ, CO,
- 22 cc de glicerina
- - - CHOH,
(CH,OH).
- arcilla hasta formar una pasta.
O el propuesto por Hernpel:
- 25 gramos de urea,
- 100 ml. de glicerol,
- 500 mi. de agua,
-cantidad suficiente de sepíolita para formar una pasta.
Se aplica la compresa cerca de un mes, tras el cual se puede eliminar eel
grueso de la costra negra por un simple lavado. N final del tratamiento es
aconsejable desinfectar con un ningicida pam evitar fenómenos de
comslón por bacterias. No $e conoce muy bien el mecanismo de acción en
que se basa, pero se piensa en un efecto disoivente de las bacterias sobre
el yeso y los ligantes de las costras negras.
También se pueden utilizar apóskos absorbentes de pasta de papel, sílice
mrcronlzada, pasta de madera, etc., embebidos en agua (Flgs. 86 a 88).

1 6.3.3 MLtodos basados en i@


aplcacibn de pmductm guímioos

1
B
Se usan en casos especiales y requieren ,a supervisión de expertos, ya que
los ~ r o d ~ c t o
nuimicos
s oueden causar daMs irreversiDIes. Es ndis~ensabb
conocer la comoosici6n'del D ~ O ~ U Ca~emaiear wara isoder valorar'su
m
O
eventual peligrosidad. En ge'hed deben evitarse'los productas con pH
. . . . . y menor de 5 o mayor de 8, es decir, muy Bcidos o muy básicos: así como
;~;,"it~;ni2sd&~Bb,"d~~minar'~c~edad
aquellos que pueden generar sales solubles, perjudiciales para la piedra.
Los productos o agentes utilizados sueceri tener carácter ligeramente ácido

Agentes &dos
Se emplean ácidos y sales ácidas que reaccionan con las costras negras y
las disuelven. De ellos, es particularmente peligroso el Bcido clorhidrico, ya
que sus efectos incontrolables pueden generar variaciones del color, como
resultado de la fomacl~nde cloruras, que pueden causar unaíuerte
degradación.
Los efectos de los ácidos suelen ser duraderos y su agreetvidad puede
comprobarse incluso años degpu6s de aplicados. Este efecto llega a s e r
patente al amarillear ciertas áreas de la p i d a que contienen impurezas de
hierra, las cuafes son atacadas por el HCI y migran hacia la superficie.
También son usados los fluoturos da amonlo y el ticido fluottúdrlco. En
rocas wlcáreas el carbonato oálclco se transforma en fluoturo de calcro,
me~ocsoluble que el carbonato pero de volumen significativamente menW,
provocandp en la superficie fracturas por donde pueden penetrar contami-
nantes y soluciones dañinas. Sobre la sílice y los silicatos el fluorhídrico
actúa convirtiendo el silicio en una sustancia gaseosa (tetrafluoruro de
silicio).

Agentes básicos
El más usado es la sosa cáustica. Su empleo resulta efectivo en calizas,
mármoles y morteros para eliminar las costras de yeso. Se usa una mezcla
de hexametafosfato de sodio con formato de amonio, un agente humidlfi-
cante y etanolamina, a un pH de 9. El metafosfato de sodio y el formato de
amonio tienen la propiedad de disolver el yeso sin atacar el G0,Ca.
Una fórmula puesta a punto por técnicos del Istiiuto Centrale del Restauro6
es la siguiente:
- 1.O00 cc de agua
- 30 g de bicarbonato de amonio
- 50 g de bicarbonato de sodio
- 25 g de EDTA ' (sal bisódica) 'Aado eM-enediamma-tetmcetm.
- 10 GC de desogen " "Sal de amonio cmtwnano (Ciba).
- 60 g de carboximetii celulosa
Dicho compuesto se identifica con la sigla AB57. Es importante que el pH
no supere el valor 8 para evitar la corrosión de las calizas y la formación de
subproductos dañinos. Una vez aplicada esta mezcla, se eliminan los
residuos de la pasta con varios lavados y cepillados; de este modo, las
sales básicas nocivas que podrían permanecer en las piedras resultan
eiirninadas. Para la eliminación también se pueden utilizar compresas de
pulpa de papel o algodón hidrófilo bañadas en agua destilada.
Se trata de un método de limpieza controlable, pero no es aconsejable para
materiales muy alterados, especialmente los mármoles (donde puede haber
corrosión intergranuiar y descohesión de los granos de calcita) y las calizas
muy porosas, puesto que. al separar el apósito, pueden arrastrarse partes
importantes de material. Es recomendable de forma especial para la eiimi-
nación de concreciones calcáreas en recubrimientos de poco espesor y
cierta dureza. Presenta las ventajas de ser un método rápido, fácilmente
aplicable y barato.

6.3.4 Aplicación de rayos Iáser

Desde hace algunos años viene empleándose un método de limpieza de la


piedra sin contacto con ella y que minimiza la agresión sobre su capa superf-
cid. Dicho método se basa en la tecnología LASER (Light Amplication
Stimulated by Emisslon of Radiation), cuyo uso en el laboratorio sobre objetos
de naturaleza diversa ha resultado altamente eficaz. En la actualidad existen
ya en el mercado aparatos adaptados para la limpieza de monumentos, que
pueden ser empleados en obra. La principal ventaja de este método es la
elevada selectividad conseguida y la facilidad de la limpieza, que no se
obtiene mediante acciones químicas ni mecánicas.
Esencialmente, el Iáser es un dispositivo que genera y amplifica un haz de
radiación electromagnética en el intervalo de longitudes de onda de 200 pm
a 1 m/m2, como resultado de una emisión estimulada controlada. Las ondas
luminosas oscilan, sincronizadamente, tanto en el tiempo como en el
espacio, lo cual permite un fácil enfoque de pulsos luminosos extremada-
mente cortos (de unos pocos nanosegundos). Las partículas de polvo
depositadas sobre la piedra son eiirninadas sin afectar al sustrato. mediante
un proceso conocido como fotoablacfón; en ningún caso se carboniza el
material depositado.
Para describir un Iáser primero se cita su medio activo, seguido de la
duración del pulso y de su potencia máxima de salida o de su energía total/
pulso. Así por ejemplo un Iáser Nd-YAG 420 mJ/6 ns, es un aparato cuyo
medio activo es un granate de itrio y aluminio dopado con neodimio. que
MORA. P.: MORA, L. Mefw'o mmzione di
emite pulsos de radiación infrarroja de 420 mJ con una duración de cada la
h,Mshazionisupeirecalcama e oWnrirnd. 1st. di
pulso de 6 nanosegundos. F m b Twnica deli'UnivesiPa di Roma, CNR Centro
di Studio Cause dl Oeperirnento e Metodi di
El Iáser permite variar la intensidad de la luz y asi limpiar capas de distin- Conswvazione delk Opere d'Afie. pibbl. NQ12,
tos espesores. Si la costra es espesa se emplean energías de más de 10 Roma, 1872.
megavatios/cm~,con lo quese produce la ionización del material deposi-
tado. En pá$inaso costras muy finas la ablación se produce con menores
intensidades mediante la vaporización de los elementos extraños.
SUvelocidad de trabajo se sitoa en torno a los 100 cm2/m1nen paramen-
tos lisos, aunque siempt'e depende de la intensidad necesaria y del relieve.
Cuando bajo la capa de suciedad existe un recubrimiento cromático, éste
no se ve afectado por la limpieza con láser si se ejecuta con la intensidad
adecuada. No obstante pueden surgir complicaciones, especialmente
cuando se trata de colofaciones rojizas (Fig. 89).
En resumen, las ventajas más importantes de la limpieza con láser son:
- Escasa o nula agresividad física, lo que permite limpiar piedras muy
descohesionadas o Viables, sin necesidad de preconsolidarlas.
- Elevada selectividad.
- Ausencia de contacto con la piedra.
- Inexistencia de medios adicionales (agua o abrasivos), lo que evita
los daños por humedad o abrasión.
- Amplio campo de aplicación.
Su principal desventaja radica por el momento en que no es capaz de
eliminar las costras de un cierto espesor, careciendo de efectos terapéuti-
cos en profundidad.
Flg. 89.Limpi- oon User. Portada desan Jer6-
nimo. Catedral de Calahorra (Foto M i d a por 6.3.5 Aplicación de ultrasonidos
Coresal).
Este método se emplea para el tratamiento de costras sin causar ningún
daño a la piedra subyacente. La limpieza se realiza mediante ciertos apara-
tos capaces de transmitir unas vibraciones desde un emisor a través de una
peiicula de agua a la costra negra. El agua transmite las vibraciones y hace
despegarse a la costra. Después se lavan los restos de suciedad.
Es un instrumento de precisión y, si se trabaja correctamente, puede ser
muy útil en el levantamiento de capas de suciedad en esculturas policro-
madas. Dada su gran lentitud es aconsejable utilizarlo sólo en obletos de
pequetias dimensiones.

6.3.6 Métodos basados en disolventes orgánicos

También se utilizan disolventes orgánicos capaces da eliminar aceites y


otros iípidos. Los componentes grasos sueten encontrarse con frecuencia
en la cawa de suciedad. a veces son residuos de antiauos oroductos de
tratamiento (aceites, ceras, etc.). Todos estos produzos son particular-
mente sensibles a la oxidación, originando variaciones en el color original.
Los disolventes orgánicos más utilizados son el trlcloroetano y los hidrocar-
buros aiifáticos (aminas) o aromáticos (toluena). Para t'etardar la evaporación
de los mismos y alargar el tiempo de contacto con la capa de suciedad,
suelen aplicarse mediante apósltos de pulpa de papel, los cuales se cubren
un cierto tiempo con una capa de polietileno También se preparan en forma
de gel, utilizando como soporte la carboximetil-celulosa o la bentonita.

Se basan en la utilización de más de uno de los métodos antes descritos, 1


los cuales suelen aplicarse de forma sucesiva o en distintas partes de un 1
mismo edificio, depondiendo de las características de la suciedad que se
pretende el;minar. Es frecuente la util zación de:
- Agua más acción mecánica.
- Agua más vapor.
- Agua más pmductos qufmicos.

6.3.8 Extraccion de sales solubles


Las Sales solubles son una de las más importantes causas de deterioro de
la piedra de edificación. La ubicación de sus cristales en el espaoio poroso
de la piedra (apartado 2.1.3) contribuye a microfisurarla y disgregarla. Por
ello, cuando están presentes en la piedra deben eliminarse
Existe la p~sibilidadde, una vez analizadas las sales presentes en un edificio
y conocidas las condiciones termodinámicas que controlan su formación,
actuar en el entorno de manera que las sales no se generen de nuevo. Para
ello es conveniente determinar las fuentes implicadas en su formación, que
suelen ser: el agua procedente del suelo o de la lluvia, la contaminación
ambiental y los morteros.
La extracción de las sales solubles de la piedra (desalinizacidn) no es, en
la práctica, una tarea sencilla. Un procedimiento habitual de extracción
consiste en aplicar sobre la superficie de la piedra un material absorbente
(p. ej. pasta de celulosa) embebido en agua destilada, el tiempo que sea
necesano para solubilizar las sales (de las que previamente se conoce su
naturaleza química). La pasta aplicada (apósito) se mantiene cubierta con
una capa de polietileno todo el tiempo que dura esta fase. A continuación
se retira el polietileno y se deja secar. Seguidamente se diluye la pasta en
agua destilada y se determina la concentración de sales presentes con un
conductiv¡metro. La operación de extracción se repite tantas veces como
sea necesario hasta comprobar que no quedan sales solubles en la
piedra, es decir, hasta que la solución deja de ser conductora7.
Como soporte se puede utilizar en lugar de pasta de papel, sepiolita, atapulgita,
etc. Para costras duras con sales pueden utilizarse aditivos, tales como
EDTA, bicarbonato de sodio, bicarbonato de amonio, carbonato de amonto.
En los últimos años se han considerado otros métodos de desalinización
menos habituales y con resultados menos contrastados. Así, por ejemplo,
se ha propuesto el uso del vacío, electrodiálisis, microondas y bacterias
sulforreductoras.

6.3.9 Biocidas

Los tratamientos biocidas se aplican a la piedra para eliminar o paliar el


biodeterioro. Para que su utilización sea correcta se deben cumplir varios
reqursitos, entre los que cabe mencionar los siguientes:
- No sólo deben eliminar el crecimiento de organismos en la piedra,
sino que t~enenque hacerla más resistente a nuevas colonizaciones.
- No deben dañar la piedra, ni cambiar su aspecto externo.
- No deben ser lavados por el agua de lluvia o destruidos por los rayos
ultravioleta.
- No deben ser nocivos para las personas que los aplican, ni para el
medioambiente.
Es posible que algunos hidrofugantes tengan efectos biocidas. Algunos
autores han setialado la inhibición del crecimiento de hongos por una resina
silicoorgánica; pero otros han descrito justamente el efecto contrario: la
biodegradac~ónde las sillconas.
Los tratamientos antibacterianos han sido relativamente poco investigados,
a pesar del importante papel asignado en los Últimos tiempos a las bacte-
rias en el deterioro de la piedra. Esto es indicativo de las dificultades para
encontrar productos antibacterianos eficaces y duraderos; en este sentido
la estreptomicina y la kanamicina se han probado con bastante éxito.
En cuanto a la eliminación de plantas superiores se recomienda no arrancar-
las en vivo, sino Inyectarles algún biocida que las seque, para posteriormen-
te retirarlas sin producir daños físicos a la piedra.

6.4 Productos de tratamiento


Los productos que se aplican a la piedra tienen por objeto mejorar su
aspecto externo, y frenar o paliar su deterioro, sin introducir modificaciones
en el color y brillo de su superficie. Dichos productos pueden ser de natura-
leza ~norgánica,orgánica o silicoorgánicos4. Están diseñados para consoli-
dar o hjdrofugar la superfic~ede la piedra, y algunos realizan simultánea-
mente ambas funciones.

6.4.1 Productos inorgánicos

Son de naturaleza similar a los componentes minerales de la piedra.


Suelen ser durables, frágiles y por lo general poco penetrantes. en espe-
cial si reaccionan con mucha velocidad. Se utilizan para consolidar la
piedra.
Al aplicarlos precipita un nuevo producto, insoluble en agua y débilmente
ligado a los componentes minerales de la piedra. Esta precipitación es
consecuencia de la reacción entre el consolidante y alguno de los compo-
nentes de la piedra, el agua con la que se pone en contacto o e1 CO, del
aire. El nuevo compuesto, gracias a su afinidad con el material pétreo, se
adhiere a las par-edesde los capilares.
Entre las características de estos productos inorgánicos cabe mencionar las
siguientes:
- Son poco penetrantes.
- Reaccionan muy rápidamente.
- Sólo pueden rellenar espacios vacíos que tengan tamaños inferiores a
50-100 mlcras.
- Tienen gran afinidad con el material pétreo, en cuanto a estructura
cristalina y propiedades fisicas.
- La mejora en las propiedades mecánicas es, por lo general, menor
que la obtenida con los consolidantes orgánicos.
- Son más frágiles y menos elásticos que los orgánicos.
- Duran más que las sustancias orgánicas.
Los productos utilizados tradicionalmente como consolidantes han sido los
hidróxidos de calcio y de bario, el bicarbonato de calcio (hidrógeno carbo-
nato de calcio, según la actual nomenclatura) y el aluminato y silicato de
potado.
Los hidrdxdos de calcb y de bario actúan por carbonataclón gracias al CO,
atmosférico, precipltando el correspondiente carbonato en el interior de la
piedras.

Ca(OH), + CO, > Ca CO,+ H,O


Ba(OH), + COZ > Ba CO, HO,+
El bicarbonato de calcio, por descarbonatación y deshidratación, precipita
carbonato cálcico segtln la reacción:

Ca(H Coa 2 > Ca CO, + CO, + H,O


Todos ellos son qpaces de consolidar materiales muy poco coherentes. El
inconveniente es su color blanquecino y la necesidad de que la piedra a la
aue se aolican tenoa una oorostdad elevada aue oermita la carbonatación
6ompleta. ~esulta; produktos especialmente adecuados para consolidar
calizas, particularmente las de color blanco.
La acción consolidante del aluminato y el silicato de potasio es debida a la
formación y depósito de óxido de aluminio (alúmina) y gel de sílice, respecti-
vamente, como producto de su hidrólisis:

2K A l 4 + H,O ,I , + 2 KOH
> AO
BLEWIN,S.Z., BAER, NS. Rafm& &Me banum
h i d d - u m frsatmsntofdecayedstone.Studes &SiO, + 3H20 > Si(OH), + 2 KOH
in mservahan, 1974, Vol 19, PP.24-36
Ambos precipitan en el espacio poroso de la piedra. Son particularmente
1 1 adecuados oara consolidar areniscas. oero tienen el aran inconveniente de
que formar hidróxidos alcalinói que generan7ácilmente sulfatos
solubles.

6.4.2 Productos orgánicos


Se utilizan también fundamentalmente como consolidantes. Son de natura-
leza diferente a la de la piedra. Al aplicarlos forman una capa adhesiva
1 hidrofugante que, además de cubrir la superficie, reviste las paredes de los
Fig. 80. Corte Mnsversai de una piedra porosa, capilares o conductos porosos (ng. 90). Por su capacidad hidrofóbica no
haaaa con un producm orgánico (en negro). resultan adecuados para preconsoiidar antes de la limpieza, cuando en ésta
N6tese la didbuci6n deesfe enlos poros de la
piedra. se empleen métodos que utilicen agua.
Las caractprísticas a destacar de estos productos son:
- Tienen propiedades flsico-químicas muy distintas a las de los minera-
les que forman las rocas (p. ej.: dilatación tbrmica).
- Su efecto se pierde a medio plazo.
- Expuestos a las radiaciones UV pueden cambra de color.
- Son elásticos.
- Son buenos adhesivos.
- Se usan en solución y tienen poca capacidad de penetración, por lo
que una vez polimerizados son filmógenos.
- No colmatan los poros, forman una capa de material adhesivo que
cubre sólo las paredes permitiendo la transferencia de humedad.
Al ser poco penetrantes deben diluirse previamente para asegurar una baja
viscosidad y una buena penetración, evitando que se forme una película en
la superficie. El contacto con el aire del producto disuelto debe ser breve; la
evaporación rápida del disolvente provocaría un aumento en la concentra-
ción y viscosidad del producto disminuyendo, consecuentemente, su
capacidad de penetración.
Los consolidantes orgánicos más utilizados son las resinas poliméricas que
pueden ser termoplásticas (de un sólo componente) o termoendurecibles
(normalmente de dos componentes). En la práctica se utilizan resinas
am7icas, epoxidicas, fluoradas, de poljéster y, con menos frecuencia,
poliu~?tanos.
Las resinas epoxfdicas se utilizan como adhesivos más que como
consolidantes. Tienen un buen poder de penetración, pero amariilean
considerabiemente con las radiaciones ultravioletas.

6.4.3 Productos silicoorgánicos

Llevan silicio en su composición. Este elemento químico, al Igual que el


carbono, tiene la propiedad de unirse a si mismo y posibilitar la formación
'
de compuestos inorgánicos análogos a los orgánicos.
En presencia de agua los compuestos silicoorgánicos se hidrolizan forman-
do sílice, que precipita de forma amotfa. Dicha silice puede unirse mediante
enlaces electrostáticos, al retículo polar de los minerales o juntarse a grupos
oxidrilo de tales minerales. De esta manera se consigue un efecto protector
o un efecto consolidantey protector.

El efecto protector lo dan los compuestos con radicales no polares que se


orientan al exterior. El efecto consolidante lo proporcionan aquellos com-
puestos que tienen radicales polares que se onentan hacia el sustrato.
Los compuestos silicoorgánicos más simples son los silanos, en cuya
composición intervienen el hidrógeno y el silicio tetravalente. El enlace
característico es:
I
-Si- H
I
Cuando los hidrógenos de un silano se sustituyen parcialmente por un
radical aiquilico (-R), se consigue un dquilsilano, cuyos enlaces fundamenta-
les son:

Cuando los hidrógenos de4 silano se sustituyen por grupos alcoxi (-OR), el
1'
producto se denomina a1cox1-silano.Son los silicatos de etilo, cuyos enlaces
fundamentales son:

Los alcoxi-silanos se nidrolizan fáci nierite y son sustancias empleadas


como 0roddctoS de tratamiento. os aicox;-silanosoe fórmula SiíORI. se
puede; considerar como derivados del ácido ortosillcico (H,S~OJ; por lo que
se les designa a veces por sus ésteres (por ejemplo, el ortosilicato de etilo o
éster etílico del ácido ortosilicico).
Los ésteres silícicos depositan SiO, en forma de gel en la piedra tras una
reacción de hidróiisis. Por esta razón son considerados unas veces como
productos orgánicos y otras como inorgánicos: el producto del que se parte
es orgánico, el producto precipitado es inorgánico. Al precipitar la sílice,
estos compuestos pierden todos sus grupos alcoxi por lo que carecen de
propiedades hidrófugas, incluso se vuelven hidrófilos.
Otros compuestos silicoorgánicos, también utilizados como productos de
tratamiento, se obtienen al sustituir los hidrógenos de un silano total o
parcialmente por grupos alquil (-R), alcoxi (-OR) o grupos oxidrilo salicificados
con Na o K.
Parlicndo de los silicatos de etilo, puede llegarse a proo~ctosmás compcjos
parcial o totalmente polimerizados. Las uniones Si-O-Cde los sil'catos de
elilo se hidrol,zan lácilmonrc formándose uruoos Si-O-H.ade se Jnen entre si
para formar polímeros de cadena S~-O-SI.LOS compuesto's parcialmente
polimerizados son los polialqu~l-al&-siknos. Los productos totalmente
polimerizados, caracterizados por una cadena SI-O-Si-O-Si-O- y enlaces Si-C
(radicales orgánicos), son los polísioxanos. El radical que se une al Si puede
ser alquíiico (serie alifática) o arílico (serie aromática), dando lugar a los alqull-
ar/¡-polisiloxanos o slkiconas, muchas de las cuales se utilizan como productos
de tratamiento. La estructura básica de una silicona es:

Las siliconas tienen grupos polares y grupos orgánicos en sus moléculas, y


presentan una baja tensión superficial. Los grupos polares se orientan hacia
el sustrato y los orgánicos, que son hidrufobos, hacia el exterior; de esta
forma el material adquiere propiedades hidrofugantes pero sigue siendo
permeable:
YH, 1, FH, Grupo hidrófobo
I 1 I
Si Si Si
/l\ /l\o/l\
O Grupo polar

Entre los productos silicoorgánicos con efectos consolidantes, d uso del


silicato de etilo está en la actualidad muy extendido. Ello es debido a la
posibilidad que tiene de hidrolizarse mediante una catálisis adecuada, con-
densándose en el interior de la piedra y depositando sílice amorfa. En esta
reacción se forma alcohol etilico y agua, que se evaporan posteriormente.
Además del silicato de etilo, los principales consolidantes silicoorgánicos
empleados para el tratamiento de la piedra son, en la actualidad: los
fluorosilicatos, los aquil-alcoxi-silanos, los aquil-aril-silanos, los alquil-arii-
polisiloxanos y los polisiloxanos.
Dichos consolidantes silicoorgánicos cumplen los siguientes requisitos:
- Son fáciles de aplicar, por tener un solo componente.
- No colmatan los espacios vacíos (poros o fisuras) de la piedra.
- No impiden la difusión del vapor de agua.
- No modifican el color y el brillo de la superficie de la piedra.
- Tienen una buena penetración.
- No generan productos secundarios
Las siliconas tienen un buen comportainiento como protectores supcrficia-
les. Asi. 10: oruoos metiio del meri-~olisiioxanoson niarófobos v sin
afinidad conla Superficie polar de 6 s materiales pétreos. Al aplicar estos
productos a la superficie de la piedra, la capa monomolecular de grupos
metilo le confiere una Tensión superficial muy baja, lo que impide al agua
extenderse y mojar la piedra. Actualmente están siendo muy utilizados. El
incremento creciente de la agresividad del ambiente hace que en muchos
edificios acabados con losetas de piedra de revestimiento, éstas se
hidrofuguen antes de su puesta en obra.
Los productos silicoorgánicos muestran una serie de características favora-
bles para la protección de la piedra, entre las que cabe citar:
- Influencia mínima sobre el color y el brillo.
- Estabilidad frente a los agentes químicos (particularmente lluvia ácida).
- Estabilidad frente a las radiaciones uitrav~oletas.
- Impermeabilidad al agua liquida.
- Permeabilidad al vapor de agua.
- Reversibilidad o, cuanto menos, facilidad de extracción.
- No generación de productos secundarios.
- Facilidad de aplicación.
Cuando las siliconas se aplican sobre piedra previamente consolidada, es
preferible que ésta se haya realizado con productos de naturaleza
1
silicoorgánica, ya que proporcionan una base adecuada para el enlace
polar de las siliconas. Las rocas consolidadas con productos inorgánicos
no tienen afinidad con las siliconas, por lo que el efecto hidrofugante que
éstas les confieren es menos duradero.

6.44 Productos comerciales


En la Tabla 18 se muestran algunos de los productos manufacturados,
orgánicos y silicoorgánicos, que en la actualidad se utilizan más habitual-
' mente como consolidantes S.

Tabla 18.Algunos productoscomercialesutüizados en Europa como consolidantes


Fabiicante Naturaleza q~imlca Producto

Giba Resina epoxidica Araldyi AY103


Eurostac Resina epoxidtca cicloallfática EP 2101K210
Rhom & Haas Resina acríiica Paraloid o Acryloid 872
Albus Resina acmica Albuperl 248
Wacker Chemte Siticato de etilo Wacker OH
Goidschmidt Sillcato de ettlo Tegovakon V
RhMe-Pouienc Metil-fenil polisiloxano Rhñdois~l11309
Silicatos de etilo RC70*
Silicatos de etilo modificados RCBO'". RC9O
Dow Corning Metii-tnmetoxi-siiano 26070
Fenil-Tnmetoxi-silano 2-6124
'Actualmente sustihiido por d Rhoximat HD RC-70. "Adudmente suslituido por el Rhoximat HD RC-80.

En la Tabla 19 se relaciona el fabricante y la denominación comercial de


algunos de los protectores silicónicos más utilizados en la actualidad.
Tabla 19. Alaunos d u c t o s comerciales utilmdos en Euro~acomo ~rcteotores
Fabrioante Produdo

Bayer Baysllone LVN. LON, LF


Goidschmidt Tegos~inHL-40, HL-100, HL-200
Rhñne-Pouienc RhGdorsIl H224*, 4518"
Wacker Chemie 090,280,290, VP-1311 @ESBERT.R.M. La utilzacidn en Eumoa de
co~solidantes
ypmtsctompamla m m a & de
General Electric Dry Film 104 la &m m o n u m ~Mstodologki
. pam evaluar la
Moneldad de los tratamientos. V Congreso de
* Aotuamente sustiluido por el Rhoximat HD 224 "Actualmente susühiido por al Rhoxirnat HD 4618 GeoquIrmca de Espaha. 1993.
6.4.5 Aplicación de los tratamientos: disolventes y emulsiones

El modo de aplicar los tratamientos es una fase muy importante, ya que


puede condicionar de forma decisiva la evolución de la piedra tratada. El
éxito de un tratamiento depende, en primer lugar de la profundidad de
penetración y de la distribución del producto en el interior de la piedra.
Los principales factores que influyen en la penetración de los productos
de tratamiento en la piedra porosa son:
- La naturaleza del consolidante y del disolvente.
- La concentración, viscosidad y tensión superficial de la solución.
- El tiempo de contacto entre la piedra y la solución.
- Las condiciones de temperatura y humedad relativa del ambiente.
- La porosidad de la piedra.
Los firmas comerciales que suministran los productos de tratamiento
suelen facilitar datos sobre los factores que se acaban de mencionar.
Los procedimientos de aplicación de los productos en el edificio puede
hacerse con nebuiizador, p~ncei,apósitos y gota a gota. Los dos primeros
procedimientos suelen ser los más ampliamente utilizados; el resto suele
llevarse a cabo en zonas concretas, con problemas más específicos. En el
laboratorio los productos suelen aplicarse por: capilaridad, inmersión total,
inmersión total al vacío, gota a gota, en autoclave, nebulización, etc. (Figs.
91 a 93).

Fis $2, a) FWWas dspirdraprerisrsdespara apüclr un hmmiento con goie a goia b) tmbibici61
del ptÜ<ludo en la piedr*, rnedianfsdEiotema de aplloachín aitado.

Cuando a@ hacen pruebas experimentales en el laboratorio para valorar la


idoneidad de le^ hatamtentos, conviene aplicsr &Tos con los mlsmos
promdimientos que se van a llevar a Gatro en la obra. En trabajos de
mayor oontenido cientko, cuando se pretende estudii Las propiedahs y
durebilidad de dlfarentes sistemas piedra-tratamiento, es conveniente
utilizar varias procedimientos de aplicadón, a fm de disponer de los
correepohdientes patrones de ccompoffamiento como referencia
Los disolventes mas irmuentemente utilizados -son: agua, alcohol, amto-
na, ewhite spirit*, triclometano, tolueno y xleno. Algunos de ellos son
E&. S I . *i in de un rmwinmto en a iaaa táxicos; IM personas que los manipulan deben c o n m r este hecho para
ntono, m+ -., naiul~addn. tomar las debldas precauciones. Otros son contaminantesy su vertido a la
atmásfera pue& perjudicar la capa de ozono, por lo que las empresas
químicas que los fabt7can están diMando una nueva generación de
productos denominados emul21iones

I
Las emuIsiones son productos de dos fases. el praducto activo y el w u a
en la cual dicho prohicto v i m emulsionado. Antes de aplicar una
emulsi6n a la piedra, suele diluirss nuevamente en agua para facilitar Su
penetración.
La ventaja de las emulsiones es que se disuelven en agua y que no son
tóxicas ni contaminantes. El inoonvenienta es que suelen tener una vida
media m& corta que el resto de los ppoductos hasta ahora indicados
(entre 3 y 6 meses a partir &e la fecha de fabrioaci0n). Una Vez diluidos
deben aplicarse lo antes posible (antes de tres ~ B s w ) .
El comportamiento del produoto poiirnerizado es similar al m t o de los
proáwtos con k%nticas pdnciplos activos. Sin embargo, hasta la actualidad
~ = p ~ ~ p ~ la &
experimentación
~ $ ~ estos
de ~ productos
~ ~aplicadas
~ a la piedra es escasa. La
d o r d s ~ w etapedoaon
o 0SaaIy.ells- mayoría de las m a s comerciales que fabfwn consolidantm y protectores
. o i n g P i s ( s n t e ~ m i a ~ d a i r (Táblas 18 y 19)han emp-do
delcdisoo-n a fabricar y comeroiallzar emuisionec.
6.5 Valorflción de la eficacia e idoneidad
de los tratamientos
Los productos de tratamiento que se encuentran en el mercado reúnen los
requisitos necesario para cumplir la finalidad para la cual han sido fabrica-
dos. Sin embargo, debido a la heterogeneidad de los materiales p6treos
sobre los que se aplican, no siempre alcanzan el mismo grado de idonei-
dad. Además, en la piedra de edificación, las condiciones externas suelen
ser diversas y no siempre resultan óptimas para una evolución favorable de
los productos aplicados que, teóricamente, deberían tener un buen compor-
tamiento.
Todo esto hace que la experimentación de los productos sea necesaria
antes de proceder a su aplicación. No se trata s61o de estudios genéricos
sino de experiencias llevadas a cabo con metodología científica, sobre
piedras concretas, de edificaciones concretas. Dichos estudios deben
complementar pruebas c ~ nsitus con otras de laboratorio.

6.5.1 Pruebas uin situh

En el monumento las pruebas que suelen realizarse habitualmente para


valorar los tratamientos y su evolución en el tiempo son medidas de color,
de humedady de absorción de agua. Para ello se seleccionan sillares de
piedra, ubicados en lugares discretos, cuyas condic~onesde exposición

ROCA CONSOLWADABHIDROluDADA CONPINCEL


ROCA HLORONOADACONPINCRI.
m H C > W M >W T A i > A ( R Y S I R P h C U >
m POCA ~ Y > Z I Y O I ~ U > A a H m n o n i < : a i > n c o SPULIY
~
No<:* IIIDY<Il",<:A"ACON S Y W Y
m ROU CONSOUON>* IBN m s l m
W N A F DE APUCAUhN DE I A M TRATi\MTPNlUS

Rp. 5k Ubicación sobre un aludo de la fachada de Sta. Maria de la Catedral de Burgos de las disUo-
tas zonas (A, B y C] donde se han aplicado tratamientos.
I
puedan extrapolarse, por lo menos, a todo el paramento. Es importante
disponer de un registro gráfico de estas zonas, para poder observar SU
evolución en el tiemuo. En la Fia. 94 se muestra. a modo de eiemoio.
sobre un alzado de iafachadae; Sta. María de la caledral deZ6u;goS, las
zonas donde se han aplicado ciertos tratamientos de conservación y
sobre los que actualmente se están midiendo las propiedades antes
citadas.
Las mdidas de color sueien realizarse con mlorimetros. Los parametros
determinados son a*, b' y P. Las varlacianes de color debidas a los
tratamientos condicionan la posibilidad de aplicación de un determinado
producto. D0 acuerdo con los criterios de la Carta del ResWro, aquellos
productos que modifiquen ei color o el brillo de la piedra de modo signifi-
cativo no pueden ser aplicados, aunque pmporcionen grandes mejoras en
su durabilidad.
La humedad de la piedra se determina con humidímetros de pared que
dan una orientación acerca del grado de humedad de la piedra tratada en
relación a otra que no lo está, o de uh tratambnto con relación a otro. La
evolución de estas medidas con el tiempo ayuda a seleccionar el trata-
miento más adecuado.
La ~apacidad de abcorcidn de agua suele determinarse por el mdtodo de
la pipeta (Ag. 95). Los datos obtenidos y su evolución en el tiempo pro-
porcionan criterios sobre los que apoyar el grado de eficacia de los
. ~ p i i ~de~la~
~ i g96. ~ un mum, para
i 6 en
pipeta productos cxperimentados. En la Fig. 96 se-indica la cantidad de agua
eiconnoi de laabiore'6n de agua por lapiedra. absorbtda uor el mktodo dc la nioota en rolacihn al ricrnno.
, . oara dos

l
,
sillares de piedra de una edific~c~ón.La comparación de estos valores con
los que presentan las citadas piedras sin tratar proporciona una idea de la
disminución de la absorción y de su evolución en el tiempo. Se recomien-
da hacer medidas mensuales que abarquen las cuatro estaciones del año.

Los criterios que suelen utilizarse para valorar la idoneidad de los trata-
mientos están basados, como se constata en la bibliografía científica, en
la medida de ciertas amiedades fisioas v en la valoración del comporta-
I miento de la piedra f;ente a deterrniriados wtsayos de ertvejecirnie~to
Fig. 96. Evolución dela absareini deagua con el
uem.o.obtenidamedianteeimétodode~aDipe- artificialacelerado (durabilidad), que sc llovan a cabo cn cl laboratorio. El
ta. para materiales oalcáreos situados en un establecimiento de las correlaciones entre unas y otros proporcionan las
muro.
claves para deducir cuál es, en cada caso, el producto de +ratamientomás
id6neo. Los estudim mrfoqolmlcos en las piedras sin tratar y tratadas,
ayudan asimismo al establecímtento de dichas corrslaciones.

Propiedadesfísicas
Del conjunto de propiedades físicas de los materiales (descritas en el
Capítulo 2) las que mejor sirven para valorar los tratamientos aplicados a
la piedra sbn:
- Color.
- Ángulo de contacto.
- Permeab~lidadal vapor de agua.
- Absorción de agua por capilaridad.
Las dos primeras son propiedades de superficie. La medida del color se
,+- "
suele llevar a cabo en la piedra sin tratar, tfatada y tratada y envejecida
l ?
I artificialmente, para controlar posibles variaciones. En la Fig. QJse mues-
m.97. Medidas de color en la c a l h de Piedra- tmn las vanacIones de color experimentadas por la caliza de Piedramuelle
mwile sin tratar.trstada (sin envwjeceIj. y irata-
da y envejecida arafiolalmente. en cada una de dichas circunstancias.
El ángulo de ~onfactoque una gota de agua forma con la superíioie de un
sólido está relacionado directamente con el carácter hidrofobo de su
superficie. Una gota de agua tiende a adoptar una forma esférica. Si esta
gota se coloca sobre una superficie plana, su forma será más similar a una
esfera completa cuanto mayor sea la capacidad hidrófoba del material, es
decir, el ángulo de contacto entre la piedra y el agua será mayor cuanto
mayor sea la hidrofugación de la superficie [Fig. 98). En la práctica este
fenómeno se le conoce con el nombre de *efecto perlado*.
Fig. BB Representaclán del dngula de contacto
en una Bupemds de piedra sin tatarlizq.) Y des- Esta pmpiedad se utiliza para conocer el distinto grado de hidrompelencia
pués de aplicar un pmteetar (dcha.). de la superficie de piedras sin tratar y tratadas con diferentes productos.
interior de la piedra. Las Tablas 22 y 23 recogen algunos de los datos
obtenidos en el laboratorio, referidos a estos aspectos. En la prrmera se
muestra la ganancia de peso expermentada por la caliza de Vilafranca
procedente de la fachada de .La Pedreran (Barcelona), tratada por capiian-
dad con distintos productos. La Tabla 23 está referida a las principales
variedades calcáreas (calizas, dolomias y margas) utilizadas en la catedral
de León; en ella, además de la ganancia de peso, se muestra la migración
del producto por el seno de las citadas piedras.

Tabla 22. Qanancla de peso experimentada por la caliza de Vilafranca (.La Pe-
dreras), tratada con tres productos diferentes ".

Tratamiento Ganancia de peso (%)


Resina acrílica + alquil-alcoxí siiano (P 872 + DF 104) 05
Silicato de etilo + siiano OH y 290L) 33
Siiicato de etilo + silano íT V v HL-100) 3.6

Tabla 23. Esquema con la ganancia de peso y visualización de la migración del


tratamiento en probetas cúbicas (5cm de arista) de las piedras de la catedral
de León". Producto aplicado: silicato de etilo (Wacker OH)

Roca Tiempo (horas) Ganancia


3 6 24 de peso (%)

Piedra de monumento

Dolomía Bohar
"aguas"
penetración
irregular
a 2,49

Dolomía Bofiar
"poros"
a 2,63

Caliza rnargosa
País "clara"
63 @a 3,44

Caliza rnargosa
País "oscura"
@ m 3,36

Caliza de
Hontona
67 m E
l 3.92

Piedra de cantera

Boñar penetración
"bueno" irreaular

De ambas tablas se deduce que la ganancia de peso depende del tipo de


producto y también del tipo de piedra a la que se aplica.
La ganancia de peso de la piedra can el tratamiento puede ser también de
utilidad para estimar los costos que en la obra comportará la aplicación del
producto seleccionado.

Ensayos de envejecimiento artificial acelerado


La mavor Darte de los ensavos establecidos para el estudio de la durabilidad de
materiál6-i (descritos en el &artado 5.2.) son también usados para la valoración
de la idoneidad de los tratamientos, Los más utilizados son los siguientes:
- Ciclos de humedad-sequedad.
- Ciclos de hieio-deshielo.
- Ciclos de cristalización de sales.
- Simulación de atmósferas contaminadas (SO,, NO,).
- Niebla salina (NaCI).
l2 ESBERT, R M.; GROSSI. C.: VALüEON, L :
ORDAZ, J , ALONSO, FJ. ~a m s e w i 6 n de la - Exposición a la radiación uitravioleta.
p a r a de le Casa MIIá ("La Pedmra" de Gaudi. - Cicios térmicos.
~ a m ~ ~ mebas~mare~~
k l ] : Bdwtin amiég~cn
y ~ i m1991,, w. 102-3, PP 446-454. - Uuvia ácida.
Flg. 102. Aspecto de dos pmbetas de cslha mla de Plsdnmuslle. Ratadas wn un silao, a) antes de Fig. 10S. CompWMento diferencial de Is cara
densales y b) despuós da 15 ciclos de envejecimiento. Las lesianer
loa eiuayos de c r ~ ~ l l a c i ó de Vilafranca, tratada con lms slslemas dlteren-
aenendas en SU s ~ o w f i ~Se i e nudmn alrededor de las arcillas oue o-ta la dedra. R o b a tea, después de 16 ddos de uisializaci6n de

En cada estudio espec'mco deberán seieccionarse los ensayos más directa-


mente relacionados con las características del ambiente donde esté ubica-
da la piedra.
La valoración de ensayos sude realizar~emediante:
- Observación de la moríologla de las probetas tratadas: antes, durante
y después de los snsayas.
- Descripción de las lesiones que van apareciendo y su relación con los cidos.
- Porcentajes de pérdida de mateflal a lo lago y al final de los ensayos.
- Comparación de las propiedades físicas seleccionadas, antes y
después del ensayo.
Para ilustrar los aspectos mencionados se presentan algunos ejemplos. Así,
en la Fig. 102 se muestra la morfologia de las lesiones inducidas por el
ensayo de cristalización de sales en la variedad roja de la caliza de
Piedramuelle tratada con un producto silicoorgánico. En la Fig. 103 se
observa el comportamiento diferencial de la caliza de Vilafranca tratada con
tres sistemas distintos, después de 15 ciclos de cristalización de sales. Uno
de los sistemas de tratamiento ha tenido una respuesta más negativa frente
a la agresión salina que los otros dos.
En la Tabla 24 se recogen los valores de una serie de propiedades físicas,
medidas en la piedra de BoRar sin tratar, tratada, y tratada y alterada artificial-
mente mediante diferentes ensavos de enveiecimiento artificial acelerado.
Fig. 104. Aspmin al ME6 del cará n-no
de un tratamlanmaplicado a la dolomía de Bo-
Tabla 24. Propiedades ffsicas de la piedra de BoTiar de cantera, sin tratar y har (lsánlñ.
tratada con woductos silicwraánicos 1%

Propiedades fís~cas Sin tratar %atadas Tratadas y alteradas


A B A B
H-S H-D C-S H-S H-D 6-S
Densidad Wcni.) 2.39 2,46 2.51 2'49 2,40 2.53 2,49 2.48 2.32
Porosidad&mtta (%) 10'4 6,1 6,7 1,7 6.9 2,4 O2 1.7 12.5
Humedad de satufau6n (%) 4.8 2,6 2.7 0,7 2,8 0,s 0,l 0,7 5,3
Coeíbhte de cap~laridad 2,O 0,6 0,7 0,9 0.8 O8 0.4 0.6 0.5
&gm~.rnln~.")
Permeabilidad al vepor 71.9 24.5 50.6 192 175.0 35,l 14,O 21,O 19,2
(s/(W24h)
A= sllice8, de @lo. B =sllicma. H-S= ciclos de humedad-seqw&d. H-D = ciclos de hielo-deshielo.
C S = ctcbsde dstakad6n sales

Estudios morfoquhícos
Las observaciones -de la piedm tratada- con diferentes técnicas microscó-
picas y los análisis químicos puntuales ayudan a interpretar muchos de los
comportamientos obtenidos en la fase experimental. FigiOaa)VktablMEB&lasup&cied~Is pii-
dra de Hontoria tratada wn omductos düeoor-
La microscopia elcctrón'ca de barrido (MEB) con el microanalizador puntual <~~niws.bl~aalledelasmic;otisurasexistentes
.nel producto una vez polimerizado.
acoplado (EDX) suele ser la tkcnica que más información aporta a estos
estudios. En particular resulta de gran ayuda para observar el recubrimiento
de la ~ledra Dor los distintos tratamientos, su ~rofundidadde oenetración v
algunas caracrerísticas especificas dql tratamiento, como por'ejemplo si & "DIM-PA(:HE. F.. ESBERT. R.M. Técnicas
i~onl&~n*kis~conholdelapenetracMn
continuo, si está microfisurado,etc. Is. Las Figs. 104 y 105 ilustran a.gunos de dL'CU,,sc,,,dHC,dn
de los aspectos mencionados. &nl@tfa CMI, 1534, @m, pp.117-124. '
l
7. Las particularidades
de los materiales cerámicos

TERESA GONZÁLEZ
UMÓN
Arquiteoto
MONICAÁLVAI~~LU~ t l ~ t i ~ ~ o w t s r ~
Dra. (:(: C m ógicas. Uivisdn dc tdif rar On

Los materiales cerámicos presentan un denominador común, y es su


composición a base de arcilla cocida. Sin embargo, aunque se realicen
referencias a otros materiales cerámicos, el capítulo se centrará en el ladrillo
por su importancia en las fábricas de edificios históricos (Fig. 108).
Asimismo, a la hora de abordar cualquier estudio acerca de materiales
cerámicos en la construcción, es necesario tener presente el mortero, cuya
unión con el ladrillo y otros materiales cer&nicos es necesaria para garanti-
zar la estabilidad y durabilidad del conjunto.

7.1 Características fundamentales de los materiales


cerámicos
Los materiales cerámicos o productos de arcilla cocida presentan tal
variedad que es difícil realizar una clasificación, ya que, como es iógico, se
pueden adoptar distintos criterios que conducen a distintas clasificaciones.
El ladrillo se puede definir como una pieza paralepipédica, generalmente en
forma de ortoedro, utilizada principalmente en la construcción de muros y
cuyas dimensiones están condicionadas a ser manejable con una sola mano
(Fig. 107). El ladrillo se clasifica atendiendo a diversos factores como el
tamaño y tipo de perforación ', forma, método de fabricación, etc.
Además del ladrillo, existen una serie de materiales cerámicos utilizados en
edificios como materiales de acabado (terracota, baldosa y azulejo), o de Flg. iü6. Detane de decoracióna base de dispo-
cubrición (teja), bovedillas, viguetas y otras piezas especiales. siciones de ladrillos en combinación con piezas
vidriadas
La fabricación de los materiales cerámicos sigue reuniendo, en esencia, los
mismos principios básicos utilizados hace ya miles de años: la combinación
de tierra, agua y fuego. Las etapas que tienen lugar durante el proceso de
fabricación de las piezas son: selección y preparación de las arcillas, moldeo
de la pasta, secado del matenai crudo, y, por úitimo, la cocción de las piezas.
Cada una de estas etapas determina la calidad final del producto (propieda-
des características), atribuyéndose muchos de los defectos que aparecen
en obra a algún fallo en uno o varios de los procesos.
Los constituyentes de cualquier material cerámico son: esqueleto (constitu-
ye el material base), desgrasantes (disminuyen la plasticidad del material
cerámico), fundentes (rebajan el punto de fusión), colorantes y cubiertas o
superficies de acabado (barnices, esmaltes, engobes). Fig. 107. Aspecto de un ladrillo antiguo. Conven-
A continuación se van a analizar las propiedades más importantes que to de la Madm de Dios (siglo XVII), Alcalá de He-
"ares (Madrid)
definen y caracterizan a los ladrillos cerámicos y que pueden influir en su
deterioro. Estas caracteristicas tecnol6gicas se determinan sometiendo al "Pliego general de candmwiffipan. la rmpcidn
material a un conjunto de ensayos y análisis, cuyos procedimientos, de ladnlloscerámicosen las obras de cmtnicción,
métodos y equipos de ensayos están regulados por una serie de normas RL-8V.
7
'
técnicas y recomendaciones: UNE, RILEM, ASTM, NORMAL, ISRM, etc.
(Fig. 108). 1
7.1.1 Petrología, mineralogía y composición química

El estudio petrográfico, textural y mineralógico de un material cerámico


(Fig. 1091, puede proporcionar datos acerca de: la extensión de la
vitrificación, homogeneidad en el mezclado de la pasta (por exlstencia de
zonas enriquecidas o empobrecidas en ciertos minerales), la temperatura de
Fig. 108. Pmbetss sometidas al ensayo de hume-
cocción (los bordes de reacción entre la matriz de la pasta y los granos
dad-~,,,,~d~d. Reoomendacronesde laRILEM, minerales indican temperaturas de cocción elevadas, así como la presencial
1980 ausencia de ciertas fases minerales) existencia o no de desorasantes
añadidos a la pasta en el momento'de su preparación (mediante el análisis
de la morfología y el tamaño de los granos), y el grado de selección de la
materia prima.
Igualmente, la existencia o no de una orientación textural o mineralógica
microscópica, puede revelar alguna información acerca del método de
moldeo (manual cuando se observan orientaciones muy puntuales que
corresponden a las huellas de dedos, y de extrusión cuando se observa una
clara orientación en toda la pieza).
Las fases mineralógicas que se pueden encontrar en un material cerámico
en función de la cocción son las siguientes: minerales restduales o relictos y
compuestos neoformados o de neofornlac~ón.A su vez, dentro de estos
Fig. 109. Observación al microscopio óptica de
de una delgada de ladrillo, últimos se pueden distinguir las denominadas fases de progrado y fases
(LUZ polarizada, x t q retrOqradas o secundanas. Las fases residuales v las de progrado son las
que pueden determinar a qu6 temperatura tuvo lugar la cocción del produc-
to, que es lo que se conoce como el estudio de las paragénesis minerales o
conjunto de minerales en equilibrio.
Además de la estimación de la temperatura de cocción mediante estudios
mineralógicos, también se puede obtener información en este sentido
mediante la determinación del grado de sinterización o vitrificación, es decir
cantidad de vidrio existente que a su vez depende de la mineraiogía de la
arcilla de partida y de la temperatura de cocción.
El grado de uniformidad de la cocción se analiza mediante el estudio
comparativo en una misma pieza de la mineraiogía y textura en partes
superficiales o externas y en las partes centrales o corazón de la misma.
La determinación de la composición química sirve para poner de manifiesto
la presencia de compuestos que, aún en cantidades pequeñas, por ser
fácilmente alterables, pueden afectar a la durabilidad del material en su fase
de utilización.
En la recomendación italiana NORMAL-75/84, se expone una metodología
válida para el estudio de materiales cerámicos en la que se contemplan los
aspectos anteriormente citados.

7.1.2 Propiedadesflsicas

7.1.2.1 Color

El color es la propiedad física que define la apariencia estética del ladrillo. La


determinación del color se realiza, en primer lugar, para su correcta caracte-
rización, en segundo lugar, para determinar las variaciones de color en
estudios de patologías (p. e. debidas al ennegrecimiento por efecto de la
contaminación atmosférica), y, por último, cuando se realiza una intewen-
ción (limpieza, aplicaci6n de productos conservantes, etc.).
El color de los materiales cerámicos es una propiedad que depende funda-
mentalmente de la composición química, de la intensidad de la cochura y
de las condiciones atmosféricas existentes en el horno de cocción. La
determinación del color se puede llevar a cabo mediante cartas o atlas de
color (rabias de Color Munsell), o bien mediante el empleo de
espectrocolorímetros.
influenca de la composición qujmica. Los colores de los ladrillos oscilan
desde el blanco pajizo al negro violáceo, según la naturaleza de las arcillas y
de la cantidad de impurezas presentes, del contenido en óxidos e
hidróxidos de hierro, del contenido en hierro combinado en los silicatos, de
la proporción de alúmina y de óxido cálcico. En general se puede decir que:
- Los ladrillos fabricados con arcillas pobres en compuestos de hierro
tien&n colores blancuzcos-amarillentos,mientras que las ricas en
dichos compuestos, proporcionan colores rojos y violetas,
- Las arcillas con hierro y carbonato cálcico producen ladrillos de color
anaranjado,
- Las ricas en carbonato cálcico dan tonos amarillentos,
- Y si existe materia orgánica los colores serán negruzcos.
El principal agente colorante en los ladrillos es el óxido fárrico (Fe$&
responsable de su característico color rojo. Otros Óxidos metálicos que
contribuyen a variar el color en las piezas son: óxido de manganeso (ma-
rrón-pardo), óxido de cromo (rosa), óxidos de cobaito y manganeso (negro),
óxido de antimonio y óxido de titanio (amarillo), óxido de cobre (verde),
Óxido de cobalto (azul). Para obtener la coloración en superficie de las
piezas, se utilizan estos óxidos en polvo, mezclados con arena, y se afiaden
a la pacta justo antes de su cocción.
Influencia de la temperatura y de las condiciones atmosféricas del horno. En
general, atrnósferas oxidantes proporcionan colores claros, y atrnósferas
reductoras, oscuros. La mayoría de los ladrillos adquieren un color rojo en
atrnósferas oxidantes a 900-1000 "C, temperatura por encima de la cual
pueden volverse púrpuras, y a 1200 "C, marrones o grises. En atmósferas
reductoras, se obtienen ladrillos violáceos o azules, a menudo con manchas
negras.

7.1.2.2 Densidadaparente y densidad real

Existen factores diversos que condicionan los valores de densidad: compo-


sición de la pasta, método de moldeo, temperatura de cocción, porosidad,
entre otros.
Para ladrillos modernos, el valor de densidad aparente oscila entre
1900 kg/mSpara el ladrillo vitriflcado, hasta 1750 kg/m%n los tipos
macizos y 1200 kg/m5en los ladrillos huecos. Datos obtenidos de estudios
realizados en ladrillos de edificios históricos varían entre 1350-2000 kg/m8.
El valor de densidad real en ladrillos modernos es alrededor de 2050 kg/m3:
en ladrillos antiguos el valor oscila entre 2450 y 2850 kg/m3.

7.1.2.3 Porosidad

Los ladrillos se caracterizan por ser cuerpos con una porosidad elevada,
entre el 15 y 40%. Los valores más altos (30-40%) corresponden a ladrillos
utilizados en edificios históricos, debido principalmente a los procesos de
fabricación. Por el contrano, los productos de gres, presentan valores de
porosidad muy reducidos, próximos a cero, debido a la selección de las
materias primas y a la temperatura de cocción.
lnfiuenc~ade los constituyentes. La porosidad de tos ladrillos es, fundamen-
talmente, función de los constituyentes y de los procesos de fabricación.
Con respecto a los primeros, cuanto mayor es el tamaño de las partículas
de arcilla, mayor es la porosidad, ya que partículas grandes tienden a crear
grandes poros. Igualmente, una mayor proporción de calcita va a originar
ladrillos más porosos (debido a su disociación y liberación de COJ, disrninu-
yendo la porosidad a medida que aumenta la proporción de filosilicatos.
No hay que olvidar tampoco la Influencia de la granulometría del
desgrasante utilizado; una distribución granulométrica adecuada, favorece
el empaquetamiento de las partículas, proporcionando una mayor compaci-
dad al material.
Por último, la existencia de materia orgánica puede originar huecos en el
proceso de su combustión, dando lugar a una porosidad función de la
proporción existente y del tamaño de partícula.
Además de conocer el porcentaje de poros, existen otra serie de paráme-
tros de interés como el modelo del sistema poroso, tipo de porosidad,
distribución del tamaño de poro, forma del poro, etc.
lnfluencia del moldeo de la arcilla y de la temperatura de coccion. El
tamaño y la distribución de los poros están condicionados principalmente,
por dos factores del praceso de fabricación: el moldeo de la arcilla y la
temperatura de cocción. El moldeo manual origina piezas cerámicas de
mayor porosidad que aquellas moldeadas por prensado y extrusión. El
aumento de temperatura, origina una mayor proporción de poros grandes
y una disminución de poros finos (estableciendo la separación entre
tamaños de poros en 0,25 pm de diámetro).

7.1.3 Propiedades hidricas

Existen una serie de propiedades que establecen las relaciones existentes


entre d material y el agua, tanto en estado líquido como gaseoso, las cuales
se denominan propiedades hidricas. A continuación se comentan las
propiedades hídricas más interesantes:

7.1.3.1 Absorc~ón-deserción de agua

Adem6s del estudio de la porosidad, es importante conocer la proporción


de poros susceptibles de saturarse de agua. así COmQ la veloc~dada la que
se produzca.
Para cuerpos porosos, como es el caso de la mayor parte de la cerámica
de construcción, es frecuente que la mayor parte del agua sea absorbida en
los primeros minutos de contacto sólido-agua, lo cual se debe a que el
agua inicialmente rellena los poros más grandes, causando un rápido
Incremento en la absorción de agua.
Influencia de la composición de la materia prima, del moldeo de la pasta y
del grado de cocción de la misma. La absorción de agua de una masa de
arcilla cocida es un parámetro lndicat~vode la porosidad de la pieza,
función de la composición de la materia prima y del grado de cocción de
la misma.
En general, al elevar la temperatura de cocción, se forma una mayor propor-
ción de fase vítrea, disminuyendo la porosidad, y por tanto la absorción; no
obstante, cada tipo de arcilla presenta una temperatura máxima de cocción
para una absorción determinada.
Los valores de absorción de agua oscilan entre 43-35% para ladrillos de
arcllla; la norma UNE no fija un valor límite absorción y la noma ASTM lo fija
en el 8%. Las baldosas cerámicas presentan valores de absorción, airede-
dor del 15-20%, si se moldean por métodos manuales, y del 10-12% si el
moldeo se ha llevado a cabo mediante prensado y extrusión.
Tan importante es que el agua no se introduzca en el material o si lo hace
que sea lentamente, como que la eliminación del agua absorbida se realice
de forma rápida. El ensayo de deserción permite determinar la capacidad
que tiene un material de perder el agua por evaporación una vez que se han
alcanzado las condiciones de saturación,

7.1.3.2 Absorudn halo lámina de agua, capilaridad o succión capilar

El grado Inicial de absorción o succlón capilar es uno de los valores que


más influyen en la adherencia entre el ladrillo y el mortero, motivo por el cual
la determinación de esta propiedad está especificada por distintas norrnati-
vas (UNE, ASTM y RILEM). Valores altas de capllaridad aumentan la capaci-
dad del ladrillo de absorber el agua del mortero antes de completar el
fraguado, reduciendo la adherencia entre ambos materiales, y por tanto,
disminuyendo la resistencia de la fábrica.
Existe una relación directa entre la succlón capilar y la porosidad: los
ladrillos de baja porosidad son los de capllaridad también más baja y
viceversa. Además, el tamaño de los capilares condiciona la velocidad y
altura que alcanza el agua; así, cuanto más finos son, mayor es la presión
capilar, más lenta es la absorción capilar, pero mayor la altura alcanzada
por el agua.
La capilaridad depende, además, del volumen de poros comunicados entre
sí y de la distribución de sus radios de acceso. Por tanto, para un mismo
valor de porosidad, la cantidad de agua absorbida por capilaridad será
mayor en los ladrillos que presenten un mayor porcentaje de poros finos.
Los valores de succión capilar en ladrillos antiguos se sitúan entre 0,05 y
0,35 g/cm2xmin, y la altura alcanzada por el agua alrededor de 15-25 mm
en el 1" minuto. La norma UNE recomienda humedecer los ladrillos antes de
su colocación, si presentan valores de succión superiores a 0,10 g/cm2xmin.
7.1.3.3 Permeabilidadal agua

Los onsayos de permeabilidau a agJa iqiiioa se realizan pr:nc.palrneriteen


teias (JNEI. va aue es ,ina or: las orouieoaoes mas reoueridas cn csios
matenaies:
Aunque son muy escasas las rctferencias a valores de permeabilidad al
vapor de agua en materiales cerámrcos, algunos autores citan valores de
160-180 g/m2x24 horas. La recomendación italiana NORMAL 11/85 descri-
be el ensayo.

7.1.3.4 Expansidn por humedado expansión hídrlca

La expansión por humedad o dilatación hídrica de los materiales cer&micos


se debe fundamentalmente al contenido de ciertos minerales arcillosos (del
grupo de las esmectitas), o a la presencia de nóduios de cal.
La total o parcial reversibilidad de las dilataciones y contracciones debido a
las condiciones de humedad-sequedad son más significativas en el caso de
ladrillos silico-calciíreos, en cuyas fábricas las juntas de dilatación deberían
colocarse a intewalos de 7 5 9 m, mientras que en fábricas de ladrillo de
arcilla es suficiente una separación de 12-18 m, o de 10-12 m tanto para
expansiones hídricas como de otro tipo.
La determinación de esta propiedad se puede realizar medtante normas
UNE y RILEM. En la tabla adjunta se aportan algunos valores en función de
la composición del ladrillo.

Tabla 25. Poroentaje (%) de espansión hídrica en función de la composición


del ladrillo3

Tipo de ladrillo Irreversible Reversible


Ladrillos de arcilla 0,l-0,2 -

Ladrlllm silico-calc&reos 0.001 -0.05 0 001-0 05

7.1 A Propiedades mecánicas


La resistencia mecánica es una de las propiedades rnás característica de
los ladrillos y, por tanto, es tal vez la propiedad que se determina con más
frecuencia.
Los materiales frágiles, entre los cuales se encuentra el ladrillo, resisten
mejor los esfuerzos a compresión que los de tracción.
Al Igual que para los materiales pétreos, se cumple que cuanto menor es el
tarnañc de grano del material cerámico, mayor es su resistencia mecánica,
y, por el contrario, ésta disminuye con el aumento de porosidad y de
contenido en agua.
Por otro lado, se observa que los ladrillos con elevada resistencia mecánica
y baja porosidad, pero con un diámetro de poro medio inferior a 1-2 pm,
son menos durables que aquellos con baja resistencia mecánicay mayor
porosidad, debido a que presentan un tamaño de poros superior a 1-2 p.

7.1.4.1 Resistencia a compresión

Los ladrillos se emplean normalmente para trabajar a compresión y, como


consecuencia, éste es el ensayo que se realiza con mayor frecuencia y la
propiedad rnás requerida por su empleo como material estructural. PAVIA S, CAHO S, GAllCiA -. RODRICU~LA
La resistencia a compresión de un ladrillo viene determinada por las propie- (i 993). Mineraogy. texrure ano Ir ifisiiiir propenles
01 hnch riiasurinr llw .%II H;inolomacnbrcn I o w
dades físicas de la arcilla, por los métodos de fabricación y por el grado de !n Log~oria~á Rioja. Spah. Proceedomgs of
cocción. ConsENBtbnof Stwie and oiher Materials',W s .
29 June - 1 Juiy 1993. pp 351-359
Las tensiones admisibles oscilan de 116 a 1/4 de las tensiones de rotura, =HENDR/.AW , SINHA, B.P, DAVIES. S.R (1987).
que alcanzan valores de 85 a 300 Kp/cm2. Los valores de resistencia a Load bwing btidwofi d&gn Ed. Ellis H o m o d
compresión de los ladrillos actuales, macizos y perforados no deben ser Limted
inferiores a 100 Kp/cmZ ", y por otro lado la norma española establece ' P ~ q cyw1Pra decondiconesyara iiraui~iawioe
adnllos n'rAirilcus en i ; w ~ w r ~ s u c m m t ~ c cRL-
3n.
valores comprendidos entre 50 y 300 Kp/cm2 para los tres tipos de W. iaontado 4 71
ladrillos. Los valores de resistencia a compresión de ladrillos utilizados en 6 NBE-FL-SO. "Muros resistentes de fábrica do
edificios históricos oscilan entre 15-300 @/cmp. ladnün"
7.1.4.2 Reststencia a tracción

En cuanto a la resistencia a tracción, ésta es función tanto de la resisten-


cia de los granos minerales y de la matriz que los une, como del área
interfacial entre los minerales. El esfuerzo a tracción de los materiales de
construcción porosos viene condicionado por los compuestos que existen
en el interior de los poros (aire, agua. resinas, etc.).
El ladrillo no es un material diseñado para soportar esfuerzos de tracción.
Cuando se somete un elemento constructivo, un muro de fábrica,
a una compresión uniforme, generalmente se van a desarrollar grietas
paralelas al eje de carga, resultado de los esfuerzos de tracción perpendi-
culares a la compresión principal. La resistencia a tracción y esfuerzo
cortante del ladrillo es alrededor de 112 a 113 de la resistencia a
compresión.
Al igual que para la resistencia a compresión, la resistencia a tracción de
la fábrica de ladrillo puede determinarse mediante los correspondientes
ensayos o fórmulas empíricas.

7.1.4.3 Resistencia a ilexón

Cuando el ladrillo va a estar sometido a flexión, es necesario su correcto


dimensionamlento para evitar los esfuerzos de tracción que se producirán
en algunas zonas. Los valores de resistencia a flexión de ladrillos antiguos
oscilan entre 30 y 80 Kp/cm2.

7.1.4.4 Módulo de elasticidado M6dulo de Young

Es un índice de rigidez relacionado con la resistencia a compresión.


El módulo de elasticidad de los ladrillos es normalmente superior a
20x10' Kp/cm2. El módulo de elasticidad de muros de fábrica de ladrillo
es del orden de (5-f3)x104Kp/cm2.

7.1.4.5 Coeficiente o Módulo de PoEsson

Es la relación entre las deformaciones unitarias -transversal y Iongitudinal-.


Es adirnensional. El valor que se obtiene en fábrica de ladrillo es de 025,
teniendo en cuenta un módulo de elasticidad transversal G=O,4E,siendo
E, el módulo de elasticidad o de Young.

7.1.4.6 Dureza superficial

La dureza del ladrillo depende de la dureza de cada uno de los minerales


que constituyen el producto cerámico y de la cohesión entre ellos. Existen
~
varios métodos para la determinación de la dureza superficial de un
material: dureza por rayado, dureza por abrasión, dureza por rebote y
dureza por penetración o microdureza Knoop.
Para materiales que se emplean en solados y pavimentos sometidos a
tráfico intenso se determina la dureza superficial por abrasión: cantidad de
material desprendido por la acción de un abrasivo bqo determinadas
condiciones.

7.1.5 Propiedades térmicas

Todos los materiales de construcción son susceptibles de dilatarse con


variaciones de temoeratura. Esta orooiedad. en los productos de arcilla,
depende en gran medida de la materia de origen, y del incremento de
1
temperatura que se produzca. El intervalo de valores del coeficiente de
dilatación térmica en volumen es de (5-7)~10-~ OC para ladrillos de arcilla, y
de 14,4x10 "C para ladrillos silico-calcáreos.
En la siguiente tabla, se señalan los valores orientativos del coeficiente de
dilatación térmica lineal, para estos dos tipos de ladrillo.
Tabla 26. Coeficiente de dilatación térmica lineal en función de los ladrillos lx iO''C1

Tipo de ladrillo Soga Tizón Grueso


Ladrillos de arcilla 4-8 8-12 8-12
Ladrillo silico-calcáreos 11-15 14-22 14-22

También es importante esta propiedad en el caso de diferencia de coeficien-


te de dilatación entre el soporte y la cubierta de los materiales cerámicos
esmaltados cuando éstos se utilicen en fachada.

7.1.6 Propiedades de durabilidad


Los materiales cerámicos, como todo material de construcción, se en-
cuentran sometidos a la acción de los factores medioambientales; por ello.
es importante conocer la alterabilldad de estos productos, lo cual se lleva
a cabo mediante ensayos de envejecimiento artificial acelerado (e.e.a.a.),
que determinan su durabilidad. Excepto el ensayo de resistencia a las
heladas, en las que diversas normativas contemplan el ensayo específico
para ladrillos, (UNE, ASTM...), los demás e.e.a.a. (cristalización de sales,
humedad-sequedad, ciclos térmicos, expansión hídrica, ciclos de exposi-
ción a la radiación ultravioleta, atmósferas contaminadas, etc.), se realizan
siguiendo la normativa especifica para materiales pétreos.

7.2 Patologías de los materiales cerámicos


Las causas de la degradación del ladrillo son diversas, tanto debidas a
factores externos como a propiedades inherentes al material. A continua-
ción se comentan brevemente los diferentes tipos de deterioro presentes
en las fábricas de ladrillo atendiendo a la causa que lo origina. Señalar que
únicamente se analizan aquellos tipos de deterioro que sean específicos
del ladrillo y de la fábrica, ya que otras de las patologías que afectan a
este material son las mismas que afectan a la piedra y a sus fábricas.

7.2.1 Defectos derivados de la fabricación del ladrillo

7.2.1.1 Defectos producidos durante la preparacióny moldeo

Caliche. Este defecto consiste en el aumento de volumen de la cal viva


(CaO) contenida en la pasta arcillosa al hidratarse (Ca (OH),). Cuando el
contenido de cal es alto y se presenta en tamaños superiores a 0,5 mm
(por falta de molienda), puede llegar a dañar gravemente a la pieza.
Deforrnacfones. Consisten generalmente en alabeos, curvaturas u otros
defectos de moldeo producidos, generalmente, por desequilibrio en la
boquilla de la máquina de extrusión y por desajuste del carro cortador.
También se pueden producir ladrillos deformados o torcidos si presentan
un contenido demasiado bajo de arena.
Exfoliac~onesy laminaciones. Estos defectos pueden originarse por utilizar
arcillas excesivamente plásticas, en las cuales, durante el proceso de
extrusión, se produce la orientación de los minerales laminares de la arcilla
por el paso de la pasta a través de la boquilla, originando láminas sin
trabar o estructuras hojosas. Cuando las piezas se moldean por prensado
y la prensa no ha compactado completamente la pasta, se pueden gene-
rar ani naciones o anisolrop'as planares q4e posteriormente pueden dar
iuaar a exfol ac.ones v larri naciorles oor mecariismos de alteración reiacio-
nados con la entradade agua.
Hsuras. Cualquier discontinuidad que haya quedado en la pasta arcillosa
una vez llevado a cabo el moldeo, derivará en la formación de una fisura
durante el secado o posteriormente en la cocción.

7.2.1.2 Defectos produc~dosdurante el proceso de secado

Fisuraciones y grietas. La fisuración de la pieza puede producirse como BHendty,A.W.. Sinha, B.P., Oaviea, S.R. (1987).Load
consecuencia de un secado demasiado rápido, lo que origina un gradiente bearingbrickworkdesign.€d. B l i s H m w d Limited.
de humedad muy elevado entre el interior y el exterior de la masa arcillosa;
las tensiones ocasionadas por dicho gradiente entre las distintas partes de
la pieza, sobre todo en elementos de reducido espesor, pueden conducir
finalmente a su fisuración. Efecto similar puede deberse a la cocción de las
piezas cuando no han completado el ciclo de secado.
Defomacbne6. Si el proceso de secado no es uniforme en todo el conjunto
de la pieza, debido a la situación de las mismas dentro del secadero o
respecto al flujo de aire caliente, se producirán deformaciones geométricas
dc las nid dad es. I g ~ mentc
a las pie7as so alabearan, distors oriarán, o
irIcIuso SB fisurarán, S la rrie7cia arc4llosa con la que se rian fabricado es
muy plástica

7.2.1.3 Defectos producidos durante la cocciCn

Dism1nuci6noe la resistencia mecarlicn. Al no estar correctairienie coc.do


e. rriateria o haocr ton do boa cocción 'r~sufic:ento
(wor no alcanzar la
temperatura de sinterización o vitdficación o no estar el suficiente tiempo a
dicha temperatura), no se forma la adecuada proporción de fases vítreas,
no obteniéndose la resistencia mecánica prevista, además de facilitar la
penetración de agua y los posibles mecanismos de alteración asociados.
M~crofisuraciones. A la temperatura de 573 ' C y presión atmosférica,
tiene lugar el cambio de fase de cuarzo de baja temperatura (a)a cuarzo
de alta temperatura (B) con una variación de volumen. Es una reacción
irreversible y muy lenta, por lo que si el contenido de este mineral es
elevado y el paso por dicha temperatura es brusco, se producen
microfisuraciones alrededor de cada grano de cuarzo, afectando a la
resistencia de la pieza.
Corazón negro (Black Hearf). El denominado "corazón negro" de los
ladrillos se debe a las condiciones reductoras que se desarrollan en el
interior del cuerpo cerámico, no pudiendo penetrar el oxigeno, que se
queda en las partes más superficiales.
Deformac~ones.Al igual que durante el secado, las piezas pueden defor-
marse e incluso fisurarse si se han fabricado con arcillas excesivamente
plásticas

7.2.2 Deteriora debido a las humedades o a la presencia de agua

En este apartado se abordaran únicamente, más que las humedades en


sí, aquellas características y propiedades del ladrillo y de la fábrica del
ladrillo que condicionan su deterioro por el agua, fundamentalmente por el
agua de lluvia y por el agua de capilaridad.

7.2.2.1 Humedadde capila~idad


procedente del terreno

El agua penetra por capilaridad debido a la succión que el mismo material


ejerce cobre el agua. Esta succión capilar (entre 0,05 y 0,30 g/cm2xmin
para ladrillos), está íntimamente relacionada con el tamaño de poros.
El tamaño de poro de los ladrillos, conjuntamente con su porosidad
[puede alcanzar hasta el 40%), condicionan la facilidad con la que el agua
asciende por las fábricas de ladrillo.
Fig. 110. Defectospmducidos par la humedadca-
Por otra parte, el mortero, al ser más poroso, contribuye y facilita que el
pilarunido a la deficiente coeMón del ladrillo agua ascienda por las juntas, y desde este punto es absorbido por el
ladrillo adyacente. Un fenómeno similar ocurre en el caso de fábrica de
ladrillo con zócalo de piedra, ya que aunque el material pétreo presente
menor porosidad y permeabilidad que el ladrillo, igualmente el agua
asciende en gran parte a través de las juntas de los sillares por encima de
este zócalo donde se produce el mismo fenómeno.
El fenómeno de ascensión capilar suele ir acompañado de la migración de
sales a la superfrcie del muro, por encima de la zona de humedad capilar, en
la zona de humedecimiento-secado. Este hecho provoca un mayor deterio-
ro en las fábricas de ladrillo con zócalo de piedra, ya que no existe un doble
sentido en el flujo de agua. Es decir, el agua tiene gran facilidad para
ascender por las juntas del zócalo hasta la fábrica de ladrillo, pero una vez
de 1s fsbrioa prodUdd0 Por la
Fig. 111. ~ e t e r i o l o allí el ladrillo tiene una gran capacidad para mantener el agua retenida,
humedad capilar y La presencia de sales fenómeno al que contribuyen las sales higroscópicas (Figs. 110, 111).
E¡ agua de llwia puede penebar en los materiales, en primer lugar, a causa
de la presión de cáda y del efecto del viento, principalmente en aquellos
materides, como el iadrillo, con elevada porosidad Y- qran - mroentaie
. de
poros grandes (visibles o millrnétricos) on la superficie; en segundo~luYar,
por efecto de la capilaridad o adsorción por tensión siiperficiai. Este fonó-
rneno aumenta si la superficie del material se encuentra attmda, y en
paramentos expuestos al viento. De cualquier mgdo, la capaoldad de
absorción de agua de lluvia será mas elevada cuanto más elevado sea el
coeficiente de absorción global del rnaterlal (Fig 112). Ag. 112. Pcteirwo delafábrica debidp a b se-
La absorción por capilaridad, referida a la absomióh de las gotas de agua eón cambinada del agua de luvfa y del visnto
de lluvia en supeficie, puede evaluarse mediante el coeficiente de succión y
también con el factor saoilar C '. En los materiales cerámicos wrosos del
tipo Gel ladrillo de constkcción, este factor es mis de 4 vemi superior a la
constante de los elementos de cerámica compacta (600 y 125 @mixsYh,
respectivanienta, y en estado seco), y, en geneal, superior a la mayoría de
1% materiales de wnstnicción de lo cual se deduce la importancia que el
fenómeno de capilaridad tiene en el ladrillo y en sus fábricas.
En la tabla 27 se expone el tiempo que tardan disiintos materides en Tabia 27. Crnbñica de a$sorción de dis-
absorber cierta cantidad ck agua de lluvia. tintos &os de laUrillo
Un factor impartante en la formación de escorenffa o de agua escurrida, y,
por tanto $n el lavado indimto de las fachadas, lo constituye la textura de las Ladrillo Absorción
fábricas de ladrillo. La textura tfpMa del ladrillo -lisa o Wosa- condidona un (segundos)
hdice de esmrrentia bajo (por la desviacibn del agua en muttitud de trayecto-
rias y por la baja velocidad de circukción de la misma), tarnbichn tnfluencíado
por las valores variables de porosidad, caefictentes de succión capilar y de Moldeado manualmente 2
abso~í6nde agua, Por lo +mto se puede concluir que el agua de llwia no
formara corrent tías en muros de fábrica de ladrillo, a no ser que el rnaterlal Esm&ado 1737
se seture p o importantes
~ y wntinuadas precipitaciones. En el caso deque
esto suceda, se wiginarh zonas de lavado diferencial. En general, puede Con aplimciBn > 3600

. decirse que el deterioro en las fábricas de ladrillo en edíficios históricos


causadas por el agua de lluvia es menor que por el q u a de ascrwisi6n capilar.
de siliqx%q diluida

7.22.3 Meladas

Su efecto nocivo sobre los materiales se debe a la emansi'ón del aaua (con el
consiguiente aumenta de volumen) ai congelarse en 41interior del &tema
poraso de dichos matepiales, IacUsl Sólo ocurre en condiciones de saturación.
Los ladrillos de arcilla varían ampiamente su resistericia frente a las helaoas.
La d~rabilidadfrente a la acc~óiidel hielo ae los materiales cerámicos con
un predominio de poros finos es baja. O dicho de otra f m a , la resistencia ' S e dMne el iaotar aapilar wrno la w p 3 d a d de
a la helada de un producto de arcilla cocida es mayor al aumentar el por- suool6n capilar dde un material h a m e m e m e
centaje de poros de di&metro superior a 0,25 um o 1 fim, segh distintos poraso y wn un contgiidoc6nst;antede humedad
y ES him& de ladadde;i8uaporunkfad de
estudios realizados. Los productos de arcilla cocidos a baja temperatura o u ~ ym del tierno.
son más vulnerables a las heladas por contener un Importante poroentaje ~CIdha=l~@mzxs~;~~dBcslcs1250s/fi8K,
, de poros finos. h o ~ f s 6 n . ~ ~ x s n .
Otros parátnetm que influyen en ni ckteri~ropor heiadas son la posición y ~CARRIE. C.; MORR D. (1975). salissuras de
exposición de la fábrica de ladrillo. ya que h congelación sólo M a Maman- fmds bules,m

tea la fábrica cuanda está saturada (muros sueltos o libres, petos, muros de
contención, fábricas de ladrillo en contacto directo con suelos muy húmedos,
etc-), y además prestantan orientación no&. La acción del hielo puede causar
la desintegrad& y el desconchado de la supeficie del material.

7.23 Deterioro debido a la expansión hídrlca


Cuando los ladrillos se extraen del horno de cocción, toman humedad del
medio aue les rodea v se eexanden, deaendiendo del tiw de ladrillo v de la
temperatura de acción. El procesa es iento, gran parte del cual tiené lugar
en los primeros días Y puede perdurar hasta 2 o 3 años después. En cierta
manera, las piezas continúan su expansión y contracción a la Iwgo de toda
su vida en respuesta a cambios de temperatum, humedad relativa y pr&6n
atmosf6rica.
Por ello, se recomienda que los hdrlllos recién sacados del horno no se
Ag. 113. Expansión debida a la sbsoml6n de hu-
coloquen directamente en obra, esperando-al menos un dia para que la medad abnosiMea. una vez finalbdo si w c e -
expansión no supere el 0,0246 (Fig. 113). .O de ooccl6n del ladrllo

'1
Cuanto más baja sea la temperatura a la que se cocieron los ladrillos, mayor
será la proporción de filosllicatos o minerales de arcilla sin transformar
(relictos o residuales), siendo éstos susceptibles de absorber humedady
por tanto de estar sometidos a procesos cíclicos de humedad-sequedad.
Igualmente son susceptibles de expansión hídrica los nódulos de cal viva
presentes en ciertas piezas (caliche). Estos cambios de volumen en las
piezas van a originar movimientos en la fábrica, los cuales, si no están
previstos, conducirán a deformaciones y fisuras.

7.2.4 Deterioro debido a la contaminación atmosférica

La acción de la contaminación atmosférica, puede ser tan devastadora, que


logra descomponer en pocos años aquello que ha resistido durante siglos el
ataque de los factores naturales.
La precipitaciónácida y la contaminación atmosférica pueden acelerar el
detm'oro de la fábrica disolviendo la cal o el carbonato cálcico de los
morteros, solubilizando sales solubles en agua, y causando aumento de
volumen o ensuciamientos que pueden originar alteración simplemente
estética o derivar en deterioro.
En primer lugar, se produce una deposición y acumulación de partículas
contaminantes (por vía seca o húmeda) sobre la superficie de los materia-
les favorecida por la textura rugosa de la gran mayoría de los ladrillos y de
las fábricas de ladrillo. Sin embargo, la textura horizontal rayada de la
fábrica, con alternancia de hiladas de ladrillo y mortero, origina que dichas

E
juntas horizontales actúen de continuos goterones que interrumpen por
SVPERRCIE
igual el recorrido del agua y proporcionan también un aspecto muy unifor-
me del conjunto. Por otra parte, y por este motivo, la suciedad causa
menor alteración visual en las fábricas de ladrillo que en fábricas de piedra
más homogéneas.
En otros casos, la acción de los contaminantes atmosféricos puede ser
mucho más perjudicial. Asl, en los ladrillos, los compuestos más suscepti-
bles al ataque de los óxidos contaminantes (NO8,SO , COJ son los
1.1
98 silicatos aicaiinos y alcalinotérreos que constituyen efaglomerante del
esqueleto. El agente más agresivo es el ácido sulfúrico resultante de la
disolución y oxidación catalítica del dlóxido de azufre atmosférico. Este
ácido, disuelto en agua, Iixivia los metales alcalinos y alcalinotérreos, así
como los metales pesados de la matriz, generando una red de canales y
grietas, y desprotegiendo los granos de cuarzo y el resto del esqueleto
que estaba embebido en dicha matriz (Fig. 114). Igualmente, la combina-
iil (61
ción de los aniones sulfato, derivados del ácido sulfúrico, con elementos
Fw.,, APmcesodedin>,uci6,,dc aicalinos y alcalinotérreos, genera la formación y cristalización de com-
rámico por etecto de aguas ácidas puestos salinos.

7.2.5 Deterioro debido a la cristalización de sales solubles

Las sales solubles en agua, que pueden proceder de diversas fuentes


pueden cristalizar en los poros del ladrillo, hecho observado tanto en
edificios históricos como en modernos. Un requisito indispensable para que
se produzca la cristalización de dichas sales es que exista la suficiente
cantidad de agua para permitir tanto la disolución como el transporte. Los

f
fenómenos de cristalización de dichas sal s son una de las causas pnncipa-
les que originan la desintegración de los ateriales cerámicos, junto con la
acción del hielo y los ciclos de humedad- equqdad.
La capacidad de los matenales cerámicos para eflorescer se puede realizar
mediante ensayos definidos en normas UNE y ASTM.

7.2.5.1 Manifestaciones

Eflorescenc~as.El término de eflorescencia fue definido en 1925 como "la


formac~ónde un depósito de sales minerales solubles sobre la superficie de
una pieza cerámica terminada, por exposición de los agentes atmosféricos".
La causa real de la formación de estos depósitos es la migración de una
solución salina a través del material y la acumulación de las sales que
contiene en las superficies expuestas.
En principio, las eflorescenclas no alteran en absoluto la durabilidad de la
fábrica de ladrillo, alterando únicamente el aspecto estético del material. Sin
embargo, un aporte continuo de agua y de saies procedentes del terreno
puede afectar a la durabilidad del ladrillo, ya que, en este caso, se produce
la cnstalización de las saies en el interior de los poros del material.
Es importante, a pesar de la semejanza de aspecto que puedan presentar,
no confundir las eflorescencias con las manchas de mortero, éstas últimas
debidas a una incorrecta eliminación del sobrante de este material durante
la ejecución de la fábrica. Este es el caso de las exudaclones, que son
resultado del lixiviado de la cal del mortero durante su hidratación y su
posterior precipitación en forma de carbonato cálcico.
Subeflorescendas y criptoeflorescencias. Los términos de subeflorescenc~a
y criptoeflorescencia hacen referencia a la cristalización de estas sales en el
interior dg los materiales, quedando ocultas al observador. Los compuestos
salinos de las subeflorescencias y criptoeflorescencias son más peligrosos
que los de las eflorescencias, ya que en las primeras, las sales están
confinadas al espacio de los poros, capilares o microfisuras del cuerpo
cerámica, acrecentándose el efecto perjudicial tanto debido a la presión de
cristalización como a la presión de hidratación, así como a los ciclos de
hidratación y deshidratación y a la tensión generada por la dilatación
térmica diferencial.

7.2.5.2 Origen

El origen de las sales solubles suele encontrarse en cualquiera de los


elementos que componen la fábrica -ladrillo, mortero o ambos-, aunque
también en fuentes externas (humedad ascendente del terreno, contamina-
ción atmosférica y ambientes marinos (aerosoles), firmes y aceras tratados
con sales de deshielo, etc).
Las sales solubles procedentes del ladrillo, tienen su origen en la materia
prima (arcillas), en el agua de amasado y en los combustibles empleados
durante la cocción (principalmente carbón).
El mortero, constituido por aglomerante, agua y áridos, es en muchos casos
la fuente más importante de sales solubles, principalmente el mortero de
cemento Poriland.

7.2.5.3 Composición Tabla 28. índice de la presencia de sales


en eflorescencías
Las saies que mayoritariamente aparecen en la superficie de los iadnllos son
Sales Ladrillo Muro
las siguientes: sulfatos de sodio, potasio, magnesio, calcio y hierro; carbo-
natos de calcio y sodio; cloruros de sodio, etc. N%SO4 +++ +++
No siempre se cumple que las sales que aparecen sobre la superhcie
externa del ladrillo se correspondan cuanttativamente con las sales conteni- &SO* ++ ++
das en el interior del mismo y de las que proceden. Esto se debe a que no
todas las sales tienen la misma solubilidad, por lo que algunas de ellas
migran más fácilmente (suifatos de sodio, potasio y magnesia), que otras
(sulfato de caicio).

7.2.5.4 Factores que influyen en la cristafiación de sales

7 2.5.4.1 Factores ffsicos Nazco, + +


Porosidadabieda o accesible al agua, capilaridady permeabilidad En
primer lugar, es necesario que el material sea poroso, requisito que cumplen ticoa + +
ampliamente la mayoría de los materiales cerámicas, y en especial el ladrillo. caco. + +
Los ladrillos con un porcentaje elevado de poros finos (0< 0,25 pm),
ofrecen una durabiiidad baja ante el fenómeno de la cristalización de saies.
Al mismo tiempo, la porosidad está íntimamente ligada con la capacidad de
succión capilar, lo cual, unido a la existencia de una gran superficie de KCI + ++
contacto entre ladnllo y mortero, permite el paso de la solución salina.
Absorción de agua del ladnllo: Ensayos llevados a cabo por Browneli, le
permitieron establecer un valor mínimo de absorción de agua del 6% para
que se produzcan la aparición de eflorescenclas.
Mecanismo de crictalizsción: La cristalización de sales puede producirse por
Fe,ísOJ + +
FeSO,
enfriamiento del iíquido en el que vayan disueltas (la solubilidad aumenta
con la temperatura), o por evaporación del mismo, siempre que la soiución ++t casi siempre presente; tt- bastante irf-
esté sobresaturada. cuente, + raro, -ausente
Evaporacidn: La evaporación del agua es, por lo general, mayor en la
superficie del ladrillo que en la del mortero, favoreciendo el establecimiento
de un flujo de sentido único. La dirección de evaporación origina que la
concentración salina sea de 2 a 3 veces superior en la superficie del ladrillo
que en el interior del mismo.
Supefhore áe contacto con el agua y superficie de evaporación: La forma de
mojado y secado del ladrillo influye en la formación de eflorescencias. Si el
agua penetra por caras distintas de la de evaporación, la solución llega al
exterior prácticamente saturada. Es muy frecuente observar que las
eflorescencias se manifiesten rápida e intensamente al finalizar una obra, lo
que es debido a que los ladrillos han sido mojados por todas sus caras
antes de su colocación, verificándose el secado por una sola cara. En el
caso de subeflorescencias o criptoeflorescencias, el secado se verifica por
difusión de vapor a trav6s de los poros, y su origen se debe a la combina-
ción de un flujo lento por la red capilar junto con una fuerte evaporación.

7.2.5.4.2 Factores qufmicos


Contenido de sales solubles en los ladrillos: Las sales muy solubles (sulfatos
alcalinos) comienzan a formar eflorescencias cuando su contenido en el
ladrillo es superior al 0,2%: para sales poco solubles (como el sulfato
cálcico), este límite se sitúa en torno al 0,796. Un ladrillo será más capaz de
producir eflorescencias cuanto mayor sea el contenido en sulfatos solubles
tanto en la arcilla de origen como en el ladrillo (según Fiori, sólo es necesa-
rio un contenido >0,05% '9,y mayor sea el contenido en óxidos alcalinos y
en oarbonato cálcico. Es importante también considerar si las arcillas de
origen contenían pirita, ya que por descomposición y transformaciones
puede dar lugar a sulfatos.
Aporte de sales solubles por parte de los morteroc: Los morteros poseen
cantidades apreciables de sales solubles, en especial álcalis libres (hidróxidos
de sodio y potasio). El mortero de cemento Portland (Tipos C 1-0 y C 1, según
la RC-93), suele contener sulfatos que pueden migíar hacia el ladrillo. Si
existe sulfato cáicico (del mortero de cemento hidráulico, de cal hidráulica o
de cal-puzolana), y humedad en la fábrica, es posible que como consecuen-
cia se forme etringlta o thaumasita, lo que derivará en un deterioro más o
menos rápido del mortero.
1
7.2.5.4.3 Factoresambientates
Factores meteorológicos: Las condiciones ambientales para que se produz-
can las eflorescencias deben ser que la fábrica esté a temperatura relativa- I
mente baja (las sales son menos solubles a bajas temperaturas que a altas),
y sometida al viento y al sol para que se produzca una rápida evaporación.
Por ello, las eflorescencias suelen aparecer en primavera.
Presencia de agua: El agua de ascensión capilar, el agua de lluvia y el agua
empleada en la eleouc~óndel mortero, constituyen los principales vehkulos 1
de transporte de las sales. En un edificio moderno, si las eflorescencias no
desaparecen de la fachada a los 2 o 3 años de la finalización de la obra (por
efecto de las precipitaciones), es muy probable que existan penerraciones
anormales de agua en la estructura.
1 1

7.3 Técnicas de intervención


Centrándonos en la problemática del material cerámica, sin consideraciones
como parte integrante de un elemento esttuctural, las intervenciones para
su restauración y conservación, se pueden agrupar en los siguientes
puntos:
- Limpieza
- Consolidación
- Hidrofugación
- Sustitución de piezas
"FIORI,C (1975). Efflorescmz~sulateriz~.Parte
- --- --- - a- omhlnrni
I thssififiarinna - - - corrdat, al/a loro - Comolementación de oiezas
comparsa Parle 11.Cornposlzionee ongina Paria
iil: Eiflorescenza s suuiim fisfca. Cerarnumia, - Reparación de juntas y flsuras
anno V. Existen otra serie de intervenciones que no son específicas del ladrillo, y
La noma BS392i fila un valor maxlmo del 0 5%
para suifatm(tmbmija ütrm valores &.OS que aunque también se llevan a cabo, no se van a abordar en este qartado
radhcales solubles) (biocidas, antigrafitl, irnpermeabilizanones, etc.).
l
7.3.1 Limpieza d e las fábricas de ladrillo y materiales cerámicos

Los sistemas más comúnmente utilizados para la limpieza de las fábricas de


ladrillo y otras piezas cerámicas son:
- Limpieza con agua
- Limpieza mecánica
- Limpieza química
- Apltcación de pastas absorbentes
En la elección del sistema de limpieza, hay que analizar el ladrillo que se ha
utilizado en la fábrica, el tipo y nivel de suciedad y el grado de alteración del
material. Para verificar la eficacia y la no agresividad del sistema o sistemas
que se vayan a utilizar, se realizarán pruebas previas en zonas de la fábrica
de ladrillo.
Cualquier sistema de limpieza que conlleve el empleo de agua, no sólo
aquellos métodos basados en el agua, sino la aplicación de productos
químicos (prehumedecimientoy aclarado), métodos abrasivos combinados
con agua, eliminación de pastas absorbentes, etc., conlleva el riesgo
añadido de introducción de agua en la fábrica y desarrollar ciertos mecanis-
mos de deterioro (sales, hielo).

7.3.1.1 Limpieza con agua

Los métodos de Iimpieza que emplean el agua se deben utilizar con reser-
vas debido al riesgo que supone la introducción de agua en la fábrica
(migración de sales y aparición de eflorescencias, fenómenos de hielo, etc.),
estableciendo algunos autores un valor de porosidad del 20% como el límite
máximo aconsejado para la utilización de este método.
Antes de proceder a la limpieza mediante el empleo de agua, es imprescin-
dible verificar el estado de las juntas de mortero de la fábrica.

. Uno de los problemas que se pueden crear con el uso de técnicas de


limpieza "húmedas" es el desarrollo de microorganismos, de lo que se
deduce que después de cualquier técnica en la que se utilice agua debe
aplicarse un biocida. Para evitar la saturación del material se recomiendan
lavados discontínuos, con el uso controlado de nebulizadores, atomizadores
y pulverizadores, y siempre con una temperatura superior a 5 "C.
En casos de suciedad leve, el uso de agua pulverizada puede ser un
método de lim~iezaeficaz Las eflorescenctas salinas oueden eliminarse
mediante lavados prolongados.
Los depósitos muy sucios (costras negras, inctustaciones resistentes),
pueden eliminarse con chorros de agua intermitentes y espaciados para
conseguir un reblandecmiento progresivo, evitando la saturación de la
fábrica
En el caso especial de ladrillos esmaltados, con una absorción de agua
mucho más bqa, éstos pueden limpiarse con proyección de agua a presión
media (15-40 Kg/crnz),y detergente neutro, y, en zonas reducidas, con
agua, cepillo de cerda natural y jabón neutro, y posterior aclarado.
Nunca debe aplicarse agua a tal presión que pueda dañar la superficie del
ladrillo y las juntas de mortero. Tampoco es recomendable el uso de chorros
de vapor de agua sobre ladrillos, por el peligro, además de que el agua se
pueda introducir en el interior de la fábrica, de crear choques térmicos.
Para la limpieza de terracota esmaltada se han obtenido buenos resulta-
dos mediante el empleo de agua templada, detergente neutro o
surfactantes (Fig. 115).

7.3.7.2 Limpieza mecánica

7.3.1.2.7 MBtodos mecánicos manuales


Este tipo de limpieza se basa en el uso de herramientas, abrasivos, aire
comprimido, etc. Su empleo puede producir grietas superficiales (microfisu-
ración y microporosidad en general), y originar erosiones sobre todo en
esquinas y ángulos. Las lesiones son mayores si hay que eliminar organis-
mos biológicos fuertemente adheridos al substrato.
Fig. 115. Umpiezadeíábncade terracota median-
Se puede también realizar un cepillado en seco para la eliminación de te agua y detergente neutro Weaver, i Q 9 3 1
I
eflorescencias, aunque se corre el riesgo de que reaparezcan con un
lavado posterior. El cepillado no debe ser enérgico, empleándose cepillos
cuyas púas no arañen la superficie del ladrillo; los más adecuados son los
cepillos de uña de cerda natural.
La limpieza del ladrillo por medio de aire comprimido y de herramientas
abrasivas, llevada a cabo de una forma segura y controlada, requiere
mucha expertencia, además de ser un proceso lento y por tanto costoso.

7.3.1.2.2 Proyecc16nde particuías


En los casos en los que se vaya a utilizar la proyección de partículas
para la lirnpieza de fábricas de ladrillo antiguas, y siempre que no haya
evidencia de desintegración en los ladrillos, se debe examinar previa-
mente el rejuntado, ya que las juntas defectuosas constituyen una
importante vía de penetración del agua, por lo que constituye la primera
operación a realizar.
Este método de limpieza admite tal cantidad de variables (en seco, húme-
do, composición de las partículas, dureza, tamaiio, forma, presión, etc.)
que es necesario acotar los distintos parámetros para garantizar los
resultados adecuados. Sin embargo, son mayoría los autores que no
"
recomiendan su uso para la limpieza de ladrillo histórico por eliminar
parte del matenai superficial (desde micras a milímetros), creando una
rugosidad sobre la superficie limpia, lo que predispone al material a un
deterioro acelerado. Estos sistemas de limpieza se utilizan generalmente
sólo para eliminar pintura o cal de lixiviado o depósitos de suciedad
fuertemente adheridos al substrato. La dificultad de este método radica en
que su empleo requiere un cuidado extremo.

7.3.1.3 Limpieza química

En general, la limpieza de la fábrica de ladrillo mediante la aplicación de


productos químicos es una de las más utilizadas. En este tipo de limpieza
resulta imprescindible realizar controles mediante la medida del pH, antes
y después de la limpieza, Se recomienda el humedecimiento previo de los
ladrillos a limpiar para limitar su actividad; existen algunos productos
comerciales cuidadosamente formulados para que sean activos sólo
durante unos minutos, pudiendo dejarlos durante horas en la superficie sin
ningún peligro. Los productos suelen aplicarse con cepillo, dejándolos
actuar un tiempo variable en función del producto y del material sobre el
que se aplique (entre 2 y 30 minutos), y posteriormente se enluaga la
superficie concienzudamente para eliminar cualquier resto con presiones
de agua entre 15 y 40 Kg/cmZ. Es preferible siempre utilizar productos a
bajas concentraciones y con cortos períodos de actividad.

7.3.1.3.1 Ácidos
El ladrillo se considera como un material neutro o resistente a los ácidos,
aunque ciertos productos limpiadores ácidos (dependiendo en gran
medida de su concentración en la disolución) pueden eliminar los posibles
esmaltes o superficies de acabado que existieran. Uno de los compuestos
más utilizados es el ácido fluorhídrico (FH), cuyo poder limpiador se basa
en la capacidad de disolución de los silicatos de la superficie del elemento
cerárnico en la interfase ensuciamiento/elemento cerámica. Cuando el
grado de suciedad no es muy elevado suele bastar el uso del ácido
fluorhídrico; para suciedades más persistentes se suele combinar con
agentes aicalinos.
El FH se utiliza en bajas concentraciones (2-8%), ya que si se utiliza en
elevadas concentraciones puede disolver la sílice y los silicatos que
constituven el vidrio o barnices/cubiertas. lo cual ~ u e d econducir poste-
I
riormonie a a reprec piración de sílice coio:dal, prjcticamente irnposibie
" AsH.itsi. J. /lh h. D Rx'iw' bu'ldw7 de einiiriar sin dañar el substraro, además de disolver los morteros de cal.
w m w n f m . Wil 1. Sfone Maaiw. VA
I . 2. Bricn.
Terracotta and Earth. English Hectage Technlcal NOse recomienda el empleo de este compuesto cuando existen materiales
Handbook. Gwer Technloal Press
pétreos próximos a la fábrica de ladrillo con alto contenido en carbonatos
"clsaninq
~ b rnatertals
~~~,~~i$~$,"$~~~hhi~,~~
and processes Donhead
(calizas, mármoles...), por la posible reacción química entre ambos com-
PU~S~OS que puede derivar en cristalización en los poros de Ruoruro cálcico.
PubüshGLid.
La terracota sin esmaltar y demás elementos escuitóricos de materiales
FEILDEN. E.M. (lLB2), Consew&!on of hMtoncal
buiidiog6 d. ~utt~worols. cerámicos se pueden limpiar igualmente con productos a base de FH;
tales formulaciones pueden incluir diluciones de ácido fluorhidrico, ácido
fosfórico, 8cido sulfónico o sulfámico, agentes quelantes y surfactantes.

7.3.1.3.2 Aicds
No se recomienda su utilización generalizada a excepción de los productos
alcalinos a base de hidróxidos sódicos y potásicos (éstos incluso con
reservas por el nesgo de aparición de sales solubles y su posterior cristali-
zación). soluciones a base de amonio Ihidróxido amónico) v acetona. El
amonio resulta formar parte de las formulaciones más eficaces y utilizadas.
En general los limpiadores alcalinos se utilizan cuando existe suciedad en
forma de grasa, y en combinación con el FH es muy efectivo para la
limpieza del ladrillo, permitiendo disminuir la concentración del ácido y el
tiempo de actividad. La Única manera de evitar depósitos cuando se
utilicen la sosa o la potasa cáustica (hidróxido sódico o hidróxido potási-
co, respectivamente), es mediante un intenso aclarado, y efectuando la
limpieza en zonas reducidas para poder controlar mejor el proceso.

7.3.1.4 Aphcación de pastas absorbentes

En materiales cerárnicos existen referencias de este sistema para la


limpieza de terracota sin esmaltar. Este método es válido, aparte de para
la extracción de sales solubles, para la eliminación de manchas de pro-
ductos orgánicos, microorganismos, manchas de cobre y hierro, etc. Las
pastas no deben aplicarse directamente en el caso de que los materiales
se encuentren en mal estado ya que la pasta puede arrastrar fragmentos
sueltos.
Existen gran cantidad de pastas absorbentes, siendo las más utilizadas
aquellas a base de ciertas arcillas (sepiolita, atapulgita), o algunas específi-
cas como la AB-57 basada en una formulación con E.D.T.A.
En la tabla adjunta se han clasificado los depósitos de suciedad y manchas
en función de su solubilidad en agua, en ácidos o en álcalis, y se establece
el método más recomendado para su limpieza.

Tabla 29. Tipo de limpieza en función de los depósitos de suciedad

Tipo de depósitos Tipo de limpieza


Solubies en agua Lavado en agua fría
(sales) Pastas absorbentes
Cepillado
Solubles en ácidos Lavado eh agua fría
(manchas de cal) Productos ácidos
Eliminación manual
(herramientas pequenas o mrcroabrasimetros)
Cepillado
Solubles en álcalis Productos alcalinos
(pinturasa base de aceite de linaza) (basadosen hidróxido sódico o potáslm,
soluu~wsa base de amonlo. acetonal
--

7.3.2 Consolidación

Se han desarrollado aún pocos trabajos sobre el uso de consolidantes en


nrodudos de arcilla cocida. En las fábricas de ladrillo es imoortante tener en
Cuenta la variabilidad de porosidad de los ladrillos, ya que iroductos y
métodos de tratamiento válidos para ladrillos de baja porosidad no son
eficaces para ladrillos con una porosidad alta.
Los consolidantes inorgánicos poseen la ventaja frente a los consolidantes
orgánicos, de su similitud con los componentes del ladrillo, resistiendo
mejor, en general, a la acción de la intemperie. Sin embargo, sus caracterís-
ticas mecánicas son inferiores a las de los orgánicos, y es diflcil lograr una
buena penetración del tratamiento, uno de los aspectos fundamentales de
la consolidación.
Como consolidantes orgánicos se han utilizado ceras y resinas. Las ceras más
utilizadas son las sintéticas, del tipo de la parafina y ceras microcristalinas.
Entre las resinas utilizadas en la consolidación de maleriales cerámiws desta-
can las siguientes: acflicas, epoxídicas, de poliéster y poliuretánicas.
También se han utilizado consolidantes organosilícicos en fábricas de ladrillo
tanto estructurales como decorativas, así como en mosaicos medievales.

Debido a la gran problemática de las fabricas de ladnllo frente a la hume-


dad, es imprescindible la eliminación previa de la causa, realizando la
hidrofugación cuando el soporte se encuentre seco.
Entre los productos utilizados como hidrofugantes hay que señalar las
siliconas (del grupo de los compuestos organosilícicos), que además de la
acción hidrofugante, actúan como consolidantes, como se ha señalado
anteriormente.
En los casos en los que se haya perdido la pintura original de los ladrillos
(generalmente de preservación) y el ladrillo permanezca expuesto, se
pueden utilizar cubiertas a base de silicatos que dejen transpirar a la fábrica.
ya que una de las posibles causas de su pérdida es que no fueran lo
suficientemente permeables al vapor de agua.

7.3.4 Sustitución de piezas

Se recomienda esta operación en aquellos casos en los que los ladrillos se


encuentren muy deteriorados, y constituyan una vía de penetración de agua
o afecten a la estética del conjunto. El tipo de ladrillo o material cerámico a
sustituir ha de presentar las siguientes caracteristicas y similitudes con las
piezas originales:
- Propiedades físicas similares a las de la pieza de origen, prlncipal-
mente la composición de la materia prima, el color, tamaño adecua-
do, coeficiente de dilatación térmico, etc.
- Propiedades hídricas similares a la del ladrillo de origen, principalmente
absorción de agua y coeficiente de permeabilidad al vapor de agua.
- Propiedades mecánicas similares a las del ladrillo de origen.
Existen autores que aconsejan mantener el tamaño del ladrillo pero no el
color para que de esta forma sea reconocible la sustitución realizada.
En cuanto al mortero, se intentará tratar de la misma forma y con las mismas
herramientas que se emplearon en la época de realización del monumento.

Origen de los ladrillas de sustitución


El ladrillo se puede obtener de las demoliciones de edificios, bien de la
misma época o de caracterfsticas similares. Si esto no fuera posible, se
puede recurrir a su fabricación por los mismos procedimientos antiguos, de
tejares a mano, realizando un análisis previo de sus componentes y sus
propiedades para que difieran lo menos posible de los ladrillos originales.
Otra solución sería utilizar el reverso de los ladrillos, pero es un proceso
largo y laborioso por lo que raramente se lleva a cabo.
También se pueden extraer los ladrillos de otra zona del edificio ya deterio-
rada, y en la cual no va a quedar el ladrillo vtsto. Es una técnica escasamen-
te utilizada, ya que requiere un mayor cuidado en la extracción.
Cuando los ladrillos antiguos se reutilizan para reparaciones, deberían
ensayarse previamente alguna8 muestras para determinar su contenido en
sal y su calidad. No deberían emplearse estos ladrillos en zonas expuestas a
una humedad excesiva o a ciclos de hielo-deshielo.

Operación de susfituci6n
Para la colocación del ladrillo se realiza la siguiente operación: se cortan con
un escoplo las partes deterioradas, se limpia d hueco, se quita el polvo y se
humedece todo el material adyacente con una brocha. Se elige el nuevo
ladnllo de manemque encale fácilmente en el hueco dejando sitio suficiente
para el mortero por la parte posterior y por los laterales del hueco. Después
se dispone el mortero sobre las caras de unión del ladrillo, se coloca la pieza
en el hueco y se encaja bien con el martillo, intercalando una cuña de madera
para distribuir la fuerza y amortiguar los golpes. Se elimina el exceso de
mortero coliforme rebosa y antes de que endurezca para evitar manchas. Al
final se comprime el mortero medio endurecido para consolidar la junta.

7.3.5 Complementación de piezas

7.3.5.1 Reparación con porciones de ladrillo

En el caso que la alteración se haya producido en una sola pieza o en una


pequeña zona, pueden utilizarse plaquetas de unos 25 mm de espesor,
debiendo presentar las características similares a las citadas para la
sustitución de ladrillos enteros. Este método se utiliza si existe peligro de
dañar el resto de la fábrica adyacente, siendo preferible insertar sólo una
porción de ladrillo.
Las plaquetas deben colocarse sólidamente en el hueco preparado sobre
una base de mortero con o sin la necesidad de sujeciones metálicas o
compuestos adhesivos. Las cavidades formadas se deben limpiar y regulari-
zar y el mortero ha de ser compatible con el original de la fábrica. Si se
utiliza epoxi u otro tipo de mortero de resinas para la colocación de ~laaue-
tas en grandes zonas, se pueden originar problemas de reducción de la'
permeabilidad al agua, y por tanto desconchados en las zonas reparadas o
en zonas adyacentes.
Si el área a reparar es de grandes dimensiones, será necesario atar la nueva
hoja a la fábrica existente, utilizando ladrillos a tizón, llaves metálicas o los
anclajes apropiados.

7.3.5.2 Reparación mediante reposición con morteros y pinturas

Las mayores dificultades que presenta este tipo de restauración atafien a


las fAbricas ornamentales. Cuando no es posible encontrar ladrillos que

. armonicen con los originales, es necesario llevar a cabo métodos alternati-


vos de reproducción del conjunto ornamental.
Pocas restauraciones mediante morteros son de buena calidad, ya que
pueden llegar a desfigurar e incluso deteriorar los ladrillos que se intentan
reparar. Estos morteros de restauración son fundamentalmente a base de
cemento, arena y/o polvo de ladrillo, a los que en ocasiones se añaden
aditivos; también se pueden utilizar morteros modificados con polimeros.
El Iíltimo recurso, para evitar los cambios de color, es el pintado de los
paramentos de fábrica de ladrillo. el cual confiere una fría uniformidad
distante de las tonalidades y texturas que poseen los muros de estas
características.

7.3.6 Reparación de juntas y fisuras

7.3.6.7 Rejuntado

Cuando las juntas están fisuradas o constituyen una vía permanente de


penetración de agua y de debilidad potencial de la estructura, así como
cuando exista pérdida del mortero, es necesario realizar su reposición
(Fig. 116). La reparación de juntas o rejuntado se ha de llevar a cabo
como sigue:
- Examen de la fábrica, análisis del mortero onginal y su disposición
en el muro (anchura, perfil y textura del rejuntado existente). El
nuevo mortero debe de tener el mismo color, textura y disposición
en la fábrica que el mortero antiguo: además ha de tener menor o
igual resistencia a compresión que el mortero onginal, y composi-
ción química similar para evitar la aparición de sales solubles.
- Preparación de la junta eliminando al menos 25 mm de la misma o,
como mínimo, su anchura.
- Eliminación de los restos de polvo y de material disgregado median-
te mbtodos mecánicos e incluso enjuagando con agua.
-Humedecimiento del soporte y colocación del nuevo mortero ejer-
ciendo presion para lograr la adecuada compactación (se deben Fig. 116. Fábrtca de ladrillo can pérdida de rejun-
eliminar las manchas de mortero que rebose). tado
W qm mt6n fburaw y Ror las cuales acisrci Qelblto&
En B Q U ~pia61pi
desprendimi@ntode p$n@& l@ mÍsm;la o qw gerieren hestabIl&d, ge
puedm @eurrlr,bien a la sustt~cldnparnial cl tetal de las rnlspnas, o bien a
su consolidaefi, ata& o wlladn, gwanürmdo m ambos caso*, el
a k u a d 5 mlsaje oon el cnajunZo Fig. 11s.
W los oases en los Que existan fir;um qw rccrrran la fEíbflCa de IeddrilO
&Ideando las piwai, $e repara& ron al morterp, adecuado que amosti-
giia tm posiblqF; mMmlentos de la misma, y que impida la entra& de

-
Fig. 117. Fisuras en fábrica de ladrillo
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8.8 Rocas utilizadas en edificación


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Apéndice 1.
Rocas utilizadas en edificación

A lo largo de la historia se han empleado en edificación diversos tipos de


piedras naturales. Hasta épocas recientes -y en menor grado en la actuali-
dad- su utilización ha estado condicionada fundamentalmente por la
abundancia y proximidad geográfica del material rocoso al lugar de puesta
en obra. Así, por ejemplo, en la meseta castellana las piedras más fre-
cuentemente utilizadas corresponden a rocas sedimentarias (calizas,
dolomias, areniscas), que son las más abundantes. En cambio. en Galicia,
región de importantes yacimientos de rocas ígneas -en particular de
naturaleza granítica- son estos materiales rocosos cristalinos los que más
frecuentemente observamos en sus edificios históricos.
Estas consideraciones son válidas prácticamente para todas las regiones
de nuestra terrrtorio, así como para otros países: la disponibilidad de un
determinado tipo de piedra ha condicionado desde la antiguedad su
empleo como material de construcción. Sin embargo, algunos tipos de
piedra, como los mármoles, han sido utilizados en casi todo el mundo:
con mayor profusión allí donde son rnás abundantes (Italia, Grecia, india),
y con limitaciones, pero de forma continuada, en otras partes.
El principal uso de la piedra, hasta tiempos relativamente recientes, ha
sido en canterla; es decir, en forma de bloques o sillares. Hoy en día, sin
embargo, su aplicación más común es la ornamental, en forma de losetas Fig. 118. Producción mundial de piedra natural
de revestimiento sobre estructuras construidas con otros materiales de [miles de toneladas), según Anuario Roc Máqui-
más fácil elaboración y colocación. Además, los avances tecnológicos en na (lga2).
los métodos de extracción y labrado de rocas ornamentales, junto a una
adecuada red de comercialización de las mismas, ha hecho que puedan
ser usadas en cualquier lugar, dependiendo su utilización iinicamente de
criterios económicos, estéticos o de idoneidad.
Este conjunto de circunstancias han propiciado. sobre todo en las últimas
décadas, un crecimiento espectacular de la producción de rocas orna-
mentales. Este desarrollo del sector es evidente tanto a escala nacional
como mundial, especialmente en los tres grupos de litologías rnás explota-
dos: mármoles, pizarras y granitos (Figs. 118 y 119).
Sin ánimo de ser exhaustivos, a continuación se relacionan los principales
trpos rocosos que actualmente se extraen y se comercializan en España.
Asimismo se hace referencia a piedras monumentales que históricamente
se han utilizado en el patrimonio arquitectónico español. También se
Incluyen datos de propredades físicas de algunas de las rocas significati- Fig. 119. Producción nacional de piedra natural
(miies de tondadas), según Anuario Roo MáquC
vas en este ámbito na (1992).
1. Calizas y dolomías
Dada su abundancia y amplia distribución, las rocas calcáreas han sido
desde antiguo las más utilizadas como piedra de edificacidn en el patrimo-
nio monumental español. Ejemplos de ello se encuentran en casi todas las
regiones, especialmente en la parte central y oriental de la península.
Su edad geológica abarca desde el Paleozoico al Cuaternario, estando
representadas tanto variedades cristalinas como cementadas o porosas.
Entre los tipos más conocidos y de uso más frecuente se pueden citar:

Páramo
Con esta denominación se conoce una caliza blanco-grisácea del mioceno
que aflora en ambas mesetas. Las canteras más importantes se encuen-
tran en Colmenar de Oreja (Madrid) y Campaspero (Valladolid). Otras
localidades donde se extrae "caliza del Páramo" son Caleruega (Burgos) y
Villalba de los Alcores (Valladolid). La piedra de Campaspero ha sido muy
utilizada en la mayoría de los monumentos históricos de Valladolid (Cate-
dral, Santa María de la Antigua, Palacio de Santa Cruz...). La de Colmenar
de Oreja se ha empleado con profusión en edificios madrileños a partir del
siglo XVlll (p.ej. Palacio Real, Museo del Prado, Puerta de Aicaiá, Palacio
de Aranluez).

Novelda
Pertenece al grupo de calizas neógenas arenosas, de coloración grisácea
con tonalidades variadas (de anules a amarillas), que afloran en la sierra de
Bateig (Alicante). Ha sido muy utilizada en edificación desde el siglo
pasado (p. ej. edificio de Correos y Telégrafos de Alicante, Ayuntamiento
de Valencia, Estación del Norte de Madrid).

Hontoria
Es una caliza muy pura, de color blanco y edad cretácica, que se ha
utilizado en la construcción de la catedral de Burgos y otros edificios
históricos de Castilla-León. También muy empleada en reconstrucciones y
restauraciones de edificios históricos españoles a partir del siglo XIX (p. ej.
catedral de León). Parecida a la de Hontona es la "caliza blanca de Esca-
lada", del valle de Sedano (Burgos).

Vinaixa
También conocida con el nombre de "piedra de La Floresta". Es una caliza
dolomitica de tonos pardo-amarillentos, de edad oligoc6nica. En ocasio-
nes pasa a dolomía calcárea. Procede de la comarca de Les Garrigues
(Lleida) y se ha utilizado en las restauraciones de la Seu Vella de Ueida y
de los monasterios de Poblet y Santes Creus (Tarragona). Similares a la de
Vinaixa son las piedras de Manresa y Tortosa. La primera se extrae en la
comarca del Bages (Barcelona) y se ha utilizado en la Seu de Manresa y
en varios edificios de Barcelona (Hospital de la Sant Pau, Hospital Clínic,

l
Sagrada Familia, etc.). Con la segunda se han construido varios edificios
de Tortosa (p.ej. Col.legi de Sant Jaume i Sant Maties).

Boíiar
Dolomía cretácica, de color amarillo o crema y grano muy fino. Es una de
las piedras típicas de construcción de la catedral de León. En las canteras
de Boñar se explotan diversas variedades ("bueno", "con poros",
"aguas"...). Materiales parecidos a la dolomía de Boñar se encuentran en
otros puntos de Castilla y León: Zamarramala y Bernuy (Segovia) y Silos
(Burgos), empleadas en la catedral de Segovia y el monasterio de Santo
Domingo, respectivamente.

Piedramuelle
Caliza cretácica cuyo uso desde antiguo ha sido importante en el patrimo-
nio arquitectónico de Asturias. Hay dos variedades: la "amarilla" y la "roja".
(.a primera ha sido la más empleada en sil eria; la seg~ndase ha reserva-
do preferentemente para las partes ,aOraoas. Como ejernplos se p~eden
mencionar: Catedral, iglesia de San lsidoro y monumentos prerrománicos
de Oviedor

Girona
Se trata de una caliza cristalina numulítica, de edad eocénica. (En la
actualidad se comercia za cori la eqb;voca denominación de "piedra
iurásica"). h a s'do ur iizaoa en a constriicc ón de la catedral de Girona v
'otros ed;ficios (p. ej. monasterio de Sant Pere de Galligants). Similar a ia
de Girona es la "caliza de Sant Vicenq", que se extrae en el término de
Sant Vicenc de Castellet (Barcelona).

Espera
Caliza arenosa y fosilífera, perteneciente al Mioceno de la cuenca del
Guadalquivir y conocida vulgarmente con el nombre de "piedra ostronera".
Se extrae también en otras localidades gaditanas (Puerto de Santa María y
Jerez de la Frontera). Todas ellas han sido utilizadas en la construcción de
la catedyal de Sevilla y otros monumentos de la Andalucía occidental.

Santa Pudia
Es la caliza (calcarenita) más empleada en la construcción de la catedral y
otros edificios relevantes de Granada (monasterio de San Jerónimo,
Palacio de Carlos V, Hospital Real, etc). Se extrae en el término de
Escúzar, en las cercanías de la capital granadina.

Montaña
Es una caliza cristalina de color gris, de aspecto marmóreo, que aflora en
el carbonífero de la cornisa cantábrica (zona astur-leonesa). En Asturias la
"caliza de Montaña" se ha utilizado, por ejemplo, en el palacio de la Junta
General del Principado e iglesias de San Juan y San Pedro de los Arcos,
de Oviedo.

Griotte
Como la anterior es una caliza cristalina del carbonífero, pero de color
rojizo, no uniforme. Se conoce también como "campán" o "mármol
grioto". En Asturias se ha empleado en la basílica de Covadonga (Cangas
de Onfs). En León se explota caliza griotte en Villamanín, con la denomina-
ción de "piedra lajosa roja" (p. ej. palacio de los Botines, León).

Además de los citados, otros materiales calcáreos -algunos de ellos de


carácter muy local- han sido utilizados como piedra monumental. En el
norte y centro: Laspra (catedral y monumentos prerromanicos de Oviedo),
"País" (catedral de León), Sepúlveda (palacio de La Granja, Segovia),
Cerro de Santa Rosa y San Pablo de los Montes (catedral de Toiedo), El
Vellón (edificios de Alcalá de Henares). En diversas comarcas de Alava, La
Rioja, Navarra y Aragón se han empleado como piedra monumental
calizas arenosas de la cuenca terciaria del Valle del Ebro, conocidas a
veces como Pitillas.
En la zona de Levante, Cataluña y Baleares: Buñol (Mercado Central de
Valencia), Monóvar o Almorquí (edificios levantinos y partes de la mezquita
de Córdoba), Monte Guil y Mayayo (catedral de Murcia), Pilones y Angosto
del Río (edificios de Lorca), Garraf. Vilafranca y Ulldecona (Casa Milá, "La
Pedrera", Barcelona), Santa Tecla (catedral de Tarragona), El Mbdol
(murallas de Tarragona y en otros monumentos de la zona), Santanyí y
Porreras (catedral de Palma de Mallorca).
En el sur: Sierra Elvira y Alfacar (edificios de Granada), Utrera y Morón de
la Frontera (catedral de Sevilla y otros edificios andaluces), Teba y Albaida
(monumentos cordobeses), Almería (catedral de Almería), Mercadillo,
Carchalejo y El Castillo (catedral de Jaén), Vélez-Málaga (catedral de
Málaga), Ubeda y Baeza (edificios de la zona).
En la Tabla 25 se muestra una relación de localidades donde se explotan
rocas calcáreas para fines ornamentales o de cantería. En la Tabla 26 se
recogen propiedades físicas de algunas de las calizas de edificación más
representativas.
Tabla 25. Calizas Y dolomías comercializadas

Provincia Localtdad Denominación Uso


comercial principal
Cantabrla Escobedo de Camargo Crema Escobedo Ornamental
León Bofiar Boñar Cantería
Oseja de SaJambre I alosa Gr~so Montaña Cantería
Villamanín Lajosa Hoja o Gr otie Cantería
Palancla Aguilar de Campoó Gris Aguilar o Villallano Ornamental
Brañosem Roja y Gris Braiiosera Cantería
Burgos V ~ a n c ode Mena Ungo-Nava Cantería
Hontorla Hontoria Cantería
Valladolid Campaspero Campaspero o Páramo Cantería
Soria Agreda Gris y Crema Agreda Cantería
Vizcaya Marquina Negro varquina Ornamental
Guipuzcoa Deba Alblgris; Grts Deba Ornamental
Beasaín Gris Arriaran Ornamental
Navarra Oronoz-Mugalre Gris y Rojo Baztan Ornamental
Urdax Rojo Bidasoa Ornamental
Zaragoza Calatorao Negro Calatorao Ornamental
Lerida Vinaixa Vinaixa o La Floresta Cantería
Barcelona Sant Vicenp de Castellet San Vicente Ornamental
Tarragona Ulldecona Ulidecona; Crema Cenia Canteia
Freginals Crema Honey Ornamental
Hotta de S. Joan Renacimiento Ornamental
Mallorca Son Odre-Selva Gns y Beige Mallorca Ornamental
Castellón Alcora Alcora Ornamental
Borriol Borriol Ornamental
Valencia Barcheta Crema y Rosa Valencia Ornamental
Buñol Emperador Claro Ornamental
Alicante Novelda Novelda o Bateig Cantería
Monóvar Rojo Alicante Ornamental
Pinoso Crema Marfil Coto Ornamental
Toledo Urda Negro Toiedo Ornamental
Albacete Hellin Alba Miel Cantería
Nerplo Caramiel Cantería
Albatana Lumaquala Rosada Cantería
Murcia Abarán Abarán Cantería
Lorca Caliza Larca Ornamental
Yecla Lumaquela Crema Cantería
Cehegín Gris Cehegin Ornamental
Granada Loja Crema Loja Ornamental
Málaga Ronda Ronda Ornamental
Teba Rojo Taba Ornamental
Sevilla Estepa Caliza Sevilla Ornamental
Gilena Crema Giiena Ornamental
Córdoba Carcabuey Rojo Carcabuey Ornamental

2. Areniscas
Las areniscas no han sido tan utilizadas en edificación como las rocas
carbonatadas debido, entre otros motivos, a su menor abundancia. La
mayoría son d e edad mesozoica v terciaria. Entre las más conocidas están:

Villamayor
También conoc~dacon el nombre de "piedra franca". Es una arenisca
feldespático-arcillosa del Paleógeno, d e color blanco-amarillento. Con el
tiempo, expuesta a la intempene, adquiere, por tinción de los óxidos de
hierro, tonalidades pardo-rojizas ("pátina dorada"). Ha sido ampliamente
utilizada en el patrimonio arquitectónico salmantino.
Tabla 26. Propiedades físicas de calizas y dolomías

Pd no W C Kv Rc RF DK RD Rw VP

Calizas porosas

CAMPASPERO (Valladolid) 2,44 9 3,5 0.38 - 74 6,2 1233 4,5 31 4262

HONTORIA (Burgos) 2.14 26 6,8 135 160 22 4,3 - 7,l 23 -

BOmR (León) 2,43 14 3,O 0,14 56 82 11,O 822 5,O 44 4200

VlNAlXA (Llaida) 2,25 21 5,4 55 - 58 7.4 - 13.5 60 3825

NOVELDA (Alicante) 2,70 >14 5,O - - 41 7,O - 4,l 66 -

PIEDRAMUELE (Asturias) 2,15 18 7,2 2 84 - - - - - -

SANTANYi (Mallorca) 1,87 28 21 40 22 - - - - - -

ESPERA (Cadiz) 2.16 18 7 100 - 16 - - - 3500 -

Calizas cristalinas

UNGO-NAVA (Burgos) 254 >1,7 0,66 - - 135 17 - 5,4 55 -

ULLDECONA (Tarragona) 238 >1,5 0,6 - - 98 27 - 2,7 45 -

SANT VICENC (Barcelona) 2,65 03 02 0.13 - 118 8.6 1570 09 49 5880

MONTARA (Asturias, León) 2,70 >0,4 0,14 0,004 - 116 7.4 1560 7.7 25 5420

GRIOnE (Asturias, León) 2,71 >0,05 0,02 - - 119 10 1320 8,O 24 -

NEGRO URDA (Toledo) 2,72 0,12 0,04 - - 126 12 1230 0.8 18 -


121
NEGRO MARQUINA (Vizcaya) 2,69 0,47 0.17 - - 63 14 1360 29 30 -
p,: Densidad de la roca seca (gtcmg; n; Porosidad abierta (%); W: Contenido en agua por inmersión (S);C: Coeficiente de capilaridad (kglm2hg;
Kv:Coeficiente de permeabilidadal vapor de agua (g1m224 h): R:, Resistencia a la wmpresión uniaxbl (MPa); R : Resistenciaa iaflexión (MPaJ;O:, microdurew
Knoop (MPa):R,: Resistencia al desgaste Por rozamiento (mrn)::,R, Resistencia al choque (cm); Vp: velocidadde propagaciónde andas longitudinales (m/s).
Datos obtenidos de: Roc Máquina, IGME y Gmpo de Petrafisioa y Aiteración Wniversidad de Oviedo).

Salas
Es otra arenisca feldespática de edad cretácica y de tonos crema, que ha
sido utilizada en alsunos edificios nobles del área de Salas de los Infantes
(Burgos). Se extraéprincipalmente en las canteras de Castrillo de la Reina.
Similar a dicha piedra es la arenisca de Golmayo (Soria), utilizada en el
palacio de los condes de Gomara.

MontjuTc
Se trata de una arenisca silícea del Mioceno, de colores blanco-grisáceos,
que se extrae de la montaña del mtsrno nombre (Barcelona).En sus varieda-
des típicas -"blancatxaXy "de raig", entre otras- ha sido tradicionalmente
empleada desde tiempos medievales en numerosos edificios barceloneses:
Catedral, Ayuntamiento, Ciudadela, Santa María del Mar, Iglesia de Belén, etc.

Folgueroles
Proviene de la comarca de Osona (Barcelona). Es una arenisca feldespática
del Eoceno, de color gris-amarillento. Ha sido utilizada en el seminario y
catedral de Vic, así como en algunas construcciones de Barcelona (p. ej.
monumento a Mossén Jacint Verdaguer). Parecida a ésta, pero de color
rojo, es la arenisca triásica de El Figueró (Estación Marítima v Palacio
Mun:c:pn de Deportes de Har~elo~a). So cxirae también en otras iocalidn-
des: Cerve~ó,lagamanenr, San1 Feliu de Codnes.

Otras areniscas de carácter monumental son las de: Molina de Aragón


(edificios de Guadalajara), Cerro Coronado (catedral de Málaga), Abalos,
I
Casalarreina, Fonzale~he(edificios de Logroño y La Rioja Alta), Villaviciosa
(palacio de Revillaglgedo de Gijón), Santilana del Mar (Colegiata), Murviedro
(edificios de Lorca), Ueida (Seu Vella), Ripoll (monasterio de Ripoll), etc.
Además de las rnencianadas se explotan comercialmente areniscas en las
siguientes localidades: Aldehuela de PeriMez (variedad "Ojo de perdiz",
Soria), Aguilar de Campóo y Salcedlllo (Palencia), Valderredible (Cantabria),
Baztán (Navarra), Porcuna (Jaén) y Ronda (Málaga).
En la Tabla 27 se muestran datos de propiedades físicas de algunas de las
principales areniscas.

Tabla 27. Prooíedades íísicas de areniscas

Pd no W C R, Rf R, ,R

VILLAMAYOR (Salamanca) 1,76 33 13,6 14 3-28 0,6-1.4 9,0 88


SALAS (Burgos) 2.09 212 5,6 - >35 >1,7 22 25
OJO DE PERDIZ (Soria) 220 >9 4,l - 37 6,3 2.6 42
MLGUEROLES (Barcelona) 2.46 7.1 2,5 7.8 70 - - -
MONTJU~C(Barcelona) 1,94 24 - - 73 - - -

p,: Densidad de la roca seca (g/cm3); n ' Porosidad abierta (%): W: Gontenido en agua por uimersh
(%): C. Coeficientede CapflarMad (kg/mfh3;R,. Resistancia a la compresión uniaxial (MPal: F$ R a s -
tencia a la tIexi<>tI (MPa), &
, Resistencia al desgaste por roramrento (mm):R . Rscistencb ai chwue
(m) Datos obtenidos de Roc Máquma, IGME y Grupo de Petrofska y Alteración (Univemdad de
nv,er<n1

3. Granitos
Existen ejemplos del empleo de rocas graníticas como material de construc
~ -
ción desde los tiemnos orehistóricos (rrieaalitosl hasta la actual;dad. Los
tres monumentos más r&resentativos construidos en qranito -la clásica
"piedra berroqueñaU-son, sin duda, el acueducto de ~ e ~ o v i .a a .catedral de
Santiago de Compostela y el Monaster.0 de San 1.orenzo de El Escorial.
D.versos edifcios de Maarid se han surtido con granitos do la Sierra do1
Guadaframa ID.e¡. M ~ s e odel Prado. Palacio de Oriente). El de los Montes
de Toledo se ha empleado en la catedral y el convento de San Pedro Mártir I
l
Iroledo). El granito gris de Vlliacastín (Segovia) se ha utilizado desde hace
siglos en edificios regionales y de Madrid (p. ej. Teatro Espatíol). Granitos
abuienses han servido para construir la catedral de Avila (entre ellos el
granito alterado y opalizado conocido con el nombre de "piedra sangrante").
También numerosos monumentos históricos extremetíos han sido construi-
dos con granitos de la región. 1
La mayoria de rocas graníticas se localizan en el Macizo Hespérico (parte
occidental de la península), donde se encuentran los principales afloramien-
tos. En la actualidad las mayores zonas productoras de granito son Galicia,
Zona Central y Extremadura (Fig. 120).
Galicia es la primera región española en la obtención de granitos ornamen-
tales. El medio centenar de canteras en activo se hallan repartidas por las
cuatro provincias. En Pontevedra se encuentran en los términos de Cangas
de Morrazo, Tuy ("Albero"), Meis ("Gris perla"), Campolameira ("Negro
Galicia") y en el área Porriño-Salvatierra-Puentearéas-Salceda ("Rosa
Porriño", Mondariz", "Dante"). En Lugo se extrae granito en Parga-San I
Román, Aday, Bernade, Mostelro, Lugo ("Perla Kaxigal") y Labrada (''Gris
Nevada"). En Orense en Muiños, Sierra del Faro , Padrenda ("Rosavel"),
Corneira ("Grissal') y Toen-Mugares ("Gris Morrazo"). Finalmente en La
Coruña hay canteras en Santa Eugenla de Ribera ("Austral Red").
En la Zona Central las explotaciones se hallan situadas en las provlncias de
Madrid, Zamora, Salamanca, Segovia, Avila. En Madrid destacan las cante-
ras del macizo de La Cabrera ("Benocal", "Crema Cabrera") y de Cadalso de
los Vidrios ("Blanco Cristal"). En Zamora se extrae en Femioselle ("Dorado
Sayago") y en Salamanca en Los Santos, Peralejos de Abajo ("Albero Peral")
y Villaviejo de Yeltes ("Gris Yeda"). En Segovia se localizan en los términos
municipales de El Espinar ("Gris Espinar"), Villacastín ("Gris Villa") y La
1
Lastrilla ("Qris Segovia"). Por dltimo en la provincia de Avila se explotan en
Junciana ("Azul Noche") en la zona de Cardehosa-Mingorrh ("Gris Avila").
Extremaduraes la región que p m t a mayor variedad de granitos y rocas
afines (adamellitas, gabros, dioritas, etc). En Badajoz se localizan en las zonas
de Alburqueque-Mérida-La Serena ("Negro Villar", "Dorado Perla", "Gris
Quintana? y Oiiwncia-Zafra-Monesterio ("RojoGuadajirap, "Negro Nevado*,
"Azul Baroarrota") En Cáceres se concentran en la Sierra de Gata rGranito
Pinto"), Garrovillas ("Gran Beige") y Malpwtida de Cáceres ("Arbero").
El "Azul Arh; que se extrae en Lés (Valle de Arán. Ueida) es una, pegmati
, de color azulado. Otros puntos donde se extraen rocas granltiw con fines
ornamentales son Zamora, Salamanca, Toledo, C~udadReal, Huelva y Sevilla.
En iaTabIla 28 se muestran datos de propiedadesfísicas de algunas rocas
graníücas.

Tabla 98. PropTedaUesfísicas de roces graníUcas

Pd no w RR, R, % ,R
,

ROSA PC)RRIfiOPonteusrdra) 2,61 a . 6 0.30 115 12 1.0 55


ROSA MONDARIZ (Puntevedr8) 2,64 9 , 8 0.30 110 15 1,o 55
ROSAVEL (Orense) 2,63 >1,8 0,m 63 18 0.04 45
BLANCO BERROGAL (Madrid) 2,59 >0,5 0,19 196 15 0,5 20
CREMA CABRERA (Madrid) 2,69 >0,8 0,29 145 15 0,07 65
BLANCO CRISTAL (Madtid) 2,6i >0,7 0,26 145 15 1,9 65
GRISVILLA(Segovia) 2,67 >0,5 0.18 169 18 1,3 50
GRAN BEIGE ( 4 2 ~ 8 ~ ) 2,63 >0,8 0,34 132 10 0,2 60
GRlS QUINTANA (Baáajozj 2-66 >0,7 0,2e 138 10 1,6 50
AZUL ARAN (Ueida) 2,55 >i,5 1.00 91 10 0.5 135
p; Cmddaa do a roca seca Lgtcm'l: %: Paos;aod o b k a (%); W. Contenido rn agua por ImerS&i (S);
IL: Ilesislema a laL,rnc>rps~'x<iiidri anal (MPaJ;1%: R?si51L)wiaa la Min (MPaJ;II,: RedsIrna al des
gaste por rozamiento (mm); R.,: Reskt- a. m q s (un).Datos obteiidiri do: Roc Maq.Sn;i e IGME.

4. Mármoles

El uso de las m h o l e s en sentido petragráfim estrkcto (es decir. rocas


Garbonatadas metamórficas) no ha sido tan aeneraiizado en edificación
como el de otras rocas. La raz6n principal la relativa escasez de vaci-
mienlos, si bien muchas otras rocas cdcáreas de origen sediment&o son
susceptibb dwwlirmtnt~,siendo kmbi&n denominadas comercialmente
"mármoles".
81
Fis. 121. Zonas con explotación de m-ármolea.

El mármol genuino más conocido y valorado desde antiguo es el de Macael


[Almería). El Patio de los Leones de la Alhambra de Granada, la Mezquita de
CBrdoba y el Palacio Real de Madrid, entre otros muchos monumentos y
gnipos escultóricos de distintas 6pocas, poseen mcírmoies procedentes de
este lugar.
En la actualidad se explotan en Macael Una docena de variedades de
marrnóles de diferentes tonalidades y texturas. desde el blanco sacaroidec
de grano fino, similar al esratuario de Carrara ("Blanco Macael") a #os
midceos o ci~olinosPAnaso "l. amarillos INArnarilloRio').. nwros
- ("Negro - 1
Fantasía") y de aguas p~etsadoRío").
Otras localidades de la Sierra de los Ftlabres (Chercos, Lubrín, Lb&. ..)
tamb'éri proporciorian canteras de iriármolos. Otros mármoles típicos son
los do AJhama do Granada, Aroche (Huelva), Aconcra (Badalor) y El Bierzo
(Ledn) (Rg. 121).
En la Tabla 29 se recogen algunas propiedades físicas de mármoles.

físicas de &moles
Tabla 29. Pr01)O1)kdacies

AROCHE íHuelva\ 2.69 0.8 0.30 126 6.2 21380 02 30

p DBnsidad dB la mm seca Ea/omg: no Porosidad a b i m (%): W. ContwiIdo en agua por klmaelón


&), R,: R'dststencia a ia ~rnpresMnunfaxicú (MPa); R,: F?&&wlda a [anexión (M% D i minOdureta
Kno~p(MPa), í&,Resistencia
: al dacgacte porroramlemb (mm);R:, ResIsWciaal choque (m).Datos
obtsniiJos de Roc MBmiina e IEME

5. Pizarras

Tradiciomlrnents el empleo como material de edificación de pizarras y otras


rocas afines de estructurafoliada (esquistos, filitas. etc.) se ha circunscrito a
construcciones rústicas y monumnntales de las zonas próximas a los
afloramienros. tales como alaunas comarcas oalleaas. cántabricas v pirenai-
cas. En la ackalidad, las pr~cipalesaplicaciones de las pizarras son las
techumbres, los solados y los revestimientos.
Las explotaciones de pizarras m&simportantes se hallan situadas geoló-
glcamente en los terrenos paleozdcos de la parte occidental pen~nsular,
especialmente en el sector noroeste (Fig. 1221,
Concretamente, la mayor concentración de canteras corresponde al
período Qrdovfcico, de donde se extraen las gen6rícamente conocidas
como "pizarras de Luarm" y "pizarras de Rande? Desta~a,en primer
lugar, la zona de Valdeonas (Orense), con diversas variedades (Tasayo",
"Castaiieiro", "Rozadaii". "Mormeaun...).
También se explotan pisarras de techar en otros puntos, siendo los prinoí-
pales: Bemardos (Segovia. con las que se hicieron las cubiertas del mona*-
terio del El Esmrial), La Cabrera y Alto Bierzo (León), El Caurel y A Terra (316
(Lugo), Monte Rande [La Coruña), Los Oscos (Galicia-Asturías), Aiiste
(Zamora)),Viilar del Rey (Badajoz) y Beasain (Guipozcoa),
En la Tabka 30 se muestran algunas propiedades físicas de pizarras.

Tabla 30. Roniedades fisicas de Daanvw

. VALDEDRRAS (Orense) 2.78-2.85 2.4-1.4 W55

L4 GABRERA (LetSn) 2.82-2.83 2.5-1.2 35-50

MONTE RANDE L a Corufla) 2.71 1.5 30-45

BERNARDDS (Sqovia) 2.72 1.8 40-55

VlLLAR DEL REY (Badaioz) 2.71 2.7 30-40


p Denadad de ia mca seca (glCfí3); W: Gailtrundo en agua por inmersión (9% R,: Rmffitm~aa la
n h n IMPa). ~atm
OM~MOS ~ o wuina
c e WE .
6. Otros tipos rocoms

Depósitos de calizas inciustantes o travortinos se encuenrran en Banyoles,


cuenca de Madrd, lagunas de Ruidora, Murcia, Almcría y Granada ("piedra
toba de Alfacar"). Alaunas cali~asbandeadns travertinicas reciben el norr~bre
comercial de "Gatas", aunque este t&rmino, al Igual que el de "mámol
Únix", puede inducir a confusión.
El "mads" (Mallorca) y la "piedra taca" (Alicante) corresponden a eolitas; es
decir. depósitos cuatemarlos de origen eólico (dunas), formados por arenas
calcáreas consolidadas.
Una roca cementada muy apreciada desde la antigüedad para usos decora-
tivos es la brecha calcárea veteada y con manchas proviniente de los
alrsctedoTes de Tortosa: el famoso "iaspón" o "mármol brocatel", que ya
importaban los romanos, y que puede verse en plafones y columnas del
interior de la catedral de Tortosa y también en alguno8 monumentos italia-
nos, acpecialmente de Nápoies.
Los conglomerados se han utilizado en edlficaclón 8610 muy localmente y en
zonas próximasaswyacimientos (p.-ej. monumentos medievales de
Zamora). El llamado "m&rmolde Espejón" (Soria) es un conglomerado calizo
Tabla 31. Propiedades físicas de otros tipos rocosos

Pd no W R, RE DK RD RC,

TRAVERTINO ORO - 2,66 >5 1.9 61 30 910 3.1 30


(Almería)
TRAVERllNO ROJOAWAMBRA 2,60 4,6 1,9 61 30 910 0,6 30
(Aimerla)
BASALTO DE CASTELLFOLLIT 2,70 >2,7 1,O 124 25 - 0,3 -
(Gimna)
PIEDRA DE TINDAYA 2,60 >8 3.0 149 16 - - -
(Fuerteventura)
VERDE MACAEL 2,76 >0.3 0,11 84 39 - 1,3 43
(Amería)
ROJO ESPEJÓN 2,68 31 0,36128 4,41560 6,9 31
(Soria)
p,: Densidad de la roca seca (glcmg;17,: Pomsidad abierta (%); N Contenido en agua por inmersión
:, Resistencia a la compresión uniaxial (MPa); R:, Resistenciaa la flexión (MPa); O
(%); R :, rnicrodureza
Unoop (MPa); R:, Resistenciaal desgaste por rozamiento (rnrn);:R
,, Resistenciaal choque (cm).Datos
obtenidos de: Roc Máquina e IGME.

de uso ornamental, empleado en 1% construcciones romanas de la


antigua Clunia, en interiores de la catedral de Burgos y en el palacio de
Peiiaranda de Duero.
En cuanto a las rocas volcánicas, se han empleado esporádicamente en
construcción y s61o en aquellas zonas donde hubiese yacimientos de esta
clase de materiales. Pueden verse algunos ejemplos de piedras volcánicas
(basaltos, andesitas, traquitas, etc.) en edificios de la comarca volcánica
de la Garrotxa (Girona). También se observan traquitas en el Monasterio de
Sant Pere de Roda (Port de la Selva). En la actualidad se explota basalto
en Castellfollit de la Roca.
Por razones obvias el uso de rocas volcánicas como materiales de cons-
trucción se halla ampliamente generalizado en las Islas Canarias. Con el
nombre de "piedra de Tindaya" se comercializa actualmente una traquita
de Fuerteventura.
Rocas del tipo serpentinita ("mármol serpentina") y oficalcita (el antiguo
"mármol verde" o "pórfido verde antiguo") se han venido utilizando tradi-
cionalmente como piedras decorativas (p. ej. ornamentaciones del monas-
terio de El Escorial, columnas de las Salesas Reales de Madrid, catedral
de Granada). Actualmente se explota una variedad de serpentinita en
Macael ("Verde Macael"). También se encuentran yacimientos en Sierra
Nevada (Granada), Serranía de Ronda (Málaga) y Moeche (La Coruña).
En la Tabla 31 se recogen propiedades físicas de algunos de los tipos
rocosos citados.
Apéndice 2.
Empresas especializadas

Fetasa
Geocisa
Grupo de Alteración, Universidad de Oviedo
Litoserveis
Parmon, Universitat Autonoma de Barcelona
Saxum, Diagnosis i Tractament de Materials
Wacker Química Ibérica, S.A.
Proliastur
Coresal
Sika, S.A.
New Stone
Oficina Tecnica de Diagnosi
Láser Sistemas Integrados, S.A.
T.H. Goldschmidt, S.A.
Centre d'lnnovació .Les Cúpules., Universitat de Barcelona
Las fomulaclones epoxi son un excelente auxiliar con variilas de hierro, aGero inoxtdable, bronce adecuada y aridos pigmentado8 o p~edratrttura
para el tratamiento de la piedra v produdos pé
tnx.:, < .!-.im.rx s. en i~in~rti.ir:idaipaiolmjtdn
o vidno ewxi. Los cosidoc se realizan en el ln
ter,or oe i.i ti t,tt:+. i;.itiinri> cs pioomr'riiasoc
-
da del luciar
P:ll sLP.USIO, nLi.Ca y q.0 wo:a mi q.lamenie
r.jtm3proo,clos
l r a ~ q a d ocon
L,,a rc7 ,?7w, CC,OOC pLO,enser
j .nsli-mcntos oe ciintmc .lairili
'
panacea c . . ~ ~ ! l ~ s~ll'gr;i:iaru.>il
hl8)
deoerd e;iJoia$se cada casi, ".ira <Iiii:niistzr:ai H '' ''i"'l'' Ui"dn COJiOOS r;ip: lXii as¡ .tia ,~ ~ a!;rr<.t<.
, . . ~ , r d,~,:,,nslf..<ia~ ~ .iiar- i,.ii, <ii.
~ i: 6--, ~ ~ ~
tratamiento v f~mulacionesipoxi má; idóneo.
~~ ~~ ~
7

dre labrada.
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y aprop.aom~iiui::..,r .i:;;iii.~:: ~ncl rL. cnudc grio
Las formulaciones epom FETADEno son recomen
vliox rrmn T ,>ara pvgw P ~ d r a con ~i<'rir;i,~i<i oilLIlb lil :nprcqnill:'ir~ II c~>ll*%,idadOn OC?
i n i u i t a ol liooi. oleclrri con norni ndn o irioncra las Y fii..ra!. t>i<iri!r:a Kior coad3 o n,ecc86n b?),
decementoir&o o vahasuado. piedracon otros
matemales, tales como vidio. mero, hierro o ma-
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Foto 1. Báculo, antes y después de la reintegración. Fuente de la Gibeles (Madrid). Foto 2. Pináculo inyectado y sellado. Catedral
de Astorga.

Foto* Inyección de balaustrada. Plaza Mayor,


Salamanca.
GEOCISA
MADRID:
SMUPi.
VALENClk
Los Uanos de Jerez, 10-12. 28820 CosladaTel. 91-66030 00
Ctra del Co~ero,s/n 41012. Sevllla Tel. 95-461 48 22
A:& N-lll. km 335. 46830 Quart de PobletTel 96-152 07 25
1
Geotecnia y cimientos, S A VALLADOLID: Avda. de Gijon. km 195. 47610 Zaratán Te1 98335 62 33

REPARACIONESDE OBRAS MONUMENTALES 3. PROYECTO

1. GENERALIDADES Con los datos anteríores Cerla redaotedo un pro-


yecto de rehablkacián en el cual se recogerían
tadas las técnica$ y meterides a utilizar prevla-
Para la redaciaán dd m e o t o de ~ehebilhión rnenie ensayados
de m monJmnit<id Ar<iaIm:iuc.enla con rndy
p01:ui ~ii10.i ~ > i r t ~ <(:0111.1
tii 11:> sean 10s que
iini<:i.ii:li iit! I;i iK>si:Nn<ión d rrx:l:l v <x: '3 exrw 4. OBRA
iiencia del t8cnIco.
Esto pusde hacer que se piasentan problemas .a .r!,ln.mL'ritacón reai~aaaen e esiudio p e a e
durante las obras que e veces desembocan en sor nianfmioa adianie i i i 1rati;qoh i i rr1t;itiilnl-
~
une ejecuhán deficiente o en un proyecta refor- cbn ~araaslcnrit!<,lar iiis n,rw,nur:iiii.ioin>%~ ti I-
mado. dieran produur
l.$<.; li:tt*?i <ii+;ii:t.i:ir:iOri ;a aqi. r ir,cl:neri i?n4"-
ncrd. los p ~ x ~ : ~ SL'1tlUs<~.t>on 1 3 IY>OI rlu;x:,<i,~
n ~ n o i an LOCOS ria sea ncmmrm la c.cr<l.!iiin dcl
total'de 10spuntos

2 ESTUDIOS P R M O S

Los estudios a realizar son


- Levantamiento de bs patologras detectada$
-Conocimiento del tmm y de le umqntanón.
mediante sondeos, &es Y ensayos de labora-
tala (identfflc~ctón,quimiws, Rsicos y meo8ni-

I
cos).
Instnimentación yseguhientp de lossigulentes
psrámetros Foto 3. Restauración de la Catedral de Burgos.
-Vwiación deqertura defbums.

II
- Vanaoi6r de desplomes De entre Imtrabajos más sigmficativos mailzados
130 - influenua de las vibraciones. por GEOCISA, dBStaCamos los siguientes
- tsi~Oi(s ndtltaarl y deiermlneoon w SJS
c;u;ictix'st <ir3(<::iciii;diiiaii. iiihiira~xúii
o conuen- Cmtroi de movimientosen la slrnubn de la cu-
saczorii - blerta del Pala Ssnt Jod
- Detenninaciónde niveles fre&tiMsy sus vanecio- - Control de m0vimlentos de la Catedral de
nm. Tamtona
-Estudio endosc6piw de la W m p a s i c l ~ de mu -As sienua i k n c a ae le sust't-c'h ae las cmet-
ms. pilas, etc las ii~i
Miisn><ir1 Prnti
&*Iw ct3 t,,x,,,,z* o,, lb3 r<!t>;&,t,i:,<;l<>o<l~,i
<~I,fi,.,<,
a i m do Concixss ni h P ~ r r t a<u:lSol ( 6 ~ ~ 1nc 0
la Com~n oaa do Madr a)
-Cimentación d d Teatre del hceu
Foto% Inyeccionesde compensaciónen el me- -Cmsolidm6n del Nnel del m t m de Laidres
tm de Londres. -Estudia y obras de rehablitaclbn del Anieducto
de Sesovia
Además si se han de realizar inywiones, esve-
de reshas. es DO~~LIIIP~IG! I:I t:011troi
c.ii ~IIPOIF
- Estudia y obras de rehabilitaoi6n de las Agujas
de la Catedral de aurgos 1
oc a lemperatira (11: .a p'cdra mod ante
on oi,a do manera aae
lclmo~ares~li!(>d!.~:!<l~i
se suspenden las Inyeccionescon temperatu;as
extremas
Las obms deben comenzar con los recaioes para
postenormenteproceder a solucíonar los probl-
Fom i.Esiudio endosc6pim en el Acueducto mes estructurai'as con refuerzos. lnvecclones.
de Uegovia. miaowstdos, etc. y Los problemas de cubrición
con tetsjadas, cambio de pares, prótesis de ma-
dera. etc Finaimente deben acabarse con traba
- Estuche de los matwrlafes ~fstentes(pétreos, 108 ComDlernentanm a veces no menos h o o r
maderas, morteros. etc). m&te encayos pe- tantes (carpinterías, dorados, vidrieras, solados,
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ni:l ng.i;.ir, seminar os on i.nvrrt;rlii~ir*i extranie-
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OBRA i o de Bamdow)
-Mapa de los &terentes matanales de fábnca
- Mapeo de las dtferentea patologias (Figura 1)
134 - WGC, ,d mtxLStJe0
- D e i m a c i m de la c<lmp&cián de las materia-
ks p m s y ~~s asi cona de sus acaba-
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müsmo de m&m (delunta, mesümientcs .J
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les enterrados, en los queexkte una contrapresión los dos componentes.
de agua. es decir, desde al exteriorde laesmidura Son productos que se -den al agua de amasa-
hasta el inteior Pendiendo a despegar el revesti- do (SIKA-1) o al cemento (SiKALITq. - SIKA MONOTOP 620: Mortero monocompo-
mimto impermeable interior), es un trabajo com- nente, a base de cemento, áridos selecclona-
pleb que requiere sumacautela, materialesde eie- dos, humo de sfllce y minas sinteticas. Para
vada calidad y mano de obra especializada. Morteros predosificados:
pcdeilo aplicar basta aiiadir agua.
Los morteros predosiflcadosaportan, iunto a una - SIKA TOP SEAL 107. Mortero de dos compo-
mayorfac~lldad de preparación,Ya que basta mez- nentes, a base de cemento y polimeros modiii
A. TAPONAMIENTO dar los dos componentes IgamaSIKAToP)0 afta- cados, impermeable y ligeramente tlexible
dirle la cantidad de agua recomendada (Sika
El taponamiento de las vias de agua se realzara
Monotop 620), una mayor segurrdad, en lo que a
resu~tadosfinales se refiere C. JUNTAS
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SIKA-2: lmpermeabiii~antede fraguado ~ 1 . masiiias de poliuretano (gama o me-
irarápido que, mezclado con cemento, fragua en elasticidad. impermeabiiidad, &c., asicomo el re-
15-20 segundos. se lrtiliza para taponar filtracio. querimiento de menores espesores para aican- diante sistema COMBIFLM.
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De dimens~ones0 . 4 ~ 1 ~meV0
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restauración ícátvlas, castras anüciuas wicromias ...l. va oue
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S. Ion~i;w.i>n. s. grW3 OL orqula
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ti 'niwve*i.iiii. ii.iru o t este niodci drirniiii ;ir
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ir..ir iilvh.s t..niir!.l., IK:i!ii.;r!iii m! I-i.nii.i. .lliii>ii II,! I Z ~ X :.con en ..m !rux! d.: niandnmios BPIMB
Dmoea v NATO^, as¡ wrno e i los ámb& iac~onal mábcos. entre otms de menor entidad histórica
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y restaurdón de Patrimonio Arquitedbmm. y en Director
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Tecnologia en el marca de la Fundado Bosch I Directoiyseguimientode los procesosdelimpieza.
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