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pSaiODIOO SBMAlTAIi D 3 LITSKATUHA T AMES.


tOMO 1 p DOMINGO 14 DE JULIO P E 1033. MIMEKO J9.

inrfíVe de este número.—Crónica: Año de l-SGO.—A im Bosiiuc, ^íoeá/rt.—ta Ailua-


!ia Witeva.—UisLoria tic MHlafja, contirntacion.

CUONICA.—AÑO DE l-iflO. e u l r c s i para derrocar el poder del favorito


y volver la líljeilad al jóveii rey. A su ÍÍCÍI-
'- —gggef te se bíillaba el infanlc d d u E n r í í j u c de A r a -
jjon cuyo genio turbulento y atrevido n o
I. podía aveuírsc con la preponileraiieia del
Apenas el r e y dou J u a n I I de Castilla de Ijuua j y á cuya nobleza y regia es-
le lialtia encarj^ado de la adiniíiUti-acion del tirpe no convenía el segundo pucülo e a
vL'iuo á los caíoixc años de su edad, cuando la corte de Castilla. O t r a causa secreta
lus g'randea de la e m ' c se apresuraron á do- y quizá mas poderosa alimentaba en ou pe-
minar 5u ánnno déhll é liieaperlu con el iin d i o el deseo de !a venganza, y lo precipitó
de apoderaróc de las rk'uiias del ¡jühicriio á a cometer el famoso atentado de T o ; d e s i -
Ja sombra de su privanza, l i l mas Iiábii « llas, que tantas persecucioucs y disgustos
ai'íirtuiiadü í'íie lion Alvaro de L u n a , ([uien de Je acarreó duraule su inquieta y azarosa
tai luodü supo Ciipíarse la voliuilad del rey Tilla.
que nadft se bacía cu palacio si» su eonsoit- II.
tinúenlo. Enti;nces comenzó á fundar aquel E r a untí de !as perezosas tardefl del nie§
padcr taneolüfaiíjue oíro mayor uo lecuei'- de julio cuando la naturaleza alelargadn por
dan laá Iiis'oriaj; pero ijuc como (odas las el calor del mediodía empieza á reaniínai-se
graudczas í"iin:íadab soluc inlri{ja9 y parcia- con el soplo de la brisa que precede á laa
lidades corícsanas se derrumbó por su pro- noübcs del eslió. TA sol se ocultaba ya Iras
pio peso. A faií loí^a fortuna cuiTespuudió Jaa sierras de occidente, y sus iiltimos rayos
el eseejo de su desfjraeiaj pues desde la in- reHejahan las cúpulas de Tordcsillas sobro
wer.sa altura de sus riquezas y condecora- las mansas aguas del rio Duero. T¡\i su ori-
ciones viuo á dar con estrépito sobre laa lla descollaba un palacio, ó s i quicr castillo,
grailas de u:i cadalso.—Apenas maniíicsla en flanqueado de gicautescos torreones á la
JA L-ot-te su podcroiía iullueiieia se dividicrun usanza de atjucllos feudales tiempos. K n una
Jos ¡jraudes en partidos (jue ajjílaroupor mu- de sus cámaras de jaspeado pavimento y de
cho tiempo á Ja naciotí, con parcialidades, ? artesonada tec'fumbre se miraba un joven
g-nerras y bamferías que Ja pusieron á dos ? caballero nmeUemcnte reclinado sobre anclto
dedoá áe su ruina. Aduladores los míos del sitial de cedro priniürosamciile entallado de
poder do qntera que se muestrCj se soniciie* góticas labores: apoyaba en frente cabilosa
ron á su yujjo, y dejándose llevar del vien- sobre la siuicatra mano enredada con la ne-
to que soplaba se repartían codiciosamente ? gra y rizada cabellera, m i c u t i t s que la otra
los cai-^^os y iionorcs que prodi{jaba el vali- ?
posaba lánguidamente sobre un brazo de la
do á manos llenas para asejyurar y enprüt;-
dcccr su naciente autoridad. Ambiciosos los
otros de la misma grandeza que acusaban, ó
I rica silla: uita lijera ropa de gcda ceñía eon
abandono su talle apuesto y varonil, y en su
dcscuuipostura y desaliño notábase el rigor
t'calmcntc indignados de la vcrg-onzosa sa- de Ja pauada siesta: un bonetillo de grana t i -
j^etou ca que yacía su monarca, ee Jig^uun rado sobre la sien derecUa e o u descuido, r«-
m í^<5i

co{j^*ia su melena lie azabache, moslraudo la cobrando su calma, continuó; perdonad,


clfjjaiicia Iialiilnal de uu corlcáano. Condestable , nunca debí dtidar de vuestra
Juai'jj:a rali) liíibia (juc el doncel conscr- Caaclitud, pero los minutos son afios jiara
valíii aijiieila apliliiilhkuiila y re ¡i osa da a!)iá- (jíiicn ama y espera. M a s decidme, está to-
mailo en una nicdíLuciun prol'uiula: su niu-a- do dispuesto? creéis que saldiemcs adelan-
da lija y sin objeto indicaba ([uealjjuu jjra- te en nuestra empresa?— y loniaiido con
TC pen^^umieítlo t)ei][)aba toda su atcneíuii, y amable eonÜanza eí brazo de su amÍ(;o em-
liubíerasc creiilo ijuc ci'a una eslalna 3I la pezaron á pasearse por la estancia.
BU'itada rcs[)ii-aeion de sn pecho no revelase S i , eonlesló el Condestable, todo os-
u n eoi-azo» combatido por eiicoutiados scn- la preparado como mandasteis ; trescientos
tiinientoa. Una vaga cspresion de alrgria lioiubrcs de armas escojjidos cstün prontos
resbalaba á veces por su í r e n l e , y sus labios á sostener nuestro i n l e n l o ; el ailcíantado
se entreabrían anijnadiw de una sourisa casi, P e r o ¡Manrique dirijjírá su valor en easrt
imperceptible : s» iina¡>-¡nación Ic r e p r e - necesario ; (res mi! (jinetes esperan ademas
sentaba sin duda un porvenir brillante de vueslras ói'düJies en las cereaaias de Torde-
gloria y de felicidad; tal ve/, jj^ozabaeulon- stSlas, Y Sancho de l l e r v a i , camarero del
ces uno de esos sueños de ventura que nos K e y , nos ÍVanqiieará las [iiiertas de paiacii
adoriueeen en hi juventud y cuya realidad en antes que despunte cí aíba.
vaiio buscamos en la vida. S u s cñperunzas —Áíe dais la liiia, Condesfable ; —ya
lio Cataban sin enibaryo libres do lemores, lo sabéis^ nuitea conocí el temor en ía xis-
cnandtt una nube de díaj'uslij vino á turbar píTa do una batalla, y sin e m b a r r o csUré
la serenidad de su scnibíanle : echó en der- azaroso iiasia ver el Un de aqiie;;le empuño:
redor de sí una luirniia inquieta é invesli¡ja- ¡es ían receloso el corazón cuando está próc-
dora, y pasando su mano ¡)or la ÍVenlc como áimo á alcanzar ul(>'uahien por niucUu tiem-
para arrancar de allí una idea (jue le abru- po deseado!
maba, esciauíii coa jinpasiencia íucurput'áu-
= r^'ada tenéis que recelar : el secreto
dose en su asiento:
es conocido de pocos y líeles aniJQ-os, ea Ja
—¡Obi cuánto ¡arda el condestable si uno de eitos laa interesado como vos en
niU planes se biibiesen uiaíojjrario.... si yo {>!jardai-lo5 y ademas, aun ciian.ío fuese ne-
le perdiese, Catalina y como punzado cesari;^ recurrir á fa.i armas, ¿quién vacüa-
de uu horrible preáentiuiiejito se levantó ria viénloíe ai-amüiJa-ío por- vi vaieros»
bi'uscantente del silial. Aipjeiia i<lca bai)ia infaiite don Kui'íqiti-?
conmovido toda sn ecsiylcueia ; s;i cuerpo, — iV->, ni> dudo de vuestro valor, pero
antes lánj^ttido 'v abatido, turnó una aplitiul sciiíivia que fuese preciso ejeccitaílo : en
nrroj[-aiiÍe y vigorosa J ios *)jos íanzalian ra- este asunto ha de ^ aiernos ¡nii-j el ardiii /pre
yos de l'uej;o; eonlfaj^éronse su» labiu,>í con la fuerza: ía sani^re derriüuaJa perjudicai'ia
un movimiento eoiwuísivo 5 y sn mano se á nuestra eaüsa, y el E'cy no podría vería
criripv como si fipretára la empuñadura de correr sin reseatinúetilo, preoi;iipado como
una esjíaJa : píu-ecía en su arrební» un in- está en favor de sns desleales servido-
trépido aiüalid en un ea:npo de balalla. Iba res.— IVo quiero aparecer á losojosdei pue-
.^i pronuariar ruj-usia terribie impvccaeion, blo como sn lírauo , sína como su liber-
^ cnando el ruido iie una puerta que rodaba tador.
síibre suá etj'etf de bi'oiK-e lo distrajo de sn — Y lo seréis sin duda: el pueblo aboT-
jitision aterraditia : vo!\ÍÓ.'ie con vivera , y rcüe siempre á lo.' priva Íos i\v. Í03 reyes y
(lirijiéníio-ie á un caisaÜero que entralia en verá con placer la calia del de L u n a .
Ja esUuu'la con cieila íaTiiüaridad mezclada — I S i odioso rival! no puedo oír su
de respeto le dijo tion mal re[»rÍmido enojo: nomiu'C sin (¡ue arda en deseos de vengan-
— Por Sanitai¡-u , que iiabeis tardado za el corazón.... lal vez.pudiera perdonarle
don Fíiiy López mi orjjullo sn iníoloutií arro(>;auc!a ; ptrro
— C ó m o , señor, sí aun no lia sonado no ha temido oponerse á mi amor Ln-
,el Avc-niai'Ía<. sensalol vive P í o s que no ha de quedar
sin casiijfo tal ofensa.
• =:TrI'j.s po^iidc? linliiera jurado que to-
—Calmaos señor 5 todos tenemos ofen.
do un sijjlo había paáudo sobre m í . . . . y r e -
til L g! .
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eas (jiie v c o f ; a r y n u l u c i r á el d i a d e lua-
üaiia s i n qua e s t é n l u d a s s a l l s f e c h a s . A m BOSQUE.
— M a ñ a n a , s i , u i a u a o a . . . , ¡ q u e hoy t a n
cierno! - . .. - itiu •: -
— S e í i o r , con viicsíra licencia... ' .rr:'' : ;.-. • •

— A d i ó s , C o n d c s l a i í l e , hasta las d o c e . Salvo, frondoso h o s q u e , en q u e mía d i a i I.. V


se deslizaban de tenior aguíics,
como la clara Tucate q u e c o r r í a
AI¡»"'nnas lloras d c s p t i e s I r c s I i o m b r e s cin- p u r a y sereuii p o r el cauipo a m e n o .
l3;)xíniüá en ¡ieailjís c a p a s p;u'iíii.sali'a\e,salían S.TIVC, bo;;í[iie florido y delicioso,
íari ítilciitiysJiA c a l l e s d e Tui'de¿Ula>: llcjja- q n c u n titM.!ij)o amit;o nic pnjstjste s o r a b r j i , - ' .
roii á p a l a c i o , c u y a s p i i e i i a s se ahi-ierou va no veré tu paheilou IVoiidoso, •• .., .'
c a u i e l o ^ a i n e i i t c a u n a s e ñ a l conviMiidaj v u l - j a no bollaré tu matizada ali'ouibi'a. : '¿ •]':'*•
0
viéiiilüse Ú ctnraT t í a s e l l o s . — E r a n el iii- 0 Y a no me e n c a n t a r á el d u l c e m u r m u l l ó
íaiile, líuii E i i r i q u c j el CVíiidestaljIc d o n de tu apacililc y cristalina l a e u t e , f
I I u y L ó p e z D á v a l o s y G:u-iií F e r n a n - ni de la ainautt: tórtola ei a r r u l l o ,
d e z Maiiriipif!. E l íiilanfe ne dírijp,-, á ? ni el blaiulo soplo ile ítroinoso a m b i e n t e .
la cáiiiai-a iíel K c y . í J a l l ó i o d t i r i n i o i i d o ? Q n e va mi poiisamic-nto no r e s b a l a r ' í "
y ñ siis p i e s d o n A l v a r o d e L u n a . A c e r - d c u i í a en oti'ü ilusión blanda, aiiJoro3ajjr>
*\íse al t e c h o ' y d i j o e n a l t a v o z , (fv(m- c n a l (¡1 insecto q n e ostentó su gala . I Í ^
tdos sc-rtor, (¡lie tiempo es — K l K e y iles-
? de clavel PO c l a v e l , de rosa en rosa. '
p e r l ü c o n s o b r e s a l t o d i c i e n d o , ¿(¡HÍ'I es esltt? Qi!c de tu selva me a r r a n c ó el destino '-
y c o m o el iul'anle l e da!)a r a z ó n d e (pie e r a ? ríri-astráiiduiiicá u n p u r b l o b n l ü c i o s o ,
v c u i i l o a l l í p o v su s e r v i c i o y p a n a r r o j a r como arrasti'ai'a rauílo t o r b e l l i n o
<"í' palüclu á los I r a i d o r c á (pie io iodeul>;ni, / r u m a seca del íilanio p o m p o s o . .•
lo i n l e r r i i i i i p i ó a i r a d o , tu:inno primo, cito Allí vi bellas con la sien o r n a d a
ludiiadcs vos í/e havcr'^» uiaa e n t r a n d o á la ? e n t r e aromosas florts y c r e s p ó n ,
sa>;oii crt la cá.";iara e l t i l j i í p o d e Scjj'ovia blanca la tez y tierna la u i i r a d a ,
y el C o n d e a l a h l e d o n IVny L o ¡ í e z ¡ í á v a - nj3s a b a t i d o y seco el corazón.
l ü i l o m a r o n la p a l a b r a é inf'uriiiarou a l ' i l e y Hombrea allí cpic viven confundidos
p o r m e n o r d e í:i c a n s a d e aíjneíla cstrafia E n t r e el placer, la orgia y el fcstiii,
vi.-ilta. c o n l o (^uc c a l m ó s e ul p a r e c e r s n ? Q u e lio m i r a n los soles q u e lian p e r d i d o
rct'ii) e n o j o . — 0 H a s t a q u e tocan sn p r e c a r i o fin.
líimcilialameulc fueron detenidos don
0 U o m b r c s allí t p i e e l c o r a r o n marcliito
0 C a r c o m e el torcedor de su conciencia,
A l v a r o de L u n a , don J u a n Miirlado de
H o m b r e s q u e tienen su ccsislir p r o s c r i t o
M e n d o z a , s e ñ o r d e A í n i a z a i i y lo¿ d e m á s
P o r el Dios d e q u e a b o g a r o n la c r e e n c i a .
p e r s o n a ; ' , e s . q u e ¡ j u a r d a b a n al fiiey y e r a n 0
d e l p a r í i d o ilcl p r í e r o . A s i s e c o i i s u i n ó Q u e cutre loa pliegues del r e v u e l t o n i u u d o
«tpie! Huccoo eacaniialoso q u e los h i s t o r i a - ? Deslizan inHeiisatossu vivir, ,
d o r e s h a n c a l i ü e a d o d e a l e n t a d o , p e r o (¡ue Q u e no di;spiei'tan del soñar p r o f u n d o
Hasta q u e oyen el tjrito de n m r i r .
h a n juzj¡ailo d e <!!'* e r s o luotlo c u c n a n t o á
'¡í^ luirás i c a t e s ó í n l e r c s a i i a s q u e Ío p r o - Un pueljlo do se a r r a s t r a el ¡niligeute
0 C a b e el q u e viste p ú r p u r a s y o r o ,
Juff e i o n ,
Q u e ít! uiira con ojo iudil'ereute _^
(Caiiúmiavá ) Clavado íiu p e n s a r en su tesoro.
Uu p u e b l o iuibecil, loco y e n t r e g a d o
Al placer, á la orgia y al fi-slín,
Que uo mira los soles q n e han rodado
Hasta q u e toca su p r e c a r i o fin.
Av! toruadirte al bosque mío
Dou'de vivi venturoso,
Q u e p o r su e n r a m a d o u m b r í o ,
Q u e p o r s u soto sombrio
Dicru el alcázar lujoso.
i4a|f|

Qae es mas grato para mi Dito mi tumba, qucTni cara amante


Hollar lu fragante alioiftbra Derrame ¡ayl una lágrima por mí.
De amaranto y aleli, Que corone mi tumba solitaria
Que vegetar ¡ay de raí! Con blandos mirtos y olorosas flores.
E u uu lugar t|ue me asombra. Que al escuchar la selva su plegarla
Verte eu el fiorido abril Mas dulces cantarán los ruiseñores.
Lleno de pompa liviana, Que una higrima sota de mi Elcira
Y en lu luanana gentil De mi sepulcro el hielo penetrara,
Brotar las flores galauag Y al saber que por mí Hora y suspira
Uua ú uua, mil á mil. El muerto corazón se reanimara.
Y vereu el triste otofío ;Ay¡ si miraras desliíiar mi hermosa
Tus ramas secas quedar, p o r tu alfombro de mirtos y alclis
Y el eicrzo helado silvar Dlle mi tumba, dicela piadosa,
E n los troncos síu retoño Que derrame una higrima por mi.
Que volvcráa d brotar. Pero nube de dolor.
Y mirarteencauecido Cubre mi frente marchita
Con el invierno lluvioso, Y me dice con horror
Yverteycraio, abatido Que mi tumba estii maldita ''
Cual la bella que ba perdido Y no la verá mi amor.
Su hermosura y su reposo. Que Elcira me olvidará
Mas vuelve el tiempo florida Como nube que pasó
A darte pompa liviana Y mi sepulcro hollará,
Y ciñes nuevo vestido, Pero tu le escudaras
Como el mancebo garrido Que no lo profane, no.
Que va d la fiesta galana. ]Vi de mi madre la mano
,-Ay! tornadme al bosque mío Una ílor lia de plantar,
Donde viví venturoso; poco me vendía ábuscar
Que por su enramado umbrio, Que el hado negro y-tirauo
Que por su soto sombrio •No la dfjard llorar.
Uiera el alcázar lujoso. Solo escuchará mí tumba
Pero no, que la suerte me encadena Los ecos del aquilón,
Lejos de ti, mi asilo delicioso, De las nuljes el turbión,
Que mi vida se acaba cual la arena Y el torrente que derrumba
Bel reíos que desliza pavoroso. En medrosa coníusiou.
Nada basta á cortaren su camiuo Que cutre l-is hojns perdidaí
La marcha presurosa del vivir; Que el ábrego llevará
Ya queme Úeva uegro torbeilluo Mi tumba se esconderá,
Lejos de tus palmera* á morir. Y serena la hollará
Cuando mi trente comocl marmol fría» La que me fué tan querida.
Cuando lívida y yerta esté mi faz, Que si Elcira la miró
Cuando me arrastre la segur impla, Y un suspiro no lanzó;
Cuando mi corazón iioalleute yá, Ya que me resta ¡ay de mi!
Caro bosque, en tu seiva silenciosa Tan solo, bosque, de ti
Dale un asilo á mi infeliz despojo, Que uo le proláne, no.
Escóndelos con flores olorosas
¡No le descubran los profanos ojos. m*.
Que el amargo suspiro que arrancara
tía infeliz abrumada de dolor,
T u brisa embalsamada emponzoñara
T enmudeciera al tierno ruiseñor.
Y en su congoja j ardoroso afaa
Llanto acerbo bañara su mejilla,
Que cu3l lava abrasada de un volcan
Quemara el tallo déla flor sencilla.
Mas si Elcira con planta vacilante
Ya pisando tu alfombra de alcU^
^uom
LA ADUANA NUEVA. bían ejecutarse Jos escudos ile armas.—
S u aspecto interior es uobie y grandioso
con suntuosas galerías, las cuaicü deberían
coronarse coa una balau^ítrada de ¡>iedru en
E n el Icrreno que antes ocupaba una el lerrailo igual á la que debería haber e a
Ituerta á la suhiib de la Aleataba y una los corredores y escalera. S u di-itiíbucion
Jetarte de las murallas y loi'rconcs de esta (|uc cumple eou su o b j e t o , couteuiendo sobra-
£ue preciso deniolcr, se proyeetó cdilicar dauíeutc todas las oliciuas de r e n t a s , alma-
ttiia majjuííica Atluaua, cual coiTespouilía al ceues y habitaciones para los gefes.
iuipoi'laiite comercio de csU ciudad. E s t e Esta obra, que fue suspendida en 1 Í Í Í 0 ,
pensamiento fue aproljado por el rey don fue saijueada en la época de los franceses,
Oái-lo5 l l í eu el aíiü de 1 7 ^ 7 , comenzán- cstraycndosela loilo el maderage, clavazón y
dose cu el s!¡;uicnte la dentolicioii. De real demás q u e habla almacenado pava su coa-
orden se manilo á la academia de Sau F e r - clusion, cuya pérdida fue valuada eu ma»
uaado levantase los planos y diese su dicta- de dos millones, Ilasta e^ía fecha se calcu-
men sobre dicha o b r a , y al efecto los eje- laba iU costo en eerea de once. E n 1 Ü 2 6
cutó el director de aquella dou Ulanuel se elevó á S . 5 1 . por el real Consu-
JUartin Rudrijjucí, mereciendo la superior lado de esta plaza una esposíciou pidiendo
•probaclan. L a obra principió bajo la di- la coucluslon de dicha obra con intervea-
rección de don Pedro Orle¡fa y M o n r o y , eioa eu la inversioa de caudales; lo q u t fu«
Bdininíáíradoi* general d e Aduanas de u^ta concedido por S . M . mandando formar un
ciudad y costa del reino de Granada, y co- presupuesto y enviando al arquitecto don
líio aripiílciíto cucarjjailo don M i g u e l del l*edro Nolasco ilc V e n t u r a , académico d e
Casliílo j maestro acreditado en esta plaza. mérito de S a n F e r n a n d o , para que pían-
Kl soberbio eiíiiicio do que hablamos es Icasc las reformas que debiera sufrir cu su
el nms iinjiorfaate de esta ciudad después de plan primitivo con ari-oglo á las circuns-
Ja catedral: ocupa G-400 varas cuadradas s.;- taucias. Asi severilíeó, formando con efec-
perticiales, teniendo por lo tanto 0 0 varas t o dicho ari|uitoc:ta una memoria de la nue-
por cada l'rciite. S u catilo es del gusto ita- va dislrlhuciou, que fue aprobada, remitien-
liano del sig'lo pasado: el mismo (¡uc se ob- do la corporación consular el presupuesto
serva en olnis muchos cdiltcioü de la époc:i de gastos aseendcutc á 2 . 2 2 3 , 2 ' í O reales.
de Carlos IIA-, como por ejemplo la casa da Concluido este edificio en I Q S O , fuá
C o r r e o s , la Aduana y otros de Maiíriil, con destinado á la fabricación de tabacos, cuya
los q u e , no hayduda, conserva cierta analo- inscripción conserva, y en i 8 5 9 al objeto
g i i . Esta época, q u c í u c leliz para el arte, de su creaciüu , centralizándose allí todas
por cuanto ciiipe:£Ó á descartarse del mal las depcudencius de rentas públicas. A el
gusto que le había dominado con tanta oja- c e l o , p u e s , del tribunal du Comercio de
l-asea y relumbrones, es notable por el me- esta ciudad se debe que ^Sálaga baya visto
j o r estilo que empezó i aparecer, y por la realizada una obra que la Jiunra, y que
mayornobteza y magcsladde laarquílectura. con sobrada razón la orcia muj' lejos de po-
A s i es que nuestra Aduana está bien decorada derse aerificar.
en su cstcrior c interior, presentando desde
luego un aspecto de solidez y de fortaleza,
quizá mayor del que necesitariapara su ob-
P. C. S.
jeto.

E l primer cuerpo que descansa sobre u n


rocalo de jaspón es todo de cantería, almo-
hadillado, con varios resaltos sencillos. Asi
como tambieu son de piedra las comizas
pilastras, cuadrantes ó:c., y de ladrillos el
resto de los muros. Sobre las ventanas prin-
cipales q u e hay encima de las puertas ecsis-
t c a unos dados de piedra en los que de-
v- • .•

osara aconsejar eu su presencia la ignominia


? de íus armas. (1)
/ iiii vista de esta obstinación , que la íin-
? parciaUdud de la historia tendrá s¡u dutla por
*• E u coiiscciiciicia (lecsta caria se dirijo A\\ herujca, cbspuso el rey don Fernaniio se ade-
íDortlux íi ía Aic;i/ui>a si'guíiio de hs persuuas lantase ia artdiciia desde el cuartel real de líiz-
Illas niíluycii^csuyl pueblo, para hact-r prcs'-iii- ? niiiíai'a, domleestaba detenida durante los p a r -
te íi AljL'iiCouinsa .'u íuíructuosu dti U icsis- ? lamentos. Üiguiola t ü i u c l ejércitp, cu prolon-
tciicia, los niaifs qac ibítn á iuíiii' porelsiíio, ? gadas y vistosas columnas poi;.cÍ camino líe
j , li\ ptírdidi. do villas vprupictiuilfs si el orgu-
? Velcz y por las plácidas oiillns que baña el
Jlosoveiiccdur toiiiai)ac,sta [il-xa pui" asnUo.Ma- I\ledÍterríineo: su azulada superficie era surca-
nitcstü que Jioaijdii, aun ijii;iidü tributario de I da por las ilotas, que llevaban los pertrechos
Castilla, pudiia piupetuar el doiuiíiio de los y de aquel podcnjso cjri'ciio. Sietesíglt,s hahiau
áralj'^s en Jispaña, "v terminó su i.Ust:ursü ha- pasado soine esta tierra deÜ^-iosa sin que el
ciendo entrever la esperanza ;lí; que por 3u su- estandarte de la cruz nílasnoliles banderas de
misión al rc^- catóiieo coiisorvariau la con- Castilla liubicrau sido treinotadas eu un suelo
quista de siij; abuelos, suy práclicas rtlij^io- "Jiroíanado por un pueblo adveneillzo, aunque
'sas, Ja hoiDüyenidad de sus tOáíumbrcs, et inocente en el naufragio de la projiietlatl de sus
lionor de sua uiu^eres, y loa pei-ccptíbles bc- pachrs. Este contrüste pudoroso, ia diversidatl
'neficios títí BU aiüjiiaík) coruercio. •del-idioma y las costumbres, las .justas bigri-
I nias de una uaciouque no tenia otro deÜloquc
£1 alcaide de ia eiudadebí herido ác nstas haber nacido en el hiogar de sus abiKilüs, el
razoucs se determinó á partir para coiiíeren- -contento de los españoles descubriendo desde
ciar eu los reates de Fcmaiidü; entregando ol
^ .gobierno de ta íbrtile/.a á la pericia de su ber-
I estas playas ese coutineule opuesto dunda sé-;
riau arrojados para siempre tanto número de
-iriano; pero eí Iielieoao ilainet el /cgri lieno enemigos, arrancaban cu aijucl tifímpo,'aun con
de cou!iai)7.ü eu sus j^onieres, y en ÜU iuüccesi- mas energía que en los presentes, esas medita-
. t l e Casüilü, dtitestíindu en el íbndu de su al- ? ciones ()ioriiiHlas, esos pí'nsamientós cíeTaifos
ma a! cobarde c¡ujLid:inú (]ue preliiria sueum- ? " sobre la vísícitud de los impeí íus y sc!)re la
.¡jir á disputar cou las aruias esta iuiportaulc nada de los bomlires-
ciudad) ¡Jajá repeutinanicute áía Alcazaba con
una escolta de alricauoc, y atraviesa con su Colocado ÍJamet -el Zegri rn esas ruinosas
' espada al hermano de Aben Connisa,y á cuan- atalayas, en esos vieji^s caslitíos, cuya ecslsten-
tos osan ojioneilc una débil resistcm ia , p r o - cia auu dice mas que ia elocuencia de la his-
clamáudcii^'; en el act'» supremo geíií de lapla- toria, oh.iervavalleno deliiriala aproes!macíou
73. (I) ilste agüitado escaudaloso iiacc suspen- de los cristianos: dispone inmediatamente ar-
der ia'3 nejjof;¡aciuiies que iiiibia eiitabiadu l''cr- ras.irlos arrabales, y que salgan tres liatallo-
uaudo, díítefíiiinandü lo cünvciiiente para no ncs al encuentro de la vanguardia enemiga es-
demorar el asedio, m;ro elinarqués de Cádiz, taciouándoloseu el Cerro de iciti Cristóbal^ ri\
CUTO eonsfíjo ijodcroso rara \ez se desoía por las vei'tientns de üibralfaro y cu las avenidas
aquel prndenle principe, renueraotra tcufcati- de ía playa.
va para evitar la eíusi.>u de sangre y los hor- Los valientes españoles que habían com-
róles de un ai-,iito. ¿ürvcse de un moro de Ve- prendido la necesidad de forzar esta úiiiea en-
lez, intimo amigo de lianiet, quien Ic ol'rece trada para dominar la vega y clrcumbalar la
á norabre.dcLrev católico el usuíructo de la ciudatl, destacaron un cuerpo de gaürgns In-
TJÍla de Cüiu'y cuatro mil du])lap de oro si terpolados con algunos Capitanes de la casa
entregaba á íjibraltaro, [2} pero toílo fue inú- Heal, V protegidos por el Maestre de .Santiago.
til para el geucroso moro que había jurado (1) Subieron con vslor la cui-sta arribn pero la
perecer entre los escombros de su patiia. E l ]j;ijan}[i al iiLstante recliazados por los rnoros:
alto aprecio en que tenia al oficioso uarquiis repiten un nuevo ataque dirigidos por el co-
por niei'o efecto de la simpatía que saben co- mendador mayor de León, don Hurtado de
nocer los valientf's, J'uc la única salvaguardia Mendoza, llodiigo de üUoa y el íntrí^pidoGar-
que píidiera proteger á losportailores deírnen- ciiaso, sin que tampoco les íue.se potibie a r r o -
sagtí pero declaró al UMsino tiempoque bebe- jar id enemigo. Seis horas consecutivas había
ría en el cráneo deí atrevido parlamentario que durado este terrible combate, pugnando noso-
( i ) Pulgnr: pnite I I I : cnjiilulo ^ / j .
(i) Cura de Ifs Palacios: c.-ipítiilo 3a. 0 (2^ ENEU £-iiirii(l;i pueáp 'lt--[e minarse en f-1 éiin por
la suLiilu del c a m i n o q u e guia Ocia Caleta á la \ ' i c ; j r i u .
líil

lamenle con a r c a b u c e s 7 baUestas sino con es- r e y . La q u i n t a estancia se hallaba eu ía altu"".


p i d a s y puñales, rcsominLlo p o r aquelloá valli's r a q u e h o y ocupa el convento de C a p u c h i -
el SOURI'J tic ins t r o m p e t a s , los aUiritlos áa los
nos, á c a r g o de don G u t i e r r e de I'adilia, del'
moros r el estampido de los fungos. Luis iVIá-
cc'da l'ue el p r i m e r o c u y o a r r o j o liízo p o u c r clavero de C a l a t r a v a , del maestre de la m i s -
tcíriniuo á la l u c h a , jnctictidosc c u t r e los cnn- m a orden y de don Alonso E n r i q u e z , c o m a u -
migos y rfislslieudo cou sus galUígos v c a s t e - d a n t e delcünt!ng:^nte d e E e í j a , Las huestes p a -
Uaiioá el e n i p e ñ ü d c tan obstinada deíensa h a s - gadas p o r el arzobispo de ¿evilla v los s u b -
ta rcplrgai'los al castillo, tremolando en la a l -
t u r a del c e r r o de san C r i s t o b a l l a s b a u d e r a s e s - ditos de don Peih'o Carrillo de AIIKU'OOZ, b a -
paíinlas. (\) jo el inmediato m a n d o del conde de l i c n a v e n -
Este a t a q u e de v a u g u a r d i a , facilitó el paso te, forinahan la sesta estancia en el rio Gna—
del ejercito al declinar de la tai'dc, acanip;iu~ dalraedina. La sútinia estaba eu el convento
(lose del mejor modo posi!ile,en tanto q n c F o r - de los Angeles, ú c a r g o del conde, d c Ü r e í í » y
iiaiido, seguido de su b r i l l a n t e nobleza, se o c u - de don Alonso F e r n a n d e z de CoVílobái señor
p ó toda la uocbe en r e c o n o c e r el c a m p o , en l i -
j a r sus ab-inzadas. cu cstalileccr escuchas v e n de la casa de Aguilar. La octava dtdras de lá
YÍgiiar coüstautcmehtc p o r la segxiridad de sus T i e n d a - r e a l , la m a n d a b a c l d i í q ú e de iVaxera,
sokiados. teniendo á sus órdenes aigi'inas,tropas de la
A m a n e c i ó el 9 de m a y o con toda su m a - g u a r d i a . E u esa eminencia donde a u n vemos
gestad, se alzalia el soi de los ruares p a r a i l u -
los r t s l o s de la T r i n i d a d c a m p a b a n las h u e s -
m i n a r la esceua, p u d í c n d o el rey c o n t e m p l a r
el bello aspecto de iMálnga desde el sobtr d é l a tes de don F a d r i q u e de Toícilo y de los c a p i -
V i c t o r i a . Kegistró sus arboledas, s n s m u U i p l i - taní;s J u a n de A l m a r a z y Alonso Osorio. L a
ciidas vides y la amc¡rulad de sus hiu,'rti;s. JJc- dceiina 3C estableció en el área de Z . i m a r r í -
teniáse. complacido en afjUel iiorizontc de c r i s - lla al cuidaí|o de dou H u r t a d o de Mendoza,
tal íjuc relK'j.'ilüi sus palacios, sus torres v a l -
t i s m u n d l a s . siéiidolt; li\ell distinguir aquellos con las tropas del c a r d e n a l de E s p a ñ a , las do
pi'Dsiles encantados, donde la moiteie de l u s á r a - su h e r m a n o y ios soldados de! conde de C a -
bes, conservaba todavía todo el lujo del o r i e n t e . b r a y del c o m e n d i d o r de Lcon. La u n d é c i -
E n 1.1 h u í u ' t a d e l A e i h a r s e cciiocó la tieuila ma, paralela ii las U u ü r t a s q n e eesistíau d e t r a s
del Sobi;raiuV(9j pariigo<¡nccomo es iaellcoiri- d e Santo D()mingo, se h a b i a confiado á d o u
p r c n d c r , estaba i n i j al alcance de los tiros A!oii;;o de Cárdenas, id maestre de Santiago,
del casliilo aun c u a n d o se liaUase en ülguu t a n -
á don Luis Feruuntlez P o r t o c a r r e r o y al niaes-
to deíendid» piu' algunos odiücios q u e se lia-
l l a h a u d e p o r medio: el corazón mag[iiln¡mo del iiie de Alcántara don J u a n de E s t u ñ í g a . F i -
r e v dió i'sta nueva m u e s t r a de vaiur á su d e - naliiicuteladuodiicima situada báeia el c o n v e n -
cidido ('j(MT.ÍtO. to de Carujeiitas Calzados, era maiid.ida p o r
E l c e r r o de San Cristóbal sccnníii'ial raar- don Antonio Fonsexa, (1) p o r O-ircí López d e
qutís de Cádiz- con I ^ ^ infantes y 'JüUÜ c a b a -
Padilla, p o r el maesíre d e C i i a t i ' a v a y p o r don
lios, q u e se estendlan li£.sta la oriila dei m a r
ocopaiidí» la Caliita. (5) E l t i í i c b í e c a p i t a u d o u Antonio dei Águila. Hos inertes b a l e r í a s , la
Dlcf^o Fernande?. de Córdolfa, conoiüdo p o r el uua do siete l o m b a r d a s dcnouiinadas las sitie
uteaide de los Uouccivs, cou tos tercios ile los hermanas Ghiiinax^ colocada frente drl p u e n -
d u q u e s de iMedina-.Sit!'Jnla y A l b n r q u e i ' q u e te, y la otra en la proosimldad de GiJu-aUaro,
o c u p a b a la segunda estancia j todo v\ e s p a -
ciosa t e r r e n o q u e estaba enfrente de la i i u e r - a r r o j a b a n sus p r o y e c t i l e s c o n t r a las m u r a l l a s
ta de G r a n a d a . La l'-reera &:'. íij/) con bis "en- de iAIálagá.
tes de Sevilla, mandadas pur el CÍHUIC de (Ji-
fuentcs, en el monte y avenidas del calvario. Estu seniicircnlo t e r r e s t r e se c n i j a b a p o r
E l conde de F e r i a , don Lorenzo de l-'i.in.roa, I la escuadra q u e c o m p l e t a b a el bloqueo á las
y el conieiidadwr m a y o r de Galatrava, d e í b u - ? órdenes del cunde de Trí^Tcnto, de Mosen K c -
tliau la huerta dci Acíbar y la pei-sona del ? quesens, M a r t í n ilui/. di; Mona, de A r r i a r a n y
?. de Antonio Ueruai. La c i r c u m b a i a e i o n se ha-
(ij Pulg;ii': Cirtni'-i.
Vinstí 1. jilaiua tle Máhiga Árabe.
(3) l'iii; luitKiilii (jniotices la CdeUi ti I Marques, (0 I^ste c-Tjiiíamlió su roin!ue ,i luí Jos ion ES líi'a-
ciivo iiuiiibrc cüiiSLTva iQclavia. bes (IL'CUC tiliu.
4ÍÍ2

ílaba dcfciicliíla cou reJuclo, bnliados y-fosos, j a medio desmantelada por loa acertados (fis-
y eon la artillería gruesa doee suba rea lia á e»^ paroi de la artillería cristiana. Kste combate
te fin. No dejaba de causar soj-presa ua apa- fue terrible; loi moros desde laa tponeraada-
rato militar tan forañdable; los cerros eontigiiOB ban laego & las escalas y ari'ojaudo grau caa-
i la ciudad estabau coronados de tiendas coa tidad de resina y pez hirviendo, ofuscaban A ,
'os enseñas de los mas íucUtos gerreroa de Cas-^ los que subían, sacrlficindolos ai caer con dar- -.
tlUn. Dú quiera chíspeahau las ferrci-ias oca- dos y piedras arrojadizas. Perplejos por un
padas en construir m.lquinas para el asalto; segundo aquellos bravos cspaQoles y reforza-
en otras partes haLila talleres de varios oficios dos oportunamoute por el duque ¿e Naxera
alternando su martilleo cou el estruendo de y el comendador de Calatravn, repiten al día si-
las lombardiis. Aili un tropel de picapedreros guiente aqui'Ua arrítjgula caprcs^i, haciendo- '
redoudeaban las balas de piedra que habla de se dueños al momento de esta iucspugnabla '^^
irrojar la artillería: allí se alzaban las buraa- t o r r e ; pero los moros que la abandonaron,
redas producidas por los hornos de carbón, reforzados por los de la ciudad, la socaban iu- "
por la InflainaeioQ de la pólrora v por la» fo- teríorment*, poniendo bajo de su» ciiniento'
gatas cristiauas: alU en fin A la claridad de la ? uuos puntales de madera que incendian ÍIH
luua empuñando su tizona, Veiíise un hermoso mediatamentL'. Faltan estos leves apoyos j h ú n -
joven, vigilar por la seguridad de Fernando, dese la torre con estrepito dejando sepaltadoi
?
é al seusible Garcileso escribiendo ou los des- ? mncbos cristianos entre sus escomljros j es-
cansos del combate aquellas églogas snblimei. ? pneslos los demás á los tiros del enemigo. En -
Desde lo alto del castillo complacíase íla- tan crítica situación y favorecidos de una bre-
met elZegrícou el horror ds la guerra, y con cha, penetran nuevos refuerzos cu el murado
el frocuciite estrago de las baterías cristiauas. arrabal, y sosteniendo otra lucha no menos
Su atezada fisononiíñ se animaba con su es- tenaz y sangrienta lograron desnlojar al e » « - „ , ¿ ^
truendo j asomado á sus almenas veía cou migo d« esta fortificaciou avanzada.
cierto placer el efecto de los combustibles que
cruzaban como meteoros la oscuridad del fir- . Cuniimavá.,
mamento. Lai mas opulenta* casas converti-
da» en líirámidt-'S de fuego, resplandcciau un
instante T después dcspareciau entre clamo-
res y sombras. Daba el bárbaro una carcaja-
da al ens^n^•ha^ el sepulcro de esta ciudad iu-
felli decidido como estaba en entregar al ven*
•edor por tL'i'mino de la contienda uu vasto
«zmpo de ruiuai.
Era la Puerta de Granada acaso la mas Errata. = ^ E n alg-nnos cjemplavís del
íVeríe de la ciudad porque ademas desús tor- mimcvo anterior, cu la última línea del úl-
res tuuia un doble muro avanzado y circu- timo párrafo de la historia de Alála^a, donds
lar con sus competentes defensa». (8) En su dicel8U7icáse l i U 7 .
ámbito se recogían los ganador, como TadicliO
en Pata historia, haciomlo de que los moros ade-
^ § 1 ^
lantasen sus guerrillas liasta la linca enemiga.
Beseoso da nuevos laureles se encarga el con-
de de Clfuentes, con alguuoj caballeros de la
EDITOR, J . BE M i m m .
Casa-Real de asaltar una alta torre (¡UG defen- Kt=a)
día los arrabales por esta p^rta del pueblo,
I M l ' I l E ^ T A DEL CÜMEStCIÜ.
(6) Vc.ite la plauta Ar,,b0 dt Málaga-
_iía:^.*-«¿^Jí'
VISTA DE LA ADUAISTA DE MALAOA.

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