Está en la página 1de 8

Ciclo: Instrucciones

La Fidelidad de los recabitas (Jeremías 35)


Tema: Como obedecer las instrucciones que recibimos.

Jer 35 1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías en días de Joacim hijo de Josías, rey
de Judá, diciendo: 2 Vé a casa de los recabitas y habla con ellos, e introdúcelos en la
casa de Jehová, en uno de los aposentos, y dales a beber vino. 3 Tomé entonces a
Jaazanías hijo de Jeremías, hijo de Habasinías, a sus hermanos, a todos sus hijos, y a
toda la familia de los recabitas;4 y los llevé a la casa de Jehová, al aposento de los
hijos de Hanán hijo de Igdalías, varón de Dios, el cual estaba junto al aposento de los
príncipes, que estaba sobre el aposento de Maasías hijo de Salum, guarda de la puerta.
5 Y puse delante de los hijos de la familia de los recabitas tazas y copas llenas de vino,
y les dije: Bebed vino.

Todos seguimos instrucciones. A veces compramos algo y vienen las instrucciones para
armar o hacer funcional. Algunas veces son sencillas otras no. Incluso, pueden llegar a
ser absurdas.
En este ciclo nos hemos referido a diversas instrucciones que recibimos de parte de
Dios, a través de su Palabra. Pero nos queda la idea de que seguir instrucciones no es
tan fácil. Sin embargo, cuando se trata de instrucciones que afectan nuestro destino
eterno, conviene que estemos seguros, no solo de seguir las instrucciones, sino hacerlo
bien.

Dios nos ha regalado una guía perfecta para disfrutar de la vida al máximo, mediante los
abundantes principios que se encuentran en su Palabra. Sus principios son para
guiarnos, alentarnos, instruirnos y consolarnos para vivir una vida cristiana
victoriosa. Cuando abrimos su Palabra y empezamos a estudiar su maravillosa verdad,
obtenemos esperanza para el futuro y una nueva perspectiva sobre sus múltiples
promesas y bendiciones. La vida no tiene que ser difícil o una lucha constante, puede
ser una aventura emocionante, pero todo comienza con el estudio de la Palabra por
medio de la cual conocemos las instrucciones Dios para nosotros.

Cuando Dios le indica que haga algo ¿Cual es su reacción?¿Sus mandatos le parecen
demasiado demandantes y difíciles de obedecer?¿Es una decisión que le parece
agobiante?¿Se debate entre acatar o desobedecer las instrucciones de Dios?

En la Palabra de Dios, desobedecer siempre tiene consecuencias. Si lo hacemos,


implica que no tenemos confianza en Dios, y es imposible tener una relación con él
si desconfiamos.

Aprendamos pues del ejemplo de los recabitas sobre como seguir instrucciones
para una vida cristiana exitosa.

Algo tienen que enseñarnos los recabitas en cuanto a seguir las instrucciones:
35.13–17 Existe un contraste vívido entre los recabitas y los demás israelitas: (1) Los
recabitas mantuvieron los votos hechos a un líder humano falible. Israel quebrantó su
pacto con el Líder divino infalible. (2) Jonadab dijo a su familia en una ocasión que no
bebieran y ellos obedecieron. Dios ordenó constantemente a Israel que se volviera de su
pecado y ellos se negaron a hacerlo. (3) Los recabitas obedecieron leyes relacionadas
con asuntos temporales. Israel se negó a obedecer las leyes de Dios relacionadas con
asuntos eternos. (4) Los recabitas obedecieron durante cientos de años. Israel
desobedeció durante cientos de años. (5) Los recabitas serían recompensados. Israel
sería castigado.
A menudo estamos dispuestos a observar costumbres solo en nombre de la tradición,
cuánto más debemos obedecer a la Palabra de Dios ya que es eterna.
¿Que es lo que aprendemos de ellos en cuanto a seguir instrucciones?
I. Para seguir instrucciones es necesario que seamos leales al autor de ellas. Jeremías
35:6-10
(Jer 35:6 Mas ellos dijeron: No beberemos vino; porque Jonadab hijo de Recab
nuestro padre nos ordenó diciendo: No beberéis jamás vino vosotros ni vuestros hijos;
Jer 35:7 ni edificaréis casa, ni sembraréis sementera, ni plantaréis viña, ni la
retendréis; sino que moraréis en tiendas todos vuestros días, para que viváis muchos
días sobre la faz de la tierra donde vosotros habitáis. Jer 35:10 Moramos, pues, en
tiendas, y hemos obedecido y hecho conforme a todas las cosas que nos mandó
Jonadab nuestro padre.)
Dios instruyó a Jeremías para que invitara una copa a los recabitas. Ellos NO aceptaron.
Cuando hablamos de lealtad nos referimos al apoyo a otros, es una relación basada en
acuerdos entre las partes (a veces tácitos), e implica la aceptación de los términos,
también se refiere a la lealtad hacia una causa y se basa en el respeto.
Jeremías llama a los recabitas para mostrar al pueblo de Dios, de todos los tiempos, un
verdadero ejemplo de lealtad. Jonadab, un líder sabio e influyente, había dado
instrucciones a su pueblo, que durante 300 años siguieron sus enseñanzas.
Uno de los aspectos necesarios para seguir instrucciones es la lealtad:
1. Lealtad es el reconocimiento de los principios enseñado por alguien: Dios ha
dejado principios sabios a Su pueblo, pero los recabitas fueron siendo más leales
a un hombre muerto que los israelitas a un Dios vivo. El Sermón del Monte
(Mt 5 al 7). Ahí el Señor nos da la enseñanza de cómo ser y hacer.
La palabra lealtad despierta un fuerte sentimiento de pertenencia y solidaridad.
Con ella viene la idea de fidelidad de todo corazón, junto con una entrega y un
compromiso incondicionales. En la Biblia, el concepto de lealtad es exclusivamente
de tipo relacional. Significa que todo nuestro ser está completamente comprometido
con alguien (Josué 24:15 Yo y mi casa serviremos a Jehová). Esta lealtad se expresa
tanto en el ámbito divino como en el humano, tal y como aparece en los dos primeros
mandamientos: "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda
tu mente y con todas tus fuerzas", y "Ama a tu prójimo como a ti mismo" (Marcos
12:29-31; Juan 15:13; 1 Juan 3:16).
Dios ha establecido la lealtad como base de Su relación de pacto con Su pueblo:
"Conoce, pues, que el Señor tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la
misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones"
(Deuteronomio 7:9). A través de Su pacto, el pueblo de Dios tiene la seguridad de Su
amor eterno, del cual ningún creyente puede separarse jamás (Romanos 8:35-39 ¿Quien
nos separará de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o
desnudez, o peligro, o espada?). Dios promete Su lealtad y compromiso con nosotros.
Aunque los pactos de Dios con el hombre son unilaterales, pues promete cumplirlos por
sí mismo, también hay una llamada a la lealtad por parte del hombre. Porque Dios
dejó en claro que "si llegares a olvidarte del Señor tu Dios y anduvieres en pos de
dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros,
que de cierto pereceréis" (Deuteronomio 8:19). Los que resultan ser desleales son los
que demuestran que no le pertenecen (1 Juan 3:24). Pero en cuanto a los creyentes,
tenemos la promesa de que "si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse
a sí mismo" (2 Timoteo 2:13).
Ahora bien, la
2. Lealtad requiere la persuasión: Jonadab les dejó sus principios, éstos se
pasaron persuasivamente de padres a hijos. Es en el entorno familiar que la
lealtad de los estándares aparece o desaparece. En medio del pueblo de Dios no
había lealtad a los principios divinos.
Se nos ha instruido para que Mateo 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí
yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

La lealtad de los verdaderos creyentes se demuestra en el compromiso con Jesús y Su


evangelio (Marcos 8:35; Romanos 1:16 -No me avergüenzo del evangelio). Es el
reconocimiento de que Jesucristo es nuestra única autoridad y fuente de salvación
(Mateo 28:18; Juan 14:6). Tal devoción y compromiso debe reflejar la actitud del
apóstol Pedro, quien dijo: "si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si
alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios
glorificado por Jesucristo" (1 Pedro 4:11).
Algo mas,
3. Lealtad puede ser costosa: Los recabitas fueron llamados por Jeremías para ir
al templo para ser juzgados ante los líderes religiosos de la casa de Dios.
Como discípulos de Jesús, demostramos nuestra lealtad y sacrificio al obedecer Su
mandamiento: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su
cruz, y sígame" (Marcos 8:34). Pero aun cuando no somos completamente leales y fieles
a Él, tenemos la seguridad de que Él permanecerá leal con nosotros: "Y he aquí yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo"
El camino del cristianismo está regado con la sangre de los mártires.
Para seguir las instrucciones de Dios necesitamos ser leales a Cristo, para lo cual
debemos reconocer sus enseñanzas y persistir en ellas practicándolas, aunque a
veces se difícil.

II. Para seguir instrucciones es necesario que perseveremos en ellas.– Jeremías 35:2, 5-
7
Jer 35:2 Vé a casa de los recabitas y habla con ellos, e introdúcelos en la casa de
Jehová, en uno de los aposentos, y dales a beber vino.
(Jer 35:5 Y puse delante de los hijos de la familia de los recabitas tazas y copas llenas
de vino, y les dije: Bebed vino. Jer 35:6 Mas ellos dijeron: No beberemos vino; porque
Jonadab hijo de Recab nuestro padre nos ordenó diciendo: No beberéis jamás vino
vosotros ni vuestros hijos.
Podemos pensar que somos persistentes en lo que hacemos,
La obstinación o terquedad lleva a posturas rígidas e inflexibles, mientras que la
perseverancia se basa en la convicción de que algo es correcto sustentado en
resultados positivos. La terquedad está fundamentada en un sentimiento y la
perseverancia en argumentos. La terquedad lleva poco a poco a la sordera y ceguera
de la razón, incluso a la obsesión, pues aunque hay un propósito definido, a este le
falta resultados positivos.
Los recabitas fueron instruidos por Jonadab para:
No beber vino, que promueve la disensión, la inmoralidad y divisiones.
No edificar casas, por lo que era más fácil de escapar cuando venían invasores.
No plantar en el campo para no estar unidos a los bienes materiales.

El profeta Jeremías preparó copas llenas de vino y ordenó a los recabitas a beber
en el templo delante de los líderes religiosos infieles. No era propósito de Jeremías
enseñar a la gente a beber vino, pero contrastar la obediencia de los recabitas con la de
los israelitas que no obedecían a su Dios.

A fin de que tenga resultados eternos,


1. La perseverancia debe estar basada en la Palabra de Dios y no en las
emociones: La verdadera religión no se basa en la emoción, sino en el
conocimiento racional de Dios y Su Palabra. Mateo 13:18 Parábola del
Sembrador: La que cayó al lado del camino, la que cayó sobre la roca, la
que cayó en espino y la que cayó en buena tierra. Esta última no se basa en
emociones.
Caen junto al camino: escuchan el mensaje pero como no lo entienden, pero
tampoco se esfuerzan y lo olvidan.(que palabrería es esta?)
Las que cayeron entre piedras: oyen el mensaje y lo aceptan rápidamente y con
gran alegría, pero como no entienden muy bien el mensaje, su alegría dura muy poco.
Cuando tienen problemas, o los maltratan por ser obedientes a Dios, enseguida se
olvidan del mensaje. (Que bonito, pero no)
Las que cayeron entre los espinos: oyen el mensaje, pero no dejan que el mensaje
cambie sus vidas. Sólo piensan en lo que necesitan y en cómo hacerse ricos. (Esto no es
para mi, tengo otros planes)
Las que cayeron en buena tierra: oyen el mensaje y lo entienden. Éstos sí
cambian sus vidas y hacen lo bueno.

Tratándose de instrucciones, no podemos decir, siento que no está bien, o lo haré


cuando sienta que deba hacerlo.

2. La perseverancia sólo hay cuando uno está convencido de lo que cree: El


pueblo de Dios muy a menudo tiene vergüenza de ser lo que dice ser. El pueblo
de Dios profesa una cosa y vive otra. Las instrucciones dadas a los recabitas no
eran populares, pero ellos estaban convencidos de ellas.

Oseas 4:6 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.


1Jn 5:10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; (y el que
NO, NO) el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el
testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.

Los recabitas eran convictos y perseverantes en lo que un hombre los enseñó.

3. La perseverancia es mantenerse firme, aun cuando todo es opuesto: Los


recabitas buscaron refugio en Jerusalén, si se oponían a la solicitud de Jeremías
estaban en riesgo de ser expulsados (v. 11). Sin embargo, perseveraron ante esta
prueba; y, el pueblo de Dios a menudo no tenía razones para desobedecer a Dios
y descaradamente le desobedecía.

Los cristianos coptos asesinados por musulmanes en Egipto, porque se les quiso
obligar a renunciar a su fe y se negaron.

El gobernador aconsejó a Policarpo que tuviese piedad de sí mismo por razón de


su edad avanzada, y que negase su fe en Cristo de una vez por medio de un juramento
en el nombre del emperador. Policarpo le contestó: —He servido a mi Señor Jesucristo
durante 86 años y nunca me ha causado daño alguno el mismo. ¿Cómo puedo negar a
mi Rey, que hasta el momento me ha guardado de todo mal, y además me ha sido fiel en
redimirme?

Perseveraremos en hacer la voluntad de Dios siempre, a pesar de cualquier


circunstancia.

III. Para seguir instrucciones es necesario que seamos fieles a quien las ordena. –
Jeremías 35:8-10
(Jer 35:8 Y nosotros hemos obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab hijo de
Recab en todas las cosas que nos mandó, de no beber vino en todos nuestros días, ni
nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos ni nuestras hijas; Jer 35:9 y de no
edificar casas para nuestra morada, y de no tener viña, ni heredad, ni sementera. Jer
35:10 Moramos, pues, en tiendas, y hemos obedecido y hecho conforme a todas las
cosas que nos mandó Jonadab nuestro padre.)
La fidelidad es un compromiso moral que se acepta con conocimiento de causa, es
decir, es un compromiso que se puede o no rehusar; implica someterse al cumplimiento
de la promesa, y se basa en la confianza.
Ser fiel es ser confiable, firme e incondicional. Las Escrituras en general hablan de la
fidelidad de Dios. Cuando Dios dice que hará algo, lo hace. Cuando dice que algo va a
ocurrir, ocurre. Esto es verdad para el pasado, el presente y el futuro. Si no fuera así, si
Dios fuera infiel al menos una vez, no sería Dios y no podríamos confiar en ninguna de
sus promesas. No obstante, así es: "No ha dejado de cumplir ni una sola de las
promesas que nos dio" (1 Reyes 8:56).
Cuando una persona camina consistentemente con Dios, en servicio humilde a Él,
él o ella puede ser llamado "fiel".
Algunos de los nombres incluidos en esta "lista de fieles" no son tan conocidos para
mucha gente. No se sabe mucho de Tíquico o Epafras, por ejemplo. Pero la fidelidad,
incluso en los pequeños detalles, es conocida por Dios y recompensada al final (Lucas
19:17).
La lealtad y la perseverancia son la base de la fidelidad.(Es decir, el reconocimiento
de los principios y la decisión de aceptarlos y seguirlos persistentemente) Los recabitas
triunfaron en la prueba (porque fueron leales al mandato de su padre, y lo cumplieron
por 300 años) y avergonzaron al pueblo de Dios con su lealtad y perseverancia en los
mandamientos de Jonadab.
El tema de la fidelidad está relacionado con el pacto. Dios es fiel porque mantiene
las promesas del pacto. El hombre es fiel porque vive de acuerdo a las
estipulaciones del pacto.
En la Palabra se dice que el amor y la justicia, la «fidelidad» y la «lealtad» de Dios
forman parte de su ser; son inherentes a su divinidad. Por ello se puede afirmar que la
«fidelidad» forma parte del mundo conceptual del pacto, es el soberano del Pacto, no
hay que dudar de su compromiso y solidaridad permanentes hacia el pueblo del pacto.
La seguridad de la inquebrantabilidad de la alianza descansa sobre la certeza de que
Dios es fiel. En muchos pasajes se afirma la fidelidad de Dios, porque Él cumple sus
promesas (Dt 7:9; Sal 145:13; 146:6). En 1 Corintios 1:9 se habla de la fidelidad de
Dios como fundamento y certeza de la firmeza de los cristianos de la iglesia de Corinto.
(1Co 1:9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo
Jesucristo nuestro Señor.) Dios se compromete a mantener firme a su pueblo en el
camino de las vicisitudes. Por ello, Dios es descrito como protector, escudo y fortaleza
(Dt 32:4; Sal 91:4; 2 Ts 3:3). Y es en este sentido que se entiende la fidelidad de Dios
al protegernos en medio de las tentaciones: el Señor no nos permite ser tentados más
allá de nuestras propias capacidades (1 Co 10:13). La certeza de la fidelidad de Dios al
prometer su protección y presencia se muestra también en el saludo cotidiano (2 S
15:20).
Hombre
Lo afirmado anteriormente, respecto de Dios, incide directamente en este punto: solo
unido y comprometido con Dios es que el hombre puede ser fiel, fidedigno, confiable y
estar firme. Por ello, un elemento indiscutible de la espiritualidad es la fidelidad y la
posibilidad de ser digno de confianza. El hombre es fiel porque obedece la voluntad de
Dios (1 Sa 2:35 yo pondré en mi santuario a un sacerdote fiel, que hará todo como a mí
me gusta.; Sal 78:8). En el contexto del pacto, la afirmación anterior se vuelve más
radical: estar comprometido en un pacto con Dios significa ya no solo un actuar, sino un
ser. La Biblia habla de una clase de personas a quienes califica como «los fieles» (Sal
12:1; 18:25; Ef 1:1; Col 1:2; a Jerusalén se le colocará el título de «Ciudad fiel» Is
1:26).
En la Biblia se habla de la fidelidad en el contexto del cumplimiento de las exigencias
vocacionales. A Moisés, David y los zadoquitas, se les llama «siervos fieles», porque
cumplieron a cabalidad lo que se les llamó a hacer.
Debemos aprender que lealtad y perseverancia están antes que la fidelidad.
1. Fidelidad sólo existe cuando uno tiene oportunidad de ser infiel: Sin el libre
albedrío no hay fidelidad. Dios nos deja libre para elegir, así desarrollamos nuestro
carácter.

2.- Fidelidad es una cuestión de decisión lógica: El que depende de la emoción es


inestable. Para ser firme y convencido uno debe desarrollar la convicción por la decisión
racional. Los recabitas decidieron ser fieles y así fueron. Ellos dieron la razón de su
decisión (v. 6 porque nuestro padre nos lo ordenó).

3.- Fidelidad nos da firmeza, la infidelidad nos hace flojos: Los infieles andan de
acuerdo con las circunstancias, los fieles de acuerdo a sus creencias. Son veletas, lo que
alguien les dice por allá, eso hacen. Luego viene otro y les dice otra cosa y la hacen.
No hay constancia en ellos. Nunca firmeza.(inconstantes, de doble ánimo)

El compromiso, lealtad, perseverancia, firmeza, fidelidad de los Recabitas fue


tan grato al Señor que los premio diciendo que nunca faltaría alguien de ellos en la
presencia de Dios (V.19)
Para recobrar el sentido de fidelidad y confiabilidad, es necesario rescatar el sentido de
pertenencia mutua, de solidaridad, de alianza. La velocidad con la que el mundo
contemporáneo cambia exige un sentido de firmeza y estabilidad que solo se puede
obtener de nuestra relación berítica (de la palabra hebrea berit, que significa
pacto) con Dios. Nuestras lealtades y compromisos políticos, culturales, financieros,
ideológicos, morales y religiosos, deben subordinarse y, dado el caso, perderse frente la
fidelidad exigida por el Señor. Por ello la Biblia coloca el tema de la idolatría en el
centro de la discusión de la lealtad. Dios exige lealtad absoluta; no se permiten
fidelidades divididas (Dt 6:4–5). Solo «amarrados» en los brazos seguros de Dios es que
podemos mantenernos libres de caer en la desesperanza y el cinismo. No hay otra fuerza
que pueda sostenernos; si nos soltamos de las manos de Dios, caemos a la muerte.
CONCLUSIÓN:
1. Fidelidad en cualquier situación es posible solamente a través del temor reverente y la
confianza en Dios.
(Jeremías 35:13 Vé y di a los varones de Judá, y a los moradores de Jerusalén: ¿No
aprenderéis a obedecer mis palabras? dice Jehová.).
2. Fidelidad en cualquier situación es lo que un Dios amoroso y fiel espera de aquellos
que se comprometen con Él (Jeremías 35:14-16)
14 Jonadab les ordenó que no bebieran vino, y hasta el día de hoy siguen obedeciendo
esa orden. Ustedes, en cambio, no me hacen caso, aun cuando una y otra vez les he
pedido que me obedezcan. 15 Siempre les he mandado a mis profetas, para decirles que
dejen de hacer lo malo y no adoren a otros dioses. Les he pedido que me obedezcan,
para que puedan vivir en la tierra que les prometí a ustedes y a sus antepasados. Sin
embargo, ustedes insisten en desobedecerme. 16 Los descendientes de Jonadab siempre
han obedecido la orden de su antepasado; en cambio, ustedes nunca han sido
obedientes.
3. Fidelidad en cualquier situación recibe la aprobación y la bendición de Dios, mientras
que la infidelidad trae maldición (Jeremías 35:17-19)
Jer 35:17 Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí
traeré yo sobre Judá y sobre todos los moradores de Jerusalén todo el mal que contra
ellos he hablado; porque les hablé, y no oyeron; los llamé, y no han respondido.
Jer 35:18 Y dijo Jeremías a la familia de los recabitas: Así ha dicho Jehová de los
ejércitos, Dios de Israel: Por cuanto obedecisteis al mandamiento de Jonadab vuestro
padre, y guardasteis todos sus mandamientos, e hicisteis conforme a todas las cosas
que os mandó; Jer 35:19 por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel:
No faltará de Jonadab hijo de Recab un varón que esté en mi presencia todos los
días.

También podría gustarte