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A fines del siglo IV comienza el principio del fin para el Imperio romano, tras la invasión de
Italia por el visigodo Alarico y el saqueo de Roma por Geiseirco, rey de los vándalos, las
incursiones de pueblos bárbaros se hicieron cada vez más frecuentes y cruentas, y sus
consecuencias cada vez más negativas para el poder de Roma; poco a poco estos pueblos irán
conquistando territorios e instalándose en ellos de manera permanente, creando sus propios
estados nacionales.
Es la Edad Media un periodo histórico muy distinto a la del Imperio Romano. Es la "época
oscura" para la humanidad y la cultura en general. La cultura desaparece de las ciudades y se
refugia en los monasterios, en muchos casos aislados de ella. Todo lo relacionado con la
fabricación de libros, tiene lugar entre sus muros: Fabricación del papel, escritura,
miniaturización, encuadernación... Se adopta el Latín como idioma del Cristianismo (no hay
que olvidar la importancia que esta religión al contrario que otras, dio al libro, como
transmisor de la palabras sagradas) unido todo ello por la escritura uncial, tipo de escritura en
el que todo el texto se escribía en letras mayúsculas y que ue de uso común entre los siglos III
y VII, principalmente por los escribas latinos y griegos. En los scriptorium (lugar para escribir)
de los montasterios los copistas trabajaban en la redacción de los diferentes textos sagrados;
mientras que más capacitados o mejor dotados para ello los ilustraban e iluminaban; así la
uncial, se convertirá en la escritura románica por excelencia, convirtiéndose gracias a la pureza
y robustez de sus líneas, la suavidad y redondez de sus formas, en una perfecta integración con
el contexto artístico del momento.
El papel y el pergamino:
No hay noticias de cómo se elaboraba el pergamino en la época clásica, pero sin duda, no pudo
ser muy distinto a los métodos usados en la Edad Media. Su fabricación tenía lugar en los
montasterios, mientras que ya en la Baja Edad Media, a partir del siglo XIII, su fabricación se
secularizó y comenzaron apareciendo gremios de pergamineros en las principales ciudades.
Junto al pergamino, nos encontramos la vitela, variedad más fina y lujosa del pergamino que
procedía de animales jóvenes o muertos al nacer.
En cuanto al papel, fue introducido en Europa por los árabes quienes lo aprendieron de los
chinos a mediados del siglo VIII. Su uso en la Edad Media, queda relevado a los últimos siglos,
fundamentalmente XIII y XIV cuando la demanda de libros empezó a aumentar. El primitivo
papel era una pasta resultante de la trituración o multuración de trapos de lino y cuerdas de
cáñamo, que por presión se reducían a delgadas láminas y eran secados posteriormente.
Instrumentos de escritura:
Así, poco a poco a partir de la 'escritura nueva romana', empezaron a darse escrituras que se
denominaron "nacionales", como la longobarda, la merovingia, la visigótica, etc. Esta
denominación de "nacionales" no parece muy acertada, así que hoy en dia se suelen conocer
como "precarolinas"
La Visigótica o mozárabe, aparece en la península ibeŕica durante los siglos VIII al XII. Fue una
época de intensa actividad cultural por lo que aparece en numerosos objetos visigóticos. La
llegada de los árabes le dió unas características peculiares contribuyendo a la formación de la
letra.
La escritura Benvetana apareció en el sur de italia, nombre que proviene del ducado de
Benavente. Su trazado es limpio y elegante y se aplicó tanto a códices como a documentos
públicos y particulares.
Carlomagno, en el alba del siglo IX, representa en la Historia el intento de revivir en Europa la
unidad del Imperio Romano, de hacer un nuevo imperio en Occidente. Esta romanización tiene
su traducción en el campo gráfico con un renacimiento, con todas las connotaciones de la
palabra, intencionado, de la escritura de Roma: la escritura carolina, la escritura nueva del
imperio antiguo en el nuevo imperio nace para devolver a Europa la unidad gráfica que había
perdido con las escrituras nacionales.
Surgida en los últimos decenios del siglo VIII, la escritura carolingia sustituyó a las minúsculas
en los países francos, la Italia septrentional y
central, en Alemania y en Suiza difundiéndose
posteriormente a Inglaterra y en el siglo XII a
España. Primero sustituyó a la precarolingia en los
pirineos y lentamente al resto de la península.
Curiosamente, en los siglos X y XI que marcan el
apogeo de esta letra, no se realizó en la península -
al menos que se conozca- ningún manuscrito con
esta letra.
Los documentos evolucionan hasta los comienzos de IX con escritos por completo de la
escritura carolina hasta el siglo XII que es desplazada por la gótica. A pesar de ello, la escritura
carolingia después parecía tan clásica a los humanistas del principio del Renacimiento que
tomaron esos manuscritos carolingios como los romanos originales y modelaron su letra
renacentista sobre la carolingia, y así pasó a los impresores de libros de Siglo XV, como Aldus
Manutius de Venecia. De este modo, la minúscula carolingia es la base de nuestras tipografías
modernas.
Si en la Alta Edad Media el libro era casi un objeto sagrado, durante la Baja Edad Media se
convertirá en una materia de trabajo de los estudiantes. A la sombra de estas escuelas y
universidades surgieron numerosas librerías y bibliotecas. A causa de la creciente e imparable
demanda de libros, al lado de los talleres de copias se establecieron talleres similares para
seglares en los centros universitarios. Estos escritores o
copistas, fueron, con toda seguridad también calígrafos
que con el tiempo y por méritos propios volvieron a
merecer el título de letrados. Debido a las necesidades de
los nuevos soportes empleados, hubo que hacer
modificaciones en el tipo de letra empleada, haciéndola un
poco más comprimida que la Carolingia, la cual recibiría el
nombre de gótica debido a su forma estilizada, aguda y
calada evocando los arcos y bóvedas ojivales de las
construcciones góticas de la época.
La escritura gótica:
El ciclo gráfico gótico no supone una ruptura con el alfabeto Carolino. Trátase más bien de una
serie de tendencias - también procedentes de Francia - que, gradualmente, transforman los
signos alfabéticos proporcionando un nuevo aspecto de escritura. Son típicos de este nuevo
estilo el fuerte contraste entre los rasgos gruesos y los finos que provoca un aspecto anguloso
de las letras; las líneas de alzada y caída de las letras que se salen notablemente de la línea de
escritura o el gusto por inclinar la letra hacia la izquierda.
Hubo numerosas variantes, casi tantas como scriptoriums. Hay muy diversas clasificaciones
según los distintos estilos de esta escritura. Una de ellas, la divide en Textualis, Rotunda,
Schwabacher y Fraktur.
Escritura Semiuncial Escritura Precarolinas Escritura Carolina o Carolingia Escritura gótica Instrumentos
es
Idioma
Minúscula Latín Papel
Cursiva Minúscula Escolástica/monacal
va era Siglo XII
forma
Libros
Evolucionando Confusa Llena de Trapos
Clara Redondeada Transformación
ligaduras de lino
adquiere Transmisor Pergamino
en Vitela
Propios uniforme Legible
estilos Carolina Gótica Laminas
tardía Palabras
temprana
sagradas
Fina/lujosa