Ejercicio Articulador N°1 1

Ejercicio Articulador N°1 – Ensayo Argumentativo

Luifer Andrés Diaz Pedraza

Docente

Sandra Marcela Durán Rojas

Universidad Santo Tomás, Bucaramanga

Ingeniería Civil

Liderazgo y Comunicación

2022
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Ejercicio Articulador N°1 – Ensayo Argumentativo

El reconocimiento de los valores personales trae consigo múltiples beneficios en nuestra vida

como ganar claridad y atención, tomar decisiones correctamente y actuar, vivir con integridad y saber a

qué dedicar nuestro tiempo considerándolo como nuestro recurso más preciado. Cabe destacar qué los

valores son una de las causas que nos hacen únicos y diferentes a otras personas, también suelen ser

bastante estables, pero no inamovibles para siempre. A medida que se avanza en la vida, los valores

pueden cambiar de acuerdo con situaciones o circunstancias donde la persona se vea forzada a cambiar

ciertos aspectos de su personalidad.

Los seres humanos nos caracterizamos por imitar o copiar las actitudes y las diferentes

actividades que realizan otras personas durante la época de nuestra niñez, normalmente se tiene como

ejemplo a algún miembro de la familia o a los padres. Teniendo esto en cuenta, a todos nos han

enseñado acerca de los valores, su importancia y el impacto que puede tener en nuestro entorno. Los

valores son las diferentes cualidades o virtudes que caracterizan a una persona, se distinguen por ser

positivos y trascendentes en la formación de los seres humanos. Por otro lado, los valores tienen ciertos

tipos dependiendo del entorno en que una persona se encuentre. En primer lugar, están los valores

culturales, que hace referencia a las creencias y costumbres de las personas, por ejemplo, la fe, la

esperanza, etc. En segundo lugar, están los valores sociales que se caracterizan por ayudar a que una

población se pueda relacionar entre sí, como el respeto, el amor y la tolerancia. También, existen

valores éticos y morales que se refieren a las conductas y las normas de cada individuo, como la

solidaridad, la justicia y la amistad. Finalmente, están los valores familiares, religiosos y personales que

son los que cada ser humano va formando desde su niñez y a lo largo de su vida, que hacen que cada

persona sea única y tenga su propia esencia.

Siguiendo con lo mencionado anteriormente, en mi diario vivir llevo conmigo ciertos valores los

cuales han sido inculcados por mis padres desde pequeño y los otros los he ido adquiriendo,
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entendiendo y perfeccionando a medida que pasa el tiempo y las diferentes situaciones que he

experimentado en mi vida. Teniendo esto en cuenta, el primer valor importante en mi vida es la fe,

porque además de ser un valor religioso, es un valor que acompaña mis ideales y me da la confianza de

realizar ciertas cosas. Según el profesor José Vargas Ponce, en la siguiente frase “…Es una fuente de

disciplina, poder y sentido en la vida de los fieles de cualquier creencia religiosa. Es una fuerza potente

en la experiencia humana. Contribuye a dar forma y contenido a los ideales que guían las aspiraciones

que abrigamos en la vida, orienta el pensamiento y las acciones y afecta el modo en que nos

conducimos ante los demás”, en este enunciado evidencia aspectos muy importantes del valor de la fe,

el cual no es solo tomado por la parte religiosa y la creencia en un Dios, objeto o cualquiera otra cosa,

sino también como una estimulación o aspiración a realizar ciertas cosas y que estas se puedan lograr

aplicando ese valor, siempre me baso en que todo es posible, con esfuerzo, confianza y entrega en Dios.

En segundo lugar, la autonomía ha jugado un papel trascendental en mi vida, a la hora de tomar

decisiones sin necesidad de dejar influenciarme por otras personas, además de tener la capacidad de

discernir que es lo correcto en el momento. La autonomía ha tenido dos aspectos fundamentales, el

valor personal de actuar en cuestiones relativas a mi mismo, y la autonomía moral de distinguir lo que

está bien de lo que está mal, o lo que es justo de lo injusto. La adquirí gracias a mi padre, me enseñó que

debía forjar mi propio camino, identificando que aspectos creía convenientes en cambiar o mantener, y

me dio cierta libertad de elegir decisiones importantes en mi vida, como la de que carrera estudiar. El

liderazgo también es algo en lo que me he podido desenvolver, en ciertas situaciones me ha gustado

llevar las riendas de un grupo o incluso de mi familia, sé escuchar a las demás personas, apoyarlas y

tener el sentido común de decidir la mejor opción para todos, sin dejar el punto de vista de alguien

excluido. Me gusta tomar la voz de personas que se puedan sentir reprimidas, me gusta expresarme sin

temor a lo que me reprochen y especialmente llevar a cabo los planes a seguir para el éxito de todos. El

liderazgo lo he aplicado con mis compañeros de fútbol, junto a mis primos, mis hermanos y en la
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universidad cuando me desenvuelvo en cierto tema mejor que los demás. Por último, el valor de la

resiliencia ha sido la capacidad de adaptarme a situaciones adversas mirando siempre el lado positivo.

Además, he podido superar ciertas experiencias que han generado algún tipo de trauma o impacto

negativo en mí. Descrito en pocas palabras como la fortaleza ¿para afrontar desafíos, y no sólo

psicológica sino también físicamente. La aprendí un poco de mi abuela, fue quien me apoyó cuando mis

padres se separaron cuando aún era muy niño, también estuvo conmigo durante mi lesión que me dejó

sin jugar fútbol un largo tiempo.

En este momento de mi vida considero que debo aplicar de mayor manera ciertos valores que algunas

veces dejo a un lado tales como la autoaceptación, también ligada con la autoestima, algunas veces no

me siento conforme conmigo mismo, con mis capacidades y no reconozco la posibilidad de que también

pueda cometer errores, me falta implementar el “No todo es perfecto” o “Lo único perfecto es Dios” en

mi vida. También dejo de lado muchas veces el valor tan importante como es el amor, no suelo ser tan

afectivo o demostrar con gran intensidad mis sentimientos, pienso que a algunas personas cercanas a mí

no les he podido demostrar la manera en que realmente los amo, con acciones o palabras. Debo tratar

de querer más a mis familiares y amigos, aunque amar no sólo lleva consigo el querer fuertemente, sino

que también incluye el respeto, el apoyo incondicional y la admiración hacia la otra persona. Por último,

debería mejorar mi responsabilidad en distintos ámbitos, responsabilidad educativa, familiar, afectiva y

en el hogar. Me he perdido en ciertas ocasiones en el vacío de la pereza, la impuntualidad y el deseo de

procrastinar tareas y obligaciones que debería realizar en dada ocasión. La responsabilidad lleva al éxito

y al cumplimiento de los objetivos que puedan ser propuestos, si realmente anhelo ser una persona

profesional y sentirme realizado, debo ajustar ciertos malos comportamientos que me impidan ser una

persona totalmente responsable, dejar a un lado el tiempo de ocio en cosas que no sean productivas e

invertir mi tiempo en cosas que me enseñen, me inspiren y me motiven a seguir aprendiendo y

creciendo como persona. Este ensayo no se quedará en simples y efímeras letras, desde hoy he hecho
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una profunda reflexión y trataré de conservar todos aquellos valores que me han permitido salir

adelante e implementar los que considero ausentes en mi vida.