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SELIJOT

MES DE LA
MISERICORDIA.

DÍA 2.
Oración matutina- Selijot.

Día 2- Segundo día de la semana.

ELOHAY. Dios mío en ti me cobijo, líbrame de mis perseguidores y


sálvame, que no me atrapen como leones y me desgarren sin remedio.
Adonay, Elohay: si soy culpable, se hay crímenes en mis manos, si he
causado daño a mi amigo, si he protegido a un opresor injusto, que el
enemigo me persiga y me alcance, que me pisotee en la tierra,
apretando mi vientre contra el polvo. Levántate, oh eterno, con tu ira,
álzate contra el furor de mis adversarios, acude Dios mío, a defenderme
en el juicio que has convocado. Escucha la voz de mi defensor (Yeshúa
Hamelej) al que tu mismo has levantado para defender mi causa y que
sus palabras sobrepasen la voz de los que me acusan.
Cuando te rodee la asamblea de las naciones, pon tu asiento en lo más
alto de ella, pues tu eres Elohim, el rey y juez de los pueblos. Júzgame,
Adonay, con misericordia, por la inocencia de tu siervo justo, haciendo
desaparecer mi maldad, como un viento que se aleja y estableciendo un
buen decreto para mi alma.
Pues tu te complaces en la misericordia tu juicio me será favorable, tu
que sondeas el corazón y las entrañas y los riñones, tu Tzadik Hashem,
me acogerás con la gracia de tu ungido, quien aboga ante ti por mi
causa. Por eso mi alma puede decir confiadamente:
Mi escudo es Hashem, que salva a los rectos de corazón.

Hashem es un juez justo, Él es fuego que consume, si no se convierten,


afilará su espada, tensará el arco y apuntará. Apunta sus armas
mortíferas, prepara sus flechas incendiarias, más estas no me
alcanzarán, porque el escudo de la justicia de tu amado me protege.
Los méritos del que esta sentado a tu diestra me
acompañan siempre.

TODAH. Gracias yo daré al Eterno por su justicia, exaltando con


loores el nombre del Eloah altísimo, invocaré su Nombre y El me
escuchará desde su morada de kedushá pues los méritos de mi redentor
han hablado mas alto que mis transgresiones y sus clamores han hecho
callar a los que me acusaban.
KI. Cuando mi alma enferma y sin esperanza gritaba: “¿Hasta cuándo
Hashem, seguirás olvidándome? ¿Hasta cuándo me esconderás tu
rostro? ¿Hasta cuándo he de estar preocupado, con el corazón apenado
todo el día? ¿Hasta cuándo va a triunfar mi enemigo?” Escuché un
shofar en la montaña, oí la buena noticia del redentor que vino a Tzión
a favor de los que se arrepienten de sus pecados intencionales y levanté
mis ojos a ti, y por él, tu perdonaste la maldad de mi pecado. Atiende
pues, y respóndeme, Adonay, Elohay; da luz a mis ojos para que no
duerma en la muerte, para que no diga mi enemigo: “le tengo en mi
mano”, alegra mi corazón con tu auxilio, y cantaré al Eterno por el bien
que me ha hecho. Sí, bendeciré tu nombre por tus bondades, levantaré
mis manos como ofrenda de incienso porque me has socorrido y
consolado (selah).
Antes de conocerte por el alma de tu ungido, día y noche gritaba:
Elohay, Elohay ¿Por qué me has abandonado? A pesar de mis gritos, mi
oración no te alcanza. Dios mío de día te grito, y no me respondes; de
noche y no me haces caso; aunque tu habitas en el santuario, esperanza
de Israel. En ti confiaban nuestros padres; confiaban, y los ponían a
salvo; a ti gritaban y quedaban libres; en ti confiaban y no los
defraudaste. Mas ahora se que tu eres quien me saco del vientre, me
tenías confiado en los pechos de mi madre; desde el seno pase a tus
manos, desde el vientre materno tu eres mi Eloah. Ya no estas lejos
como antes, aunque el peligro aceche y aunque nadie me socorra, tu
estas como poderoso gigante, no temeré, si no me alegraré pues tu
Nombre es mi esperanza y bajo tus alas me amparare siempre, hasta
que pasen los quebrantos. Aunque me acorralen como novillo, y los
fuertes toros de basan me amenacen, aunque abran sus fauces contra
mí leones hambrientos y me persigan rugiendo, yo estaré confiado,
pues tu salvación me has otorgado y tu báculo has extendido sobre mí
para reconocerme a tu gracia y concederme seguridad y audiencia en la
morada sagrada.
Hashem, aunque en ocasiones me siento como un agua que ha sido
derramada, como si mis huesos se hubiesen descoyuntado como si mi
corazón se volviera como cera calentada, derritiéndose también mis
entrañas. Sí, Hashem, hay veces que siento mi garganta seca como un
desierto sin agua, mi lengua pegada a mi paladar sin esperanza, miro y
pareciera que el sheol abriera sus puertas para succionarme,
envolviéndome con el polvo de una muerte cercana.
OR. La luz de tu ungido, más de pronto la vi brillar. Las huellas en sus
manos y su herida en su costado me trajeron esperanza, por él curaste
mi llaga, pusiste sobre sus hombros mis culpas y transferiste a mi alma
su justicia eterna de kedushá. Del mal decreto en el día del juicio me
libraste y me vestiste con lino fino, blanco y puro, como el día cuando
los kohanim (sacerdotes) entraban a tu santuario rodeado de la nube
de gloria que coronaban sus jornadas.
Por tanto, aunque me arrinconen jaurías de mastines, y me cerquen
bandas de malhechores para devorar mis carnes y destruirme para
siempre, yo estaré confiado pues tu eres mi esperanza y la roca segura
de mi salvación. Tu eres mi refugio, ya no te quedas lejos, como antes,
si no vienes corriendo para ayudarme, librándome de la espada,
salvándome de las fauces del león, de los cuernos del búfalo que
amenazaban.
Por tanto, contaré tus prodigios a mis hermanos, en medio de la
asamblea te alabaré. Pronunciaré tu nombre, levantare mis manos y te
bendeciré por siempre y para siempre y tendré un juicio favorable pues
tu gracia me ha rodeado y la justicia de tu ungido aceptaste como
ofrenda por mis pecados. Bendito es el Eterno que ha librado mi alma
de la muerte y me ha rodeado de su salvación.
ELOHAY. Dios mío, mira mi corazón y escudríñalo y ve en mi si hay
camino de perversidad y guíame por el camino de la torá. Que tenga
un año bendecido por la gracia de tu ungido y que sea sustentado con
lo mejor del trigo, del mosto y del aceite sin necesidad de recibir las
migajas de los hombres, más permite que sea sostenido por tu generosa
mano que trae bendición eterna y no añade tristeza.
Decir con especial concentración:
Yo estaré en paz, mi casa estará en paz y todo lo que
tengo estará en paz.

Al juicio seré llamado y del juicio saldré libre, con vestiduras blancas
entonare salmos a mi Eloah, al rey bondadoso y Kadosh, pues has
puestos en mis manos piedritas blancas, resplandecientes como perlas
de gran precio, bañadas por el sol de la justicia y la gracia del que fue
menospreciado y no lo estimamos.
Bendito eres tú hashem, rey del universo, que sostienes y guardas a tu
pueblo Israel y muestras tu misericordia hasta mil generaciones. Amen.
¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del
remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se
deleita en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros;
sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos
nuestros pecados. Cumplirás la verdad a Jacob, y a Abraham la
misericordia, que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos. En
mi angustia llamé al Señor; él me escuchó y me dio libertad. El Señor
está conmigo; no tengo miedo. ¿Qué me puede hacer el hombre? [e] El
Señor está conmigo; él me ayuda. ¡He de ver derrotados a los que me
odian! Es mejor confiar en el Señor que confiar en el hombre. Es mejor
confiar en el Señor que confiar en grandes hombres.
MIDOT RAJAMIN- ATRIBUTOS DE MISERICORDIA.
A considerar:
✓ Los trece atributos de misericordia, escritos en el libro de Shemot
(éxodo) 34:6-7 fue dicho por primera vez por Moisés cuando
intercedió delante de Hashem para que perdonará al pueblo por
el pecado de fabricar el becerro de oro.

✓ Se debe tener profunda concentración al recitar los trece


atributos de misericordia, teniendo en mente el significado de
cada palabra y atributo del creador. Ya que por medio de su
lectura se puede traer la gueulah completa acompañada del
Mashiaj Yeshúa. No se debe hacer ninguna interrupción hablada,
señas o gestos con las manos.

“Vayaabor Adonay al panav vayikra: Adonay, Adonay. 1) El


2) RAJUM 3) VEJANÚN 4) ÉREJ 5) APÁYIM 6) VERAJ JÉSED
7) VE’ EMET 8) NOTSER JÉSED 9) LAALAFIM 10) NOSÉ ‘AVÓN
11) VAFESHA’ 12) VEJATAÁ 13) VENAKÉ.
Y pasó Adonay delante de él, y proclamó: Adonay, Adonay: 1) DIOS
2)MISERICORDIOSO Y 3) PRODIGO EN GRACIA; 4) TARDO
PARA 5) LA IRA 6) Y ABUNDANTE EN BONDAD 7) Y VERDAD;
8) QUE PRESERVA BONDAD 9) PARA MILLARES DE
GENERACIONES 10) PERDONA LA INIQUIDAD, 11) LA
REBELION 12) Y EL ERROR, 13) Y ABSUELVE.
Luego de decir los trece atributos de misericordia se dice la siguiente
frase:
Perdona nuestras iniquidades y nuestros pecados: Y
observa la sangre que por obediencia fue derramada
en el madero.

KADISH LE MASHÍAJ.
Avinu shebashamayim yitkadash shimja tavo mimja maljuteja, yeáseh
retzoneja kaasher bashamayim gam baaretz et léjem juneku ten lanu
hayom uslaj lanu al jataenu kaasher majalenu gam anajnu lejayabenu
veal titen lanu lipol lidei nisayom ki im tzjaltzenu min hará ki lejá
hamamlaja ve- hageburah vehatiferet leolam vaed amen.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga
de ti el reino, hágase tu voluntad en la tierra como se hace en el cielo.
Danos hoy nuestro pan cotidiano y perdónanos nuestros pecados como
perdonamos a los que ha pecado contra nosotros. Y no nos dejes caer
en la tentación, más libranos del maligno. Porque tuyo es el reino, el
poder y la gloria por siempre, Amen.

Finalmente se procede a tocar el shofar o escuchar su sonido.

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