Marzo: SAN JOSÉ

TRIDUO: del 16 al 18 de marzo de 2020

 PRESENTACIÓN

En la Iglesia, San José ocupa un lugar privilegiado. El

motivo de esto radica en que José tuvo la misión dada, por
el mismo Dios, de ser el Esposo purísimo de María y el
Padre adoptivo de Jesús. Y José cumplió a cabalidad dicha
misión mostrándose siempre obediente a los mandatos
divinos. En José, solo un hubo un “sí” a Dios.

San José es, pues, un modelo para todos nosotros. De ahí

que debemos revalorizar su figura e imitar su fe viva, su
gran amor a Jesús y María; y su esperanza total en Dios.

Vivamos con gozo este triduo preparándonos para la

Solemnidad del 19 de marzo, que debe ser ocasión para
que, todos nosotros, mejoremos nuestra devoción a San
José. Acudir a este Santo Varón nos ayudará a afianzar
nuestra relación con Jesús y María. En otras palabras, a ser
eucarísticos y marianos.

Que San José nos ayude a centrar más nuestra vida en

Jesús, el Señor de la Divina Misericordia.

P. Carlos Rosell De Almeida

Párroco

[2]
 PRIMER DIA:
SAN JOSÉ, VARÓN DEL LINAJE DE DAVID

Del Evangelio según San Mateo

Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que

nació Jesús, llamado Cristo. Así que el total de las
generaciones son: desde Abraham hasta David, catorce
generaciones; desde David hasta la deportación a
Babilonia, catorce generaciones; desde la deportación a
Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.
(Mt 1,16-17)

Reflexión

San José era descendiente de David y, según la ley judía,

cuando un varón adoptaba un niño, le transmitía su linaje.
Por eso, Jesús, al ser adoptado por José, recibe el linaje
de David. La docilidad de José a los planes de Dios hizo
posible que, en Jesús, se cumplieran las profecías de que
el Mesías sería llamado Hijo de David. Aprendamos de
San José a aceptar siempre lo que Dios nos pide.

Petición

En este primer día del Triduo, pedimos a San José la

gracia de aceptar el plan que Dios tiene para nosotros.

[3]
 SEGUNDO DÍA:
SAN JOSÉ, MODELO DE VIDA INTERIOR

Del Evangelio según San Mateo

María, estaba desposada con José y, antes de empezar a

estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu
Santo. Su marido, José, como era justo y no quería
ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo
tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció
en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar
contigo a María, tu mujer, porque lo engendrado en ella es
del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por
nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus
pecados…» Despertado José del sueño, hizo como el
Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su
mujer.
(Mt 1,18-24)

Reflexión

No conocemos ninguna palabra de San José. En efecto,

los pasajes donde aparece San José lo presentan siempre
escuchando a Dios y obedeciendo el mensaje divino; pero
nunca hablando. Aprendamos de San José a dejar que
Dios nos hable, guardemos silencio interior y, de esa
manera, al igual que San José, podremos acoger
correctamente lo que Dios nos pide.

Petición

En este segundo día del triduo, pedimos a San José que

nos ayude a tener vida interior para escuchar siempre, con
atención, la Palabra de Dios.

[4]
 TERCER DÍA:
SAN JOSÉ, CUSTODIO DE JESÚS Y MARÍA

Del Evangelio según San Mateo

El Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:

«Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a
Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes
va a buscar al niño para matarle». Él se levantó, tomó de
noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo
allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el
oráculo del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a
mi hijo.
(Mt 2,13-15)

Reflexión

San José es el custodio de Jesús y María. Gracias a la

presencia de José, el varón justo, tanto Jesús como María
tuvieron la protección que necesitaban. San José nos
ayuda a custodiar a Jesús y María; es decir, a ser
verdaderos adoradores de la Eucaristía y grandes devotos
de María Santísima.

Petición

En este tercer día del triduo, pedimos a San José que nos
ayude a ser eucarísticos y marianos.

[5]
 PARA TODOS LOS DÍAS

ORACIÓN
(Todos)

¡Dios te salve, oh José, esposo de María, lleno de gracia!

Jesús y su Madre están contigo: bendito tú eres entre
todos los hombres y bendito es Jesús, el Hijo de María.
San José, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la
hora de nuestra muerte. Amén.

(Padre nuestro, Ave María y Gloria)

ORACIÓN
(Sacerdote)

Dios todopoderoso que, en los albores del nuevo

Testamento, encomendaste a San José los misterios de
nuestra salvación, haz que ahora tu Iglesia, sostenida por
la intercesión del esposo de María, lleve a su pleno
cumplimiento la obra de la salvación de los hombres. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Todos: Amén

[6]
 LETANÍAS A SAN JOSÉ
(Si se reza el 19 de marzo, se concede indulgencias)

Señor, ten misericordia de nosotros

Cristo, ten misericordia de nosotros
Señor, ten misericordia de nosotros
Cristo óyenos
Cristo escúchanos
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de
nosotros
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros
Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de
nosotros
Santa María, ruega por nosotros
San José, ruega por nosotros
Ilustre descendiente de David, ruega por nosotros
Luz de los Patriarcas, ruega por nosotros
Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros
Casto guardián de la Virgen, ruega por nosotros
Padre nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros
Celoso defensor de Cristo, ruega por nosotros
Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros
José, justísimo, ruega por nosotros
José, castísimo, ruega por nosotros
José, prudentísimo, ruega por nosotros
José, valentísimo, ruega por nosotros
José, fidelísimo, ruega por nosotros
Espejo de paciencia, ruega por nosotros
Amante de la pobreza, ruega por nosotros
Modelo de trabajadores, ruega por nosotros
Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros
Custodio de Vírgenes, ruega por nosotros
Sostén de las familias, ruega por nosotros
Consuelo de los desgraciados, ruega por nosotros
Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros
Patrón de los moribundos, ruega por nosotros
Terror de los demonios, ruega por nosotros

[7]
 Protector de la Santa Iglesia, ruega por nosotros
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:
perdónanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:
escúchanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:
ten misericordia de nosotros
V.- Le estableció señor de su casa
R.- Y jefe de toda su hacienda

Oremos: Oh Dios que, en tu inefable providencia, te

dignaste elegir a San José por Esposo de tu Santísima
Madre: concédenos, te rogamos, que merezcamos tener
por intercesor, en el cielo, al que veneramos como
protector, en la tierra. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.

[8]