“ACUERDATE DE TU CREADOR”

INTRODUCCIÓN:

El cuidado de Dios es continuo, el sol y la luna no han dejado de brillar y el aire no ha

dejado de correr. Cada amanecer es la apertura de un día, una oportunidad nueva. El

ritmo apresurado de la vida nos envuelve de manera que muchas de las bendiciones que

Dios nos da nos pasan por desapercibido y nos olvidamos muchas cosas.

Nos pasa que un día nos damos cuenta que crecimos, estudiamos, nos enamoramos,

llegamos al matrimonio, llegan los hijos y cuando menos pensamos realizamos que ellos

también crecieron, y nuestro cuerpo comienza a dar las primeras señales de desgaste.

Dios creó al hombre sano y perfecto, pero a causa del pecado nuestro cuerpo sufre y se

desgasta.

ACUERDATE DE TU CREADOR

La Biblia dice en Eclesiastés 12:1-7 “Acuérdate de tu Creador en los días de tu

juventud….” Dios nos conoce, sabe que somos olvidadizos. Dios dice “acuérdate” antes

de:

1. “Antes que vengan los días malos”. Si, los días malos se tratan especialmente los

de la vejez, nadie ignora que algunas veces ellos vienen demasiado temprano y

súbitamente.

“Tiempo y ocasión acontecen a todos. Porque el hombre tampoco conoce su tiempo;

como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se enredan en lazo,

así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente

sobre ellos” (Eclesiastés 9:11-12).

Es sabio acordarse del Creador antes de que lleguen tales días.

2. Antes que “lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos

contentamiento”. Esto demuestra la fragilidad de la felicidad terrenal y de la vanidad de

todo lo que se halla bajo el sol. Si permanecemos insensibles a su voz en la prueba, nos

amargaremos y perderemos el gusto por la vida.

3. “Antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas”. Pronto las

facultades del hombre se debilitan bajo las consecuencias del pecado; y se acerca al
último límite; el espíritu se debilita, el alma se marchita, el cuerpo se hace viejo y

decrépito. Las cosas más hermosas pierden su encanto, los esplendores del cielo, que

cuentan la gloria de Dios, se ciegan.

4. “Antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el

cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo”. De

repente, los órganos vitales cesan sus funciones. Trátese de la cadena de plata

quebrada: la médula espinal; del vaso de oro roto: el cerebro; del cántaro quebrado

junto a la fuente: el corazón; o de la rueda que se rompe sobre el pozo: los pulmones,

es el término de la vida en este mundo.

Después de la muerte no hay salvación. Tal como uno deja el mundo, así vuelve a Dios

salvado o perdido. Nada puede perder al salvado ni nada puede salvar al perdido: “En

el lugar que el árbol cayere, allí quedará” (Eclesiastés 11:3). “Está establecido para los

hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27). Así, en

toda la eternidad, no se modificará ya nada.

En su inmenso amor, nuestro Creador se ha acordado de nosotros. Ha hecho todo para

nuestra salvación, para nuestra felicidad. ¡Acuérdese de él en los días de su juventud,

antes de que sea demasiado tarde!

Reflexión

Demos a Dios lo mejor del momento que nos ha tocado vivir, pero también pensemos en

nuestra familia, nuestros amigos y vecinos, el tiempo pasará rápido para ellos también.

En cualquier etapa de la vida que estemos, Dios quiere cumplir su propósito en nosotros,

quiere que crezcamos espiritualmente, que nuestra relación con el esté en desarrollo

constante, y para eso necesitamos Su ayuda.

Un niño estaba tratando de levantar una roca, su papá estaba viendo al pequeño tratando

de mover la piedra, el papá lo escuchó gruñendo y haciendo fuerza tratando de hacer

rodar la piedra. Él le preguntó al hijo -¿Estás usando todas tus fuerzas? -El niño respondió

¡Si papá estoy usando todas mis fuerzas! -El papá le dijo: ¡No lo estás haciendo! el niño

insistió -¡Si lo hago! -El papá le dijo ¡No lo estás haciendo porque no me has pedido que
te ayude! Lo que el padre le quiso decir es: Hijo, yo soy tu fuerza, soy tu padre, pide mi

ayuda.

Conclusión: Da al Señor lo mejor de ti, en cualquier etapa de la vida que estés, y mira a

tu alrededor; Dios quiere lo mismo para tu familia, tus amigos, tus vecinos, tus

compañeros de estudio o trabajo. Pide a Dios ayuda para que EL TE USE y cumpla tanto

en ti como en ellos Su propósito

Esta es la etapa mas trascendente del ser humano, pues en ella las decisiones que se tomen
impactaran toda su vida. todos como Padres esperamos que nuestros Hijos sean capaces de tomar
sus propias decisiones en su vida, pero la realidad que como Joven es que el casi exige que sea así.

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El problema radica en su capacidad para hacerlo. sus conocimientos, sus convicciones y su visión
del futuro, lamentablemente no se ve afectado por las consecuencias, ser Joven es una etapa muy
maravillosa pero es en esta etapa donde hay que empezar con un buen fundamento buenas
decisiones, y también dependerá de cuan bueno eres en tomar consejo. ¿eres congruentes con la
realidad del mundo en que vivirás mas tarde?

El sabio Solomon, pensando en esto, dijo esta verdad:

Ecclesiastes 11:9 «Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu

adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre
todas estas cosas te juzgará Dios«.

El mas grande error que puede cometer el joven o la señorita es decirse a si mismo que todo lo
sabe y que ya no necesita de nadie para tomar decisiones. A menudo escuchamos a los Jóvenes
decir «No importa» pero muchas de nuestras decisiones son irreversibles, permanecerán con uno
el resto de la vida.

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Lo que haces como Joven si importa ya que yo en mis momentos de mocedad pensaba que todo lo
podía hacer, bien que hice todo lo que me vino a la mano, pero hubieron consecuencias que hasta
hoy no las he podido quitar.

También se oyen estos argumentos: Es mi vida; si mi decisión es adecuada, me ira bien, y si no,
solo yo seré el culpable, ademas. hay una posibilidad de que la pueda cambiar antes de que sea
tarde. Así, muchos deciden por si mismos haciendo a un lado el consejos de sus padres y de sus
tutores y la enseñanzas recibida en la escuela de la vida.

Ser Joven es emocionante, pero la emoción de la juventud puede convertirse en obstáculo para
acercarse a Dios ya que en esta etapa difícil se tiende a centrar la atención en los placeres
pasajeros en lugar de los valores eternos.