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El Arrepentimiento

I. El significado del Arrepentimiento.


Todo se construye sobre la base del arrepentimiento.
A. Es un cambio de mente.
1. Veamos la definición de Las Escrituras:
a. Es un cambio de opinión, Mateo 21:28-29.
b. Es el acto de dar una media vuelta.
2. Las opiniones de los estudiosos son una ayuda, pero no deben de ser una autoridad final.
B. Es un elemento importante de la salvación; no es una condición para obtener la salvación.
1. El arrepentimiento es cambiar desde el pecado hacia Dios.
2. El arrepentimiento es un proceso.
3. El arrepentimiento es una parte integral de lo que ocurre en la vida de uno en el momento de la salvación.
El énfasis en la predicación no debe ser en la necesidad de creer, sino en el objeto de nuestra creencia (el Señor
Jesucristo).
4. El arrepentimiento no es una condición para ser salvo, sino un resultado de haber puesto los ojos en Cristo.
C. No es la tristeza de haber sido sorprendido en el pecado, sino la tristeza genuina es lo que nos conduce al
arrepentimiento.
1. Según 2 Corintios 7:10, hay dos clases de arrepentimiento:
a. La tristeza según Dios produce arrepentimiento para salvación.
b. La tristeza del mundo produce muerte.
2. Es un peligro el pensar que se puede medir la salvación por la intensidad de nuestra angustia (lágrimas,
emociones).
II. La Base Preparatoria para el Discipulado.
A. El arrepentimiento es el “cambio” de la salvación.
Mateo 18:3; Marcos 1:15; Hechos 3:19; 26:20.
B. Este cambio es un cambio de mente, de la voluntad.
1. Es dejar nuestra voluntad para seguir la Voluntad de Dios, Mateo 12:50.
2. Es llegar a reconocer que nosotros mismos no tenemos la capacidad de llegar al cielo.
3. Es dejar de confiar en nosotros mismos.
4. Es quitar los ídolos de nuestras vidas, 1 Tesalonicenses 1:9.
5. Por todo esto, la persona que no haya entendido lo que es el arrepentimiento no puede ser discipulada:
a. Si la persona no está dispuesta a dejar su propia voluntad para seguir la voluntad de Dios, no puede ser
discipulada
b. Puede asistir a los estudios bíblicos, y llegar a entender la Biblia intelectualmente, pero no puede ser
discipulada.
c. Ejemplo: El joven rico.
C. El significado del ministerio de Juan el Bautista.
1. Su ministerio de arrepentimiento fue necesario para que los arrepentidos estuvieran listos para ser los discípulos
de Cristo.
Los primeros discípulos de Cristo vinieron de entre los discípulos de Juan el Bautista.
2. Lucas 1:16-17; 66-69
a. Juan el Bautista predicó el arrepentimiento.
Juan el Bautista, dejó “un pueblo bien dispuesto” para el Señor.
D. La relación entre el arrepentimiento y el reconocimiento del pecado.
1. Cristo señaló el pecado básico en las vidas de las personas que le buscaron. Ejemplos:
a. A Nicodemo le señaló su pecado del orgullo intelectual y religioso.
b. A la Mujer Samaritana le señaló su pecado de la inmoralidad sexual.
c. Al Joven Rico le señaló su pecado del materialismo.
2. Juan el Bautista señaló el pecado del materialismo que era característico de sus días, Lucas 3:8.
3. Pablo y los demás apóstoles no temían hablar del pecado y de la necesidad de arrepentirse, Hechos 2:23; 36-41;
3:19-26; 17:29; 19:26; 24:25; 1 Corintios 14:24.
4. El reconocimiento profundo del pecado es la motivación para arrepentirse y también para ser discípulo.
E. Un resumen de la importancia del arrepentimiento.
1. El arrepentimiento es fundamental a todo crecimiento espiritual, Hebreos 6:1-2. Es imposible ser discipulado sin
haber experimentado el arrepentimiento.
2. El arrepentimiento es lo que nos conduce a la cruz de Cristo, 1 Corintios 2:2-5; Romanos 2:4.
3. El arrepentimiento se manifiesta a través del bautismo, 1 Pedro 3:21.
a. El Bautismo es “la aspiración de una buena conciencia hacia Dios”.
b. Dios nos ha dado una señal para saber si una persona está lista para ser discipulada: El Bautismo.
c. El Bautismo es la señal que Dios nos ha dado para entender si la persona es sincera.
d. La obediencia por medio del bautismo es el punto decisivo si seguimos discipulando a una persona.
Cuando usamos el material del “Discipulado Bíblico” la persona debe de ser bautizada al final de la tercera
lección, si no de lo contrario el proceso de discipulado termina en ese punto.
e. Todas las cosas bíblicas son buenas, pero no todas las cosas buenas son bíblicas.
F. La relación entre el arrepentimiento y los demás niveles del discipulado.
1. En el ministerio de Cristo había un énfasis continuo en el arrepentimiento, y en cada nivel de su discipulado los
discípulos llegaron a entender mejor el enfoque y la profundidad del arrepentimiento.
2. Aunque el arrepentimiento es una decisión de una vez por todas que sucede en el momento de la conversión, es
también una actitud de arrepentimiento que sigue en el corazón del creyente consagrado, Lucas 22:32.
a. “Y tú una vez vuelto confirma a tus hermanos”
i. La palabra “vuelto” hace referencia a un cambio en la mente y actitud de Pedro.
ii. La palabra “vuelto” es sinónima de la palabra “Arrepentimiento”.
b. Pedro tenía una mentalidad y actitud de arrepentimiento.
c. Una mentalidad de arrepentimiento es estar predispuesto a que cuando el Señor nos ilumina en la comprensión
de su Palabra, nosotros cambiamos nuestras vidas para conformarla a su Palabra.
3. Entre más entendemos el arrepentimiento, más se aumenta nuestra fe y consagración.
El arrepentimiento es una mentalidad que vamos a mostrar en toda nuestra vida cristiana.
4. En cualquier punto que el discípulo diga: “Hasta aquí llego. En este punto no estoy dispuesto a obedecer a
Dios”. Allí termina el discipulado.
La actitud de arrepentimiento es el fundamento de todo.
G. La proclamación del Arrepentimiento.
1. Juan el Bautista y Cristo proclamaron la necesidad del arrepentimiento en sus encuentros personales y públicos.
2. Nuestro entendimiento del arrepentimiento debe de afectar nuestro evangelismo personal y público.
3. El papel de la oración en el arrepentimiento.
a. Debemos orar por incrédulos y recién convertidos para que estén dispuestos a arrepentirse, 2 Timoteo 2:24-26.
b. Debemos de orar pidiendo que se nos abran puertas para proclamar el evangelio, 2 Corintios 5:20; 6:2; Efesios
6:18-20; 1 Tesalonicenses 1:5

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