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Los aumentativos se forman en español añadiendo los sufijos -ón, -azo, -ote, -achón, -ejón, -errón, -
erón, -etón y -atón a nombres, adjetivos e incluso verbos.
Como la palabra indica, los aumentativos se usan para agrandar, expresar generalmente algo de gran tamaño
o hablar sobre algo que tiene gran importancia.
A continuación, encontrarás algunos ejemplos con los sufijos más comunes para formar aumentativos.
-ón
Las palabras formadas con este sufijo son de género masculino, aunque se deriven de una palabra de género
femenino.
La noticia > el notición
La película > el peliculón
El portal > el portalón
La torre > el torreón
Además, se también forman nombres a partir de un verbo como es el caso de:
apagar > apagón
-azo
Generalmente, se utiliza este sufijo para expresar golpes o movimientos violentos realizados con el nombre
derivado.
Tomate > tomatazo (golpe dado con un tomate)
Pelota > pelotazo (golpe dado con una pelota)
Sin embargo, también se usa -azo para expresar que algo es muy grande desde un punto de vista positivo
como:
piso > pisazo (piso grande y muy bonito)
hotel > hotelazo (hotel muy grande y lujoso)
-ote
Generalmente se utiliza este sufijo desde un punto de vista despectivo, es decir, negativo.
Muchacho > muchachote
Grande > grandote
-ejón
Algunas palabras formadas con este sufijo son:
Abeja > abejón Calle > callejón
-achón
Algunos ejemplos de palabras con este sufijo son:
rico > ricachón bueno > bonachón ( forma irregular)
El uso de unas u otras depende de la persona que habla y, generalmente, de la costumbre adquirida en su
localidad o región de origen. Para los españoles, y en general para los hispanohablantes, los diminutivos más
universales o más frecuentes son los acabados en: “ito/ita”.
Por ejemplo: el diminutivo de delgado sería delgadito/delgadita
Los diminutivos los usamos para subrayar el tamaño pequeño de algo o de alguien, su poca importancia, o
dotar a esa palabra de un matiz apreciativo e incluso a veces, de todo lo contrario, es decir, despectivo o
desdén. No tendrás dudas si se atiende al contexto de lo que se dice.
Por ejemplo, como diminutivo de “niño” se puede oír “niñito” o “niñín”
La frase el niño quiere el chupete se convierte en el niñín quiere el chupete o el niñito quiere el
chupete cuando usamos los diminutivos. En el primer caso puede ser cariñosa y en el segundo, no tanto,
depende…
En Castilla el diminutivo de “libro” sería “librito” y en Navarra, sin embargo, emplearían “librico”.
En ambos casos libro pierde la “o” final y suma “ito” o “ico” cuando lo empleamos con algunas de las
terminaciones que nos ayudan a expresarnos con diminutivos.
Algunos ejemplos de diminutivo:
hermano hermanito
mesa mesita
cuadro cuadrito
trapo trapito
vestido vestidito
zapato zapatito
gorrión gorrioncito
Ejercicios online
Ejercicios de Aumentativos y diminutivos online o para imprimir. (liveworksheets.com)