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RECESIÓN

ARTÍCULO
LA ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL Y EL DESARROLLO COMUNITARIO COMO
EDUCACIÓN SOCIAL.

María Romero Cortés


CSEU LA SALLE 10/11/2021 | ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL 2º ED. SOCIAL
ÍNDICE
FICHA DEL ARTÍCULO ................................................................................................................................2
Descriptores: ................................................................................................................................................2
Valoración del artículo: ..............................................................................................................................2
SINTESIS .............................................................................................................................................................2
ANÁLISIS CRÍTICO ........................................................................................................................................3
CONCLUSIONES ............................................................................................................................................5
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................................................7

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FICHA DEL ARTÍCULO
Caride Gomez J. A. (2005). LA ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL Y EL
DESARROLLO COMUNITARIO COMO EDUCACIÓN SOCIAL. 16.

José Antonio Gómez Caride es un profesor catedrático de Pedagogía Social en


la Universidad de Santiago de Compostela. También dirige un grupo de Investigación
en "Pedagogía Social y Educación ambiental".

Descriptores:
Cultura, Animación sociocultural, desarrollo comunitario, democratización
cultural, participación activa, desarrollo integral de la persona, comunicación, diversidad
cultural, etnocentrismo.

Valoración del artículo:


El artículo resulta bastante útil para la conceptualización de la animación
sociocultural, ya que establece sus bases y principios que se centran en el desarrollo
integral de la persona y la participación activa de la comunidad es su propia cultura. No
obstante, considero que el artículo me ha supuesto cierta dificultad a la hora de leer
debido a sus tecnicismos y sus extensas contextualizaciones.

SINTESIS

La cultura debe concebirse como uno de los principios imprescindibles para


el desarrollo social de las personas, situándolas de manera participativa en su
contexto histórico-social. Hablamos de una realidad cultural que vertebra nuestra
sociedad y que es fuente de conocimiento educativo y social. Para que todo ello sea
posible la Animación Sociocultural (en adelante ASC) y el desarrollo comunitario
optan por combatir la perspectiva etnocentrista y fomentar la diversidad cultural a
través del reconocimiento y la valoración de las diferentes culturas que incluye una
sociedad globalizada como la nuestra.

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ANÁLISIS CRÍTICO

Caride, centra la cultura como la base sobre la que nos desarrollamos. Para ello,
en su artículo sobre la ASC y el desarrollo comunitario establece una diferencia de dos
conceptos fundamental para sus intervenciones: democratización cultural y democracia
cultural. La primera entiende a los ciudadanos como simples consumidores de cultura,
mientras que la segunda los considera actores de su propia cultura. “La democracia
cultural los considera creadores-productores de una cultura singularizada, e incide más
en los procesos que en el producto en sí”. (Caride, J.A., 2005, p.77). La ASC sitúa en sus
principios la democracia cultural, ya que la considera una de las bases esenciales para
el desarrollo de la persona, donde el pluralismo y la participación de la gente den lugar
a un mayor compromiso por parte de la ciudadanía. Al vivir en un mundo globalizado,
en constante contacto por redes sociales, nos enfrentamos a una sociedad multicultural
con muchas diferencias entre las culturas sin embargo, estamos continuamente
conectados entre nosotros por lo que la justicia y el respeto deberían ser las bases de
nuestras relaciones sociales, sin embargo a raíz de este pluralismo cultural, han surgido
diferentes ideologías que han apostado por la democratización de la cultura propia,
desde una perspectiva etnocentrista dejando de lado las culturas no hegemónicas. Este
hecho es a mi parecer, contraproducente por lo que una de las luchas que debemos
iniciar desde la ASC y la Ed. Social es el combatir esta intolerancia al prójimo, todo ello
a través de la acción socioeducativa.

Es así como la animación sociocultural entendida como práctica social


transformadora, aboga por la educación intercultural y las prácticas socioeducativas que
centren a la persona como objeto de acción tanto a nivel individual como comunitario.
Las prácticas socioeducativas deben optar por estrategias metodológicas que fomenten
la iniciativa, la autoorganización, la participación, la comunicación y la acción autónoma
de los individuos en grupos y comunidades. Llegados a este punto, me gustaría poner
de relevancia la educación intercultural y su importancia para nuestra profesión, se
define ed. Intercultural como:

Un modelo educativo que propicia el enriquecimiento cultural de los


ciudadanos, partido el reconocimiento y respeto a la diversidad, a través del
intercambio y el diálogo, en la participación activa y crítica para el desarrollo de
una sociedad democrática basada en la igualdad, la tolerancia y la solidaridad
(Sales A. y García R.1997).

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La educación intercultural es una oportunidad de enriquecimiento de las
personas a través del intercambio y la interacción con los valores y modos de vida de
las culturas con las que convivimos. Su acción socioeducativa debe estar centrada en
la participación activa de los grupos minoritarios en todos los ámbitos y espacios
sociales. Para ello se deben seguir unas estrategias metodológicas que promuevan el
respeto, la igualdad y la justicia social.

Dichas estrategias metodológicas deben realizarse desde una perspectiva tanto


pedagógica como política, haciendo hincapié en la segunda ya que resulta importante
para el desarrollo de políticas sociales que fomenten la cultura y que formen a
profesionales para que se impliquen en el desarrollo personal, local y comunitario. Es
por ello, que el estado debe comprometerse a crear estas políticas, teniendo en cuenta
las actuaciones que favorecen la cultura y los recursos que estas necesitan.

Las políticas que toman a la cultura como su ámbito prioritario de


actuación han de asumir como tarea propia tanto el abordar cuestiones que
afectan directamente a la socialización cultural y la redistribución del poder, como
el fomentar una mayor participación de las personas en la vida social y cultural.
(Caride, J.A., 2005, p. 82).

En lo relevante a las políticas sociales, me gustaría indagar un poco más en la


importancia de estas en relación tanto a nuestra profesión como a la animación
sociocultural. El estado debe establecer estas políticas esenciales para nuestra
intervención, pero deben formarse desde un pensamiento crítico y basado en las
experiencias de prácticas educativas de éxito. Es decir, es un poco complicado que las
políticas sociales que han sido creadas por políticos que apenas tienen relación con el
ámbito sociocultural, sean funcionales. Por esta razón, desde la animación sociocultural
y la educación social debemos establecer una relación estrecha con la política para que
podamos ser reconocidos en todos los ámbitos estatales.

También el poder político del estado tiene la importante labor de formar a los
profesionales que posteriormente van a dedicarse a aumentar el valor cultural del
territorio. Una vez exista ese profesional, se podrá educar a la ciudadanía en la
formación de un pensamiento crítico con perspectiva intercultural. La ASC por su parte,
suscita la reflexión crítica, la organización y la participación activa de las personas en
su desarrollo. Centrándose en el contexto en el que se interviene, así como en su
comunidad local.

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En otro orden de las cosas, el autor realiza una importante diferenciación de las
bases de la ASC y del Desarrollo comunitario para así poder conceptualizar la primera.
La principal diferencia es que la ASC se centra en la metodología, haciendo así a la
persona participe de su propia identidad cultural, mientras que el desarrollo comunitario
se enfoca en la finalidad. No obstante, ambas tienen como objetivo mejorar las
condiciones de vida de las personas para así, transformar su realidad social
incorporando lo educativo en la sociedad. Es así, como Caride pone en relevancia las
prácticas socioeducativas basadas en el conocimiento de las culturas y en el contexto
en el que se desarrollan las comunidades.

Dichas prácticas socioeducativas no solo tienen relación con la ASC, también


están estrechamente relacionadas con la educación social. Nuestra profesión, debe
tener en cuenta los derechos de los ciudadanos respecto a su identidad cultural,
haciendo hincapié en su formación desde una perspectiva globalizada y a su vez,
centrada en la persona. Desde su base en la animación sociocultural debe estar
enfocada al estudio del contexto social en el que viven las personas con las que
trabajamos, haciendo que nuestra intervención este fundamentada en la democracia
cultural mencionada anteriormente y creando de esta manera una participación activa
de los individuos y grupos en su formación intercultural.

En definitiva, ambas profesiones deben estar interrelacionadas para lograr la


transformación sociocultural, ya que como hemos podido observar se retroalimentan en
sus bases, centrándose las dos en la planificación de planes, programas y proyectos
atendiendo a las necesidades de la población a la que se dirigen y desde una óptica
intercultural.

CONCLUSIONES

Uno de los aspectos que me gustaría volver a resaltar en este apartado debido
a su relevancia, es la necesidad de establecer un vínculo efectivo con la política,
considero que en este ámbito se tiene muy poco en cuenta lo social quedando este
renegado a la mera beneficencia y al simple asistencialismo al que les debemos nuestro
origen, pero que sin embargo distan mucho de nuestro deber como profesionales de lo
social. Por ello, considero que para que una política social este al servicio de la sociedad
en la que vivimos, debería estar creada por profesionales que se dediquen a ejércela,
teniendo así en cuenta los contextos de las personas a las que van dedicadas. Una vez
que sean establecidas dichas políticas sociales, se podrá proceder a la elaboración de

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unas estrategias metodológicas basadas en la practicas educativas de éxito que
fomenten la cultura.

Otro de los aspectos que desconocía y he admirado del artículo, es el relevante


a la diferencia entre democracia cultural y democratización cultural. Considero que
vivimos en una sociedad de mercado, donde todo se consume aquí y ahora sin pararse
ni un segundo a pensar en las cosas que nos aporta aquello que estamos haciendo o
viendo. Por ello, como profesionales debemos fomentar la cultura desde una
democracia cultural que abogue por la participación activa del individuo en la sociedad
y que de esta manera cree interrelaciones más allá de lo rápido y lo efímero.

Por último, me gustaría sugerir que en la profesión del educador social debería
hacerse mayor hincapié en la educación intercultural, ya que vivimos en una sociedad
globalizada y multicultural y no debemos pasar por alto este hecho que nos tiene que
servir para enriquecernos y desarrollarnos como personas y profesionales.

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BIBLIOGRAFÍA

Caride Gomez J. A. (2005). LA ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL Y EL


DESARROLLO COMUNITARIO COMO EDUCACIÓN SOCIAL. 16.

Tuts M., Martínez L. Pozo J.( 2005) Formación en educación intercultural para
asociaciones juveniles. CONSEJO DE LA JUVENTUD DE ESPAÑA

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