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REFLEXIÓN SOBRE LOS

CIES: Centros de
Internamiento para
Extranjeros

CSEU La Salle
Grado Educación Social
Seminario Habilidades Académicas y Profesionales
María Romero
La conferencia era sobre la situación de los CIEs en España, y estaba enfocada a una
investigación que realizó la ponente debido a un caso que le llegó en su profesión como
trabajadora social.
Un CIE es un Centro de Internamiento de Extranjeros, en la conferencia la ponente nos
explicaba la función normativa que posee el centro, la cual es la de asegurar la expulsión del
individuo que se aloja ahí.
Haciendo un análisis de las políticas de control migratorio la ponente destacó tres ejes
principales:

 Impedir que las personas lleguen


 Impedir que las personas que hayan llegado puedan instalarse
 Si esas personas están instaladas, expulsarles
Creo que ya desde la elaboración de estas políticas se puede observar el problema que reside en
los CIEs. Los CIEs son utilizados como “cárceles para extranjeros” y son avalados por la ley de
extranjería la cual recoge que las personas extranjeras que no estén acreditados pueden ser
expulsados del país, y para que no se escapen de este son destinados a los centros de
internamiento de extranjeros. Además, dicha ley también describe las libertades de los
extranjeros las cuales se ven vulneradas por el hecho de no tener papeles.
Otro de los principales problemas que tiene un CIE, es la dificultad de funcionamiento debido a
la gran diversidad de personas que pueden llegar a vivir en él. No solo a las diferencias
interculturales, si no a que los usuarios pueden haber sido destinados a ese centro por diferentes
razones: ser recién llegados de su país, no tener trabajo y tener dificultad para formalizar los
papeles debido a ello, haber salido de la cárcel (en lugar de ser enviados directamente o
permanecer en la cárcel hasta su expulsión, pasan por un CIE), llevar tiempo en el país y tener
un trabajo pero no reglado (en ocasiones estas personas pueden pasarse más de una semana sin
poder dar señales de vida en su trabajo y por lo tanto pueden llegar a perder su empleo).
Además, el perfil de las personas que lo habitan es tan diferente, que puede ser muy difícil la
convivencia, en ocasiones mujeres víctimas de trata pueden convivir con sus tratantes, menores
sin estar amparados por sus padres y exreclusos pueden ser metidos en una misma habitación
(de entre cinco o seis personas, lo cual resulta menos habitable que una celda).
En muchos de estos centros son violados los derechos humanos, no solo por la privación de
libertad, también el derecho a una vida digna, esto implica unas condiciones determinadas las
cuales en numerosas ocasiones no se cumplen en estos centros; el derecho a la no
discriminación, desde mi punto de vista, se ha privado de libertad a personas por no tener
documentos, la obtención de estos documentos resulta difícil debido a los obstáculos por los que
tienen que pasar dichas personas. Con todo ello las condiciones de los centros no son favorables
en ningún sentido para las personas que lo habitan.

Por otro lado, la ponente nos narra su experiencia en el CIE de Aluche y cual era el
funcionamiento del centro, uno de los aspectos que más destacó y que a su vez más relevante
me parece es la falta de un equipo profesional. En el CIE la ayuda médica es externa, es decir
las jornadas son de 8 o 12 hs sin embargo, hay viven personas durante 24 horas por lo que en
ocasiones pueden necesitar asistencia médica por la noche y no tenerla “a mano”.
Tampoco existe asistencia psicológica, aunque si se dan efectos psicológicos de estar
encarcelados los cuales son: ansiedad, despersonalización, baja autoestima… Es por ello que
resulta necesaria la presencia de un equipo de profesionales que gestionen tanto la asistencia
psicológica como la social (trabajadores sociales o educadores sociales), estas personas por no
tener documentación en regla, no han dejado de ser personas y sin embargo se les ha privado de
todo lo que conlleva serlo.
Me resultó bastante impactantes conocer la idea de que la mayoría de profesionales que trabajan
en el CIE pertenecen al cuerpo de policía, casi ninguno con otra formación y en ocasiones
llevados allí como forma de castigo. Si bien este cuerpo se puede utilizar como lo que es, de
seguridad, no creo que sea necesaria su utilidad en un centro de internamiento para extranjeros y
mucho menos que sean mayoría en la toma de decisiones (solo hay una persona que representa
al resto de trabajadores).
Una de lo aspectos que la ponente relata es las preguntas que se realizó acerca de lo que sucede
después de salir del CIE, en una de las posibles situaciones esta la salida de las víctimas de trata
que son expulsadas a su lugar de origen (o en su defecto al último en el que estuvieron), lo cual
conlleva la posibilidad de volver a la red de trata que las captó, me resulta bastante indignante
que no exista una protección desde el CIE a esas víctimas de trata para su posterior salida.
Además, el CIE tampoco protege a la familia de la persona expulsada, es decir se vulnera su
derecho a tener una familia, ya que la familia en ocasiones se queda aquí mientras que la
persona en cuestión es expulsada fuera del país.
En conclusión, creo que los CIEs tal y como están funcionando no aportan nada ya que solo
sirven como cárceles de extranjeros, y son utilizados como herramientas para fomentar la
discriminación por razón de raza o etnia. Si resulta imprescindible tener tales centros, tal vez
sería necesaria una reforma tanto de las leyes que lo avalan como de su funcionamiento,
incorporando en él nuevos profesionales que fomenten el bienestar de las personas que lo
habitan.

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