Está en la página 1de 6

El trabajo analiza la potencialidad del uso de políticas sociales al

servicio de una política referida a los comportamientos demográficos.


Abandona así una polémica larga y estéril respecto de las perfidias o
las virtudes casi mágicas de las políticas de población. Se muestra la
coincidencia entre los intereses del país, según las expresiones de los
gobiernos nacionales, y los deseas de las parejas, lo que permite dejar
de lado una concepción
que asociaba las políticas
de población con
imposiciones y
arbitrariedades de
intereses espúm. En
lugar de eilo se adopta
una persona que parte de
los derechos de las
personas a elegir sus
conductas reproductivas
y su residencia en lugares
especifico del territorio
nacional. Un lugar
importante en el trabajo,
lo ocupa la argumentación que muestra la potencialidad de las políticas
sociales para asegurar a los individuos tanto el acceso a una mayor
calidad de vida como al ejercicio efectivo del derecho a regir su
comportamiento demográfico. Junto con ello, se muestra la posibilidad
de una autonomía relativa de lo social y de lo cultural respeto de lo
económico que permite la realización de políticas sociales y de
población con relativa independencia de la dinámica económica. El
documento también discute el papel de los científicos sociales en la
elaboración y ejecución de las políticas sociodemográficas,
preservando la soberanía del poder político para fijar los objetivos y
medios que hacen parte de aquellas políticas. Finalmente, el papel del
poder central versus el papel de los poderes locales, y las ventajas
comparativas de estos últimos, en la elaboración y ejecución de políticas
en general, y sociodemográficas en particular, es un aspecto que el
trabajo considera de vital importancia para ser tenido en cuenta en el
ejercicio del poder en relación a los hechos económicos, sociales y
demográficos.
Art. 1.- El Ecuador es un estado social de derecho, soberano, unitario,
independiente, democrático,
pluricultural y multiétnico. Su gobierno es republicano, presidencial,
electivo, representativo,
responsable, alternativo,
participativo y de administración
descentralizada.
La soberanía radica en el pueblo,
cuya voluntad es la base de la
autoridad, que ejerce a través de
los órganos del poder público y de
los medios democráticos previstos
en esta Constitución.
El Estado respeta y estimula el
desarrollo de todas las lenguas de
los ecuatorianos. El castellano es
el idioma oficial. El quichua, el shuar y los demás idiomas ancestrales
son de uso oficial para los pueblos indígenas, en los términos que fija la
ley.
La bandera, el escudo y el himno establecidos por la ley, son los
símbolos de la patria.
Art. 2.- El territorio ecuatoriano es inalienable e irreductible. Comprende
el de la Real Audiencia de Quito con las modificaciones introducidas por
los tratados válidos, las islas adyacentes, el Archipiélago de Galápagos,
el mar territorial, el subsuelo y el espacio supra yacente respectivo.
Art. 3.- Son deberes primordiales del Estado:
1. Fortalecer la unidad nacional en la diversidad.
2. Asegurar la vigencia de los derechos humanos, las libertades
fundamentales de mujeres y hombres, y la seguridad social.
3. Defender el patrimonio natural y cultural del país y proteger el medio
ambiente.
4. Preservar el crecimiento sustentable de la economía, y el desarrollo
equilibrado y equitativo en beneficio colectivo.
5. Erradicar la pobreza y promover el progreso económico, social y
cultural de sus habitantes.
6. Garantizar la vigencia del sistema democrático y la administración
pública libre de corrupción.
Art. 4.- El Ecuador en sus relaciones con la comunidad internacional:
1. Proclama la paz, la cooperación como sistema de convivencia y la
igualdad jurídica de los estados.
2. Condena el uso o la amenaza de la fuerza como medio de solución
de los conflictos, y desconoce el despojo bélico como fuente de
derecho.
3. Declara que el derecho internacional es norma de conducta de los
estados en sus relaciones recíprocas y promueve la solución de las
controversias por métodos jurídicos y pacíficos.
4. Propicia el desarrollo de la comunidad internacional, la estabilidad y
el fortalecimiento de sus organismos.
5. Propugna la integración, de manera especial la andina y
latinoamericana.
6. Rechaza toda forma de colonialismo, de neocolonialismo, de
discriminación o segregación, reconoce el derecho de los pueblos a su
autodeterminación y a liberarse de los sistemas opresivos.

Aunque las mujeres han logrado avances notables en muchas


profesiones, la política no es una de ellas. De hecho, en todo el mundo,
las mujeres han brillado por su ausencia en la adopción de decisiones
y en la formulación de políticas públicas. Con ocasión de la Primera
Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en la Ciudad de México
en 1975, se recordó a la comunidad internacional que la discriminación
contra la mujer seguía siendo un problema persistente en numerosos
países; y aunque se exhortó a los gobiernos a desarrollar estrategias
para promover la participación igualitaria de las mujeres, su
participación política todavía no se identificaba como una prioridad.
Desde entonces, aunque ha habido un creciente interés por la
representación de las mujeres y sus repercusiones para las estructuras
de toma de decisiones, esa mayor atención no ha producido resultados
inmediatos. Por ejemplo, en 1975 las mujeres representaban el 10,9%
de los parlamentarios de todo el mundo; diez años más tarde ese
porcentaje solo había aumentado un punto porcentual, hasta el 11,9%.
Sabemos que la participación de las mujeres influye en la política. Las
mujeres aportan a la política puntos de vista, aptitudes y perspectivas
diferentes que ayudan a conformar el programa político. Los cambios
en la manera en que funcionan los parlamentos reflejan la influencia
positiva de la presencia de las mujeres: una mejor forma de expresarse
y comportarse; un orden de prioridades diferente de las cuestiones y
políticas; la sensibilidad hacia las cuestiones de género en todos los
aspectos del gobierno,
especialmente en la elaboración
de los presupuestos; y la
introducción de nueva
legislación y cambios a las leyes
vigentes. La participación de las
mujeres en la toma de
decisiones de gobierno está
dando una visibilidad política
importante a los derechos de las
mujeres en todo el mundo.
Aunque las mujeres no son un
grupo homogéneo, tienden a
apoyar a otras mujeres y han
contribuido a incorporar los
intereses y las preocupaciones de las mujeres a los programas
parlamentarios. Una de las preocupaciones más importantes es la
violencia contra la mujer. Aunque no es un problema limitado
únicamente a las mujeres, no es casualidad que hayamos visto como
se presta cada vez más atención a la eliminación de todas las formas
de violencia contra la mujer.

También podría gustarte