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“La mancha indeleble” (1960) forma parte de Cuentos escritos en el exilio (1962) de
Juan Bosch (1909-2001), obra que abarca más de veinte años de escritura de ficción de uno
de los pensadores latinoamericanos más importantes del siglo XX. El volumen recogió
lectura favorece la identificación de sus tópicos más celebrados: la problemática social del
mundo rural, las desigualdades económicas y el tinte costumbrista, cuya puesta en escena
enfatiza las carencias materiales, pero, sobre todo, la mezquindad moral de los seres
humanos. La aparición de ese libro en Cuba, en donde había vivido gran parte de un exilio
conocer las ficciones de este prolífico biógrafo, historiador, autor de ensayos políticos,
década de los sesenta. Es plausible especular el interés de Bosch por reunir sus cuentos, uno
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Publicado en: Castro, M. (2009). Lo eal lo fa tásti o e la lite atu a de Jua Bos h e Castálida.
Revista del Instituto Mexiquense de Cultura. no. 38, verano, pp. 98-107. ISSN 1405-2083
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Su gobierno, no obstante, sólo se sostuvo durante siete meses, víctima de un golpe de estado apoyado por
el gobierno de los Estados Unidos.
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de los géneros primeros en los que manifestó su vocación de escritor, a la cual le sería fiel,
a pesar de su intensísima actividad política. Al haber sido editados tanto tiempo antes y
vivido casi treinta y cuatro años lejos de su suelo natal, la faceta de autor culto, sensible, en
contacto con las dolencias de los campesinos, los inmigrantes, de las injusticias sociales, de
la violencia doméstica, era ignorada por sus coterráneos, a quienes aspiraba a gobernar.
Conservaba un lugar en las letras hispánicas, pero dado su legítimo derecho a querer dirigir
la literatura y los ecos despertados ante la crítica internacional, desde su juventud. Por
ejemplo, a principios de los años treinta, los expertos le habían concedido un sitio
Gallegos, Ricardo Güiraldes, José Eustasio Rivera, Horacio Quiroga y nuestros Mariano
cuentos”, tanto por la inteligencia de sus argumentaciones como por formar parte de uno de
los escasos textos generados en lengua española, sobre el tema. Frecuentemente se acude a
“Del cuento breve y sus alrededores” (1969) y “Algunos aspectos del cuento” (1970).
Mucho menos leída, la propuesta de Bosch es tan profunda como amena. Insiste en el
manejo de la técnica: con más precisión, en la labor de artífice del escritor, quien debe
conocer a fondo los entresijos del género y ejecutarlo de manera constante (1993: 3-17). Es
ficción breve y, tal vez simultáneamente, ésta fue alimentada por aquélla.
“La bella alma de don Damián” es de 19393 y en 1941 circuló en Cuba otra de sus
narraciones más conocidas, “Dos pesos de agua”. Los tres títulos mencionados (éstos más
“La mancha indeleble”) son considerados dentro de lo mejor de la ficción corta del
dominicano (Collado, 2009), la cual abarca más de ochenta cuentos. El mismo autor
expresó la satisfacción experimentada hacia los dos primeros y mencionó otros tres
por lo social. Es el caso del aplaudido “La Nochebuena de Encarnación Mendoza” (1998:
XI). He creído pertinente realizar este balance, debido a que la vertiente fantástica de sus
historias comenzó a ser estudiada de manera muy tardía, a pesar de impregnar, en forma
muy marcada varios de sus escritos más sobresalientes. En ello me parece detectar cierta
luchador por la democracia, rasgos aparejados de manera natural con la creación de una
literatura de corte criollista. Son los mismos matices y enfoques que favorecieron su
vinculación con los autores identificados con las “novelas de la tierra” (Gallegos, Rivera,
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Narración recogida en el libro Cuentos escritos antes del exilio (1964), lo cual indica qué tan tardíamente
pudo ser leída por un público más amplio.
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1978: 17), supuestamente sería menos contundente para la descripción de las tragedias
Por otra parte, coincidimos con Seymour Menton (2008), en cuanto a que la
pesos de agua” es un claro ejemplo de ello. En este cuento, las almas del purgatorio son
cantidad de dos pesos, rogando por la lluvia ausente, con la consiguiente sequía, miseria y
abandono del pueblo por parte de sus habitantes. La desgracia, de cualquier manera, se
cierne sobre Paso Hondo, por falta de agua o por su exceso. Las ánimas intervienen muy
avanzado el texto y sólo son vehículos para exponer las condiciones miserables de la gente
viven en el lugar. Nada parece surtir efecto, en los intentos de los campesinos por librarse
afectados, debido a sus tratos con el maligno, ésa puede ser la solución. Satanás, por lo
tanto, no es sustancialmente distinto del resto de los seres humanos, con excepción de su
existencia del demonio, en los términos de Rosmary Jackson (1986: 22)), echa mano de
estrategias propias del realismo para fundir lo extraordinario con lo cotidiano. No hay
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miedo ni ansias explicativas en las conductas de Adán Matías, al decidir vender su alma,
con tal de librar a su gente de los malos oficios del viejo cacique.
cristalizan en ambos cuentos, lo cual no implica apartarse de una visión crítica ni entraña el
“La mancha indeleble”, justo después del triunfo de Fidel Castro en Cuba y a treinta años
de la ascensión de Trujillo al poder, puede leerse como una crítica a los totalitarismos de
Latinoamérica.
Ni “La bella alma de don Damián” (Bosch, 1993: 136-144) ni “La mancha
indeleble” (Bosch, 2001) aluden los imaginarios forjados por la teoría poscolonial,
alrededor del Caribe. En general, su cuentística se aparta de los temas centrales sobre la
región, explorados a partir del pasado colonial. Las diásporas, las migraciones, los exilios,
situaciones bien conocidas por Juan Bosch no se manifiestan en sus tramas como tampoco
Tampoco hay una indagación vanguardista como la impulsada por la imprescindible revista
Orígenes ni una revisión histórica al estilo de El reino de este mundo (1949) de Alejo
los años veinte, aquel que lo aproxima a los grandes novelistas del continente. La omisión
de todas esas peculiaridades apuntadas por los estudios caribeños contemporáneos tal vez
ha sido otro factor para situar a Bosch en uno de los altares de la literatura dominicana,
aportación de esa distancia con los imaginarios sobre el Caribe, fundados en la abundancia,
el exotismo, el gozo del cuerpo, el placer de los sentidos. En síntesis, la región como un
En su lugar, los cuentos del autor de una segunda (y última) novela El oro y la paz
(1976) despliegan sus historias en contextos similares a los de los demás países
El tema del viaje, tan pronunciado en las investigaciones sobre el Caribe, enfatiza la
diversidad de las culturas, la fragmentación de sus grupos, los intercambios múltiples, las
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Schapiro, 2005: 23-55). En contraste, para Bosch los desplazamientos son internos y
fallidos, como acontece en tres de sus cuentos más difundidos, “Los amos”, “La mujer” y
mancha sobre el verde de la sabana”, al ir en busca de la vaca del patrón. Arde en fiebre y
“La mujer” comienza así: “La carretera está muerta. Nada ni nadie la resucitará.
Larga, infinitamente larga, ni en la piel gris se le ve vida. El sol la mató”. Con fina
rasgos de seres animados a los objetos, para que, mediante los giros temáticos, el narrador
niegue cualquier tipo de influjo vital. La carretera se cancela como opción de tránsito,
son casi infinitos; cubren todo el territorio, sin prometer nada que no sea tortuoso, que no
provoque ansiedad y sufrimiento. La mujer, molida a golpes por su marido, yace “como
muerta sobre el lomo de la gran momia”. La carretera, por tanto, sólo funciona como el
una cacería humana dentro del cañaveral. El destino de Encarnación, un hombre sereno y
bueno, que “no bebía y que no tenía más afán que su familia”, es transfigurarse en una
informidad de “agua, sangre y lodo”, despojado de toda humanidad termina siendo una
“masa inerte”. Su agitado transitar, provocado por su deseo de pasar la Navidad con su
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esposa y sus niños, no llega demasiado lejos; se interrumpe brusca y definitivamente
(Bosch, 157-165).
Despoja a la región de esa aura seductora, tan atractiva para los lectores de fin de siglo y
para los receptores de una posmodernidad que promete aventura y excesos, trasladados en
las fantasías de los turistas de cruceros, hoteles de cinco estrellas, playas casi vírgenes y
avistamientos lejanos de islas privadas. República Dominicana deja de ser Punta Cana o La
Romana, cuando se leen tales historias de atmósferas abrumadoras, casi claustrofóbicas por
sus lógicas cerradas, inexpugnables, desesperanzadas. Los estratos sociales son tan poco
permeables que las ideas de un diálogo nacional, una cohesión identitaria, una organización
política incluyente son meras ficciones, en estos mundos de papel. Bosch le brinda a la
continente.
periodo que alcanzó más allá de la segunda mitad de la centuria pasada. Como las novelas
románticas y las policiacas, los textos de corte fantástico fueron exiliados “a los confines de
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la cultura literaria” (Jackson, 1986: 180). Sus ejes temáticos, tal vez, resultaban demasiado
inquietantes para un tipo de escritura “seria”, sobre la cual podían cimentarse las
perspectivas ideológicas de cada época y región. La vacilación suscitada por los textos
y, en ese sentido, podía provocar una suerte de subversión no prevista (y mucho menos
Belevan para aludir aquéllos que deconstruyen la realidad factual y brindan la ilusión de
sentido común la decisión de Bosch de echar mano de un narrador en primera persona. Ésta
Todos los que habían cruzado la puerta antes que yo habían entregado sus cabezas,
y yo las veía colocadas en una larga hilera de vitrinas que estaban adosadas a la
Se trata de aportar tanto la verosimilitud necesaria ante un hecho inusual, mediante un “yo”
de un universo ajeno. Sin embargo, en éste no prevalece extrañeza alguna ante acciones
Todas las citas de La a ha i dele le está e t aídas de la p i e a edi ió de Cuentos más que
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completos, por lo que, a partir de este momento, nos abstendremos de anotar esta referencia bibliográfica.
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como ofrecer la testa, de manera voluntaria. Si “lo maravilloso corresponde a un fenómeno
desconocido, aún no visto, por venir: [pertenece] por consiguiente, a un futuro” (1981: 37).
al tratamiento del género: tomar como punto de partida un enfoque maravilloso para
cambiarlo, casi de golpe, justo antes de finalizarla. Por un lado, respalda la alegoría
transmitida por la trama: atemorizado, el narrador, después de instantes dubitativos ante las
“como loco”. Se esconde una semana, invadido por las imágenes de miles de “ojos sin vida
donde es señalado como “el que huyó”. El temblor, al sentirse reconocido, lo conduce a
derramar el líquido sobre la camisa. “La mancha no se va. Está ahí, indeleble. Al contrario,
sobre si los hombres que lo identifican son “miembros o eran enemigos del Partido”,
información prodigada sólo hasta el penúltimo párrafo. La naturalidad de donar una parte
del cuerpo, según se infiere por el número de miembros expuestos y la fila de personas
como lo dictan los rasgos del género maravilloso. Bosch agudiza, así, las experiencias de
aquellas sociedades en las que existe lo más descabellado, lo menos plausible. La mesa se
dispone para un lector interpretante, ávido de cerrar el relato con explicaciones cercanas a
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la lógica de lo conocido.5 El autor colabora, gustoso, en la construcción de este tipo de
él, las órdenes se obedecen, nadie las refuta, todos están dispuestos a cercenarse. Por eso,
ante la pregunta del protagonista, sobre cómo podrá subsistir sin sus “ideas”, “recuerdos” y
el “resumen de su propia vida”, la voz, burlona responde: “Aquí nadie tiene que pensar.
una nueva vida”. Es normal, entonces, que quien reacciona y no acata las disposiciones, se
espacial. Las exégesis en torno de las consecuencias de las dictaduras conducen al gobierno
de Leónidas Trujillo, cercana a los intereses de Bosch; a las purgas estalinistas y los
texto presente puede atracar en la realidad del mañana) es aprovechada con habilidad por el
o lusio s a out the di tato ship [u si olis o i p e iso fue za al le to a t a aja a tiva e te pa a
forjar conclusiones en torno de la dictadura] (2008: 436). Con agudeza, en este artículo se plantea que
frente al control sofocante sobre las personas y la libertad de expresión del mandato trujillista, ciertos textos
dominicanos como el de Bosch le confieren alas a los receptores, tanto en un nivel intelectual como en el
campo emocional. Así como el narrador protagonista se siente atemorizado y desconcertado, los
destinatarios textuales son invadidos sobre la incertidumbre de la situación insólita a la cual se enfrentan.
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nacido en La Vega, pues si bien su narración se cimenta en acciones ocurridas en el tiempo
histórico de la escritura, mediante las estrategias del género maravilloso subraya cómo
cierre. Se lee en “La mancha indeleble”: “Resulta aterrador oír la orden de quitarse la
cabeza dicha con tono normal, más bien tranquilo. Estaba seguro de que el dueño de esa
voz había repetido la orden tantas veces que ya no le daba importancia a lo que decía”.
todo tipo de emociones, integrantes del mismo campo semántico: el terror. Desde el primer
párrafo habla de “un miedo súbito e intenso”, de sentirse “paralizado por el terror”, de la
“macabra experiencia”, de la situación “aterradora”, de una pesadilla que no era tal y, por el
contrario, estaba siendo vivida “en pleno estado de lucidez”, del “frío mortal”
por el decreto. Al ser un cuento tan corto (escasas tres páginas), la debilidad de la voz
transmite con gran eficacia. No se trata, por lo tanto, de un personaje heroico, ni del
enaltecimiento de las conciencias opositoras. Se ofrece, en cambio, a una voz que es parte
del conjunto: es la de un ciudadano medio, sin una politización expresa; es presa del temor,
pues no aspira a ser distinto, a separarse de la comunidad, pero el sentido común le advierte
que tampoco puede vivir sin sus recuerdos, sin pensar por sí mismo. Bosch evade el
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maniqueísmo del héroe victimado o el villano victimario, lo cual redunda en un texto más
sugerente y abierto.6
interior: ¿la patria, acaso?, ¿el estado anímico e intelectual reinante? Salir de esa manera
delincuente, el enfermo, el que debe ser perseguido. El miedo aludido y las reacciones
viscerales del personaje van recreando una atmósfera de extrañamiento ante la normalidad
el género fantástico.
realista y una descripción desrealista, la creación de un conflicto dialéctico del cual surge
un orden nuevo (1976: 113-116). La imposibilidad de desvanecer la mancha del café, lavar
deshacerse de ella (no tiene otra “ni manera de adquirir una nueva”) trastornan un hecho
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Una línea posible de seguir, aunque reductora a mi juicio, es la propuesta por Beatriz Carolina Peña
i te p eta el afue a del e ilio, g a ias al ual Bos h is o ( , añado, todos los intelectuales dominicanos
que optaron por él) pudo conservar –literalmente– la cabeza y también seguir pensando, desarrollando sus
ideas (2004: 126-130).
la alfombra similar que cruzaba a todo lo largo por el centro; las grandes columnas de mayólica, las cornisas
de u os do ados, las dos e o es lá pa as olga tes de istal de Bohe ia . Un espacio tan europeo
como el absurdo de los palacios barrocos levantados en Haití y descritos por Alejo Carpentier, en El Reino de
este Mundo (1949).
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trivial, acrecentado por las miradas de quienes hablan del personaje, de su huida, de su
desistir “Después de que ya estaba inscrito”. Su duda sobre si son o no miembros del
distinto, el cual es visto con extrañeza y angustia por el personaje, lo cual no ocurría con el
ritual de la entrega de la cabeza. Éste le genera temor, sin embargo no cuestiona su lugar en
potencializa en los cuentos en el que algún ingrediente fantástico se manifiesta. Tal vez no
fue fruto de la casualidad que el último publicado haya sido, precisamente, “La mancha
económica de las sociedades, y centrándose en otros que crean sus propios referentes,
formulan universos más intangibles, pero no por ello menos expresivos, el que alguna vez
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Obras citadas
Belevan, Harry. 1976. Teoría de lo fantástico. Apuntes para una dinámica de la literatura
de expresión fantástica. Barcelona: Anagrama.
Bosch, Juan. 1998. "Antesala” en Antología personal. San Juan: Editorial de la Universidad
de Puerto Rico.
Bosch, Juan. 2000. “La mujer” en Cuentos dominicanos. Madrid: Editorial Popular,
Unesco, pp. 11-15.
Collado, Miguel. 2009. “Los mejores cuentos de Juan Bosch” en Diario libre.com. Sección
Lecturas, marzo 14. http://www.diariolibre.com/noticias_det.php?id=192099 Fecha de
consulta: marzo 24 de 2009.
Menton, Seymour. 2008. “Cuentos fantásticos de Juan Bosch. Selección y prólogo de José
Carvajal” en IslaBooks Publishing. http://www.islabooks.com/noticias_menton_2008.htm
Fecha de consulta: marzo 24, 2009.
Peña, Beatriz Carolina. 2004. ‘‘La persecución como contradiscurso al orden y a la paz
trujillistas en los Cuentos escritos en el exilio, de Juan Bosch’’ en Atenea. Vol 24, No. 1.
Junio, pp. 119–132.
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