Una de las familias de reptiles que durante millones de años
han poblado y permanecen en la actualidad en la Tierra son los cocodrilos (Familia Crocodylidae). Aparecieron durante el período del Eoceno, hace más de 50 millones de años, y como todo reptil, está filogenéticamente (según su historia biológica evolutiva), emparentado con las aves. Científicamente, el término común de "cocodrilo" hace referencia exclusivamente a las especies de la Familia Crocodylidae. No obstante, de forma generalizada sigue llamándose cocodrilos a otros reptiles predadores semiacuáticos, como los caimanes, aligátores o los gaviales. Características del cocodrilo Las diferentes especies de cocodrilos comparten una serie de características fisiológicas y de comportamiento entre las que destacan: Tienen cuerpos muy pesados y una piel gruesa y seca, de morfología escamosa y dura, que les proporciona una gran resistencia y robustez. Son animales muy longevos que llegan a vivir hasta cincuenta u ochenta años. Todos son excelentes nadadores durante el tiempo que se encuentran sumergidos en el agua, preferiblemente durante la noche. Tienen una gran capacidad para permanecer inmóviles, a la espera de acechar a sus presas en el momento más oportuno o simplemente para disfrutar de las horas de sol durante el día. La apertura de sus enormes mandíbulas les permite regular su temperatura corporal y adaptarse a la temperatura ambiental. Otro dato curioso sobre sus mandíbulas es que tienen unos grandes y poderosos músculos para su cierre, ya que son su herramienta para atrapar a sus presas, pero sus músculos encargados de la apertura no están apenas desarrollados en comparación a los de cierre. Son capaces de camuflarse con el medio en el que se encuentran, ya sea sobre rocas, tierra o incluso entre matorrales. Esto lo usan como técnica depredadora. En cuanto a cómo se desplazan los cocodrilos, cabe diferenciar entre cuando lo hacen en el medio acuático que lo hacen nadando y sirviéndose de sus patas y cola para el impulso y la dirección, o bien cuando lo hacen en ecosistemas terrestres, en los que avanzan con sus cortas extremidades, a la vez que, la mayoría de veces, van arrastrando el estómago sobre la tierra. Cuando deben recorrer largas distancias hacen uso de su cola, levantan ligeramente el cuerpo del suelo y llegan a alcanzar los 18 km/h en la carrera. Al tener sus orificios nasales y ojos en la parte superior de la cabeza, son capaces de respirar y ver, al mismo tiempo que el resto de su cuerpo permanece sumergido en el agua. ¿Qué comen los cocodrilos? Mundialmente conocidos como unos de los depredadores más temidos del reino animal, los cocodrilos adultos se alimentan preferiblemente de presas vivas que cazan con sus gigantescas y poderosas mandíbulas. En su dieta se incluyen una gran variedad de animales de todos los grupos (mamíferos, aves, peces, anfibios, otros reptiles e incluso invertebrados). Cada especie de cocodrilo se alimentará en mayor cantidad de aquellas presas que predominen en su hábitat natural. Una vez pasado el duro y, a veces, largo momento de espera al momento justo del ataque, el cocodrilo engulle de forma brutal a la presa, agarrándola con sus poderosas mandíbulas y clavándoles sus afilados dientes. En numerosas ocasiones, cuando se encuentran en zonas terrestres, los cocodrilos arrastran a la presa hacia el agua, sacudiéndola y despedazándola con sus dientes para poder cortarla e ingerirla, ya que son incapaces de masticar. La mordedura de los cocodrilos es sin duda la más poderosa de todo el reino animal, valiéndose de unos 1.800 kilos de fuerza en el momento de ataque a la presa. Los cocodrilos jóvenes, en cambio, se suelen alimentar exclusivamente de cangrejos, ranas e insectos. ¿Cómo se reproducen los cocodrilos?
Los cocodrilos o crocodíleos (orden Crocodylia) son los
reptiles más grandes que existen en la actualidad. Entre ellos se encuentran los aligátores, los gaviales y los cocodrilos verdaderos. Todos son animales semiterrestres y presentan una morfología corporal inconfundible. Debido a su particular modo de vida y a su potente mandíbula, han causado terror en todas las civilizaciones, aunque también mucha admiración. Sin duda, una de las características más sobresalientes de estos reptiles es su reproducción. A pesar de su temible aspecto, las hembras de los cocodrilos son unas de las mejores madres del reino animal y se esfuerzan mucho en asegurar la supervivencia de sus crías
La reproducción del cocodrilo
La reproducción del cocodrilo ocurre una vez al año. Tiene lugar en la época lluviosa y comienza con la defensa del territorio. Los machos nadan a lo largo del lugar que han escogido para su reproducción. Mientras lo hacen, exhiben algunas partes de su cuerpo, como la cabeza y la cola. Además, emiten sonidos articulados, es decir, vocalizaciones. Si esta exhibición no funciona, pueden llegar a luchar entre ellos. Cuando esto ocurre, embisten sus cabezas y chocan sus mandíbulas mientras elevan su cuerpo. Para un macho, ganar un territorio significa quedarse con las hembras que viven en él. Normalmente, el ganador del territorio es el individuo más longevo y grande. Por ello, los animales que cumplen estas características son los que más se reproducen, pudiendo llegar a copular con más de 15 hembras durante una temporada reproductiva. Por tanto, los cocodrilos son animales polígamos. Sin embargo, no es tan fácil como parece. Los machos dominantes deben cortejar a las hembras. Para ello, ambos se aproximan, rozan sus hocicos, frotan sus cuerpos, emiten vocalizaciones, nadan juntos y se sumergen varias veces. Si ambos lo desean, la cópula tiene lugar bajo el agua y puede llegar a durar 15 minutos.