Está en la página 1de 12

HISTORIA ANTIGUA DE

LA PENÍNSULA IBÉRICA I
PRUEBA DE EVALUCACIÓN CONTINUA
GREGORIO VALERO PÉREZ
VALERO PÉREZ, GREGORIO

NOVILLO LÓPEZ, Miguel Ángel


Julio César en Hispania
Prologuista Julio Mangas
240 páginas
Madrid, 2018
Editorial: La Esfera de los Libros
ISBN: 9788491643692

El libro que me dispongo a comentar se trata de una obra biográfica de la figura de Julio César y
fue escrito por Miguel Ángel Novillo López. Se licenció en Historia en 2004 y fue doctor
europeo en Historia Antigua en 2009 por la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad
Complutense de Madrid, obteniendo el Premio Extraordinario de Doctorado con la tesis titulada
“La Hispania de Cn. Pompeyo Magno y C. Julio César: Modelos de gestión territorial y
clientelar”, publicada en 2012 por la Editorial Sílex.
Fue becario FPU en el Departamento de Historia Antigua de la Universidad Complutense de
Madrid (entre 2005 y 2009) y contratado posdoctoral MEC/Fulbright en la Università degli
Studi di Trieste (entre 2011 y 2014). Su labor investigadora la orientó al estudio de la tardía
República romana, a la vida cotidiana de los romanos, a la Historia Antigua y Arqueología de la
Península Ibérica, a los movimientos migratorios en el Imperio Romano y a la Historia de la
educación.
Se convirtió en miembro de varios proyectos de investigación (de ámbito nacional e
internacional), y del consejo de redacción de varias revistas científicas. Cursó varias estancias
de investigación en la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma, en la Università
degli Studi di Trieste y en la Universidade do Porto. Ha participado en varios congresos,
programas de radio, libros y revistas científicas y divulgativas. Actualmente es profesor
ayudante doctor del Departamento de Historia Antigua de la UNED y editor de la revista de este
departamento.
De entre todas sus publicaciones destacaremos “Usos y abusos de la Historia Antigua como
elemento identitario en los manuales escolares”, “César y Servilia, ¿relación de amor o de
interés político?”, “La vida cotidiana en Roma” o “Praenestini en Aquileia: movilidad de
gentes y cultos en época republicana”.
El libro comienza con una cronología, en la que se muestran los hitos más importantes de la
vida de Julio César. Comienza el 12-13 de julio de 100 a. C. con el nacimiento de Cajo Julio
César y concluye en el 27 a. C. cuando Octavio recibe el nombre de Augusto.
Continua con un prólogo escrito por Julio Mangas (catedrático emérito de Historia Antigua de
la Universidad Complutense de Madrid). Julio Mangas nos introduce, no solo la figura de Julio
César, sino también un poco del contexto histórico de la época. Alaba, en varias ocasionas, el
minucioso trabajo de nuestro autor. Mangas destaca los capítulos dedicados a la “definición de
un líder” y a la “agonía de la República”, entre otros. Nos introduce la habilidad política de
César y como consiguió integrar a grandes contingentes de la población de Hispania al otorgar
la ciudadanía romana a muchas ciudades. Concluye felicitando al autor por este trabajo tan
completo y minucioso que nos ayuda a conocer con mayor exactitud la figura de César y su
relación con Hispania.
En la introducción será nuestro autor quien comience a desgranarnos la figura de Cayo Julio
César. De él asegura que fue un hombre con un gran carácter y de gran codicia. Llegó a influir
en muchos gobernantes como Napoleón Bonaparte y se convirtió en objeto de análisis por
muchos historiadores, epigrafistas, filólogos… Su inteligencia y su carácter seductor lo
caracterizan, pues conseguía conquistar al pueblo romano y establecer amistades leales.
Nunca llegó a ser emperador, pues el régimen imperial no comenzó hasta que su heredero llegó
al poder. Sin embargo, fue un imperialista activo y energético y se considera como el arquetipo
del estadista y del correcto conquistador militar. Fue un hombre moralista, orgulloso y cuidaba
su apariencia con extremado cuidado. Destaca su figura como orador, escritor e historiador.
Comenzó en la carrera política siguiendo los pasos de su tío Mario y ejerció varios cargos
públicos hasta hacerse con el poder. La introducción concluye afirmando que el objetivo
fundamental de esta obra es aportar un análisis desde diferentes perspectivas de la figura de este
gobernante romano, así como de su relación con Hispania.
Nos encontramos ante una edición bien presentada y sin ilustraciones. Novillo López comienza
su relato en la crisis que acaeció durante la tardía República romana, consecuencia de una
política expansionista que Roma llevaba a cabo desde el siglo II a.C. Esta crisis provocó un
desplazamiento de las clases populares y un declive de la estructura militar. La crisis atacó
fuertemente a la pequeña propiedad agrícola, conllevando a la ruina del pequeño campesinado.
Durante esta época surgirían los hermanos Tiberio Graco y Cayo Graco. Destacamos una serie
de fenómenos de esta época como la reforma agraria, del ejército o la intensificación del
conflicto entre optimates y populares.
Roma continuó expandiéndose, aumentando su territorio. La crisis concluiría con la renuncia de
Sila en el año 79 a.C. Cuando el régimen de este gobernante comienza a mostrar síntomas de
debilidad aparece César y Pompeyo en la vida política.
Julio César fue hijo de político y nació en el seno de una familia patricia y de corte popular en el
año 100 a.C. Por vía paterna pertenecía a los Iulii (familia patricia de poca relevancia política),
por vía materna a los Aurelii Cottae (linaje que remitía su ascendencia a Anco Marcio).
En el 83 a.C., César entra en conflicto con Sila (dictador romano), teniendo que huir a las
montañas. Finalmente es perdonado por Sila y se pone al servicio del propretor Marco Minucio
Termo para poder proseguir con su carrera política. Logrará establecer fuertes lazos de
clientelares con Bitinia y se formará en la escuela del maestro Molón de Rodas para mejorar sus
conocimientos en retórica.
Conseguirá ser elegido como uno de los cuatro ediles de Roma en el año 65 a.C. Tuvo que
compartir la edilidad con otro optimate que pronto consiguió que quedara en el olvido. No solo
conseguiría que lo nombraran pontifex maximus, sino que también será nombrado pretor urbano
de Roma. Como pretor llevó a cabo una política de ataques a miembros de los optimates usando
su oratoria.
En cuanto a su relación con Hispania, César era considerado como un joven extravagante. En su
primera inmersión en Hispania Ulterior como cuestor intentará contrarrestar la influencia que
poseía Pompeyo. En el año 61 a.C. conseguirá la propretura de la Hispania Ulterior. A través de
diversas medidas y numerosas batallas contra las comunidades rebeldes, consiguió hacerse con
la voluntad de sus habitantes.
Para presentar su candidatura a las elecciones del consulado, tuvo que ponerse de acuerdo con
Pompeyo y Craso (para que los tres pudieran conseguir sus objetivos). El consulado de César
será un punto de inflexión en la política romana. Como nuevo cónsul desde el año 59 a.C. se
encargó de preservar las tradiciones, realizó numerosas leyes para perfeccionar los procesos
judiciales y eliminar la manipulación, presentó un proyecto de ley agraria…
Entre el 58 a.C. y el 56 a.C., se agudizará aún más el enfrentamiento entre los optimates (en
manos de Pompeyo) y los populares (en manos de César), hasta que acabó convirtiéndose en
una guerra civil. Las causas las encontramos en diversas cuestiones, por ejemplo, las medidas
adoptadas por el tribuno de la plebe Publio Clodio Pulcher, que beneficiaban a los populares.
Con la conferencia de Lucca, parecía haber un acercamiento entre los tres triunviros (César,
Pompeyo y Craso). Con la muerte de este último, César y Pompeyo comienzan a alejarse y
Roma parecía sumirse en el caos y la delincuencia. César no estuvo de acuerdo con el senado,
siendo declarado enemigo público y comenzando así la guerra civil entre César y Pompeyo
(enviado por el senado).
Será cuatro años lo que durará esta guerra y tendrá lugar en todo ámbito del mundo romano
(Italia, Hispania, Grecia, Oriente y África). De todos los conflictos destacaré la batalla de Ilerda
que concluyó con la victoria de los efectivos de César. Sin embargo, la batalla decisiva será la
batalla de Munda. Pompeyo y César se enfrentarán directamente y acabará con la victoria
cesariana. La Península Ibérica fue sometida con rapidez.
En el año 49 a.C., César fue nombrado dictador del mundo romano. Una vez concluida
definitivamente la guerra obtuvo una gran cantidad de honores por parte del senado. Incrementó
el territorio de aquellas provincias que le había prestado ayuda durante la guerra, procuró paliar
la crisis económica del pueblo romano, embelleció y monumentalizó la ciudad de Roma,
mantuvo relaciones militares con Hispania muy estrechas, difundió el modelo de la civitas
romana (permitiendo la cohesión del territorio conquistad), etc. Especial atención merece la
colonización cesariana en la Hispania Ulterior, pues registrará un avance a gran escala.
Destacamos la organización territorial que llevó a cabo en Hispania. A demás este territorio será
utilizado por César como campo de experimento para diferentes medidas jurídico
administrativas.
Pronto César comenzó a levantar recelos entre varios senadores y hombres importantes. Su
miedo era que este impusiera un régimen monárquico de tipo helenístico. Esto provocó los idus
de marzo del año 44 a.C., en los que se acabó con la vida de Julio César. Su sucesor será Cayo
Julio César Octavio (sobrino de Julio César).
La situación en Roma era muy convulsa a la muerte de César. La primera guerra civil
poscesariana se produjo entre Marco Antonio y Bruto, saldándose con la derrota del primero.
Octavio consiguió llegar a un acuerdo con Marco Antonio y acabar con los libertadores
(asesinos de César). Marco Antonio quedó como gobernante del territorio romano de Oriente y
Octavio del de Occidente. Finalmente, Octavio consiguió hacerse con todo el poder,
convirtiéndose en el primer emperador romano y continuando con las medidas ya diseñadas por
César.
Una vez concluida la historia de Julio César, el libro continúa con un epílogo, en el cual el autor
resalta la importancia que la figura de este gran dirigente ha tenido a lo largo de la historia.
César fue un general victorioso que solo recurrió a la guerra en las ocasiones en las que el
senado pretendía eliminarlo de la escena política. Fue el responsable en implantar, por primera
vez en la historia romana, una política coherente y sólida que se articulaba en torno al modelo
de la civitas romana. Siempre veló por los intereses del pueblo y de los reformistas. También
pasará a la historia como un gran escritor y cronista.
El autor continúa con una lista de todos aquellos magistrados monetales que se encontraban en
Hispania a lo largo del Bellum Civile. Tras esta lista, encontramos un espacio reservado a
enumerar todas las evidencias epigráficas encontradas en Hispania en relación con la figura de
Cayo Julio César.
Novillo López nos mostrará con detalle la figura de César como escritor. Las obras que nuestro
protagonista escribió a lo largo de su juventud no se han podido conservar, debido a que
Octavio vetó su publicación. Sí se conservan las cartas que envió al senado. Conocemos el estilo
de César gracias a las dos únicas obras que han llegado hasta nosotros de forma íntegra:
“Comentarios a la guerra de las Galias” y “Comentarios a la guerra civil”.
César fue acompañado por una gran cantidad de mujeres. Sus propósitos para elegir a una mujer
como amante o esposa solían ser políticos. Tuvo tres esposas a lo largo de su vida y una gran
cantidad de amantes, como por ejemplo Servilia. A demás tuvo que soportar rumores sobre su
condición homosexual.
El autor continúa con el árbol genealógico de Julio César y, por lo tanto, de Octavio.
Concluye con un extenso glosario en el que explica los términos más representativos utilizados
en la época. Comienza explicando el término “adopción” y termina con el término “vestal”.
Las últimas páginas del libro estarán dedicadas a la bibliografía usada por el autor para escribir
esta obra tan concreta y clara.
Respecto al contexto histórico que se vivió a lo largo de la vida de Julio César, Novillo López es
muy preciso en este sentido. Comienza con la crisis que vivió la tardía República romana, así
como con el enfrentamiento entre populares y optimates, que acabaría en una guerra civil entre
Julio César y Pompeyo, como ya he explicado anteriormente.
El libro se ubica en todos aquellos lugares en los que estuvo Julio César a lo largo de su vida,
pero haciendo mayor hincapié en su relación con Hispania. Durante siete siglos se conviritió en
una provincia romana y comprende los países actuales de España, Portugal, Andorra, la colonia
de Gibraltar, Marruecos, algo del Sahara Occidental y Mauritania (una vez acabada la reforma
de Diocleciano).
En el 61 a.C. Se convirtió en Propretor en Hispania, en la que consiguió pacificar Lusitania y
llegó a adquirir una gran prosperidad, posiblemente con la ayuda de los sacerdotes de Hércules
Gaditano y los comerciantes fenicios de Cádiz.
No podemos continuar la recesión del libro sin esclarecer cuales son las líneas fundamentales de
cada capítulo del mismo.
En el primer capítulo, nuestro autor trata de contextualizar la vida de César. Comienza con la
crisis de la tardía República romana y concluye en el 47 a.C., cuando César consigue detentar
una dictadura vitalicia.
El segundo capítulo pone de manifiesto los orígenes de César, haciendo mención a la carrera
política de su padre, así como al tipo de familia del que provenía. Nos detallará los inicios
políticos de César y como, poco a poco, su carrera política irá ganando importancia hasta que
finalmente consigue obtener el cargo de cónsul romano.
A lo largo del tercer capítulo, Novillo López nos muestran todas las causas que precedieron a la
guerra civil acaecida entre Julio César y Pompeyo. Comienza detallándonos el conflicto
existente entre populares y optimates, así como las diferencias existentes entre César y
Pompeyo y concluye cuando en el 49 a.C., César es declarado enemigo público por el senado y
comienza la guerra civil.
El capítulo cuatro trata de explicar todas las medidas que tomó César para organizar a sus
legiones a lo largo de la guerra civil acaecida entre Pompeyo y este. Nuestro autor diferencia a
sus legiones en dos grupos: uno compuesto por aquellas que intervinieron en territorio hispano
bajo el mando de César y otro compuesto por aquellas que no actuaron directamente en la
Península Ibérica, sino en otras provincias.
Con el quinto capítulo, el autor nos pone de manifiesto la importancia que tuvo esta guerra civil
en la historia de Roma, así como en la producción historiográfica. Nos detalla, con extremo
rigor, todos los acontecimientos que tuvieron lugar a lo largo de la guerra (la batalla de Ilerda, el
papel de Quinto Cassio Longino, la batalla de Munda…), así como el comportamiento que
adoptaron las personalidades y pueblos hispanos durante el transcurso de la guerra.
El sexto capítulo comienza con el nombramiento de Julio César como dictador del territorio
romano y explicando las medidas que implantó. El autor también nos muestra la importancia de
la difusión del modelo de la civitas romana, es decir, la obra colonizadora de César. También
nos muestra la organización del territorio romano llevada a cabo por este dictador (pues
anteriormente no se había llevado ninguna obra que se asemeje en importancia a la de César) y
la relación que tuvo el dictador con Hispania (utilizada para experimentar diversas medidas del
dictador).
El último capítulo nos explicará con gran detalle todos los acontecimientos que precedieron a
los idus de marzo, que acabarían con la vida de nuestro protagonista. Una vez asesinado César,
nuestro autor continúa con la adopción de Octavia, así como con el testamento que Julio César
dejó al morir. El capítulo finaliza explicándonos todos los acontecimientos políticos que
tuvieron lugar al morir César y como Octavio consiguió convertirse en el primer emperador
romano.
El libro nos muestra, no solo la figura de Julio César desde diferentes versiones, sino que
también nos explica de manera muy efectiva el contexto político y social que vivió nuestro
protagonista a lo largo de su vida.
Creo que es un buen modo de conocer cómo se creó el Imperio Romano y la importancia que
tuvo la figura de César para la creación del mismo. El libro nos enseña que no es de extrañar la
importancia y popularidad que ha cosechado este personaje a lo largo de la historia y cómo
llegó a influir a personalidades tan importantes como a Napoleón Bonaparte.
Sin embargo, lo que más se conoce de esta figura (Cayo Julio César) es todo lo concerniente a
su vida durante la dictadura que ostentó en el territorio romano. Este libro nos enseña la figura
de un joven César desde diferentes perspectivas (como político, militar, estratega, estadista,
literato, amante, visionario…), ayudándonos a entender que acumulara tanto poder.
Podemos comparar este trabajo con otros autores que también han realizado un trabajo exquisito
en torno a la figura de este gran dirigente.
Destacaré a Adrian Goldsworthy, que en su obra (“César: la biografía definitiva”) aúna de
manera magistral todos los diferentes aspectos de la vida de Julio César y nos ofrece un retrato
vívido de nuestro protagonista.
El catedrático José Manuel Roldan nos muestra un relato sobre la vida pública y privada de los
emepradores de la dinastía julio-claudia en su apasionante libro titulado “Cesares: Julio César,
Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón: La primera dinastía de la Roma Imperial”.
Novillo López con su obra hace, bajo mi punto de vista, una gran aportación al hombre actual, y
no sólo al historiador de la actualidad, sino a cualquiera que sienta un mínimo de interés por
conocer la vida de Julio César. No usa palabras ni frases complejas, de manera clara y directa
nos enseña la figura de este gran gobernante.
Este libro puede servir como inspiración para muchos. Nos enseña como Julio César consiguió,
desde una familia muy humilde, convertirse en la representación del romano y seguir siendo
recordado, no importa cuántos años hayan pasado desde su muerte.
¿Y para qué está la historia si no es para aprender de ella? Novillo López, con su libro, nos
recuerda que cualquiera es capaz de conseguir grandes hazañas. Igual que usamos la historia
para aprender de los errores pasados, es importante usarla para repetir los aciertos que otros
hicieron en el pasado y saber implementarlos en el presente.
VALERO PÉREZ, GREGORIO

SALINAS DE FRÍAS, Manuel


“El Gobierno de las Provincias Hispanas durante la República Romana (218-27 a.C.)”
181 pág., aunque comentaremos hasta la pág. 113
Salamanca, 1995
Ediciones Universidad de Salamanca,
ISBN: 84-7481-804-4.

El libro que me dispongo a comentar fue escrito por Manuel Salinas de Frías, el cual es profesor
titular en la Universidad de Salamanca, en el área de Conocimiento de la Historia Antigua del
Departamento de Prehistoria, Historia antigua y Arqueología.
En 1997, se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Salamanca, obteniendo el
premio Extraordinario de Licenciatura. El título de Doctor en Historia no lo obtendrá hasta el
año 1981, con Premio Extraordinario de Doctorado.
Fue Director del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología entre 1989 y
1991. También fue Presidente de la Comisión de Evaluación de la Calidad de la Investigación
del Departamento, anteriormente citado. A demás de ser coordinador de la “II Table Ronde
Internationale sur Lusitanie Romaine”, fue coordinador del volumen 1 de la Historia de
Salamanca en 1997.
Actualmente, es vocal del Consejo de Redacción de la Revista Studia Historica. También es
miembro fundador del “Grupo Mérida (Economies, societés et idéologies à la Lusitanie
Romaine”, dirigido por la Universidad de Burdeos III y auspiciado por el Museo Nacional de
Arte Romano de Mérida. Pertenece, de igual modo, al Register of Celticists de la Universidad
de Aberdeen.
Respecto a su figura como investigador hemos de resaltar que ha colaborado en numerosas
obras y escrito numerosos libros y artículos. De entre sus artículos destacaremos “El impacto de
la romanización augustea en la cuenca del Duero”, “Las ciudades del poder de la provincia
Lusitania. Capitales conventuales y ciudades principales” y “Testimonio epigráfico de las
reformas del Bajo Imperio Romano en Salamanca”. De entre sus colaboraciones nombraré “Los
magistrados de Lusicania de "nomen Iulius"” o “Morir sin gloria. La perspectiva romana de la
guerra contra los lusitanos”. De sus libros destacaré “Los pueblos de la Península Ibérica antes
de Roma”, “Los pueblos prerromanos de la península Ibérica” y “Conquista y romanización de
Celtiberia”.
El libro contiene un índice al principio del mismo, en el que en el que aparecen desglosados
todos los capítulos desde “el período de los privati cum imperio (218-198 a.C.)” (capítulo 1),
hasta “el gobierno de las provincias hispanas del 81 a.C. hasta el final de la República” (capítulo
4). De los capítulos aparecen desglosados varios subtemas que hacen más efectiva la lectura del
libro. También aparecen las abreviaturas más frecuentes y una introducción a los capítulos
mencionados anteriormente.
Salinas de Frías, comienza el libro con las “abreviaturas más presentes”, a la cual le sigue una
introducción. Dicha introducción empieza explicando el cambio administrativo que se llevó a
cabo a lo largo del imperialismo romano. A partir del siglo II a.C., las provincias eran aquellos
territorios extraitálicos que se anexionaban al Impero Romano. Será a partir del siglo III, cuando
se asignarán un magistrado o promagristrado de forma estable.
El objetivo de este trabajo será el estudio de todos los gobiernos que tuvieron lugar en Hispania,
a lo largo de la República romana. El autor se centrará en qué hacía un gobernador romano, en
el cómo y en el por qué.
El autor nos expresa la dificultad que encuentra un historiador para buscar bibliografía sobre la
conquista de Hispania que, a pesar de toda la existente, no existe ningún título específico sobre
dicho tema.
El libro estudiará la figura del gobernante en Hispania, pues poseían una gran autonomía y, por
lo tanto, un enorme poder. Habría que discriminar dos tipos de gobernantes: por un lado, los que
entendieron la realidad del pueblo indígena y utilizaron medios pacíficos; y por otro, los que
abusaron de la fuerza. También se estudiarán las relaciones que poseía el gobernador con el
resto de colectividades que estaban sometidas a su autoridad.
El libro original consta de cinco capítulos, divididos en dos partes. La primera parte está
compuesta por los cuatro primeros capítulos (esta parte será la que comentaré) y la segunda, por
el quinto capítulo. La parte que vamos a comentar se encarga de explicar la evolución de los
gobiernos de ambas provincias hispanas.
Esta introducción concluye con una serie de agradecimientos que realiza el autor a varios de sus
colegas.
No será hasta el año 218 a.C., cuando el senado, mediante sorteo, ordenó a Publio Escipión
encargarse de Hispania, en previsión a la guerra con Aníbal. Debido al avance de las tropas de
Aníbal, Cneo Escipión fue requerido en la Península Ibérica, donde conseguirá numerosas
victorias para los romanos. Seguramente Cneo Escipión actuó como legatus pro consule.
Posiblemente Publio Escipión (como procónsul) ejerciera el poder en la Península Ibérica,
quedando Cneo como legatus de su hermano. En el 211 a.C. los éxitos romanos desaparecen
para dejar paso a derrotas, debido a una mala estrategia de los dos generales.
Sabemos que en el 210 a.C. se envió a Publio Cornelio Escipión, como procónsul, y a Silano
como propraetor adiutor ad res gerendas. Consiguen conquistar Cartagena (éxito militar y
político), además de ganar la Batalla de Baecula (consiguen el control de la Alta Andalucía) y la
Batalla de Ilipa (fin del dominio cartaginés en la península).
Escipión fue gobernador de Hispania hasta el 206 a.C. y nunca obtuvo el apoyo firme del
senado. Respecto a los sucesores de este, no disponemos de suficiente documentación y son
varios los problemas que se nos plantean.
Entre 198 y 197 a.C., el senado crea en Hispania dos provincias (Citerior y Ulterior). El hecho
de que en varias fuentes literarias (Tito Livio, en especial) se titulen a los gobernadores
hispanos como praetores, propraetores o procónsules, ha dado lugar a una amplia discusión
historiográfica.
Diversos motivos llevaron al senado a prorrogar el mandato de un gobernante romano durante,
al menos, un año más. Esto hacía que se pudiera aprovechar la experiencia adquirida en
Hispania por este gobernante o ahorrarse el tiempo que consumía un nuevo gobernante en llegar
desde Roma hasta la península. Esta medida está relacionada con la aprobación de la lex Baebia
de praetoribus.
La creación de una provincia estaba comprendida por dos pasos: la redactio in formam
provinciae (disposición transitoria) y la lex provinciae (registro de las distintas comunidades
que la integran y se establece los rasgos fundamentales de su administración). Debemos tener en
cuenta que conocemos varias leges provinciae de época republicana, pero ninguna para
Hispania.
A comienzos del siglo II a.C., Hispania irá ganando importancia dentro del Imperio Romano. La
aristocracia, deseosa de conseguir un lugar en el consulado, querrían hacerse con la pretura en
una de las provincias de Hispania para su promoción política. Esto provocará, que las familias
más importantes romanas, como los Sempronii, intentaran alcanzar el puesto de pretor en
Hispania.
En el 195, se designaron Italia e Hispania Citerior como provincias consulares. A los cónsules
se le eran asignados una serie de legiones, infantería, caballeros y naves. Las fronteras
provinciales fueron adjudicadas por los romanos sin tener encuenta etnias y demás diferencias
entre unos pueblos y otros. Esto hacía que, si querían mantener las fronteras intactas, deberían
hacer uso de la fuerza. En este momento comenzará la conquista de Hispania.
Será entre 155 y el 82 a.C., cuando la conquista romana en península alcanzará su mayor
impulso. No obstante, aunque en el 132 pueda parecer que la mayor parte de la península estaba
dominada, las guerras con los celtíberos y los lusitanos no cesaron. Los lusitanos se sublevarían
hasta la pretura de César en la Ulterior. Estas guerras nos permiten conservar una gran cantidad
de fuentes sobre las provincias hispanas en esta época.
La guerra con los celtíberos comenzó en el 153 a.C., y será enviado por el senado el cónsul
Fulvio Nobilior y, más tarde, a M. Claudio Marcelo (quien negociará un tratado no aceptado por
el senado), entre otros. No se conoce con exactitud el por qué se envió a Nubilior a la Citerior,
donde en un principio no había guerra. El rasgo esencial de la magistratura consular era el
ejercer la jefatura del ejército.
Podemos observar que en el período comprendido entre el 153 y el 133 a.C., que el senado
tendió a prorrogar por un año más el mando de los cónsules y de los pretores enviados a la
Hispania Citerior. Con la Hispania Ulterior ocurrirá la misma situación (se encontraban en
guerra con los lusitanos).
Durante este período unos gobernadores (la mayoría) utilizaría el uso de la fuerza para someter
a otro pueblo, mientras que otros intentarán someter a estos pueblos mediante tratados y de
forma algo más pacífica.
El período comprendido entre el 133 y el 82 a.C. comprende una gran cantidad de lagunas en
cuento a los magistrados provinciales que actuaron en Hispania. Sabemos que una vez
concluidas las guerras en Hispania, dejaron de enviarse cónsules, pues un ejército pretoriano era
suficiente para mantener la paz.
Las labores administrativas irán ganando importancia y el senado vigiló, con más
determinación, las labores de los gobernadores en Hispania.
El período comprendido entre el 81 y el 27 a.C., se presenta como una transición –en cuanto a
estructura, organización y funciones de gobierno– que desembocará en el principado establecido
por Augusto. En el 81, Sila llevará a cabo una reorganización del estado, cuya principal
característica podría ser el aumento del número de pretores y de cuestores o la creación de la lex
Cornelia de maiestate (limitaba la estancia, el poder y el prestigio de los promagistrados
provinciales). Los legati cum imperio irán adquiriendo mayor importancia como la fórmula de
gobierno más usada en la península.
El gobierno de las provincias hispanas continuará estando en manos de alianzas de familias
senatoriales. A partir del 55, el gobierno de las provincias corresponderá a generales que habían
sido investidos con un poder extraordinario y por legados de su confianza.
A causa de diferentes conquistas llevadas a cabo por diferentes generales, como César, la
división provincial hispana quedaba obsoleta. Augusto crearía tres provincias en Hispania: por
un lado, Ulterior Lusitana y Citerior o Tarraconense (imperiales) y, por otro, Ulterior Bética
(bajo poder del senado).
La parte del libro que comentaremos se encuadra, fundamentalmente, en todos los grandes
acontecimientos que se sucedieron en la Península Ibérica entre el año 218 a.C., hasta el final de
la República romana. A continuación, explicaré brevemente algunos de los grandes
acontecimientos que tuvieron lugar en la península.
Entre el 264 y el 146 a.C., tuvieron lugar tres conflictos armados que enfrentaron a romanos y a
cartaginenses: las Guerras Púnicas. Me centraré en la Segunda Guerra Púnica, que se produjo en
el 218 (año en el que comienza el contexto histórico del libro). Durante ella se produjo la
expedición del general cartaginés Aníbal. Este general, originario de Cartago, cruzó los Alpes
con una tropa militar en dirección hacia Roma, invadiendo la península y venciendo a las tropas
romanas que pretendían defenderla. Pese a los logros conseguidos, Aníbal nunca conseguiría
invadir Roma debido a la falta de tropas, pues durante el cruce de los Alpes perdería un gran
número de hombres, caballería y elefantes.
Durante la Tercera Guerra Púnica (149-146 a.C.), se produciría la destrucción total de la ciudad
de Cartago, quedando su civilización y su cultura completamente eliminadas. Su origen se
encuentra en el odio que se profesaban los romanos y los cartaginenses y, además, lo
encontramos al aumento de poder del ejército cartaginés. Fue la más corta, pues consistió en el
asedio hacia los cartaginenses, el asesinado, captura de sus habitantes y la destrucción de todo lo
que los romanos encontraban a su paso.
A lo largo de las Guerras Púnicas, los romanos irán conquistando una gran cantidad de
territorios en la península. Escipión conquistará en el 206 Cádiz.
En el 197, los romanos organizarán el territorio conquistado de la península en dos provincias:
la Citerior (la costa, desde los Pirineos a Andalucía) y la Ulterior (Andalucía). En ese mismo
año los hispanos, que se sienten engañados, se sublevan. Catón sofocará la revuelta en el 193.
Los romanos continuarán conquistando el centro peninsular, pero los abusos romanos provocan
una gran cantidad de sublevaciones. Sempronio Graco conseguirá, mediante una política de
acercamiento y concesiones, que se mantengan 25 años de paz en Hispania.
También tendremos que hacer referencia a las guerras lusitanas. Debido a que la mayor parte de
los romanos explotaban sistemáticamente las tierras y los habitantes hispanos, en el 155 los
lusitanos atacan la Ulterior y derrotan a los romanos. Roma se ve obligada a mandar más
soldados al mando de Nobilior, quien conseguirá firmar la paz. Sin embargo, Galba asesinará a
traición y venderá como esclavos a un gran número de lusitanos. Estallará la guerra, de nuevo.
Viriato dirigirá la guerra durante ocho años, derrotando a los romanos en diversas ocasiones y
ocupando ciudades de la Bética y de la Celtiberia. Finalmente es asesinado a traición.
Por otra parte, los celtíberos se levantan, derrotando a los ejércitos romanos. Marcelo firmará la
paz en el 151. Es mismo año, el cónsul Lúculo engañará y pasará a cuchillo a los habitantes de
Coca. En el 144, los celtíberos deciden sublevarse y se unen a Viriato. Será Cornelio Escipión
quien reformará el ejército y sitiará Numancia. Al cabo de nueve meses, en el año 133, los
numantinos prenderán fuego a la ciudad y se suicidarán.
Después de las guerras celtíberas y lusitanas, los romanos continuarán realizando algunas
expediciones en el norte. No obstante, en esta época los romanos estarán más agobiados por las
guerras civiles que se produjeron (César, Pompeyo, Sertorio…).
No podemos continuar la recesión sin exponer las líneas principales de cada uno de los capítulos
que conforman el libro.
El primer capítulo comienza explicándonos la situación que se encontraban los romanos en la
Península Ibérica con respecto a los cartaginenses. Nos cuenta los éxitos y fracasos de Publio
Escipión y Cneo Escipión, además de mostrarnos la figura de Publio Cornelio Escipión.
Finalmente concluye narrando las personalidades que sucedieron a este último y los problemas
que nos presenta la escasez de fuentes de este período.
El autor, en el segundo capítulo, nos muestra la división de Hispania (Citerior y Ulterior), así
como los debates historiográficos surgidos en torno a la figura del pretor. Nos explica el
procedimiento que utilizaban los romanos para crear una nueva provincia y la importancia que
irá adquiriendo Hispania para la promoción política de las élites romanas. Concluye
narrándonos, brevemente, la conquista romana en Hispania y también nos mostrará a sus
principales protagonistas.
En el tercer capítulo, el autor nos explica, brevemente, las guerras lusitanas y celtíberas que
tuvieron lugar en la península, así como las acciones llevadas a cabo por Roma para someterlos.
Según el autor, existen dos tipos de gobernadores a la hora de conquistar nuevos territorios en
Hispania: el “bueno” (medios pacíficos) y el “malo” (medios violentos). Terminará el capítulo
enumerando diferentes ejemplos que nos muestre como otras actividades, además de la
actividad militar, irán adquiriendo mayor importancia, debido al aumento en la complejidad del
Imperio Romano.
El último capítulo que comentaremos comienza haciendo referencia a todas las medidas, en
materia provincial, llevadas a cabo por Sila y Pompeyo. Continuará enumerando los
gobernadores de Hispania hasta el 56 a.C., para continuar explicando todos los acontecimientos
que tuvieron lugar tras la Conferencia de Luca para desembocar en la nueva organización
provincial creada por Augusto.
Como ya afirma nuestro autor en su introducción, encontramos una gran cantidad de trabajos
basados en el contexto de la conquista romana en Hispania. No obstante, este trabajo será
completamente diferente a la mayoría, el autor intentará arrojar luz sobre la organización
provincial que se llevó a cabo en ese lugar a lo largo de la conquista.
Al haber tan escasos trabajos que nos alumbren este tema, resulta un libro muy interesante de
estudiar, pues nos da una visión más completa que, sumado a lo que ya conocemos de la historia
de Hispania, tendremos una visión más lúcida de lo que ocurrió en esta época.
A demás, como el autor contextualiza en todo momento, cualquier persona puede entender con
gran facilidad todos los cambios que se llevaron a cabo en el gobierno hispano. En definitiva,
resulta un libro de muy sencilla comprensión, no solo para el historiador, sino también para toda
persona que, sin tener conocimientos previos de historia, sienta curiosidad sobre este tema.
Para concluir la recesión me dispondré a comentar este trabajo con otros trabajos que nos
muestren otros aspectos concretos de Hispania.
En “Historia de la Hispania Romana”, Pedro Barceló y Juan José Ferrer Maestro ofrecerán un
análisis muy claro del procedimiento de la conquista y la incorporación de Hispania en el marco
político y territorial que dominaban los romanos. Todo esto, se completará con el análisis de la
dinámica económica y social que iría inherente a dicho proceso.
Una de los autores que nombra el autor, en muchas ocasiones, a lo largo de su libro será
Richardson. En su obra titulada “Historia de España: Hispania y los Romanos”, trazará la
historia de la presencia romana en esta península desde el siglo III a.C., hasta el año 475,
cuando se suprime la Tarraconensis con la conquista del noreste peninsular a manos de los
visigodos.
BIBLIOGRAFÍA PARA LA RECESIÓN DEL TRABAJO DE
MIGUEL ÁNGEL NOVILLO LÓPEZ:
https://www.ucm.es/ciudadesromanas/miguel-angel-novillo-lopez
https://www.geografiainfinita.com/2019/03/hispania-division-politica-vias-de-comunicacion-y-
economia/
Gobierno de Julio Cesar (2015). Recuperado de Historia Universal.
https://mihistoriauniversal.com/edad-antigua/gobierno-julio-cesar.

BIBLIOGRAFÍA PARA EL TRABAJO DE MANUEL SALINAS DE


FRÍAS:
http://campus.usal.es/~miguelmerchan/e_salinas.htm
https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=103544
https://enciclopediadehistoria.com/guerras-punicas/
http://aliso.pntic.mec.es/agalle17/cultura_clasica/conquista_hispania.htm

También podría gustarte