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Paralelo entre los servicios bibliotecarios prestados por la Biblioteca Pública La Peña

y el PPP Las Cruces (Bogotá, localidad cuarta, Santa fe) y los derechos
fundamentales.

Servicios bibliotecarios vs derechos fundamentales


1. Derechos de primera generación.
Son los derechos civiles y políticos y su fusión principal es limitar el poder estatal frente a
los individuos, donde el estado adquiere el deber de abstenerse a intervenir en la vida de las
personas permitiendo el libre desarrollo de su personalidad, por esto conceptos como el
derecho a la vida, a la libertad, a la libre expresión, entre otros están condensados en esta
generación.
Acceso libre y universal a los espacios bibliotecarios.
Al ser espacios bibliotecarios públicos, la BP La Peña y el PPP Las Cruces, permiten el
acceso a todas las personas, sin distinción de ningún tipo. Incluso, motivan a los grupos
identitarios históricamente marginados a habitar los espacios, a apropiarse de ellos.
Libre asociación
Estos espacios bibliotecarios sirven como puntos de reunión de todos los colectivos que se
encuentran en la localidad y en las localidades cercanas. Incluso, la biblioteca tiene como
objetivo misional generar comunidad y tejido social partiendo de la asociación en los
espacios.
Libre expresión y libre desarrollo de la personalidad
Al responder a la secretaria de cultura y no a la de educación, estos espacios se proponen
brindar una gran oferta de contenido cultural que sirva para la formación de los usuarios, no
únicamente respondiendo a una intención pedagógica (aunque el enseñar esta implícito)
sino respondiendo también y enfáticamente al propósito de fomentar la autonomía
formativa, donde los usuarios generen sus propios conocimientos cuando entran en contacto
con la biblioteca.
2. Derechos de segunda generación.
Estos derechos son la base material necesaria para que todas las personas puedan ejercer
plenamente los derechos fundamentales de la primera generación. En estos se incluyen los
derechos económicos, sociales y políticos.
Derecho a la educación
Aunque no es su función principal, inevitablemente la biblioteca es un espacio educativo
fundamental, siendo socio estratégico de diferentes instituciones educativas, así como
fundaciones cuyos objetivos son plenamente educativos. La mediación de lectura muchas
veces muta en alfabetización, los talleres propuestos por agentes externos que se
desarrollan dentro de la biblioteca, en su mayoría tienen objetivos educativos, cuyo fin es
hacer más estrecha la brecha social referente al acceso a una educación digna y de calidad.
Derecho a un nivel de vida adecuado – derechos económicos
Así mismo, aunque los valores misionales de la biblioteca no son de carácter asistencialista,
la biblioteca no se niega a generar tejido social con los diferentes comerciantes
independientes del sector, es por esto que siempre se busca abrirles un espacio a través de
las ferias de emprendimiento en donde la biblioteca participa haciendo promoción de
lectura a los asistentes. De la misma manera, se motiva a editoriales independientes a
realizar los lanzamientos de sus publicaciones en los espacios.
3. Derechos de tercera generación.
Estos derechos responden a las necesidades de la sociedad globalizada, entre ellos están el
derecho fundamental a vivir en paz, al medio ambiente y a la determinación de los pueblos.
Derecho al medio ambiente
La BP La Peña tiene un marcado énfasis en los proyectos medioambientales. De hecho, es
una de las bibliotecas pioneras en el desarrollo de huertas urbanas y comunitarias, practica
que ha sido replicada por muchos otros espacios. Incluso (saliendo un poco del aspecto
formal propuesto por los servicios) la conexión evidente de la biblioteca con el cerro como
espacio natural que habitamos y el origen campesino de los habitantes del barrio hace que
la naturaleza como fuente de vida y alimento sea un eje fundamental en la mayoría de
actividades realizadas.
El derecho al patrimonio histórico y cultural
Uno de los propósitos definidos de la biblioteca es el reconocimiento de lugar que se habita
y toda su historia invisible. Es por esto, que la biblioteca realiza recorridos históricos en los
diferentes barrios en los que actúa cuyo propósito es recuperar la memoria histórica de
estos lugares, esa memoria que no esta escrita en los libros pero que esta en los relatos de
los vecinos.
Derecho a la Paz
La oferta cultural sin duda tiene como propósito hacer de la biblioteca un lugar donde los
jóvenes puedan acceder a su formación, a lo que mencionábamos anteriormente como
autonomía formativa. Esto sin duda es importantísimo si tenemos en cuenta que la
biblioteca opera en barrios de la ciudad históricamente azotados por la violencia directa y
simbólica. Así, la biblioteca a través de sus servicios intenta, por un lado, reescribir la
historia social de estos lugares, desmitificándolos y mostrando el potencial cultural que sus
habitantes ofrecen. Por otro lado, también la biblioteca quiere imponerse ante las dinámicas
de la violencia prevalentes a su alrededor, convirtiéndose en alternativa para los niños, las
niñas y los jóvenes.

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