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Políticas Públicas

Criterios para la asignación del Gasto Público

Integrantes: Benjamín Briones


Profesor: Javier Fuenzalida
El gasto público es un factor de gran relevancia para la economía de un
país; posee varias aristas que en conjunto pueden afectar de gran manera el
porcentaje de inflación, el ahorro, la deuda pública, entre otros.

El ministerio de hacienda de Chile, describe el gasto público como “los


recursos que desembolsa el gobierno en la compra de bienes y servicios, en los
pagos previsionales, en los pagos de intereses, en las transferencias y en sus
inversiones”, y cabe señalar que cada uno de estos puntos repercute de manera
diferente.

Destinar el gasto público en inversiones como la salud y la educación,


generan un beneficio directo al estándar de vida de los ciudadanos. El pago de
intereses y los pagos previsionales ayudan a controlar la deuda pública. Pero
mientras más crece el gasto público, más dinero se debe recaudar para
financiarlo, y para esto se recurre generalmente a dos opciones, aumentar la
deuda pública (pidiendo prestado a otro país), o cobrar más impuestos a los
ciudadanos.

Al aumentar la deuda pública, el país no solo se castiga con más intereses


a largo plazo, sino que su moneda se devalúa a nivel internacional, poniendo en
desventaja su competitividad en el mercado internacional. Por otro lado, cobrar
más impuestos a los ciudadanos, genera una disminución en el ahorro per cápita,
y en la capacidad de inversión, coartando las posibilidades de potenciar la
economía país, y mitigando el interés de otros posibles inversionistas que hayan
optado por realizar sus giros dentro de este.

Pero existe también la contraparte del modelo Keynesiano, que se basa en


la teoría de que al aumentar el gasto público ocurrirían dos cosas; el gasto que
generaría el estado en sí mismo, financiaría a los empleados estatales, y estos al
tener un mayor poder adquisitivo reactivarían la economía con su consumo, y por
otro lado, mientras el estado realiza gasto público comprando bienes y servicios
de entidades privadas, estas y sus empleados aumentarían su poder adquisitivo, y
de la misma manera reactivarían un consumo en cadena. Por lo tanto, mientras
más dinero se destine a gasto público, más se reactiva la economía, y mientras
más se reactive la economía, el estado recauda más para poder seguir
desembolsando, generando así una especie de motor económico autosustentable.

Definición del gasto público parafraseada de la página del Ministerio de Hacienda:


http://www.hacienda.cl/glosario/gasto-publico.html
La verdad de las cosas es que ambos puntos tienen algo de cierto, y en
dicha dinámica se basa la habilidad de mantener un equilibrio de gasto público
sano para el país, donde el estado puede manejar el dinero destinándolo a áreas
que las personas creen más relevantes y necesarias de financiar (de la manera
más eficientemente posible), controlando de la mejor forma la deuda pública y la
inflación, y que a su vez dicho gasto consiga reactivar el consumo y la economía
del país a nivel per cápita.

Uno de los más grandes ejemplos de un pésimo manejo del gasto público
es Venezuela, que en 1947 gozaba de una excelente estabilidad económica
posicionándose en el primer lugar de Latinoamérica, pero que en 1978 (con la
ayuda de malos gobiernos) revirtió su crecimiento con ciclos de expansión y
contracción, debido a errados criterios de gasto público (entre otros factores), que
llevaron a superar el índice de inflación por sobre el 70%, pobreza por sobre el
20%, y a un empeoramiento desmedido en la calidad de su salud, educación y
seguridad pública.

Esto nos puede llevar a pensar que, no solo basta con destinar la cantidad
exacta de dinero a gasto público, sino que dicho dinero debe estar eficientemente
distribuido y transparentado, puesto que la corrupción en el gasto público es un
factor de boicot que si bien no pareciera afectar directamente a la población,
desbarata el esfuerzo de quienes generan políticas de eficientes gastos públicos
para ayudar al país, y abusa del esfuerzo de cada contribuyente que paga sus
impuestos para mejorar la salud, la educación y la seguridad del país en el que
vive.

Puede que el gasto público solo sea uno de los tópicos relevantes a nivel
económico de un país, pero correctas políticas públicas de gasto público pueden
hacer una dantesca diferencia en la calidad de vida de los habitantes del país, y
puede marcar el destino de futuras generaciones.

Fuente de los datos de la situación de Venezuela en el video situado en el siguiente link:


https://www.youtube.com/watch?v=wV5PrQNWvVE

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