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UNI DAD 11: LA COMPETENCI A COMUNI CATI VA

Por : Carlos Albert o Rincón C.

“La compet encia comunicat iva es el t ér mino más gener al


par a la capacidad comunicat iva de una per sona, capacidad
que abar ca t ant o el conocimient o de la lengua como la
habilidad par a ut ilizar la. La adquisición de t al compet encia
est á mediada por la ex per iencia social, las necesidades y
mot ivaciones, y la acción, que es a la vez una f uent e r enovada
de mot ivaciones, necesidades y ex per iencias”.

Dell Hymes

“La compet encia comunicat iva es una capacidad que


compr ende no sólo la habilidad lingüíst ica, gr amat ical,
de pr oducir f r ases bien const r uidas y de saber int er pr et ar
y emit ir j uicios sobr e f r ases pr oducidas por el hablant e-
oyent e o por ot r os, sino que, necesar iament e, const ar á,
por un lado, de una ser ie de habilidades ex t r alingüíst icas
int er r elacionadas, sociales y semiót icas, y por el ot r o, de
una habilidad lingüíst ica polif acét ica y mult if or me”.

Gaet ano Ber r ut o

“La compet encia comunicat iva compr ende las apt it udes y los conocimient os que un individuo debe t ener
par a poder ut ilizar sist emas lingüíst icos y t r anslingüíst icos que est án a su disposición par a comunicar se
como miembr o de una comunidad sociocult ur al dada”. (Mar ía St ella Gir ón y Mar co Ant onio Vallej o, 1992)

Desde nuest r a inf ancia, los ser es humanos vamos adquir iendo y desar r ollando una capacidad r elacionada
con el hecho de saber cuándo podemos hablar o cuándo debemos callar , y t ambién sobr e qué hacer lo, con
quién, dónde, par a qué y en qué f or ma.1 Es decir , desde niños adquir imos un conocimient o no sólo de la
gr amát ica de nuest r a lengua mat er na sino que t ambién apr endemos sus dif er ent es r egist r os 2 y su
per t inencia; somos capaces de t omar par t e en event os comunicat ivos y de evaluar la par t icipación
nuest r a y la de los ot r os.
Aún más, podemos af ir mar que esa compet encia 3 es int egral , puest o que t ambién involucr a act it udes,
valor es y mot ivaciones r elacionadas con la lengua, con sus car act er íst icas y sus usos, y con los demás
sist emas de comunicación en gener al. Nat ur alment e, la adquisición de t al capacidad debe est ar ligada a
una ex per iencia social, a unas necesidades, a unas mot ivaciones y a una acción.

1
Al respecto, Basil Bernstein afirma que “Cada vez que un niño habla o escucha, se refuerza la estructura social de la
cual forma parte y se constriñe su identidad social”.
2
Un registro es una variante de nuestra lengua condicionada por factores socioeconómicos y culturales. Los hablantes
autorregulan permanentemente su forma de hablar. Por eso, a cada situación comunicativa corresponde un registro
lingüístico.
3
La competencia comunicativa implica un conocimiento (implícito, tácito) y un uso contextualizado de ese
conocimiento (o una actuación).
El modelo de lengua que subyace en est e concept o de compet encia, implica, desde luego, que la única
f unción de las lenguas no es nombr ar , sino que ellas t ambién est án or ganizadas par a lament ar se,
alegr ar se, r ogar , pr evenir , def ender , at acar ; est án r elacionadas con las dist int as f or mas de per suasión,
dir ección, ex pr esión y j uegos simbólicos. El ver dader o sent ido de las lenguas humanas sólo puede llegar
a ser compr endido en el ámbit o nat ur al de su uso par a per mit ir la conver sación, la int er acción
comunicat iva, el t r at o ver bal cot idiano, la vida en sociedad. Así ent endidas, las lenguas dej an de ser
mer os sist emas semiót icos abst r act os, inmanent es, aj enos a las int enciones y a las necesidades de los
hablant es, y se convier t en en t eat r os, en espacios de r epr esent ación, en r eper t or ios de códigos
cult ur ales cuya signif icación se const r uye y se r enueva de maner a per manent e por medio de est r at egias
de par t icipación, de cooper ación y de convicción. Como bien lo af ir mábamos en la I nt r oducción, las
lenguas no son sólo inst r ument os par a comunicar a ot r os lo que pensamos, sino t ambién una f or ma de
act ividad, r egulada y pública.
En la década de los años set ent a, los pr imer os et nógr af os de la comunicación (Gumper z y Hymes)
post ular on la ex ist encia de una compet encia par a la comunicación o compet encia comunicat iva, que
compr ende lo que un hablant e-oyent e r eal, dot ado de cier t os r oles sociales y miembr o de una
det er minada comunidad lingüíst ica, debe saber par a est ablecer una ef ect iva comunicación en sit uaciones
cult ur alment e signif icant es, y par a emit ir mensaj es ver bales congr uent es con la sit uación. Par a est os
t eór icos, la compet encia comunicat iva es un conj unt o de nor mas que se va adquir iendo a lo lar go del
pr oceso de socialización y, por lo t ant o, est á sociocult ur alment e condicionada.

Así pues, esa Compet encia Comunicat iva ex ige no sólo la habilidad par a manej ar una lengua sino además
saber sit uar se en el cont ex t o comunicat ivo de cada comunidad específ ica, en sus diver sas f or maciones
sociales, cult ur ales e ideológicas.

La compet encia comunicat iva se manif iest a t ant o en los sist emas pr imar ios de comunicación como en los
sist emas secundar ios. Los sist emas pr imar ios son los de la comunicación cot idiana. Sir ven par a el
int er cambio comunicat ivo necesar io en el desempeño de t odos los r oles que implica la vida en sociedad:
una llamada t elef ónica, una car t a, un memor ando, un car t el, un not icier o r adial, et c.
Los sist emas secundar ios son de mayor elabor ación y complej idad. Requier en más capacidad cognit iva
del hablant e-oyent e r eal en su labor de codif icar y descodif icar t ex t os, puest o que est as
comunicaciones se pr oducen en esf er as de más elabor ación cult ur al. “La comunicación en est os sist emas
es básicament e escr it a, per o t ambién compr ende f or mas or ales como conf er encias, f or os, seminar ios,
et c. Se t r at a de la comunicación lit er ar ia, cient íf ica, t écnica, sociopolít ica, j ur ídica, y de
comunicaciones no ver bales, como las ar t es visuales; o mixt as, como el t eat r o” (Gir ón y Vallej o, 1992:14).

Est á clar o, ent onces, que la compet encia comunicat iva no se limit a a la compet encia gr amat ical o al
conocimient o del sist ema semiót ico de una lengua. Por lo t ant o, la compet encia comunicat iva se conf igur a
por la adquisición y desar r ollo de una ser ie de compet encias.

1. La compet encia lingüíst ica:

Se car act er iza por la capacidad de un hablant e par a pr oducir e int er pr et ar signos ver bales. El
conocimient o y el empleo adecuado del código lingüíst ico le per mit en a un individuo cr ear , r epr oducir e
int er pr et ar un númer o inf init o de or aciones. Ese conocimient o y ese empleo se vinculan con dos
modalidades dif er ent es de la lengua: la lengua como sist ema de signos y la lengua en f uncionamient o, en
uso.
La lengua como sist ema de signos cor r esponde al dominio semiót ico, y su f unción esencial es signif icar .
La lengua en f uncionamient o, en uso, cor r esponde al dominio semánt ico, y su f unción básica es
comunicar .

El siguient e par alelo nos ilust r a mej or est as dos modalidades, est os dos ámbit os de la lengua:

DOMI NI O SEMI ÓTI CO DOMI NI O SEMÁNTI CO

La lengua como sist ema de signos La lengua en f uncionamient o

Signif icar Comunicar

Dominio o ámbit o del signo Dominio o ámbit o de la f r ase

No se consider a la r elación del signo I nt egr a la sociedad y el mundo.


con lo denot ado ni la r elación de la La lengua en su f unción mediador a
lengua con el mundo. ent r e el hombr e y el hombr e, ent r e el
hombr e y el mundo.

I ncor por a la noción de r ef er ent e:


lo nombr ado por el signo.

El sent ido de la f r ase implica la


El signo t iene un valor genér ico y r ef er encia al cont ext o y a la act it ud del
concept ual. locut or .

Es el r esult ado de una act ividad del


Es una pr opiedad de la lengua locut or que pone en acción la lengua

Est as dos modalidades de la lengua est án pr esent es en t oda act ividad comunicat iva de car áct er
lingüíst ico.

2. La compet encia paralingüíst ica:

Es la capacidad de un hablant e par a ut ilizar de maner a adecuada det er minados signos no lingüíst icos que
le per mit en ex pr esar una act it ud en r elación con su int er locut or y con lo que dice: ya sea par a declar ar ,
int er r ogar , int imidar , r ogar , or denar , et c.
En las comunicaciones or ales, est a compet encia se manif iest a en el empleo de los signos ent onacionales:
t ono de la voz, cadencia o r it mo y énf asis en la pr onunciación.

En las comunicaciones escr it as, se manif iest a por medio del empleo de los signos de punt uación, de las
sangr ías, de los nomenclador es, de la dist r ibución gener al del espacio, t ipos de let r as, et c. Est os
r ecur sos nos per mit en ident if icar la división de un t ex t o escr it o en capít ulos, pár r af os, t emas y
subt emas.

4
3. La compet encia quinésica:

Se manif iest a en la capacidad conscient e o inconscient e par a comunicar inf or mación mediant e signos
gest uales, como señas, mímica, expr esiones f aciales, var iados movimient os cor por ales, et c. Est os signos
pueden ser ex pr esiones pr opias o apr endidas, or iginales o convencionales.

4. La compet encia proxémica:

Est a compet encia consist e en la capacidad que t enemos los hablant es par a manej ar el espacio y las
dist ancias int er per sonales en los act os comunicat ivos. Las dist ancias ent r e los int er locut or es, la
posibilidad de t ocar se, el est ar separ ados o en cont act o, t ienen signif icados que var ían de una cult ur a a
ot r a. Los códigos pr ox émicos se est ablecen, ent onces, según la cult ur a, las r elaciones sociales, los
r oles, el sex o, la edad.

La compet encia pr ox émica es esa habilidad que t enemos par a cr ear , t r ansf or mar y apr opiar nos de
espacios, t ant o en la vida pública como pr ivada. Ella nos per mit e asignar le signif icado al r espet o o a la
t r ansgr esión de esas dist ancias int er per sonales y de los espacios codif icados por los dist int os gr upos
sociales.

5. La compet encia pragmát ica:

El punt o de par t ida de est a compet encia es la consider ación de el hablar como un hacer . Todos los
usuar ios de una lengua t ienen una capacidad que les per mit e asociar los enunciados con los cont ex t os en
que dichos enunciados son apr opiados. El cont ex t o no es, desde luego, sólo el escenar io f ísico en el que
se r ealiza el act o comunicat ivo, sino t ambién esos conocimient os que se asumen como compar t idos ent r e
los par t icipant es. Un act o comunicat ivo no es algo est át ico ni un simple pr oceso lineal; por el cont r ar io,
un act o comunicat ivo es un pr oceso cooper at ivo de int er pr et ación de int enciones, en el cual un hablant e
int ent a hacer algo, el int er locut or int er pr et a esa int ención, y con base en esa int er pr et ación elabor a su
r espuest a, ya sea lingüíst ica o no.

4
Al igual que quinesiología, cinemática, cinematógrafo, cinema, esta palabra se genera de una raíz griega que significa
movimiento.
Recor demos que la pr agmát ica es la disciplina que se ocupa de est udiar el uso que los hablant es hacen
del lenguaj e en un cont ex t o lingüíst ico o ext r alingüíst ico. De est a maner a, podemos af ir mar que la
pr agmát ica par t e del supuest o de que la comunicación es la f unción pr imar ia del lenguaj e.

Por eso, t eniendo pr esent e lo ant er ior , vamos a def inir la compet encia pr agmát ica como la habilidad par a
hacer un uso est r at égico del lenguaj e en un medio social det er minado, según la int ención y la sit uación
comunicat iva; es saber ej ecut ar acciones sociales mediant e el empleo adecuado de signos lingüíst icos, o
de signos de ot r os códigos no lingüíst icos, ut ilizados de acuer do con unas int enciones y con unos f ines
deseados.

Según pr et enda con su act o comunicat ivo inf or mar , or denar , int er r ogar , impugnar , suger ir , r ogar , et c.,
el suj et o hablant e necesit a plant ear se con pr ecisión var ias pr egunt as, si aspir a a alcanzar con éx it o sus
pr opósit os:

1. Cuál es el mot ivo, la f inalidad y el cont enido de su acción comunicat iva.


2. A quién va dir igida.
3. Cuándo es el moment o adecuado par a empr ender la.
4. Dónde debe ef ect uar la.

6. La compet encia est ilíst ica:

Es el complement o indispensable de la compet encia pr agmát ica, puest o que la compet encia est ilíst ica se
manif iest a en esa capacidad par a saber cómo decir algo, cuál es la maner a más ef icaz de conseguir la
f inalidad pr opuest a. ¿Cómo hemos de decir lo par a obt ener lo que quer emos? ser ía la pr egunt a clave
par a est a compet encia.

Las act it udes est ilíst icas del hablant e hacia su int er locut or —como la cor t esía, la amabilidad, la
paciencia, el enf ado, la displicencia— son det er minant es en la est r uct ur ación de los enunciados.
Obser vemos, por ej emplo, las dif er encias que ex ist en en los dos enunciados siguient es, ut ilizados ambos
par a conseguir que alguien cier r e la puer t a:

1. ¡Cier r e la puer t a, car aj o!


2. Por f avor , ¿ser ía t an amable de cer r ar la puer t a?

Además del pr incipio de cooper ación,5 est án en est r echa r elación con la compet encia est ilíst ica las
siguient es cuat r o máximas:
1. Sé clar o: evit a la oscur idad en la ex pr esión.
2. Evit a la ambigüedad.
3. Sé br eve.
4. Sé or denado.

Es evident e que el cómo se dice algo puede pr ovocar acept ación o r echazo en el int er locut or y
enr iquecer o empobr ecer la signif icación.

5
En 1975, H. P. Grice lo planteó como principio regulador de todo acto comunicativo: “Haz que tu contribución a la
conversación sea la adecuada, en el momento en que se produce, para la finalidad aceptada del intercambio
conversacional en el que estás participando”.
7. La compet encia t ext ual:

“Es la capacidad par a ar t icular e int er pr et ar signos or ganizados en un t odo coher ent e llamado t ext o. La
compet encia t ex t ual implica las compet encias consider adas ant er ior ment e y, además, las compet encias
cognit iva y semánt ica” (Gir ón y Vallej o, 1992: 20).

La noción de t ex t o ha sido obj et o de ar duas disquisiciones par a su def inición. En nuest r o caso, podemos
acept ar que un t ext o, “debe ser r esult ado de la act ividad lingüíst ica del hombr e, ha de t ener
incuest ionablement e una específ ica int ención comunicat iva y, por últ imo, ha de explicit ar se con
suf iciencia el cont ex t o en el cual se pr oduce” (Ber nal Leongómez, 1986: 17). Sin embar go, vamos a
def inir lo de un modo más simple como cualquier comunicación elabor ada con base en un det er minado
sist ema de signos y dot ada de un pr opósit o comunicat ivo específ ico.6

7.1. La compet encia cognit iva:

La enciclopedia cult ur al de cada hablant e-oyent e r eal le per mit e r econocer e int er pr et ar los cont enidos
cient íf icos, sociocult ur ales o ideológicos de un t ex t o. La capacidad par a llevar a cabo esa labor
descodif icador a es pr ecisament e la compet encia cognit iva.

Ella hace posible que podamos compr ender e int er pr et ar t ex t os de car áct er cient íf ico, t écnico,
lit er ar io, polít ico, per iodíst ico, comer cial, et c., pues par a adelant ar ese pr oceso debemos t ener un
conocimient o de las maner as específ icas como dichos t ext os se est r uct ur an y se f or mulan.

7.2. La compet encia semánt ica:

Cuando le asignamos el signif icado adecuado a cualquier signo o est ablecemos su r elación con un
r ef er ent e det er minado, est amos haciendo una demost r ación de nuest r a compet encia semánt ica. De
igual maner a, cuando compr endemos el sent ido de una f r ase o de una or ación, o cuando r ealizamos la
int er pr et ación global de un t ex t o. Veamos algunos ej emplos con t ex t os escr it os:

Si r econocemos la dif er encia que ex ist e ent r e accesible y asequible (e incluso si no r ecur r imos al
“híbr ido” acsequible, t an f r ecuent e en est os t iempos), podemos const r uir or aciones como:

La dir ect or a del pr oyect o es una per sona muy accesible.


En r ealidad, el cont enido de esa lect ur a no me par eció accesible.
Ese apar t ament o t e r esult ar ía asequible si logr ar as r educir la cuot a de pago.
Dada su est at ur a, par a él son asequibles t odos los bombillos.

O t ambién, si después de leer los siguient es ver sos de Alej andr o González, est ablecemos la
cor r espondient e r elación con el r ef er ent e:

“Señor a del air e


gr aciosa, ágil,

6
Recordemos que en la unidad 5 decíamos que la noción de texto puede hacer referencia a texto oral, escrito,
iconoverbal u objetual.
de alas t r anspar ent es
llevando el sol a cuest as
de la r ama al est anque,
incansable”.
En el pr imer ej emplo, la compet encia semánt ica se manif iest a en la capacidad par a asignar signif icados a
las palabr as; y en el segundo, par a asignar r ef er ent es (como los t ext os lit er ar ios se car act er izan por su
plur alidad semánt ica y simbólica, sus r ef er ent es son menos pr ecisos y consolidados que los de los t ex t os
cient íf icos). I lust r emos est a dif er encia compar ando los ver sos ant er ior es con el siguient e enunciado:
“La f igur a const a de dos cír culos concént r icos y de dos cuadr ados. Cada cuadr ado est á inscr it o en uno
de los cír culos”.
— int ent a dibuj ar est a f igur a y asignar le el r ef er ent e a los ver sos —.

Par a t er minar , podemos obser var cómo el concept o de compet encia t ext ual concuer da bast ant e con el
de compet encia comunicat iva, ya que el pr oceso de codif icar o descodif icar t ex t os implica el concur so
de var iadas compet encias: lingüíst ica, par alingüíst ica, pr agmát ica, et c.

Esper amos que nos haya quedado clar o que la noción de COMPETENCI A COMUNI CATI VA t r asciende la
de compet encia lingüíst ica, pues par a comunicar nos de maner a ef icaz necesit amos conocimient os
ver bales y no ver bales (quinésicos y pr ox émicos), nor mas de int er acción y de int er pr et ación, est r at egias
par a conseguir las f inalidades que nos pr oponemos y conocimient os sociocult ur ales (valor es, act it udes,
r oles, r elaciones de poder , et c.) .

Car los Alber t o Rincón Cast ellanos

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