REFLEXION SOBRE EL MONITOREO DE LA EVALUACION DIAGNOSTICA

(Elías Pérez Candia)

El diagnostico en cualquier campo social es el punto de partida para emprender cualquier acción, porque este
permite saber la situación inicial antes de la intervención. En educación no es una excepción saber el punto inicial.
En la ejecución del plan de monitoreo a la implementación de la evaluación diagnostica se observó a dos docentes
una en la institución educativa 50343 y otro a un docente de la I.E. 50345, en ambos casos han desarrollado
sesiones de aprendizaje en base a la elección de un tema. En el primer caso desarrolló la elaboración de una
grafico de barras a partir de unos números que dictaron los estudiantes. Luego entregó a los estudiantes una ficha
de trabajo del área de matemática donde en todo momento la docente estuvo ayudando su resolución. En el
segundo caso también se desarrolló una sesión de aprendizaje de escritura de una receta, donde también fue
asistido por el docente para su desarrollo.
En ambos casos, las sesiones de aprendizaje podían considerarse como procesos muy elementales porque estuvo
orientado al desarrollo de temáticas de manera superficial y no propició el desarrollo de competencias.
No solo la actuación ha sido deficiente, pues la planificación de las unidades de aprendizajes o la matriz de
evaluación que debieron ser presentados no los han desarrollado, a pesar que este último ha sido la principal acción
del plan de formación a los docentes en la semana de gestión. Tampoco se pudo evidenciar la asesoría que
deberían de brindar los directores a los docentes. Lo que en concreto se percibe un trabajo muy individualizado,
probablemente contrario a lo que puede estar escrito en sus documentos de gestión. Otro de los aspectos que se
ha podido observar en la institución educativa 50343 que todos los docentes de los distintos grados tienen la misma
planificación a pesar que atienden diversos grados educativos. De esto se sospecha que estas probablemente
hayan sido copiadas de planificaciones compradas.
Tengo algunas hipótesis respecto a la situación que se ha encontrado en el monitoreo.
La primera hipótesis es que los docentes no han entendido en que consiste la evaluación diagnostica y desconocen
la utilidad de este proceso.
La segunda hipótesis es que los docentes simplemente no le dan el valor que corresponde a la evaluación
diagnostica, por ello prefieren desarrollar las sesiones de aprendizaje no importando el nivel de aprendizaje de los
estudiantes y haciendo una planificación al azar.
Sea cual sea el caso, la situación de cómo se enfoca la educación de los estudiantes es preocupante, pues se está
abordando de manera muy superficial y sin ningún tipo criterio pedagógico y está muy lejos de ser encaminado en
el desarrollo de competencias.
Si la primera hipótesis fuera cierto, es preocupante que un profesional de la educación formado académicamente
no pueda entender los procedimientos de una evaluación diagnostica y ser incapaz de implementarla en la
institución educativa en base a lo trabajado en el taller de formación presencial.
Si la segunda hipótesis fuera cierto, es aún más preocupante porque su actuar pedagógico se estaría convirtiendo
en rutinario, sin ningún norte claro. A pesar que cuenten con algún nivel de planificación, pero no nuestra la
consistencia requerida y su aplicación en la práctica dista mucho de lo escrito en el papel.
Ante esta situación es urgente ajustar los procedimientos de formación con acciones de control del entendimiento
de los aspectos abordados en los talleres de formación. Además de implementar procesos de seguimiento riguroso
en a nivel de la institución educativa.