Está en la página 1de 9

La aparición de gran parte de los trastornos y desórdenes neurológicos más frecuentes se da

durante los primeros años de vida, y es muy importante saber detectar la enfermedad mental en
niños y niñas para intervenir cuanto antes para que existan menos probabilidades de que sus
efectos negativos ganen fuerza y supongan una amenaza para el bienestar del pequeño.

Detectando síntomas de enfermedad mental en la infancia


Hay que tener claro que saber detectar indicios de enfermedad mental es una tarea que siempre
tiene que desembocar en reconocimientos médicos y psicológicos. Los diagnósticos de desórdenes
mentales solo pueden ser realizados por profesionales acreditados, y ni la preocupación de los
padres ni las quejas del niño o niña son un motivo válido para iniciar tratamientos improvisados al
margen del sistema de salud.

A la vez, también hay que tener en cuenta que es normal que los pequeños se sientan mal de vez
en cuando o realicen comportamientos que nos pueden parecer extraños de vez en cuando. Las
probabilidades de que esto tenga que ver con enfermedades mentales tiene que ver con:

Si la aparición de estos comportamientos es más o menos abrupta.


Si coincide con un evento traumático o estresante, o una lesión.
La intensidad de estos síntomas y el grado en el que se alejan de lo que se considera que es
normal.
Si estos comportamientos pueden suponer un desgaste en el bienestar del niño o niña o de
alguien de su entorno.
A la hora de considerar si el pequeño o pequeña puede estar desarrollando una enfermedad
mental es importante aplicar el sentido común y tener claro que la última palabra siempre la
tienen los psicólogos clínicos y los psiquiatras.

Algunos de los síntomas a tener en cuenta son:

1. Tendencia a la autolesión
El hecho de que un niño o niña intente producirse heridas o golpee su cabeza contra objetos duros
es motivo para acudir a un especialista. Sin embargo, es necesario reflexionar antes sobre hasta
qué punto producirse heridas es la intención final de una conducta. Por ejemplo, que un bebé
intente bajar por unas escaleras a gatas no significa que quiera caerse por ellas; simplemente, no
sabe que eso puede resultar peligroso.

La autolesión suele tener que ver con una incapacidad para gestionar el estrés de forma adecuada,
lo cual lleva a provocarse dolor para distraerse de otros pensamientos que en conjunto resultan
aún más desagradables.

Artículo relacionado: "Autolesión No Suicida: ¿a quién afecta y por qué se produce?"


2. Cambios de humor repentinos
Los cambios de humor muy bruscos también son indicadores de enfermedad mental,
especialmente si no es posible relacionarlos con sucesos objetivos que ocurran a su alrededor y
ocurren de forma errática. Sin embargo, también hay que considerar que los más pequeños lloran
con mucha facilidad, ya que eso forma parte de su nivel de maduración neurológico.

3. El rechazo de la propia apariencia


La no aceptación del propio cuerpo en edades tempranas puede ser un síntoma de enfermedad
mental en niños y niñas. Sin embargo, en casos como el de la disforia de género, se considera que
las causas son fundamentalmente biopsicosociales y no están causadas por un malestar que tenga
que ver con el funcionamiento de su cuerpo en sí mismo.

Las quejas acerca del propio peso también pueden ser indicios de desórdenes alimenticios en
desarrollo si son persistentes y tienen implicaciones en la cantidad de comida que se admite.

4. Irregularidades a la hora de comer


Comer muy poco o darse atracones puntuales de comida puede ser una señal de funciones
psicológicas que funcionan de modo anormal si esto supone un riesgo para la salud del niño o
niña. A partir de la pubertad, la presión por construirse una identidad que resulte aceptable
socialmente puede empujar a los jóvenes a realizar grandes sacrificios para verse bien.

5. Las explosiones de violencia


Las explosiones de ira frecuentes pueden ser fruto de un desajuste neuroquímico en el sistema
nervioso que afecta al estado de ánimo, o, visto desde otra perspectiva, pueden ser el resultado
de un patrón de comportamiento que ha sido aprendido de manera involuntaria a pesar de no
resultar útil ni eficaz.

6. La tendencia a herir a los demás


Infligir bullying o herir o matar animales es también motivo de preocupación, y es necesario
implementar programas correctivos para que esta conducta no se pueda seguir desarrollando.
Puede ser debido a una incapacidad a la hora de empatizar con el resto, o también puede ser que
exista algún problema que genere tanto estrés que lleve a la persona a actuar de forma impulsiva.

7. Síntomas de desconexión con la realidad


Este es un grupo de síntomas difíciles de detectar, ya que los niños tienden a mostrar pensamiento
mágico y disfrutan fantaseando con situaciones ficticias. La clave aquí es saber si ese pensamiento
mágico que irá desapareciendo a medida que su cerebro madure supone un riesgo para su
bienestar o la de alguien más, y si las fantasías que utilizan para jugar son algo más que eso o no.

En el caso de los amigos imaginarios, es fácil que el niño o niña rechace admitir que no existe
realmente a pesar de ser consciente de la verdad, simplemente para no romper con la apariencia
de la fantasía. En esos casos es bueno indagar sobre si el amigo imaginario hace cosas que el
pequeño o pequeña encuentra inesperadas, que le causan problemas que no pueden controlarse.

8. Tendencia al aislamiento
Muchos niños y niñas prefieren jugar solos, pero algunos de ellos lo hacen no por timidez, sino
porque se sienten mal si hay gente cerca, en cualquier contexto. Esos casos pueden ser motivo de
consulta psicológica, ya que podría ser un signo de Trastornos del Espectro Autista.

9. Serias dificultades en la escuela


Tener dificultades en la escuela puede tener que ver con trastornos del aprendizaje como la
dislexia o la discalculia, o también puede ser la consecuencia de enfermedades mentales serias
(aunque, por supuesto, en muchas ocasiones es una falsa alarma en este aspecto). La infancia es
una etapa en la que los trastornos del desarrollo pueden dejar una huella muy negativa sobre la
evolución posterior de la persona si no son abordados de un modo eficaz.
10. Falta de motivación
La existencia de una actitud extremadamente pasiva y de una clara falta de iniciativa para realizar
acciones muy elementales puede ser una señal de enfermedad mental. Concretamente, está
asociado a los trastornos depresivos.

11. Quejas constantes sobre dolores o molestias


Por supuesto, el dolor es un elemento que tiene mucho que decir en la detección de
enfermedades. En ocasiones pueden hacer referencia a un dolor de cabeza que puede estar
causado por un funcionamiento anómalo de ciertas funciones psicológicas relacionadas con la
percepción o la concentración.
La esquizofrenia es un trastorno incapacitante, crónico y muy complejo. En raras ocasiones este
trastorno aparece durante la edad infantil.

La esquizofrenia infantil, aunque forme parte del espectro de la esquizofrenia, recibe un nombre
específico porque los niños que la padecen manifiestan un cuadro muy homogéneo con un
pronóstico poco favorable que debe ser diagnosticado cuando antes para frenar el
empeoramiento clínico del paciente.

Estos niños, que igual que los adultos sufren alucinaciones y delirios, muestran también
anormalidades cerebrales y factores de riesgo genéticos que explican el desarrollo temprano de la
enfermedad.

Artículo relacionado: "Los 6 tipos de esquizofrenia y características asociadas"


Clínica de la esquizofrenia infantil
La mayoría de casos de esquizofrenia infantil se diagnostican a través de la presencia de
alucinaciones, un síntoma muy llamativo.

Sin embargo, no es el único síntoma que exhiben estos niños y niñas. De igual forma que ocurre
con la esquizofrenia en la edad adulta, el cuadro psicótico de los esquizofrénicos es muy diverso e
incluye diferentes síntomas, tanto psicóticos como desorganizativos.

1. Síntomas psicóticos
La principal causa de alerta para los padres es la presencia de alucinaciones. Las más comunes son
las alucinaciones auditivas como voces desagradables y negativas que le hablan al paciente o le
llaman. Las voces pueden ser masculinas o femeninas, familiares o desconocidas, críticas o
halagadoras. Los sonidos, ruidos o música son considerados como menos frecuentes y severos.

Es posible encontrar también alucinaciones visuales, ver formas, colores o personas que no están
presentes y que incluso pueden tener características religiosas, por ejemplo, ver al diablo o a
Cristo.

Otra manifestación psicótica es la presencia de delirios. Un delirio es una creencia infundada y


rígida a la que el paciente se agarra cual clavo ardiendo, cuyo contenido es inverosímil o muy difícil
de creer. Por ejemplo, delirios de persecución donde el paciente cree ser víctima de una
conspiración, que alguien le espía, etc.
Los niños son individuos muy imaginativos, por esto es muy fácil confundir los delirios con las
fantasías que pueden ser más o menos extravagantes según la creatividad del pequeño. Asimismo,
ideas como “mis padres pueden leerme el pensamiento” pueden bien ser delirios, bien el
producto de una mente inocente y crédula. El buen juicio del clínico es fundamental en este
punto.

Artículo relacionado: "Brote Psicótico: definición, causas, síntomas y tratamiento"


2. Síntomas de desorganización
En la esquizofrenia infantil encontramos comportamientos extravagantes, por ejemplo
preferencias inusuales con la comida, comportamiento social extraño, habla extraña o poco lógica.
De nuevo, hay que separar la incoherencia propia del habla infantil de la ilogicidad que no
corresponda al nivel evolutivo del niño.

De todas las manifestaciones desorganizativas en la esquizofrenia infantil, las que más se ven son
las motoras y sociales. Previamente al diagnóstico, es habitual que los padres hablen de gestos,
muecas o posturas extrañas que anticipan el desarrollo del trastorno. Además, estos niños son
socialmente raros. Puede costarles mantener una conversación con otros niños, expresar ideas,
hablan de temas extravagantes y pierden el hilo del diálogo. En general son descritos como “raros”
por el resto de sus compañeros.

Artículo relacionado: "Las 5 diferencias entre psicosis y esquizofrenia"


Causas de la esquizofrenia infantil
Aunque la causa directa del desarrollo de esquizofrenia infantil es desconocida, sí conocemos
diversos factores de riesgo que se asocian con el trastorno.

Tener familiares de primer grado con esquizofrenia aumenta la probabilidad de tener este
trastorno, de forma que existe una carga genética en su desarrollo. La presencia de otros
trastornos comórbidos, como trastornos de ansiedad, TDAH o trastorno de conducta suele
acompañar a la esquizofrenia infantil. Se halla también que en las familias de niños con este
trastorno se expresan las emociones con mayor intensidad.

Existen diversos estudios que describen cómo las complicaciones durante el parto pueden llevar a
anormalidades en el desarrollo neurológico y posteriormente a esquizofrenia. Sobre todo, se han
relacionado aquellas complicaciones que impliquen cortar el flujo de oxígeno al cerebro y causen
hipoxia con el posterior desarrollo del trastorno, aunque el mecanismo exacto no está en absoluto
claro.

En estos niños se agrandan los ventrículos laterales del cerebro. Además, van perdiendo sustancia
gris progresivamente en las regiones frontales y temporales del cerebro, de forma parecida a
como lo hacen los adultos. De esta forma, los pacientes con esquizofrenia infantil tienen un menor
volumen cerebral que la población normal.

Pronóstico y tratamiento
La edad en la que debuta la esquizofrenia es un predictor muy potente de su severidad y
pronóstico. Aquellas personas que desarrollen una esquizofrenia más pronto tendrán una mayor
afectación y por lo tanto un peor pronóstico. Se espera que estén más deterioradas a nivel de
pensamiento, lenguaje, motricidad y conducta social que aquellos que han debutado más tarde.
Por esto, la esquizofrenia infantil predice un mal pronóstico para quien la sufre a no ser que se
diagnostique a tiempo. Esto hace que la evaluación de una posible esquizofrenia durante la
infancia sea una carrera contrarreloj donde el profesional deba ser exhaustivo, pero no ir
demasiado deprisa y marcar a un niño de por vida.

Una vez se determina que efectivamente el niño sufre una esquizofrenia de inicio en la infancia, se
comenzará la terapia farmacológica con antipsicóticos de inmediato para amortiguar todo lo
posible el deterioro que provoca el trastorno. Además será necesario formar a los padres en qué
tipo de síntomas pueden esperar, cómo se manejan y qué necesidades especiales podría tener el
niño más adelante.

De forma paralela, se abordan de forma psicológica los delirios y alucinaciones enseñando al niño
a reconocerlos como tal. Frecuentemente, los síntomas psicóticos son precedidos de estados de
ánimo negativos y es posible darse cuenta de cuándo se está en un período vulnerable. Además,
es imperativo enseñar a estos pacientes a realizar interpretaciones alternativas de los hechos para
salir de la rigidez que caracteriza los delirios.

Finalmente, es posible abordar la conducta social del niño con esquizofrenia a través del
entrenamiento en habilidades sociales para enseñarle a relacionarse de una forma normal con los
demás y que sea capaz de establecer vínculos significativos con sus compañeros de clase.

Quizás te interese: "Tipos de terapias psicológicas"La depresión infantil es una enfermedad


psiquiátrica bastante frecuente y seria en niños y adolescentes. Se trata de una enfermedad
clasificada dentro de los llamados trastornos del humor, y está descrita desde hace siglos en
distintas culturas.

Aproximadamente un 5%, o uno de cada 20 niños y adolescentes, tendrá un episodio depresivo


antes de cumplir los 19 años. La realidad es que menos de la mitad de estos niños reciben un
tratamiento adecuado. Los estudios muestran que los padres suelen subestimar seriamente la
intensidad de la depresión de sus hijos.

Investigaciones recientes muestran que los niños y adolescentes padecen depresión con síntomas
a veces parecidos a los de los adultos, y también con otros síntomas específicos y diferentes según
la edad.

Hay varios tipos de trastornos del humor que pueden afectarles, como la depresión mayor, la
distimia (un estado de depresión ligera pero de larga duración), y la llamada enfermedad maniaco-
depresiva (o bipolar).

Imagen del icono de la consulta de Segunda Opinión. Clínica Universidad de Navarra


¿Necesita una segunda opinión a distancia?
Nuestros profesionales le harán una valoración médica sin que tenga que moverse de casa.

¿Cuáles son los síntomas de la depresión en niños o adolescentes?


Irritabilidad elevada, ira u hostilidad extrema.
Tristeza frecuente o episodios de llanto.
Sentimientos de desesperanza. La salud mental consiste en el bienestar psicológico, emocional y
social de todos los seres humanos. Influye en la forma que pensamos, sentimos y nos enfrentamos
al día a día, además de que nos ayuda a determinar cómo manejamos las situaciones de estrés,
como nos manejamos con los demás y cómo tomamos decisiones. Por lo tanto, es una parte de
nuestra salud que no puede descuidarse, ya que puede verse afectada por afecciones graves
denominadas enfermedades mentales.

cuidados de enfermeria en salud mental

En este punto juegan un papel fundamental los enfermeros especializados en salud mental, ya que
son los encargados de proporcionar atención y apoyo a las personas que sufren dichos tipos de
trastornos. Los cuidados de enfermería en salud mental, hacen que los enfermeros ayuden a sus
pacientes a aceptar la enfermedad que padecen y los enseñan a cómo convivir con ella, así como
también a identificar cuando se encuentran en una situación de riesgo, por ejemplo; hacerse daño
a ellos mismos o a terceros.

¿Qué encontrarás aquí?


1. La importancia de los cuidados de enfermería en salud mental
1.1. ¿En qué consisten los cuidados de enfermería en salud mental?
2. ¿Buscas un Máster de Enfermería en Salud Mental?
3. ¡Novedades! Lanzamos 12 Nuevos Másteres de Enfermería para tus Oposiciones
4. Cuidados de enfermería en salud mental de niños y adolescentes
4.1. Objetivo de los cuidados de la enfermería en salud mental en psiquiatría
5. Máster en Enfermería Psiquiátrica y Salud Mental
5.1. Importancia de los cuidados de enfermería en salud mental
6. Perfil de un enfermero especialista en salud mental
7. Cursos Especializados en Salud Mental
7.1. Aprende un poco más sobre los cuidados de enfermería en salud mental
8. Cursos Homologados ECTS en Enfermería
9. MÁSTERES OFICIALES DE ENFERMERIA
10. CURSOS DE SALUD MENTAL
11. MÁSTER EN PSICOLOGÍA Y SALUD MENTAL CON TITULACIÓN UNIVERSITARIA
12. MÁSTER EN CUIDADOS ESPECIALIZADOS EN SALUD MENTAL CON 75 ETCS
¿En qué consisten los cuidados de enfermería en salud mental?
Los enfermeros especialistas en salud mental trabajan en conjunto con expertos de la salud y
trabajadores sociales para coordinar el cuidado y la atención de los pacientes. Ahora bien, los
cuidados de enfermería en salud mental deben ser llevados por enfermeros que se encuentren
especializados en esta área, debido a que se ocupan de una gran gama de problemas del tipo
mental como lo son; la depresión, el estrés, enfermedades que se relacionan con las autolesiones,
dependencia a las drogas, esquizofrenia, entre otras enfermedades de esta índole.

En la actualidad, ya la salud mental no es un tema tabú y muchos suelen conocer cuáles son las
afecciones graves que la afectan. Un número reducido es el que acude a solicitar ayuda, para
comenzar tratamientos o cuidados de enfermería psiquiátrica. Los enfermeros de salud mental ,
trabajan con pacientes de todas las edades, por lo tanto su formación requiere de una
especialización.

Los cuidados de enfermería en salud mental, hacen que hoy día los enfermeros trabajen en
establecimientos públicos como también en hogares. Pueden trabajar con pacientes particulares
como de clínicas públicas y privadas.
Por otro lado, los enfermeros en salud mental, forman parte de un equipo amplio de salud y
atención social, debido a que trabajan con la colaboración de psicólogos, psiquiatras, terapeutas
ocupacionales, trabajadores sociales, entre otros. Con ayuda de todo este equipo de
profesionales, los cuidados de enfermería en salud mental, son guiados por los expertos que
deben examinar y analizar al paciente, para luego preparar un plan de acción del diagnóstico y así
garantizar la recuperación de los pacientes.

cuidados de enfermeria en salud mental

¿Buscas un Máster de Enfermería en Salud Mental?


¿Quieres encontrar la forma de combinar la Enfermería con el sector de la Salud Mental?
¡Entonces sólo tienes que confiar en la formación especializada de la Escuela de Negocios de
Euroinnova Formación! Por eso, si has estudiado Enfermería o vas a hacerlo en el futuro y,
además, te atrae el mundo de la Salud Mental... ¡Este Máster de Enfermería en Salud Mental es
perfecto para ti! Además de ser cien por cien online, te ayudará a seguir aprendiendo acerca de tu
profesión. Asimismo, te permitirá baremar en tus Oposiciones a Enfermería (consultar las bases de
las mismas). ¡Así de sencillo!

¿Quieres conocer todo lo que puede aportarte nuestro Máster en Enfermería en Salud Mental?
¡Vamos a ello!

Master en Cuidados Especializados de Enfermería en Salud Mental + 75 Créditos ECTS


MASTER ENFERMERIA SALUD MENTAL: Master en Cuidados Especializados de Enfermería en Salud
Mental + 75 Créditos ECTS
Curso homologado Universidad de Cervantes

Curso Online Homologado Cualifica

2380 EUR 58% de Descuento


Total: 1000 EUR
¡Novedades! Lanzamos 12 Nuevos Másteres de Enfermería para tus Oposiciones
¿Buscas otro máster en Enfermería que no sea en Salud Mental? ¡Puedes estar de enhorabuena! Y
es que, recientemente, hemos lanzado 12 Másteres de Enfermería, cada uno de ellos
especializados en un sector totalmente distinto. Si quieres trabajar en Salud Mental, esto es para
ti. ¡Pero también si quieres especializarte en cualquier otra disciplina de la Enfermería! En
concreto, todos estos nuevos másteres poseen 75 créditos ECTS, un precio muy competitivo y
reconocimiento universitario (obtendrás una titulación expedida por la UEMC). Y, además, todos
ellos son válidos para baremar en oposiciones (consultar las bases del concurso u oposición). ¿Qué
más se puede pedir? ¡Es el momento de conocerlos!
Disminución de su interés en actividades, o dificultad para divertirse en actividades que
previamente eran sus favoritas.
Aburrimiento persistente.
Falta de energía o cansancio.
Aislamiento social o falta de comunicación.
Autoestima baja o sensación de culpa o responsabilidad por cosas malas que puedan pasar.
Sensibilidad extrema al rechazo o poca resistencia ante los fallos o errores.
Quejas frecuentes sobre problemas físicos (como dolores de cabeza, o de estómago, mareos,
naúseas…) en los que no se encuentra causa médica.
Ausencias frecuentes de colegio, o disminución del rendimiento escolar.
Problemas de concentración.
Cambio importante en los hábitos alimentarios o del sueño.
Conversaciones sobre intención de escaparse de casa.
Pensamientos o expresiones sobre la muerte o intención de suicidarse activa o pasivamente.
¿Tiene su hijo alguno de estos síntomas?
Puede que presente una depresión

¿Cómo se diagnostica la depresión infantil?


Imagen de una paciente adolescente en tratamiento psiquiátrico con el Dr. Soutullo
El diagnóstico y tratamiento de los niños con depresion debe realizarse por parte de un equipo de
profesionales con experiencia en esta enfermedad. Es un problema relativamente frecuente pero
que con el correcto enfoque y tratamiento tiene buenos resultados. El trabajo coordinado con los
padres es esencial para conseguir solucionar el problema.

El diagnóstico debe realizarse mediante entrevista clínica. Deberán emplearse técnicas específicas,
tanto verbales como no verbales, debido a la existencia de limitaciones cognitivas y de
verbalización en este grupo de edad.
Para completar la evaluación psicopatológica, es imprescindible la información aportada por los
padres y por el entorno escolar.

Tras escuchar a los padres, evaluar al niño y realizar las pruebas complementarias necesarias, el
equipo de médicos, psicólogos y enfermeras llega a un diagnóstico utilizando la metodología más
moderna y actualizada disponible.

La frecuencia de la depresión es igual en los niños y las niñas antes de la pubertad, pero a partir de
la pubertad, las chicas tienen más riesgo de sufrir depresión.

¿Cómo se trata la depresión infantil?


Tratamiento de la depresión en niños o en adolescentes
Frecuentemente el tratamiento de la depresión en niños y adolescentes requiere la combinación
de psicoeducación a los padres, psicoterapia y una medicación.

1. Tratamiento con medicación:


Los antidepresivos que han demostrado en estudios científicos ser eficaces en niños y
adolescentes con depresión son los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS).
Estos medicamentos no son drogas, no crean dependencia ni adicción, ni cambian la personalidad
del niño.

Es importante hablar con el médico si no se ve efecto beneficioso en unas 3 a 6 semanas, o si


aparecen efectos secundarios.

2. Tratamiento con psicoterapia al niño y a la familia:


Es importante un apoyo con psicoterapia al niño y a la familia, ya que muchas veces los padres se
culpan erróneamente de los problemas o dificultades del niño. También el niño se ha
acostumbrado a percibir las cosas negativamente. Estas ideas negativas deben ir cambiando con el
tratamiento a una visión más realista.

Mediante un trabajo multidisciplinar, el Departamento de Psiquiatría y Psicología Clínica asiste a


los pacientes de manera integral: identifica las causas principales de la enfermedad y proporciona
un abordaje individual con los tratamientos más adecuados y eficaces.

Psiquiatría infantil.
Psiquiatría adolescente.
Terapia familiar.
Hospitalización psiquiátrica

También podría gustarte