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¿Qué sucede cuando un cristiano peca?

Si no podemos perder nuestra salvación, ¿quiere decir que no perdemos nada cuando pecamos?
Hace algún tiempo escuché la historia de un ex boxeador que se convirtió y pensaba que Dios lo
había llamado a predicar.

El único problema era que, mientras él creía tener el don de la enseñanza, nadie parecía tener el
don de escucharlo.

Como no pudo iniciar una iglesia consiguió un pequeño púlpito, buscó una esquina en la calle y
empezó a predicar a los transeúntes. Logró captar la atención de dos o tres amigos, a quienes les
agradaba, otras dos o tres personas que lo odiaban y de un ateo, quien le dijo: -No creo nada de lo
que dice la Biblia.

El ex boxeador y el llamado ateo, que era un pseudointelectual, solían entrar en discusiones. Un


día el ex boxeador le dijo al ateo: -Escuche, si le pudiera demostrar por lo menos con un versículo
de la Biblia que ella es verdad, ¿se disculparía conmigo? -Sí, claro que lo haría -dijo el ateo.
Entonces el ex boxeador se le acercó y extendiendo la mano tomó al hombre por la nariz y se la
torció tan severamente que le hizo correr sangre por las fosas nasales.

Luego, con una sonrisa en su rostro, abrió la Biblia y leyó Proverbios 30:33: "Ciertamente el que
bate la leche sacará mantequilla; el que con fuerza se suena la nariz sacará sangre, y el que
provoca la ira causará contienda".

Después dijo: -Quiero que se disculpe conmigo porque le he demostrado por lo menos con un
versículo que la Biblia es verdad.

Tan cierto como que el batir la leche saca mantequilla y sonarse con fuerza la nariz saca sangre, si
un cristiano usa incorrectamente la palabra de Dios y con ello causa daño a su prójimo y provoca
contienda, recibirá el fruto de su pecado y tendrá que atenerse a las consecuencias de su mal
proceder. En el Salmo 51, encontramos la historia del pecado del rey David.

Él cometió un horrible, odioso y perjudicial pecado, a pesar de ser hijo de Dios. Yo espero
encontrarme con David en el cielo. Él fue un hombre conforme al corazón de Dios a pesar de haber
cometido un pecado tan abominable, terrible y despreciable.

Lo que nosotros vemos es esto: Si un cristiano está atado al pecado, está atado al sufrimiento.

No perderá su salvación, pero el sufrimiento viene tras el pecado como la noche viene tras el día.
Primero consideremos las consecuencias del pecado en la vida de un cristiano, y luego pensemos
sobre la limpieza del mismo. Recuerde que el Salmo 51 fue escrito por David después de haber
vuelto su corazón a Dios.

Él recuerda las consecuencias de su pecado y escribe su historia, un registro para que leamos y
aprendamos. Usted puede buscar una Biblia y tenerla abierta en el Salmo 51 a medida que
continuamos.

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